Digresión seis: Resumen de la calidad humana de los anticristos y de su esencia-carácter (III) Parte 1
III. La esencia-carácter de los anticristos
A. Perversidad
2. Lo que hacen los anticristos hacia Dios
Durante la última reunión, compartimos y resumimos principalmente la esencia-carácter de un anticristo, y de las seis actitudes de la humanidad corrupta, elegimos tres rasgos para su disección: sentir aversión por la verdad, crueldad y perversidad. La última vez hablamos sobre la perversidad y, mediante una disección de las manifestaciones perversas de los anticristos —en concreto, que sus pensamientos están continuamente llenos de maldad— identificamos a los anticristos y confirmamos su esencia-carácter perversa por medio de dichas manifestaciones. Diseccionamos el hecho de que sus pensamientos están continuamente llenos de maldad a partir de dos aspectos: en primer lugar, qué tienen en mente cuando interactúan con los demás y qué enfoques y manifestaciones revelan en su esencia corrupta; en segundo lugar, qué piensan acerca de Dios. Finalmente, hablamos sobre cómo tratan a las personas. En cuanto a las ideas, nociones, opiniones y motivaciones que poseen los anticristos, e incluso las acciones predefinidas hacia Dios que tienen en la cabeza, es algo de lo que ya hablamos un poco la última vez: por ejemplo, la duda, el escrutinio, ¿y qué más? (La sospecha y la cautela). La duda, el escrutinio, la sospecha y la cautela. Ahora, hablemos acerca de la verificación de Dios por parte de los anticristos.
e. Verificación
¿Cuáles son las manifestaciones de la verificación? ¿Qué enfoques o pensamientos manifiestan un estado o una esencia de verificación? (Si he cometido una transgresión o hecho algo malo, siempre quiero interpelar a Dios, exigir una respuesta clara y saber si tendré un desenlace o un destino favorable). Esto tiene que ver con los pensamientos. Entonces, en general, cuando alguien habla, actúa o se enfrenta a algo, ¿cuáles de sus manifestaciones son muestras de verificación? Cuando alguien ha cometido una transgresión y piensa que Dios podría recordar o condenar esta, y se siente inseguro porque no sabe si Dios realmente lo condenará o no, idea una manera de verificarlo para ver cuál es en realidad Su postura. Primero, ora, y si no logra la iluminación ni el esclarecimiento, piensa en abandonar por completo sus anteriores métodos de búsqueda. En el pasado, siempre hacía las cosas de manera superficial, de modo que dedicaba solo el 30 % de su esfuerzo cuando podría haber empleado el 50 %, o el 10 % cuando podría haber destinado el 30 %. Ahora, si puede dedicar el 50 % de su esfuerzo, lo hace. Realiza trabajos sucios y agotadores que otros evitan, los lleva a cabo delante de los demás y se asegura de que la mayoría de los hermanos y hermanas lo vean. Sobre todo, quiere saber qué opina Dios del asunto y si es posible redimir su transgresión. Cuando se enfrenta a dificultades o situaciones que la mayoría de las personas no pueden superar, desea saber qué hará Dios, si lo esclarecerá y lo guiará. Si es capaz de sentir Su presencia y favor especial, considera que Dios no ha recordado ni condenado su transgresión, y eso demuestra que puede perdonarla. Si se esfuerza de esa manera y paga ese precio, si su actitud cambia de manera significativa, pero aún no siente la presencia de Dios y ciertamente no nota ninguna diferencia perceptible respecto a antes, entonces es posible que Dios haya condenado la transgresión que cometió y ya no lo quiera. Dado que Dios no lo quiere, cuando realice su deber en el futuro, no le dedicará demasiado esfuerzo. Si Dios todavía lo quiere, no lo condena y aún tiene esperanzas de recibir bendiciones, cumplirá su deber con cierto grado de sinceridad. ¿Son esas manifestaciones e ideas un tipo de verificación? ¿Es ese un enfoque concreto? (Sí). Acabáis de mencionar solo un aspecto teórico, pero no habéis discutido los detalles de la manifestación de la verificación de Dios ni qué enfoques y planes en particular tienen en el corazón las personas así en relación con este asunto, y tampoco habéis expuesto cuáles son las opiniones y estados de los anticristos al llevar a cabo dicha verificación.
