646 La gracia de Dios está orientada a conducir a las personas hacia la senda correcta

I

Dios ama y valora a las personas, tiene compasión por ellas o les concede gracia. El propósito de Dios al hacer todo esto es ayudarte a caminar por la senda correcta, que tengas un corazón con un inmenso deseo por Dios, que aumentes tu fe en Él y que cultives un auténtico corazón temeroso de Dios. Su amabilidad o Su favoritismo hacia ti no son precisamente mimos ni indulgencia. El propósito de Dios al hacer todo eso es lograr que valores Sus palabras, aceptes la verdad y te fortalezcas con Su amabilidad y Sus bendiciones a fin de que tengas voluntad y perseverancia para caminar por la senda de la búsqueda de la verdad y por la senda correcta en la vida.

II

Cuando Dios dicta esas verdades, ya te ha proveído, has alcanzado la vida y has gozado de Su amor. Si eres capaz de agradecerle a Dios Su amabilidad, de mantenerte firme en el lugar que te corresponde, de dotarte en mayor medida de Sus palabras, de valorarlas más, de buscar los principios-verdad en el cumplimiento de tu deber y de esforzarte por contemplar a las personas y las cosas, comportarte y actuar de acuerdo con las palabras de Dios, entonces no le habrás fallado. Si te aprovechas de la amabilidad y el favoritismo de Dios hacia ti, haces caso omiso de Su compasión para contigo, te empeñas en hacer las cosas a tu manera, actúas caprichosa e imprudentemente, nunca te dotas de las palabras de Dios, no tienes voluntad de esforzarte por la verdad, tarde o temprano se agotarán Su gracia, Su misericordia y Su bondad para contigo.

III

Cuando Dios te prive de toda Su gracia, habrá oscuridad en tu interior. Te sentirás abatido e inquieto, preocupado y vacío. El futuro te parecerá incierto. Estarás asustado y en constante estado de ansiedad. Esto es sumamente terrible. Por eso la gente debe aprender a apreciar todo lo que Dios le ha dado, a valorar el deber que ha de cumplir y, al mismo tiempo, saber corresponderlo. El requerimiento por parte de Dios en relación con dicha correspondencia no se basa en la contribución que realices en Su nombre ni en lo rotundo que sea tu testimonio de Él. Lo que Dios quiere es que sigas la senda correcta, la senda que Él te exige seguir.

de La Palabra, Vol. VI. Sobre la búsqueda de la verdad. Qué significa perseguir la verdad (15)

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