Dios mismo, el único IV

La santidad de Dios (I) Parte 3

Ahora que hemos acabado de hablar de Satanás, volvamos a hablar de nuestro Dios. Durante Su plan de gestión de seis mil años, en la Biblia se ha registrado muy poco de Su discurso directo y lo que se ha recopilado es muy sencillo. Por tanto, empecemos por el principio. Dios creó al hombre y, desde entonces, siempre ha dirigido la vida de la humanidad. Ya sea proporcionándole bendiciones a la humanidad, dándole las leyes y Sus mandamientos o estipulando las diversas normas para la vida, ¿sabes cuál es el pretendido objetivo de Dios al hacer estas cosas? En primer lugar, ¿podéis asegurar que todo lo que Él hace es por el bien de la humanidad? (Sí, podemos). Tal vez creáis que esta frase es relativamente amplia y hueca, pero hablando de forma específica, todo lo que Dios hace es para dirigir y guiar al hombre hacia vivir una vida normal. Ya sea que el hombre observe Sus normas o guarde Sus leyes, el objetivo de Dios es que el hombre no adore a Satanás, que no sea dañado por este; esto es de lo más fundamental y esto fue lo que se hizo en el principio mismo. En ese momento, cuando el hombre no entendió la voluntad divina, Él tomó algunas leyes y normas sencillas e hizo provisiones que cubrieran todo aspecto concebible. Estas son muy sencillas, pero en ellas se contiene la voluntad de Dios. Él aprecia, valora y ama tiernamente a la humanidad. ¿No es este el caso? (Sí). ¿Podemos decir, pues, que Su corazón es santo? ¿Podemos decir que Su corazón es limpio? (Sí). ¿Tiene Dios algunas intenciones ulteriores? (No). ¿Es, pues, este objetivo suyo correcto y positivo? (Sí). Es positivo. Independientemente de las provisiones hechas por Dios, su efecto en el curso de Su obra es positivo para el hombre y dirigen el camino. ¿Existen, entonces, algunos pensamientos egoístas en la mente de Dios? ¿Tiene Dios algunos objetivos adicionales en lo que al hombre respecta o quiere usar al hombre de alguna manera? En absoluto. Dios hace lo que dice, y también piensan de este modo en Su corazón. No hay propósito mezclado ni pensamientos egoístas. No hace nada para sí mismo, sino que absolutamente todo es para el hombre, sin objetivos personales. Aunque tiene planes e intenciones para el ser humano, no hace nada para sí mismo. Todo lo que lleva a cabo es puramente para la humanidad, para protegerla, para impedir que se desvíe. ¿No es precioso este corazón? (Sí). ¿Puedes ver el más diminuto indicio de este precioso corazón en Satanás? (No). ¿Puedes verlo? ¿Puedes? No puedes ver nada de esto en Satanás. Todo lo que Dios hace se revela de forma natural. Al considerar la forma en que Dios obra, ¿cómo lo hace? ¿Toma Dios estas leyes y Sus palabras, y las ata estrechamente a la cabeza de cada persona como el encanto de la argolla de oro, imponiéndoselas a cada hombre? ¿Obra Él de ese modo? (No). ¿De qué forma hace Dios, pues, Su obra? (Nos guía). (Aconseja y alienta). Aquí tenemos una segunda. ¿Alguna más? ¿Acaso amenaza? ¿Se anda con rodeos? (No). Cuando tú no entiendes la verdad, ¿cómo te guía Dios? (Hace brillar una luz). Bien, hace brillar una luz sobre ti, te dice con claridad que esto no está en armonía con la verdad y lo que deberías hacer. De estas formas en las que Dios obra, ¿qué tipo de relación sientes que tienes con Dios? ¿Acaso te hacen sentir que Dios está fuera de tu alcance? (No). Entonces, ¿cómo te hacen sentir? Dios está especialmente cerca de ti, no hay distancia entre vosotros. Cuando Dios te guía, cuando Él provee para ti, te ayuda y te apoya, sientes la amabilidad de Dios, Su respetabilidad, sientes lo hermoso que es, lo cálido. Pero cuando Él te reprocha tu corrupción o cuando Él te juzga y te disciplina por rebelarte contra Él, ¿qué método usa Dios? ¿Te hace reproches con palabras? (Sí). ¿Te disciplina a través de tu entorno, de personas, asuntos y cosas? (Sí). ¿Qué nivel alcanza, pues, esta disciplina? (Hasta el nivel que el hombre puede soportar). ¿Llega Su nivel de disciplina al mismo punto en el que Satanás daña al hombre? (No). Dios obra de un modo amable, amoroso, delicado y afectuoso, una manera especialmente medida y adecuada. Su camino no te hace sentir emociones intensas