Ⅰ

Al fin, hemos oído la voz de Dios y hemos sido elevados ante Su trono.

Comemos, bebemos y disfrutamos de Sus palabras,

vivimos en la luz de Su rostro.

Al compartir la verdad y nuestras experiencias,

nuestros corazones se llenan de júbilo.

Experimentamos las palabras de Dios y comprendemos la verdad;

nuestros espíritus son liberados.

Woah … Woah …

Al pasar por el juicio de las palabras y ser purificados,

nos convertimos en nuevas personas.

Perseguimos la verdad para obtener la vida.

Amar a Dios de verdad es la mayor felicidad.

Ⅱ

Al pasar por el juicio ante el trono de Cristo,

hemos visto la verdad de la corrupción de la humanidad.

Las palabras de Dios son una afilada espada de doble filo

que atraviesa nuestros corazones y espíritus.

Al comprender la verdad y conocernos,

tenemos una senda para la entrada en la vida.

Al ver nuestra esencia-naturaleza satánica,

hemos decidido arrepentirnos y convertirnos en nuevas personas.

Woah … Woah …

Al pasar por el juicio de las palabras y ser purificados,

nos convertimos en nuevas personas.

Perseguimos la verdad para obtener la vida.

Amar a Dios de verdad es la mayor felicidad.

Ⅲ

Si amamos a Dios y cumplimos bien nuestro deber,

sin duda seremos bendecidos por Dios.

Renunciamos a todo para seguirlo y damos rotundo testimonio.

Nos decidimos ante Dios,

juramos por nuestras vidas ser leales hasta el final.

Las burlas, calumnias, desgracias y la opresión

nunca nos harán retroceder.

Woah … Woah …

Al pasar por el juicio de las palabras y ser purificados,

nos convertimos en nuevas personas.

Perseguimos la verdad para obtener la vida.

Amar a Dios de verdad es la mayor felicidad.

Perseguimos la verdad para obtener la vida.

Amar a Dios de verdad es la mayor felicidad.

de Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos