Las responsabilidades de los líderes y obreros (3) Parte 1
Punto 3: Compartir los principios-verdad que se han de entender para ejecutar correctamente cada deber (II)
En la última reunión hablamos más sobre la segunda responsabilidad de los líderes y obreros, nos referimos a las dificultades que existen en la entrada en la vida y sacamos a la luz ciertas prácticas y manifestaciones de los falsos líderes. Luego discutimos varios asuntos relativos a la tercera responsabilidad de los líderes y obreros, “compartir los principios-verdad que se han de entender para ejecutar correctamente cada deber”, y dejamos en evidencia y diseccionamos dónde se manifiesta la “falsedad” de los falsos líderes mediante las actitudes, prácticas y manifestaciones de los falsos líderes hacia tales asuntos. En otras palabras, se trata de manifestaciones de cómo los falsos líderes no logran cumplir sus responsabilidades como líderes. Por favor, enumerad estos asuntos. (Uno de ellos trataba sobre el trabajo de impresión de libros de las palabras de Dios. Ese falso líder no hizo trabajo concreto, solo expresó doctrinas de manera vacía. Además, no compartió de manera concreta los principios-verdad ni hizo el menor trabajo real). El falso líder no hizo trabajo real respecto a este asunto, fracasó a la hora de cumplir sus responsabilidades como líder y obrero, y no compartió con claridad los requerimientos profesionales, los principios específicos ni los puntos a tener en cuenta que implicaba el trabajo. Se limitó a gritar algunas consignas y a decir algunas palabras vacías, y luego pensó que había hecho un buen trabajo. ¿Qué más discutimos? (Además se produjo un incidente con la compra de un abrigo de plumón para Dios). ¿Qué problema de los falsos líderes dejó en evidencia este incidente? (Dejó en evidencia que los falsos líderes no hacen trabajo real y que carecen por completo de humanidad y razón). Cuando alguien me compró una prenda de ropa, esos líderes ayudaron a hacer comprobaciones en ella, ¿acaso eso es parte del trabajo que deberían hacer los líderes y obreros? (No). Hicieron trabajo que se supone que no debían, ¿qué problema hay? (No se ocupaban del trabajo que les correspondía). Esta es una manifestación de los falsos líderes. Primero sacó a la luz que los falsos líderes no se ocupaban del trabajo que les correspondía, y segundo, dejó en evidencia que carecen de razón y solo hacen cosas repugnantes faltas de razón y humanidad. Solo recordáis los ejemplos, pero no habéis desentrañado los problemas que estos ejemplos tienen el fin de ilustrar ni la esencia de estos problemas que se pretenden diseccionar. ¿Qué otros ejemplos aporté relativos a los falsos líderes que no se ocupan del trabajo que les corresponde? (El repostero que no paraba de hacerle pasteles a Dios. Él le dijo que no los hiciera, pero los líderes y obreros le continuaron permitiendo que los preparara e incluso los probaban ellos mismos). ¿Qué problemas de los falsos líderes desenmascaró este ejemplo? (Que no se ocupan del trabajo que les corresponde, no hacen el que deberían e insisten en hacer trabajo que no deberían). Sobre todo, dejó en evidencia que los falsos líderes no se ocupan del trabajo que les corresponde y no logran captar el eje ni el aspecto central de su trabajo. Asimismo, los falsos líderes tienen un problema serio. ¿Cuál? (No obedecen las palabras de Dios ni implementan el trabajo de acuerdo con Sus requerimientos). ¿Quiere alguien añadir algo? (Fingen ser espirituales y mostrar consideración por la carga de Dios, pero en realidad solo corren desbocados haciendo cosas malas). Ese es otro de sus problemas. ¿Alguien más? (Antes de actuar, no intentan entender los requerimientos de Dios; en su lugar, se sirven de sus propias imaginaciones para sustituir Sus deseos). Esto se encuadra en la categoría de la falta de razón. ¿Alguien más? (La manera en la que los falsos líderes abordan el asunto de que alguien compre una prenda de ropa para Dios reveló su falta de humanidad normal). ¿De qué aspecto de la humanidad normal carecen? No entienden las reglas respecto a cómo comportarse ni tienen modales. ¿No es así? (Sí). De hecho, estas cosas que habéis mencionado son secundarias, ¿cuál es el problema principal? Una vez que se convierten en líderes, quieren disfrutar de los beneficios de su estatus y de un trato especial, y ansían la comodidad. Por ejemplo, quieren comer unos cuantos pasteles, y cuando ven que a alguien se le da bien cocinar, piensan en probar un poco de su comida para satisfacer sus antojos. Ya de por sí es nauseabundo que no se ocupen del trabajo que les corresponde ni hagan trabajo real, pero además de eso, ansían la comodidad y los placeres de la gula. Usan el pretexto de hacer catas y comprobaciones para Dios con el fin de satisfacer sus deseos de gula, de entregarse a los beneficios de su estatus. Estas son las manifestaciones de los falsos líderes. Aunque estas manifestaciones no se pueden denominar como crueles o perversas al compararse con la esencia-carácter de los anticristos, la humanidad de los falsos líderes es suficiente para repugnar a las personas. En lo relativo a su calidad humana, presentan deficiencias en cuanto a conciencia y razón; su humanidad es bastante vulgar y sórdida, y tienen poca integridad. A partir de estos ejemplos, se puede observar que los falsos líderes no hacen trabajo real. Esto es un hecho.
