Las responsabilidades de los líderes y obreros (2) Parte 2
VI. Dificultades relacionadas con conocerse a uno mismo
Conocerse a uno mismo es el aspecto más fundamental de la entrada en la vida. Sin embargo, para la mayoría de las personas, dado que no aman la verdad ni la persiguen, conocerse a sí mismos se convierte en su mayor dificultad. Por tanto, es cierto que aquellos que no aman la verdad no pueden conocerse de verdad a sí mismos. ¿Cuáles son los aspectos del autoconocimiento? El primero es saber qué actitudes corruptas se revelan en el discurso y las acciones de uno. A veces, es arrogancia, otras falsedad, o quizá perversidad, intransigencia, traición, etcétera. Más allá de eso, cuando a alguien le pasa algo, debería examinarse a sí mismo para ver si tiene alguna intención o algún motivo que no sean conformes a la verdad. También debería examinar si hay algo en su discurso o en sus acciones que se resista a Dios o se rebele contra Él. En particular, debería examinar si tiene un sentido de carga, si es leal a su deber, si se esfuerza por Dios con sinceridad, si hace transacciones o es negligente. El autoconocimiento también significa saber si uno tiene nociones y figuraciones, exigencias extravagantes o malentendidos y quejas respecto a Dios, y si uno tiene la mente preparada para someterse. Significa saber si uno puede buscar la verdad, comprender a partir de Dios y tener un corazón sumiso hacia Él al abordar las situaciones, las personas, los acontecimientos y las cosas que Él instrumenta. Significa saber si uno tiene conciencia y razón y es amante de la verdad. Significa saber si uno se somete o intenta discutir cuando le ocurren cosas y si se basa en nociones y figuraciones o en buscar la verdad al abordar estos asuntos. Todo esto es el alcance del autoconocimiento. Uno debería reflexionar sobre si ama la verdad y tiene una fe en Dios auténtica a la vista de su actitud hacia diferentes situaciones, personas, acontecimientos y cosas. Si uno puede llegar a conocer su carácter corrupto y observar la magnitud de su rebeldía contra Dios, habrá crecido. Además, en lo que se refiere a los asuntos relacionados con su forma de tratar a Dios, uno debería reflexionar sobre si trata el nombre y la encarnación de Dios con nociones, temor o sumisión y, sobre todo, cuál es su actitud hacia la verdad. Una persona también debería conocer sus deficiencias y su estatura, si tiene la realidad-verdad y si su búsqueda y la senda que recorre son correctas y conformes a las intenciones de Dios. La gente debería saber todas estas cosas. En resumen, los diversos aspectos del autoconocimiento son en esencia los siguientes: el conocimiento de si el calibre propio es alto o bajo, el conocimiento de la calidad humana propia, el conocimiento de las intenciones y los motivos que uno tiene en sus acciones, el conocimiento del carácter corrupto y de la esencia-naturaleza que uno revela, el conocimiento de la búsqueda y las preferencias propias, el conocimiento de la senda que uno recorre, el conocimiento de las propias ideas sobre las cosas, el conocimiento de la perspectiva de uno sobre la vida y los valores y el conocimiento de la actitud hacia Dios y la verdad. El autoconocimiento se compone principalmente de estos aspectos.
