Las responsabilidades de los líderes y obreros (21) Parte 1
Cómo distinguir a los anticristos de las personas que tienen el carácter de los anticristos
Distinguirlos en función de sus actitudes hacia la verdad
Hoy continuaremos la enseñanza acerca de las responsabilidades de los líderes y obreros. Antes de comenzar formalmente la charla, repasemos uno de los temas con respecto a los anticristos que se trató anteriormente: cómo distinguir a las personas que poseen el carácter de los anticristos de aquellas que tienen la esencia de los anticristos, y cuáles son las diferencias entre estos dos tipos de personas. Primero, hablaremos sobre cómo discernir a los anticristos; esto no resulta muy complicado. En primer lugar, deberías ver con claridad qué manifestaciones características evidentes presentan, de modo que puedas identificar a un auténtico anticristo en poco tiempo y determinar que sin lugar a dudas no se trata de alguien que únicamente tiene el carácter de un anticristo o que sigue la senda de uno. De este modo, tendrás discernimiento acerca de los anticristos y ya no te desorientarán, no caerás en su trampa ni te controlarán. Ahora, lo más importante es ser capaz de distinguir las diferencias evidentes entre las personas que tienen la esencia-naturaleza de los anticristos y aquellas que poseen el carácter de los anticristos. Para discernir estos dos tipos de personas, primero debes captar sus características principales. Algunas personas solo captan las revelaciones de corrupción de los anticristos en la vida diaria, como su tendencia a afirmar su estatus y sermonear a otros, pero no logran discernir su esencia-naturaleza. ¿Está bien? (No). Otros dicen que sus manifestaciones más notorias son la arrogancia y la vanidad, y califican a todos los arrogantes y vanidosos como anticristos. ¿Es correcto? (No). ¿Por qué no es correcto? Porque la arrogancia y la vanidad no son las manifestaciones más notorias de los anticristos; son actitudes corruptas que todos los seres humanos corruptos tienen en común. Todo el mundo posee un carácter arrogante y vanidoso, así que calificar a todas las personas arrogantes y vanidosas como anticristos es un grave error. Entonces, ¿cuáles son las manifestaciones esenciales de los anticristos, aquellas que permiten ver con claridad las diferencias fundamentales entre los anticristos y las personas con el carácter de los anticristos a simple vista, y que hacen posible discernir que la esencia de estos dos tipos de personas es diferente y saber que es necesario tratarlas de manera distinta? En ciertos aspectos, como las acciones, comportamientos y el carácter, ¿tienen estas dos clases de personas similitudes y semejanzas? (Sí). Si no observas con atención, no distingues en serio ni comprendes ni disciernes con precisión el carácter y la esencia de estas dos clases de personas en tu corazón, es muy fácil tratarlas como si fueran la misma. Podrías incluso confundir a un anticristo con una persona que tiene el carácter de un anticristo y viceversa, es decir, podrías caer fácilmente en este tipo de juicios erróneos. Entonces, ¿cuáles son las principales características y diferencias entre estos dos tipos de personas que permiten distinguir con pruebas sólidas quién es un anticristo y quién es una persona con el carácter de un anticristo? No deberíais desconocer este tema, así que escuchemos vuestras opiniones. (Un aspecto que se utiliza para distinguir a los anticristos de aquellos que poseen el carácter de los anticristos es mediante su actitud hacia la verdad; otro aspecto, es su humanidad. En cuanto a su actitud con respecto a la verdad, los anticristos la odian y no la aceptan en absoluto. Independientemente de cuántas acciones malvadas que causen trastornos y perturbaciones cometan y de cómo se les hable o se los pode, no la reconocen y se muestran impenitentes a ultranza. Cuando las personas con el carácter de los anticristos no entienden la verdad ni captan los principios, también pueden obrar mal, pero cuando se las poda, son capaces de aceptar la verdad, reflexionar sobre sí mismas y conocerse, sentir remordimiento y arrepentirse. Desde la óptica de su actitud hacia la verdad, la esencia de los anticristos es que odian la verdad, mientras que las personas con el carácter de los anticristos son capaces de aceptarla. Desde el enfoque de su humanidad, los anticristos son personas malvadas, sin un sentido de la conciencia ni de la vergüenza, mientras que las personas que tienen el carácter de los anticristos poseen sentido de la conciencia y la vergüenza). Mencionasteis dos características; ¿habíamos hablado de este contenido antes? ¿Se consideran estas características obvias? (Sí). La actitud que los anticristos y las personas con el carácter de los anticristos manifiestan hacia la verdad es completamente diferente. Este es un punto muy importante y constituye una manifestación que posee características obvias. Los anticristos sienten aversión por la verdad y no la aceptan en absoluto. Prefieren morir antes que admitir que las palabras de Dios son la verdad. No importa cómo se hable sobre la verdad, internamente se resisten y sienten repugnancia por ella. Incluso puede que sean capaces de, por dentro, maldecirte, burlarse de ti, menospreciarte y tratarte con desdén. Los anticristos son hostiles a la verdad; esta es una característica obvia. ¿Y cuáles son las características de las personas con el carácter de los anticristos? Para ser precisos y objetivos, las personas con el carácter de los anticristos, pero que poseen algo de conciencia y razón, pueden cambiar sus nociones y aceptar la verdad cuando otros comparten la verdad con ellas. Si se las poda, también son capaces de someterse. Es decir, en tanto las personas con el carácter de los anticristos crean sinceramente en Dios, la mayoría de ellas puede aceptar la verdad en mayor o menor grado. En resumen, si las personas que tienen el carácter de los anticristos leen las palabras de Dios por sí mismas, aceptan la disciplina y el esclarecimiento de Dios, o la poda y la ayuda y el apoyo de los hermanos y hermanas, serán capaces de aceptar la verdad y de someterse. Esta es una característica obvia. Sin embargo, los anticristos son diferentes. Sin importar quién les hable sobre la verdad, no escuchan ni se someten. Solo adoptan una actitud: preferirían morir antes que aceptar la verdad. No importa cómo los podes, es inútil. Incluso si les hablas sobre la verdad de la manera más clara posible, no la aceptan; y en su interior llegan incluso a resistirse y a sentir aversión por ella. ¿Puede alguien con tal carácter que odia la verdad someterse a Dios? Definitivamente no. Por lo tanto, los anticristos son enemigos de Dios y son personas que están más allá de la redención.