Los falsos líderes no pueden compartir los principios de realización del trabajo
Hoy vamos a continuar poniendo al descubierto las diversas manifestaciones de los falsos líderes a partir de las responsabilidades de los líderes y obreros. Los falsos líderes son básicamente incapaces de hacer ningún trabajo esencial y fundamental de la iglesia. Solo tratan algunos asuntos simples y generales; su trabajo no desempeña ningún papel crítico ni decisivo en la obra de la iglesia en su conjunto ni produce resultados reales. Su manera de compartir básicamente cubre unos pocos temas trillados y comunes; todo son palabras y doctrinas que suelen repetirse y que son increíblemente vacías, generales y faltas de detalle. Su manera de compartir solo contiene temáticas que la gente puede entender al leer algo de forma literal. Estos falsos líderes no pueden resolver en absoluto los problemas reales que el pueblo escogido de Dios tiene en su entrada en la vida; en particular, son incluso menos capaces de resolver las nociones, las figuraciones y las revelaciones de actitudes corruptas de las personas. El aspecto principal es que los falsos líderes simplemente no pueden ocuparse del trabajo vital que la casa de Dios dispone, como las obras del evangelio, el trabajo de producción de películas o el trabajo con textos. En concreto, por lo que respecta al trabajo que implica un conocimiento profesional, si bien es posible que los falsos líderes tengan bastante claro que son profanos en estos campos, no los estudian ni hacen investigación y mucho menos son capaces de ofrecer a otros una orientación específica o de resolver cualquier problema relacionado con ellos. Y sin embargo, con total desfachatez, siguen celebrando reuniones, hablando sin cesar sobre teorías vacías y expresando palabras y doctrinas. Los falsos líderes saben muy bien que no pueden hacer este tipo de trabajo, pero simulan ser unos expertos, actúan con vanidad y siempre utilizan grandes doctrinas para reprender a otros. Son incapaces de responder a ninguna pregunta y, aun así, encuentran pretextos y excusas para amonestar a otros, les preguntan por qué no aprenden la profesión, por qué no buscan la verdad y por qué son incapaces de resolver sus propios problemas. Estos falsos líderes, que son profanos en estos campos y no pueden resolver ningún problema, todavía sermonean a otros desde arriba. En apariencia, se muestran muy ocupados de cara a los demás, como si fueran capaces de hacer mucho trabajo y estuvieran capacitados para ello, pero en realidad no es así en absoluto. Los falsos líderes son claramente incapaces de hacer ningún trabajo real y, aun así, se mantienen ocupados con gran entusiasmo y siempre dicen los mismos tópicos en las reuniones, se repiten una y otra vez sin ser capaces de resolver ni un solo problema real. La gente se harta de esto y es incapaz de extraer ninguna enseñanza. Este tipo de trabajo es sumamente ineficaz y no produce ningún resultado. Así es como trabajan los falsos líderes, y la obra de la iglesia se retrasa por culpa de esto. Sin embargo, los falsos líderes siguen creyendo que hacen un trabajo fabuloso y que son muy capaces, cuando la realidad es que no han hecho bien ni un solo aspecto de la obra de la iglesia. No saben si los líderes y los obreros que están bajo su responsabilidad cumplen con el estándar ni si los líderes y los supervisores de los diversos equipos son capaces de ocuparse de su trabajo; tampoco se preocupan ni preguntan si han surgido problemas en el cumplimiento de los deberes de los hermanos y hermanas. En resumen, los falsos líderes no pueden resolver ningún problema en su trabajo, pero se mantienen ocupados con mucha energía. Desde la perspectiva de otras personas, los falsos líderes son capaces de afrontar las adversidades, están dispuestos a pagar un precio