Algunas personas carecen constantemente de todo tipo de conocimiento y experiencia respecto de la omnipotencia de Dios y Su escrutinio de las profundidades del corazón humano. Dado que tampoco logran percibir de manera genuina que Dios escruta el corazón humano, resulta natural que estén llenos de dudas al respecto. Aunque sus deseos subjetivos los llevan a querer creer que Dios escruta las profundidades del corazón humano, no poseen evidencias concluyentes. En consecuencia, planean ciertas cosas en el corazón y comienzan simultáneamente a ejecutarlas e implementarlas. Mientras las llevan a cabo, observan continuamente si de verdad Dios es conocedor o no de tales cosas, si estas saldrán a la luz, y si, en caso de que permanezcan callados, alguien podrá descubrirlas, o si Dios podrá ponerlas en evidencia en un entorno determinado. Por supuesto, las personas corrientes pueden albergar dudas en mayor o en menor medida sobre la omnipotencia de Dios y Su escrutinio de las profundidades del corazón humano, pero los anticristos no simplemente se muestran vacilantes, sino que están llenos de dudas y al mismo tiempo se cuidan de Dios en extremo. Por consiguiente, desarrollan diversos enfoques destinados a verificar a Dios. Debido a que no solo ponen en duda que Dios escrute el corazón humano, sino que además niegan ese hecho, a menudo piensan en ciertos asuntos. A continuación, con algo de temor o un sentimiento inexplicable de horror, difunden a escondidas estos pensamientos en privado, lo que desorienta a algunas personas. Mientras tanto, van exponiendo poco a poco pero continuamente sus argumentos e ideas. A medida que van exponiéndolos, observan si Dios entorpece su comportamiento o lo pone al descubierto. Si Dios lo pone al descubierto o lo define, dan un paso atrás presurosamente y cambian de enfoque. Si parece que nadie se ha dado cuenta de ello y ninguna persona es capaz de descubrirlos ni de captar su esencia, se convencen todavía más plenamente en el corazón de que tanto su intuición como su conocimiento de Dios son acertados. En su opinión, el escrutinio por parte de Dios del corazón humano básicamente no existe. ¿Qué tipo de enfoque es ese? El enfoque de verificación.
Debido a su carácter naturalmente perverso, los anticristos nunca hablan ni actúan con franqueza. No adoptan una postura honesta y sincera al ocuparse de los asuntos ni tampoco se expresan con honestidad ni actúan con una actitud sentida. Nada de lo que dicen o hacen es franco, sino retorcido y subrepticio, y nunca expresan sus pensamientos ni sus motivaciones de forma directa. Consideran que, si lo hicieran, quedarían en evidencia y serían descubiertos, sus ambiciones y deseos saldrían a la luz, y las demás personas no los verían como importantes o nobles, y tampoco los admirarían ni venerarían. Por eso, siempre tratan de ocultar y esconder sus motivos y deseos indignos. Entonces, ¿cómo hablan y actúan? Utilizan diversos métodos. Los anticristos adoptan un enfoque similar al que hace referencia un dicho conocido entre los no creyentes: “sondear una situación”. Cuando quieren hacer algo y defienden cierta opinión o postura, nunca lo expresan directamente. En lugar de eso, utilizan ciertos procedimientos, como métodos sutiles o indagatorios, o sonsacan a las personas para obtener la información que buscan. Debido a su carácter perverso, los anticristos nunca buscan la verdad ni desean entenderla. Su única preocupación es su propia fama, beneficio y estatus, así que se involucran en actividades que pueden proporcionárselos y evitan aquellas que no les ofrecen tales cosas. Emprenden con entusiasmo actividades relacionadas con la reputación, el estatus, el reconocimiento y la