Punto 7: Son perversos, insidiosos y falsos (II) Parte 2

Después de resolver el asunto del anticristo de la iglesia canadiense, algunos pensaron: “Esas personas llevan muchos años cumpliendo su deber y, sin embargo, debido a la aparición de un anticristo que causó perturbación, se las ha aislado”. Tienen una sensación de crisis y piensan: “Esta es la primera vez que veo a Dios enfadarse y maldecir a la gente. Ni siquiera los colaboradores, cómplices y seguidores del anticristo se libraron. ¡Dios no tiene consideración por los sentimientos de nadie! Normalmente se dice que Dios ama y tiene misericordia del hombre, ¡pero esta vez Su ira es realmente imposible de soportar!”. Empiezan a sentirse intranquilos en el corazón. Decidme, ¿es correcto que la gente piense así? (No). ¿Por qué no? ¿Cómo deberían enfocar este asunto? ¿Cuántos años lleváis escuchando sermones? ¿No hace por lo menos cinco años? ¿Y no deberíamos ser capaces de llegar a un consenso en muchos asuntos, particularmente en ciertas cuestiones en las que los principios estén relativamente claros? (Sí). ¿Qué significa “consenso”? Significa una especie de entendimiento tácito. Yo hago algo sin deciros la razón, y vosotros sabéis perfectamente por qué lo hago y sois capaces de entenderlo, aceptarlo y asimilarlo desde una perspectiva positiva; eso es lo que significa tener un entendimiento tácito. ¿Cómo se produce ese entendimiento tácito? Digamos que habéis escuchado muchos sermones, habéis alcanzado cierto nivel de comprensión de la verdad y hemos llegado a conocernos mejor mutuamente. Os he explicado muchas cosas y os he expuesto Mis puntos de vista, Mis ideas, Mis principios de acción y lo que tenéis que entender y hacer. Os he dicho todo eso y cuáles son Mis puntos de vista, y vosotros habéis aceptado dichos puntos de vista y habéis afrontado las cosas, el deber, la fe, la vida y a otras personas de acuerdo con ellos. Entonces, ¿no habrá crecido más y más el entendimiento tácito entre nosotros? (Sí). Entonces, ¿hemos alcanzado ese tipo de entendimiento tácito con respecto a la forma de gestionar el asunto de la iglesia canadiense? Si no explicara la cuestión como lo estoy haciendo, ¿a qué equivaldría nuestro entendimiento tácito? A “castigar severamente a la gente para que sirva de ejemplo a los demás” y a que “castigo de uno, escarmiento de muchos”. ¿Es ese nuestro entendimiento tácito? (No). Esas personas llevaban muchos años escuchando sermones, así que ¿cómo pudo Mi actuación provocar tal respuesta por su parte? Decidme, ¿cómo me sentí al oírlas expresar tales opiniones? Me hizo sentir que es trágico que la gente pueda decir tales cosas. Te pregunto: ¿Debería haberme sentido así? (Sí). ¿Por qué? Porque ese tipo de enunciado, de perspectiva, de entendimiento y de comprensión no debería haber existido ni surgido. Pero lo ha hecho, y ha ido más allá de Mis expectativas. ¡Está tan alejado de Mi valoración y de Mis expectativas que me siento avergonzado por este asunto! Habrá quien diga: “¿Tan grave es? ¿No estás haciendo una montaña de un grano de arena?”. Mirad, no es muy grave, pero tampoco es un asunto trivial. Desde que empiezas a creer en Dios y lo reconoces como tu Dios y tu Señor, desde el momento en que quieres comer y beber las palabras de Dios, seguirlo, aceptar Sus instrumentaciones y disposiciones y someterte a todo lo que Él te pida, desde ese día has establecido una relación con Dios. Una vez establecida esa relación, hay un problema realmente crucial entre Dios y tú. ¿Cuál es ese problema? Que tu relación con Dios estará constantemente en estado de crisis si no eres capaz de aceptar las cosas que Él hace y las formas en que se comporta y si no puedes entender esas cosas ni tomar la iniciativa para buscarlas y comprenderlas. ¿Y qué implica ese estado de crisis? Que no importa cuántas palabras de Dios comas y bebas ni cómo planees someterte a Dios, mientras ese estado de crisis exista, aunque solo sea por un día, el hecho de que quieras seguir a Dios y tu deseo de aceptar Su salvación pueden ser destruidos, volverse insostenibles y convertirse en