1 ¿Qué clase de personas son aquellas que han nacido en los últimos días? Son las que han pasado por la corrupción de Satanás durante miles de años, las que han sido corrompidas de manera tan profunda que ya no tienen semejanza humana. Después de experimentar el juicio, el castigo y la revelación de las palabras de Dios, después de haber sido conquistadas,alcanzan la verdad desde el interior de las palabras de Dios y Dios las convence sinceramente; alcanzan un entendimiento de Él, y pueden obedecer a Dios absolutamente y satisfacer Su voluntad. Al final, el grupo de personas que será ganado a través del plan de gestión de Dios estará compuesto por personas así. Dime, ¿acaso son aquellas personas que no han pasado por la corrupción de Satanás las que pueden satisfacer la voluntad de Dios? ¿O más bien lo harán aquellas que serán salvadas al final? Los seres humanos que se obtendrán por medio de todo el plan de gestión son un grupo que puede entender la voluntad de Dios, que alcanza Su verdad, que posee la vida y la semejanza humana que Dios requiere.

2 En el principio, cuando el hombre fue creado meramente parecía humano y tenía vida, pero no albergaba en su interior la semejanza humana que Dios exigía y esperaba que alcanzara. El grupo de personas que se conseguirá al final estará formado por las que permanecerán al final, y ese grupo es también el de aquellos que Dios requiere, a los que Él ama y de los que se agrada. Dentro del plan de gestión de varios miles de años, estas personas han obtenido más cosas procedentes del riego de Dios y que se les han provisto por medio de Su guerra con Satanás. Las personas de este grupo son mejores que las que fueron creadas por Dios en el principio; aunque han pasado por la corrupción, esto es inevitable, y es un asunto que pertenece al ámbito del plan de gestión de Dios. Esto revela de una forma amplia Su omnipotencia y sabiduría, así como el hecho de que todo lo que Dios ha dispuesto, planeado y conseguido es lo más grande.

Adaptado de La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Tercera parte