Las responsabilidades de los líderes y obreros (27) Parte 5
J. Vacilar
La décima manifestación es: “Vacilar”. ¿Qué manifestaciones específicas exhibe la gente que vacila? Para empezar, las mayores dudas que albergan estas personas respecto a creer en Dios son: “¿Existe dios en realidad? ¿Hay un reino espiritual? ¿Hay un infierno? ¿Son la verdad estas palabras que dice dios? La gente dice que esta persona es dios encarnado, ¡pero no he visto ningún aspecto que haga que parezca dios encarnado! Por tanto, ¿dónde está exactamente el espíritu de dios? ¿Existe dios en realidad o no?”. Nunca pueden dilucidar con claridad estas preguntas. Ven que son muchos los que creen en Dios y piensan: “Dios debe existir. Probablemente existe. Espero que exista. En todo caso, creer en dios no me ha causado ninguna pérdida; nadie me ha maltratado. He oído que cumplir un deber puede traer bendiciones y un buen destino, y servirá para que no muera en el futuro. Por tanto, supongo que seguiré adelante y creeré”. Después de creer durante un periodo de tiempo, ven que algunas personas se encuentran con pruebas y adversidades, y empiezan a reflexionar: “¿Acaso no se supone que creer en dios trae bendiciones? Algunas personas se pusieron gravemente enfermas y murieron, a otras las arrestó y persiguió hasta la muerte el gran dragón rojo, y otras enfermaron o sus familias fueron víctimas de desastres mientras cumplían con el deber. ¿Por qué no las protegió dios? Por tanto, ¿existe dios realmente o no? ¡Si existe, estas cosas no deberían haber sucedido!”. Algunas personas bienintencionadas comparten la verdad con ellas y dicen: “Dios es soberano sobre todas las cosas, y el porvenir de la gente lo instrumenta la mano de Dios. La gente debería aceptar estos asuntos de parte de Dios y ceder ante Su instrumentación. Todo lo que hace Dios es bueno”. A lo que estos individuos vacilantes dicen: “¡No veo qué tiene de bueno! Sufrir desastres, ¿eso es bueno? Ponerse gravemente enfermo o padecer una dolencia incurable, ¿eso es bueno? Estar muerto es incluso peor. ¿Existe dios o no? No lo sé”. Siempre están llenos de dudas sobre Dios. Cuando ven que muchas personas llevan a cabo el deber, que la obra de la casa de Dios se expande cada vez más y que la iglesia prospera día tras día, sienten que Dios debe existir. En especial, cuando oyen a los hermanos y hermanas dar testimonio de las señales y prodigios que Dios ha mostrado y de la gracia que han recibido de Él, estos individuos vacilantes sienten incluso con más fuerza que: “¡Dios sin duda existe! Aunque la gente no pueda ver el espíritu de dios, ha oído las palabras que dice dios encarnado, y yo también he oído a muchas personas compartir las palabras de Dios y experimentarlas. ¡Así que no cabe duda de que dios debe existir!”. Cuando la iglesia prospera, todo transcurre con fluidez, está en auge y la obra de la iglesia se expande más y más y, en especial cuando los hermanos y hermanas experimentan algunas circunstancias y asuntos especiales y ven la protección, la soberanía y el liderazgo de Dios por medio de estas cosas, sienten que Dios existe y que es realmente bueno. Después de un periodo de tiempo, sin embargo, puede que experimenten frustraciones y malos tragos, es posible que algunos experimenten fracasos y reveses, o puede que la casa de Dios descarte a una parte de la gente; estas cosas, en particular la última, contradicen gravemente sus nociones y van más allá de sus expectativas. Sienten: “Si dios existe, ¿cómo podrían suceder estas cosas? ¡No deberían ocurrir! Es normal que ocurran entre los no creyentes, pero ¿cómo podrían pasar también en la casa de Dios? ¡Si dios existe, debería arreglar estos asuntos e impedir que ocurran estas cosas, porque es poderoso, tiene autoridad y poder! ¿Existe dios en realidad o no? La gente no puede ver el espíritu de dios. En cuanto a las palabras que dice dios encarnado, todo el mundo asegura que son la verdad, el camino y que pueden ser la vida de las personas. Sin embargo, ¿por qué no tengo la sensación de que sean la verdad? ¡Llevo mucho tiempo escuchando sermones, pero mi vida no se ha transformado en absoluto! He sufrido mucho, pero ¿qué he obtenido?”