Las responsabilidades de los líderes y obreros (28) Parte 4

M. Tener un trasfondo complicado

Vamos a echar un vistazo a la siguiente manifestación: tener un trasfondo complicado. ¿Qué tipos de personas pensáis que tienen trasfondos complicados? (Algunas personas están involucradas tanto en el submundo criminal como en los círculos legales, y sus trasfondos sociales son relativamente complicados; ¿pueden clasificarse en esta categoría?). Cuando hablamos sobre trasfondos complicados, nos referimos sin duda a las personas de mundo. ¿Cuál es la forma de comportarse típica de las personas de mundo? La de sentarse, cruzar las piernas y empezar a hablar sin parar; divagan sobre todo lo habido y por haber y son capaces de cotorrear durante un rato sobre temas nacionales e internacionales, pero ni una sola palabra de lo que dicen es cierta; todo es palabrería que o bien es inventada o simplemente imaginada. Los fanfarrones no son necesariamente aquellos que tienen trasfondos sociales complicados. Puede que sean simples gandules y mera gente corriente; son grandilocuentes dondequiera que van, hablando sobre cosas elevadas nada realistas para desorientar a las personas y hacer que los demás los tengan en alta estima, y no tardan mucho en echar por tierra su reputación. ¿Qué clase de personas tienen trasfondos complicados? Por ejemplo, algunas se unen a un partido político en la sociedad, pero después de intentarlo durante varios años, no obtienen ningún estatus. Entonces se unen a otro partido y al final se las arreglan para conseguir un puesto de líder de nivel inferior o de funcionario de bajo rango. Tienen conexiones sociales particularmente complicadas. Nadie puede decir con seguridad si las personas con las que se asocian son sus amigos o sus enemigos; ni siquiera su propia familia lo sabe, solo ellas mismas. ¿Acaso no tienen estas personas trasfondos complicados? (Sí). Estas personas tienen trasfondos complicados desde el punto de vista político. Hoy apoyan a este partido, mañana a ese otro; hoy apoyan a una persona para que salga elegida, y mañana a otra. En resumen, nadie sabe qué piensan de verdad. No les dicen a las personas corrientes a quién apoyan exactamente o cuáles son su línea política o sus objetivos políticos concretos; son particularmente reservadas en lo relativo a estas cosas, y la gente corriente —incluso sus propias familias— desconoce tales cuestiones sobre ellas. Sin embargo, son especialmente apasionadas respecto a la política y tienen algunas amistades y conocidos en la escena política, lo que sucede es que de momento no han logrado sus ambiciones. Después de que esta clase de personas entren en la iglesia, ven que los hermanos y hermanas son solo personas corrientes que no entienden de política ni participan en ella, y en su corazón desdeñan a aquellos que de veras creen en Dios. No obstante, siempre quieren explotar la fama de la iglesia en el mundo religioso y en la sociedad o aprovecharse de la influencia de la iglesia para hacer lo que quieren, para satisfacer sus desmedidos deseos o dar total rienda suelta a sus ambiciones políticas; es decir, quieren esconderse en la iglesia y esperan la oportunidad adecuada, de modo que puedan servirse de la comunidad de la iglesia o de ciertas personas, acontecimientos y cosas en ella para cumplir sus objetivos políticos. ¿Puede considerarse que este tipo de personas tengan un trasfondo complicado? (Sí). Los pensamientos, los principios para gestionar los asuntos, las diversas tácticas y las estrategias y los métodos para hablar que utilizan aquellos que participan en la política son cosas que la gente corriente no puede alcanzar a ver. En particular, los jóvenes o aquellos sin experiencia social no pueden alcanzar a verlos en absoluto. Para estas personas con trasfondos complicados desde el punto de vista político, aquellos sin conocimientos de política son juguetes en sus manos a quienes menosprecian por completo. Por aportar un ejemplo poco preciso, en el reino animal, las criaturas más astutas son las serpientes, los zorros y los tigres. Desde su óptica, los animales como las ovejas, los conejos, los ciervos y los perros son unos necios. La gente con trasfondos políticos ve a la mayoría de los hermanos y hermanas de la misma manera que los animales astutos, como los zorros y las serpientes, ven a los animales ingenuos, como las ovejas, los ciervos y los perros. Pueden ver a los hermanos y hermanas con claridad, pero los hermanos y hermanas no pueden desentrañarlos a ellos. Por tanto, ¿cómo podemos discernir a las personas con trasfondos complicados desde el punto de vista político? Aquellos que están involucrados en la política han puesto su corazón en la política y el poder. Mientras les guste el poder e involucrarse en la política, tarde o temprano participarán en ella; no pueden mantenerse ocultos en la iglesia para siempre. Cuando se dejen en evidencia a sí mismos, entenderás esto: “¡Así que resulta que creen en Dios con propósitos políticos! Tienen un trasfondo político y no creen sinceramente en Dios. ¡Su intención es otra al creer en Dios!”