Las responsabilidades de los líderes y obreros (20) Parte 3

II. Los falsos líderes no se ocupan de aquellos que trastornan y perturban la obra de la iglesia de acuerdo con los principios

Respecto de la segunda tarea descrita en la duodécima responsabilidad de los líderes y obreros, expondremos y diseccionaremos las manifestaciones de los falsos líderes. La segunda tarea es que, cuando se detecta un problema, los líderes y obreros deben aplicar los principios-verdad para solucionarlo con prontitud. Sin embargo, los falsos líderes no son capaces de realizar esta tarea. Así que la segunda manifestación de los falsos líderes que diseccionaremos es que no conocen los principios para lidiar con las diversas personas, acontecimientos y cosas que trastornan y perturban la obra de Dios y el orden normal de la vida de iglesia. Cuando participan en la vida de iglesia, comen y beben de las palabras de Dios y también las oran-leen, pero nunca comprenden su significado, ni captan los principios de todo lo que Dios dice ni conocen los principios ni los estándares que Dios exige en cuanto a diferentes asuntos. Esto demuestra aún más que no poseen la capacidad para comprender la verdad y que su calibre es extremadamente escaso. Algunas personas preguntan: “¿Por qué dices que no tienen suficiente calibre? Cocinan muy bien, visten a la moda y son muy cordiales al hablar cuando interactúan con otros; a todos les gusta escucharlos”. ¿Puede la apariencia de una persona representar su esencia? ¿El hecho de que hagan bien ciertas cosas externamente significa que tienen buen calibre? Para evaluar, medir y definir algo, es necesario contar en todo momento con un estándar preciso. El estándar para medir el calibre de una persona es su capacidad para comprender las palabras de Dios de manera pura. Cuando se dice que el calibre de estas personas es escaso, se alude principalmente a su falta de habilidad para comprender la verdad. Evaluamos el calibre de una persona basándonos en su capacidad para comprender las palabras de Dios. ¿No es esto totalmente imparcial y justo? (Sí). Si, como ser creado, no puedes entender las palabras del Creador, ¿cuál es tu calibre? ¿Tienes una mente funcional? Tal persona carece de calibre humano; su calibre es tan escaso que la persona ni siquiera es capaz de comprender las palabras de Dios. ¿Puede acaso obtener la verdad como creyente en Dios?

A continuación, compartiremos y diseccionaremos la segunda manifestación de los falsos líderes. Estos individuos no saben cómo lidiar con quienes trastornan y perturban la obra de la iglesia y no pueden discernir a diversas personas, acontecimientos y cosas. Esto basta para evidenciar que su calibre es escaso y que carecen tanto de la habilidad para comprender la verdad como de la aptitud para entender las palabras de Dios. Por ejemplo, hay personas que siempre desafían a aquellos en posición de liderazgo. Los falsos líderes también pueden darse cuenta de que esta persona tiene problemas y perciben que parece una persona malvada o un anticristo. Son capaces de detectar algunas señales, lo cual no está tan mal. Pero, si les preguntas: “¿Qué te hace decir que parece un anticristo y una persona malvada? ¿Hay alguna manifestación concreta que lo evidencie? ¿Puedes determinar que es un anticristo y una persona malvada solo porque siempre desafía a quien lidera? Eso no es suficiente para definirlo; no es más que una cuestión de carácter, el problema es que es arrogante y sentencioso. ¿Posee la naturaleza de un anticristo? ¿Siente aversión por la verdad? ¿La odia? ¿Ha perturbado la obra de la iglesia? ¿Ha condenado a todos los líderes y obreros como falsos líderes y anticristos? ¿Ha hecho alguna de estas cosas?”, ellos responden: “Parece que sí”. Si luego les preguntas: “Entonces, ¿cómo deberíamos definirlo y tratarlo?”, dicen que no lo saben. Si preguntas: “¿Deberíamos llamarle la atención a este tipo de persona y exponerla para ayudar a los hermanos y hermanas a que adquieran discernimiento?”, tampoco lo saben. Esto ejemplifica que no tienen idea y que no pueden percibir nada. Pueden notar algunos indicios, pero no saben cómo definir ni tratar a tales personas según los principios. ¿Pueden