Punto 7: Son perversos, insidiosos y falsos (II) Parte 3
Disección de lo perversos, insidiosos y falsos que son los anticristos
En nuestra última charla, hablamos sobre la séptima manifestación de los anticristos: son perversos, insidiosos y falsos. ¿Sobre qué aspecto hablamos principalmente? Sobre lo perversos que son los anticristos. ¿Por qué decimos que son perversos? ¿Qué actitudes, manifestaciones y características en particular de su esencia-naturaleza permiten clasificarlos como perversos, insidiosos y falsos? ¿Cuáles son los atributos obvios que demuestran que existe su perversidad y que esta se corresponde con sus circunstancias reales? ¿Cuáles son las características principales de su esencia-naturaleza que justifican que digamos que la gente así es perversa? Por favor, decid lo que pensáis. (Muchos anticristos entienden la verdad, pero se oponen a ella descaradamente. Insisten con obstinación en optar por recorrer su propia senda a pesar de saber de manera clara lo que está bien. La perversidad de los anticristos también se manifiesta en su hostilidad infundada hacia quienes persiguen genuinamente la verdad y hacia las personas positivas). (Los anticristos no quieren ver que les va bien a otros. Su intención es disfrutar ellos solos de los beneficios que la casa de Dios ofrece a los hermanos y las hermanas: no quieren que ninguno de estos los disfrute, de modo que se los reservan). (Dios, en Tu charla anterior me impresionó mucho la cuestión de cómo los anticristos te usan a Ti y a la verdad como herramientas para alcanzar un estatus; eso me parece particularmente perverso). La mayoría de vosotros recordaréis ciertas cosas, es decir, algunos de los ejemplos que puse al hablar sobre la esencia perversa de los anticristos. Solo os acordáis de los ejemplos, pero os habéis olvidado del contenido de Mi charla sobre la esencia perversa de los anticristos y de Mi análisis del tema. ¿Cuántas de las verdades que traté mientras hablaba sobre la esencia-naturaleza perversa de los anticristos y diseccionaba el tema sois capaces de entender? Dado que no podéis recordar esas cosas, ¿acaso no indica eso que en aquel momento no entendisteis ninguna de ellas? Si Mi charla os hubiera causado una gran impresión, ¿no seríais capaces de recordarlas en cierta medida? ¿No son las cosas que os vienen a la memoria las que entendéis? ¿Acaso no son las cosas que no podéis recordar las que os cuesta mucho entender o, sencillamente, no podéis comprender? Cuando oísteis esas verdades en aquel momento, pensasteis que eran correctas y las recordasteis como doctrinas: tuvisteis que esforzaros mucho para lograrlo. Sin embargo, tras una noche de sueño, ya las habíais olvidado. Al cabo de un mes, habían desaparecido por completo. ¿No es así? Para ver con claridad un asunto o la esencia de una persona, debes entender la verdad. Si todavía te aferras a los puntos de vista de los no creyentes y contemplas y consideras las cosas según sus enunciados, eso demuestra que no entiendes la verdad. Si no te han reportado nada los diversos años que te has pasado escuchando sermones y charlas, y cuando la gente te habla sobre la verdad no puedes entenderla, al margen de cómo te la expliquen, esto indica que careces de capacidad para comprender la verdad: a esto se le llama calibre mediocre. ¿Acaso no es esa la situación? (Sí). Por lo que respecta a la perversidad de los anticristos, ninguno de vosotros ha mencionado el enunciado más esencial. ¿Por qué no lo habéis mencionado? Por un lado, se debe a que ha pasado tiempo y lo habéis olvidado. Por otro, es debido a que no os percatasteis de la importancia de este enunciado; no sabíais que se trata de un enunciado clave que revela y pone al descubierto la esencia perversa de los anticristos. ¿Cuál es este enunciado? Es el concepto de que la perversidad de los anticristos se manifiesta principalmente en su hostilidad y aversión hacia todas las cosas positivas y todo lo que esté relacionado con la verdad. ¿Por qué los anticristos sienten hostilidad hacia estas cosas positivas y las aborrecen? ¿Acaso les han perjudicado? No. ¿Afectan a sus intereses? A veces tal vez sí, a veces en absoluto. Así pues, ¿por qué los anticristos se muestran sin base alguna hostiles hacia las cosas positivas y las detestan? (Es su naturaleza). Tienen este tipo de naturaleza: sienten hostilidad hacia las cosas positivas y las verdades y las aborrecen. Esto confirma la naturaleza perversa de los anticristos. ¿Es este enunciado importante? No recordáis un enunciado tan importante; solo os acordáis de lo que no es fundamental. ¿Para qué os hice esas preguntas? Para que hablarais y yo pudiera comprobar hasta qué punto comprendéis estas cosas, cuánto podéis recordar en el corazón y cuánto fuisteis capaces de entender en aquel momento. Como era de esperar, solo recordáis algunas cosas menores. Tratáis todas las cosas sobre las que he hablado como cotorreos sin sentido. No vine aquí simplemente para parlotear, sino para contaros cómo discernir a las personas. El enunciado que he expresado es el principio-verdad más importante para discernir la naturaleza perversa de los anticristos. Si no puedes aplicar este enunciado, no serás capaz de discernir o conocer la naturaleza perversa de los anticristos. Por ejemplo, cuando se define a alguien como un anticristo, algunos podrían decir: “Él es bueno con nosotros, es cariñoso y nos ayuda. ¿Por qué hay que definir a una persona tan buena como un anticristo?”