. Cuando esas personas entran en la iglesia por primera vez, se esconden especialmente bien, asisten a reuniones y hacen su deber con normalidad. Sin embargo, llegado el momento idóneo, intentarán servirse de la iglesia para hacer lo que quieren, y sus deseos desmedidos y su verdadero rostro quedarán en evidencia de forma natural. Solo entonces los hermanos y hermanas podrán percibir que son incrédulos. Una vez puestos en evidencia, se hace muy fácil discernirlos. Por ejemplo, cuando un lobo se viste con piel de cordero y se mezcla con el rebaño, puede que no seas capaz de discernir si es un lobo o un cordero, pero cuando se empiece a comer a los corderos, discernirás que es un lobo. Aquellos que están involucrados en la política son todos unos incrédulos que se han infiltrado en la iglesia. Cuando estas personas intenten desorientar y atraer a los hermanos y hermanas para que se unan a algún partido político y participen en la política con ellos, verás que su fe en Dios es falsa y que su verdadero objetivo es dedicarse a la política; da igual lo complicado que sea su trasfondo, habrá salido a la luz y quedado al descubierto. Llegado este punto, la gente será capaz de discernirlas. Este es un tipo de persona que tiene un trasfondo complicado: aquellos con trasfondos complicados desde el punto de vista político.

Hay otro tipo de persona que pertenece a la categoría de aquellos que tienen trasfondos complicados. Algunas personas en la sociedad no se mantienen en el lugar que les corresponde ni viven vidas decentes, sino que les gusta asociarse con individuos turbios. Entre estos individuos se incluye, por ejemplo, a aquellos que cometen falsificaciones y fraudes o a miembros del submundo criminal; aquellos con estatus, fama y prestigio en la sociedad, que en apariencia son funcionarios del gobierno o gente de negocios, pero siempre participan en actividades ilegales y criminales entre bambalinas, en connivencia con determinados funcionarios o miembros del submundo criminal para traficar con armas de fuego, drogas u otros artículos de contrabando prohibidos por el estado; así como aquellos que han sido condenados y encarcelados en múltiples ocasiones y han cometido algunas acciones malvadas, como saqueos de tumbas, violaciones, agresiones sexuales, o incluso tráfico de personas o contrabando de seres humanos. La gente de este tipo que tiene trasfondos complicados se asocia con esta clase de individuos y además entabla relaciones particularmente cercanas con ellos. Se llaman “hermano” mutuamente, se utilizan el uno al otro y hacen cosas el uno por el otro. De cara al exterior, estas personas no realizan ninguna acción malvada evidente ni cometen hurtos, robos o asesinatos ni provocan incendios, pero todos los grupos con los que se asocian y los círculos en los que se mueven están formados por estos individuos indecentes. ¿Acaso no da también bastante miedo esta clase de personas? (Sí). Se asocian con estos individuos para invertir en negocios y, cuando su socio hace algo ilegal y necesita de su ayuda, le ofrecen asistencia. Si bien puede que no sean los principales culpables, sí son sus cómplices. Se podría decir que esta clase de persona bordea a menudo los límites de la ley. ¿Qué significa “bordear los límites de la ley”? (Significa que a menudo participan en actividades que potencialmente podrían estar quebrantando la ley). Eso por un lado. Asimismo, a menudo explotan lagunas legales, y todas las cosas en las que se involucran son cuestiones importantes. Si alguna vez los atrapan, aunque sea como cómplices, podrían ser condenados a 10 o 20 años, o bien enfrentarse a enormes multas. ¿No diríais que este tipo de personas son problemáticas? (Sí). Nunca las has visto cometer una acción malvada evidente ni matar a nadie, provocar un incendio ni engañar o incriminar a nadie, sin embargo, cuando aquellos que se llenan los bolsillos ilegalmente y vulneran la ley tanto en el submundo criminal como en los círculos legales participan en actividades ilegales para sacar enormes beneficios, esta clase de personas también se llevan un porcentaje del botín y un pedazo del pastel. ¿Consideraríais