resolver problemas reales? ¿Pueden ayudar al pueblo escogido de Dios a aprender lecciones? Dado que esos individuos son personas malvadas y anticristos, tarde o temprano serán expulsados. Sin embargo, si los echas o los aíslas antes de que realmente cometan algunos hechos malvados, se opondrán y los hermanos y hermanas no serán capaces de entender por qué lo hiciste. Por lo tanto, es necesario dejarlos actuar por un tiempo. Cuando sus actos malvados se vuelvan cada vez más evidentes y empiecen a divulgar rumores y falacias, desorientando y tratando de ganarse a los hermanos y hermanas, luchando por el poder y la influencia, estableciendo un reino independiente y tratando de echar por tierra la obra de la iglesia, la mayoría de las personas podrá identificar claramente su naturaleza-esencia y, de forma natural, será capaz de ponerse de pie para desenmascararlos, discernirlos y rechazarlos. Luego, puedes echarlos y tratarlos conforme a los principios-verdad. Solo al trabajar de esta manera se ayudará a los hermanos y hermanas a desarrollar discernimiento. ¿Pueden los falsos líderes abordar y resolver los problemas de esta forma? Carecen de este calibre y sabiduría. ¿Has visto a algún falso líder que pueda ocuparse de las personas malvadas y los anticristos con prontitud? Ni uno solo. Por lo tanto, los falsos líderes de ninguna manera protegerán a los hermanos y hermanas de las perturbaciones provocadas por las personas malvadas ni de la desorientación que causan los anticristos. Una vez que son destituidos, la mayoría de los falsos líderes no solo no se conocen a sí mismos, sino que también se quejan constantemente, rezongan que la casa de Dios es injusta con ellos, dicen que lo que hace es como “deshacerse del burro después de que haya llevado la carga” y afirman que se esforzaron, pero no recibieron ningún reconocimiento y fueron agraviados. Si los expones como falsos líderes, siguen siendo desafiantes y piensan: “Serví como líder varios años y, aunque no logré grandes cosas, al menos soporté penurias. ¿Por qué me destituyeron? ¡Se deshacen del burro después de que haya llevado la carga!”. No importa cómo los pongas en evidencia, siguen siendo desafiantes. Incluso afirman: “Cuando descubrí a un anticristo, me puse tan nervioso que me salieron llagas en la boca y no podía dormir bien. ¿Cómo podría sentir toda esa carga si fuese un falso líder?”. No hicieron nada del trabajo necesario, no fueron capaces de hacer nada de este y ni siquiera sabían qué hacer, pero aun así se las ingenian para sentirse orgullosos de sí mismos. ¿No es esto problemático? ¡Qué repugnante!

Con respecto a los diversos problemas que surgen en la iglesia, los falsos líderes saben perfectamente que su naturaleza es causar trastornos y perturbaciones en la obra de la iglesia, pero deciden ignorarlos. Cuando perciben problemas evidentes, se limitan a actuar por inercia y no se atreven a poner al descubierto la esencia crucial de estos. Se limitan a lanzar indirectas y hacer algunos llamamientos predicando doctrinas sin abordar los problemas de manera sustancial, y ya está. Al encontrarse con personas malvadas y anticristos, se sienten perdidos y adoptan una actitud de indiferencia, como si eso no tuviera nada que ver con ellos. No conocen la forma más apropiada de manejar estos asuntos, no saben qué decir para resolver los problemas, no saben cómo proteger a los hermanos y hermanas y no sienten ninguna carga. Solo cuentan con algo de buena voluntad y piensan: “Sé que eres una persona malvada. No permitiré que perturbes ni que dañes a los hermanos y hermanas. Mientras ocupe este cargo, debo protegerlos y cumplir mi responsabilidad hasta el final”. ¿De qué sirve? ¿Has solucionado el problema? Mientras te ocupas de tu ansiedad, ¿se quedarán los anticristos de brazos cruzados? ¿Dejarán de perturbar la obra de la iglesia? Cuando se den cuenta de que eres un líder inútil y cobarde, un inepto que carece de sabiduría y desde luego no tiene capacidad de trabajo, no te tomarán en serio en modo alguno. La mayoría de los anticristos y personas malvadas son particularmente taimados e insidiosos. Desorientan y perturban a los hermanos y hermanas, y tú no encuentras