981 No trivialices tus transgresiones

I

Os he hecho muchas advertencias y concedido muchas verdades con la intención de conquistaros. A estas alturas, os sentís considerablemente más enriquecidos que en el pasado, habéis llegado a entender muchos principios respecto a cómo debería ser una persona, y a poseer mucho del sentido común que las personas fieles deberían tener. Todo esto es la cosecha que habéis sembrado a lo largo de muchos años. No niego vuestros logros. Sin embargo, tampoco niego vuestras numerosas rebeliones y las traiciones cometidas en Mí contra todos estos años, pues no hay santo alguno entre vosotros. Sois todos personas que han sido corrompidas por Satanás; sois enemigos de Cristo.

II

Hasta la fecha, vuestras transgresiones y rebeliones han sido demasiado numerosas, pero, por el bien de vuestro futuro, de vuestro destino, os insistiré una vez más. Espero que me lo entendáis, que seáis capaces de creer todas Mis declaraciones y de deducir las implicaciones profundas de Mis palabras. Quizás nadie sea capaz de deciros en el futuro lo que Yo os estoy diciendo ni de hablaros con tanta benevolencia, o aún menos de guiaros a través de estos puntos con tanta paciencia.

III

Pasaréis los días venideros recordando los buenos tiempos, sollozando en voz alta o gimiendo de dolor. Quizá viviréis noches oscuras sin la provisión de una pizca de verdad, de vida; simplemente aguardando sin esperanza o viviendo en el arrepentimiento y perdiendo toda razón… Ninguno de vosotros puede escapar de estas posibilidades.

IV

Es que ninguno de vosotros ocupa un asiento desde el cual adora verdaderamente a Dios, sino que os sumergís en el mundo del libertinaje y de la maldad; mezcláis en vuestras creencias, en vuestro espíritu, en vuestra alma y en vuestro cuerpo muchas cosas que no tienen nada que ver con la vida y la verdad, y que en realidad se oponen a ellas. Por lo tanto, lo que espero de vosotros es una senda para que obtengáis la luz. Mi única esperanza es que podáis preocuparos de vosotros mismos, cuidaros a vosotros mismos y que no pongáis tanto énfasis en vuestro destino mientras contempláis vuestra conducta y vuestras transgresiones con indiferencia.

de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Las transgresiones conducirán al hombre al infierno

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Ahora ya han aparecido varios desastres inusuales, y según las profecías de la Biblia, habrá desastres aún mayores en el futuro. Entonces, ¿cómo obtener la protección de Dios en medio de los grandes desastres? Contáctanos, y te mostraremos el camino.

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