VII. Las diversas manifestaciones de la gente en su trato de Dios
El siguiente bloque de contenido sobre la entrada en la vida se refiere a las diversas manifestaciones con las que la gente considera a Dios. Por ejemplo, tener nociones sobre Dios, desarrollar malinterpretaciones respecto a Él y guardarse de Él, hacerle exigencias irracionales, querer siempre evitarlo, que no gusten las palabras que dice y buscar constantemente escrutarlo. También está el ser incapaz de ver con claridad o reconocer la omnipotencia de Dios, además de albergar siempre una actitud de duda hacia la soberanía, los arreglos y la autoridad de Dios, y carecer por completo de conocimiento sobre estas cosas. Asimismo, no solo es que no se logre evitar o negar las calumnias y la blasfemia que los no creyentes y el mundo lanzan contra Dios, sino al contrario, querer preguntar si es verdad o un hecho. ¿No es esto dudar de Dios? Aparte de estas manifestaciones, ¿qué otras hay? (Ser suspicaz con Dios y verificarlo). (Tratar de congraciarse con Dios). (No querer aceptar Su escrutinio). Está el no querer aceptar el escrutinio de Dios mientras que, de manera simultánea, se duda de que Dios pueda escrutar lo más profundo del corazón de las personas. (También hay oposición a Dios). Esto también es una manifestación, oponerse a Dios y clamar contra Él. También se da el hecho de adoptar una actitud desdeñosa y despreciativa para acercarse a Dios, para hablar y asociarse con Él. ¿Algo más? (Ser superficial con Dios y engañarlo). (Quejarse de Dios). Jamás hay sometimiento ni búsqueda de la verdad al enfrentarse a los asuntos, y siempre se arguye en beneficio propio y con quejas. (También se emiten juicios sobre Dios y se blasfema contra Él). (Competir con Dios por estatus). (Hacer tratos con Dios y aprovecharse de Él). (Negar a Dios, rechazarlo y traicionarlo). Todos estos son temas esenciales; son los diversos estados y actitudes corruptas que surgen en el tratamiento de las personas hacia Dios. Básicamente, estas son las diversas manifestaciones de cómo consideran las personas a Dios.
VIII. Las actitudes y diversas manifestaciones de la gente en su trato de la verdad
Otro aspecto del contenido sobre la entrada en la vida es cómo tratan las personas la verdad. ¿Qué manifestaciones existen sobre este aspecto? Está la de considerar la verdad como una teoría o un eslogan, como un precepto o como capital para vivir de la iglesia y disfrutar de los beneficios del estatus. Añadid algo vosotros, por favor. (Considerar la verdad un sustento espiritual). Se considera la verdad un sustento espiritual para satisfacer las propias necesidades espirituales. (No aceptar la verdad y sentir aversión por ella). Esta es una actitud hacia la verdad. (Pensar que las palabras de Dios tienen la función de dejar en evidencia a otros, que no están relacionadas con uno mismo, y considerarse el dueño de la verdad). Has descrito esta manifestación de manera bastante adecuada. La gente con esta manifestación cree que entiende todas las verdades que dice Dios, que las actitudes y esencias corruptas del ser humano que Él desenmascara se refieren a otros y no a ellos. Se ven a sí mismos como los dueños de la verdad, se sirven a menudo de las palabras de Dios para sermonear a otros, como si ellos carecieran de actitudes corruptas, fueran la verdad personificada y los portavoces de esta. ¿Qué clase de basura son? Quieren ser la encarnación de la verdad, ¿acaso no son iguales que Pablo? Pablo negó que el Señor Jesús fuera Cristo y Dios; él mismo quería ser Cristo y el Hijo de Dios. Esta gente es como Pablo, son de la misma especie que él, son anticristos. ¿Algo más? (Considerar las palabras de Dios igual que las de una persona corriente, no como la verdad que se ha de practicar, y tener una actitud despectiva y superficial hacia las palabras de Dios). No considerar las palabras de Dios como la verdad que se ha de aceptar y practicar, sino creer que son palabras humanas, ese es otro aspecto. (Relacionar las palabras de Dios con las filosofías y teorías de los no creyentes). Se conectan las palabras de Dios a filosofías, se tratan