Las responsabilidades de los líderes y obreros (16) Parte 5

Lo primero que deben recordar aquellos que no entienden la verdad es que, cuando tienen nociones, deberían buscar la verdad para resolverlas. Jamás deben difundirlas ni hablar sin pensar ni decir: “Tengo libertad de expresión. Después de todo, es mi boca; puedo decir lo que quiero, a quien quiero y en cualquier lugar que desee”. Hablar de esta manera no está bien. Ciertas palabras apropiadas o correctas no necesariamente benefician a los demás cuando se pronuncian, pero las que son nociones o tentaciones de Satanás pueden acarrear consecuencias incalculables una vez dichas. A partir de estas consecuencias, si tienes una noción e insistes en expresarla, y sientes que hacerlo te hace sentir bien y feliz, tus acciones deberán ser calificadas como acciones malvadas, y Dios las registrará en tu contra. ¿Por qué se registrarían en tu contra? Te han indicado muchos métodos, sendas y principios de práctica positivos, pero no los elegiste; en su lugar, elegiste una senda que daña a las personas. Fue intencional, ¿no es cierto? Entonces, ¿es una exageración llamar a tus actos acciones malvadas? (No). Puedes optar por completo por resolver este asunto tú mismo a través de la experiencia, orando a Dios y buscándolo, en lugar de expresar tus nociones para perturbar y desorientar a los demás. Esta es la manera en la que una persona con conciencia y razón debería elegir. Entonces, ¿por qué no lo eliges? ¿Por qué eliges uno que daña y lastima a los demás? ¿No es eso lo que haría Satanás? Las personas malvadas hacen cosas que perjudican tanto a los demás como a sí mismas. Si tú también haces tales cosas, ¿acaso Dios no lo odia? (Sí). Aunque Dios no condene tus nociones, debes buscar la verdad tú mismo para resolverlas y debes tener una senda para practicar la verdad. Si tu manera de enfrentar las nociones es difundirlas para desorientar y perjudicar a los demás intencionalmente, y de esta manera perturbar la vida de iglesia, la entrada en la vida y el estado normal de los hermanos y hermanas, tus acciones son hechos malvados. Al enfrentarse con una situación así, ¿qué debería elegir una persona? Una persona con humanidad que persigue la verdad no elegirá una manera que desoriente y dañe a los demás; elegirá practicar y acatar los principios proactivos y positivos, presentarse ante Dios para orar y buscar la verdad, y le pedirá a Dios que la ayude a resolver el problema. Algunos dicen: “Cuando le pido a Dios que me ayude, siempre siento que Su ayuda es intangible e invisible. ¿Puedo optar por pedirles ayuda a otras personas en su lugar?”. Sí, puedes elegir a alguien que comprenda la verdad en mayor medida y tenga más estatura que tú, alguien que creas capaz de resolver tu problema y que no permita que tus nociones lo perturben, influyan en él y lo debiliten, alguien que haya enfrentado problemas similares y pueda indicarte cómo resolverlos; esa senda también es apropiada. Si eliges a alguien que, por lo general, es bastante atolondrado, no puede desentrañar nada con claridad y, al enterarse de este asunto, inmediatamente causa un alboroto, quiere diseminar las nociones por todas partes, generar perturbaciones y desea dejar de creer, tus acciones habrán perturbado sin darte cuenta la vida de iglesia. ¿No calificarán tus acciones como hechos malvados? (Sí). Por lo tanto, cuando se trata de cómo debes manejar las nociones, debes ser cuidadoso y prudente, no debes actuar de manera atolondrada ni impulsiva y, en ningún caso, debes considerar las nociones como la verdad. No importa cuán acertados sean los pensamientos humanos, no son la verdad. De esta manera, te sentirás mucho más tranquilo y tus nociones no podrán causar problemas. Tener nociones no es algo que se deba temer; siempre que busques la verdad, finalmente se resolverán. Algunas personas dicen: “Sin embargo, las nociones no son fáciles de resolver”. Algunas nociones son, de hecho, muy difíciles de resolver, ¿qué se debe hacer? Es sencillo. Algunas nociones nunca se resuelven en los pensamientos y la mente de algunas personas. Eso ya es un hecho. No obstante, sin importar qué tan difícil sea resolverlas, siguen sin ser la verdad. Mientras comprendas este punto, resulta sencillo manejar el problema. Hay algo que debo deciros: Dios no les exige a todas las personas que comprendan todo ni que capten con claridad todo lo que Él hace; no les pide a todos que entiendan la verdad que hay en ello ni por qué actúa de cierta manera. Eso no es lo que Dios desea; no les exige esos estándares a las personas. Si tienes suficiente calibre, cualquier nivel de comprensión que logres es bueno; solo da lo mejor de ti. Si no puedes comprender, a medida que envejeces y tus experiencias se vuelven cada vez más profundas y acumulas más vivencias, también poco a poco comprenderás la verdad