y se pasan el día apresurándose de un lado a otro. Cuando es la hora de comer, tienen que llamarlos a la mesa, y se van a la cama muy tarde. Aun así, los resultados de su trabajo no son buenos. Si no te fijas bien, parece que todas las tareas se han estado realizando y que todo el mundo ha estado ocupado con sus deberes, pero si observas de cerca, eres meticuloso e inspeccionas el trabajo en serio, se revelará la situación real. Cada tarea que forma parte de sus responsabilidades es un caos, no hay estructura ni orden en absoluto. Hay contratiempos, o incluso graves problemas, en cada tarea. La aparición de estos problemas está relacionada con el hecho de que los falsos líderes no entienden los principios-verdad y actúan según sus nociones y figuraciones y su entusiasmo. Los falsos líderes nunca comparten los principios-verdad ni buscan la verdad para resolver problemas. Está claro que les falta entendimiento espiritual, que no son capaces de realizar el trabajo de un líder, que solo pueden soltar palabras y doctrinas y que no entienden la verdad en absoluto; sin embargo, pretenden saber cosas que no saben e intentan hacerse pasar por expertos. El trabajo que hacen es cubrir el expediente. Cuando surge un problema, aplican los preceptos a ciegas. Solo desarrollan una actividad frenética sin pensar ni producir ningún resultado real. Debido a que estos falsos líderes no entienden los principios-verdad y solo sueltan palabras y doctrinas y aconsejan a otros que cumplan los preceptos, se ralentiza el progreso de cada tarea de la obra de la iglesia y no se obtiene ningún resultado claro. La consecuencia más obvia de un falso líder que haya ejercido durante un tiempo es que la mayoría de las personas son incapaces de entender la verdad, no saben cómo discernir cuando alguien revela corrupción o desarrolla nociones y, sin duda, no entienden los principios-verdad que deberían mantener al cumplir sus deberes. Los que cumplen su deber y los que no lo cumplen, los cuales son perezosos, desenfrenados y poco disciplinados y son desordenados como la arena dispersa. Es posible que la mayoría de ellos sean capaces de expresar algunas palabras y doctrinas, pero mientras cumplen sus deberes solo observan los preceptos; no saben cómo buscar la verdad para resolver problemas. Puesto que los falsos líderes no saben cómo buscar la verdad para resolver problemas, ¿cómo pueden guiar a otros a hacerlo? Al margen de lo que les pase a otros, los falsos líderes solo pueden exhortarlos diciendo: “¡Debemos tener en consideración las intenciones de Dios!”. “¡Debemos ser leales al cumplimiento de nuestros deberes!”. “¡Cuando nos ocurre algo, debemos saber cómo orar y buscar los principios-verdad!”. A menudo, los falsos líderes sueltan estas consignas y estas doctrinas sin que se produzca ningún resultado en absoluto. Después de que las personas los escuchen, siguen sin entender cuáles son los principios-verdad y carecen de una senda de práctica. Superficialmente, la gente ora cuando le ocurren cosas y desea ser leal al cumplir sus deberes; pero no llega a entender temas como qué debería hacer para ser leal, cómo debería orar para entender las intenciones de Dios y cómo debería buscar, al enfrentarse a un problema, para lograr entender los principios-verdad. Cuando la gente pregunta a los falsos líderes, estos dicen: “Cuando te pase algo, lee más las palabras de Dios, ora más y comparte más la verdad”. La gente les pregunta: “¿Qué principios abarca este trabajo?”, y ellos responden: “Las palabras de Dios no dicen nada sobre asuntos de trabajo profesional, y yo tampoco entiendo esa área del trabajo. Investigad por vuestra cuenta si queréis entenderlo; no me preguntéis. Yo os guío a entender la verdad, no en cuestiones de trabajo profesional”. Los falsos líderes utilizan este tipo de palabras