meras fantasías. ¿Por qué digo esto? Mientras tu relación con Dios no sea normal y exista ese estado de crisis, ¿acaso podrás mantener una relación normal con Dios? Entonces, ¿qué tipo de relación tendrás con Él? ¿Será una relación de compatibilidad? ¿Una relación familiar o entre colegas? ¿Cómo será exactamente? Mientras tu relación con Dios esté en estado de crisis, llegarás a juzgar y malinterpretar Sus actos y comportamiento en cualquier momento y lugar, e incluso serás capaz de oponerte y negarte a aceptar las cosas que hace. ¿No estarías entonces en peligro? ¿Cómo surge ese peligro? Surge porque no conoces a Dios. No lo analizaremos desde el lado positivo, sino desde el negativo. Por ejemplo, siempre ves a Dios de cierta manera y piensas que es un rey terrenal, un funcionario muy importante, una persona suprema que ejerce poder en la tierra. En tu mente, siempre piensas que Dios es alguien en ese tipo de posición y por lo tanto, sobre esa base, ¿qué perspectiva tendrás sobre las cosas que Dios hace y dice? Permitidme daros algunos ejemplos para que entendáis a qué perspectiva me refiero. Hay un dicho en el mundo: “Estar cerca de un rey es igual de peligroso que yacer junto a un tigre”. ¿Existe alguien que aplique ese dicho a su relación con Dios? (Sí). Hay gente así, y muchas personas adoptan esa perspectiva sobre Dios. Luego está el dicho que mencionamos antes: “Castigo de uno, escarmiento de muchos”. ¿No hace este que la gente también considere a Dios como un rey en la tierra o alguien con influencia y estatus? (Sí). Entienden a Dios así porque tienen esa opinión de Él. Tratan a Dios de la misma manera que tratarían a alguien con estatus en el mundo porque tienen ese tipo de relación con Él, lo ven de esa manera y así es como entienden Su identidad y estatus; es algo natural. Hay otro dicho que dice: “¿Cómo puede uno tolerar que alguien invada su esfera de influencia?”. Esta es una forma de describir a los reyes mundanos y a las personas que tienen estatus e influencia. Puede que algunos conozcáis u os hayáis relacionado previamente con personas así, y tal vez también apliquéis ese dicho a Dios. Es decir, cuando Dios hace o dice algo, quizás relacionéis esos dichos con Él y lo consideréis de esa manera. Si consideras a Dios así y tienes esa perspectiva de Él, ¿cómo será exactamente tu relación con Dios? Será de oposición. Por mucho que admires y temas al dios que tienes en la cabeza, por muy obediente que seas y por mucho que te rindas a Él, tu relación con Dios seguirá siendo de oposición, independientemente de la actitud que tengas hacia Él. Tal vez penséis que, al hablar así, Mis palabras son un poco abstractas, pero si las meditáis detenidamente, ¿no veis que las cosas son así? Después de encargarme del asunto del anticristo de la iglesia canadiense, no os expliqué las cosas cuidadosa y detalladamente ni os dije las razones por las que actué así con aquellas personas, y fueron muchos los que se preocuparon por su futuro y porvenir. ¿De dónde surgió esa preocupación? De la interpretación errónea y el desconocimiento de Dios por parte de las personas. ¡Esa fue la causa fundamental! Si tu entendimiento de Dios concuerda con Su esencia (por ejemplo, si tu entendimiento de la justicia, autoridad y sabiduría de Dios concuerda con la verdad), independientemente de lo que Dios haga, aunque no comprendas las razones ni Sus intenciones, ¿malinterpretarás a Dios? Claro que no. Una vez que resolví el asunto de la iglesia canadiense, algunos dijeron: “Eso se hizo para hacer del castigo de uno el escarmiento de muchos y asustarnos”. ¿Cuál es el problema de este planteamiento? ¿Se ajusta a la verdad? ¿Muestra un entendimiento acertado? (No). ¿Por qué no? Dejadme que os diga algo extremadamente simple: su entendimiento no se correspondía con la verdadera situación, los hechos no eran así y los entendieron mal. ¿No es así de sencillo? (Sí). Entonces, ¿por qué os esforzáis tanto en explicar esta cuestión? Nunca pensé así ni quise asustar a nadie. A lo largo de los años, la mayoría ha ido mejorando continuamente la eficacia en