como: “Dios debe dejarme hacer esto” o “Dios debe dejarme hacer aquello”. Dios nunca te da esa clase de mentalidad intensa o sentimientos intensos que hacen las cosas insoportables. ¿No es este el caso? (Sí). Incluso cuando aceptas las palabras de juicio y castigo de Dios, ¿cómo te sientes, entonces? Cuando sientes la autoridad y el poder de Dios, ¿cómo te sientes entonces? ¿Sientes la divinidad imposible de ofender de Dios? (Sí). ¿Te sientes distanciado de Dios en esos momentos? ¿Te sientes asustado de Dios? (No). En su lugar, sientes temerosa reverencia de Dios. ¿Sienten las personas todas estas cosas sólo por la obra de Dios? (Sí). ¿Tendrían estos sentimientos si Satanás obrara en el hombre? (No). Dios usa Sus palabras, Su verdad y Su vida para proveer continuamente para el hombre, para sostener al hombre. Cuando el ser humano es débil, cuando se siente abatido, ciertamente Dios no habla con aspereza, diciendo: “No te sientas abatido. ¿Por qué estás abatido? ¿Por qué eres débil? ¿Cuál es la razón de que estés débil? Estás tan débil que podrías morirte. Siempre estás tan abatido, ¿de qué te vale vivir? ¡Muérete ya!”. ¿Obra Dios de esta forma? (No). ¿Tiene Dios la autoridad de actuar de esta forma? (Sí). ¿Pero actúa Dios de este modo? (No). La razón por la que Dios no actúa así es por Su esencia, la esencia de la santidad de Dios. Su amor por el hombre, Su aprecio y Su valoración del hombre no puede expresarse con claridad en sólo una o dos frases. No es algo producido por la jactancia del hombre, sino algo que Dios provoca en la práctica real; es la revelación de la esencia de Dios. ¿Pueden todas estas formas de obrar de Dios permitir que el hombre vea Su santidad? En todas estas maneras de obrar de Dios, incluidas Sus buenas intenciones, los efectos que Dios desea lograr en el hombre, los distintos modos que Dios adopta para obrar en el hombre, el tipo de obra que hace, lo que quiere que el hombre entienda, ¿has visto alguna maldad o astucia en las buenas intenciones de Dios? (No). No puedes ver mal alguno, ¿verdad? (No). Por tanto, en todo lo que Dios hace, todo lo que dice, todo lo que piensa en Su corazón, así como toda Su esencia que Él revela, ¿podemos llamar a Dios santo? (Sí). ¿Ha visto el hombre alguna vez esta santidad en el mundo o en sí mismo? Aparte de Dios, ¿la has visto alguna vez en algún hombre o en Satanás? (No). De lo que hemos hablado hasta este momento, ¿podemos denominar a Dios como el único y santo Dios mismo? (Sí). Todo lo que Dios le da al hombre, incluidas las palabras de Dios, las distintas formas en las que Dios obra en el hombre, lo que Dios le dice al hombre, lo que Él le recuerda al hombre, lo que Él aconseja y alienta, todo se origina en una esencia: todo se origina en la santidad de Dios. Si no hubiera un Dios tan santo, ningún hombre podría ocupar Su lugar para realizar la obra que Él hace. Si Dios hubiera tomado a esas personas y las hubiera entregado por completo a Satanás, ¿habéis pensado alguna vez en qué tipo de condición os encontraríais hoy, los aquí presentes? ¿Estaríais todos aquí sentados, completos e intactos? (No). ¿Cómo seríais, pues? ¿Diríais también: “De ir y venir de la tierra, y de andar por la tierra”? ¿Os pavonaríais así, seríais tan descarados y os jactaríais sin vergüenza delante de Dios y hablaríais de un modo tan indirecto? (Sí). Sí, lo haríais. ¡Lo haríais cien por cien! ¡Lo haríais absolutamente! La actitud de Satanás hacia el hombre les permite ver que su naturaleza es por completo distinta a la de Dios. Su esencia es por completo diferente de Dios. ¿Qué esencia de Satanás es lo opuesto a la santidad de Dios? (Su maldad). La malvada naturaleza de Satanás es lo opuesto a la santidad de Dios. La razón por la que la mayoría de las personas no reconocen que esta expresión de Dios representa la esencia de Su santidad es, enteramente, que viven bajo el dominio de Satanás, en la corrupción de Satanás, dentro del recinto de vida de Satanás. No saben qué es la santidad ni saben cómo definirla. Aun cuando percibas la santidad de Dios, sigues sin poder definirla como tal con alguna certeza. Es una disparidad en el conocimiento de la santidad de Dios por parte del hombre.

