Digresión cuatro: Resumen de la calidad humana de los anticristos y de su esencia-carácter (I) Parte 2
B. Insidioso e implacable
Aparte de mentir habitualmente, ¿qué otras manifestaciones tienen los anticristos? Acabamos de hablar sobre las cualidades esenciales de amabilidad y sinceridad en la humanidad normal, y resulta bastante evidente que los anticristos carecen por completo de ellas. Todo lo innato a la humanidad normal, se halla sin duda ausente en los anticristos; todo lo que poseen es contrario a la humanidad normal, son cosas negativas. Por tanto, ¿qué es contrario a la amabilidad y la sinceridad? (La insidia y la implacabilidad). Exacto, lo has expresado con gran acierto, la insidia y la implacabilidad. Los anticristos carecen de atributos como la amabilidad y la sinceridad, en cambio, cuentan con elementos insidiosos e implacables que son contrarios a la amabilidad y la sinceridad. ¿Existe una conexión entre ser insidioso e implacable y mentir habitualmente, el tema del que hablamos antes? (Sí). Hay una cierta conexión. ¿Cómo manifiestan los anticristos su insidia e implacabilidad? (En su capacidad para inventar mentiras y engañar a los demás). Inventar mentiras y engañar a los demás implica tanto mentir habitualmente como ser insidioso e implacable; estos dos atributos están estrechamente vinculados. Por ejemplo, si cometen una fechoría y no quieren responsabilizarse, crean una apariencia ilusoria, cuentan mentiras y hacen creer a la gente que es obra de otro, no suya. Le pasan la culpa a otro y hacen que cargue con las consecuencias. Esto no solo es perverso y vil, sino incluso más insidioso e implacable. ¿Cuáles son otras manifestaciones de la insidia e implacabilidad de los anticristos? (Pueden atormentar, atacar y tomar represalias contra la gente). Ser capaz de atormentar a la gente es algo implacable. No escatimarán esfuerzos para atacar a cualquiera que suponga una amenaza para su estatus, reputación o prestigio, a cualquiera que no le favorezca, y tomarán represalias contra ellos. Puede que a veces incluso se sirvan de terceros para dañar a las personas; esto es insidia e implacabilidad. En resumen, la descripción de “insidioso e implacable” indica que los anticristos son especialmente malévolos. Su manera de tratar y relacionarse con la gente no se basa en la conciencia y no viven en armonía con ellos ni de igual a igual. En cambio, en todo momento buscan explotar, controlar y manipular a los demás para su propio uso. Su enfoque al relacionarse con los demás no es normal ni directo, en su lugar, se sirven de ciertos medios y métodos para desorientar a las personas, explotarlas y convertirlas en armas de manera sutil, sin que sean conscientes de ello. En su trato con los demás, al margen de que parezca bueno o malo desde fuera, no hay sinceridad de ningún tipo. Se acercan a aquellos que les resultan útiles y se distancian de los que consideran inservibles, a los que no prestan ninguna atención. Incluso cuando se trata de individuos de relativa candidez o vulnerabilidad, conciben maneras de usar diversos medios y métodos para desorientarlos y atraparlos, de modo que les resulten útiles. Sin embargo, cuando alguien es débil, se halla en dificultades o necesita ayuda, los anticristos simplemente hacen oídos sordos y se muestran indiferentes hacia tales personas. Nunca les demuestran amor ni les ofrecen ayuda, al contrario, tienden a intimidarlas, desorientarlas e incluso piensan en la manera de explotarlas más aún. Si no les resulta posible explotarlas, las dan de lado y no muestran amor ni simpatía hacia ellas. ¿Hay algún rastro de amabilidad en esto? ¿Acaso no es una manifestación de malicia? El método y la filosofía que los anticristos emplean para interactuar con las personas es usar intrigas y estrategias para explotarlas y engañarlas, de modo que no sean capaces de calar a estos anticristos y aun así estén dispuestas a esclavizarse para ellos y estar siempre a su disposición. Pueden intimidar y atormentar a aquellos que los disciernen y a los que ya no pueden explotar. Pueden