el cumplimiento de su deber, así que ¿cumplen ahora su deber a la altura de lo esperado? No, pero esas personas están en proceso de hacerlo, y si surge algún problema menor, se lo dejo pasar. Durante dicho proceso, algunos pueden causar perturbaciones, otros pueden posponer las cosas y otros pueden enfrentarse a problemas poco importantes, pero, en general, son bastante buenos. Sin embargo, hay algo que no debéis olvidar: vinisteis a cumplir vuestro deber. Tenéis que dar gracias a Dios sin importar lo duro que trabajéis, la cantidad de sufrimiento que soportéis o lo mucho que os poden. Dios os dio esta oportunidad para que pudierais experimentar todo tipo de situaciones diferentes y llegarais a tener todo tipo de experiencias y encuentros personales. Eso es bueno y todo se hace para que podáis entender la verdad. De manera que, ¿qué os preocupa? ¿De quién os protegéis? No hay necesidad alguna de ello. Solo tenéis que perseguir la verdad con normalidad, encontrar vuestro lugar, y cumplir vuestro deber y hacer el trabajo que os corresponde adecuadamente; con eso es suficiente. No es pediros demasiado.

Desde el momento en que ese anticristo apareció en la iglesia canadiense y empezó a causar perturbaciones hasta que aquellas personas alcanzaron la fase en la que hoy se hallan, ¿cuánto tiempo las he tolerado? No ignoraba por completo lo que ocurría con ellas, lo toleré una larga temporada. ¿Cuánto lo toleré? Durante mucho tiempo, fueron incapaces de entregar trabajos terminados, no progresaban en su obra y ninguna de ellas atendía los asuntos que le correspondían; todas se comportaban de una manera caprichosa, imprudente, viciosa y desenfrenada, y habría que haber lidiado con ellas mucho antes. Si vosotros también sois capaces de comportaros de manera caprichosa e imprudente y no podéis atender los asuntos que os corresponden, no esperéis que Yo me haga cargo. En lugar de eso, bien podríais tomar la iniciativa y renunciar; sería más digno. ¿Sería lo correcto? No, tampoco. No sigáis pensando en abandonar, debéis estar decididos a echar raíces aquí y desempeñar vuestro deber adecuadamente. No importa si podéis cumplir adecuadamente con vuestro deber o no, al menos esforzaos en cuerpo y alma y aseguraos al final de que habéis completado todas vuestras tareas. No seáis desertores. Hay quien dice: “Soy de pobre calibre y no muy culto; tampoco poseo ningún talento. Tengo una personalidad con defectos y siempre encuentro dificultades al cumplir mi deber. ¿Qué haré si no puedo desempeñarlo bien y me sustituyen?”. ¿De qué tienes miedo? ¿Acaso se trata de un trabajo que puedas completar por ti solo? Has asumido una función, no te han pedido que te ocupes de todo. Limítate a las cosas que tienes que hacer, con eso basta. ¿No habrás cumplido entonces tus responsabilidades? Es muy simple; ¿por qué recelas siempre tanto? Tienes miedo de que las hojas de los árboles te caigan encima y te abran la cabeza, y piensas por encima de todo en tus propios planes de contingencia; ¿no es cierto que esto no sirve para nada? ¿Qué significa que “no sirve para nada”? Significa que uno no intenta progresar, que no está dispuesto a dar lo mejor de sí mismo, que siempre quiere conseguirlo todo gratis y disfrutar de las cosas buenas; los individuos de este tipo son basura. Algunas personas son demasiado estrechas de miras. ¿Cómo las describimos? (Son sumamente mezquinas). Una persona sumamente mezquina es alguien vil, y alguien vil puede evaluar la calidad humana de un caballero en función de sus propios criterios viles y considerar a los demás tan egoístas y despreciables como él. Estos individuos no sirven para nada y, aunque crean en Dios, tendrán dificultades para aceptar la verdad. ¿Qué provoca que una persona no tenga demasiada fe? Lo provoca el hecho de no comprender la verdad. Si comprendes demasiado pocas verdades y lo haces de forma superficial y, como consecuencia, no puedes entender todas las obras que Dios emprende, todo lo que Dios hace y todos los requisitos que Dios te impone, si no puedes alcanzar este entendimiento, entonces surgirán en tu