con mayor profundidad, y tus nociones disminuirán. Sin embargo, la mayoría de las personas es incapaz de comprender algunos asuntos en particular y nunca llegan a entenderlos. ¿Acaso Dios las obliga a entender esos asuntos? No, Dios no les impone que los comprendan a la fuerza. Por ejemplo, hay muchos misterios en todas las cosas que Dios creó que las personas desean conocer, pero no pueden. No obstante, en las palabras y la obra de Dios, Él solo se enfoca en expresar la verdad para purificar y salvar a las personas. Rara vez menciona otros asuntos y, si de vez en cuando lo hace, es de forma concisa; Dios nunca explica estos temas a las personas de manera extensa. ¿Por qué no? Porque las personas no necesitan entender esas cosas. En la obra que Dios realiza en las personas, en un sentido, Él revela Su esencia-carácter; en otro, Dios tiene Sus pensamientos, Sus planes, fuentes y metas para las cosas que hace, maneras y métodos para obrar en diferentes personas, para ejercer soberanía sobre todas las cosas, y demás. Dios nunca ha dicho que para recibir la salvación las personas deben entender y entrar en todas las verdades. ¡Porque Dios es absolutamente todopoderoso! Sus formas de actuar, hablar, obrar y ejercer soberanía sobre todas las cosas revelan naturalmente Su carácter, esencia, identidad y demás. Aunque Dios revela estas cosas que Él tiene y es de forma natural, no exige que las personas las entiendan o las asimilen en su totalidad porque Dios siempre será Dios y Él es todopoderoso, mientras que la humanidad creada es diminuta y carece de poder alguno; ¡existe un abismo de diferencia entre el hombre y Dios! Por lo tanto, es muy normal que las personas desarrollen algunas nociones y figuraciones sobre Dios. Dios no se lo toma en serio, pero tú siempre lo tomas muy en serio y te obsesionas tercamente con ello. Ese enfoque no funcionará. Si eres alguien de alto calibre y persigues la verdad, siempre que la comprendas y conozcas a Dios de forma genuina, esas nociones y figuraciones se resolverán de manera natural. Si no persigues la verdad e, independientemente de quién te la comparta, no la aceptas y siempre te aferras a tus nociones, ¿cuál será la consecuencia? Aunque llegues al final de tu vida o al punto en que la obra de Dios llegue completamente a su fin, no habrás obtenido la verdad, sino que tus nociones y figuraciones te habrán conducido a la muerte. Aunque veas aparecer el cuerpo espiritual de Dios, aún no serás capaz de resolver tus nociones y figuraciones sobre Él. ¿Te diría Dios todos los hechos y la verdad solo porque no puedes resolver esas nociones? Por un lado, no es necesario que Él lo haga; por otro, es un hecho que el cerebro y la mente del ser humano no tienen la capacidad descomunal que hace falta para recibir tales cosas. La obra que Dios realiza está más allá de las figuraciones humanas y de todo lo demás. En comparación con todas las cosas, los humanos son como un grano de arena en la playa. Esta descripción es cercana a los hechos y puede considerarse adecuada. Aunque Dios quisiera contártelo todo, ¿tienes la capacidad para asimilarlo completamente? Algunas personas dicen: “¿Por qué no puedo asimilar todo? Si Dios dijera más, podría entender más y obtener más. En ese caso, ¡me vería favorecido!”. Eso es un sueño imposible; sobreestimas tu propia capacidad. Así no son las cosas realmente. A los ojos de Dios, todas las cosas que Él te dice son muy simples y obvias; es lo que las personas pueden comprender. De hecho, hay muchas cosas de las que Dios no ha hablado porque las personas no pueden comprenderlas. Por lo tanto, es completamente normal que algunas de tus nociones al final no se resuelvan. Las cosas que Dios necesita que entiendas y desea decirte, o que puedes sobrellevar y comprender, las comprenderás. En cuanto a las cosas que no puedes sobrellevar ni comprender, que tus ojos físicos no pueden desentrañar, aunque Dios te las dijera, sería inútil y un esfuerzo desperdiciado. Por consiguiente, Dios no te las dice. Con respecto a esas nociones, si incluso en el momento de tu muerte o cuando la obra de Dios termine, sigues sin entenderlas, ¿en qué repercute? ¿En tu sumisión a Dios? ¿En la manera en la que asumes tu rol como ser creado? ¿En tu comprensión de la identidad y esencia de Dios? Si no te ves afectado de ninguna de estas maneras, habrás recibido la salvación. Entonces, ¿aún es necesario resolver este tipo de noción? No. Esta es la última clase de noción, la que no puede resolverse ni siquiera al final de la vida. Algunas personas dicen: “Oh Dios, aún no entiendo esta obra que has hecho, esas palabras que has dicho y este entorno que has dispuesto. ¿Puedes explicármelo antes de que muera para que pueda morir en paz?”. Dios no les presta atención a tales peticiones. Puedes irte en paz; comprenderás todo en el reino espiritual.

