1 Cuando el sufrimiento de la enfermedad te sobrevenga, ¿cómo debes experimentarlo? Debes presentarte ante Dios para orar y buscar comprender Su voluntad y analizar qué clase de transgresiones has cometido o qué corrupciones no has resuelto aún. No puedes más que sufrir físicamente. Solo al ser atemperadas mediante el sufrimiento las personas pueden dejar de ser desenfrenadas y vivir siempre ante Dios. Cuando las personas se sienten disgustadas, siempre oran y reflexionan sobre si han hecho algo mal o cómo pueden haber ofendido a Dios. Esto es beneficioso para ellas. Cuando las personas sufren gran dolor y pruebas, sin duda, eso no ocurre por casualidad.

2 Cuando las personas están enfermas o gozan de buena salud, está obrando la voluntad de Dios. Cuando están enfermas y no conocen Su voluntad, no sabrán cómo practicar. Creerán que es el resultado de su estupidez. ¿Cómo es posible que no sean conscientes de que las buenas intenciones de Dios están actuando? Cuando sufres una grave enfermedad que te hace sentir que estarías mejor muerto, eso no sucede por casualidad. Durante el tiempo de la salvación de la humanidad por parte de Dios, ¿únicamente acompaña el Espíritu Santo la vida de las personas y las esclarece y hace resplandecer la luz sobre ellas? Dios también intentará refinarlas. Solo si sufren mucho pueden ser purificadas y solo entonces podrá cambiar su carácter de vida.

3 ¿Cómo somete Dios a las personas a las pruebas? Las refina mediante el sufrimiento. Las pruebas son sufrimiento y, cuando hay pruebas, el sufrimiento las acompaña. Si no hubiera pruebas, ¿cómo sufrirían las personas? Y, si no sufrieran, ¿cómo podrían cambiar? Las personas que se someten a pruebas deben sufrir; después de eso, pueden tener la obra del Espíritu Santo. Los humanos son profundamente corruptos y, si no sufren, olvidarán su lugar en el universo. Si no sufren, no serían conscientes de la altura del cielo o de las profundidades de la tierra. El mero hecho de comunicar sobre la verdad no puede resolver el carácter corrupto de las personas; debe hacerse a través de las pruebas y el refinamiento.

Adaptado de La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Al creer en Dios, lo más crucial es recibir la verdad