. No entienden que, aunque los anticristos puedan mostrar ternura hacia otros por fuera, trastornan y perturban la obra de Dios y, en concreto, se oponen a Él. La mayoría de la gente no puede ver este aspecto insidioso y taimado de los anticristos. No pueden discernirlo en absoluto y malinterpretan a Dios, se forman nociones sobre Él e incluso lo condenan y se quejan de Él por este motivo. Estas personas no son más que unos bribones y no pueden recibir la salvación de Dios. Esto se debe a que solo ven las cuestiones superficiales, como la forma en que los anticristos atrapan y persuaden a la gente y se ganan su favor, y no se percatan de la esencia perversa de los anticristos ni de los métodos que utilizan para resistirse a Dios y establecer reinos independientes. ¿Por qué estas personas no pueden ver estas cosas? Porque no entienden la verdad y no pueden discernir a los demás. Los fenómenos externos siempre las desorientan y no pueden ver con claridad la esencia ni las consecuencias del problema. Además, utilizan siempre las nociones humanas tradicionales de moralidad y las costumbres del mundo para evaluar a las personas y emitir veredictos sobre ellas. Como resultado, las personas, desorientadas por los anticristos, se ponen del lado de estos y surgen conflictos y enfrentamientos entre ellas y Dios. ¿Quién tiene la culpa de esto? ¿Cómo se produjo este error? Esta es la consecuencia de que no entiendan la verdad ni conozcan la obra de Dios y de que siempre contemplen a las personas y las cosas según sus nociones y figuraciones.
II. Disección de la querencia de los anticristos por las cosas negativas
Hoy seguiremos hablando sobre la séptima manifestación de los anticristos: son perversos, insidiosos y falsos. En esta manifestación, la atención se centra en su perversidad, ya que esta engloba la insidia y la falsedad. La perversidad es un elemento representativo de la esencia de los anticristos, mientras que la insidia y la falsedad son secundarias. En nuestra última charla, hablamos sobre la esencia perversa de los anticristos y la pusimos al descubierto. Hablamos sobre algunos conceptos amplios de ciertos contenidos relativamente definitorios y dijimos algunas palabras sobre sacar a la luz este aspecto de la esencia de los anticristos. Hoy continuaremos con nuestra charla sobre este tema. Algunos podrían preguntar: “¿Hay algo que hablar sobre este asunto?”. Lo hay. Todavía debemos compartir algunos detalles. Hoy hablaremos sobre esta cuestión de una manera y desde una perspectiva distintas. ¿Cuál era la característica principal y la manifestación de la naturaleza perversa de los anticristos sobre las que hablamos en nuestra última charla? La gente como los anticristos siente hostilidad hacia todas las cosas positivas y hacia la verdad y las aborrece. Su hostilidad y aversión hacia la verdad y las cosas positivas no requiere razón alguna ni resulta de la instigación de nadie y, sin duda, no se debe a que un espíritu malvado los haya poseído; más bien se trata de que no les gustan estas cosas de manera inherente. Sienten hostilidad hacia ellas y las aborrecen; de forma instintiva, sienten repulsión al encontrarse con cosas positivas. Si les das testimonio de Dios o les hablas sobre la verdad, comenzarán a odiarte y es posible que incluso se les ocurra atacarte. Cubrimos este aspecto de la hostilidad y la aversión de los anticristos hacia las cosas positivas en nuestra última charla, de modo que no volveremos a hablar sobre el tema en esta ocasión, sino que estudiaremos otro aspecto. ¿Cuál es ese otro aspecto? Los anticristos sienten hostilidad hacia las cosas positivas y las aborrecen; así pues, ¿qué les gusta? Hoy, analizaremos y diseccionaremos la naturaleza perversa de los anticristos desde esta vertiente y perspectiva. ¿Es necesario? (Sí). Lo es. ¿Podríais percataros de esta cuestión por vuestra cuenta? (No). El desafecto de los anticristos por las cosas positivas y la verdad es su naturaleza perversa. Por tanto, sobre esta base, considerad con detenimiento lo que les gusta a los anticristos, el tipo de