que tienen un trasfondo complicado? (Sí). ¿Sería bueno que permanecieran en la casa de Dios? (No). Se asocian tanto con el submundo criminal como con los círculos legales y, no solo eso, además participan en actividades ilegales; este es un trasfondo complicado. Si se asociaran con algunos funcionarios del gobierno y dicha asociación e interacción fueran normales, eso sería aceptable. Sin embargo, si la gente con la que se asocian son personajes negativos implicados en diversas actividades ilegales y criminales, eso es muy problemático y, tarde o temprano, algo saldrá mal. A esta clase de personas les gusta asociarse con esa gente; se suben también a su carro, pues confían en su influencia para hacer dinero, hacerse ricos y vivir una buena vida. ¿Se las puede considerar buenas personas entonces? (No). La gente dice a menudo: “Dios los cría y el viento los amontona”. Les es posible asociarse tanto con miembros del submundo criminal como de los círculos legales, ¿a ti te parece que son personas decentes que se atienen al lugar que les corresponde? (No). Desde luego que no. Se asocian con estos individuos, por un lado, porque tal vez les resultan de utilidad; pueden ocuparse de ciertas tareas para aquellos con los que se asocian. Por otro lado, se debe a que les gustan las personas con las que se asocian, tanto las del submundo criminal como las de los círculos legales. Todas las habilidades, capacidades e influencia de esas personas, así como todos los beneficios que les aportan, son cosas que necesitan y de las que disfrutan. Por tanto, ¿qué clase de personas son? (No son personas decentes). Solo podemos expresarlo de este modo. Son de la misma calaña que aquellos con los que se asocian; todos se utilizan los unos a los otros. En este mundo no hay muchas personas que puedan hacer cosas por ti o confiar por completo en ti y ser tus amigos, pero existen. No hay necesidad de asociarse con esta clase de individuos. Este tipo de personas se asocian con ellos, por un lado, porque se llevan bien debido a sus cualidades en común de vileza y son tal para cual. Por otro lado, es porque estas personas llegarán hasta donde haga falta en aras de sus propios intereses y de su supervivencia en el mundo secular, y no tienen principios en absoluto en lo que respecta a asociarse con la gente ni en nada de lo que hacen. Los no creyentes incluso dicen: “A un caballero le encanta la riqueza, pero la adquiere de manera apropiada”, y consideran esto como su estándar mínimo. Con independencia de si pueden estar a la altura de este estándar mínimo o no, en cualquier caso, esta se considera una filosofía relativamente noble para sobrevivir entre la especie humana. Sin embargo, este tipo de personas que tienen trasfondos complicados es gente sin escrúpulos que no discrimina en lo que respecta a asociarse con los demás con tal de satisfacer sus propios intereses y de obtener beneficios; mientras puedan obtener beneficios de ello, se asociarán con cualquiera. Es más, están muy orgullosos de poder asociarse con esas personas y piensan que los métodos que ellos mismos usan para asociarse con la gente son geniales. Por tanto, ¿cómo deberíamos considerar a esta clase de personas? Están involucradas tanto en el submundo criminal como en círculos legales; este es un trasfondo complicado. ¡Esta clase de personas dan mucho miedo! ¿Es real el rostro que muestran? No, siempre llevan una máscara. Nunca puedes desentrañarlas ni saber lo que piensan para sus adentros. Llevan una máscara cuando se asocian contigo, e incluso acechan entre los creyentes en Dios. Son como un diablo que se mezcla entre la multitud, o un zorro o un lobo que se cuela en un rebaño de ovejas. ¿Te hace esto sentirte seguro? (No). ¿Por qué dices eso? La base para decir eso es su naturaleza astuta, cruel y perversa; intrigan constantemente contra ti —es como si hubiera siempre un par de ojos furtivos y perversos detrás de ti, vigilando todos tus movimientos— y se limitan a esperar la oportunidad de destruirte y devorarte. ¿Acaso no es aterrador? (Sí). La sensación que te produce este tipo de personas nunca es de seguridad, porque su naturaleza y su trasfondo siempre te hacen sentir que son una amenaza para ti. ¿Qué clase de amenaza? Con ellas cerca, sientes todo el tiempo que podrían intrigar contra ti, jugar contigo y ponerte trampas en cualquier momento y lugar, y que nunca sabes cuándo podrían utilizarte o hacerte daño, y acabar muerto o arruinado a manos de ellas. Por eso no se debería tener cerca a tales personas en absoluto. Decidme, ¿no son así las cosas? (Sí). Por ejemplo, si se pone a un lobo en un rebaño