gloria, mientras que evitan otras que salvaguardan la obra de la iglesia o que podrían lastimar a otros. Por lo tanto, los anticristos no afrontan nada con una actitud de búsqueda; por el contrario, utilizan el método de verificación para sondear las cosas y luego decidir si proceder o no. Así de astutos y perversos son. Por ejemplo, cuando quieren saber qué tipo de personas son a los ojos de Dios, no se evalúan a sí mismos a través de Sus palabras para llegar a conocerse mejor. En lugar de eso, indagan a su alrededor y prestan atención en busca de insinuaciones, analizan el tono y la postura de los líderes y de lo Alto, y buscan en las palabras de Dios para averiguar cuál es Su decisión con respecto al final de las personas como ellos. Utilizan esas sendas y métodos para ver dónde encajan dentro de la casa de Dios y averiguar cuál será su futuro desenlace. ¿No implica eso cierta naturaleza de verificación? Por ejemplo, después de que las poden, algunas personas, en lugar de examinar las razones de dicha poda, analizar las actitudes corruptas y los errores que revelaron durante el transcurso de sus acciones y determinar qué aspectos de la verdad deben buscar para conocerse mejor y corregir los errores que cometieron, dan a los demás una falsa impresión y utilizan medios indirectos para averiguar cuál es la verdadera postura de lo Alto con respecto a ellas. Otro ejemplo es que, después de que las poden, enseguida mencionan un tema insignificante y lo consultan con lo Alto, con el fin de observar qué tono utiliza, si tiene paciencia, si las preguntas que plantean serán respondidas con seriedad, si adoptará una actitud más indulgente hacia ellas, si les encomendará tareas, si seguirá teniéndolas en alta estima y qué piensa realmente lo Alto sobre los errores que cometieron anteriormente. Todos estos enfoques son un tipo de verificación. En resumen, cuando la gente se enfrenta a tales situaciones y exhibe esas manifestaciones, ¿son conscientes en el corazón? (Sí). Entonces, cuando sois conscientes y queréis hacer esas cosas, ¿cómo lo gestionáis? Primeramente, en el nivel más elemental, ¿puedes rebelarte contra ti mismo? Cuando llega el momento, a algunos les resulta difícil hacerlo; lo meditan y dicen: “De ninguna manera. Esta vez están en juego mis bendiciones y mi desenlace. No puedo rebelarme contra mí mismo. Lo haré a la próxima”. Cuando llega la siguiente vez y se enfrentan nuevamente a un problema relacionado con sus bendiciones y su desenlace, aún no son capaces de hacerlo. Tales personas poseen sentido de la conciencia y, aunque no tengan la esencia-carácter de un anticristo, les sigue pareciendo un asunto muy problemático y peligroso. Los anticristos, por el contrario, a menudo albergan esos pensamientos y viven en ese estado, pero nunca se rebelan contra sí mismos, porque carecen de sentido de la conciencia. Incluso si alguien los desenmascara, los poda y señala su estado, insisten y no se rebelan en absoluto contra sí mismos ni se odian por ello, y tampoco se desprenden de ese estado ni lo resuelven. Cuando se aparta a algunos anticristos, piensan: “El hecho de que te aparten parece algo normal, pero es un poco vergonzoso. Si bien no es un tema importante, hay algo crucial de lo que no puedo desprenderme. Si se me aparta, ¿significa que la casa de dios ya no me cultivará? Entonces, ¿qué tipo de persona seré a los ojos de dios? ¿Todavía tendré esperanza? ¿Seguiré siendo del todo útil en la casa de dios?”