Para salvar a las personas, Dios tiene Su propio criterio y este no se fundamenta en lo bien que has resuelto tus nociones ni en cuántas de ellas te has desprendido. En cambio, se apoya en cuánto temas a Dios y en cuán sumiso seas a Él, ya sea que realmente lo temas y te sometas a Él o no. Todo lo que Dios hace tiene un sentido, y ya te resulte fácil o difícil de aceptar o te pueda conllevar nociones, en cualquier caso, la identidad de Dios no cambia a consecuencia de ello. Él siempre será el Creador, y tú siempre serás un ser creado. Si eres capaz de evitar que cualquier noción te limite y seguir manteniendo con Dios la relación de un ser creado con su Creador, entonces eres un verdadero ser creado de Dios. Si eres capaz de no dejarte influenciar o perturbar por ninguna noción, si eres capaz de una sumisión verdadera a Él desde lo más profundo de tu corazón y si, independientemente de que tu comprensión de la verdad sea profunda o superficial, eres capaz de dejar de lado las nociones y no dejarte constreñir por ellas, creyendo únicamente que Dios es la verdad, el camino y la vida, que Dios será siempre Dios y que lo que Él hace es siempre correcto, entonces puedes ser salvado. De hecho, la estatura de todo el mundo es limitada. ¿Cuántas cosas se pueden meter en el cerebro de las personas? ¿Son capaces de desentrañar a Dios? ¡Eso es una ilusión! No lo olvides: las personas siempre serán como niños ante Dios. Si te crees inteligente, si no paras de hacerte el listo e intentas desentrañarlo todo y piensas: “Si no puedo entenderlo, entonces no puedo reconocer que eres mi dios, no puedo aceptar que eres mi dios, no puedo reconocer que eres el creador. Si no resuelves mis nociones, estás soñando si crees que reconoceré que eres dios, que aceptaré tu soberanía y me someteré a ti”, entonces esto es problemático. ¿En qué sentido? Dios no discute estas cosas contigo. Él siempre será así hacia el hombre: si no aceptas que Dios es tu Dios, Él no aceptará que tú seas uno de Sus seres creados. Cuando Dios no acepta que eres uno de Sus seres creados, se produce un cambio en tu relación con Dios a consecuencia de tu actitud hacia Él. Si no eres capaz de someterte a Él, y de aceptar la identidad y la esencia de Dios, y todo lo que Dios hace, se producirá un cambio en tu identidad. ¿Sigues siendo un ser creado? Si Dios no te reconoce, no tiene sentido discutir. Y si no eres un ser creado y Él no te quiere, ¿todavía tienes esperanza de salvación? (No). ¿Por qué Dios no te considera un ser creado? No eres capaz de desempeñar las responsabilidades y deberes propios de un ser creado y no tratas al Creador desde la posición de un ser creado. Por lo tanto, ¿cómo te tratará Dios a ti? ¿Cómo te verá Él? Dios no te considerará como un ser creado que cumpla con el estándar, sino como a un degenerado, un diablo y un Satanás. ¿No te creías tan listo? ¿Cómo es que te has convertido en un diablo y un Satanás? Eso no es inteligente, es estúpido. ¿Qué le permiten estas palabras entender a la gente? Que las personas deben comportarse de manera correcta ante Dios. Aunque tengas una motivación para tus nociones, no te creas poseedor de la verdad y que tienes el capital para clamar contra Dios y circunscribirlo. Hagas lo que hagas, no seas así. Una vez que pierdas tu identidad como ser creado, serás destruido. No es ninguna broma. Cuando la gente tiene nociones, adopta enfoques diferentes y soluciones distintas, precisamente por ello los resultados son totalmente dispares.