¿Qué tipo de rasgo representativo manifiesta la obra de Satanás en el hombre? Ya deberíais saber por vuestras propias experiencias cuál es su rasgo más característico, lo que más hace, lo que intenta hacer con cada persona. Tiene una característica que tal vez no podéis ver, de modo que no pensáis lo espantoso y odioso que es Satanás. ¿Sabe alguien cuál es esta peculiaridad? Decidme. (Todo lo que hace es para dañar al hombre). Hace cosas para perjudicar al hombre. ¿Cómo daña al hombre? ¿Podéis mostrármelo de manera más específica y con mayor detalle? (Seduce, incita y tienta al ser humano). Es correcto, muestra varios aspectos. ¿Algo más? (Engaña al hombre). Engaña, ataca y acusa. Sí, todo esto. ¿Hay algo más? (Miente). Engañar y mentir es algo muy natural para Satanás. Lo hace tan a menudo que las mentiras fluyen de su boca sin tener que pensar si quiera. ¿Algo más? (Siembra disensión). Esto no es tan importante. Os describiré algo que os aterrorizará, pero no lo hago por asustaros. Dios obra en el hombre y le valora tanto con Su actitud como en Su corazón. Por el contrario, ¿aprecia Satanás al hombre? No, no lo hace. ¿Qué quiere del ser humano? Quiere dañarle, sólo piensa en perjudicarle. ¿No es esto verdad? De modo que, cuando está pensando en cómo hacerle daño al hombre, ¿lo hace en un estado de mente apremiante? (Sí). Entonces, cuando se trata de la obra de Satanás en el hombre, aquí tengo dos palabras que pueden describir con amplitud su maliciosa y malvada naturaleza, que pueden permitiros conocer de verdad su odiosidad: en el acercamiento de Satanás al hombre, siempre quiere “ocupar” y “apegarse” con fuerza a cada uno de ellos para poder llegar al punto en el que tenga por completo el control del hombre, dañándolo, para poder conseguir su objetivo y satisfacer su salvaje ambición. ¿Qué significa “ocupar con fuerza”? ¿Sucede con tu consentimiento o sin él? ¿Ocurre con tu conocimiento o sin él? ¡Pasa sin que tú lo sepas en absoluto! En situaciones en las que no te das cuenta, posiblemente cuando él no ha dicho ni hecho nada, cuando no hay premisas ni contexto, ahí está alrededor de ti, rodeándote. Busca una oportunidad que aprovechar y, después, te ocupa y se apega a ti enérgicamente, logrando su objetivo de tener por completo el control sobre ti y dañarte. Esta es una intención y conducta más que típica en la lucha de Satanás contra Dios por la humanidad. ¿Cómo os sentís al oír esto? (Aterrorizados y temeroso en nuestro corazón). ¿Os sentís indignados? (Sí, nos sentimos indignados). Entonces, cuando os sentís indignados, ¿pensáis que Satanás es descarado? (Sí). Cuando pensáis que Satanás es descarado, ¿os sentís indignados con las personas de vuestro entorno, que siempre os quieren controlar, aquellos que tienen salvajes ambiciones de estatus e intereses? (Sí). ¿Qué métodos usa, pues, Satanás para apegarse al hombre y ocuparle por la fuerza? ¿Tenéis esto claro? Cuando escucháis estas dos palabras “ocupación” y “apego” con fuerza, tenéis esa sensación de extrañeza e indignación, ¿verdad? ¿Acaso no os hacéis una idea de su sabor maligno? Sin tu consentimiento o tu conocimiento, se apega a ti, te ocupa y te corrompe. ¿Qué puedes saborear en tu corazón? ¿Odio? (¡Sí!). ¿Indignación? (¡Sí!). Y cuando sientes este odio y esta indignación por estas formas de actuar de Satanás, ¿qué tipo de sentimiento tienes hacia Dios? (Agradecimiento). Estás agradecido a Dios por salvarte. De modo que ahora, en este momento, ¿sientes el deseo o la voluntad de permitir que Dios se encargue de todo lo tuyo, de dominarte en tu totalidad? (Sí). ¿En qué contexto? ¿Dices que sí, porque te