Distinguirlos según su humanidad
Hace un momento también mencionasteis otra característica que, desde la perspectiva de la humanidad, permite distinguir a los anticristos de las personas que poseen el carácter de los anticristos. ¿A quién le gustaría compartir algo más sobre esta característica? (Los anticristos poseen una humanidad especialmente malévola; son capaces de reprimir y atormentar a las personas y, sin importar cuánto mal cometan, no saben arrepentirse). Así es, la característica principal de los anticristos es su humanidad malévola, su descaro y su falta de conciencia y razón. Sin importar cuántos hechos malvados lleven a cabo en la iglesia o cuánto daño le causen a la obra de la iglesia, no lo consideran vergonzoso ni se ven a sí mismos como pecadores. Tanto si la casa de Dios los expone como si los hermanos y hermanas los podan, permanecen impávidos y no se sienten culpables ni molestos. Esa es la manifestación de los anticristos en lo que respecta a su humanidad. Sus principales características son la falta de conciencia y razón, la ausencia de vergüenza y un carácter extremadamente cruel. Juzgan y atormentan a cualquiera que afecte sus intereses y poseen un deseo de venganza particularmente intenso. No perdonan a nadie, ni siquiera a sus propios parientes. Así de crueles son los anticristos. Por otro lado, las personas con el carácter de los anticristos, independientemente del nivel de corrupción que manifiesten, no son necesariamente malvadas. Sin importar las carencias o deficiencias que tengan en su humanidad, los errores que puedan cometer o en qué aspectos puedan fracasar y tropezar, son capaces de, posteriormente, reflexionar sobre sí mismas y aprender la lección. Cuando enfrentan la poda, son capaces de admitir sus errores y sentir remordimiento; y cuando los hermanos y hermanas las critican o las ponen en evidencia —aunque en cierta medida puedan intentar justificarse y no estén dispuestas a reconocerlo en el momento— en realidad, interiormente ya han admitido su error y se han sometido. Esto demuestra que aún son capaces de aceptar la verdad y corregirse. Cuando cometen errores o enfrentan problemas, su conciencia y razón aún pueden funcionar; son conscientes, no son insensibles ni se muestran indiferentes ni intransigentes, y tampoco se niegan a admitir los hechos. Además, aunque este tipo de personas tienen el carácter de los anticristos, son relativamente empáticas y, en cierta forma, más amables. Cuando se enfrentan a diversos asuntos, las características que manifiestan en términos de humanidad pueden describirse, de la forma más adecuada y comprensible, como relativamente razonables. Si se las poda con severidad, a lo sumo es probable que sientan un leve resentimiento en su corazón, pero, al analizarlo desde la manifestación de su humanidad, es posible observar que aún conocen la vergüenza, que su conciencia es capaz de acusarlas y que su razón puede ejercer cierto efecto restrictivo. Si ocasionan pérdidas a los intereses de la casa de Dios o le causan algún daño a cualquier hermano o hermana, siempre se sienten inquietas por dentro y consideran que han defraudado a Dios. Las personas que poseen el carácter de los anticristos revelan estas manifestaciones en diversos grados. Aunque no enmienden sus errores de inmediato, ni tomen las decisiones adecuadas ni practiquen correctamente después de lo sucedido, aún cuentan con un sentido de conciencia en su corazón. Su conciencia las acusa; saben que han cometido un error y que no deberían actuar de esa manera nuevamente, y también sienten que no son buenas. Sutilmente, todas pueden tener estos sentimientos. Además, con el tiempo, su estado cambiará y experimentarán un arrepentimiento genuino. Sentirán un profundo remordimiento y lamentarán no haber tomado las decisiones correctas ni haber practicado de manera adecuada en un principio. Estas manifestaciones son, precisamente, las más comunes y ordinarias entre los seres humanos corruptos. Sin embargo, aquellos que son anticristos son especiales; no son humanos, sino diablos. No importa cuánto tiempo pase después de que cometan el mal o el pecado, no sienten remordimiento en absoluto; continúan siendo tercos y porfiados hasta el final. Las personas que tienen el carácter de los anticristos pueden someterse cuando enfrentan una poda corriente. Cuando se enfrentan a una poda severa, quizá en ese momento defiendan su posición, no acepten las cosas y se nieguen a admitirlo, pero luego son capaces de reflexionar, conocerse a sí mismas y sentir remordimiento y arrepentimiento. Aunque alguien se burle de ellas y las juzgue como personas carentes de humanidad, pueden sentir dolor en su corazón, pero no tomarán represalias ni tratarán a esa persona como un enemigo. También pueden comprender al otro y piensan: “No me queda más que culparme a mí misma por ese error; da igual cómo me traten, no es más de lo que merezco”. Estas manifestaciones se revelan en distinta medida en cada persona. En resumen, estas revelaciones son las manifestaciones normales y naturales de quienes poseen el carácter de los anticristos, personas con un carácter corrupto, y es en este punto donde se diferencian claramente de los anticristos. A través de las distintas manifestaciones de estos dos estados, inmediatamente resulta evidente quiénes son las personas malvadas y anticristos, y quiénes solo tienen el carácter de los anticristos, pero no son personas malvadas.