la manera de frenarlos ni de limitarlos ni sabes a quién recurrir para resolver los problemas; te limitas a sentir ansiedad y preocupación, y a llorar mientras oras. Das lástima. Parece que eres muy considerado con las intenciones de Dios y que te preocupan mucho los hermanos y hermanas, pero, hasta en el caso de personas tan evidentemente malvadas como los anticristos, no logras ocuparte de ellas. No puedes diseccionar las acciones ni los comportamientos de los anticristos de acuerdo con la verdad ni exponer públicamente sus intenciones, motivos y conductas para ayudar a los hermanos y hermanas a desarrollar discernimiento. No eres capaz de hacer nada de eso. Algunos falsos líderes incluso afirman: “Nadie debería desenmascarar a los anticristos. Si los hermanos y hermanas saben que son anticristos y los evitan, estos buscarán venganza”. ¿No es esto ser un cobarde inservible? ¿Pueden tales personas lidiar con la obra de la iglesia? ¿Pueden proteger a los hermanos y hermanas para que lleven una vida de iglesia normal? ¿Qué clase de método de resolución de problemas es este? Cuando no sucede nada, son capaces de predicar doctrinas sin cesar, pero, cuando algo ocurre, se sienten confundidos y atolondrados y solo son capaces de llorar. ¿Acaso no son unos cobardes inservibles? Cuando ven que los anticristos desorientan a los hermanos y hermanas y que las personas malvadas los perturban, se sienten perdidos y no saben cómo reaccionar. Ni siquiera saben cómo llevar a cabo la tarea más básica, que consiste en unirse a aquellos hermanos y hermanas en la iglesia que tienen cierto sentido de la rectitud, poseen humanidad y son capaces de aceptar la verdad para compartir juntos, utilizar las palabras de Dios para resolver estos problemas y dejar en evidencia y discernir a los anticristos. ¿No es tal persona un desperdicio? (Sí). Algunos falsos líderes son excesivamente cautelosos, cobardes e inútiles. ¿Hasta qué punto son cobardes e inútiles? Cuando aparecen personas malvadas con la intención de trastornar y perturbar la obra de la iglesia que se expresan de forma especialmente dura y arrogante, se asustan tanto que tiemblan, y piensan: “No me atrevo a tratar con ellas. Son peligrosas. Son las personas malvadas del mundo. Si las pongo en evidencia para proteger a los hermanos y hermanas, seguramente encontrarán algo en mi contra y se vengarán. ¿Cómo podría seguir siendo líder en estas condiciones? Saben dónde vivo. ¿Le harán daño a mi familia? ¿Me denunciarán por creer en Dios?”. Tales falsos líderes no pueden llevar a cabo la obra de la iglesia. Su miedo excesivo los mantiene atrapados en la inacción. Por supuesto, no hay forma alguna de que comprendan los principios para manejar este tipo de problemas y personas. Quien sea visto como alguien que trastorna y perturba la obra de la iglesia no comete un error de vez en cuando. Más bien, su humanidad es tan malvada que constantemente comete actos imprudentes y numerosos hechos malvados. No hay duda de que estos individuos poseen la esencia de la gente malvada. Tratar con este tipo de personas también exige ciertos métodos sabios. Es necesario que tengas en cuenta el contexto y el entorno, así como las posibles acciones que las personas malvadas podrían tomar al tratar con ellas, y si es posible que esto le acarree problemas a la iglesia. Solo al reflexionar cuidadosamente sobre estos aspectos será posible que trates el asunto adecuadamente, de una manera que se ajuste a los principios-verdad y que aplique la sabiduría. Al lidiar con estos problemas, aquellos que comprenden la verdad captarán los principios de manera inconsciente. Durante el proceso, aprenderán paulatinamente cómo tratar a diversas personas, desarrollarán maneras y métodos y poseerán sabiduría en sus corazones. Sin embargo, los falsos líderes carecen completamente de estas maneras, métodos y sabiduría. Esto se debe a que no tienen consideración hacia las intenciones de Dios. No piensan en la posibilidad de que la obra de la casa de Dios se vea afectada o de que los líderes y obreros afronten peligros. Al no tener en cuenta estas cuestiones, no aplican los principios para manejar estos asuntos, y mucho menos la sabiduría. No