como adornos o palabras vacías, mientras que los dichos conocidos de gente grande y famosa se tratan como la verdad, del mismo modo que el conocimiento, la cultura tradicional y las costumbres, y se suplantan con ellos las palabras de Dios. La gente que exhibe esta manifestación habla sin cesar sobre querer practicar la verdad y dar testimonio de las palabras de Dios y divulgarlas cuando afrontan situaciones, pero en su corazón admiran a esos famosos y a esas grandes personas del mundo secular, e incluso adulan a Bao Gong, de la antigua dinastía Song, dicen: “Fue realmente un juez estricto e imparcial. Nunca hizo un juicio injusto, ¡nunca cometió errores jurídicos ni hubo almas agraviadas por la hoja de su verdugo!”. ¿No es esto adular y admirar a una persona famosa y a un sabio? ¡Tratar de hacer pasar las palabras y los actos de una persona famosa por la verdad es calumniar y blasfemar la verdad! En la iglesia, la gente así habla mucho sobre que quiere practicar la verdad y difundir las palabras de Dios, pero lo que piensan en su fuero interno y lo que dicen a menudo solo son dichos y proverbios populares, que expresan de una manera muy ensayada y fluida. Estas frases están siempre en sus labios y salen fácilmente de su boca. Nunca han dicho nada sobre su experiencia y comprensión de las palabras de Dios, y menos todavía respecto a qué palabras de Dios son el criterio o la base para sus actos y su conducta. Todo lo que profieren son falacias, como: “El hombre deja su reputación allá por donde va, de la misma manera que un ganso grazna allá por donde vuela”, “Es inútil decapitar a un hombre muerto”, “Siempre hay algo despreciable en la gente miserable”, “Resérvate siempre cierto margen de maniobra”, “Puede que no haya ganado crédito alguno, pero de todos modos lo he intentado y me he esforzado”, “No destruyas el puente tras cruzar el río; no mates al burro tras descargar las alforjas”, “Castiga severamente a la gente para que sirva de ejemplo a los demás; castigo de uno, escarmiento de muchos” y “Los nuevos funcionarios quieren impresionar”, entre otras. Nada de lo que dicen es verdad. Algunas personas memorizan las palabras de los poetas contemporáneos e incluso las publican en la sección de comentarios de los videos de la casa de Dios. ¿No es eso una manifestación de falta de entendimiento espiritual? ¿Son estas palabras la verdad? ¿Guardan relación con ella? Hay quien dice a menudo cosas como: “Hay un dios un metro por encima de ti” y “Al final, el bien y el mal se pagan; es solo cuestión de tiempo”. ¿Son estas afirmaciones la verdad? (No). ¿De dónde salen? ¿Se hallan en las palabras de Dios? Provienen de la cultura budista y no tienen nada que ver con creer en Dios. A pesar de esto, la gente trata a menudo de arrastrarlas al nivel de la verdad; esta es una manifestación de una falta de entendimiento espiritual. Hay quienes tienen un poco de determinación para entregarse a Dios, y dicen: “La casa de Dios me ha ascendido, Dios me ha elevado, así que he de estar a la altura del dicho: ‘Un caballero sacrifica la vida por quienes lo comprenden’”. Tú no eres un caballero y Dios no te ha pedido que sacrifiques tu vida. ¿Es necesario tener un sentido del valor tan alto al hacer deberes? No puedes siquiera cumplir bien tus deberes ahora que estás vivo, ¿hay alguna esperanza de que lo hagas en la muerte? ¿Cómo harás entonces tus deberes? Otros dicen: “Soy leal por naturaleza, soy una persona valiente y apasionada. Me gusta arriesgarlo todo por mis amigos. Lo mismo pasa con Dios. Ya que Él me ha elegido, ascendido y elevado, he de retribuirle Su gracia. ¡No cabe duda de que lo voy a arriesgar todo por Dios, incluso hasta la muerte!”. ¿Esta es la verdad? (No). Dios ha dicho muchas palabras, ¿por qué no han recordado ni una sola de ellas? En todo momento, lo único que comparten es: “No hace falta decir nada más. Un caballero sacrifica la vida por quienes lo comprenden, y uno debe arriesgarlo todo por sus amigos y ser leal”. Ni siquiera pueden decir la frase “retribuir el amor de Dios”. Después de escuchar los sermones y leer las palabras de Dios durante tantos años, no conocen ni una sola verdad, y no pueden siquiera decir ni un par de términos espirituales; este es el entendimiento y la definición de la verdad en su interior. Decidme, ¿acaso no resulta lamentable? ¿No es de risa? ¿No es una manifestación de falta de entendimiento espiritual? Después de escuchar muchos sermones, no entienden la verdad ni saben cuál es; sin embargo, usan con descaro estas palabras endiabladas, ridículas, absurdas y extremadamente risibles para sustituir a la verdad. No solo es que sea así el pensamiento y la comprensión en su interior, sino que además difunden y les enseñan constantemente esto a otros, los hacen tener la misma comprensión que ellos. ¿Acaso esto no conlleva en cierto modo una naturaleza de causar un trastorno y una perturbación? Parece que estas personas que no entienden la verdad y carecen de entendimiento espiritual son peligrosas, son capaces de causar trastornos y perturbaciones y de hacer cosas ridículas y absurdas en cualquier momento y lugar. ¿Cuáles son las otras manifestaciones de cómo trata la gente la verdad? (Despreciar la verdad, aceptar solo lo que se ajusta a las propias nociones y rechazar y rehusar la práctica de lo que no). Aceptar y practicar solo lo que se alinea con sus propias nociones y resistirse y condenar de manera uniforme aquello que no; esta es una actitud. (No creer que la verdad pueda resolver las actitudes corruptas de uno ni cambiarlo). No reconocer ni creer en la verdad también es una actitud. Otra manifestación es que la actitud y el punto de vista de alguien hacia la verdad cambien de acuerdo con el ánimo, el entorno y las emociones. Cuando un día se sienten bien y de buen ánimo, estas personas piensan: “¡La verdad es excelente! La verdad es la realidad de todas las cosas positivas, lo más valioso que los humanos practican y difunden”. Cuando están de mal humor, piensan: “¿Cuál es la verdad? ¿Qué beneficios hay en practicarla? ¿Puedes hacer dinero con ella? ¿Qué puede cambiar la verdad? ¿Qué puede ocurrir si practicas la verdad? No la voy a practicar, ¿qué va a cambiar eso?”. Aflora su naturaleza demoniaca. Estas manifestaciones son las actitudes y los diversos estados que la gente revela al tratar la verdad. ¿Cuáles son otras manifestaciones específicas? (No tratar las palabras de Dios como la verdad o la vida, sino analizarlas y escrutarlas). Abordar las palabras de Dios con una actitud académica, analizar y escrutar siempre la verdad en función del conocimiento, sin ninguna actitud de aceptación y sumisión. Más o menos, estas son las dificultades de las personas al tratar la verdad que se pueden definir y convertir en titulares de los resúmenes.
Hay ocho aspectos en total de nuestro contenido sobre las dificultades de la entrada en la vida y son las principales dificultades asociadas con la entrada en la vida y con lograr la salvación. Los estados y las actitudes que la gente revela en el marco de estos ocho aspectos se evidencian todos en las palabras de Dios; Él ha establecido requerimientos para las personas y les ha señalado la senda de la práctica. Si las personas pueden dedicar esfuerzo a las palabras de Dios, adoptar una actitud seria, una actitud de anhelo, y llevar una carga para su propia entrada en la vida, en las palabras de Dios pueden encontrar verdades relevantes para resolver estos ocho tipos de problemas, y hay sendas de práctica para cada uno de ellos. Ninguno de estos problemas es un desafío irresoluble ni ningún tipo de misterio. Sin embargo, si no llevas ninguna carga en absoluto para tu propia entrada en la vida ni estás para nada interesado en la verdad ni en cambiar tu carácter, no importa lo claras y precisas que sean las palabras de Dios, para ti no dejarán de ser meros textos y doctrinas. Si no persigues ni practicas la verdad, independientemente de los problemas que tengas, no serás capaz de encontrar una solución, lo que hará que te resulte muy difícil lograr la salvación. Tal vez permanezcas para siempre en la etapa de ser mano de obra; tal vez permanezcas para siempre en la etapa de ser incapaz de lograr la salvación y Dios te desdeñe y te descarte.
