Punto 7: Son perversos, insidiosos y falsos (II) Parte 6
Los anticristos tienen una debilidad clara por el estatus y todo el mundo lo sabe. ¿Hasta qué punto les gusta el estatus? ¿Cómo se manifiesta esto? En primer lugar, aprovechan cualquier oportunidad de escalar posiciones, ya sea a través de halagos o métodos tramposos, o haciendo cosas buenas para ganarse el corazón de la gente. En cualquier caso, siempre que haya una oportunidad de ascender, la aprovechan. Una vez que consiguen tener estatus, lo valoran aún más que antes. Cuando una persona normal logra tener estatus se siente avergonzada y se constriñe un poco. Además, la posición de un líder o un obrero en la casa de Dios es un deber. No es un estatus ni un cargo oficial, es un deber. A veces, una persona normal puede revelar un poco sus actitudes corruptas al fanfarronear, pensando que ahora ocupa un cargo oficial. A una persona normal le parece aceptable comportarse así de vez en cuando, pero si lo hace de manera habitual, se sentirá indignada consigo misma y temerá que sus hermanos y hermanas se den cuenta. Tiene dignidad y sentido de la vergüenza, de modo que se limita un poco. Después de entender la verdad, cada vez da menos importancia al estatus. ¿Qué impacto positivo tendrá esto y qué buenos resultados comportará? Le permitirá hacer su deber con paz de espíritu. Independientemente de su posición actual, la considerará un deber. Dado que esta persona ha sido escogida para ser líder y el liderazgo es para el hombre una carga y un deber al mismo tiempo, primero debe entender qué cosas entran en el ámbito de este deber. Cuando no estás en una posición de liderazgo, no te hace falta preocuparte de ciertos asuntos y realmente no tienes ninguna carga. Pero cuando ocupas un puesto de liderazgo, debes averiguar cómo realizar bien tus tareas y cómo hacer tu deber de acuerdo con los principios y los arreglos de la obra de la casa de Dios. Quienes persiguen la verdad pueden progresar en una dirección positiva como esta. Así pues, ¿cuál es la diferencia entre los anticristos y los que persiguen la verdad en lo que respecta a su modo de plantearse el estatus? Los anticristos se apasionan por su estatus y lo persiguen, lo valoran y lo gestionan. Piensan en su estatus a cada instante. El estatus es como su esencia vital. Si otros no los estiman, o si accidentalmente dicen algo incorrecto y los demás los menosprecian y pierden su lugar en el corazón de la gente, se sentirán ansiosos por su estatus sin cesar y serán muy prudentes en cómo actúan y hablan. Por mucho que compartas el tema de perseguir la verdad, serán incapaces de entenderlo. ¿Qué es lo único que pueden entender? “¿Cómo puedo desempeñar bien este ‘cargo’ y actuar como un funcionario?”. Esto tiene ciertas manifestaciones concretas. Por ejemplo, cuando un líder de iglesia toma una fotografía de grupo de más de 20 hermanos y hermanas, ¿dónde escogería sentarse alguien con dignidad y sentido de la vergüenza? Se sentaría en una esquina en el extremo. ¿Dónde se sientan los anticristos por lo general? (En medio). ¿Que se sienten en el medio es lo que todo el mundo quiere o es su deseo personal? (Es su deseo personal). A veces, puede darse el caso de que todos los demás dejan un lugar en el medio para un anticristo, forzándolo a ocupar una posición central, y en su corazón se siente muy complacido consigo mismo: “¡Fíjate cuánto me apoyan todos! Debo sentarme aquí. Con esto puedo ver que ocupo un lugar en el corazón de cada uno de ellos. ¡No podrían vivir sin mí!”