interior toda suerte de sospechas, figuraciones, malentendidos y nociones con respecto a Dios. Si esto es lo único que tu corazón alberga, ¿puedes tener verdadera fe en Dios? No tenéis verdadera fe en Dios y por eso os sentís siempre intranquilos y preocupados por no saber cuándo podrían sustituiros. Tenéis miedo y pensáis: “Dios podría venir en cualquier momento a efectuar una inspección”. Relajaos. Mientras desempeñéis bien el trabajo que la casa de Dios os encomienda, aunque tengáis alguna carencia en lo que atañe a vuestra búsqueda de la verdad y entrada en la vida, lo dejaré pasar. No voy a vigilar cómo progresa vuestra asistencia a las reuniones, ni cómo escucháis los sermones, ni vuestra vida de iglesia, ni cómo coméis y bebéis de las palabras de Dios, y tampoco os molestaré en vuestro trabajo. ¿Por qué no voy a molestaros? Existen varios motivos para ello. Uno es que estáis más familiarizados que Yo con diversas destrezas profesionales. En el transcurso de los últimos años de trabajo, deberíais haber mejorado en términos de experiencia y destrezas profesionales y haber desarrollado un programa de trabajo. Ya sea por escrito o de palabra, deberíais haber recopilado un conjunto de normas y preceptos. Ignoro qué medios empleáis y no albergo ningún deseo de alterar vuestros planes y métodos de trabajo. Podéis seguir vuestros propios estilos o patrones, o vuestras normas y preceptos, y realizar el trabajo de aquella forma que os resulte más fácil y conveniente, que haga que todos se sientan libres y liberados, y que se traduzca en un alto grado de eficiencia. Es decir, os concedo plena libertad en vuestro trabajo. Aunque a veces rondo por las iglesias, me mantengo en un segundo plano para que no me veáis; intento por todos los medios que os sintáis libres y liberados. ¿Por qué? Ninguno de vosotros está muy familiarizado con el oficio; necesitáis ir tanteando poco a poco el terreno como parte del proceso de aprendizaje. Cada persona, ya esté adquiriendo destrezas profesionales o entrando en la verdad, progresa a su ritmo y tiene un cierto grado de eficiencia. No puedes presionar a la gente para que haga cosas que sobrepasan sus aptitudes. Las personas deben pasar por un proceso, experimentar fracasos y contratiempos o extraer lecciones de sus errores, y luego gradualmente definir un camino a seguir y llegar a dominar ciertos principios en todos los ámbitos. Entonces estarán haciendo progresos. Tenéis vuestro propio estilo de trabajo y vuestros propios métodos; no sería apropiado que Yo os molestara con vuestro trabajo. Por eso en muy raras ocasiones participo en los debates sobre estos asuntos que conciernen a vuestro trabajo. Este es el motivo relacionado con vosotros. Pero también existe un motivo fundamental relacionado conmigo. Seré sincero con vosotros, lo que sois capaces de ver y pensar, ya sea en términos de destrezas profesionales o de arte, o incluso en términos de la verdad, me parece muy superficial. ¿Soportaríais que intentara obligaros a hacer progresos más rápidos? No, no lo soportaríais. Si actuara entre vosotros según Mis deseos, entonces Mis exigencias superarían vuestro nivel actual de destreza profesional y vuestra estatura real con respecto a la entrada en la vida. No quiero actuar así, porque resultaría fatigoso para Mí y muy extenuante para vosotros. Nos veríamos ambos abocados a una situación incómoda, lo cual no sería bueno; no es lo que quiero ver. Esta es Mi manera de pensar en este asunto, y así son las cosas. Por dos motivos, uno relacionado con vosotros y otro con Mis ideas sobre el asunto, he manejado las cosas así. Hacerlo así resulta conveniente para que crezcáis de forma gradual. En términos de la entrada en la vida, disponéis de libros que contienen las palabras de Dios, hay toda suerte de reuniones y sermones, así como líderes y obreros que os riegan y os apoyan; existe gran cantidad de cosas de las que podéis comer, beber y aprovisionaros. Otro aspecto es que el proceso de crecimiento de la vida humana se asemeja a una semilla que se siembra en la tierra, que se riega y se abona, y