Distinguirlos tomando en cuenta si se arrepienten verdaderamente o no
Se acaban de mencionar dos aspectos con respecto a las diferencias entre los anticristos y las personas que poseen el carácter de los anticristos. El primer aspecto corresponde a su actitud hacia la verdad; la actitud de las personas hacia la verdad es su actitud hacia Dios. En este aspecto, existe una distinción clara entre estos dos tipos de personas. En segundo lugar, en cuanto a la humanidad, también hay una diferencia fundamental y evidente entre estos dos tipos de personas. Estas dos características son muy obvias; son tipos de personas completamente diferentes. Además de estas dos diferencias, otro aspecto es si existe alguna manifestación de arrepentimiento después de cometer el mal. En el caso de los anticristos, no importa qué acciones malvadas cometan, ya sea que atormenten a las personas, establezcan reinos independientes, compitan con Dios por el estatus, roben ofrendas o cualquier otra cosa, aunque se los desenmascare directamente, no admiten tales acciones. Si no las admiten, ¿pueden arrepentirse? Preferirían morir antes que arrepentirse. No aceptan los hechos que corresponden a sus acciones malvadas. Aunque se den cuenta de que la exposición es completamente acertada, se resisten y se oponen a ella. No reflexionarán en absoluto con respecto a la posibilidad de que estén en la senda equivocada, ni dirán: “Me califican como un anticristo. Es muy peligroso y necesito arrepentirme”. Este tipo de pensamientos jamás se les ocurre. Su humanidad no posee estas cualidades. Por lo tanto, los anticristos tienen una característica evidente: no importa cuántos años crean en Dios, no aceptan la verdad en absoluto y no muestran un cambio real. Cuando comienzan a creer en Dios, les gusta destacarse entre la multitud, competir por el poder y el provecho, atormentar a las personas, formar grupos y dividir la iglesia. Su propósito al tratar de tomar el poder es vivir a costa de la iglesia y establecer un reino independiente. Después de tres o cinco años de fe, cuando los ves de nuevo, siguen mostrando las mismas manifestaciones y características sin presentar ningún cambio. Incluso después de ocho o diez años, continúan inmutables. Algunas personas dicen: “¡Tal vez cambien después de creer durante 20 años!”. ¿Pueden cambiar? (No). No cambiarán. Muestran esas mismas manifestaciones, ya sea que interactúen con unas pocas personas o con la mayoría, tanto cuando realizan tareas comunes como cuando actúan como líderes u obreros. Nunca se arrepienten ni dan marcha atrás, insisten en la misma senda hasta el final. No se arrepienten en lo más mínimo. Así son los anticristos. En cuanto a las personas que tienen el carácter de los anticristos, aunque algunas no sean personas malvadas, también tienen un carácter corrupto. Ponen en evidencia su arrogancia, falsedad, egoísmo, bajeza y otros tipos de corrupción, y también muestran una humanidad pobre. Cuando comienzan a creer en Dios, también quieren competir por la fama y el provecho, sobresalir para ganar la admiración de la gente y desean y ambicionan ser líderes y ostentar el poder. Estas manifestaciones están presentes en distintos grados en los humanos corruptos y no son muy diferentes a las de los anticristos. Sin embargo, mientras creen en Dios y después de experimentar el juicio y la exposición de Sus palabras, llegan a entender algunas verdades y revelan ese carácter corrupto cada vez menos. ¿Por qué se revela cada vez menos? Porque después de entender la verdad se dan cuenta de que esos comportamientos y manifestaciones constituyen la revelación de un carácter corrupto. Solo en ese momento su conciencia se despierta y reconocen que son profundamente corruptas y que realmente carecen de la apariencia de un humano. Luego, comienzan a mostrar interés por perseguir la verdad y reflexionan sobre cómo despojarse de ese carácter corrupto, liberarse de su cautiverio y convertirse en alguien que persigue y practica la verdad. ¿Qué manifestación es esta? ¿No es acaso un arrepentimiento paulatino? (Sí). En el proceso de experimentar la obra de Dios, descubren sus propios problemas, reconocen su carácter corrupto y comprenden sus diversos estados. También llegan a conocer su esencia-humanidad, y su conciencia