pueden lidiar con estos problemas ni aprenden de ellos, lo que demuestra su falta de disposición para aprender, su incompetencia, su negligencia hacia las tareas que les corresponde realizar y su incapacidad para llevar a cabo cualquier trabajo. Cuando ven que las personas malvadas y los anticristos hacen el mal y causan perturbaciones, no desenmascaran a estos individuos ni resuelven los problemas. Solo se preocupan por proteger sus propios intereses y no tienen en cuenta en absoluto la obra de la iglesia ni la entrada en la vida del pueblo escogido de Dios. Algunos falsos líderes acosan a los débiles y a la vez les temen a aquellos que son más poderosos que ellos. Acosan sin piedad y presumen de su poderío ante aquellos que son relativamente débiles, pero, cuando se encuentran con personas malvadas y anticristos, son todo sonrisas y cumplidos. ¿Puede Dios apreciar a tales falsos líderes y falsos obreros que carecen de principios? De ninguna manera. ¿Puede la casa de Dios cultivar para ser líderes y obreros a personas que abusen de los débiles y teman a los fuertes y que no tengan sentido de la rectitud? ¡En absoluto! Todos ellos son incrédulos y no creyentes que carecen de conciencia y razón y que no aceptan de ninguna manera la verdad, y la casa de Dios no los desea.

Cuando se producen problemas en el trabajo de un falso líder, su respuesta consiste siempre en eludir la responsabilidad. Su frase más común es: “He compartido con ellos”. Con ello insinúa: “He dicho todo lo que tenía que decir, por lo que, cuando algo vaya mal, es responsabilidad suya. Yo no tengo nada que ver”. Por eso la frase “he compartido con ellos” es un talismán y un lema para los falsos líderes. Si un falso líder ve que un anticristo dicta las leyes propias, actúa desenfrenadamente y perturba la iglesia, también él emplea el método de la comunión y la ayuda. Tras decir unas palabras de exhortación y amonestación, presupone que el anticristo será obediente y sumiso y que no volverá a desorientar a la gente ni a perturbar la vida de iglesia. ¿No es una suposición necia? Utilizar un enfoque tan necio para limitar las perturbaciones de los anticristos es la forma de trabajar de un falso líder ¡y realmente una absoluta necedad! Un falso líder no hace más que dedicarse sin reflexionar al trabajo inútil. Únicamente se ocupa de los asuntos generales mientras es incapaz de llevar a cabo trabajo fundamental. No riega a quienes pueden aceptar la verdad, no coarta a quienes trastornan y perturban y no echa a quienes cometen fechorías imprudentemente y se niegan a cambiar pese a las reiteradas amonestaciones. En especial, no presta atención a la manera en la que los anticristos hacen el mal y causan perturbaciones. No los desenmascara ni los discierne y tampoco los echa ni los expulsa y, de esta manera, permite que los anticristos hagan el mal y perturben la obra de la iglesia. No le importa en absoluto y cree que los hechos malvados de los anticristos no tienen nada que ver con él. Cuando cumplen con su labor, los falsos líderes solo son capaces de actuar por inercia; se ocupan en cierta medida de los asuntos generales y luego piensan que han hecho alguna tarea real y que cumplen con el estándar de los líderes. Sin importar quién trastorne y perturbe la obra de la iglesia, se limitan a recitarles algunas doctrinas, lanzan un par de exhortaciones y recordatorios y piensan que así han solucionado el problema. Se pasan todo el día atareados, atendiendo asuntos tanto grandes como pequeños, y creen que hacen un buen trabajo. Incluso presumen de ello y dicen: “Mira nuestra iglesia. Todos están siendo aprovechados: aquellos que son capaces de predicar el evangelio lo hacen, los que pueden hacer videos los hacen, los que pueden cantar graban himnos. ¡La vida de la iglesia está prosperando!”