incluso culpar a esas personas como quien no quiere la cosa, provocando que los hermanos y hermanas las abandonen, y luego expulsarlas o deshacerse de ellas. En resumen, los anticristos son insidiosos e implacables, carecen por completo de amabilidad y sinceridad. Nunca ayudan a los demás de manera auténtica, no exhiben simpatía ni amor alguno cuando otros se enfrentan a dificultades. En sus interacciones, intrigan para su propio beneficio y para sacar ventaja. Al margen de quién se les aproxime o busque ayuda al verse en dificultades, ellos siempre se muestran calculadores respecto a esa persona, piensan para sus adentros: “Si la ayudo, ¿qué uso puedo darle en el futuro? ¿Me sirve de ayuda? ¿Puede serme de utilidad? ¿Qué puedo obtener de ella?”. ¿Acaso no es egoísta y vil que siempre piensen en estas cuestiones? (Sí). En las elecciones de la iglesia, ¿qué métodos emplearán los anticristos? (Desprestigiarán a los demás y se encumbrarán a sí mismos, hundirán a los que son mejores que ellos). Desprestigiar a los demás y encumbrarse a sí mismos también es insidioso e implacable. Los anticristos también pueden servirse de pequeños favores para atraer a la gente y jactarse de sus contribuciones con el fin de obtener estima y asegurarse votos. ¿Qué más? (No pueden evaluar a los candidatos de manera imparcial y objetiva; inyectarán su sesgo y sus prejuicios propios). Esto implica inventar mentiras para difamar a otros. Se han compartido con anterioridad bastantes manifestaciones específicas de los anticristos en las que se muestran insidiosos e implacables. Insidioso significa estar plagado de intrigas y que su principio para comportarse, lidiar con el mundo y hacer cualquier cosa sea confiar en la estrategia; significa carecer de sinceridad, con falsedad y engaño. La implacabilidad se refiere ante todo a lo implacable y cruel de sus métodos de acción, a no mostrar misericordia, a la falta de sentimiento humano, a hacerle daño a los demás y a estar dispuestos a lograr sus objetivos a costa de lastimar a cualquiera. En esto consiste la implacabilidad y se opone directamente a la amabilidad humana. Si una persona posee una humanidad amable, cuando se enfrente a temas corrientes, será indulgente con los demás siempre que pueda y los perdonará. Una persona así es tolerante con los problemas y los defectos de otros, no es quisquillosa y lo pasa por alto cuando le es posible. Asimismo, es compasiva y, cada vez que ve que los demás atraviesan dificultades, está dispuesta a ayudar, le causa alegría ayudar a otros y considera una responsabilidad personal edificarlos; esto es amabilidad. ¿Poseen este rasgo los anticristos? (No). Creen: “Si te hallas en dificultades y te ayudo, hay que pagar un precio. Si te aporto beneficios, ¿qué saco yo? Si simpatizo contigo, ¿quién simpatizará conmigo? Si te ayudo, ¿recordarás mi bondad? Si me pides que me sacrifique para ayudarte, ¡debes estar soñando! ¿Qué relación hay entre nosotros? ¿Qué beneficios puedes aportarme? ¿Me has ayudado alguna vez antes? ¿Quién eres? ¿Vale la pena ayudarte? Si fueras la hija del rey o el hijo de alguien rico, tal vez obtendría algo de gloria o beneficio al ayudarte. Pero no lo eres. ¿Por qué habría de ayudarte? ¿Qué beneficio obtengo si lo hago?”. Así piensan cuando ven a alguien en dificultades, a alguien débil o que necesita ayuda. ¿Acaso esto es amable? Cuando esta gente ve a alguien en un estado débil, no solo se burlan y lo ridiculizan, sino que además hacen cálculos en su fuero interno. Algunos incluso ven esto como una oportunidad de exhibirse o de ganarse el corazón de esa persona. Nada de esto es amable. Los anticristos aprovechan a menudo tales oportunidades para exhibirse. No actúan a menos que saquen algo de provecho, a menos que cuenten con un objetivo y una motivación. Si ayudan a alguien, quieren ganárselo como aliado. Si ayudan y simpatizan con dos personas, quieren ganarse a un par de aliados que sean sus dos manos derechas. De lo contrario, no van a mover un dedo, y desde luego no van a mostrar amor hacia aquellos que necesitan ayuda.