Los efectos adversos y las consecuencias del trabajo de los falsos líderes
En lo que respecta a todas las dificultades que se encuentra la gente en su entrada en la vida, ¿qué hacen los falsos líderes? Cuando las personas afrontan cualquier clase de estado que recaiga dentro de uno de estos ocho tipos de dificultades, ¿pueden los falsos líderes identificarlo y usar las palabras de Dios y sus propias experiencias y conocimientos para resolver esos problemas de las personas? Por desgracia, cuando la gente encuentra dificultades, estos falsos líderes solo realizan esfuerzos superficiales, solo ofrecen algunos comentarios banales, fuera de lugar e irrelevantes que no tienen nada que ver con las actitudes y dificultades reales de las personas para abordar sus problemas. Por ejemplo, los falsos líderes dicen a menudo: “¡Es que no amas la verdad!”. Así es como intentan resolver las dificultades reales de la gente y clasificar sus esencias. No pueden ayudarla a encontrar respuestas en las palabras de Dios ni siquiera ante un problema o un estado menor, ni pueden resolverlo hablando sobre la verdad. En su lugar, hacen algunos comentarios doctrinales que no están relacionados, o se aprovechan del problema y hacen una montaña de un grano de arena para excluir completamente a las personas sin ofrecerles la oportunidad de arrepentirse. En realidad, si alguien tiene la capacidad de comprender las palabras de Dios y posee entendimiento espiritual, podrá encontrar la exposición de Dios de estos ocho aspectos de los estados en Sus palabras, no es difícil. Sin embargo, como los falsos líderes carecen de entendimiento espiritual, tienen poco calibre y carecen de capacidad de comprensión, y si a eso unimos, además, el hecho de que algunos de ellos simplemente son entusiastas, están deseosos de actuar y que son hipócritas y se hacen pasar por personas espirituales, no pueden resolver los problemas de otras personas en absoluto. En lo que respecta a los diversos problemas que la gente se encuentra, los falsos líderes los aconsejarán diciendo: “La obra de Dios ha progresado hasta aquí; ¿por qué sigues poniéndote celoso y te peleas con los demás? ¿Tienes tiempo para eso? ¿De qué sirve enfrentarse por ese tema? ¿No te puedes pasar sin luchar por ello?”. “La obra de Dios ha llegado hasta aquí, pero eres todavía muy sentimental y no puedes dejarlo correr. ¡Tarde o temprano, estos sentimientos serán tu fin!”. “La obra de Dios ha llegado hasta aquí, ¿por qué todavía estás preocupado por la comida y la ropa? ¿No puedes arreglártelas sin ponerte un vestido? ¿No puedes pasar sin comprarte un par de zapatos de piel? ¡Deberías pensar más en las palabras de Dios y en tu deber!”. “Cuando te suceda algo, ora más a Dios. Al margen de lo que te suceda, aquí hay una lección; aprende a someterte a Dios y a entender Su soberanía y arreglos”. ¿Puede este consejo resolver problemas reales? Para nada. En otras ocasiones, dicen: “La gente ha sido profundamente corrompida por Satanás. Al ser sentimental, ¿no te estás rebelando contra Dios? Al no conocerte a ti mismo, ¿no te estás rebelando contra Él?”. Sea cual sea el problema en cuestión, los falsos líderes no saben cómo compartir la verdad para diseccionar la esencia o el estado de una persona, no pueden desentrañar cómo surgen los estados de una persona, ni después, a partir de sus estados, compartir la verdad para resolver sus problemas y ofrecer una asistencia y una provisión adecuadas. En su lugar, siempre dicen lo mismo: “¡Ama a Dios! ¡Trabaja con afán para hacer tus deberes, has de serle leal a Dios y orar más cuando te encuentres con problemas!”. “Todo se halla en el marco de la soberanía y los arreglos de Dios. ¡Todo el mundo está en manos de Dios!”. “Si no buscas la verdad, eso no va a servir. Debes leer más las palabras de Dios. Las palabras de Dios lo dejan todo claro, ¡pero es que la gente no ama la verdad!”. “Los desastres son inminentes, el desenlace de todas las cosas está cerca y la obra de Dios se aproxima a su fin, pero no estás preocupado. ¿Cuántos días le quedan al ser humano? ¡El reino de Dios ha llegado!”