. Reflexionan sobre esto y elaboran un plan: “Tengo diez mil yuanes, y ahora es el momento de usarlos. Ofreceré este dinero a modo de ofrenda y veré si es posible que la actitud de lo alto hacia mí cambie un poco y si pueden concederme algún tipo de favor. Si la casa de dios acepta el dinero, significa que aún tengo esperanza. Si lo rechaza, eso demostrará que no la tengo, y haré otros planes”. ¿Qué tipo de enfoque es ese? De verificación. En resumen, la verificación es una manifestación relativamente evidente de la esencia-carácter perversa. Las personas utilizan diversos medios para obtener la información que desean, tener certeza y luego lograr tranquilidad. Existen múltiples formas de verificar, por ejemplo, utilizar palabras para sonsacar información a Dios, usar cosas para verificarlo, pensar y dar vueltas a las cosas en la cabeza. ¿Cuál es vuestra forma más común de verificar a Dios? (A veces, cuando oro a Dios, analizo Su actitud hacia mí y evalúo si tengo paz en el corazón. Uso ese método para verificarlo). Ese método se utiliza con bastante frecuencia. Otro, es observar si alguien tiene algo que decir en la plática durante la reunión, si Dios proporciona esclarecimiento o iluminación, y utilizarlo para verificar si Dios todavía está con ellos, si aún los ama. También, a fin de evaluar la postura que Dios adopta hacia ellos, durante el transcurso del cumplimiento de su deber, las personas se fijan en si Dios los esclarece o los guía y si conciben pensamientos, ideas o perspectivas especiales. Todos estos métodos son bastante frecuentes. ¿Alguno más? (Si me he propuesto algo ante Dios en la oración, pero no lo cumplo, observo si Su forma de tratarme está relacionada con el juramento que hice). Esa es también otra forma de verificar. Sea cual sea el método que la gente utilice para tratar a Dios, si dicho trato les genera un cargo de conciencia y luego adquieren cierto conocimiento con respecto a esas acciones y actitudes y pueden corregirlas de inmediato, el problema no es tan significativo, sino que se trata de una actitud corrupta normal. En cambio, si alguien es capaz de tratarlo así de forma sistemática y obstinada, e incluso sabe que no es correcto y que Dios lo detesta, pero sigue haciéndolo y no se rebela jamás ni renuncia a ello, estamos ante la esencia de un anticristo. La esencia-carácter de los anticristos es diferente a la de la gente corriente, porque nunca reflexionan sobre sí mismos ni buscan la verdad, sino que de manera constante y obstinada utilizan diversos métodos para verificar a Dios, Su postura hacia las personas, Sus conclusiones con respecto a alguien y Sus pensamientos e ideas acerca del pasado, presente y futuro de una persona. Nunca buscan las intenciones de Dios ni la verdad, ni mucho menos la manera de someterse a esta para lograr un cambio en su carácter. El propósito detrás de todas sus acciones es indagar acerca de los pensamientos y las ideas de Dios; así son los anticristos. Este carácter que presentan es claramente perverso. Cuando participan en esas acciones y manifiestan esas conductas, no sienten la más mínima culpa ni remordimiento. Aunque encuentren la relación entre sí mismos y tales cosas, no muestran ni arrepentimiento ni intención de desistir, sino que persisten en sus modos. En su trato con Dios, en su postura y su enfoque, resulta evidente que consideran que Dios es su adversario. En sus pensamientos y opiniones, no existe ninguna idea ni actitud que tienda a conocer a Dios, amarlo, someterse a Él o temerlo; se limitan a tratar de obtener la información que desean de Dios y utilizar sus propios métodos y medios para determinar cuál es la postura exacta de Dios hacia ellos y cómo los define. Lo más grave es que, aunque ajusten sus propios enfoques a las palabras de revelación de Dios y tengan una mínima conciencia de que Dios detesta ese comportamiento y de que eso no es lo que una persona debería hacer, nunca se dan por vencidos.