de ovejas, ¿se está protegiendo a estas o se las está llevando a la ruina? (Se las está llevando a la ruina). De acuerdo con la naturaleza del lobo, este nunca permanecerá junto a las ovejas ni protegerá su seguridad, porque, en su mente, las ovejas son su alimento y, cuandoquiera o dondequiera que tenga hambre, se las comerá; no le dan pena las ovejas y no les perdonará la vida. Un lobo no tiene las facultades de un perro. Si un perro se cría con ovejas, las considera algo a lo que proteger, y cuando venga un lobo a atacarlas o comérselas, el perro dará un paso al frente para pelear, asumiendo la responsabilidad de proteger a las ovejas como su deber ineludible; los perros simplemente tienen esta cualidad innata. Sin embargo, los lobos son diferentes; es una cualidad innata de los lobos querer comerse a las ovejas. Cuando una persona de esta clase que tiene un trasfondo complicado se infiltra en la iglesia, sucede lo mismo que cuando un lobo se infiltra en un rebaño de ovejas: cuando el lobo no tenga hambre, puede que no suponga un peligro para las ovejas, pero cuando esté hambriento, las ovejas acabarán siendo su alimento, y este es un hecho que nadie puede cambiar. Esto viene determinado por su naturaleza. Para resolver el problema de que el lobo se coma a las ovejas, debes darte prisa en identificar al lobo. Una vez que identifiques quién es el lobo con piel de cordero, debes deshacerte de él de inmediato; no vaciles ni le muestres misericordia alguna. A la gente de esta clase que tiene trasfondos complicados se la debe tratar con cautela. Si descubres que están haciendo el mal y perturbando a la iglesia, no debes mostrarles ninguna cortesía en absoluto. Has de decirles: “Eres una persona de mundo y no eres apta para creer en Dios. Elegiste el lugar equivocado al venir a la casa de Dios; este lugar no es el correcto para ti. Deberías perseguir tus propias expectativas en la sociedad. Los creyentes en Dios solo leen las palabras de Dios, hablan sobre la verdad y hacen su deber para satisfacer a Dios; no participan en tramas ni intrigas, ni tampoco en la política. Aquí no puedes ascender de rango ni hacerte rico, ni tampoco vivir una vida que sea superior a la de los demás. Da igual el tiempo que merodees por aquí, no será más que tiempo perdido”. De este modo, se convencerán para marcharse, ¿verdad? (Sí). Algunas personas con complicadas conexiones sociales no son necesariamente personas malvadas ni han cometido ninguna gran maldad, pero no aceptan la verdad en absoluto y pertenecen de veras a la categoría de los incrédulos. Tratar de que tales personas crean de manera genuina en Dios y persigan la verdad es como intentar convertir a un lobo en un cordero; es imposible. Por mucho tiempo que un lobo se vista con piel de cordero, seguirá siendo un lobo; nunca se convertirá en cordero. Así son las cosas. Por tanto, que la gente así crea en Dios es simplemente una broma; ¡tocan a la puerta equivocada al creer en Dios!

Hay otro tipo de personas que tienen un trasfondo complicado. Aunque creen en Dios, mantienen una relación cercana con algunos de los líderes religiosos, funcionarios o personas con estatus de otras confesiones. Les gusta asociarse con ellos y a menudo asisten a actividades religiosas de diversas confesiones; establecen contacto y amistad con estas personas, se utilizan mutuamente y hacen cosas las unas por las otras. De cuando en cuando, ya sea de manera intencionada o no, incluso revelan cierta información interna de la iglesia sobre trabajos relativos a asuntos generales o las tareas del personal a tales individuos. Esta es una cuestión muy problemática. El hecho de que simplemente interactúes con personas en la religión o te resulte imposible mantenerte alejado de esos recintos religiosos, así como que te guste participar en diversas actividades festivas y ceremonias religiosas, es aceptable. Sin embargo, no deberías revelar el trabajo de la iglesia ni información sobre los hermanos y hermanas en estos contextos. Por ejemplo, no deberías revelar asuntos como que cierta persona ha aceptado al “Relámpago Oriental”, qué deber hace dicha persona en la Iglesia de Dios Todopoderoso, dónde vive y con quién suele asociarse. Si revelas estas cosas, eso demuestra que eres muy inmoral. Si alguien informa de esto al gobierno, las consecuencias serán inimaginables. Si mantienes una relación muy estrecha con personas en la religión o tienes algunos intereses entrelazados con ellas o habéis intercambiado favores, entonces, como mucho, se puede considerar que tienes un trasfondo complicado. Sin embargo, si en secreto haces algunas otras cosas, como revelar los arreglos del trabajo de la casa de Dios o los asuntos internos de esta, o bien información personal de los hermanos y hermanas, entonces esto adquiere la naturaleza de traición y se condena. En particular, algunos hermanos y hermanas no quieren que otros conozcan su situación ni que esta se revele, ya sea porque han sido arrestados en el pasado o porque en la actualidad están incluidos en una lista de buscados, sin embargo, esta clase de persona con un trasfondo complicado ve esta información como algo que intercambiar por ciertos beneficios o simplemente como algo poco importante, así que la revela, lo que causa problemas a esos hermanos y hermanas. Si la casa de Dios descubre lo sucedido, no dejará de ninguna manera que esa persona se libre tan fácilmente; hay que depurar de inmediato a la gente así. En el contexto social donde se persigue a las personas por creer en Dios, es difícil que los creyentes tengan incluso la oportunidad de hacer un deber, y es algo que cada persona aprecia de veras. Nadie quiere que aparezcan riesgos potenciales en su cumplimiento del deber debido a otros o a su propia necedad. Por tanto, si alguien acarrea riesgos potenciales al desempeño de los deberes de los hermanos y hermanas o a la seguridad personal de estos, o bien coloca obstáculos en la senda de creer en Dios de los demás, la casa de Dios no dejará que se libre tan fácilmente. Una vez que la casa de Dios lo descubra, lo echará o expulsará de inmediato, ¡no se refrenará en absoluto! Si se defiende a sí mismo con justificaciones y excusas y diciendo: “Me fui de la lengua de manera momentánea porque no estaba prestando atención”; no debes para nada creértelo; tales excusas no se sostienen. ¿Por qué no les habló a los demás sobre sus propios asuntos familiares? ¿Por qué en su lugar habló sobre los asuntos de los hermanos y hermanas? Está claro que alberga malas intenciones. Reveló el trabajo de la iglesia e información sobre los hermanos y hermanas; si esto conlleva problemas para los hermanos y hermanas, ¡entonces se le debería maldecir! ¿No se debería maldecir a las personas que son así? (Sí). En el transcurso de la difusión por parte de la iglesia del trabajo evangélico, es inevitable que se unan a la iglesia algunas personas de este tipo. Estas no tienen escrúpulos respecto a vender a la iglesia, a los hermanos y hermanas e incluso los intereses de la casa de Dios. Se asocian con toda clase de personas en privado y su propósito al hacerlo no es puro. Cuando interactúan con estas personas, incluso se van de la lengua, les cuentan toda la información interna de la iglesia que conocen, no se callan nada, y esto al final conlleva problemas para los hermanos y hermanas y para la iglesia. La culpa de esto debería recaer sobre aquellos que hablan de más. Algunos puede que digan que no lo hicieron de manera intencionada, pero aunque fuera así, eso no lo convierte en aceptable. Si no fue intencionado, ¿por qué en su lugar no te perjudicaste a ti mismo? ¿Por qué perjudicaste exclusivamente a los demás? Has causado problemas a la iglesia y a los hermanos y hermanas, este es un hecho probado. Por tanto, la culpa debería recaer sobre ti. Si mataste a alguien y luego dijiste: “No fue mi intención, nunca pretendí matarlo, no tenía esa idea en mente”, ¿te declararía inocente la ley solo por esa afirmación? (No). Aunque estuvieras diciendo la verdad, sería inútil. El hecho es que has matado a alguien y, legalmente, hay pruebas concluyentes de ello, así que se te debe declarar culpable según los hechos. Cometiste el delito de asesinato, así que eres un asesino, y por mucho que te justifiques, eso no te ayudará. Algunas personas causan problemas a menudo a la iglesia mediante sus acciones, y a veces dichos problemas son significativos, no solo resultan en el arresto y encarcelamiento de los hermanos y hermanas, sino que además afectan gravemente al trabajo de la iglesia. La casa de Dios no permitirá que esas personas queden libres de culpa en ningún caso; expulsará a todas las que atrape y las maldecirá. ¡La casa de Dios no se refrenará para nada! Si estas cosas hubieran ocurrido en la Era de la Ley, se habría sacado a rastras a los malhechores y se les habría dado una paliza mortal a varazos o se les habría apedreado hasta la muerte; así era como había que resolver este tipo de casos. Ahora, dado que eso no forma parte de los decretos administrativos de la casa de Dios, se los expulsará, y los hermanos y hermanas los maldecirán colectivamente. No existe la posibilidad de que reciban bendiciones ni la salvación; ¡se los debe mandar al infierno y castigar!