. Empiezan a tener dudas sobre Dios, y su entusiasmo por hacer su deber disminuye y se enfría. Luego piensan en marcharse de la casa de Dios para trabajar y ganar dinero a fin de vivir una vida decente; estos pensamientos activos empiezan a surgir. Piensan para sí: “¡Si el dios en el que creo no es el dios verdadero, entonces el hecho de no haber trabajado ni ganado dinero durante todos estos años en los que he creído en dios habrá sido una gran pérdida! No, pensar así es un error. Todavía he de creer de la manera adecuada. He oído a la gente decir que leer más palabras de dios le permitirá a uno entender la verdad, resolver todos los problemas y no volver a ser débil. Sin embargo, he leído las palabras de dios y todavía no he entendido la verdad. ¿Por qué aún me siento negativo? ¿Por qué siempre siento que no tengo energía para hacer mi deber? ¡Dios no está obrando en mí! Tengo muchas dificultades, pero dios no me ha abierto todavía un camino. Por tanto, ¿de veras existe dios o no? Si este es el camino verdadero, dios debería bendecir a las personas que hacen su deber con paz, fluidez y normalidad. Por tanto, ¿por qué hay todavía tan grandes dificultades para predicar el evangelio y cumplir un deber? Aunque sé que el mundo religioso se ha quedado atrás, y creer en dios todopoderoso es entrar en la Era del Reino, ¿por qué no he visto cómo obra el espíritu santo?”. ¿Qué clase de personas son estas? Son personas que no tienen entendimiento espiritual. Leen las palabras de Dios, pero no entienden la verdad. No importa cuánta verdad se comparta, no pueden captar su significado. Siempre perciben las cosas en función de sus nociones y figuraciones, y están constantemente llenas de dudas sobre Dios. ¿Cómo podría una persona así entender siquiera la verdad? Algunas personas ven que predicar el evangelio es bastante difícil, así que piensan: “Si este fuera el camino verdadero, el espíritu santo estaría obrando en gran medida. Acudieran donde acudieran los hermanos y hermanas a predicar el evangelio, lo harían con fluidez y sin impedimentos. Es más, los funcionarios del gobierno empezarían a creer y le darían luz verde a todo. Esto sería de veras la obra del dios verdadero. Sin embargo, al fijarme en los hechos, ese no es el caso en absoluto. No solo es que los presidentes y los funcionarios de varios países de alrededor del mundo no crean en dios, sino que además no apoyan la creencia en dios. En algunos países, los gobiernos incluso persiguen a los creyentes y les impiden creer en dios. Por tanto, ¿es realmente el dios en el que creemos el dios verdadero? No lo sé, es difícil de decir”. Siempre hay un enorme signo de interrogación en su corazón. Cada vez que oyen algún tipo de noticia, para ellos es como un “terremoto” cuyo impacto no es ni enorme ni tampoco imperceptible, lo que los lleva a vacilar. Hay quien dice: “¿El motivo de que siempre vacilen es que llevan poco tiempo creyendo en Dios?”. No es eso; algunas personas han creído durante tres, cinco o incluso más de diez años. ¿Se considera eso poco tiempo? Si alguien hubiera creído durante tres o cinco años durante la obra de la Era de la Gracia, no se consideraría mucho, porque no habían oído las declaraciones de Dios ni Sus palabras en los últimos días; solo comprendían un poco de conocimiento bíblico y teorías espirituales procedentes de la Biblia y de los sermones de las personas. Eso es haber obtenido demasiado poco. Es diferente cuando alguien acepta la obra de esta etapa actual; mientras desempeña su deber y sigue a Dios durante tres años, lo que experimenta, comprende y obtiene sobrepasa lo que alguien podría haber obtenido al creer en el Señor en la Era de la Gracia durante veinte o treinta años o incluso una vida entera. Sin embargo, estas personas que vacilan, incluso después de creer durante tres, cinco o incluso más de diez años, todavía no son capaces de determinar si esta etapa del trabajo la hace Dios o no, e incluso tienen dudas sobre Su existencia. ¿Dirías que tales personas son muy problemáticas? ¿Cuentan con la capacidad para comprender la verdad? (No). ¿Tienen la manera de pensar de la humanidad normal? (No). Son incapaces de comprender la verdad. Sea cual sea la situación que surja en la iglesia, siempre puede causar que vacilen; el signo de interrogación en su corazón desencadena constantes “terremotos” en ellos. Si los anticristos causan perturbaciones en la iglesia y algunas personas se desorientan, o si alguien al que idolatran hace algo que no esperaban —como robar ofrendas o participar en actividades licenciosas— y lo echan, eso provoca vacilación en su corazón y empiezan a dudar de Dios: “¿No es esta la corriente de la obra de dios? Entonces, ¿cómo podrían esas cosas contrarias a la ley ocurrir en la iglesia? ¿Cómo podría dios permitir la aparición de anticristos y personas malvadas? ¿De veras es este el camino verdadero?”. Todo lo que ocurre en la iglesia que va en contra de sus nociones provoca que les surjan dudas y empiecen a cuestionar si este es el camino verdadero, si es obra de Dios y si realmente Él existe. Simplemente no buscan la verdad para contemplar el asunto de la manera correcta. Solo esto basta para demostrar que, de principio a fin, nunca han creído fundamentalmente que esta etapa del trabajo la haga Dios. De principio a fin, nunca han conocido qué es la verdad ni por qué la expresa Dios. Dios ha dicho muchas palabras y ha hecho mucho trabajo; todo esto es obra de Dios. Muchas personas lo han verificado y han adquirido esta certeza, pero rehúsan contemplar los asuntos con base en estas cosas. Siempre se sirven de las perspectivas y el pensamiento humanos para hacer juicios; confían demasiado en sí mismos. Cuando hay algunas lagunas o desvíos en la obra de la iglesia o en la vida de iglesia, o cuando el gobierno reprime y persigue a la iglesia, empiezan a volver a preguntarse: “¿De veras es este el camino verdadero?”. Cuando los anticristos y los falsos líderes aparecen en la iglesia, también empiezan a hacerse preguntas. Dicen: “Mira estos pastores y ancianos en las iglesias religiosas, aman de veras al señor y no hay incidentes con anticristos en sus iglesias. Ese sí que es el camino verdadero. Si lo que tenéis aquí es el camino verdadero, ¿por qué todavía suceden estas cosas?”. Así es como hacen comparaciones. ¿Y cómo hacen otros idiotas las comparaciones? Dicen: “Fíjate en los que creen en dios en la Iglesia de las Tres Autonomías; tienen la aprobación del estado y este incluso les otorga certificados y les concede tierras para construir iglesias. Todo es legítimo y legal. ¿Tenéis vosotros una iglesia pública? ¿Están registradas vuestras iglesias? El estado incluso asigna pastores a la Iglesia de las Tres Autonomías y esos pastores tienen licencia. ¿Cuentan con licencia vuestros líderes y obreros? El estado no permite que creáis en dios; os arresta y persigue. Ni siquiera tenéis un lugar fijo para las reuniones; siempre os reunís en secreto. ¿Es este de veras el camino verdadero? Si lo fuera, ¿por qué tendríais siempre que reuniros para hacer vuestro deber de una manera tan secreta?”. No pueden desentrañar siquiera este asunto. Cualquier situación puede causar que vacilen y desarrollen dudas sobre Dios. Decidme, ¿puede una persona como esta mantenerse firme? (No). Aunque no ha dejado la iglesia de cara al exterior, está al borde del peligro en su corazón. Nunca puede tener certezas sobre el trabajo de Dios y las verdades que Él expresa, y siempre medio cree medio duda; esto hace que sea imposible para ella tener verdadera fe. No es capaz de ver que todas las persecuciones, la represión y los arrestos que han acontecido durante todos estos años de la obra de Dios han sido bajo Su soberanía y que todo recae sobre las instrumentaciones y las disposiciones de Dios. Por tanto, tiene nociones y es capaz de cuestionar si Dios puede ser soberano sobre todas las cosas. Siempre cree que todo el trabajo de la casa de Dios lo hacen los humanos, es incapaz de ver siquiera la menor señal de las acciones de Dios. ¿Acaso no es un incrédulo? Si tal persona es un nuevo creyente en Dios desde hace solo seis meses o un año y no ha captado con claridad diversas verdades, es entendible que tenga dudas y vacile cuando ve cosas que van en contra de sus nociones. Sin embargo, algunas personas han creído en Dios durante varios años, han escuchado muchos sermones y les han compartido la verdad cuando se han encontrado con dificultades. En su momento, entendieron lo que oyeron doctrinalmente. Después, sin embargo, cuando se vuelven a enfrentar a los asuntos, todavía cuestionan a Dios y Su obra. Esto demuestra que tales personas no tienen capacidad para comprender la verdad, carecen del pensamiento propio de la humanidad normal y no cumplen con el estándar de ser humano.