para eludir preguntas. Y como resultado, aunque la mayoría de las personas tienen una pasión ardiente por cumplir sus deberes, no saben cómo actuar según los principios-verdad ni cómo atenerse a los principios al cumplir sus deberes. Si nos fijamos en los resultados de cada tarea del trabajo que forma parte de las responsabilidades de los falsos líderes, la mayoría de las personas se basan en sus conocimientos, su aprendizaje y sus dones para hacer su trabajo e ignoran cuestiones como cuáles son los requisitos concretos de Dios, cuáles son los principios de cumplir un deber, cómo actuar para lograr dar testimonio de Dios y cómo propagar el evangelio de una manera más eficaz para que todos los que anhelan la aparición de Dios oigan Su voz, investiguen el camino real y regresen a Dios tan pronto como sea posible. ¿Por qué ignoran estas cosas? Esto está relacionado de manera directa con la incapacidad de los falsos líderes de hacer un trabajo real. La causa principal es que los falsos líderes no saben cuáles son los principios-verdad ni qué principios la gente debería entender y seguir. Actúan sin principios y nunca guían a las personas a buscar principios de práctica y sendas en sus deberes. Cuando un falso líder se enfrenta a un problema, no puede resolverlo por sí mismo ni comparte ni busca con otras personas, por lo que suele ser necesario volver a realizar las tareas dentro de cada trabajo. Esto no solo es una pérdida de recursos económicos y materiales, sino también de energía y tiempo de las personas. Estas consecuencias están relacionadas de manera directa con el deficiente calibre y la irresponsabilidad de los falsos líderes. Aunque no pueda decirse que los falsos líderes cometen maldades y causan perturbaciones a propósito, no buscan en absoluto los principios-verdad en su trabajo y siempre actúan según su propia voluntad. Esto es cierto. Los falsos líderes no entienden los principios-verdad ni pueden compartirlos con otros con claridad; en su lugar, dan a la gente rienda suelta para que haga lo que le plazca. Inadvertidamente, esto propicia que varias de las personas que están a cargo de algún trabajo actúen de manera arbitraria y obstinada, haciendo lo que quieren y lo que se les antoja. La consecuencia es que no solo hay pocos resultados reales, sino que la obra de la iglesia se convierte en un desastre. Cuando se destituye a un falso líder, no solo no reflexiona sobre sí mismo ni se conoce a sí mismo, sino que también se dedica a utilizar sofismas y a argumentar a su favor, sin aceptar la verdad lo más mínimo. No intenta en absoluto arrepentirse y es posible que incluso pida que la casa de Dios le dé otra oportunidad, aduciendo que sin duda alguna puede hacer bien el trabajo. ¿Os lo creeríais? No se conoce a sí mismo en absoluto ni acepta la verdad. ¿Puede cambiar su comportamiento? No tiene la realidad-verdad, ¿puede hacer bien el trabajo? ¿Es eso posible? No hizo bien el trabajo en esta ocasión; ¿será capaz de hacerlo bien si se le da otra oportunidad? Eso no es posible. Puede decirse sin duda alguna que los falsos líderes no tienen capacidad de trabajo; a veces, es posible que se esfuercen mucho y que estén bastante ocupados, pero es un trabajo a ciegas y no produce fruto alguno. Esto basta para mostrar que los falsos líderes tienen un calibre muy deficiente, que no entienden la verdad en absoluto y que no pueden hacer ningún trabajo real. Esto hace que surjan muchos problemas en el trabajo, pero son incapaces de resolverlos al compartir la verdad y solo utilizan unas pocas doctrinas vacías para exhortar a la gente a atenerse a los preceptos y, en consecuencia, crean líos en el trabajo y desatan el caos. Así es como trabajan los falsos líderes y estas son las consecuencias. Todos los líderes y obreros deberían tomarse esto como una advertencia.