Hay otro tipo de personas con un trasfondo complicado; vienen a la iglesia para llevar a cabo misiones especiales. A algunos individuos de esta clase los envían los gobiernos, mientras que a otros les asignan misiones ciertos grupos religiosos o sociales. Por ejemplo, estas misiones pueden incluir la vigilancia de los hermanos y hermanas y la iglesia o la indagación sobre los diversos aspectos de la obra de la iglesia y sobre sus arreglos del trabajo para diferentes periodos. Con independencia de cuál sea su misión, en cualquier caso, desde nuestra perspectiva, esta clase de persona tiene un trasfondo complicado. La mayoría de estas personas con trasfondos complicados son incrédulos; son aquellos que no aceptan la verdad en absoluto. Son diferentes de aquellos con poca fe, escaso calibre o muchas nociones; la fe de estos últimos es sincera, mientras que existe un serio problema con aquellos que tienen trasfondos complicados. Consideremos primero lo siguiente: ¿qué clase de humanidad tienen tales personas? (Tienen mala humanidad, son perversas y pertenecen a la banda de Satanás). Por tanto, ¿qué clase de personas son? (Son diablos). Eso es, has dado en el clavo: son diablos que se infiltran en la iglesia. Son personas que se infiltran en la iglesia y viven en las sombras mientras albergan diversas intrigas y propósitos. Tales personas son diablos. Cuando entran en la iglesia no albergan buenas intenciones desde el principio. Con independencia de quién les hiciera el encargo —puede que a algunas se lo encargaran los gobiernos o ciertos grupos, mientras que a otras puede que no se lo encargara nadie en absoluto y simplemente desean infiltrarse en la iglesia por su cuenta—, esas personas son puramente gente de mundo. Se relacionan con una amplia gama de personas y mantienen relaciones interpersonales y conexiones sociales complejas; tienen trasfondos complicados. “Trasfondos complicados” significa que sus conexiones sociales, relaciones interpersonales y entornos de vida son especialmente impuros y distan de ser simples; no son como la gente corriente que solo intenta ganar dinero y vivir una buena vida. El papel que estas personas desempeñan en la sociedad es el de aquellos que sobresalen, el de líderes o personajes relativamente excepcionales dentro de los diversos círculos y grupos; son la clase de personas a las que los no creyentes se refieren como “individuos capaces” o “gurús”. Estén donde estén, no se atienen al lugar que les corresponde ni son personas decentes. Tanto si buscan oportunidades para conseguir ganancia personal o poder, como si desean controlar a los demás en distintos grupos y círculos, ese es su propósito y el objetivo de su existencia. Con independencia de en qué iglesia se hallen, su mentalidad es como la de un diablo, siempre con ansias de mover ficha, con el deseo de controlar las situaciones, las personas y el dinero y de ostentar influencia y poder. Estas son las manifestaciones de esta clase de personas. Por tanto, al margen de si tales personas tienen una misión o de si esta les ha sido encargada por el gobierno o cualquier grupo social, no les es posible en absoluto atenerse al lugar que les corresponde después de llegar a la iglesia. Aunque no tengan ninguna misión y aunque la iglesia o los hermanos y hermanas no sean objetivos de los que se aprovechen, no son personas que quieran de veras creer en Dios, y desde luego no creen en Su existencia. Su propósito al unirse a la iglesia no es para nada puro; cuando menos, hay una cosa muy realista para ellas: “subirse al carro del éxito de la iglesia” y esperar la oportunidad de llevar a cabo su propia agenda. Si no logran sus objetivos y se frustran sus deseos, es probable que abandonen la iglesia en cualquier momento. Su modo de buscar oportunidades es esperar el momento oportuno para atacar; si hay alguien del que se puedan aprovechar o un momento adecuado que pueda permitirles hacer realidad sus objetivos, ambiciones o aspiraciones, de ninguna manera dejarán que se les escape esa persona o ese momento. Si no logran nunca encontrar una oportunidad, se desalientan y se decepcionan, y quieren marcharse de la iglesia. Por tanto, esta clase de personas también son un tipo de individuos peligrosos dentro de la iglesia y se las debe discernir y mantener a distancia. Otro principio más importante es que, si no estás seguro de cuál es el trasfondo de una persona o tienes la vaga sensación de que su trasfondo es muy complicado, entonces, como líder u obrero, al menos deberías saber que a esa persona no se le puede asignar una posición importante ni permitirle tener estatus o poder, así como tampoco permitirle cumplir con ningún trabajo importante dentro de la iglesia. Si no puedes desentrañar a este tipo de personas, entonces puedes observarlas, pero en ningún caso debes actuar con prisas ni de manera prematura. Si les concedes