. Sin embargo, no perciben los numerosos problemas que pasan desapercibidos en ella. No se atreven a lidiar con las personas malvadas y los incrédulos que trastornan y perturban constantemente la vida de iglesia, así que los ignoran. Hacen caso omiso de los anticristos que actúan a su antojo y que tratan cada uno de ellos de atraer a las personas y de formar sus propios pequeños grupos. Les resulta imposible ocuparse de las numerosas preguntas que plantean los nuevos creyentes que tienen hambre y sed de justicia. En lugar de buscar la manera de solucionar estos problemas reales, los falsos líderes siempre intentan eludirlos, mientras afirman que “la vida de la iglesia está prosperando”. ¿No es esto fingir y estafar? Dejan que estos incrédulos, personas malvadas y anticristos permanezcan en la iglesia, no los echan ni se ocupan de ellos, y permiten que cometan fechorías de manera imprudente y que conviertan la vida de la iglesia en un completo desastre mientras fingen no darse cuenta. ¡Estos líderes falsos están totalmente ciegos! Protegen a los incrédulos, las personas malvadas y los anticristos, y esto incluso les genera una sensación de orgullo y creen que no echar a estos degenerados es amar y proteger al pueblo escogido de Dios. ¿No es esto trastornar y perturbar la obra de la iglesia? ¿No es esto resistirse a Dios de manera intencional e ir contra Él? No obstante, están completamente ajenos a esto. Si les preguntas si tales problemas reales se han resuelto, responden: “Los he podado; he compartido con ellos”, insinuando que ya no hay problemas y que no tienen nada que ver con ellos. ¿No es esto eludir responsabilidades? Para un falso líder, siempre que alguien comete una negligencia, mientras pode al perpetrador superficialmente y le ofrezca algunos recordatorios y exhortaciones, cree que su trabajo está hecho y que es como si hubiera resuelto el problema. ¿No es esto darse al engaño? Los falsos líderes, obviamente, no echan enseguida a los incrédulos, personas malvadas y anticristos, y después sueltan excusas engañosas, diciendo: “Les hablé sobre la palabra de Dios, todos reconocieron lo que hicieron y sintieron remordimientos, y todos lloraron y dijeron que por supuesto que se arrepentirían y ya no intentarían fundar su propio reino independiente”. ¿No se están engañando estos falsos líderes, como niños jugando a las casitas? Estos incrédulos, personas malvadas y anticristos son gente que siente aversión por la verdad. Ninguno la acepta para nada y no son el objetivo de la salvación de Dios, sino que son el objeto del odio y detestación de Dios. Pero los falsos líderes consideran a estos incrédulos, personas malvadas y anticristos como hermanos y hermanas, y los ayudan con amor. ¿Cuál es la naturaleza del problema? ¿Son la necedad y la ignorancia lo que les impide ver a estas personas con nitidez o están tratando de complacerlas por miedo a ofenderlas? Sea cual sea el motivo, lo más importante es que los falsos líderes no hacen un trabajo real y no aceptan la verdad ni admiten sus errores cuando los podan. Esto basta para demostrar que los falsos líderes no poseen absolutamente ninguna realidad-verdad. No trabajan de acuerdo con la organización del trabajo de la casa de Dios, y sobre todo en cuanto a la labor de depurar la iglesia, actúan de manera superficial. Solamente actúan por inercia echando a unas pocas personas malvadas que son evidentes. Cuando las exponen y las podan, llegan a buscar excusas y razones diversas para eludir la responsabilidad y defenderse. Por tanto, un falso líder que no hace ningún trabajo real es un escollo que impide que se cumpla la voluntad de Dios. Los falsos líderes solo se ocupan de un poco de trabajo superficial sobre asuntos generales, que no tiene ningún tipo de valor. Nunca resuelven los diversos problemas que surgen en la iglesia; simplemente los evitan. Esto no solo retrasa el progreso normal de la obra de la iglesia, sino que también afecta a la entrada en la vida del pueblo escogido de Dios. Claramente, los falsos líderes trastornan y perturban la obra de la iglesia y hacen de escudo protector de incrédulos, personas malvadas y anticristos. En el momento crucial de la guerra espiritual, se ponen del lado de las personas malvadas y los anticristos para resistirse y engañar a Dios. ¿No es esta una manifestación de traición a Él? A juzgar por las opiniones y comportamientos de los falsos líderes, está claro que simplemente no son personas que persigan la verdad, no la comprenden en absoluto y son totalmente incapaces de desempeñar la labor de liderazgo.