cosas que les gusta hacer, sus métodos y medios para hacer las cosas y la clase de personas que les gustan; ¿acaso esta perspectiva y esta vertiente no son mejores para contemplar su naturaleza perversa? Este enfoque nos proporcionará una idea más concreta y objetiva. En primer lugar, a los anticristos no les gustan las cosas positivas, lo que implica que se muestran hostiles hacia ellas y que les gustan las cosas negativas. ¿Qué ejemplos tenemos de cosas negativas? Las mentiras y el engaño: ¿acaso no son cosas negativas? Sí, lo son. Por tanto, ¿cuál es la contrapartida positiva a las mentiras y al engaño? (La honestidad). Correcto, es la honestidad. ¿Le gusta la honestidad a Satanás? (No). Le gusta el engaño. ¿Qué es lo primero que Dios demanda a los humanos? Él dice: “Si quieres creer en Mí y seguirme, ¿qué tipo de persona deberías ser ante todo?”. (Una persona honesta). Así pues, ¿qué es lo primero que Satanás enseña a hacer a la gente? A mentir. ¿Cuál es la primera evidencia de la naturaleza perversa de los anticristos? (El engaño). Sí, a los anticristos les gustan el engaño y las mentiras y detestan y odian la honestidad. A pesar de que esta es una cosa positiva, no les gusta y, por el contrario, les produce repulsión y la odian. En cambio, les gustan el engaño y las mentiras. Si alguien dice la verdad a menudo delante de los anticristos y comenta cosas como: “Te gusta realizar el trabajo desde una posición de estatus y a veces eres perezoso”, ¿cómo se sienten los anticristos al respecto? (No lo aceptan). No aceptarlo es una de las actitudes que poseen, pero ¿es eso todo? ¿Cuál es su actitud hacia esa persona que les habla sinceramente? Les repugna y no les gusta. Algunos anticristos dicen a los hermanos y las hermanas: “Ahora llevo un tiempo guiándoos. Por favor, que cada uno de vosotros me diga qué opina de mí”. Todo el mundo piensa: “Dado que eres tan sincero, te haremos algún comentario”. Algunos dicen: “Eres bastante serio y diligente en todo lo que haces y has soportado mucho sufrimiento. Nos duele verte en esa tesitura y lo lamentamos en tu nombre. ¡Ya podría haber más líderes como tú en la casa de Dios! Si tuviéramos que señalar un defecto, sería que eres demasiado serio y diligente. Si trabajas demasiado y te quemas, no podrás seguir trabajando y entonces, ¿no estaremos perdidos? ¿Quién nos guiará?”. Cuando los anticristos oyen esto, se sienten complacidos. Saben que es mentira, que esas personas están intentando ganarse su favor, pero están dispuestos a escucharlo. En realidad, quienes dicen esto tratan a estos anticristos como bobos, pero estos prefieren hacerse los tontos antes que revelar la verdadera naturaleza de estas palabras. Los anticristos adoran a los que los adulan de esta forma. Estos individuos no sacan a relucir las fallas, las actitudes corruptas o los defectos de los anticristos. En su lugar, los alaban y exaltan de manera encubierta. Aunque está claro que sus palabras son mentiras y halagos, los anticristos las aceptan de buen grado y las encuentran reconfortantes y gratificantes. Para los anticristos, estas palabras son mejores que saborear los manjares más exquisitos. Después de oírlas, se muestran engreídos. ¿Qué ejemplifica esto? Refleja que los anticristos tienen una actitud que ama las mentiras. Supongamos que alguien les dice: “Eres demasiado arrogante y tratas a la gente de manera injusta. Eres bueno con los que te apoyan, pero si alguien se mantiene a distancia de ti o no te adula, lo menosprecias y lo ignoras”. ¿Acaso no son sinceras estas palabras? (Sí). ¿Cómo se sienten los anticristos después de oír esto? Se sienten infelices. No quieren oírlo ni pueden aceptarlo. Intentan encontrar excusas y razones para dar explicaciones y limar asperezas. Por otro lado, los anticristos nunca investigan a los que siempre los halagan en persona, pronuncian palabras biensonantes para alabarlos de manera encubierta e incluso los engañan claramente con sus palabras. En su lugar, los anticristos los utilizan como figuras importantes. Incluso colocan a mentirosos compulsivos en posiciones destacadas y les asignan determinados deberes significativos y solemnes, mientras que a los que siempre hablan sinceramente y suelen denunciar los problemas les reservan deberes en posiciones menos notorias, lo cual impide que puedan relacionarse con los puestos superiores de liderazgo o que la mayoría de la gente los conozca o intime con ellos. No importan el talento de estas personas ni los deberes que puedan hacer en la casa de Dios: los anticristos ignoran todo eso. Solo les interesa quien es capaz de engañar y quien les puede resultar ventajoso; estos son los individuos a los que colocan en posiciones importantes, sin tener en cuenta ni un ápice los intereses de la casa de Dios.
