Ⅰ

Clara y pura es el agua viva que fluye del trono.

Las palabras de Dios nos riegan y nos proveen cada día.

El agua viva de la vida mana y nutre el corazón del hombre.

Nuestras vidas crecen gradualmente, traen júbilo a Dios y nos alegran el corazón.

¡Oh, Dios Todopoderoso, te agradecemos y te alabamos!

Nos has traído ante Tu trono y nos guías por la senda correcta de la vida.

¡Oh, Dios Todopoderoso, te agradecemos y te alabamos!

Nos has traído ante Tu trono y nos guías por la senda correcta de la vida.

Ⅱ

¡Toda la gloria sea para Dios Todopoderoso!

Es Él quien expresa la verdad para salvarnos.

Las palabras de Dios juzgan y desenmascaran nuestra naturaleza corrupta.

Al ver la justicia y santidad de Dios,

estamos dispuestos a aceptar Su juicio y purificación.

¡Oh, Dios Todopoderoso, te agradecemos y te alabamos!

Me has salvado de Satanás y vivo bajo la luz de Tu rostro.

¡Oh, Dios Todopoderoso, te agradecemos y te alabamos!

Me has salvado de Satanás y vivo bajo la luz de Tu rostro.

Ⅲ

Damos vueltas alrededor del trono de Dios para servirlo.

Cumplimos bien y con lealtad nuestros deberes

para llevar a cabo la voluntad de Dios en la tierra.

Sus palabras nos guían para superar muchas tribulaciones y pruebas.

Disfruto tanto del amor de Dios; quiero amarlo y dar testimonio de Él.

¡Oh, Dios Todopoderoso, te agradecemos y te alabamos!

Los seres creados nos postramos para adorarte y te alabamos para siempre.

¡Oh, Dios Todopoderoso, te agradecemos y te alabamos!

Los seres creados nos postramos para adorarte y te alabamos para siempre.

de Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos