Las responsabilidades de los líderes y obreros (9) Parte 1
Dos criterios para juzgar si los líderes y obreros cumplen con el estándar
En total, ya hemos hablado sobre ocho de las responsabilidades de los líderes y obreros y, en lo que a estas se refiere, hemos diseccionado las diversas manifestaciones de los falsos líderes. Al haberlas diseccionado de esta manera, ¿tenéis ahora algún discernimiento de los falsos líderes? Si eres líder, ¿puedes evitar ejercer estas prácticas de los falsos líderes? ¿Puedes llevar a cabo el trabajo y cumplir las responsabilidades de los líderes y obreros de manera consciente, en función de las responsabilidades sobre las que hemos hablado? Mediante la enseñanza sobre las responsabilidades de los líderes y obreros, ahora deberíais saber en vuestro fuero interno cómo estos han de cumplir su trabajo, qué detalles están involucrados en el cumplimiento de esta labor, cómo deberían poner en marcha el trabajo y practicar cumpliendo el estándar de los líderes y obreros. Si el calibre de una persona es suficiente, si posee cierto grado de capacidad de trabajo y además soporta una carga, entonces debería ser capaz de evitar exhibir estas manifestaciones de los falsos líderes. Sin embargo, si una persona tiene calibre y posee cierto grado de capacidad de trabajo, pero no soporta una carga, ¿es capaz entonces de ser un líder que cumple con el estándar y de desempeñar bien las responsabilidades de los líderes y obreros? (No). Para ellos es un poco difícil lograrlo. Supongamos que un líder soporta una carga y no tiene una humanidad escasa, pero no sabe cómo desempeñar su trabajo. Da igual cómo se le comparta, sigue sin saber cómo poner en marcha un trabajo específico y tomar parte en él, y no puede encontrar los principios ni el rumbo. Además, no sabe cómo dar orientación para profesiones o trabajos específicos. Cuando sobrevienen problemas, no es capaz de encontrar la esencia de estos ni sabe resolverlos. En consecuencia, siempre es muy pasivo y lento en cualquier trabajo que hace o cualquier problema con el que lidie. ¿Puede tal persona cumplir las responsabilidades de los líderes y obreros? (No). ¿Qué clase de problema es este? Aunque este tipo de persona es muy entusiasta, soporta una carga y quiere desempeñar su trabajo, su calibre es demasiado escaso, no posee capacidad de trabajo y no puede asumirlo ni desempeñar tareas concretas ni resolver problemas específicos; se limita a hacer las cosas por inercia cuando participa en cualquier trabajo, además de ser muy torpe, insensible y pasivo. Esto da como resultado la aparición de muchos problemas, si bien es incapaz de empezar a ocuparse de ellos, no sabe de dónde salen ni mucho menos cómo hablar sobre ellos y resolverlos, y tampoco es siquiera capaz de informar de los problemas a lo Alto ni de buscar a partir de ellos. Por tanto, no puede cumplir las responsabilidades de los líderes y obreros, y no es un buen líder aunque lo seleccionen para serlo: es un falso líder.
Ahora que hemos compartido ocho responsabilidades de los líderes y obreros, ¿sois capaces de proponer una definición elemental de un falso líder? ¿Cómo debería uno juzgar si un líder cumple con las responsabilidades de los líderes y obreros o si es un falso líder? Lo más básico es observar si sabe hacer un trabajo real, si tiene o no este calibre. Luego, hay que ver si tiene la carga para hacer bien este trabajo. Ignora lo bien que suenan las cosas que él dice, lo mucho que parece que entiende las doctrinas y la cantidad de talento y dones que posee al tratar asuntos externos; estas cosas no son importantes. Lo más crucial es si es capaz de llevar a cabo correctamente los asuntos más fundamentales de la obra de la iglesia, si es capaz de resolver problemas utilizando la verdad, y si puede conducir a la gente a la realidad-verdad. Este trabajo es el más importante y esencial. Si es incapaz de realizar estos asuntos de trabajo real, no importa lo bueno que sea su calibre, el talento que tenga, cuánto pueda soportar la adversidad y pagar un precio: no deja de ser un falso líder. Algunas personas dicen: “Olvida que no hace ningún trabajo real actualmente. Tiene un buen calibre y es capaz. Si se forma durante un tiempo, seguro que podrá hacer un trabajo real. Además, no ha hecho nada malo y no ha cometido ninguna maldad ni ha causado trastornos ni perturbaciones; ¿cómo puedes decir que es un falso líder?”