asusta que Satanás te ocupe y se apegue a ti a la fuerza? No puedes tener este tipo de mentalidad, no es correcto. No tengas miedo, Dios está aquí. No hay nada de lo que asustarse, ¿verdad? Una vez hayas comprendido la malvada esencia de Satanás, deberías tener una comprensión más precisa o valorar en mayor profundidad el amor, las buenas intenciones, la compasión y la clemencia de Dios por el hombre y Su carácter justo. ¡Satanás es tan odioso! Pero si esto todavía no inspira tu amor por Dios, tu dependencia de Él y tu confianza en Él, ¿qué clase de persona serías? ¿Estás dispuesto a dejar que Satanás te perjudique así? Después de ver su maldad y su fealdad, damos la vuelta y entonces acudimos a Dios. ¿Ha habido algún cambio en tu conocimiento de Dios? (Sí). ¿Qué tipo de cambio? ¿Podemos decir que Dios es santo? ¿Podemos decir que Dios no tiene defecto? (Sí). “Dios es santidad única”; ¿puede Dios soportar este título? (Sí). Por tanto, en el mundo y entre todas las cosas, ¿sólo Dios mismo puede aguantar este entendimiento del hombre? ¿Hay algún otro? (No). ¿Qué es, pues, exactamente lo que Dios le da al hombre? ¿Te proporciona tan sólo un poco de interés, preocupación y consideración cuando no estás prestando atención? ¿Qué le ha dado Dios al hombre? Le ha dado vida, le ha dado todo y sigue otorgándole cosas de manera incondicional sin exigir nada, sin ninguna intención oculta. Utiliza la verdad, Sus palabras, Su vida para dirigir y guiar al hombre, apartándolo del daño de Satanás, de sus tentaciones, de su seducción y permitiéndole ver con claridad a través de la malvada naturaleza de Satanás y su repugnante rostro. ¿Son, pues, verdaderos el amor y la preocupación de Dios por la humanidad? ¿Es algo que cada uno de vosotros puede experimentar? (Sí).

Mira en retrospectiva en tu vida hasta ahora, a todas las cosas que Dios ha hecho en ti en todos los años de tu fe. Lo sintieras o no en profundidad, ¿no fue necesario? ¿No fue lo que más necesitabas obtener? (Sí). ¿No es esto cierto? ¿No es esto la vida? (Sí). ¿Te ha esclarecido Dios alguna vez para que devolvieras o pagaras de vuelta algo, después de que Él te diera esas cosas? (No). ¿Cuál es, pues, el propósito de Dios? ¿Por qué hace Dios esto? ¿Tiene Dios también un objetivo para ocuparte? (No). ¿Quiere Dios ascender a Su trono en el corazón de los hombres? (Sí). Entonces, ¿cuál es la diferencia entre Dios ascendiendo a Su trono y la ocupación forzada de Satanás? Dios quiere ganar el corazón del hombre, ocuparlo; ¿qué significa esto? ¿Quiere decir que Dios quiere que los seres humanos se conviertan en Sus marionetas, Sus máquinas? (No). Entonces, ¿cuál es Su propósito? ¿Existe alguna diferencia entre el hecho de que Dios quiera ocupar el corazón del hombre y la ocupación y el apego de Satanás al hombre por la fuerza? (Sí). ¿Cuál es la diferencia? ¿Puedes contestarme con claridad? (Satanás lo hace a la fuerza, mientras que Dios deja que el hombre se ofrezca voluntario). Satanás utiliza la fuerza, mientras que Dios deja que te ofrezcas tú. ¿Es esta la diferencia? ¿Para qué quiere Dios tu corazón? Y, además, ¿para qué quiere Dios ocuparte? ¿Cómo entendéis en vuestro corazón “Dios ocupa el corazón del hombre”? Aquí tenemos que ser justos con Dios, de otro modo las personas siempre lo entienden mal y dicen: “Dios siempre quiere ocuparme. ¿Para qué quiere hacerlo? No quiero ser ocupado, sólo quiero ser yo mismo. Decís que Satanás ocupa a las personas, pero Dios también lo hace: ¿Acaso no es lo mismo? No quiero dejar que nadie me ocupe. Soy yo mismo”. ¿Cuál es la diferencia aquí? Tomaos un minuto para reflexionar en ello. Os pregunto: ¿Es “Dios ocupa al hombre” una frase vacía? ¿Significa la ocupación del hombre que Él vive en tu corazón? ¿Domina Dios cada palabra y cada movimiento tuyos? Si te dice que levantes el brazo izquierdo, ¿te atreves a no hacerlo? Si te dice que te sientes, ¿osas no levantarte? Si te dice que vayas hacia el este, ¿no te atreves a ir hacia el oeste? ¿Es una ocupación que significa algo parecido a esto? (No). ¿Qué es, entonces? (Significa que el hombre viva lo que Dios tiene y es). A lo largo de estos años que Dios ha gestionado al hombre, en Su obra en el hombre y hasta el presente en esta última etapa, ¿cuál es el efecto esperado en el hombre de todas las palabras que Él ha hablado? ¿Será que el hombre viva lo que Dios tiene y es? Considerando el significado literal de “Dios ocupa el corazón del hombre”, se diría que Dios lo toma y lo ocupa, vive en él y no vuelve a salir jamás; vive dentro de él y se convierte en el amo del corazón del hombre, para dominar y disponerlo a voluntad, de manera que el ser humano tiene que ir dondequiera que Dios le diga. En este nivel de significado, parece como si todas las personas se hubieran convertido en Dios, estuvieran en posesión de Su esencia, de Su carácter. Por tanto, en este caso, ¿podría el hombre realizar también los actos y los hechos de Dios? ¿Se puede explicar “ocupación” de este modo? (No). ¿Qué es, pues? Os pregunto esto: ¿Son todas las palabras y las verdades que Dios le proporciona al hombre una revelación de Su esencia y de lo que Él tiene y es? (Sí). Esto es seguro, ¿verdad? ¿Pero son todas las palabras que Dios provee al hombre para que Dios mismo las practique y las posea? Tomaos un minute para pensar en ello. Cuando Dios juzga al hombre, ¿por qué lo hace? ¿De dónde procedieron estas palabras? ¿Cuál es el contenido de las palabras que Dios pronuncia cuando juzga al hombre? ¿En qué se basan? ¿Acaso en el carácter corrupto del hombre? (Sí). ¿Se basa el efecto logrado por el juicio de Dios sobre el hombre en Su esencia? (Sí). ¿Es, pues, la ocupación del hombre por parte de Dios una frase vacía? Ciertamente no lo es. Entonces, ¿por qué le dirige Dios esas palabras al hombre? ¿Cuál es Su propósito al pronunciarlas? ¿Las quiere usar para la vida del hombre? (Sí). Dios quiere usar toda esta verdad que ha hablado para la vida del hombre. Por tanto, cuando el hombre toma toda esta verdad y la palabra de Dios y las transforma en su propia vida, ¿puede el hombre obedecer entonces a Dios? ¿Puede temerle? ¿Puede el ser humano apartarse entonces del mal? Cuando el hombre ha alcanzado este punto, ¿puede ya obedecer la soberanía y la disposición de Dios? ¿Está el hombre entonces en una posición de someterse a la autoridad de Dios? Cuando personas como Job o Pedro llegan al final de su camino, cuando se puede considerar que su vida ha madurado, cuando tienen un entendimiento real de Dios, ¿puede Satanás todavía extraviarlos? ¿Puede aún ocuparlos? ¿Puede apegarse a ellos a la fuerza? (No). ¿Qué tipo de personas es esta, pues? ¿Es alguien a quien Dios ha ganado por completo? (Sí). En este nivel de significado, ¿cómo ves a este tipo de persona que ha sido ganada por completo por Dios? Para Él, bajo estas circunstancias, ya ha ocupado el corazón de esta persona. ¿Pero qué siente esta persona? ¿Es que la palabra de Dios, Su autoridad y Su camino cobran vida dentro del hombre, y entonces esta vida que ocupa todo su ser y hace que lo que vive, así como su esencia, se adecúen para satisfacer a Dios? Desde el punto de vista de Dios ¿está el corazón de la humanidad en este momento mismo ocupado por Él? (Sí). ¿Cómo entiendes este nivel de significado