Los diversos problemas insatisfactorios que aparecen en el marco de la iglesia están relacionados directamente con los falsos líderes; es un problema inevitable. Estos falsos líderes carecen de la capacidad para comprender la verdad, sin embargo, creen que lo entienden y lo pillan todo, y luego se comportan en función de sus figuraciones y nociones. Nunca buscan la verdad para abordar su falta de entendimiento de los principios-verdad o de los estándares que Dios requiere. He interactuado con muchos líderes y obreros, y me reúno con ellos a menudo. Cuando lo hago, les pregunto: “¿Tenéis algún problema? ¿Habéis hecho un registro de los problemas que existen en el trabajo? ¿Hay algunos que no podáis resolver por vuestra cuenta?”. Cuando termino, me miran impertérritos y albergan dudas en el corazón: “Somos líderes, ¿acaso podríamos tener algún problema? Si fuera así, ¿no se habría paralizado el trabajo de la iglesia hace mucho? ¿Qué clase de pregunta es esta? Escuchamos sermones y compartimos, y sostenemos las palabras de Dios en nuestras manos. Muchos de nosotros lideramos la iglesia, ¿cómo puedes seguir preocupándote? Está claro que nos subestimas al hacer esta pregunta. ¿Cómo íbamos a tener problemas? Si tuviéramos problemas, no seríamos líderes. ¡Tu pregunta es muy inapropiada!”. Cada vez que les pregunto si tienen algún problema, esta es la clase de estado en la que se encuentran, son todos la imagen de la insensibilidad y la estupidez. Existen muchísimos problemas en los distintos aspectos del trabajo de la iglesia, pero ellos sencillamente no pueden verlos ni descubrirlos. Son incapaces de sacar a relucir problemas relacionados con la entrada en la vida personal o los que existen en el trabajo que implica a los principios-verdad. Ya que no pueden sacar a relucir estos problemas, les pregunto: “¿Cómo está avanzando el trabajo de traducir las palabras de Dios? ¿Sabes cuántas lenguas deberían traducirse ahora? ¿Qué lenguas se deberían traducir primero y cuáles después? ¿Cuántas copias de las palabras de Dios se deberían imprimir en ciertas lenguas?”. Responden: “Ah, se están traduciendo”. Les pregunto: “¿En qué medida está progresando la traducción? ¿Hay algún problema?”, a lo que responden: “No lo sé, tengo que preguntar”. He de preguntarles sobre estas cosas, y ellos siguen sin saber las respuestas. Por tanto, ¿qué trabajo han estado haciendo todo este tiempo? Les pregunto: “¿Resolviste los problemas sobre los que te inquirieron los hermanos y hermanas la vez anterior?”. Responden: “Tuve una reunión con ellos; duró un día entero”. Les insisto: “¿Quedaron resueltos los problemas después de la reunión?”. Responden: “¿Te refieres a que si todavía hay problemas deberíamos hacer otra reunión?”. Yo digo: “No te estoy preguntando si celebraste una reunión o no. Te pregunto si los asuntos profesionales se han resuelto. ¿Entiende esta gente los principios? ¿Ha vulnerado algunos en el cumplimiento de sus deberes? ¿Has descubierto algún problema?”. Responden: “Ah, ¿los problemas? Los resolví. Celebré una reunión con los hermanos y hermanas”. ¿Puede continuar esta conversación? (No). ¿No os ponéis furiosos al escucharla? (Sí). ¿Cómo son estos líderes? ¿Acaso no son unos cabezas huecas con falsa espiritualidad? Carecen del calibre de los líderes y obreros; están ciegos, no entienden cómo hacer el trabajo y responden “no lo sé” a cualquier pregunta, y cuando les sigues preguntando, contestan: “Bueno, celebré una reunión, ¡déjalo estar!”