Dios mismo, el único VIII

Dios es la fuente de vida para todas las cosas (II) Parte 1

Continuemos con el tema del que hablamos la última vez. ¿Podéis recordar qué tema comunicamos en esa ocasión? (Dios es la fuente de vida para todas las cosas). ¿Es “Dios es la fuente de vida para todas las cosas” un tema que sentís muy lejano de vosotros? ¿Puede alguien decirme el punto principal de este tema que tratamos la última vez? (A través de la creación de todas las cosas por parte de Dios, veo que Él nutre todas las cosas y a la humanidad. En el pasado, siempre pensé que cuando Dios provee para el hombre, sólo les proporciona Su palabra a Sus personas escogidas, pero nunca vi, a través de las leyes de todas las cosas, que Él esté nutriendo a la humanidad. Sólo por medio de la comunicación de este aspecto de la verdad por parte de Dios, ahora veo que Él es quien provee la vida a todas las cosas, que Él manipula estas leyes, y que Él es quien nutre todas las cosas. A partir de Su creación de estas veo el amor de Dios y siento que Él es la fuente de todas ellas). Hmm, la última vez hablamos principalmente sobre la creación de todas las cosas por parte de Dios y cómo Él estableció leyes y principios para las mismas. Bajo tales leyes y principios, todas las cosas viven y mueren con el hombre, y coexisten con él bajo el dominio de Dios y a Sus ojos. ¿De qué hablamos primero? Dios creó todas las cosas y empleó Sus propios métodos para establecer las leyes del crecimiento para todas ellas, así como su trayectoria y patrones de crecimiento, y también estableció las formas en las que todas las cosas existen sobre esta tierra, de manera que puedan vivir continuamente y depender las unas de las otras. Con tales métodos y leyes, todas las cosas pueden existir con éxito y paz, y crecer en esta tierra. Sólo teniendo un entorno así puede el hombre tener un hogar estable y un entorno de vida y, bajo Su guía, continuar desarrollándose y avanzando, desarrollándose y avanzando.

La vez pasada expusimos el concepto básico de la provisión de Dios a todas las cosas. Él las provee primero de esta manera para que las mismas existan y vivan para la humanidad. Tal entorno existe debido a las leyes establecidas por Dios. La humanidad tiene el entorno vital actual sólo por el mantenimiento y la administración de esas leyes por Dios. Lo que hablamos la vez pasada es un gran salto a partir del conocimiento de Dios del que hablamos anteriormente. ¿Por qué existe ese salto? Porque cuando hablamos de llegar a conocer a Dios en el pasado, discutimos dentro del ámbito de Dios salvando y gestionando a la humanidad, es decir, la salvación y la gestión del pueblo elegido de Dios, respecto a conocer a Dios, Sus hechos, Su carácter, lo que Él tiene y es, Sus propósitos, y cómo provee al hombre con la verdad y la vida. Pero el tema del que hablamos la vez pasada ya no se limitó meramente a la Biblia y al ámbito de Dios salvando a Su pueblo elegido. Más bien, saltó fuera de esta perspectiva, de la Biblia, y de los confines de las tres etapas de la obra que Dios efectúa sobre Su pueblo elegido para hablar sobre Dios mismo. Por tanto, cuando oigas esta parte de Mi comunicación, no debes restringir tu conocimiento de Dios a la Biblia y a las tres etapas de Su obra. En su lugar, tienes que mantener abierta tu perspectiva, ver los hechos de Dios y lo que Él tiene y es de entre todas las cosas, y cómo las domina y gestiona. Por medio de este método y sobre este fundamento, puedes ver que Dios provee para todas las cosas. Esto permite a la humanidad entender que Él es la verdadera fuente de vida para todas las cosas y que es la verdadera identidad de Dios mismo. Es decir, la identidad, el estatus, la autoridad de Dios y Su todo, no se centran solamente en los que lo siguen a Él actualmente; es decir, no sólo en vosotros, sino en todas las cosas. ¿Cuál es, pues, el alcance de todas las cosas? Es muy amplio. Uso la frase “todas las cosas” para describir el alcance del dominio de Dios sobre todo, porque quiero deciros que las cosas dominadas por Dios no son solamente lo que podéis ver con vuestros ojos, sino que incluyen el mundo material que todas las personas pueden ver, así como otro mundo que los ojos humanos no pueden ver fuera del mundo material y además, incluyen el espacio y los planetas fuera de los cuales existe actualmente la humanidad. Ese es el alcance del dominio de Dios sobre todas las cosas, y el concepto de que Él lo domina todo. El alcance del dominio de Dios sobre todas las cosas es muy amplio. En cuanto a vosotros, lo que deberíais entender, ver, y las cosas de las que deberíais obtener conocimiento, son las que cada uno de vosotros que estáis sentados aquí debéis entender, ver y tener claro. Aunque el alcance de este “todas las cosas” es muy amplio, no os hablaré sobre el ámbito que no podéis ver en absoluto o con el que no podéis entrar en contacto. Sólo os hablaré del ámbito con el que los seres humanos pueden entrar en contacto, entender y comprender, de forma que todos puedan sentir el verdadero significado de la frase “Dios es la fuente de vida para todas las cosas”. Así, cualquier cosa que os comunique no serán palabras vacías.