Los falsos líderes no tratan a las personas según las palabras de Dios, sino en función de sus propias preferencias. Actúan sin ningún principio y hacen lo que les place. Cuando ven que los anticristos perturban la iglesia, no los odian. Creen que leerles algunas palabras de Dios puede limitar sus trastornos y perturbaciones. ¿Qué clase de personas son los anticristos? ¡Son diablos, son satanases! Sin importar cuántos años lleven creyendo en Dios, los anticristos no aceptan la verdad en absoluto y pueden trastornar y perturbar la obra de la iglesia, así como perturbar la entrada en la vida del pueblo escogido de Dios. Son diablos y satanases de la vida real. Los falsos líderes esperan que, al leerles un par de pasajes de las palabras de Dios, los anticristos sientan remordimiento y cambien de opinión. ¿No es de una necedad extrema? La gente como los anticristos no acepta la verdad en lo más mínimo. Independientemente de cuántos hechos malvados cometan, no reflexionan sobre sí mismos ni se conocen a sí mismos y, sin importar cuántos errores cometan, no los admitirán. Son seres despreciables destinados al infierno, y aun así los falsos líderes piensan que con solo leerles algunos pasajes de las palabras de Dios y ofrecerles un par de palabras de exhortación pueden cambiarlos. ¿No son pensamientos ilusorios? Si los seres humanos corruptos pudieran aceptar la verdad con tanta facilidad, Dios no necesitaría llevar a cabo la obra de juicio y castigo. ¿Por qué Dios expresa tantas palabras y verdades en Su obra? ¡Porque salvar a las personas no es sencillo, debido a que sus dificultades son muchas y su rebelión es demasiado grande! Solo aquellos que pueden aceptar la verdad son capaces de salvarse. Los que sienten aversión por la verdad y la odian no pueden salvarse. No obstante, los falsos líderes creen que, si a los incrédulos, a las personas malvadas y a los anticristos les dicen algunas palabras tajantes, estos sentirán remordimiento y llegarán a conocerse a sí mismos, y que, si a continuación les dicen algunas palabras de consuelo y exhortación, se arrepentirán y así se enfocarán en cumplir con sus deberes, se volverán leales y cambiarán su carácter, y que de esta manera transformarán a los anticristos en ovejas obedientes. ¿Acaso no es una idea necia? ¡Es extremadamente necia! Se parece a los delirios de un loco. ¿Cómo iba a ser todo tan sencillo? Hace más de treinta años que Dios lleva a cabo Su obra de juicio, y ¿cuánto autoconocimiento y transformación han obtenido las personas? Solo una minoría ha logrado algunos resultados. Por más sermones que escuchen, aquellos que no aman la verdad a lo sumo comprenden algunas doctrinas, pero su carácter-vida no ha cambiado en lo más mínimo y casi nunca muestran ni siquiera buenos comportamientos o buenas obras. ¿Qué clase de personas son estas? Son personas que comen el pan hasta saciarse y no aceptan la verdad en lo más mínimo. Se concentran únicamente en disfrutar de la gracia de Dios y no persiguen más que bendiciones. ¡No son más que bestias disfrazadas! Satanás ha corrompido profundamente a los seres humanos; están llenos de actitudes corruptas, y sus huesos y su sangre están impregnados de los venenos de Satanás. Si no pueden aceptar la verdad ni el juicio y castigo de Dios, ¿cómo podrán someterse a Él verdaderamente? ¿Cómo será posible que cumplan con sus deberes de manera leal? ¿Cómo podrán temer a Dios y apartarse del mal? ¿Acaso alcanzar la salvación puede ser tan simple como la gente se lo imagina? Satanás ha corrompido a la gente durante varios miles de años, hasta el punto de convertirlos en demonios. Ahora, Dios ha venido a salvarlos e, independientemente de cuántas palabras pronuncie, transformar a personas que se han convertido en diablos en verdaderos seres humanos resulta una tarea increíblemente difícil. No solo es necesario que Dios exprese muchas verdades, sino que las personas también deben esforzarse al máximo para cooperar, persiguiendo, aceptando y practicando la verdad. Solo entonces pueden liberarse de la influencia de Satanás y alcanzar la salvación de Dios. En cierta ocasión, Él dijo: “Muchos son llamados, pero pocos son escogidos”. Aunque