se vuelve cada vez más clara; sienten cada vez más que son profundamente corruptas, indignas del uso de Dios, que han ganado Su odio, y muy dentro suyo se detestan. Inconscientemente, poco a poco se arrepienten en lo profundo de su corazón, y con este arrepentimiento, se producen ligeros cambios, cambios que pueden observarse en su comportamiento. Por ejemplo, inicialmente, cuando alguien exponía sus problemas, sentían rencor, estallaban en ira y se avergonzaban. Trataban de dar explicaciones, justificarse y hacían todo lo posible por encontrar diversas excusas y razones para defenderse. A través de una experiencia continua, sin embargo, llegan a darse cuenta de que este comportamiento no es apropiado y comienzan a corregir su estado y su comportamiento, trabajan arduamente para aceptar los puntos de vista correctos y se esfuerzan por colaborar en armonía con los demás. Cuando se presentan dificultades, aprenden a buscar y a compartir con otros, a comunicarse de manera sincera y a tener un trato cordial con los demás. ¿Son manifestaciones de su arrepentimiento? (Sí). Después de creer en Dios, poco a poco llegan a comprender de verdad algunas de las actitudes, comportamientos y manifestaciones de los anticristos que ellas revelan. Luego, paulatinamente se despojan de su carácter corrupto y pueden abandonar sus formas de vida erróneas del pasado, renunciar a la búsqueda de fama y estatus, y actuar, comportarse y cumplir con su deber de acuerdo con los principios-verdad. ¿Cómo se logra tal cambio? ¿Aceptando la verdad, cambiando y arrepintiéndose constantemente? (Sí). Todo esto se logra en el proceso de arrepentimiento continuo. Después, su estado sin duda mejora, su estatura también crece a medida que sus experiencias se profundizan y, cuando enfrentan situaciones, son capaces de reflexionar sobre sí mismas. Si enfrentan obstáculos y fracasos, o experimentan la poda, llevan estos asuntos ante Dios y le oran. También pueden correlacionar, diseccionar y entender su estado corrupto mientras leen las palabras de Dios. Ante ciertas situaciones, aunque aún puedan revelar corrupción y desarrollar pensamientos erróneos, son capaces de reflexionar y rebelarse contra sí mismas. En tanto tomen conciencia de estos problemas, pueden buscar continuamente la verdad para resolverlos y practicar el arrepentimiento. Incluso si este proceso es muy lento y los resultados son mínimos, en lo más profundo de su corazón experimentan un cambio constante. Las personas de este tipo siempre mantienen una actitud y un estado proactivos, positivos y emprendedores, y de transformación personal y de arrepentimiento. Aunque en ocasiones compiten con otras por la fama y el estatus y revelan, en cierto grado, algunas manifestaciones y comportamientos propios de los anticristos, después de experimentar ciertas podas, juicios y castigos, o la disciplina de Dios, en distinta medida se despojan de este carácter corrupto y este se transforma. La causa principal del logro de estos resultados es que, en lo más profundo de su corazón, este tipo de persona puede reflexionar sobre su carácter corrupto y las sendas incorrectas que ha tomado, comprender todo esto y revertir su situación. Aunque los cambios, el crecimiento y los logros derivados de su transformación sean muy pequeños, y el progreso sea muy lento, al punto que ella misma puede que ni siquiera lo note, después de tres a cinco años de tales experiencias, puede sentir que algunos aspectos de su persona ya no son los mismos, y aquellos que la rodean también pueden notarlo. De todos modos, existe una diferencia entre estas personas que tienen el carácter de los anticristos y los anticristos mismos. ¿Cuál es la característica principal al respecto? (Las personas con el carácter de los anticristos son capaces de arrepentirse). Cuando hacen algo mal, cometen una transgresión o enfrentan podas, juicios y castigos, o se las reprende y disciplina, son capaces de arrepentirse. Incluso cuando se dan cuenta de que han obrado mal o se han equivocado, pueden reflexionar sobre sí mismas y tener una actitud de arrepentimiento y cambio en su corazón. Esta es la diferencia característica que distingue con total claridad a las personas que poseen el carácter de los anticristos de aquellos que son anticristos.