La vez pasada, empleamos métodos narrativos para proveer una visión de conjunto simple del tema “Dios es la fuente de vida para todas las cosas”, de forma que podáis tener un entendimiento básico de cómo provee Dios para todas las cosas. ¿Cuál es el propósito de inculcar en vosotros este concepto básico? Es el permitiros saber que, fuera de la Biblia y Sus tres etapas de la obra, Dios también está llevando a cabo aún más obras que los humanos no pueden ver y con las que no pueden entrar en contacto. Dios está realizando personalmente dichas obras. Si Él únicamente estuviera guiando a Su pueblo escogido hacia adelante y sin esta obra fuera de Su obra de gestión, sería muy difícil para esta humanidad, incluyéndoos a todos vosotros, seguir avanzando, y esta humanidad y este mundo no serían capaces de seguir desarrollándose. Esa es la importancia de la frase “Dios es la fuente de vida para todas las cosas” que os estoy comunicando hoy.

El entorno básico de vida que Dios crea para la humanidad

Hemos expuesto muchos temas y contenidos relativos a la frase “Dios es la fuente de vida para todas las cosas”, ¿pero sabéis en vuestros corazones qué cosas concede Dios a la humanidad aparte de proveeros con Su palabra y llevar a cabo Su obra de castigo y juicio sobre vosotros? Algunas personas podrían decir: “Dios me concede gracia y bendiciones, me da disciplina, alivio, cuidado y protección en toda forma posible”. Otros dirán: “Dios me concede alimentos y bebida diarios”, mientras algunos dirán incluso: “Dios me lo concede todo”. Con respecto a estas cosas con las que las personas pueden entrar en contacto durante su vida cotidiana, todos podríais tener algunas respuestas relacionadas con vuestras propias experiencias de la vida física. Dios concede muchas cosas a cada persona, aunque lo que estamos exponiendo aquí no se limita solamente al ámbito de las necesidades diarias de la persona, sino que os permite a cada uno de vosotros mirar más lejos. Desde una macroperspectiva, si Dios es la fuente de vida para todas las cosas, ¿cómo mantiene la vida de todas ellas? Para que todas las cosas puedan continuar existiendo, ¿qué trae Dios a todas ellas para mantener su existencia, así como las leyes de esta? Esta es la idea principal de lo que estamos exponiendo hoy. ¿Entendéis lo que he dicho? Este tema puede resultaros muy poco familiar, pero no hablaré sobre doctrinas muy profundas. Me esforzaré para haceros entender después de que hayáis escuchado. No debéis sentir ninguna carga; lo único que tenéis que hacer es escuchar con atención. Sin embargo, sigo teniendo que insistir en ello un poco más: ¿cuál es el tema del que estoy hablando? Decidme. (Dios es la fuente de vida para todas las cosas). ¿Cómo provee Él entonces para todas ellas? ¿Qué provee Él para ellas? ¿Por qué puede decirse que “Dios es la fuente de vida para todas las cosas”? ¿Tenéis ideas y pensamientos acerca de esto? Parece que este tema del que estoy hablando deja básicamente un vacío en vuestros corazones y mentes. Pero espero que podáis relacionar el tema y las cosas de las que voy a hablar con los hechos de Dios y no los vinculéis con ningún conocimiento ni los atéis a ninguna cultura o investigación humana. Sólo estoy hablando de Dios y de Dios mismo. Esta es Mi sugerencia para vosotros. ¿Entendéis? (Sí).

Dios ha concedido muchas cosas a la humanidad. Voy a empezar hablando sobre lo que las personas pueden ver, es decir, sobre lo que pueden sentir. Estas son cosas que las personas pueden entender en su interior y aceptar. Así pues, comencemos con el mundo material para exponer lo que Dios ha provisto para la humanidad.