A los anticristos les encantan el engaño y las mentiras. Por ejemplo, supongamos que las iglesias que supervisan no prestan ninguna atención a la obra evangélica ni se concentran en formar a la gente para difundir el evangelio y, en consecuencia, la obra obtiene malos resultados y se ganan pocas personas. No obstante, los anticristos temen que alguien pueda denunciar la situación real. Odian a cualquiera que hable con sinceridad y les gustan los que saben mentir, engañar y barrer debajo de la alfombra toda información perjudicial. Por tanto, ¿qué tipo de palabras les gusta más oír a los anticristos? “Todos los que difunden el evangelio en nuestra iglesia son capaces de dar testimonio y cada uno de ellos es un experto en difundir el evangelio”. ¿Acaso no tienen estas palabras la intención de engañar a la gente? Pero a los anticristos les encanta oírlas. ¿Cómo responden los anticristos al oírlas? Dicen: “Fantástico, los resultados de la obra evangélica de nuestra iglesia siguen subiendo y son mejores que los de otras iglesias. Todos los que difunden el evangelio en nuestra iglesia dominan el tema”. Los anticristos y los que los adulan se elogian unos a otros de esta manera y los anticristos no revelan que se trata de lisonjas desvergonzadas. Su manera de funcionar es la siguiente: cuando sus subordinados los engañan, se dejan engatusar por voluntad propia. Los anticristos se hacen los tontos de esta forma. Si alguien conoce la situación real y da un paso al frente para decir: “Esto no es exacto. De los diez individuos a quienes hemos difundido el evangelio, hemos determinado que dos de ellos no aceptan la verdad y ya han dejado de investigar. Solo tres de los ocho restantes creen de manera genuina en Dios. Vamos a esforzarnos al máximo para ganar a esos tres”. Cuando la realidad de la situación se pone en evidencia, ¿cómo reaccionan los anticristos? Piensan: “¡No estaba al tanto de esto!”. Cuando alguien habla sinceramente sobre la situación real de las cosas de las que los anticristos no están al corriente, ¿estos están de acuerdo o en desacuerdo con esa persona? ¿Están contentos o se sienten infelices? La respuesta es que se sienten infelices. ¿Por qué? Son líderes y, aun así, no están al corriente ni tienen ni idea de los pormenores relativos a la obra de la iglesia; incluso necesitan a alguien que entienda qué está pasando realmente para que se lo explique todo. Cuando alguien que entiende la situación y habla con sinceridad aclara estos temas, ¿cuál es el sentimiento inicial de los anticristos? Sienten que han quedado mal por completo y que se hundirá su prestigio. Teniendo en cuenta la naturaleza perversa de los anticristos, ¿qué harán? Se llenarán de odio y pensarán: “¡Tú, chismoso! Si no te hubieras ido de la lengua, esto habría pasado inadvertido sin que nadie se hubiera dado cuenta. Gracias a ti, todos están al tanto del tema y tal vez comiencen a admirarte a ti en lugar de a mí. ¿Acaso no hace esto que parezca un incompetente, como si no hiciera ningún trabajo real? Me acordaré de ti. Tú dices la verdad y me desafías y te opones a mí a cada instante. ¡Me aseguraré de que te arrepientas!”. Piensa en ello, ¿cómo contemplan a los que trabajan concienzudamente, hablan con sinceridad y hacen sus deberes de manera fiel? Los ven como adversarios. ¿Acaso no distorsiona esto la realidad? No solo no cooperan de inmediato ni subsanan sus errores relacionados con el trabajo, sino que además continúan desatendiendo sus deberes. Incluso se llenan de odio hacia los que hablan con sinceridad y realizan su trabajo de manera cuidadosa y responsable. Hasta es posible que intenten fastidiarlos. ¿Acaso no es este el comportamiento de los anticristos? (Sí). ¿Qué tipo de carácter es este? Esto es perversidad. La perversidad de los anticristos se pone al descubierto así. Cada vez que aparece una persona honesta, que alguien expresa palabras sinceras y veraces y que alguien sigue los principios e investiga la verdadera naturaleza del asunto, los anticristos sienten repugnancia y lo aborrecen, y su naturaleza perversa emana y se revela. Siempre que hay engaño y se dicen mentiras, los anticristos están encantados, se deleitan con ello e incluso se dejan ir. ¿Alguno de vosotros ha leído “El traje nuevo del emperador”? La naturaleza del comportamiento de los anticristos es similar en cierta manera. En este cuento, el emperador desfilaba desnudo por las calles y miles de personas exclamaban: “¡El traje nuevo del emperador es realmente hermoso! ¡El emperador tiene un aspecto maravilloso! ¡El emperador es fantástico! ¡El traje nuevo del emperador es realmente mágico!”. Todo el mundo mentía. ¿Lo sabía el emperador? Él iba desnudo por completo, ¿cómo podía no estar al caso del hecho de que no llevaba ninguna ropa? A esto se le llama estupidez. Por tanto, estos anticristos perversos, a pesar de ser insidiosos y falsos, carecen de sabiduría. ¿Por qué digo que carecen de sabiduría? Porque son como ese emperador desnudo. Él no discernía las palabras destinadas a engañarlo. Incluso era capaz de pasearse desnudo, poniendo al descubierto su fealdad. ¿Acaso no es esto una estupidez? Así pues, ¿qué suele revelar la perversidad de los anticristos? Su estupidez.