. Se siente bastante contento y complacido. Si no le gustara la idea de que los demás le dejaran un lugar en el medio, ¿por qué iría a sentarse ahí? Es evidente que disfruta a fondo de su posición en ese momento concreto y del sentimiento que esta le reporta. Realmente necesita y valora la sensación de ese instante, y ese es el motivo por el que no rechaza su posición. Este líder se sienta justo en el medio, rodeado de docenas de personas, e incluso se coloca un cojín para destacar. Piensa: “No me servirá estar a la misma altura que los demás. ¿Cómo mostraría entonces mi distinción como líder? Necesito estar un poco más alto y sentarme en el medio para llamar la atención. Esto es saber el sitio adecuado donde sentarse. Cuando la gente mire la foto, lo primero que verá será a mí. Dirá: ‘Este es nuestro líder fulano de tal’. ¡Espléndido! Esta fotografía perdurará durante muchos años. Si la gente no puede verme y se olvida de mí poco a poco, ¿qué sentido tiene que sea un líder?”. Hasta ese punto valora su estatus.
Una vez, fui a ver a unas personas de una iglesia para informarme de cuál era allí la situación. Después de que pusieran en marcha el vídeo, todos se sentaron enfrente de la cámara y dejaron un espacio en el medio. No entendí por qué y sugerí que se movieran más hacia el centro porque el marco de la cámara no era tan grande y algunos quedaban mal porque solo se veía la mitad de sus caras. Así pues, se desplazaron un poco hacia el centro, pero aún dejaban un sitio vacío en el medio. Musité para Mí mismo: “¿Por qué nadie se sienta en el medio? Es como si ahí hubiera algún Buda sagrado; ¿por qué nadie se atreve a ponerse ahí?”. Entonces, un hombre bastante obeso se acercó y se dejó caer justo en el medio; parecía un “Buda” sagrado, redondo y rollizo. Resultó que el asiento del medio estaba reservado para él. ¿Adivináis quién era esta persona? (El líder). Correcto, se sentó en pleno centro. Eso es un símbolo de estatus. Cuando este diablo llegó, con aspecto de Buda, y se sentó ahí, ocupó ese lugar con total naturalidad, como si fuera su sitio legítimo. A todo el mundo le parecía muy bien sentarse a cualquiera de los lados mirándolo con una devoción particular, como si lo “entendieran” en grado sumo. Parecían una panda de aduladores que dijeran: “Ah, por fin has llegado. Llevamos mucho tiempo esperándote”. Mientras yo había hablado, nadie me escuchaba; todos estaban esperando al líder. Este “Buda” sagrado tenía que aparecer primero. Si no aparecía, yo no podía seguir hablando. ¿Cómo fue capaz de sentarse ahí de una manera tan natural? ¿Tiene esto algo que ver con sus preferencias, prioridades y búsqueda habituales? (Sí). ¿Qué tipo de escena suele representar esta gente? Utilizad la imaginación y pensad en ello. Cuando este líder dirige una reunión o entra en una sala donde la gente está haciendo sus deberes, ¿cómo lo tratan? Es como si fuera un antepasado o un Buda: se apresuran a ofrecerle un asiento, y el asiento principal debe estar reservado para él. ¿Estaría bien si no se lo reservaran? De acuerdo con el fenómeno que vi en la cámara en ese momento, probablemente no estaría bien que no le dejaran el asiento principal; aquello se había convertido en una regla no escrita. Cuando el “Buda” llega, se le debe ofrecer de inmediato el asiento principal. Si el “Buda” no está presente, este asiento debe permanecer vacío. Esto es lo que se denomina estatus. ¿Actúa así alguno de vosotros y considera que el estatus es algo superior a todo lo demás? ¿Qué podéis observar en la escena que acabo de describir? Diferentes personas tratan el estatus de manera distinta. Quienes aman la verdad consideran que su estatus es un deber y aprecian la comisión de Dios en el corazón. Aceptan su deber, pero no reivindican su estatus. Algunos contemplan el estatus como un estorbo, creen que es una carga adicional que les reporta presión, restricciones e incluso problemas. En