La principal manifestación de la insidia y la implacabilidad de los anticristos es que existe un objetivo especialmente claro en todo lo que hacen. Lo primero que piensan es en sus propios intereses, y sus métodos son despreciables, burdos, sórdidos, vulgares y turbios. No hay sinceridad en su manera de hacer las cosas, en su forma de tratar a la gente ni en los principios según los que la tratan. Su manera de tratar a las personas se basa en aprovecharse de ellas y jugar con ellas, y cuando ya no les son de utilidad, las desechan. Si les resultas útil, fingen preocuparse por ti: “¿Cómo has estado? ¿Has tenido alguna dificultad? Puedo ayudarte a resolver tus dificultades. Dime si tienes algún problema. Me tienes aquí. Qué suerte tenemos de tener una relación tan buena”. Parecen muy atentos. Sin embargo, si llega el día en el que ya no les eres de ninguna utilidad, te abandonarán, te darán de lado y te ignorarán, como si ni siquiera te conocieran. Cuando de verdad tienes un problema y vas en su busca para que te ayuden, su actitud cambia de repente, sus palabras ya no suenan tan bien como cuando te prometieron ayudarte al principio, ¿y por qué pasa esto? Porque no les resultas de ninguna utilidad. Por consiguiente, dejan de prestarte atención. Y eso no es todo, si descubren que has hecho algo malo o encuentran algo que puedan utilizar como ventaja en tu contra, adoptan una cínica frialdad hacia ti, e incluso pueden condenarte. ¿Qué te parece este método? ¿Se trata de una manifestación de bondad y sinceridad? Cuando los anticristos manifiestan este tipo de insidia e implacabilidad en su comportamiento hacia los demás, ¿acaso queda algún rastro de humanidad? ¿Cuentan con la más mínima sinceridad hacia la gente? Por supuesto que no. Todo lo que hacen es para su propio beneficio, orgullo y reputación, para darse estatus y renombre entre los demás. Si pueden aprovecharse de cualquier persona a la que conocen, lo harán. A aquellos de los que no se pueden aprovechar, los desprecian y no les prestan atención; incluso si te encargas de acercarte a ellos, te ignoran, y ni siquiera te miran. Pero si llega el día en el que te necesitan, su actitud hacia ti cambia de repente, y se vuelven muy atentos y amables, lo cual te desconcierta. ¿Por qué ha cambiado su actitud hacia ti? (Porque ahora les resultas de utilidad). Así es, cuando perciben que les resultas útil, su actitud cambia. ¿Tenéis a tales personas a vuestro alrededor? Cuando se relacionan con los demás, no se ve a simple vista que estén haciendo nada que sea malo de manera obvia. En sus expresiones, su discurso y su conducta diarios tampoco parecen existir problemas evidentes. Sin embargo, si observas con atención cómo interactúan con la gente, en especial con los más cercanos a ellos y los que les son más queridos, si ves cómo explotan a otros y cómo los tratan luego, gracias a esto puedes observar las intenciones, actitudes y métodos de los anticristos en sus interacciones con los demás. Lo único que todos buscan es ganancia personal, viven según la filosofía de Satanás y carecen de cualquier tipo de humanidad normal.