Debido a que los anticristos tienen una naturaleza perversa, a que les encantan el engaño y las mentiras, pero les desagrada la honestidad, y a que detestan que se hable con sinceridad, en las iglesias que están bajo su dirección se suele fastidiar a los que son honestos o persiguen serlo y a los que practican la verdad y no quieren engañar o mentir. ¿No es así? Cuanto más de veras hables, más te fastidiará un anticristo y más le desagradarás. Por el contrario, los que los adulan y engañan se ganan su favor y les caen bien. ¿Acaso no son perversos los anticristos? ¿Tenéis alrededor alguno de estos anticristos perversos? ¿Os habéis encontrado alguna vez con alguno de ellos? No dejan que la gente hable con sinceridad; a quien lo hace lo silencian. Si alguna vez logras mentir y ajustarte a lo que dicen, de manera que te conviertes en su cómplice, ya no serán tus adversarios. Si persistes en hablar sinceramente y manejar los asuntos según los principios-verdad, tarde o temprano te fastidiarán. ¿Os han afligido a alguno de vosotros? Solo porque pusisteis al descubierto las acciones malvadas de los falsos líderes y de los anticristos, os incordiaron hasta un punto en el que, al final, ya no os atrevisteis a decir nada aunque quisierais decirlo. ¿Os ha ocurrido esto alguna vez? Por hablar con la verdad y denunciar los problemas, te fastidiaron. En diversas iglesias, ¿han perjudicado a alguno de vosotros por denunciar los problemas? Si se poda a alguien que miente y engaña a la iglesia, ¿lo han fastidiado? (No). Esto es disciplina normal; no es lo mismo que fastidiar. Esto ocurre porque eres negligente en tu deber, infringes los principios y actúas con malas intenciones, mintiendo y engañando, y te podan por eso. Por tanto, en presencia de Dios, nunca deberás afrontar ninguna consecuencia por hablar con sinceridad. No obstante, en presencia de Satanás y de los anticristos, debes ser más precavido. Esto refleja el dicho: “Estar cerca de un rey es igual de peligroso que yacer junto a un tigre”. Al hablar con ellos, antes de decidir qué vas a decir para que se corresponda con sus pensamientos, siempre debes tener en cuenta su estado de ánimo y calibrar su felicidad y si su expresión es sombría o radiante. Por ejemplo, si un anticristo comenta: “¿Acaso no va a llover hoy?”, debes contestar: “Según el parte meteorológico, hoy lloverá”. En realidad, cuando el anticristo dice que hoy podría llover es porque no quiere salir y hacer su deber. Si respondes: “La previsión es que hoy haga sol”, él se enfadará. Tendrás que rectificar con toda rapidez: “Oh, me expresé mal. Hoy va a llover”. El anticristo replica: “Acabas de decir que no llovería. ¿Cómo es que ahora dices que lloverá?”. Tendrás que contestar: “Solo porque ahora haya sol, no quiere decir que sea así el resto del día. Como decían los antiguos, ‘En el cielo hay tormentas cuando menos lo esperas’. ¡Las previsiones meteorológicas no son siempre precisas, pero tu criterio da en el blanco!”. Al oír esto, el anticristo se siente contento y te alaba por ser sensato. ¿Os habéis comportado alguna vez así? Sí, ¿verdad? ¿Sois capaces de hacer lo que los anticristos suelen hacer, sin dejar que la gente hable sinceramente y afligiendo a cualquiera que lo haga? ¿Acaso no habéis visto todos vosotros obras de teatro palaciegas? ¿Qué relación hay entre el emperador y sus ministros de la corte? Es posible que esa relación no pueda explicarse de manera sencilla en una frase, pero ocurre un fenómeno entre ellos; es decir, el emperador no se toma al pie de la letra lo que diga cualquiera. Analiza y escruta todo lo que dicen sus ministros, sin tomárselo como la verdad. Este es su principio para escuchar hablar a sus ministros. En lo que respecta a estos, deben tener la aptitud de escuchar insinuaciones tácitas. Por ejemplo, cuando el emperador dice: “El primer ministro Wang mencionó algo hoy”, etcétera, todo el mundo lo escucha y piensa: “Parece que el emperador quiere promover al primer ministro Wang, pero tiene mucho miedo de que la gente forme facciones, en busca de ganar algo a título personal, y se rebele, de modo que no puedo apoyar abiertamente al primer ministro Wang. Debo quedarme en un término medio, sin oponerme a él ni respaldarlo, para que el emperador no pueda discernir mis verdaderas intenciones, pero vea que tampoco me opongo a su voluntad”. Ya ves, en su mente, incluso un simple enunciado implica muchos pensamientos, con idas y vueltas más intrincadas incluso que la senda de una serpiente. El significado esencial de lo que dicen sigue siendo evasivo, envuelto en ambigüedad. Hacen falta años de experiencia acumulada para analizar qué enunciados son verdaderos o falsos y debes descifrar el significado intencionado según