. ¿Cómo explicar esto? No importa el talento que tengas, el nivel de calibre y formación que poseas, la cantidad de consignas que seas capaz de gritar, las palabras y doctrinas que seas capaz de entender; no importa lo ocupado o cansado que estés un día, lo lejos que hayas viajado, el número de iglesias que hayas visitado, el riesgo que asumas ni el sufrimiento que soportes: nada de esto importa. Lo que importa es si realizas tu trabajo según las organizaciones de la obra, si pones en marcha esas organizaciones con precisión, si participas en cada trabajo concreto del que seas responsable durante tu etapa como líder y la cantidad de problemas reales que hayas resuelto, el número de individuos que hayan llegado a entender los principios-verdad gracias a tu liderazgo y orientación y cuánto haya avanzado y progresado la obra de la iglesia; lo que importa es si has obtenido estos resultados. Al margen del trabajo concreto en el que participes, lo que importa es si sigues y diriges de manera constante el trabajo en lugar de actuar con petulancia y dar órdenes. Además de esto, lo que también importa es si tienes o no entrada en la vida mientras cumples tu deber, si puedes tratar estos asuntos según los principios, si puedes aportar un testimonio de poner en práctica la verdad y si puedes tratar y resolver los problemas reales a los que se enfrenta el pueblo escogido de Dios. Todas estas cosas, y otras similares, son criterios para evaluar si un líder u obrero ha cumplido o no sus responsabilidades. ¿Diríais que estos criterios son prácticos? ¿Y justos para la gente? (Sí). Son justos para todo el mundo. No importa tu nivel de formación, si eres joven o anciano, los años que lleves creyendo en Dios, tu veteranía ni cuántas palabras de Dios hayas leído: nada de esto es importante. Lo que importa es lo bien que realices la obra de la iglesia después de que te hayan elegido como líder, lo eficaz y eficiente que seas en tu trabajo y si cada fase de este progresa de una manera organizada y eficaz, sin retrasarse. Estos son los principales elementos que se evalúan al determinar si un líder u obrero ha cumplido o no sus responsabilidades.
Por medio de la charla que acabamos de tener, ahora disponéis de un entendimiento y un conocimiento claros de las responsabilidades de los líderes y obreros, además de una declaración precisa sobre la definición y esencia de un falso líder. El criterio más básico para juzgar si alguien es un falso líder es fijarse en si es capaz de desempeñar trabajo real, y luego en si en realidad lo lleva a cabo. Estos son los dos criterios principales: uno es la cuestión de si es capaz o no, y otro si está dispuesto o no. ¿Podéis recordar estas cosas? Hay quienes dicen: “No soy líder, así que ¿por qué debería recordarlas?”. ¿Es correcto este comentario? (No). ¿Por qué es incorrecto? A través del entendimiento de estas verdades, por una parte, las personas pueden llegar a conocerse a sí mismas y, por otra, pueden llegar a discernir a los demás; estas son las verdades que deberían entender y poseer, y no sirve no entenderlas. Para empezar, debes medir si posees el calibre y la capacidad para ser un líder conforme a las responsabilidades de los líderes y obreros. Si no posees estas cosas, no sigas queriendo ser un líder. Si no posees el calibre para ser líder, pero todavía quieres serlo, eso es ambición; en cuanto te conviertas en líder, no serás capaz de desempeñar trabajo real y será inevitable que te conviertas en un falso líder. Algunos dicen: “Tengo buen calibre; soy excepcional entre todos los demás. A menudo se me ocurren buenas ideas y algunas sugerencias inteligentes y útiles. Se me da bien todo lo que hago y tengo un conocimiento, unas perspectivas y una experiencia relativamente abundantes. ¿Acaso todo eso no significa que puedo ser líder?”. También deberían medirse a sí mismos para ver si tienen sentido de la responsabilidad y soportan una carga. Si lo único que tienen son opiniones respecto a los asuntos y solo desean hacer cosas, y siempre tienen grandes ambiciones pero no pueden llevarlas a término, ni saben cómo realizar un esfuerzo y pagar el precio, ni están dispuestos a pagar precio alguno; si siempre quieren que su cerebro y su corazón se hallen en un estado de relajación, si les gusta estar ociosos y no tener restricciones, llevar una vida cómoda, no les gusta preocuparse ni estar ocupados y temen la fatiga y la adversidad, entonces no son aptos para ser líderes y serán incapaces de asumir o llevar a cabo el trabajo de un líder.