En relación con las nociones, ¿tenéis principios acerca de cómo practicar? ¿Os protegen estos principios para que podáis comportaros como seres creados de manera apropiada? ¿Es esa senda la adecuada? (Sí). Si así es, resumidlo. (Si se trata de una noción relativamente fácil de resolver, debemos orar y buscar, hallar la verdad que permite diseccionar este tipo de noción a partir de Sus palabras. Asimismo, podemos hablar con aquellos hermanos y hermanas que comprenden la verdad. De este modo, seremos capaces de desentrañar los aspectos falaces de la noción y resolverla. Existen algunas nociones que no son fáciles de resolver, pero no debemos aferrarnos a ellas. Necesitamos tener la actitud de aceptar la verdad, someternos a Dios y reconocer que somos seres creados y que lo que Dios hace es, sin duda, correcto y que, simplemente, no nos hemos dado cuenta. Ya sea que entendamos o no, no podemos difundir nociones. Debemos aprender a orar a Dios con frecuencia y buscar y, poco a poco, estas nociones podrán también resolverse. El tercer escenario es que algunas nociones puede que al final no se resuelvan. En tales casos, mientras estas nociones no nos limiten y no las divulguemos, no habrá problemas. Incluso si en última instancia no se resuelven, siempre que no nos aferremos a ellas y no cometamos maldades a causa de ellas, Dios no nos condenará, y nuestra salvación no se verá afectada). ¿Cuántos principios hay en total? (Tres). En total, existen tres principios. Habéis tomado nota de todos ellos, ¿no es cierto? Una vez que comprendas la verdad y captes los principios, tus nociones se resolverán de forma natural. No debes permitir que te representen un obstáculo ni que te lleven a equivocarte; resuelve aquellas que sea posible lo mejor que puedas, y en el caso de las que por el momento no puedas resolver, al menos no dejes que te afecten. No deben impedirte desempeñar tu deber, ni influir en tu relación con Dios. Lo más básico para ti es que, al menos, debes evitar difundir nociones, cometer maldades, causar trastornos y perturbaciones y actuar como un servidor de Satanás o ser un medio de este. Si, independientemente de todo lo que te esfuerces, algunas nociones no se resuelven por completo, sino solo de manera superficial, simplemente, ignóralas. No permitas que afecten tu búsqueda de la verdad ni tu entrada en la vida. Domina estos principios y, en condiciones normales, estarás protegido. Si aceptas la verdad, amas lo positivo, no eres una persona malvada y no estás dispuesto a provocar trastornos ni perturbaciones, ni los causas de manera intencionada, cuando normalmente enfrentes el asunto de que surjan nociones, estarás, por lo general, protegido. El principio de práctica más básico es el siguiente: si surge una noción difícil de resolver, no te apresures a actuar con base en ella. Primero, espera y busca la verdad para resolverla con la seguridad de que lo que Dios hace no puede ser incorrecto. Recuerda este principio. Además, no dejes tu deber ni permitas que la noción afecte el desempeño del mismo. Si tienes nociones y piensas: “No me esforzaré demasiado en cumplir con este deber. No estoy de buen humor, así que no obtendrás de mí lo mejor”, no está bien. Una vez que tu postura se vuelve negativa y superficial, se convierte en un problema. Es ahí cuando las nociones causan problemas dentro de ti. Cuando las nociones surgen en tu interior y afectan el desempeño de tu deber, significa que en ese momento tu relación con Dios ya ha cambiado. Algunas nociones pueden impactar en tu desempeño, lo cual es un problema serio, y deben resolverse sin demora. Otras nociones no influyen en el cumplimiento de tu deber ni en tu relación con Dios, así que no son cuestiones graves. Es muy peligroso que las nociones que desarrolles afecten la ejecución de tu deber y provoquen que dudes de Dios, que no lleves a cabo tu deber con esmero —y que incluso pienses que no habrá consecuencias por no cumplirlo— y no tengas miedo ni tengas un corazón temeroso de Dios. Significa que caerás en la tentación y que Satanás te engañará y te atrapará. Tu actitud hacia tus nociones y las decisiones que tomas es crucial. Sin importar si las nociones puedan resolverse o no, ni el grado en el que sea posible solucionarlas, la relación normal entre tú y