su manera habitual de comportarse y hablar. En resumidas cuentas, no expresan ni un solo enunciado veraz y todo lo que dicen son mentiras. El discurso de cada persona, ya sea de una posición inferior o superior, contiene su propia forma de hablar. Estas personas hablan desde su postura particular, pero lo que dicen nunca es el significado literal que oyes, sino solo mentiras. ¿Cómo surgen las mentiras? La gente tiene ciertas intenciones, propósitos y motivaciones en su forma de expresarse y en sus acciones; al hablar, cuidan las palabras que utilizan y sus implicaciones; se andan con rodeos y tienen su propio método para hablar. Una vez tienen un método, ¿siguen hablando con sinceridad? No, ya no. Sus palabras tienen muchos significados, una combinación de verdad y falsedad: algunas son ciertas, otras son falsas y otras pretenden engañar. En cualquier caso, no son veraces. Tomemos el ejemplo del primer ministro Wang que acabamos de mencionar. Alguien se opone abiertamente al primer ministro Wang en la corte. Su oposición no se presenta de manera inmediata como cierta o falsa. Hay que indagar más a fondo. En la siguiente escena, esta persona bebe en un salón secreto de la casa del primer ministro Wang. Resulta que los dos trabajan juntos. Si solo has visto la escena en la que esta persona se opone al primer ministro Wang, ¿cómo puedes entender que los dos trabajen juntos? ¿Por qué se opuso a él? Para evitar sospechas y aprovechar la situación con el fin de que el emperador baje la guardia y no sospeche que los dos se han confabulado. ¿Acaso no es esto una táctica? (Sí, lo es). Estas personas viven en un círculo en el que no se atreven a soltar ni una sola palabra veraz. Si mentir a diario es tan agotador, ¿por qué no se retiran? Incluso visitan la tumba de un oponente que ha muerto: ¿qué significa eso? Simplemente les encanta luchar contra otros; si no se pelean, sienten que su vida es aburrida. Si no hay lucha, piensan que no hay ninguna novedad en su vida. Con todas estas argucias y maquinaciones en la mente, pero sin poder llevarlas a la práctica, necesitan un rival contra quien luchar para ver quién es superior. De esa manera, sienten que su vida tiene valor. Si su oponente muere, sienten que la vida ha perdido su significado. Dime, ¿puede reformarse la gente así? (No). Esta es su naturaleza. Los anticristos tienen este tipo de naturaleza: se pelean a diario contra otros y contra líderes y obreros. Incluso luchan contra Dios, mintiendo y engañando cada día, trastornando y perturbando la obra de Su casa. No pueden estarse quietos ni un solo momento ni aceptar la verdad, al margen de cómo les hablen sobre ella. Al igual que el gran dragón rojo, no descansarán hasta ser destruidos por completo.
Los anticristos tienen aversión a los que hablan honradamente, no les gusta la gente honesta. Les encantan el engaño y las mentiras. Por tanto, ¿cuál es su actitud hacia Dios? Por ejemplo, ¿cuál es su actitud hacia el hecho de que Dios requiera que las personas sean honestas? En primer lugar, menosprecian esta verdad. Su capacidad para desdeñar las cosas positivas es realmente indicativa de su problema y ya demuestra que su naturaleza es perversa. No obstante, este no es el panorama total. Si profundizamos más, ¿cómo entienden los anticristos la exigencia de Dios de que las personas sean honestas? Podrían decir: “Ser una persona honesta, hablar a dios sobre todo, contárselo todo y compartirlo todo abiertamente con los hermanos y las hermanas: ¿acaso no significa perder mi dignidad? Implica no tener dignidad ni ser uno mismo y, sin duda, carecer de privacidad. Esto es terrible; ¿qué tipo de verdad es esta?”. ¿Acaso no ven el asunto así? Los anticristos no solo menosprecian en el fondo de su corazón las palabras y la exigencia de Dios sobre ser honesto, sino que incluso pueden llegar a condenarlas. Si pueden condenarlas, ¿pueden ser personas honestas? En absoluto, no pueden ser honestos de ninguna manera. ¿Cómo reaccionan los anticristos cuando ven que algunas personas admiten haber mentido? Desde lo más hondo de su corazón, desprecian y ridiculizan ese comportamiento. Creen que la gente que intenta ser honesta es demasiado estúpida. ¿Acaso no es una perversidad que tilden a las personas honestas de tontas? (Sí). Esto es perverso. Piensan: “¿Quién dice la verdad en la sociedad actual? Dios te pide que seas honesto y tú realmente intentas serlo: incluso hablas con honestidad sobre estos temas. ¡Eres increíblemente estúpido!”