Acabamos de resumir dos criterios para juzgar si un líder cumple con el estándar: si es capaz de llevar a cabo trabajo real y si lo hace. Si la gente entiende estos dos criterios, debería tener del todo claro si es capaz de ser líder, así como si es capaz de hacer bien el trabajo de la iglesia, de cumplir a conciencia sus responsabilidades y de ser un líder acorde al estándar una vez que se convierte en uno. En cuanto a aquellos que en la actualidad sirven como líderes y obreros, ¿disponéis ahora de algunas sendas y principios para medir si habéis hecho trabajo real y cumplido bien las responsabilidades de los líderes y obreros? Por medio de hablar sobre estas ocho responsabilidades de los líderes y obreros, deberíais ser capaces de calibrar qué manifestaciones exhiben los falsos líderes y resumir con exactitud cómo deberían desempeñar su trabajo los líderes y obreros, además de en qué partes de vuestro trabajo tenéis carencias, sois inadecuados o no lo bastante específicos, y cómo deberíais hacer el trabajo a partir de ahora; al menos deberíais contar con estas perspectivas. Si no disponéis de conclusiones ni perspectivas relativas a cómo ser líder u obrero o cumplir las responsabilidades de estos, eso significa que vuestro calibre no está a la altura de la tarea. Asimismo, si estáis por completo confundidos respecto a cómo discernir a los falsos líderes, eso demuestra más si cabe que vuestro calibre es escaso. Se da también una circunstancia especial: hay quienes, a pesar de haber escuchado estas charlas no cuentan con la determinación para esforzarse por la verdad ni cumplir las responsabilidades de los líderes y obreros, que simplemente no se toman el asunto en serio ni a pecho. Piensan: “No me importa quién sea un falso líder. En cualquier caso, si yo me convierto en líder, solo haré lo que lo Alto me diga. No me haría falta gastar tantos esfuerzos ni pensamientos”. Al escuchar sermones, solo se mueven por inercia y matan el tiempo y apenas se enteran un poco por encima de qué trata en concreto el sermón, pero son demasiado vagos para resumir sobre qué verdades y requerimientos de Dios hacia el hombre se está hablando y no están dispuestos a tomarse a pecho tales cosas. Piensan: “Es demasiado engorroso discernir estos asuntos. En cualquier caso, lo único que me exijo a mí mismo es no hacer el mal, no causar trastornos y perturbaciones y no destacar entre los demás, con eso basta. ¡Es muy simple! Es una gran manera de vivir; no me exijo demasiado”. Esta es su única perspectiva, sea cual sea su manera de escuchar sermones, y nadie puede cambiarlos. Independientemente de cómo hables sobre la verdad, del método que uses para compartir o de aquello sobre lo que hables, no podrás conmover su corazón. No les preocupa si escuchan o no estas palabras, no les supone una gran diferencia. Este tipo de persona va por la vida a trompicones y no se toma nada en serio. Por no mencionar la enseñanza sobre las ocho responsabilidades de los líderes y obreros; aunque hablemos sobre todas, seguirán sin entenderlas y no podrán resumir ningún principio o senda. La gente así no ama las cosas positivas, no está interesada ni puede reunir ninguna energía para la verdad o cualquier cosa positiva, y en su lugar tiene cierto interés en comer, beber y buscar placer. Al hablar sobre ocho de las responsabilidades de los líderes y obreros, por un lado, hemos resumido algunas de ellas, además de la manera de desempeñar el trabajo y cumplir las responsabilidades de uno como líder u obrero; por otra parte, hemos resumido ciertas manifestaciones específicas que exhiben los falsos líderes. Ahora acabamos de concluir con dos principios básicos, dos criterios, a partir de los que discernir a los falsos líderes: uno es si alguien es capaz de desempeñar trabajo real y el otro es si de veras hace trabajo real una vez que ha entendido los principios-verdad. Hasta la fecha, usar estos dos criterios es el método más simple y apropiado para calibrar si alguien es un falso líder o no.
Punto 9: Comunicar, transmitir y poner en marcha de manera precisa las diversas organizaciones del trabajo de la casa de Dios de acuerdo con sus requisitos, facilitando orientación, supervisión y exhortación, así como inspeccionar y hacer seguimiento del estado de su puesta en marcha (I)
La definición y los aspectos específicos de las organizaciones del trabajo
Hoy vamos a compartir la novena responsabilidad de los líderes y obreros: “Comunicar, transmitir y poner en marcha de manera precisa las diversas organizaciones del trabajo de la casa de Dios de acuerdo con sus requisitos, facilitando orientación, supervisión y exhortación, así como inspeccionar y hacer seguimiento del estado de su puesta en marcha”. Al considerar esta responsabilidad en su conjunto, ¿qué se requiere que los líderes y obreros pongan en marcha? (Las distintas organizaciones del trabajo de la casa de Dios). El eje central de esta responsabilidad es cómo poner en marcha las diversas organizaciones del trabajo de la casa de Dios: esta es la labor más importante para los líderes y obreros. Con independencia del nivel que uno posea como líder u obrero, como tal, uno siempre se encontrará con las organizaciones del trabajo, así como con el trabajo específico para ponerlas en marcha. La puesta en marcha de distintas organizaciones del trabajo es relevante para la labor de todo líder y obrero, es un trabajo muy importante, específico y fundamental. A este respecto, ¿acaso no es necesario, en primer lugar, hablar sobre qué son en concreto las organizaciones del trabajo? (Sí). ¿Qué son entonces? ¿Cuál es el ámbito y la definición de las organizaciones del trabajo? Hay quienes dicen: “¿Acaso el ámbito de las organizaciones del trabajo no solo engloba ciertas tareas y contenidos relacionados con el trabajo de la iglesia? ¿Y acaso las organizaciones del trabajo no consisten solo en organizar y transmitir estas tareas y este contenido?”. ¿Qué pensáis sobre esta explicación? ¿Acaso no es todo palabras y doctrinas? (Sí). ¿Y qué significa “palabras y doctrinas”? Significa que, aunque ninguna de las palabras de esta explicación suene mal, sigues sin entenderlas después de oírlas; es igual que si esto no se hubiera explicado en absoluto. Vamos a dar primero una definición de las organizaciones del trabajo a modo de descripción escrita, para que la gente pueda tener un concepto básico de ellas, a fin de entender y saber qué son exactamente. Las organizaciones del trabajo son los planes y requerimientos específicos que hace la casa de Dios para un aspecto concreto del trabajo; los líderes y obreros las deben comunicar y poner en marcha, y además se trata de los requerimientos, tareas y métodos transmitidos a todos los miembros de la iglesia en relación con un aspecto concreto del trabajo; esta es la definición de organizaciones del trabajo. ¿Y qué aspectos abarcan las organizaciones del trabajo? Todo el mundo conoce esta palabra, “aspectos”, pero ¿no debería haber algún contenido específico abarcado en el ámbito de estos aspectos? (Sí). ¿Qué contenido conocéis? (Está el trabajo evangélico y el trabajo de producción de películas). Esos son dos aspectos. (También están algunos requisitos relacionados con la vida de iglesia y con fundar las organizaciones administrativas de la iglesia). ¿Qué otro trabajo hay? (El de depurar la iglesia, así como cierta labor relacionada con los sistemas de gestión de esta). El contenido específico de las organizaciones del trabajo es como sigue: aspecto uno, el trabajo administrativo de la iglesia. Este es el aspecto más importante y, si el trabajo administrativo no se hace bien, no habrá trabajo de la iglesia en absoluto. Aspecto dos, el trabajo de personal. Este es un aspecto importante del trabajo, al igual que el aspecto tres, que es el trabajo evangélico. El aspecto cuatro son las diversas clases de trabajo profesional. El ámbito de este trabajo es bastante amplio y abarca la producción de películas, el trabajo relacionado con textos, la traducción, la música, la producción de vídeo, el arte y demás. El aspecto cinco, la vida de iglesia. El aspecto seis, el trabajo de gestión de los bienes. El aspecto siete, el trabajo de depuración. El aspecto ocho, asuntos externos. El aspecto nueve, el bienestar de la iglesia. Por ejemplo, cómo resuelve la iglesia las dificultades que surgen en los hogares de los hermanos y hermanas y qué hace al respecto, además de visitar a los hermanos y hermanas en prisión y cómo se ha de cuidar a sus familias, entre otras cosas; todo ello se engloba en el bienestar de la iglesia. Aspecto diez, planes de emergencia. A veces, la iglesia transmitirá ciertas medidas de emergencia. Por ejemplo, cuando tuvo lugar la pandemia, la iglesia adoptó el sistema de aislamiento correspondiente. Los planes de este tipo recaen todos en el trabajo de emergencia. Las organizaciones del trabajo están formadas básicamente por estos diez aspectos. Cualquier otro aspecto menor o circunstancia especial están incluidos en estos diez; básicamente, el trabajo de la iglesia se compone de estos diez grandes aspectos. Este es básicamente el ámbito de las diversas organizaciones del trabajo dictadas por la casa de Dios, ¿no? (Correcto). Ahora que se han confirmado estos aspectos, todos deberíais entender un poco las organizaciones del trabajo de la casa de Dios, y saber que estos son los grandes aspectos de la obra de esta. Este es el ámbito de los requerimientos que tiene la casa de Dios respecto a las responsabilidades de los líderes y obreros. Esto implica que, como líder u obrero, el ámbito de tu trabajo y las responsabilidades que debes cumplir no se pueden separar de estos aspectos que se incluyen en las organizaciones del trabajo; todos son necesarios. Aparte de estos aspectos del trabajo, de las cosas que estás dispuesto a hacer, haz un poco de aquello que se te dé bien, y la casa de Dios no dispone requisitos adicionales para tu desempeño del deber. Por tanto, mientras haces tu labor, deberías reflexionar sobre cómo llevar a cabo estos aspectos del trabajo, qué requieren las organizaciones del trabajo de la casa de Dios, qué tarea específica debes realizar, cómo ponerla en marcha, si se está poniendo en marcha bien, cuál es el progreso actual, si has hecho seguimiento del trabajo, si hay algún aspecto de este que no se haya hecho bien o en el que existan desviaciones y defectos, y si todo el mundo que participa en ese aspecto del trabajo de veras lo está desempeñando; siempre debes reflexionar sobre estas cosas. Ahora que habéis entendido los aspectos concretos del trabajo implicados en las organizaciones de este, ¿es necesario que Yo ofrezca una explicación simple sobre cada uno de ellos? O tal vez pensáis: “Hemos estado en contacto con estos aspectos del trabajo durante muchos años y los entendemos todos, no hace falta volver a explicarlos; mejor habla sobre algo importante. Este tema no lo es tanto, da igual si lo conocemos o no, y no queremos oírlo”. ¿Es necesario explicar más esta cuestión? (Sí). Ya que es así, hablemos de ello en términos sencillos. Elegiremos algunos aspectos con los que estáis relativamente poco familiarizados, que no son tan específicos, que son un poco abstractos, y hablaremos sobre ellos.
I. Trabajo administrativo
Vamos a empezar por compartir el aspecto uno, el trabajo administrativo. El trabajo administrativo es relativamente abstracto y no es lo bastante concreto, mucha gente no lo entiende. En particular, aquellos que llevan poco tiempo creyendo en Dios no conocen en realidad la formación de la iglesia ni su trabajo administrativo, y no saben qué es la administración. Esta administración no es la misma que los decretos administrativos dictados por Dios. Este trabajo administrativo implica principalmente las estipulaciones específicas de la casa de Dios en el trabajo de establecer las iglesias. ¿Y cuál es el contenido de estas estipulaciones específicas? En ellas se incluye la división de las iglesias, cuántas personas hay en cada una, cómo se les da nombre a las mismas y demás. Se ha estipulado en las organizaciones del trabajo que las iglesias se dividan de acuerdo con su entorno geográfico natural, que se clasifique como iglesia a entre 30 y 50 personas que vivan relativamente cerca. Por ejemplo, digamos que la zona A incluye entre tres o cuatro aldeas; si estas contienen 50 creyentes, entonces se las puede clasificar como una iglesia. Dispondrán de sus propios momentos y lugares para celebrar reuniones, tendrán líderes de iglesia y diáconos, además de tareas eclesiásticas específicas que hacer, y tal iglesia lo gestionará todo en conjunto. Esta es la estipulación relativa a la división de las iglesias y al número de miembros en ellas. Al mismo tiempo, esta iglesia recaerá bajo la responsabilidad de un determinado distrito, según en cuál esté localizada, y ese distrito será responsable de los diversos elementos del trabajo en esa iglesia, como de la vida de iglesia que hay allí, de si los líderes y diáconos son aptos, de la distribución de los libros de las palabras de Dios, de la puesta en marcha de las distintas organizaciones del trabajo y de comunicar los requerimientos de lo Alto, entre otras cosas. La casa de Dios cuenta con unas organizaciones del trabajo específicas para asuntos como el número de iglesias que componen un distrito y el de distritos que forman una región, además de las regiones que son responsables de los distritos y los distritos que son responsables de las iglesias, que forman unidades administrativas. En términos sencillos, a esto se le llama trabajo administrativo, y