cambio, quienes adoran el estatus lo tratan como si fueran funcionarios y siempre disfrutan de sus beneficios. No pueden vivir sin estatus. Una vez que lo consiguen, están dispuestos a sacrificarlo todo, incluso la vida y el respeto hacia sí mismos; están incluso dispuestos a vender su cuerpo por ello. ¿Acaso no es esto perverso? (Lo es). Esto se denomina perversidad. ¿Qué es el estatus a su modo de ver? Es una senda y un medio para llegar a la cima y un método para cambiar su identidad, su destino y su posición entre la gente. Por tanto, valoran muchísimo el estatus. Una vez que lo consiguen y la gente los escucha, los obedece, los consiente y se congracia con ellos en todo, esta situación les proporciona un placer extremo, en lugar de producirles repugnancia. Al igual que ese líder que tomó el asiento del medio: su pose era muy relajada y tranquila y obtenía una inmensa sensación de placer y gozo con todo ello. ¿Acaso no es esto perverso? Una persona que disfrute particularmente con los sentimientos de superioridad y con todas las ventajas que el estatus comporta, y que sobre todo persiga y valore estas cosas, sin estar dispuesta a desprenderse de ellas, es sumamente perversa. ¿Por qué digo que es sumamente perversa? Por lo que respecta a quienes adulan, pronuncian palabras agradables y hacen cumplidos a la gente con estatus, ¿qué dicen? Expresan palabras falsas, desvergonzadas, repugnantes y nauseabundas, palabras engañosas, e incluso algunas cosas ofensivas al oído. Por ejemplo, supongamos que alguien con estatus tiene un hijo que es realmente bastante feo, con una cara puntiaguda y unas mejillas como las de un mono; ¿dicen esos aduladores que el chico es feo? ¿Qué dicen? (Que es realmente guapo). ¿Les basta con decir “él es realmente guapo”? Tienen que decir algo repugnante, como: “Tiene la frente amplia y la mandíbula ancha y redondeada. ¡Tiene la cara de alguien que será rico y tendrá un estatus alto en el futuro!”. Aunque está claro que no es así, de todos modos se atreven a decir estas mentiras abiertamente. Cuando el funcionario oye esto, se siente exultante, le encanta oír estas cosas y disfruta escuchándolas. ¿Hasta qué punto le gusta escucharlas? Si nadie dijera estas palabras hipócritas, aduladoras y engañosas delante de él, si nadie pronunciara ninguna palabra falsa y asquerosa para alegrarlo y contentarlo, a él le parecería que la vida no tiene interés alguno. ¿Acaso no es esto perverso? (Lo es). Es sumamente perverso. Ya es bastante desagradable que se mienta a sí mismo, pero también disfruta con que otros mentirosos revoloteen a su alrededor como una nube de moscas hediondas y nunca se cansa de esto. A estos líderes les encanta cualquiera que tenga el don de la palabra, que sea bueno adulando y congraciándose y que hable de manera indirecta; mantienen a estas personas cerca de ellos y las colocan en posiciones importantes. ¿Acaso no están en peligro estos líderes? ¿Qué tipo de trabajo pueden realizar? ¿Acaso no estaría la iglesia acabada si cayera bajo su control? ¿Podría seguir teniendo la obra del Espíritu Santo?
He oído decir que algunos líderes son aficionados a comer. Cuando vivían con hermanos y hermanas que no eran buenos cocineros ni preparaban ricos platos, buscaban un anfitrión que supiera adularlos y lisonjearlos y, sobre todo, que les hiciera comidas deliciosas a diario. Cada día, los líderes comían y bebían hasta hartarse y decían: “Gracias a dios, disfrutamos de su banquete cada día. ¡Esta es realmente la gracia de dios!”