Dios no debe cambiar. Por un lado, debes ser capaz de someterte a todos los entornos orquestados por Dios y afirmar que todo lo que hace es correcto y significativo y este conocimiento y este aspecto de la verdad nunca deberían cambiar para ti. Por otro lado, no debes abandonar el deber que Dios te ha encomendado, ni liberarte de él. Si interna o externamente, no te resistes, no te opones ni manifiestas tu rebeldía hacia Dios, Él solo verá tu sumisión y que estás esperando. Puede que aún tengas nociones, pero Dios no percibe tu rebeldía. Al no haber rebeldía ni resistencia en ti, Dios todavía te considera uno de Sus seres creados. Por el contrario, si tu corazón está lleno de quejas y desafío, buscas una oportunidad para vengarte, no deseas cumplir con tu deber y, en cambio, deseas quitártelo de encima, —incluso hasta el punto de que en tu interior existen todo tipo de quejas sobre Dios y mientras cumples con tu deber revelas ciertas manifestaciones de desafío y resentimiento—, a esa altura, tu relación con Dios ya ha experimentado un cambio enorme. Tu posición como ser creado ha cambiado. Ya no lo eres. En cambio, te has convertido en un medio para los diablos y Satanás y, por lo tanto, Dios no te mostrará ninguna bondad. Cuando alguien llega a este punto, se aproxima a un terreno peligroso. Incluso si Dios no actúa, no puede mantenerse firme dentro de la iglesia. Por eso, en todo lo que hacen, y en especial cuando se trata de cuestiones como resolver nociones, las personas deben poner cuidado en evitar acciones que ofendan a Dios, que Él condene, o que lastimen o dañen a los demás. Este es el principio.

¡El problema de que las personas alberguen nociones con respecto a Dios no es algo menor! Es crucial que las personas mantengan una relación normal con Él, pero lo que más afecta esta relación son sus nociones. Solo una vez que estas nociones sobre Dios se resuelven es posible mantener una relación normal con Él. En este momento, muchas personas enfrentan un serio problema. Sin importar cuántos años lleven siendo creyentes, aunque puede que sean capaces de soportar sufrimientos y pagar un precio en el desempeño de sus deberes, a lo largo del tiempo, sus nociones no pueden resolverse por completo. Esto impacta significativamente en su relación con Dios y repercute de manera directa en su amor y su sumisión hacia Él. Por lo tanto, sin importar la noción que desarrollen acerca de Dios, se trata de un asunto serio que no debe pasarse por alto. Las nociones son como una pared, interrumpen la relación que las personas establecen con Dios y hacen que estas permanezcan ajenas a Su obra de salvación. Por consiguiente, ¡el hecho de que la gente tenga nociones acerca de Dios es un tema de suma gravedad que no se puede ignorar! Cuando las personas tienen nociones y no son capaces de buscar la verdad para resolverlas de inmediato, resulta fácil que se vuelvan negativas, que se resistan a Dios y que incluso sean hostiles a Él. ¿Podrán aún aceptar la verdad? Su entrada en la vida llegará a un punto muerto. La senda de experimentar la obra de Dios es irregular y está llena de obstáculos. Debido a que las personas tienen un carácter corrupto, en muchas ocasiones pueden desviarse y acabar formando nociones en cualquier situación. Si estas nociones no se remedian mediante la búsqueda de la verdad, las personas pueden rebelarse contra Dios, desafiarlo y tomar la senda que las llevará a ser hostiles a Él. Una vez que las personas toman la senda de los anticristos, ¿creéis que aún tienen alguna posibilidad de salvarse? A esa altura, ya no resulta fácil manejarlo, y no tendrán ninguna oportunidad. Por lo tanto, antes de que Dios te niegue como Su ser creado, deberías aprender a serlo. No intentes escrutar al Creador ni averiguar cómo probar y comprobar que el Dios en quien crees es el Creador. Esto no es tu obligación ni tu responsabilidad. En lo que deberías pensar y reflexionar cada día en tu corazón es en cómo cumplir con tus deberes bien y convertirte en un ser creado que cumpla con el estándar, en lugar de cómo probar si Dios es el Creador, si realmente es Dios, o escrutar lo que Dios ha hecho y si Sus acciones son correctas o no. No debes escrutar nada de eso.

19 de junio de 2021

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