. El desprecio que sienten en lo más hondo de su corazón por las personas honestas demuestra que condenan y desdeñan esta verdad y que no la aceptan ni se someten a ella. ¿Acaso no es esta la perversidad de los anticristos? Esta verdad es claramente algo positivo y un aspecto de vivir una humanidad normal que la gente debería poseer en su comportamiento, pero los anticristos lo condenan. Es perverso. En la iglesia suele haber personas que, debido a que informan de problemas o describen el estado real de los asuntos a lo Alto, acaban siendo “podadas” por ciertos líderes que las martirizan. A veces, cuando lo Alto pregunta sobre la situación en la iglesia, algunos líderes solo informan de cosas positivas y omiten las negativas. Cuando algunas personas oyen que los informes de estos líderes no se basan en los hechos y les piden que digan la verdad, estos líderes las apartan a un lado y les impiden decir la verdad. Algunas personas no aceptan la manera de actuar de los anticristos. Piensan: “Ya que no vas a hablar con honestidad, no te trataré como un líder. Contaré la verdad a lo Alto. No me asusta que me poden”. Por tanto, informan con exactitud de la situación real a lo Alto. Al hacerlo, la iglesia queda al descubierto. ¿Por qué? Porque estas personas han revelado los hechos sobre esos anticristos, han desvelado el estado real de sus asuntos. ¿Están los anticristos de acuerdo con esto? ¿Pueden tolerarlo? No perdonarán de ninguna manera a quienes informaron del problema. ¿Qué hacen los anticristos? Poco después, convocan una reunión sobre este tema, piden a la gente que lo comente y observan sus reacciones. La mayoría de las personas, fácilmente influenciables, reflexionan sobre la cuestión y piensan: “Alguien ha informado de los hechos y ahora este líder está en peligro. No avisamos de lo que ocurría: si lo Alto decide castigar a este líder, ¿vamos a vernos implicados junto con él?”. Así pues, esta gente encuentra maneras de defender a los líderes y, como resultado, se aísla a quienes dijeron la verdad. De este modo, los anticristos pueden hacer lo que les plazca porque, por muchas cosas malvadas que hagan, nadie se atreve a informar de la situación a lo Alto y así consiguen sus objetivos. Por tanto, para algunos, informar de la situación a lo Alto presenta muchas dificultades reales. Conocen los hechos, pero los anticristos siempre quieren silenciarlos. Debido al miedo y a la timidez, ceden y, al hacerlo, ¿acaso no se convierten en víctimas de la coacción de los anticristos? Al final, cuando estos son revelados y sustituidos, ¿cómo piensas que se sienten los que cedieron? ¿Lo lamentan? (Sí). Se sienten complacidos y pesarosos a la vez y piensan: “Si hubiera sabido que las cosas acabarían así, no me habría rendido. Debería haber seguido poniéndolos al descubierto e informando de sus asuntos hasta que los hubieran sustituido”. Sin embargo, la mayoría de las personas no pueden hacer eso; son demasiado cobardes.
A los anticristos les gustan el engaño y las mentiras y desdeñan la honestidad; esta es la primera manifestación obvia de su naturaleza perversa. Verás, algunos acostumbran a hablar de una manera que a los demás les cuesta asimilar. A veces sus frases tienen un principio pero no un final, a veces un final pero no un principio. No hay manera alguna de que sepas lo que quieren decir, nada tiene sentido, y si les pides que te lo expliquen claramente, no lo harán. A menudo utilizan pronombres en su discurso. Por ejemplo, informan de algo, y dicen: “Ese tipo, eh… Él pensaba eso y luego los hermanos y hermanas no estaban muy…”. Podrían seguir durante horas y aun así no expresarse con claridad, balbuceando y tartamudeando, sin terminar las frases, simplemente pronunciando algunas palabras sueltas que no tienen ninguna relación entre sí, dejándote igual que estabas antes de escucharlo, e incluso ansioso. De hecho, han estudiado mucho y están bien educados, así que ¿por qué son incapaces de pronunciar una frase completa? Es un problema de carácter. Son tan huidizos que les cuesta mucho esfuerzo hablar siquiera un poco sobre la verdad. No hay un enfoque en nada de lo que dicen los anticristos, siempre hay un principio, pero no un final; sueltan la mitad de una frase y después se comen la otra mitad. Siempre tantean el terreno porque no quieren que entiendas lo que quieren decir, pretenden que lo adivines. Si te lo dicen directamente, te darás cuenta de lo que están diciendo y los calarás, ¿verdad? Ellos no quieren eso. ¿Qué es lo que quieren? Quieren que lo adivines por tu cuenta, y les vale con que creas que tus elucubraciones son ciertas; en ese caso ellos no han dicho nada, así que no tienen ninguna responsabilidad. Aparte de eso, ¿qué ganan ellos si les dices lo que supones tú a partir de lo que han dicho ellos? Esa suposición tuya es exactamente lo que quieren oír y les revela tus ideas y puntos de vista sobre el asunto. A partir de ahí, hablarán de forma selectiva, eligiendo qué decir y qué no, cómo