  1. El aire

Primero, Dios creó el aire para que el hombre pudiera respirar. ¿No es este “aire” el de la vida cotidiana con el que los seres humanos están en contacto constante? ¿No es este aire aquello sobre lo que se apoyan los humanos en todo momento, incluso cuando duermen? El aire que Dios creó es supremamente importante para la humanidad: es el componente fundamental de su aliento y de la vida en sí. Esta esencia, que sólo puede sentirse, pero no verse, fue el primer regalo de Dios para todas las cosas. Después de crear el aire, ¿terminó Él Su trabajo y se marchó? Hay aspectos de esto que son inimaginables para las personas. Una vez creado el aire, era necesario proveer a la humanidad la densidad y la cantidad exactas para su supervivencia. Con respecto a la densidad, primero está el asunto del contenido de oxígeno. Es una pregunta para la física. ¿Qué estaba pensando Dios cuando hizo el aire? ¿Por qué lo hizo, y cuál fue Su razonamiento? Los seres humanos necesitan aire para respirar. En primer lugar, la densidad del aire debería corresponder al pulmón humano. ¿Conoce alguien la densidad del aire? Esto no es algo que las personas necesiten saber; no hay necesidad de saberlo. Tener una idea general está bien; no necesitamos un número exacto relativo a la densidad del aire. Primero, Dios hizo el aire con una densidad que sería la más apropiada para la respiración de los pulmones humanos, está adaptada a la respiración humana. Es decir, cuando se inhala, el aire tiene una densidad que no daña el cuerpo. De esto se trata la densidad del aire. Principalmente, los contenidos del aire no son venenosos para los seres humanos y, por tanto, no dañarán los pulmones ni el cuerpo. Dios tuvo que considerar todo esto. Tuvo que tener en cuenta que el aire respirado por los seres humanos debía entrar y salir suavemente y que, después de ser inhalado, el contenido y la cantidad de aire debían ser tales que tanto la sangre como el aire residual en el pulmón y el cuerpo se metabolizaran apropiadamente y, también, que el aire no debería contener ningún componente venenoso. Con respecto a estos dos estándares, no quiero hartaros con un montón de conocimiento, sino más bien haceros saber que Dios tuvo un proceso específico de pensamiento en mente cuando creó cada cosa —el mejor—. En cuanto a la cantidad de polvo en el aire, la cantidad de polvo, arena y lodo en la tierra, así como el polvo que cae desde el cielo, Dios también tenía un plan para estas cosas, una forma de eliminarlas o resolverlas. Aunque hay algo de polvo, Dios lo hizo de tal forma que este no dañara el cuerpo y la respiración del hombre, y que sus fragmentos fueran de un tamaño no perjudiciales para el cuerpo. ¿No fue misteriosa la creación del aire por parte de Dios? (Sí). ¿Fue tan simple como soltar un soplo de aire de Su boca? (No). Incluso cuando creó las cosas más simples, el misterio de Dios, Sus opiniones, Sus pensamientos y Su sabiduría son evidentes. ¿Es Dios realista? (Sí). Es decir, incluso en la creación de algo simple, Dios estaba pensando en la humanidad. En primer lugar, el aire que los seres humanos respiran está limpio, su composición es apropiada para la respiración humana, no es tóxica, y no provoca daño a los humanos, y su densidad está calibrada para la respiración humana. Este aire que los humanos inhalan y exhalan es esencial para su cuerpo y su carne. Por tanto, ellos pueden respirar libremente, sin limitación ni preocupación. Pueden respirar con normalidad. El aire es eso que Dios creó en el principio y que es indispensable para la respiración humana.