Los anticristos poseen en su humanidad atributos tales como la insidia y la implacabilidad. ¿Se pueden llevar bien con aquellos que son honestos, amables y sinceros a la hora de lidiar con las personas y las cosas? ¿Están dispuestos a acercarse a los que son así? (No). ¿Cómo los contemplan? Dicen: “Son unos idiotas supremos y su discurso es muy directo. Deberías pensarlo bien antes de hablar, ¿por qué eres tan sincero cuando hablas? ¿Por qué tu discurso es siempre tan directo?”. Para los anticristos, estas personas son patéticamente necias y las menosprecian. Cuando esta gente ve a alguien amable y que trata a los demás con sinceridad, lo ayudan de veras cuando se halla en dificultades y necesita asistencia, y esperan que le vaya bien y desean aportarle beneficios, asistencia y edificación. Los anticristos consideran a estas personas necias y estúpidas. No creen que estos elementos positivos de humanidad sean cosas buenas o hermosas que la gente ha de poseer. En cambio, en su corazón sienten aversión, repulsión y desprecio hacia estos rasgos esenciales de la humanidad normal. Llaman necia a la gente honesta, dicen lo mismo de la que es amable e, incluso en mayor medida, de la sincera. En el fondo de su ser, los anticristos albergan incluso un mayor desprecio hacia aquellos que creen en Dios y desempeñan sus deberes con relativa honestidad, que tienen un corazón amable y nunca hacen daño ni perjudican a otras personas, que aman y simpatizan con los demás, que pueden renunciar a su propio beneficio y superar sus propias dificultades para ayudar a otros, que se sienten con una carga y una responsabilidad al ver a los débiles y a los que necesitan ayuda. En cuanto a aquellos que son relativamente sinceros en su fe en Dios, que tienen un corazón temeroso de Dios, que aceptan Su escrutinio en todas las cosas, que son capaces de cumplir su deber con sinceridad, lealtad y responsabilidad, y a aquellos que abordan sus deberes con una actitud sincera, los anticristos desprecian y odian en lo más hondo a tales individuos, los evitan ostensiblemente y se distancian de ellos de cara al exterior. A ojos de los anticristos, todos estos elementos positivos esenciales para la humanidad normal no son nada positivo. No son dignos de alabanza ni promoción. En cambio, los anticristos creen que sus propias intrigas, sus estrategias, sus maneras internas de lidiar con las personas y su crueldad son elogiables. En todo momento, hagan lo que hagan, sopesan y refinan sus métodos e intrigas en su mente. Al margen de la magnitud del asunto, creen que merece la pena y es necesario actuar de este modo. De lo contrario, su reputación acabaría por sufrir daños y habría pérdidas. Puesto que estos elementos existen en la humanidad de los anticristos, ¿pueden aceptar la verdad? ¿Pueden practicarla? En absoluto. Por mucho que hagas énfasis en la honestidad, la amabilidad y otros aspectos positivos, al requerir de la gente que posea tales aspectos, así como que considere a los demás, considere su deber y lidie con diversos asuntos de acuerdo con esta humanidad positiva, en el fondo del corazón de los anticristos hay rechazo, desprecio y hostilidad hacia estas cosas. ¿Por qué? Porque los anticristos carecen por completo de tales aspectos positivos, lo que poseen en su esencia es un carácter de insidia e implacabilidad que pertenece a una naturaleza demoniaca. ¿Dista mucho este talante de ser honesto, amable y sincero, como Dios exige? No solo es que haya distancia entre ambos, sino que son precisamente lo opuesto el uno al otro, dos talantes de distinta naturaleza. ¿Alguna de las manifestaciones y revelaciones de la insidia e implacabilidad de los anticristos se ajustan a la humanidad normal? ¿Se ajustan a la verdad? Desde luego que no, todo son tramas e intrigas de Satanás. La naturaleza que se manifiesta por medio de las tramas e intrigas de Satanás es precisamente insidiosa e implacable, elementos que no deberían existir en una humanidad normal tal como exige Dios. En función de estas diversas manifestaciones de insidia e implacabilidad que se han compartido, considerad si hay gente a vuestro alrededor que posea tal humanidad. Los anticristos, con este talante insidioso e implacable, sin duda serían capaces de actuar. Sus acciones serían visibles, audibles y accesibles para los demás. Si son accesibles, la gente debería percibirlas y ser capaz de reconocer y discernir a tales individuos. El talante insidioso e implacable de los anticristos debería ser una manifestación bastante común y obvia. No se trata de una idea, un pensamiento o una intención ocultos, sino más bien de la humanidad que revelan y de los métodos, medios y estrategias de sus acciones. La gente debe ser capaz de percibir este aspecto.
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