se enmarca en el ámbito de las responsabilidades de los líderes y obreros. Por tanto, ¿cuáles son las responsabilidades que deberían cumplir los líderes y obreros? Deben dividir las iglesias en función de su entorno geográfico natural y su localización, conforme a las organizaciones del trabajo. Si el número de personas en una iglesia sigue aumentando con el tiempo, entonces la iglesia debería dividirse de nuevo a partir del número de personas y del entorno geográfico. Por ejemplo, si una iglesia pasa de 50 a 80 miembros, se debería escindir en dos; si estas dos iglesias pasan en total de 80 a 150 personas, entonces deberían dividirse en tres. Si una crece hasta tener 70, 80 o 100 miembros y no se ha dividido todavía en dos distintas, entonces, ¿no demuestra esto que los líderes y obreros en esta iglesia no entienden el trabajo administrativo de la casa de Dios? (Sí). En momentos como estos, los líderes y obreros deberían leer las organizaciones del trabajo relativas a este tema; el manual de la iglesia sobre las organizaciones del trabajo contiene estipulaciones específicas. Si una iglesia se divide en dos diferentes, entonces cada una debe elegir a los líderes y obreros necesarios, como a los líderes de la iglesia, los diáconos y demás. Por tanto, ¿qué deberían hacer los líderes y obreros? Deberían conocer y captar cuál es el número de personas en la iglesia y el estado de su establecimiento. Este es el trabajo administrativo de la iglesia y el aspecto más grande del trabajo. Debería haber una iglesia dondequiera que se halle el pueblo escogido de Dios y, una vez que se funda, los líderes y obreros deben responsabilizarse de cualquier aspecto del trabajo de esta iglesia, como distribuir los libros de las palabras de Dios, gestionar a los miembros de la iglesia o poner en marcha las organizaciones del trabajo para que sepan cuál es el contenido de estas. El trabajo administrativo implica sobre todo fundar iglesias, además de establecer las organizaciones y el personal administrativos de estas; todo esto son tareas específicas en el marco del trabajo administrativo. Normalmente, ¿quiénes se encuentran más con este aspecto del trabajo? Las iglesias de nuevos creyentes, los equipos evangélicos, así como los líderes regionales, los líderes de distrito y los líderes de la iglesia en zonas en las que se difunde el evangelio; todos ellos se encuentran más con este trabajo. Además, el trabajo administrativo también incluye una tarea especial, que es la de separar a las iglesias entre las que su deber es a tiempo completo, las que su deber es a tiempo parcial, las iglesias corrientes y los grupos B, y este es otro trabajo del que deberían encargarse los líderes y obreros. Los líderes y obreros deberían captar cómo separar las iglesias, y el principio para hacerlo es dividir a la gente en iglesias distintas en función de las diferencias entre los deberes que hacen, separar a las personas que hacen un deber de las que no, así como a las que lo hacen a tiempo completo de las que lo hacen a tiempo parcial; esta es otra tarea administrativa especial y específica.
II. Trabajo de personal
Aspecto dos, el trabajo de personal. Este aspecto se refiere a la elección, nombramiento y destitución de los líderes y obreros de todos los niveles. Las organizaciones del trabajo aportan estipulaciones concretas para los sistemas de elección, a qué clase de personas elegir líderes y obreros, así como los métodos y requerimientos específicos para las elecciones. También hay ciertas circunstancias especiales, por ejemplo, ¿qué se debería hacer si los hermanos y hermanas se acaban de conocer y no están muy familiarizados los unos con los otros ni pueden elegir a líderes y obreros apropiados mediante una elección? En ese caso, se puede ascender y designar a gente, comprobar quién es relativamente apropiado para ser líder y luego ir conociendo más sobre esa persona, compartir y realizar comprobaciones simples, después de lo cual se le puede nombrar. Asimismo, cuando lo Alto organiza un gran proyecto o nombra supervisores a varias personas, esta es una organización del trabajo especial. Hay otra circunstancia especial, y es cuando alguien escribe un informe a lo Alto para describir que tal o cual líder no desempeña trabajo real y camina por la senda de un anticristo, y lo Alto transmite una organización del trabajo para despedir de su puesto al líder denunciado después de verificar esto. Esta es otra organización del trabajo relacionada con el trabajo de personal. En resumen, el trabajo relacionado con el personal implica la elección, nombramiento y destitución de líderes y obreros de todos los niveles en la iglesia. Este aspecto del trabajo es relativamente simple y fácil de entender.
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