decirlo, y luego darán el siguiente paso en su plan. Cada frase termina con una trampa, y mientras los escuchas, si sigues terminando sus frases, habrás caído completamente en la trampa. ¿No les cansa hablar siempre así? Su carácter es perverso: no se cansan. Es completamente natural para ellos. ¿Por qué quieren ponerte tales trampas? Porque no tienen claros tus puntos de vista y temen que los cales. Al mismo tiempo que intentan que no los entiendas, intentan entenderte ellos a ti. Quieren sonsacarte tus opiniones, ideas y métodos. Si lo consiguen, sus trampas han funcionado. Algunas personas se entretienen diciendo a menudo “hmm” y “ajá”; no expresan un punto de vista concreto. Otros hacen tiempo diciendo “como” y “bueno…”, encubriendo lo que realmente están pensando, usando eso en vez de lo que realmente quieren decir. Aparecen muchas palabras funcionales, adverbios y verbos auxiliares inútiles en cada una de sus frases. Si se graban sus palabras y se escriben, se descubrirá que ninguna de ellas revela sus puntos de vista o actitudes sobre el asunto. Todas contienen trampas, tentaciones e incitaciones ocultas. ¿Qué carácter es este? (Perverso). Muy perverso. ¿Existe engaño? Estas trampas, tentaciones e incitaciones que crean son engaños. Se trata de una característica común de las personas con la esencia perversa de los anticristos. ¿Cómo se manifiesta esta característica común? Informan de las buenas noticias, pero no de las malas, hablan exclusivamente en términos atractivos, hablan entrecortadamente, ocultan parcialmente su verdadero significado, hablan de manera confusa, vaga, y sus palabras conllevan tentaciones. Todas estas cosas son trampas y maneras de crear engaños.
La mayoría de los anticristos exhibe estas manifestaciones y habla y actúa así. ¿Podríais discernir esto si tuvierais relación con ellos durante mucho tiempo? ¿Podríais desenmascararlos? En primer lugar, debes determinar si son personas honestas. Al margen de cuánto exijan que los demás sean honestos y hablen honradamente, debes comprobar si ellos mismos son honestos, si se esfuerzan por serlo y cuáles son su punto de vista y su actitud hacia las personas honestas. Debes ver si en el fondo de su corazón les repugna la gente honesta y si la desdeñan y discriminan o si también quieren ser honestos en su fuero interno, pero les cuesta y les parece difícil hacerlo, de modo que no pueden lograrlo. Tienes que averiguar cuál de ellas es su situación. ¿Podrías discernirlo? Es posible que al cabo de poco tiempo no seas capaz de hacerlo, porque si sus métodos capciosos son ingeniosos, tal vez no puedas desenmascararlos. No obstante, con el paso del tiempo, todo el mundo será capaz de hacerlo; no pueden ocultar la verdad sobre sí mismos para siempre. Es como lo que suele decir el gran dragón rojo de que “sirve a la gente” y “actúa como funcionario público de la ciudadanía”. Pero en la actualidad, ¿quién cree todavía que es el partido del pueblo? ¿Quién sigue creyendo que toma decisiones en nombre de las personas? Nadie lo cree ya, ¿verdad? Al principio, la gente tenía expectativas positivas y creía que con el Partido Comunista podría cambiar su fortuna y convertirse en jefe, que el partido serviría al pueblo y actuaría como su funcionario público. Sin embargo, hoy en día, ¿quién sigue creyendo sus palabras diabólicas? ¿Cómo lo valora la gente ahora? Se ha convertido en un enemigo público de los ciudadanos. ¿Cómo ha pasado de ser un funcionario público a convertirse en un enemigo público? Al comparar sus acciones con sus palabras, la gente descubrió que todo lo que decía eran falsedades, falacias y palabras dirigidas a encubrirse a sí mismo. El partido pronunciaba las palabras más agradables, pero hacía las peores cosas. Los anticristos también son así. Por ejemplo, dicen a los hermanos y a las hermanas: “Deberíais hacer vuestros deberes con lealtad: no dejéis que las impurezas personales los adulteren”. Pero piensa en ello, ¿se comportan así ellos mismos? Cuando les sugieres algo, en cuanto revelas tu opinión un poco, no estarán de acuerdo con ella ni la aceptarán. Cuando sus intereses personales choquen con sus deberes o con los intereses de la casa de Dios, lucharán por sacar tanto provecho como puedan sin ceder lo más mínimo. Piensa en su comportamiento y compáralo con lo que dicen. ¿Qué observas? Sus palabras suenan bien, pero todas son falacias dirigidas a engañar a la gente. Cuando traman argucias y luchan por sus intereses, tanto su comportamiento como sus intenciones, medios y métodos para llevar a cabo sus acciones son genuinos; no son falsos. Si te basas en estos aspectos, puedes obtener algún discernimiento sobre los anticristos.
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