Resumen de las diferencias entre los anticristos y las personas que tienen el carácter de los anticristos
Los anticristos son satanases vivientes. Se puede decir que viven como satanases; son diablos y satanases que las personas pueden ver. Así que, resumamos las diferencias fundamentales entre los anticristos y las personas que tienen el carácter de los anticristos. Un aspecto es su actitud hacia la verdad. Los anticristos no aceptan la verdad en absoluto. Aunque puede que al hablar reconozcan que las palabras de Dios son la verdad, cosas positivas y palabras que benefician a las personas, que son el criterio para todas las cosas positivas y que las personas deberían aceptarlas, someterse a ellas y ponerlas en práctica, por más que digan todo eso, de ninguna manera pueden practicar Sus palabras. ¿Por qué no las practican? Porque no aceptan la verdad en su corazón. Dicen con sus bocas que las palabras de Dios son la verdad, pero por una razón completamente diferente: para ocultar el hecho de que no aceptan la verdad y para desorientar a las personas. Que sean capaces de decir palabras y doctrinas no significa que reconozcan muy dentro suyo que las palabras de Dios son la verdad. No pueden poner en práctica la verdad porque, en esencia, no aceptan la verdad de las palabras de Dios en su corazón; no están dispuestos a aceptar la verdad y practicarla para entrar en la realidad-verdad. Por otro lado, las personas que tienen el carácter de los anticristos no son necesariamente anticristos. Una de las diferencias es que algunas de las personas con el carácter de los anticristos pueden, en diversos grados, aceptar la verdad, las cosas positivas y las palabras correctas, y someterse a ellas. La gente que tiene la esencia de los anticristos es hostil a la verdad y le da la espalda. Sin embargo, algunas de las personas que poseen el carácter de los anticristos pueden aceptarla y ponerla en práctica. A través de la lectura de las palabras de Dios y después de experimentar Su obra durante varios años, su actitud hacia la verdad puede de alguna manera cambiar. Sienten en su corazón que, si bien no son capaces de ponerla en práctica, la verdad es buena y es correcta. Es solo que no la aman ni están demasiado interesadas en ella, así que es necesario algo de esfuerzo y de lucha para ponerla en práctica. Entonces, las personas con el carácter de los anticristos, pero con cierta conciencia y razón, son capaces de aceptar la verdad en diversos grados. Al menos, en lo más profundo de su corazón, no se resisten ni la rechazan y tampoco sienten aversión por ella. La mayoría de las personas se encuentra en este tipo de estado y muestra esta clase de manifestación hacia la verdad. Esta forma de describir a tales personas no las hace parecer mejores de lo que son ni las denigra, sino que es bastante objetiva, ¿no es cierto? (Sí). Otro aspecto es distinguirlas desde el enfoque de la humanidad, es decir, en función de su conciencia, razón y la bondad o la maldad de su humanidad. Aquel que tiene una humanidad malvada, que no acepta la verdad y siente una particular aversión hacia ella, es sin lugar a dudas un incrédulo o un anticristo. Algunas personas no aman la verdad de manera especial ni están interesadas en ella. Cuando los demás comparten la verdad, les da sueño y se muestran apáticas. No obstante, las personas de este tipo no poseen una humanidad malvada ni atormentan a las demás. Si les hablas sobre las intenciones de Dios, los principios-verdad o las reglas de la casa de Dios, pueden escuchar y están dispuestas a aceptar la verdad y se esmeran por alcanzarla, aunque no necesariamente son capaces de ponerla en práctica. Si llegan a ser líderes, puede que no logren guiarte para que entiendas la verdad ni puedan presentarte ante Dios, pero de ningún modo te atormentarán. Esta es la humanidad de las personas con el carácter de los anticristos. De todos modos, su humanidad no es demasiado malvada; pueden aceptar la verdad en diversos grados. En cambio, los anticristos no solo carecen de conciencia y razón, sino que también tienen una humanidad extremadamente cruel. Las personas con el carácter de los anticristos tienen cierto sentido de la conciencia, algo de razón, y pueden manejar algunos asuntos de manera racional. Por ejemplo, en lo que respecta a cómo tomar decisiones, qué postura adoptar y otros asuntos relacionados, en cuanto a lidiar con las exigencias de la casa de Dios, con las diversas personas de la iglesia y con las cosas positivas y negativas, pueden distinguir esos asuntos y, a fin de cuentas, son capaces de tomar las decisiones correctas basándose en su conciencia. Las personas de este tipo no poseen una humanidad tan malvada y son relativamente bondadosas. Hay otra diferencia, que acabamos de compartir, que es que algunos de los que tienen el carácter de los anticristos pueden aceptar la verdad, y cuando hacen algo incorrecto, pueden reflexionar sobre ello y tener un corazón arrepentido. Por el contrario, los anticristos no muestran estas dos manifestaciones en absoluto. Son tercos y reacios a los cambios porque sienten aversión por la verdad, no la aceptan y poseen una humanidad extremadamente cruel. Resulta imposible que cambien y logren arrepentirse. La capacidad de una persona para arrepentirse de verdad depende principalmente de si posee conciencia y razón y de su actitud hacia la verdad. Dado que las personas con el carácter de los anticristos no tienen una humanidad malvada, poseen algo de conciencia y razón, y pueden aceptar algunas verdades en diversos grados, tienen potencial para cambiar. Si cometen errores o transgresiones, después de la poda son capaces de arrepentirse. Esto determina que las personas con el carácter de los anticristos tengan esperanza de salvación, mientras que los anticristos no pueden redimirse; son de la calaña de los diablos y Satanás. Estas varias características constituyen las diferencias fundamentales entre los anticristos y las personas con el carácter de los anticristos. ¿Es este resumen bastante objetivo? (Sí). Respecto a las diversas características de los anticristos, las manifestaciones de las que hablamos en detalle son objetivas, se ajustan a los hechos y no contienen ningún elemento que intente denigrarlos en lo más mínimo. Todo el pueblo escogido de Dios ha sido testigo de ello y se ha topado con esto; así son precisamente los anticristos. En cuanto a las personas con el carácter de los anticristos, también hemos expuesto diversas manifestaciones sin suavizar ningún aspecto; todas ellas resultan evidentes para la gente y se ajustan a los hechos.