. Estas personas están en peligro. Aunque todavía no sean anticristos, su comportamiento ya ha puesto al descubierto que tienen una esencia-naturaleza y un carácter perverso propios de un anticristo, y, también, que en la actualidad recorren la senda de un anticristo. La cuestión de si pueden convertirse en anticristos, o si ya lo son, depende de la senda que elijan en el futuro. Es bastante evidente que hoy en día recorren la senda de un anticristo y que su esencia-carácter está en consonancia con la de un anticristo; esto se debe a que son aficionados a las cosas negativas y les desagradan las cosas positivas. Las desprecian, las condenan y las rechazan en su corazón. ¿Qué aceptan? La hipocresía, las mentiras y todo lo relacionado con las cosas negativas. Cuando llego a un lugar, algunos dicen: “No tienes buen aspecto; descansa un poco”. Yo sé por Mí mismo si me encuentro bien o no y cuándo necesito descansar. No hace falta que finjas ser inteligente ni que alardees de lo listo que eres. No lo acepto, me parece repulsivo. ¿Qué tipo de personas me gustan? Las que pueden compartir de inmediato un hecho que haya ocurrido y decirme francamente lo que piensan. Yo hablo contigo para resolver tus dificultades y puedes estar más cerca de mí. No te preocupes por congraciarte e intentar complacerme; ¡eso es extremadamente repugnante! La gente así debería alejarse de Mí, porque me parece repulsiva. Te considero una mosca o una plaga molestas. ¡No te acerques! Algunos dicen: “¿Acaso no necesitas a alguien cerca para que te sirva?”. Desde tu punto de vista, Yo debería tener un tratamiento y un servicio correspondientes a Mi identidad y estatus. Pero no los necesito. No debes hacer estas cosas, ¿lo entiendes? Me repugnan y las detesto. Si sientes de verdad en el corazón que debes ser considerado conmigo y cuidar de Mí, hay muchas formas adecuadas de hacerlo. Por ejemplo, si te digo que hagas algo, lo llevas a cabo con obediencia, y si te encuentras con dificultades, puedes comentarlas conmigo de inmediato. No obstante, hagas lo que hagas, no imites la manera en la que los no creyentes se ganan el favor de la gente que tiene un cargo importante, regalándoles los oídos con abundantes halagos; no me gustan nada. Está claro que no soy alto y, aun así, insistes en decir: “Tal vez no seas alto, pero eres más alto que nosotros”. No me gusta oír eso, de modo que, hagas lo que hagas, no me lo digas, porque se lo dices a la persona equivocada. A los anticristos les gusta oír este tipo de palabras. Por ejemplo, preguntan a sus hermanos y hermanas subordinados: “¿Estoy gordo?”. Y algunos responden: “Aunque estuvieras gordo, tu aspecto es mejor que el nuestro”. “Entonces, ¿estoy flaco?”. “Aunque estuvieras flaco, tienes un aspecto fabuloso. En todo caso, eres como un modelo; todo lo que te pongas, te sienta bien”. Cuando los anticristos oyen esto, se sienten encantados y te consideran su compañero y su aliado. Todas estas cosas a las que son aficionados los anticristos son repulsivas y perversas; ¿por qué otras cosas podríamos llamarlos perversos? ¿Aman los anticristos los elementos de la humanidad normal, como la conciencia, la razón, el sentido de la vergüenza y la dignidad, así como el discernimiento entre el bien y el mal, lo blanco y lo negro y lo correcto y lo erróneo, entre otras características de la humanidad normal? ¿Aman los anticristos a la gente que tiene sentido de la vergüenza? ¿Aman los anticristos a la gente que tiene dignidad? Aman a los desvergonzados, a los que hablan de manera empalagosa, sin conciencia de sí mismos y sin cohibirse. ¿Verdad que no tienen sentido de la vergüenza? Cuanto más dulzonas sean tus palabras, más felices se sienten. Si nos fijamos en las preferencias de los anticristos y en sus actitudes hacia diversas cosas, así como en sus elecciones y en su orientación, es evidente que su perversidad no tiene límites. No solo los que entienden