estatus o incluso las haces responsables de un trabajo importante antes de haberlas desentrañado, ¡estarás siendo necio hasta el extremo! Cuanto menos puedas desentrañarlas, menos deberías encomendarles un trabajo importante, más cauto deberías ser, más de cerca deberías vigilarlas y más rigurosamente deberías supervisarlas. De hecho, tenga o no una misión, al final la gente de esta clase, con trasfondos complicados, no se queda mucho tiempo en la iglesia. Esto es porque, en el corazón, estos incrédulos sienten repugnancia por los asuntos de fe. Los ateos no creen que Dios exista ni están interesados en nada relativo a Dios, Su obra o Su expresión de la verdad. Investigan continuamente: “¿Existe algún beneficio en creer en dios? ¿Puedo ganar mucho dinero y hacerme rico con ello? ¿Puedo usar mis intrigas y mis engaños aquí como hago en el mundo?”. Al ver que la casa de Dios no promueve estas cosas, sino que siempre habla sobre ser personas honestas, y que cualquiera que es negligente o se muestra poco centrado al hacer su deber suele ser podado, siente repugnancia, infelicidad y falta de libertad en la casa de Dios, y siempre quiere buscar una oportunidad para marcharse. Si alguien es de veras un cordero de Dios, uno de Sus escogidos, no se cansará de escuchar las verdades que se discuten con frecuencia en el transcurso de la fe en Dios, aunque se debatan durante 20 o 30 años; podría escucharlas toda su vida y aun así le parecerían como nuevas. Mientras más escucha, más claras tiene las verdades; mientras más escucha, más se nutre su corazón; mientras más escucha, más ansía la verdad. Aunque tuviera que escuchar estas palabras todos los días, estaría dispuesto a hacerlo. En particular, cuando oye testimonios vivenciales que le sirven de ayuda, se siente tan bendecido y satisfecho como si hubiera disfrutado de un gran festín, más feliz que si hubiera encontrado un lingote de oro. En el caso de estos incrédulos, de estos diablos, en especial de aquellas personas con trasfondos complicados, cuantas más charlas sobre la verdad oyen, más molestos se sienten; mientras más escuchan, más inquietud y repugnancia sienten en su fuero interno. Cuando oyen estas palabras, les parecen aburridas, sordas y tediosas. Si los haces sentarse para escuchar sermones, les parece igual que una tortura. Dicen: “¿Cómo es que todos disfrutáis tanto de oír esas palabras, como si hubierais participado en un gran festín? ¿Por qué yo siento tanta repugnancia cuando las oigo?”. Después de escuchar durante un largo rato, son incapaces de mantenerse quietos en su asiento. Si no pueden ser líderes, no están dispuestos a hacer su deber ni a soportar dificultades y, con el tiempo, todo les parece un sinsentido; empiezan a surgirles pensamientos de renunciar a su fe. Así es como se revela a los incrédulos. En cuanto a aquellas personas con trasfondos complicados, si al observarlas descubres que sus orígenes son dudosos y tienen trasfondos complicados, debes tratar por todos los medios posibles de buscar la oportunidad de persuadirlas para que se marchen. En el caso de las que no aceptan para nada la verdad, hace falta ejercer un poco de sabiduría. Puedes decirles: “Quieres hacerte rico y tu sueño es convertirte en funcionario, ¡realmente saldrías perdiendo si te pasaras toda la vida sin llegar a ser funcionario! Deberías convertirte en uno, hacerte rico y perseguir el mundo; ahí es donde están los beneficios tangibles. Tienes mente para los negocios y estás hecho para ser funcionario; si persigues el mundo, seguro que puedes hacerte rico y llegar a ser funcionario”. Cuando oyen esto, pensarán que han encontrado a un espíritu afín y dirán: “¡Tienes toda la razón! Últimamente me parecía que no tenía sentido creer en dios. Lo que has dicho de veras me ha llegado muy dentro. En realidad, la fe solo tiene un efecto psicológico; da igual que la tengas o que no. La vida es corta; son solo unas pocas décadas que pasan en apenas un abrir y cerrar de ojos. Andar siempre malgastando el tiempo por aquí con personas que creen en dios no me ha servido de nada y siempre me siento insatisfecho. ¿Acaso no estoy más que agraviándome a mí mismo al hacer esto? ¡Lo que de veras importa es salir a ganar mucho dinero!”. Se mostrarán de acuerdo con lo que les has dicho. Una vez que sea así, tal vez un día simplemente se marchen por su cuenta porque crean que quedarse en la iglesia es inútil y porque, además, algunas cosas les van mal o experimentan algunos fracasos y reveses, así como algo de poda. ¿No es eso genial? (Sí. Es un enfoque inteligente). Es fácil hacer que los diablos se marchen de la iglesia: una vez que hayas descubierto su mentalidad, si hay algo que quieran, aliéntales a perseguirlo. De esta manera, puedes persuadirlos para que se marchen. Aprovecha la corriente para guiarlos hacia la salida. Así es como hay que ocuparse de esta clase de incrédulo.