La humanidad de las personas con el carácter de los anticristos presenta muchos defectos e imperfecciones. Estas personas también revelan diversas actitudes corruptas en distintos grados. Estas actitudes corruptas exhiben manifestaciones características que son evidentes en todos los individuos. Por ejemplo, algunas personas son particularmente arrogantes, otras son particularmente calculadoras y falsas, algunas son particularmente intransigentes, otras particularmente perezosas, y así sucesivamente. Estas expresiones son las manifestaciones de aquellos que tienen el carácter de los anticristos, y constituyen las características de la humanidad de tales personas. Aunque en su interior tienen algo de bondad —lisa y llanamente son personas de un corazón un tanto bueno—, cuando enfrentan situaciones, ven con claridad que los intereses de la casa de Dios se ven perjudicados, pero como temen ofender a los demás, se comportan como una tortuga que se esconde en su caparazón, y viven según la filosofía de Satanás y no están dispuestas a defender los principios-verdad. Aunque en lo más profundo de su ser se dan cuenta de que no deberían actuar así y que con esa actitud le fallan a Dios, aun así, no pueden evitar elegir ser complacientes con los demás. ¿Por qué? Porque creen que para vivir y sobrevivir deben confiar en la filosofía de Satanás, y solo de esta manera pueden protegerse. Por eso, eligen ser complacientes y no practican la verdad. En su corazón sienten que al actuar de esta manera carecen de conciencia y les falta humanidad; no son humanos y son peores que un perro guardián. Sin embargo, después de reprochárselo a sí mismas, cuando se enfrentan a otra situación, tampoco se arrepienten y actúan de la misma manera. Son débiles en todo momento y sienten una sensación de culpa constante. ¿Qué demuestra esto? Que, aunque las personas con el carácter de los anticristos no son en sí anticristos, su humanidad sí tiene problemas y carencias, por lo que indudablemente revelan mucha corrupción. Al analizar sus manifestaciones generales, observamos que es alguien que no muestra en absoluto el más mínimo cambio respecto a la corrupción profunda que recibió de Satanás; es exactamente lo que Dios llama un engendro de Satanás. ¿En qué son mejores las personas con el carácter de los anticristos que los anticristos? Para ser precisos, aunque las personas que tienen el carácter de los anticristos, pero no la esencia de los anticristos, revelan diversas actitudes corruptas de Satanás, definitivamente no son malvadas. Su situación es similar a lo que comúnmente se dice acerca de quienes no son traicioneros ni malvados, pero tampoco buenas personas; simplemente creen en Dios de manera sincera, están dispuestas a arrepentirse, pueden aceptar la verdad después de la poda y muestran cierta sumisión. Si bien no son personas malvadas y aún tienen esperanzas de que Dios las salve, ¡están lejos de alcanzar el estándar de temer a Dios y apartarse del mal del que Él habla! Algunos creen en Dios entre tres y cinco años y experimentan algunos cambios y avances. Otros creen entre ocho y diez años y no progresan en absoluto. Algunas personas llevan hasta 20 años creyendo en Dios sin experimentar cambios significativos; siguen siendo las mismas que eran antes. Se aferran obstinadamente a sus nociones. Es solo que, debido a que han escuchado las palabras de Dios y las diversas reglas y los preceptos de la casa de Dios las restringen, no han cometido errores graves, ni realizado acciones malvadas que le ocasionen pérdidas importantes a la casa de Dios y tampoco han causado grandes catástrofes. Sin duda, al final Dios no salvará a todas las personas que tienen el carácter de los anticristos. Probablemente la mayoría de ellas son mano de obra, y a algunas sin duda se las descartará. En cualquier caso, aunque no son personas malvadas, su humanidad es pobre. Sus desenlaces y destinos ciertamente no serán los mismos. Todo depende de si pueden aceptar la verdad y la manera en la que eligen su senda. Algunas dicen: “Tus palabras son contradictorias. ¿No dijiste que estas personas pueden revertir su situación y arrepentirse?”