ahora? ¿Es el Espíritu de Dios el que te ocupa? (No). Entonces, ¿qué es exactamente lo que te ocupa? (La palabra de Dios). Bueno, la palabra de Dios, el camino de Dios. Es la verdad y la palabra de Dios que se convierten en tu vida. En ese momento, el hombre tiene la vida que viene de Dios, pero no podemos afirmar que esta vida sea la de Dios. Es la vida que el hombre debería derivar de la palabra de Dios. ¿Podemos afirmar que esta vida es la vida de Dios? (No). Por tanto, independientemente del tiempo que el hombre lleve siguiendo a Dios, de las muchas palabras que pueda obtener de Él, el ser humano no puede nunca convertirse en Dios. ¿No es esto correcto? (Sí). Aunque un día Él diga: “He ocupado tu corazón, ahora posees Mi vida”, ¿sentirías entonces que eres Dios? (No). ¿En qué te convertirías? ¿No tendrías una obediencia absoluta a Dios? ¿No estarían tu cuerpo y tu corazón llenos de la vida que Dios te ha concedido? Esta es una manifestación normal cuando Dios ocupa el corazón del hombre. Esto es un hecho. Por tanto, considerándolo desde este aspecto, ¿puede el hombre convertirse en Dios? (No). Cuando el hombre ha obtenido todo de la palabra de Dios, cuando puede temerle a Él y apartarse del mal, ¿puede el hombre poseer la identidad de Dios? (No). ¿Puede el hombre poseer la esencia de Dios? (No). Independientemente de lo que ocurra, después de todo, el hombre sigue siendo hombre. Eres una creación; cuando has recibido la palabra de Dios y Su camino, sólo posees la vida que procede de Su palabra, y nunca puedes convertirte en Dios.

Volviendo justo ahora a nuestro tema, os pregunté si Abraham era santo o no. No lo es, y ahora lo entendéis, ¿verdad? ¿Es Job santo? (No). En esta santidad está contenida la esencia de Dios. El hombre no posee la esencia de Dios ni Su carácter. Aun cuando el hombre haya experimentado toda la palabra de Dios y posea la esencia de Su palabra, seguirá sin poder ser catalogado de santo; el hombre es hombre. Lo entendéis, ¿verdad? (Sí). Entonces, ¿cómo entendéis ahora esta frase “Dios ocupa el corazón del hombre”? (Son las palabras de Dios, Su camino y Su verdad que se convierten en la vida del hombre). Has memorizado esto, ¿verdad? Espero que ahora tengáis una comprensión más profunda. Es posible que algunos pregunten: “Entonces, ¿por qué decir que los mensajeros de Dios y los ángeles no son santos?”. ¿Qué pensáis de esta pregunta? Tal vez no la hayáis considerado antes. Utilizaré un ejemplo sencillo: cuando enciendes un robot, puede bailar y hablar, y tú puedes entender lo que dice; ¿pero podrías definirlo como hermoso? ¿Puedes decir que es vivaz? Puedes, pero el robot no entenderá, porque no tiene vida. Cuando apagas el suministro de su energía, ¿puede seguir moviéndose? (No). Cuando se activa este robot, puedes ver que está animado y es hermoso. Realizas una evaluación del mismo, que puede ser sustancial o superficial, pero cualquiera que sea el caso tus ojos pueden ver que se mueve. Sin embargo, cuando cortas el suministro de la energía, ¿puedes ver algún tipo de carácter en él? ¿Ves que posea algún tipo de esencia? ¿Entiendes el significado de lo que estoy diciendo? (Sí). Lo puedes entender, ¿verdad? Con esto quiero decir que, aunque este robot puede moverse y detenerse, nunca podrías describirlo como algo que posee algún tipo de esencia. ¿No es esto un hecho? No hablaremos más sobre esto. Basta con que tengáis una comprensión general del significado. Acabemos aquí nuestra reunión. ¡Adiós!

17 de diciembre de 2013

Las citas de la Biblia en este artículo han sido traducidas de AKJV.

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