¿Cómo hay que lidiar con las personas que vacilan? En cuanto a humanidad, estas personas no cuentan como malvadas, sino que de hecho son un tipo de persona problemático, dado que carecen de la capacidad para comprender la verdad y no tienen el pensamiento de la humanidad normal. Lo que es más importante, no pueden siquiera confirmar las muchas verdades que Dios ha expresado ni saben si estas palabras son la verdad o si son la expresión de Dios y Su obra. A juzgar por su capacidad de comprensión, ¿qué clase de personas son estas? Es acertado decir que son incrédulas y atolondradas. Aunque las personas de esta clase no han cometido ninguna maldad obvia y no se las clasifica como malvadas, dado que son atolondradas hasta este punto y pueden hacer multitud de cosas que causen trastornos y perturbaciones, ¿acaso no son unas inútiles? (Sí). Da igual cuánto tiempo hayan creído en Dios o cuántos sermones hayan escuchado, no pueden entender la verdad. No les es posible siquiera confirmar la existencia de Dios ni Su soberanía. ¿Qué clase de calibre es este? Estas personas no tienen en absoluto ninguna capacidad para comprender la verdad. Son de calibre muy escaso, o hasta se podría decir que no tienen calibre en absoluto; son unas inútiles descerebradas. Decidme, ¿qué deber pueden hacer los inútiles? (No pueden hacer ninguno). No pueden hacer ningún deber y siempre dudan y vacilan. Por tanto, ¿cómo se debería tratar a las personas como estas y lidiar con ellas? La manera más apropiada de lidiar con ellas es no dejar que hagan ningún deber. Aunque pidan hacer un deber, no hay que permitírselo. ¿Por qué no? Porque, una vez que una persona así empieza a hacer un deber, en especial cuando ha soportado adversidades y pagado algún precio, tarde o temprano querrá ajustar cuentas con la casa de Dios. Si la arrestan o se enfrenta a desastres naturales o a calamidades que son obra del hombre, lamentará haberse gastado para Dios; se quejará extremadamente e irá por ahí esparciendo comentarios como: “He sufrido mucho por la obra de la iglesia y por hacer mi deber. He comido mucho menos, he dormido mucho menos y he ganado mucho menos dinero. ¡Si no hubiera llevado a cabo un deber, podría haber metido en el banco el dinero que he ganado y habría generado intereses! He corrido muchos riesgos; ¿cuánto vale cada hora de riesgo? ¿Cuánto vale la mano de obra?”. Intentarán ajustar cuentas económicas con la casa de Dios e incluso amenazarán con denunciarla si no les da una compensación. ¿Acaso dejar a personas como estas hacer un deber no causa infinitos problemas? Tratar con individuos tan rastreros llevará a un enredo que es imposible de resolver. Da igual cuántas cosas manejen para la iglesia, guardan en su corazón una pequeña libreta de cuentas donde registran con claridad todas y cada una. Hagan lo que hagan por la iglesia, nunca lo hacen voluntariamente. Su falta de voluntad les hace querer ajustar cuentas. ¿Esto a qué se debe? A que en su corazón no reconocen la existencia de Dios ni creen en ella. No reconocen que las palabras de Dios son la verdad ni que Su obra pueda salvar a las personas. Por tanto, ¿qué clase de recompensa les bastaría para sentirse satisfechos con haber pagado un poco de precio, sufrido un poco, hecho algún deber y gastado algunos recursos humanos y materiales para el supuesto dios que se imaginan en su mente? Si no recibieran nada a cambio, ¿estarían satisfechos? Si un día se dan cuenta de que han sido descartados por no perseguir la verdad, ¿cuáles serán las consecuencias? Pensarán que tanto la casa de Dios como los líderes y obreros los han engañado, y que se los mantuvo en la ignorancia y cayeron víctimas de una estafa. Entonces, tendrán una rencilla con la casa de Dios y exigirán compensación, prolongando las cosas infinitamente. ¿Crees que la casa de Dios querría enredarse con tal persona? ¡La casa de Dios no hará nunca algo tan estúpido! El pueblo escogido de Dios hace su deber para cumplir la responsabilidad de los seres creados; se trata por completo de su propia elección, algo que están dispuestos a hacer. La casa de Dios nunca fuerza ni obliga a nadie. Sin embargo, una vez que los incrédulos empiecen a cumplir un deber, es solo cuestión de tiempo que surjan problemas. Cuando estén de mal humor, no cabe duda de que empezarán a refunfuñar y quejarse, a decirles a los demás: “Habéis hablado todos muy bien y me habéis engañado al decir que creer en dios me permitiría obtener la verdad y la vida eterna. Sin embargo, ninguno de vosotros mencionó que habría anticristos en la iglesia que desorientan a las personas, personas malvadas que trastornan y perturban la obra de la iglesia o que esta echaría o expulsaría a gente. ¡Nunca me dijisteis que sucederían ninguna de estas cosas en la iglesia!”