. Lo que quiero decir es que estas personas, en ciertos contextos y en diferentes entornos, pueden aceptar la verdad en diversos grados. ¿Qué significa “diversos grados”? Que algunas experimentan cierto cambio después de creer en Dios durante tres a cinco años, y una transformación significativa después de creer entre diez a veinte años. Algunas personas creen en Dios entre diez y veinte años y siguen siendo las mismas que cuando comenzaron a creer y siempre gritan: “¡Debo arrepentirme, debo devolver el amor de Dios!”, pero en la práctica no muestran ningún cambio. Tienen este deseo en su corazón y están dispuestas a cambiar y arrepentirse solo porque poseen este sentido de la conciencia. Sin embargo, estar dispuesto a hacerlo no equivale a ser capaz de practicar la verdad, ni a entrar en la realidad. La buena disposición se limita únicamente a estas manifestaciones: no resistirse a la verdad, no sentir aversión por ella, no difamarla abiertamente y no juzgar, condenar ni blasfemar contra Dios de manera explícita. No obstante, no implica ser capaz de someterse verdaderamente, aceptar la verdad y practicarla, ni rebelarse contra la carne y los propios deseos. ¿Es este un hecho objetivo? (Sí). Así es exactamente. Tener algo de conciencia y razón, y una pizca de un corazón arrepentido en la propia humanidad, no significa que uno no tenga un carácter corrupto. Las personas con el carácter de los anticristos son esencialmente diferentes a los anticristos, pero esto no significa que sean capaces de aceptar la verdad y someterse a ella. Tampoco significa que posean la realidad-verdad, ni que sean aquellas a quienes Dios ama. Existen diferencias fundamentales entre estos dos aspectos; son completamente distintos. Si las comparamos con los anticristos, las personas con el carácter de los anticristos son, sin duda, mucho mejores en cuanto a su humanidad, su actitud hacia la verdad y su grado de arrepentimiento. Sin embargo, el estándar con el que Dios mide a las personas no se basa en la diferencia con los anticristos; ese no es el estándar. Dios mide la humanidad de una persona, si tiene conciencia y razón, si ama y acepta la verdad, si cumple con sus deberes con lealtad, si se somete a Dios y si puede obtener la verdad y alcanzar la salvación. Estos son los estándares con los que Dios mide a las personas. Él ha planteado diversas exigencias para aquellos que tienen el carácter de los anticristos. Mediante estas exigencias, Dios los mide con el propósito de salvarlos. Ahora que te lo expliqué de esta manera lo entiendes, ¿no es cierto? Primero, debes tener claro que no importa en qué medida tengas el carácter de los anticristos, en tanto puedas aceptar la verdad, no eres un anticristo. Que no lo seas no significa que seas alguien que se somete a Dios. No rechazar la verdad y no sentir aversión por ella no implica que seas una persona que practica la verdad y se somete a ella. Tener algo de conciencia y razón, ser relativamente bondadoso y poseer una humanidad mejor que la de los anticristos no significa necesariamente que seas una buena persona. El estándar para medir si una persona es buena o mala no se basa en la humanidad de los anticristos. Independientemente de cuántas cosas malas hagan, los anticristos nunca las admiten ni se arrepienten, sino que siguen actuando de la misma manera; nunca dan marcha atrás y se oponen a Dios hasta el final. Aunque algunas personas con el carácter de los anticristos sinceramente desean cambiar y arrepentirse, un ligero cambio no supone que su arrepentimiento sea verdadero. Tener la determinación de arrepentirse no significa ser capaz de comprender la verdad, obtenerla y ganar la vida.
Algunas personas dicen: “No soy un anticristo, así que soy mejor y menos corrupto que ellos”. ¿Son correctas estas palabras? ¿Es esta una interpretación distorsionada? (Sí). Las personas que tienen el carácter de los anticristos son iguales a los anticristos en cuanto a su carácter corrupto, pero su esencia-naturaleza es diferente. Pensadlo, ¿es correcta esa afirmación? (Sí). Entonces, explicadla. (Las personas con el carácter de los anticristos manifiestan actitudes corruptas, al igual que los anticristos. Ambos tienen un carácter arrogante y perverso, y buscan el estatus. Sin embargo, su esencia-humanidad no es la misma. Las personas con el carácter de los anticristos cuentan con cierto sentido de la conciencia y pueden aceptar la verdad en diversos grados. No sienten aversión por la verdad ni la odian. Por otro lado, la esencia-humanidad de aquellos que poseen la esencia de los anticristos es malévola. Carecen de sentido de la conciencia, sienten repugnancia por la verdad, la odian y no se arrepienten). Todos ellos tienen un carácter corrupto, ¿por qué entonces Dios califica a las personas con la esencia de los anticristos como anticristos y como Sus enemigos? (Tiene que ver fundamentalmente con su actitud hacia la verdad. Los anticristos sienten aversión por la verdad y la odian, y odiar la verdad es en realidad odiar a Dios). ¿Algo más? (La esencia de los anticristos es la de los diablos). Aquellos que tienen la esencia de los diablos, ¿tienen esperanza de salvación? (No). No aceptan la verdad en absoluto y no pueden salvarse. Dado que ambos tipos de personas tienen un carácter corrupto, ¿cuál es la diferencia entre los que pueden salvarse y los que no? En lo que respecta a su carácter corrupto son iguales. Entonces, ¿por qué los anticristos no pueden salvarse y las personas que tienen