  1. La temperatura

La segunda cosa es la temperatura. Todo el mundo sabe qué es. La temperatura es algo con lo que debe estar equipado un entorno adecuado para la supervivencia humana. Si la misma es demasiado elevada, digamos superior a 40 grados centígrados, la vida humana será muy difícil. ¿No sería agotadora? ¿Y si la temperatura es demasiado baja, y alcanza los 40 grados centígrados bajo cero? Los seres humanos tampoco podrán soportarla. Por tanto, Dios fue realmente muy particular al establecer este abanico de temperaturas. La gama de temperaturas a la que puede adaptarse el cuerpo humano es básicamente desde menos 30 grados hasta 40 grados centígrados. Este es el abanico de temperaturas básico de norte a sur. En las regiones frías, las temperaturas podrían alcanzar alrededor de menos 50 grados centígrados. Una región así no es un lugar en el que Dios permita vivir al hombre. ¿Por qué existen tales regiones frías? En esto residen la sabiduría y los propósitos de Dios. Él no te permite acercarte a esos lugares. Dios protege sitios que son demasiado calientes y demasiado fríos, lo que significa que Él no está preparado para permitir que el hombre viva allí, ya que no son apropiados para los humanos. ¿Por qué permitiría que tales lugares existieran sobre la tierra? Si Dios no consintiera que el hombre viviera o existiera allí, ¿por qué los crearía? La sabiduría de Dios reside en eso. Es decir, Él también ha ajustado razonablemente la temperatura básica del entorno para la supervivencia humana; también hay una ley aquí. Dios creó algunas cosas para ayudar a mantener y controlar la temperatura. ¿Qué cosas se usan para mantener esta temperatura? Ante todo, el sol puede aportar calidez a las personas, pero ellas no podrían soportarlo si hace demasiado calor. ¿Existe algún instrumento sobre la tierra que pueda acercarse al sol? (No). ¿Por qué no? Porque es demasiado caliente. Se derretiría. Por tanto, Dios también ha establecido una medida específica de la distancia entre el sol y la humanidad; Él tiene un estándar para la misma. También están el Polo Sur y el Polo Norte de la tierra los cuales son glaciares. ¿Puede vivir la humanidad en glaciares? ¿Son adecuados para la vida humana? (No). No lo son; por tanto, no irás allí. Como no vas a los Polos Sur y Norte, los glaciares se conservarán y podrán desempeñar su papel, que es controlar la temperatura. ¿Lo entiendes? Si los Polos Sur y Norte no existieran y el sol siempre brillara sobre la tierra, todas las personas morirían del calor. ¿Usa Dios únicamente estas dos cosas para controlar la temperatura? No, Él no se sirve únicamente de estas para asegurarse de que la temperatura sea adecuada para la supervivencia humana. También existen toda clase de cosas vivientes, como la hierba en los campos, los diversos tipos de árboles y toda clase de plantas en los bosques. Estos absorben el calor del sol y sintetizan su energía térmica para regular la temperatura en la que viven los seres humanos. También hay fuentes de agua como los ríos y los lagos. La superficie que estos ocupan no es algo que nadie pueda decidir. ¿Puede alguien controlar cuánta agua hay en la tierra, dónde fluye la misma, la dirección en la que lo hace, su volumen o su velocidad de fluido? Nadie puede controlarlo. Sólo Dios lo sabe. Estas diversas fuentes de agua, incluida la subterránea y los ríos y lagos por encima de la tierra que las personas pueden ver, también pueden regular la temperatura en la que viven los seres humanos. Además de eso, existen toda clase de formaciones geográficas como montañas, llanuras, cañones y pantanos. La superficie y el tamaño de estas diversas formaciones geográficas pueden regular la temperatura. Por ejemplo, si esta montaña tiene un radio de 100 kilómetros, estos 100 kilómetros tendrán un efecto de 100 kilómetros. Respecto a cuántas cadenas montañosas y cañones de este tipo ha creado Dios en la tierra, esto es algo que Él ha meditado. En otras palabras, detrás de la existencia de cada cosa creada por Dios hay una historia que también contiene la sabiduría y los planes de Dios. Pongamos como ejemplo los bosques y todas las clases de vegetación: ningún ser humano puede controlar la superficie y el tamaño del espacio en el que estos crecen ni tiene la última palabra al respecto. Tampoco puede ningún ser humano controlar cuánta agua absorben ni cuánta energía térmica absorben del sol. Todas estas cosas se encuentran en el ámbito de lo que Dios planeó cuando creó todas las cosas.