que luego germina y crece hasta que al final produce frutos. Se trata de un proceso muy lento. Por supuesto, vosotros pasáis por un proceso que puede ser incluso más lento que el crecimiento de una semilla desde que germina hasta que da frutos. ¿Por qué? Existen muchas razones objetivas y prácticas para ello, contenidas en el interior de la gente. Una es que las personas poseen actitudes corruptas, pero no hablaremos de eso. Otra, que son inertes y se vuelven negativas a menudo. Son perezosas, adormecidas y lentas en lo que atañe a la verdad y las cosas positivas. Es más, las personas no aman lo positivo. Por lo tanto, cuando intentan entrar en la verdad y alcanzar la entrada en la vida, se les hace cuesta arriba y navegan a contracorriente. A la gente le resulta fácil dejarse llevar, vivir de gorra, perseguir el mundo secular y seguir las tendencias; es navegar a favor de la corriente. Desde una perspectiva subjetiva, en realidad quieren actuar de este modo. Sin embargo, les resulta agotador perseguir la verdad, hacer lo que es recto y ser personas con sentido de la rectitud capaces de atender las tareas que les corresponden. Tienen que rebelarse contra sus deseos subjetivos, sus propios sentimientos y nociones, así como contra su pereza y otras facetas igual de adversas y negativas. Cuando tratan con personas, compañeros de trabajo o entornos que no son como imaginaban, o incluso cuando oyen cosas molestas o desagradables, deben recurrir a la oración para superarlo, por lo que se encuentran con una tremenda resistencia en la senda hacia la búsqueda de la verdad en su fe en Dios. Si son personas excepcionalmente resueltas y persiguen la verdad con una energía increíble, verán cierto progreso después de un año o dos de experiencia. En caso contrario, si se comportan como les plazca y dejan que las cosas sigan su curso natural, progresarán muy despacio. Quizá, al cabo de un tiempo, se encuentren con un acontecimiento especial, un suceso que conlleve una importancia extraordinaria para ellas, y entonces aprenderán una lección, las podarán y en su fuero interno sufrirán un inmenso dolor y se sentirán profundamente afectadas; solo después de esto serán capaces de empezar a cambiar a mejor en términos de su entrada en la vida. ¿Este cambio a mejor les permitirá hacer progresos? No. Su progreso depende de cómo busquen la verdad durante este período. Si son personas que solo saben poner excusas, que se entregan al consuelo carnal y que en realidad no aman la verdad, no sacarán de este acontecimiento nada más que una lección superficial y no llegarán a comprender la verdad. En Mi asociación con vosotros, he optado por mantener las distancias y adoptar este método, de acuerdo con la lentitud con que progresa vuestra vida. ¿Lo consideráis apropiado? (Sí). Resulta muy beneficioso para vosotros; al menos, os sentiréis relajados. No os impondré ninguna carga adicional, ni os estaré observando y vigilando las 24 horas del día sin dejar que os relajéis ni un momento, ni os obligaré a trabajar diligente e infatigablemente. No me las ingeniaré para hacer eso, sino que permitiré que las cosas sigan su curso natural con vosotros. ¿Significa eso que podéis caer en la autocomplacencia? (No). Entonces, ¿cómo puedo tomar la decisión con total confianza de no vigilaros? Porque existe el escrutinio del Espíritu Santo. Es más, si alguien persigue la verdad, si siente esa necesidad y si está dispuesto a ello en lo más íntimo de su corazón, entonces la perseguirá aunque no lo estés observando; se trata de una persona decente que atiende los asuntos que le corresponden. Si no es una persona decente, no servirá de nada incluso aunque la vigiles. Cuando la miras, aparenta actuar de una cierta manera para tratarte superficialmente, pero, cuando dejas de mirarla un momento, se comporta como suele hacerlo y vuelve a como era antes. La búsqueda de la verdad no es algo que la gente pueda vigilar. Es algo que comprendo en profundidad, motivo por el cual adopto este método para relacionarme e interaccionar con vosotros. Es totalmente apropiado que lo haga.