la verdad, incluso en la sociedad, la gente con un mínimo sentido de la rectitud no aprecia ese tipo de comportamiento. Ya ves, algunos que se mueven en círculos oficiales se mueren por congraciarse con los que tienen un cargo importante. Dan a estos todo lo que necesitan, incluso abandonan a sus esposas; ¿es que no tienen dignidad? (Carecen de ella). Además, algunos funcionarios entablan relaciones homosexuales, y algunas personas del mismo sexo que estos funcionarios intiman con ellos y lo hacen aunque no lo deseen. ¿Podríais hacer estas cosas? (No, no podríamos). Pues ellos pueden. Carecen de fondo moral, de sentido de la vergüenza, de conocimiento de la conciencia y de racionalidad; por eso hacen estas cosas. No serías capaz de pronunciar esas cosas que dicen ni aunque tuvieras que interpretarlas como partes del diálogo en una obra de teatro; estas personas son incluso más empalagosas que los actores de teatro. ¿A qué me refiero con “actores de teatro”? Me refiero a aquellos a quienes les da igual y no se inmutan cuando los ven o los visitan mientras están completamente desnudos. A estas personas se las denomina “actores de teatro”. Por tanto, estos aduladores, con sus palabras repugnantes y repulsivas y su preferencia por las cosas perversas, son incluso peores que esos actores de teatro. Estos se limitan a vender el cuerpo, pero ¿qué vende esa panda de individuos perversos conocidos como anticristos? Venden el alma. Son un hatajo de demonios, sin redención alguna. Por eso, hablar sobre la verdad con estas personas es como echar margaritas a los cerdos; les resulta imposible amar la verdad. Así es como se plantean el estatus, disfrutando de los diversos sentimientos de superioridad y otras buenas sensaciones que este conlleva. ¿Cuáles son los diversos sentimientos que se derivan de este gozo? ¿Son cosas positivas o negativas? Todas son negativas. Cuando alcanzan estatus, esperan disfrutar del hecho de que la gente los lisonjee, los complazca y les consienta sus beneficios. También quieren disfrutar de un trato especial: la comida, el alojamiento y todas las cosas que usan deben ser especiales, y ellos deben diferenciarse de los demás en todo. ¿Es ese cuerpo físico que tienes realmente distinto al de otros? Una vez que los anticristos consiguen tener estatus, se creen que son nobles y extraordinarios, como si ya no hubiera ningún lugar en la tierra lo bastante bueno para ellos; deben acomodarse sobre un “lecho de rosas” y hacer que la gente les haga ofrendas. ¿No es así? Decidme, ¿son estas ideas propias de la gente normal? Al margen de si tiene estatus o no, es posible que la gente normal albergue cierta aspiración o deseo de tenerlo, pero debido a su sentido de la vergüenza, su conciencia y su racionalidad, además de que ahora tienen cierto entendimiento de la verdad, su apego por el estatus disminuye y se desvanece. Además, dan menos importancia a las ventajas que acompañan al estatus y, si consideran que los beneficios que este aporta no son importantes, también les repelen la adulación, las palabras endulzadas, la zalamería y otros comportamientos similares de otras personas y se distancian de estas cosas o incluso les dan la espalda y renuncian a ellas. Pero ¿pueden los anticristos renunciar a estas cosas o desprenderse de ellas? En absoluto. Si les pidieras que se desprendieran de estas cosas, sería como pedirles la vida. De no ser así, ¿por qué algunos de ellos dicen: “Ya no creeré más, no seguiré viviendo, no vale la pena vivir” tan pronto como pierden su estatus? ¿Qué ocurre? ¿Por qué es el estatus tan importante para ellos? No pueden tener una vida tranquila y corriente; deben tener estatus, deben sobresalir por encima de la masa y disfrutar