Si se descubre a tales personas con trasfondos complicados en la iglesia, se las debería persuadir para que se marchen o echarlas enseguida; no intentes exhortarlas para que se queden. ¿Por qué no? Para empezar, su papel en la iglesia no aporta nada bueno; por otra parte, no se encuentran en ningún caso entre aquellas escogidas por Dios. Asimismo, aunque permanezcan en la iglesia, al final seguirá resultando imposible que acepten las palabras de Dios, Su obra o el castigo y el juicio de Dios para lograr la salvación. Si permanecen en la iglesia, eso irá en detrimento de la obra de esta, y puede que desorienten a algunos hermanos y hermanas de escasa estatura e influyan en ellos. La gente que hay en la casa de Dios las encuentra desagradables, y ellas, a su vez, contemplan con igual desagrado a los hermanos y hermanas de la casa de Dios. En su fuero interno, siempre consideran la casa de Dios, la iglesia y a los hermanos y hermanas con hostilidad. Así que decidme, si en la iglesia hubiera un enemigo tal, si hubiera un adversario semejante, ¿os sentiríais perturbados? (Sí). Por tanto, lo mejor es no exhortar a tales personas a que se queden. Una vez que se las descubre, hay que persuadirlas de inmediato para que se marchen, echarlas o expulsarlas. ¿Cómo habría que ocuparse de tales personas si nos las encontráramos durante el proceso de predicación del evangelio? (Simplemente hay que mantenerse alejados de ellas e ignorarlas). Cuando os encontréis con personas de este tipo, no deberíais predicarles el evangelio. Hablan de manera muy extravagante y sin fundamento y son bastante charlatanas, pero en realidad no cuentan con ningún talento en absoluto. La casa de Dios no necesita a personas de esta clase, que tengan trasfondos complicados; no se hallan entre las escogidas de Dios. Aunque ahora se las convierta, tarde o temprano seguirán necesitando que se las depure. Por tanto, cuando aquellos que predican el evangelio se encuentren con tales personas, deberían simplemente darlas por perdidas. La casa de Dios ni quiere ni da la bienvenida a tales personas. Esta es la manera en que hay que ocuparse de las personas que tienen trasfondos complicados, y este es el principio. Por supuesto, al ocuparse de este problema, no hay necesidad de exagerar las cosas; debes entender con claridad si una persona se encuadra en la categoría de las personas que tienen trasfondos complicados. Si sus manifestaciones coinciden con las de este tipo de persona, entonces se las debería incluir entre las filas de este grupo. Sin embargo, si alguien se dedica simplemente a presumir o a decir tonterías de vez en cuando y, debido al hecho de que alardea en exceso, se considera erróneamente que tiene un trasfondo complicado, pero en realidad su fe en Dios es auténtica y no pertenece a esta categoría, entonces esta situación requiere de un trato diferente para evitar acusar por error a una buena persona.

III. Según la actitud que uno tiene mientras cumple su deber

Más o menos hemos terminado de hablar sobre el criterio para discernir a las personas según su humanidad. Existe otro criterio, que es el de discernir a las personas según la actitud que tienen mientras cumplen su deber. Hemos hablado bastante sobre este criterio en sermones anteriores, así que no es necesario mencionar nada más sobre él.

Muy bien. Con esto concluye nuestra charla de hoy. ¡Adiós!

6 de julio de 2024

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