174 Sólo Dios encarnado puede salvar completamente al hombre
I
Dios no salva al hombre utilizando directamente el método del Espíritu y la identidad del Espíritu, porque el hombre no puede ni tocar ni ver Su Espíritu, ni tampoco acercarse a Él. Si Dios tratara de salvar al hombre directamente utilizando la perspectiva del Espíritu, el hombre sería incapaz de recibir Su salvación. Si Dios no se hubiera vestido con la forma exterior de un hombre creado, no habría forma de que el hombre recibiera esta salvación. Solo volviéndose un ser humano creado, es decir, solo poniendo Su palabra en el cuerpo de carne en el que está a punto de convertirse, puede Él obrar personalmente la palabra en todos los que lo siguen. Solo entonces puede el hombre ver y oír personalmente Su palabra, y, además, poseer Su palabra y, por estos medios, llegar a ser totalmente salvo.
II
Si Dios no se hubiera hecho carne, nadie de carne y hueso podría recibir una salvación tan grande ni se salvaría una sola persona. Si el Espíritu de Dios obrara directamente en medio de la humanidad, la humanidad entera sería fulminada o, sin una forma de entrar en contacto con Dios, Satanás se la llevaría totalmente cautiva. El hombre recibe la salvación plena de Dios a través de la encarnación de Dios, no directamente del cielo en respuesta a sus oraciones. El hombre es de carne y hueso, no tiene forma de ver al Espíritu de Dios y, mucho menos, de acercarse a Su Espíritu, así que lo único con lo que puede entrar en contacto es con la carne encarnada de Dios. Solo a través de esto es el hombre capaz de entender todos los caminos y todas las verdades y recibir la salvación plena.
de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. El misterio de la encarnación (4)