300 Eterno anhelo
El tiempo pasa, la vida es corta, pero Tu amor por la humanidad es eterno. Los océanos se convierten en campos, muchos son los cambios del mundo, pero Tu justicia y fidelidad durarán para siempre. Tu voz es suave y hermosa; Tú eres la verdad y la vida, y eso nunca cambiará. Una vez estuve indefenso, perdido y sin rumbo, pero Tus palabras me guiaron en cada coyuntura de la vida. Tenerte conmigo me asienta y me trae paz; Tus palabras fortalecen mi corazón. Te preocupas por mí de todas las maneras posibles; tus palabras guían mi entrada en el reino. Tu juicio es bendición; tu castigo es protección. Tus duras palabras traspasan mi corazón, y aunque sufro las pruebas, estoy siendo purificado. El sufrimiento es pan, la dificultad es agua, y Tú caminas conmigo por la senda hacia el reino. El camino es pedregoso, pero no tengo miedo contigo a mi lado, da igual lo grande que sea el dolor. Las palabras de la verdad me protegen todo el tiempo; Tú me cuidas durante la larga noche. No importa cuán grande sea el precio que deba pagar, es una bendición; no importa cuántas lágrimas deba derramar, son de una dulzura extrema. Cristo es la verdad, el camino y la vida; ¡nunca vacilaré en seguir y dar testimonio de Cristo!