. Los falsos líderes solo profieren estos dichos fuera de lugar, nunca analizan ni diseccionan de manera específica diversos problemas ni ofrecen provisión o asistencia reales a las personas. O bien le buscan a la gente un par de pasajes de las palabras de Dios para que los lean o les ofrecen consejos irrelevantes para lidiar con estos problemas. ¿Al final qué sucede? Con el perjuicio de los falsos líderes, la gente no solo no conoce sus propias actitudes corruptas, además no saben cómo es su propia calidad humana, qué clase de personas son y qué esencia-naturaleza poseen; no tienen claro cómo es su propio calibre, si tienen capacidad de comprensión o por qué senda discurren. Se siguen aferrando a las cosas mundanas y a la moda, que aman y valoran en su fuero interno, y nadie las ayuda a entender, diseccionar y analizar estas cosas. Estas son las consecuencias del trabajo de los falsos líderes. Cuando surgen problemas, o bien se ensañan con las personas, las condenan con arbitrariedad y las acusan erróneamente, o bien les dan consejos y lecciones fuera de lugar, o usan las palabras de Dios para hacer comparaciones forzadas e imprecisas. Aquellos que los oyen, piensan: “Me parece que entiendo, pero también que no; puede que haya captado lo que dijeron, pero también puede que no. ¿Cómo es eso? Todo lo que dice el líder es correcto, pero ¿por qué no me puedo deshacer de este problema en mi corazón? ¿Por qué no puedo encontrar una resolución para esta dificultad? ¿Por qué sigo pensando de esta manera y quiero hacer estas cosas? ¿Por qué no puedo entender dónde residen la esencia y la raíz del problema? El líder dice que no amo la verdad, y admito que tiene razón, pero ¿por qué no puedo salir de este estado?”. ¿Han logrado estos líderes algún efecto? Aunque han hablado y trabajado, todo es un enorme caos y no ha tenido el efecto que se supone que debería. No han facilitado a las personas entender las intenciones de Dios, compararse con Sus palabras, entender con precisión sus estados o resolver sus propias dificultades. Respecto a estos desvergonzados incorregibles que no aceptan la verdad en absoluto, cuando oyen a estos líderes amonestarlos con seriedad y paciencia, se sienten extremadamente disgustados. Al mismo tiempo, repiten como loros lo que dicen estos líderes: una vez que los líderes acaban la primera parte, ellos pueden seguir con la siguiente y rápidamente se impacientan, y dicen: “No sigas. Ya he captado todo lo que dices. ¡Si continúas, me entrarán náuseas y vomitaré!”. Los líderes continúan diciendo: “No amas la verdad. Si la amaras, entenderías todo lo que estoy diciendo”. Ellos replican: “Ame o no la verdad, has repetido esas palabras muchas veces, ¡no hay nada nuevo en ellas y estoy cansado de oírlas!”. Los falsos líderes trabajan de esta manera, se atienen con rigidez a los preceptos y se fijan en ciertas frases, fracasan por completo a la hora de resolver las dificultades reales de la gente. Si alguien tiene nociones sobre Dios, los falsos líderes dicen que esa persona no se conoce a sí misma. Si alguien tiene escasa humanidad, no es capaz de llevarse bien con la gente y carece de relaciones interpersonales normales, los falsos líderes dicen que tanto él como la otra persona involucrada tienen la culpa, los sermonean a ambos, les endosan la culpa a los dos y les dicen: “Muy bien, ahora estáis a la par. Tenemos que ser justos y razonables en nuestras acciones, tratar a todo el mundo igual, sin prejuicios. El que habla con razón ama la verdad, mientras que aquellos que hablan sin ella deberían callarse la boca, hablar menos y hacer más en el futuro. Al que diga algo correcto se le debería escuchar más”. ¿Es esto resolver el problema? ¿Es esto hacer obra? ¿Acaso no es como apaciguar a los niños y engañar a la gente? Puede que parezca que los falsos líderes se mantienen ocupados, pero no pueden resolver los problemas de nadie. ¿Cómo de eficaz es su trabajo? ¡Es inútil y absurdo! Estas son las acciones de los no creyentes.
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