En el pasado, existía un precepto en la casa de Dios: en el caso de aquellos que habían sido expulsados o echados, si posteriormente manifestaban un arrepentimiento sincero y continuaban leyendo las palabras de Dios, divulgando el evangelio y dando testimonio de Dios, mostrándose verdaderamente arrepentidos, podían ser readmitidos en la iglesia. Hubo alguien que, tras su expulsión, cumplió con estos criterios, y la iglesia envió a una persona a buscarlo para hablar con él y decirle que había sido admitido de nuevo en la iglesia. Al enterarse, se alegró bastante, pero pensó: “¿Me aceptan sinceramente o existe alguna intención oculta? ¿De verdad ha visto dios que estoy arrepentido? ¿Me ha mostrado misericordia y perdonado de manera sincera? ¿De verdad mis acciones del pasado han quedado en el olvido?”. No se lo creyó y pensó: “Aunque quieran que regrese, debo contenerme y no aceptar de inmediato. No debo actuar como si hubiera sufrido mucho y hubiera sido sumamente desafortunado durante estos años posteriores a la expulsión. Debo actuar con cierta reserva y no preguntar nada más volver dónde puedo participar en la vida de la iglesia ni qué deberes puedo realizar. No debo dar la impresión de estar demasiado entusiasmado. Aunque en mi interior me siento particularmente feliz, debo mantener la calma y ver si la casa de dios de verdad quiere que regrese o si simplemente está siendo poco sincera a fin de utilizarme para ciertas tareas”. Con esto en mente, dijo: “Durante este tiempo, después de ser expulsado, reflexioné y me di cuenta de que los errores que cometí fueron muy graves. Las pérdidas que ocasioné a los intereses de la casa de dios fueron inmensas, y nunca podré compensarlas. Verdaderamente, soy un diablo y un satanás al que dios ha maldecido. De todas maneras, mi autorreflexión no ha concluido. Dado que la casa de dios quiere que vuelva, debo comer y beber aún más las palabras de Dios, reflexionar más sobre mí mismo y conocerme mejor. En este momento, no soy digno de regresar a la casa de dios, de cumplir con mi deber en esta ni de reunirme con mis hermanos y hermanas, e indudablemente me da mucha vergüenza enfrentarme a dios. Solo regresaré a la iglesia cuando sienta que mi autoconocimiento y mi autorreflexión son suficientes, para que todos puedan validarme”. Mientras lo decía, se sentía también muy inquieto, pensando: “Solo estoy fingiendo con estas palabras. ¿Qué pasará si los líderes coinciden en no permitirme regresar a la iglesia? ¿No estaría acabado?”. En realidad, estaba muy nervioso, pero aun así tenía que hablar de esa manera y fingir que no tenía tantas ganas de volver a la iglesia. ¿Cuál era el propósito de sus palabras? (Verificar si la iglesia era sincera al aceptar su regreso). ¿Es necesario? ¿No es eso lo que harían los satanases y los diablos? ¿Se comportaría una persona normal de esa manera? (No). Una persona normal no lo haría. Tras haber recibido una oportunidad tan maravillosa, resulta perverso que pudiera dar semejante paso. Ser readmitido en la iglesia es una expresión del amor y la misericordia de Dios, y debería reconocer y reflexionar sobre su propia corrupción y defectos, a fin de buscar maneras de compensar las deudas del pasado. Si así y todo alguien es capaz de verificar a Dios de esa manera y tratar Su misericordia de ese modo, ¡realmente no valora Su bondad! La gente desarrolla tales ideas y enfoques debido a su esencia perversa. Básicamente, cuando las personas verifican a Dios, lo que manifiestan y revelan teóricamente siempre está relacionado, entre otras cosas, con la verificación de Sus pensamientos, así como de Sus puntos de vista y definiciones con respecto a las personas. Si la gente busca la verdad, se rebelará contra esas prácticas y se desprenderá de ellas, y actuará y se comportará según los principios-verdad. Sin embargo, aquellos que poseen la esencia-carácter de un anticristo no solo no pueden renunciar a esas prácticas ni las encuentran detestables, sino que a menudo se agradecen a sí mismos por poseer tales medios y métodos. Puede que piensen: “Mirad qué listo soy. No soy necio como vosotros, que solo sabéis someteros a dios y a la verdad y obedecerlos. ¡No soy en absoluto como vosotros! Trato de usar medios y métodos para descubrir estas cosas. Aun cuando tenga que someterme y obedecer, seguiré llegando al fondo de las cosas. Ni se os ocurra pensar que podéis ocultarme nada ni engañarme ni tomarme por tonto”. Este es su pensamiento y opinión. Los anticristos nunca muestran sumisión, temor, sinceridad, ni mucho menos lealtad en su trato hacia el Dios encarnado. Con esto acaba nuestro debate acerca de las manifestaciones relacionadas con la verificación.
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