. ¿Han hecho estos líderes trabajo real? ¿Son líderes a la altura del estándar? (No). Son falsos líderes. ¿Os gustan esta clase de líderes? Si os encontráis con ellos, ¿qué deberíais hacer? Cuando algunos líderes se encuentran con los hermanos y hermanas, dicen: “Al margen de los problemas que tengáis hoy, vamos a compartir primero cómo cumplir bien los deberes”. Hay quien dice entonces: “Nos hemos topado con un problema en las técnicas profesionales de nuestros deberes. ¿Deberíamos usar las técnicas profesionales que son populares entre los no creyentes?”. ¿No es este un problema que los líderes han de resolver? Si algunos problemas no se pueden resolver mediante la charla entre los hermanos y hermanas, los líderes deberían dar un paso al frente para resolverlos. Esto afecta a las responsabilidades de los líderes. ¿Qué hacen los falsos líderes cuando se encuentran con estos problemas? Dicen: “Se trata de un asunto profesional, es vuestro problema, ¿qué tiene que ver conmigo? Hablad vosotros mismos sobre el problema, pero primero voy a organizaros una reunión. En la reunión de hoy, hablaremos sobre la cooperación armoniosa. La pregunta que acabáis de hacer está relacionada con la cooperación armoniosa. Deberíais ser capaces de discutir los asuntos y de compartir juntos, así como de investigar más; nadie debería ser sentencioso y todos deberíais aceptar cualquier decisión que apoye la mayoría; ¿acaso no es esta una cuestión de cooperación armoniosa? Parece que no sabéis cooperar en armonía ni discutir los problemas cuando surgen. Me preguntáis sobre todos los problemas. ¿Por qué lo hacéis? ¿Acaso entiendo estas cosas? Si fuera así, ¿acaso no tendríais nada que hacer? Me preguntáis por todo. ¿Es este un problema del que debería encargarme yo? Solo soy responsable de compartir la verdad; resolved los asuntos profesionales por vuestra cuenta. ¿Qué me importan a mí? En cualquier caso, ya he compartido con vosotros y os he dicho que cooperéis en armonía; si no podéis hacerlo, no cumpláis este deber. Yo he terminado de compartir; resolved el problema por vuestra cuenta”. ¿Saben estos líderes resolver problemas? (No). A pesar de no saber cómo hacerlo, piensan que están justificados y que se les da bien eludir la responsabilidad. En apariencia, han desempeñado su trabajo, han acudido al lugar para realizar inspecciones y no holgazanean. Sin embargo, no son capaces de hacer trabajo real ni de resolver problemas reales, lo cual significa que son falsos líderes. ¿Podéis discernir a esta clase de falso líder? No pueden compartir verdades relevantes cuando se enfrentan a cualquier problema; solo hablan de doctrinas y teorías vacías que hacen sonar bastante elevadas y profundas. Cuando la gente las oye, no solo no entiende la verdad, sino que además se siente confundida y desorientada. Este es el trabajo que hacen los falsos líderes.
Los falsos líderes quedan por completo en evidencia en el trabajo de “compartir los principios-verdad que se han de entender para ejecutar correctamente cada deber”. Son incapaces de hablar sobre los principios-verdad o de guiar a las personas a atenerse a los principios-verdad y practicarlos en el cumplimiento de sus deberes, o de guiarlos para que entiendan la realidad-verdad y entrar en ella; no pueden cumplir las responsabilidades que corresponden a los líderes. Y eso no es todo, pues además son incapaces de mantenerse al día de las circunstancias de los supervisores de los distintos trabajos y del personal responsable de diversos trabajos importantes; incluso aunque en cierta manera capten tales aspectos, no lo hacen con precisión. Esto provoca inmensas perturbaciones y perjuicio en diversos aspectos del trabajo. Estas son las diversas manifestaciones de los falsos líderes que vamos a desenmascarar hoy en relación con la cuarta responsabilidad de los líderes y obreros.