de la veneración, la adoración y la exaltación de otros, así como de las mentiras dirigidas a consentirlos, engañarlos y adularlos. Quieren permitirse estas cosas. La gente con humanidad normal ¿se entrega voluntariamente a estas cosas? De ninguna manera; eso la perturba. ¿Por qué a los anticristos les gusta disfrutar de estas cosas? Es porque tienen un carácter satánico en su interior. Solo los que son como Satanás persiguen estas cosas y tienen estas demandas. La gente normal podría disfrutar de estas cosas durante un tiempo, pero al final les parecen cuestiones sin sentido e incluso molestas y se apartan de todas ellas. Pero algunos se niegan de manera obstinada a abandonarlas. Por ejemplo, ¿por qué algunas estrellas cinematográficas nunca se retiran del mundo del cine a pesar de tener una edad avanzada? Porque sin ese halo, sin que la gente esté alrededor de ellas, la vida les parece aburrida. Sienten que el cielo no es tan azul, que su vida carece de dirección, que ha perdido todo el sentido y que no tiene ningún valor. Sienten que toda su vida se ha vuelto lúgubre, de modo que deben volver al mundo de la industria cinematográfica para revivir el sentimiento de ser una estrella. Los anticristos comparten con ellas la misma cualidad: tienen un carácter y una esencia igualmente perversos. Cuando los anticristos llegan a tener estatus, presumen de ello por todas partes e incluso adoptan un rol autoritario en sus hogares y hacen que sus familiares los obedezcan. Los anticristos tienen un carácter y una esencia perversos, tratan el estatus con un afecto particular y se desviven por mostrarlo y alardear de él. ¿Qué nos indica esto? ¿Tienen estas personas sentido de la vergüenza? No. Consiguen tener estatus y piensan que su identidad ha cambiado; incluso la relación con sus padres se ve modificada. ¿No hay un problema aquí? ¡Esto es depravado! El hecho de que puedan tener semejante actitud hacia el estatus es un tipo de evidencia que pone al descubierto su esencia perversa.
Dios es el Creador, y Su identidad y estatus son supremos. Dios posee autoridad, sabiduría y poder, Él tiene Su propio carácter, Sus posesiones y Su ser. ¿Sabe alguien cuántos años lleva obrando Dios en medio de la humanidad y de toda la creación? Se desconoce el número concreto de años que lleva Dios obrando y gestionando a toda la humanidad; nadie puede dar una cifra exacta, y Él no informa de estas cosas a la humanidad. Sin embargo, si Satanás hiciera algo semejante, ¿informaría acaso sobre ello? No cabe duda. Quiere alardear para desorientar a más personas y que aumente el número de aquellos que son conscientes de sus contribuciones. ¿Por qué no informa Dios de estas cuestiones? Hay un aspecto humilde y oculto en la esencia de Dios. ¿Qué es lo contrario de ser humilde y estar oculto? Ser arrogante y exhibirse. Por muy buena que sea la obra de Dios, Él solo dice a las personas lo que pueden captar y entender, y le satisface permitirles adquirir conocimientos, conocer Su esencia a través de Su obra. ¿Qué beneficios aporta esto a la gente? ¿Qué resultado se obtiene con esto? ¿Es que las personas deben conocer estas cosas para adorar a Dios? En realidad, no es ese el caso. Que la gente sea capaz de adorar a Dios es el resultado objetivo final, pero ¿cuál es Su intención original al permitir que las personas conozcan estas cosas? Es darles la posibilidad —después que tengan conocimiento de estas cosas y que entiendan cómo Dios gestiona y arregla a la humanidad y tiene soberanía sobre ella— de que sean capaces de someterse a Su soberanía y que dejen de adoptar una resistencia fútil y de irse por las ramas; de este modo, la gente sufrirá mucho menos. Al vivir de una manera natural y existir