el carácter de los anticristos, aunque no su esencia, tienen una leve esperanza de salvación? (Las personas con el carácter de los anticristos no son como ellos. Los anticristos son hostiles a la verdad y a las cosas positivas. Si bien estas personas no aman la verdad de manera especial, no la rechazan y pueden aceptarla en diversos grados y transformarse poco a poco. Además, su humanidad tiene cierto sentido de la conciencia, a diferencia de los anticristos, que carecen de sentido de la vergüenza). En eso radica la esperanza de salvación; esta es la diferencia esencial. A juzgar por la esencia de los anticristos, este tipo de personas no puede redimirse y tampoco tiene esperanza de salvación. Aunque intentaras salvarlas, no podrías; no pueden cambiar. No son del tipo de personas corrientes que tienen el carácter corrupto de Satanás, sino del tipo cuya esencia-vida es la de los diablos y Satanás. Este tipo de personas no puede salvarse en ninguna circunstancia. En cambio, ¿cuál es la esencia de las personas comunes con un carácter corrupto? Simplemente, manifiestan actitudes corruptas. No obstante, poseen un grado considerable de conciencia y razón, y pueden aceptar algunas verdades. Esto significa que la verdad puede tener cierto efecto sobre ellas, lo que les proporciona la esperanza de salvarse. Este es el tipo de personas que Dios salva. Los anticristos definitivamente no pueden salvarse, pero ¿pueden salvarse aquellos que tienen el carácter de los anticristos? (Sí). Si decimos que pueden salvarse, no somos objetivos. Solo podemos decir que tienen la esperanza de salvarse, lo cual es relativamente objetivo. Al fin y al cabo, esta posibilidad depende de la persona. Depende de si puede verdaderamente aceptar la verdad, practicarla y someterse a ella. Por lo tanto, solo se puede decir que este tipo de persona tiene la esperanza de salvarse. ¿Por qué entonces los anticristos no tienen esta esperanza? Porque son anticristos; su naturaleza es la de Satanás. Son hostiles a la verdad, odian a Dios y no aceptan la verdad en absoluto. ¿Puede Dios aún salvarlos? (No). Dios salva a los seres humanos corruptos, no salva a Satanás ni a los diablos. Él salva a aquellos que aceptan la verdad, no a la escoria que odia la verdad. ¿Queda claro ahora? (Sí). Compartimos de esta manera para evitar que algunas personas lo interpreten de manera distorsionada. Después de distinguir a los anticristos de las personas con el carácter de los anticristos, algunos piensan que no son anticristos y que eso significa que están en una zona segura, que realmente se han asegurado un refugio y que indudablemente en el futuro no los echarán, expulsarán ni descartarán. ¿Es esta una interpretación distorsionada? Tener la esperanza de salvarse no significa que uno se salvará. Esta esperanza aún precisa que las personas se movilicen y la capten. Tu actitud hacia la verdad es diferente a la de los anticristos. No sientes aversión por la verdad o tu humanidad es algo mejor que la de los anticristos; posees cierto sentido de la conciencia, eres relativamente bondadoso, no les haces daño a los demás, sabes arrepentirte cuando obras mal y eres capaz de cambiar. El simple hecho de tener estas pocas cualidades significa que cuentas con las condiciones básicas para aceptar la verdad, practicarla y alcanzar la salvación. Sin embargo, que no seas un anticristo no quiere decir que te salvarás. No eres un anticristo, pero sigues siendo un ser humano corrupto. ¿Es posible que todos los seres humanos corruptos se salven? No necesariamente. Incluso si alguien no es un anticristo ni una persona malvada, en tanto no persiga la verdad, no podrá salvarse. La salvación que Dios dispone para las personas se logra mediante la aceptación y la búsqueda de la verdad. El carácter corrupto de las personas se opone a Dios. Mientras el carácter corrupto exista en una persona, ella aún podrá rebelarse contra Dios, desafiarlo, traicionarlo, etcétera. Por lo tanto, debe aceptar el juicio, el castigo, las pruebas y el refinamiento de las palabras de Dios; necesita el sustento y la guía de Sus palabras, la poda, la disciplina y el castigo de Dios, y así sucesivamente; ninguna de estas obras que Dios realiza puede faltar. Por tal motivo, para lograr la salvación, por un lado, es necesaria la obra de Dios y, además, las personas necesitan tener la determinación de cooperar. Deben ser capaces de soportar dificultades y pagar un precio, entrar en la realidad-verdad después de entender la verdad, y demás. Esta es la única manera de alcanzar la salvación de Dios en los últimos días y recibir la increíblemente rara bendición de que el Dios encarnado te perfeccione sobre la base de entender la verdad. Así de simple. Bien, terminemos aquí la enseñanza sobre este tema.
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