Punto 4: Estar al día de las circunstancias de los supervisores de distintos trabajos y del personal responsable de diversas tareas importantes y cambiar sus deberes o destituirlos de inmediato según sea necesario para evitar o paliar las pérdidas causadas por emplear a gente inapropiada y garantizar la eficacia y buena marcha del trabajo
Los líderes y obreros deben comprender las circunstancias de los supervisores de los distintos trabajos
¿Cuál es la cuarta responsabilidad de los líderes y obreros? (“Estar al día de las circunstancias de los supervisores de distintos trabajos y del personal responsable de diversas tareas importantes y cambiar sus deberes o destituirlos de inmediato según sea necesario para evitar o paliar las pérdidas causadas por emplear a gente inapropiada y garantizar la eficacia y buena marcha del trabajo”). Eso es, este es el estándar mínimo que los líderes y obreros deberían poder cumplir mientras hacen trabajo. ¿Tenéis todos claras las principales responsabilidades de los líderes y obreros respecto a este cuarto punto? Los líderes y los obreros deben entender con claridad a los supervisores de distintos trabajos y al personal responsable de diversas tareas importantes. Captar las circunstancias de estos forma parte de las responsabilidades de los líderes y los obreros. Pero ¿quién es este personal? Principalmente, líderes de iglesia, así como supervisores de equipo y líderes de varios grupos. ¿Acaso no es fundamental y de gran importancia entender y captar circunstancias, como si los supervisores de distintos trabajos y el personal responsable de diversas tareas importantes poseen la realidad-verdad, actúan según los principios y pueden hacer bien la obra de la iglesia? Si los líderes y los obreros captan por completo las circunstancias de los principales supervisores de distintos trabajos e introducen ajustes adecuados en el personal, eso es lo mismo que si mantienen bajo control cada punto de trabajo y equivale a que cumplan sus responsabilidades y deberes. Si no se introducen ajustes correctos en este personal y surge algún problema, la obra de la iglesia se verá muy afectada. Si este personal tiene buena humanidad, posee una base en su creencia en Dios, es responsable a la hora de tratar los asuntos y es capaz de buscar la verdad para resolver problemas, ponerlos a cargo del trabajo ahorrará muchos problemas y, lo más importante, permitirá que dicho trabajo progrese sin contratiempos. Pero, si los supervisores de diversos equipos no son confiables, tienen una humanidad deficiente, no se portan bien ni ponen en práctica la verdad y, además, son responsables de causar trastornos y perturbaciones, esto influirá en el trabajo del que son responsables y en la entrada en la vida de los hermanos y las hermanas que dirigen. Por supuesto, el grado de esa influencia puede ser fuerte o leve. Si los supervisores simplemente son negligentes en sus deberes y no se ocupan de hacer el trabajo que les corresponde, es probable que esto solo cause algunos retrasos en el trabajo; el progreso será un poco más lento y el trabajo, un poco menos eficaz. No obstante, si son anticristos, el problema será grave: no será una cuestión de que el trabajo sea un poco más ineficaz o ineficiente, sino que perturbarán y perjudicarán la obra de la iglesia de la que son responsables y causarán daños graves. Por eso, estar al día de las circunstancias de los supervisores de distintos trabajos y del personal responsable de diversas tareas importantes y realizar a tiempo reasignaciones y destituciones al descubrir que alguien no hace ningún trabajo real no son obligaciones que los líderes y los obreros puedan eludir; es un trabajo muy serio e importante. Si los líderes y los obreros logran conocer rápido la calidad humana de los supervisores de distintos trabajos y del personal responsable de diversas tareas importantes, junto a su actitud hacia la verdad y sus deberes, así como sus estados y su rendimiento durante cada período y en cada etapa, y si pueden realizar ajustes con prontitud o lidiar con esas personas según las circunstancias, el trabajo puede proseguir con fluidez. En cambio, si esa gente se descontrola, hace cosas malas y no realiza ningún trabajo real en la iglesia, y si los líderes y los obreros no son capaces de identificarlo rápido y de llevar a cabo reasignaciones a tiempo, sino que esperan a que hayan brotado problemas de todo tipo, incurriendo en pérdidas sustanciales para la obra de la iglesia, antes de intentar de manera informal lidiar con esa gente, hacer reasignaciones, rectificar y salvar la situación, esos líderes y obreros son pura basura. Son auténticos falsos líderes a los que hay que destituir y descartar.
Acabamos de compartir de manera general la importancia de entender y captar los estados reales de los supervisores de diferentes trabajos y la efectividad de su trabajo, hemos usado estas condiciones reales para evaluar si los líderes y obreros han cumplido con sus responsabilidades, y hemos puesto al descubierto qué manifestaciones exhiben que prueban que son falsos líderes, de tal modo que hemos diseccionado la esencia de los falsos líderes. Cuando surgen problemas serios en el trabajo de la iglesia, los falsos líderes no logran cumplir sus responsabilidades. No pueden descubrir estos problemas enseguida, y mucho menos manejarlos ni resolverlos a tiempo. Esto lleva a que los problemas se prolonguen, lo que a su vez causa demoras y perjudica al trabajo de la iglesia, y puede incluso causar que el trabajo de esta se paralice o se suma en el caos. Solo cuando esto ocurre, los falsos líderes, reacios, acuden a observar el escenario del trabajo de la iglesia, sin embargo, siguen sin ser capaces de identificar las soluciones correspondientes o apropiadas para resolver los problemas, y al final los acaban por dejar sin solución. Esta es la principal manifestación de los falsos líderes.
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