muchas personas creen en Dios, solo aquellos que verdaderamente experimentan Su juicio y castigo y se someten por completo a Su obra se purifican y se perfeccionan. Los incrédulos, las personas malvadas y los anticristos que no aceptan la verdad en lo más mínimo y que en su corazón sienten aversión por la verdad nunca alcanzarán la salvación de Dios, y Su obra solo puede revelarlos y descartarlos. Los falsos líderes no comprenden la obra de Dios. Conciben la obra de Dios de salvar a las personas en términos muy simples. Creen que, si a las personas malvadas y a los anticristos les leen algunas de las palabras de Dios y les dicen palabras severas para podarlos, estos se arrepentirán, cambiarán y se volverán leales en el cumplimiento de sus deberes. ¿Dónde está el problema? En que, además de no perseguir ni entender la verdad, el calibre de los falsos líderes es extremadamente escaso. Por lo tanto, no comprenden en absoluto la obra de Dios ni la forma en la que Él salva a las personas. Para ver cuál es la esencia de una persona, si posee la realidad-verdad y cómo hay que tratarla, es necesario tener en cuenta su calibre y su actitud hacia la verdad: resulta esencial que observes en qué medida comprende la verdad y si es capaz de aceptarla. Entonces, ¿cuál es el criterio para medir si una persona puede comprender la verdad? Principalmente, depende de la calidad de su calibre y en si comprende las palabras de Dios de manera pura. Algunas personas llegan a los cincuenta o sesenta años sin lograr comprender la esencia ni la realidad de la corrupción de la especie humana. Siguen imaginando que la sociedad humana es hermosa y anhelan vivir en paz y en armonía con los demás. ¿No resulta esto extremadamente necio e ingenuo? Si creer en Dios pudiera convertir a todos en personas buenas, ¿sería necesaria la obra de juicio y castigo de Dios para salvar a la gente? Los falsos líderes no determinan cómo son en realidad las diversas personas basándose en las palabras de Dios, sino únicamente a partir de su comportamiento aparente y de sus propias impresiones. El trabajo que realizan es también muy superficial, parecen niños jugando a las casitas. Creen que de vez en cuando pueden encontrar las palabras de Dios apropiadas para aplicarlas a una determinada situación, y que solo con leerles a las personas algunas de las palabras de Dios las cambiarán: “Mirad, bajo mi liderazgo y exhortación, con mi ayuda amorosa, las palabras de Dios han hecho efecto en las personas. Ya no quieren ser anticristos y están dispuestas a cambiar su opinión sobre creer en Dios. Dejaron de competir por el poder y el provecho, y no establecerán reinos independientes. ¡Tampoco trastornarán ni perturbarán más la obra de la iglesia y nunca más desorientarán ni atraerán a los hermanos y hermanas!”. ¿Acaso puedes limitarlos? Nunca podrás limitar a aquellos que son verdaderamente malvados y causan trastornos y perturbaciones. Como poseen la esencia de las personas malvadas, realizan hechos malvados en cualquier momento, ya sea de día como de noche. En cuanto se les presenta la oportunidad, hacen el mal. ¿Está bien que no los eches de la iglesia? ¿Acaso dejarán de hacer acciones malvadas por su propia voluntad? No son humanos, ¡son diablos y satanases! ¿Cuántos años hace que el diablo Satanás se resiste a Dios? Sigue resistiéndose a Él hasta hoy. Los anticristos y todos los tipos de personas malvadas que trastornan y perturban la obra de Dios y el orden normal de la iglesia son los diablos y satanases de la vida real; son los enemigos en la vida real. ¿Pueden cambiar su esencia gracias a unas pocas palabras de tu parte o a tu corazón amoroso? ¡Qué necio eres! ¿Crees que puedes salvar a las personas del pecado solo porque comprendes un poco de doctrina? ¿Puedes salvarlas? Están destinadas al infierno, y tú crees que unas pocas palabras amables pueden transformarlas. ¿Es tan sencillo? Si fuera tan fácil salvar a las personas, Dios no necesitaría pronunciar tantas palabras ni llevar a cabo la obra de juicio y castigo. ¿Haría falta que invirtiera tanto tiempo y esfuerzo minucioso para salvar a la gente?

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