El hombre puede vivir en un entorno con una temperatura tan adecuada sólo gracias a la planificación cuidadosa, la consideración y las disposiciones de Dios en todos los aspectos. Por tanto, cada cosa que el hombre ve con sus ojos, como el sol o los Polos Sur y Norte de los que las personas oyen con frecuencia, así como las diversas cosas vivientes sobre la tierra, bajo ella y en el agua, las superficies de los bosques y otros tipos de vegetación, las fuentes de agua y las diversas masas de agua, la cantidad de agua de mar y agua fresca que existe más los distintos entornos geográficos, todas ellas son cosas que Dios usa con el fin de mantener las temperaturas normales para la supervivencia del hombre. Esto es incuestionable. El hombre puede vivir en un entorno con temperaturas adecuadas sólo porque Dios tiene tales consideraciones. Este no puede ser demasiado frío ni demasiado caliente. No hay duda de que Dios no ha preparado para ti lugares demasiado calientes en los que las temperaturas excedan aquellas a las que el cuerpo humano se pueda adaptar. Lugares que son demasiado fríos y en los que las temperaturas son demasiado bajas; lugares en los que un ser humano se congelaría en pocos minutos tan pronto como llegue a ellos, al punto de que en pocos minutos no podría hablar, su cerebro se congelaría, no podría pensar y se sofocaría en corto tiempo, tales lugares tampoco los ha preparado Dios para la humanidad. Independientemente de la clase de investigación que quieran llevar a cabo los seres humanos, de que quieran innovar o abrirse paso a través de tales limitaciones; independientemente de lo que conciban las personas, nunca podrán sobrepasar los límites de aquello a lo que el cuerpo humano puede adaptarse. No podrán librarse de estas limitaciones que Dios creó para el hombre. Como fue Dios quien creó a los seres humanos, Él es quien sabe mejor que nadie a qué temperatura puede adaptarse el cuerpo humano. ¿Lo saben los propios seres humanos? (No). ¿Por qué dices que los humanos no saben? ¿Qué clase de cosas insensatas han hecho los seres humanos? ¿No ha habido unas cuantas personas que continuamente han querido desafiar a los Polos Norte y Sur? Siempre quieren ir allí a ocupar la tierra para arraigarse y desarrollarla. ¿No es esto un acto de autodestrucción? (Sí). Digamos que tú has investigado minuciosamente los Polos Sur y Norte; pero aunque puedas adaptarte a tales temperaturas, ¿beneficiaría de alguna forma a la humanidad cambiar el entorno vital y de supervivencia de ambos Polos? ¿Te sentirías contento si todo el hielo de los Polos Sur y Norte se derritiera? Esto es increíble. Es un acto absurdo. El ser humano tiene un entorno en el que puede sobrevivir, pero no puede permanecer en él tranquila y diligentemente, y tiene que ir adónde no puede sobrevivir. ¿Por qué lo hace? Está aburrido de vivir en esta temperatura adecuada; ha disfrutado de demasiadas bendiciones. Además, la humanidad ya ha destruido bastante este entorno normal de vida, por lo que podría irse también a los Polos Sur y Norte a provocar más daño o involucrarse en alguna “causa” para poder ser una especie de “pionero”. ¿No es esto necio? Bajo el liderazgo de su antepasado Satanás, esta humanidad sigue haciendo una cosa absurda tras otra, destruyendo imprudentemente y deliberadamente el bello hogar que Dios creó para ella. Esto es lo que Satanás hizo. Además, viendo que la supervivencia de la humanidad sobre la tierra está un tanto en peligro, bastantes personas quieren encontrar formas de quedarse en la luna, de buscar una salida viendo si pueden vivir allí. Al final, ¿qué es lo que falta allí? (Oxígeno). ¿Pueden sobrevivir los seres humanos sin oxígeno? (No). Como la luna carece de oxígeno, no es un lugar en el que el hombre pueda quedarse, pero aun así él sigue queriendo irse para allá. ¿Qué es esto? (Es autodestrucción y buscarse problemas). Es autodestrucción, ¿verdad? Es un lugar sin aire, y la temperatura no es adecuada para la supervivencia humana; por lo tanto, Dios no lo ha preparado para el hombre.

La temperatura de la que acabamos de hablar es algo con lo que las personas pueden entrar en contacto en sus vidas cotidianas. La temperatura es algo que los cuerpos humanos pueden sentir, pero nadie piensa en cómo llegó a existir o en quién es el encargado y quién controla esta temperatura, la cual es la apropiada para la vida humana. Esto es lo que estamos llegando a conocer ahora. ¿Está la sabiduría de Dios en esto? ¿Están los hechos de Dios en esto? (Sí). Considerando que Él creó un entorno con una temperatura adecuada para la vida humana, ¿es esta una de las formas en las que Dios provee para todas las cosas? Efectivamente lo es.

El fin de todas las cosas se está acercando, ¿quieres saber cómo el Señor recompensará el bien, castigará el mal y determinará el fin de cada uno? Bienvenido a contactarnos para descubrir la respuesta.

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