. Incluso puede que entonces den un giro y te acusen, diciendo: “Nunca me has explicado estas cosas con claridad. Solo os he seguido en la creencia en dios y en hacer mi deber. En consecuencia, ahora no tengo expectativas en el mundo; me habéis impedido que gane un montón de dinero. ¡Tenéis que compensarme las pérdidas!”. ¿No te parece repugnante cuando empiezan a ajustar cuentas contigo? ¿Estarías dispuesto a enredarte con ellos? (No). ¿Quién podría ponerles las cosas claras a los que son así? No aceptan la verdad, no son capaces de ver la existencia de Dios ni de percibirla por medio de sus experiencias. Decidme, ¿quién podría meterles este hecho en la cabeza? Nadie. No tienen la facultad de aceptar la verdad, así que pedirles que la persigan sería complicarles las cosas, los estaría poniendo en una situación difícil; hacer esto simplemente no es realista. Creen en Dios solo para recibir bendiciones. En cuanto hacen un poco de deber, exigen una recompensa. Si no consiguen lo que quieren, empiezan a proferir insultos: “¡Me han engañado y estafado! ¡Sois todos unos fraudes!”. Decidme, ¿querríais soportar que os llamaran todo eso? (No). ¿Quién los engañó? ¿No será que ellos mismos tienen ambiciones y deseos y quieren recibir bendiciones? ¿No creían en Dios precisamente para recibir bendiciones? Ahora no han recibido bendiciones, pero ¿no se debe eso a que no persiguen la verdad? ¿No es ese su propio problema? Ni siquiera creen en Dios, pero siguen queriendo recibir bendiciones de Él; ¿cómo podría ser tan fácil recibir bendiciones? ¿No se explicaron estos asuntos con claridad mucho antes de que empezaran a cumplir un deber? (Sí). Sin embargo, ¿puedes razonar con ellos? No puedes, solo te dirán que los has engañado. Dime, en la casa de Dios, con independencia de cuánto tiempo hayan creído en Él los hermanos y hermanas, ¿quién entre ellos no está haciendo su deber voluntariamente? Aunque hay algunos casos infrecuentes en los que los hijos no creen en Dios y sus padres o parientes los arrastran a creer y cumplir un deber, siguen siendo muy pocos. Aunque tus padres te arrastren a ello, es por tu propio bien, eso deberías entenderlo. Pero es tu familia la que te arrastra, no son los hermanos y hermanas de la casa de Dios los que te arrastran o te fuerzan. Creer en Dios y cumplir un deber son cosas del todo voluntarias. Ahora mismo, cualquiera que quiera marcharse puede hacerlo; las puertas de la casa de Dios siempre están abiertas. Sin embargo, una vez que te marches, no será fácil volver. A aquellos que hacen un deber a tiempo completo en la casa de Dios se los selecciona con cuidado, no se acepta a cualquiera. Hay estándares requeridos y principios, y solo aquellos que cumplan con las cualificaciones pueden quedarse en la iglesia en la que el deber es a tiempo completo. La gente que vacila piensa: “No me explicasteis ese asunto tan importante con claridad. En aquel momento solo cumplía el deber porque estaba confuso”. ¿Qué fue lo que no se explicó con claridad? Los hermanos y hermanas comparten la verdad juntos todos los días mientras hacen su deber; si estas personas no lo han entendido es porque son unas atolondradas y están ciegas. No pueden culpar a nadie más de ello. Sin embargo, no van a razonar contigo respecto a esto; solo sienten que han sufrido una gran pérdida y quieren ajustar cuentas y discutir con la casa de Dios. ¿Acaso no son irrazonables y repugnantes hasta el extremo? Por tanto, una vez que conocéis su verdadero rostro y veis con claridad que son atolondradas, completamente inútiles, que no pueden hacer ningún deber y están constantemente centradas en recibir bendiciones, con el corazón consumido por pensamientos de obtener bendiciones, y que lo único que saben es que cumplir un deber puede traer bendiciones, la salvación, la entrada en el reino y la inmortalidad, y solo conocen estas pocas frases sin entender nada más —sin saber qué es la verdad, cómo practicarla o cómo someterse a Dios—, entonces, aunque quieran cumplir un deber o pidan hacerlo, ¿se puede organizar que lo hagan? (No).
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