¿No se ha explicado ya de forma clara el asunto de la iglesia canadiense? ¿Y habéis comprendido algunas verdades de este asunto? Si en el futuro os volvéis a encontrar una situación similar, ¿seguiréis diciendo que se trata de un caso de castigar severamente a la gente para que sirva de ejemplo a los demás y hacer del castigo de uno el escarmiento de muchos? Antes de que esto ocurriera, pensabas que nadie podría romper tu relación con Dios y que ya eras compatible con Él. Sin embargo, al encontrarte con este asunto, se reveló esa pequeña estatura que posees. ¿Qué estatura? Pensabas que podrías soportar sufrimiento y cargas pesadas, que tu determinación y tu fe eran mayores que antes y que pronto te perfeccionarían; esta era la percepción errónea que albergabas en tu corazón. ¿Y qué piensas ahora? ¡Te habías precipitado! Mírame: este es Mi aspecto por fuera, se me puede ver y tocar; ¿puede considerarse que poseo una personalidad abierta y clara? A juzgar por Mi personalidad, no soy de los que actúan a vuestras espaldas cuando surge un problema sin deciros nada, no actúo en secreto ni os obligo a adivinar cuáles son Mis intenciones. No soy de ese tipo de persona. Sea cual sea el problema que surja, siempre os lo explico con claridad y, aun así, todavía sois capaces de resumir semejante conjunto de teorías y decir: “Este es mi entendimiento de Dios más elevado”. ¿Qué pensáis de este entendimiento? Habéis aprendido una lección, ¿no? ¿No puede describirse como vuestro mayor fracaso en cuanto a vuestro entendimiento de Dios? Podéis oír las palabras que pronuncio y ver Mi apariencia, y soy una persona de carne y hueso que se puede ver y tocar. Tomé ese rumbo y ninguno de vosotros fue capaz de comprenderlo, y no pudimos alcanzar un consenso; ni siquiera tuvimos un mínimo de entendimiento tácito. ¡Te hallas muy lejos de Dios! ¡Te queda mucho camino que recorrer para llegar a entender a Dios! Estas son palabras verdaderas; se trata de una situación real. No pienses que entiendes a Dios solo porque puedas llevar a cabo una parte de tu deber, hayas sido creyente en Él desde hace muchos años y puedas hablar sobre algunas doctrinas. ¡He de decirte que te precipitas! No creas que realmente sabes alguna cosa. De hecho, aún te hallas lejos de entender a Dios; no has llegado ni a rozar esta comprensión. La gente puede quedar en evidencia en cualquier asunto, y algunas personas han quedado en evidencia con el asunto de la gestión de la iglesia canadiense. La gente debe continuamente crecer y llegar a entenderse a sí misma y a Dios en estas situaciones y acontecimientos distintos, para así conocer las obras y el carácter de Dios, comprender su propia rebeldía, comprender cuál es exactamente su relación con Dios y percibir con claridad en qué punto se hallan su comprensión y conocimiento de la verdad y su entendimiento de Dios. Por medio de estas cuestiones, se medirá tu estatura y tu estado verdaderos. ¿Habéis aprendido alguna lección esta vez? Esforzaos por no tener que adquirir este tipo de comprensión la próxima vez. ¡Qué doloroso y qué increíble es todo! ¿Consideráis que merecía la pena dedicar tanto tiempo a explicar este asunto? No tendría que haber sido necesario. ¿Por qué lo digo? Según las palabras y doctrinas que habéis captado, deberíais ser capaces de salvar el obstáculo de este asunto; al reflexionar vosotros mismos sobre él y, hablando sobre él entre todos, deberíais haber sido capaces de entenderlo de una manera relativamente pura, sin que vuestra interpretación se volviera tan extrema. Pero resulta que han surgido interpretaciones extremas, por lo que era necesario que Yo compartiera ciertos detalles. ¿No se os ha iluminado el corazón después de escuchar esta charla? Ya no deberíais tener más ideas sobre este asunto, ¿verdad? Así pues, ¿consideráis excesivo el modo en que traté a esas personas? (No). Terminemos aquí el debate sobre este asunto, y empezaré a hablar sobre el tema principal.

Ahora ya han aparecido varios desastres inusuales, y según las profecías de la Biblia, habrá desastres aún mayores en el futuro. Entonces, ¿cómo obtener la protección de Dios en medio de los grandes desastres? Contáctanos, y te mostraremos el camino.