de acuerdo con los caminos y las leyes que Dios proporciona y con Sus requisitos y los principios que Él ofrece, ya no volverás a caer en las garras de Satanás ni te corromperá ni abusará de ti una segunda vez. Por el contrario, vivirás para siempre según las reglas que Dios ha establecido, vivirás con semejanza humana y como un ser creado y recibirás Su cuidado y protección. Estos son el propósito y la intención originales de la obra de Dios. Así pues, con la inmensa obra que Él ha hecho, ¿ha alardeado de ella en alguna ocasión? ¿Ha contado alguna vez a la gente lo que ha hecho? Nunca. Muchas personas no saben qué ha hecho Dios ni qué tipo de cosas ha hecho Él y cuáles no. En realidad, Dios ha hecho mucho, pero nunca ha manifestado estas cosas a la humanidad. Él no las declara a la humanidad; lo único que tienes que hacer es tener claro lo que deberías saber. En el futuro, la humanidad será capaz de vivir en la tierra de una manera normal y aceptar la dirección de Dios, y cuando Él llegue entre la humanidad, la gente será capaz de tener interacciones normales con Él, de recibirlo, de adorarlo, de escuchar Sus palabras y de dejar de andar con Satanás. De esta forma, el reino de Dios aparecerá en la tierra, y en la tierra habrá un grupo de personas capaces de adorarlo, que puedan escuchar Sus palabras y ponerlas en práctica. Así, se consumará la obra de Dios; basta con lograr este resultado. Por tanto, cuando Él hace algo, si no lo entiendes o no estás atento, Dios no te lo explicará. ¿Por qué no lo explica Él? No es necesario hacerlo. Hay muchas cosas que no entiendes y Dios no te revelará ciertos misterios para que conozcas estas cosas o para que entiendas Su identidad y Su esencia o Su poder. Él no hace esta obra. ¿En qué centra Dios su atención actualmente? La centra en hacer que la gente entienda la verdad. Cuando entiendas la verdad de Dios, llegarás a conocer a Dios, tendrás una base para tu vida y serás capaz de someterte a Él y de adorarlo en el futuro, y de discernir y renunciar a Satanás, quien ya no te desorientará más y a quien ya no aceptarás. En ese momento, Su obra estará completa. Por lo que respecta a esos misterios, la humanidad tendrá la oportunidad de entenderlos en el futuro, pero esos misterios de las acciones de Dios son increíblemente vastos y, aunque Él te los revelara, eso no significa necesariamente que los entendieras. Aunque entraras en contacto con ellos, tal vez no serías capaz de comprenderlos ni de captarlos. ¿Por qué ocurre esto? Porque hay una distancia entre los seres creados y Dios, entre los pensamientos humanos y Sus ideas. Por ejemplo, tal vez sepas que el arco iris es un símbolo del pacto entre Dios y la humanidad, pero ¿sabes cómo se forma un arco iris? Si Él te explicara este misterio, ¿lo entenderías? No sería así, de modo que Dios no te lo explica. Para ti sería pesado si Él lo hiciera, ya que tendrías que estudiar y analizar el caso, lo cual sería un fastidio. Por tanto, Dios no habla mucho sobre los misterios. Pero ¿puede el hombre, que pertenece a Satanás, quedarse callado si tiene conocimiento de estos misterios? En absoluto. Aquí es donde difiere su esencia. ¿Explica Dios la gran cantidad de cosas que ha revelado a la humanidad durante años, pero que la gente nunca puede entender? ¿Hace Él cosas sobrenaturales? No. Dios ha creado a la humanidad y Dios sabe cuánto y hasta qué punto pueden entender las personas. Estas cosas están delante de los ojos de las personas pero, si no es necesario que ellas las entiendan, no hace falta esclarecerlas ni imponérselas y hacer que carguen con ellas, de modo que Dios no hace tal cosa. Por tanto, hay principios en los actos de Dios. Se acerca a la humanidad desde el aprecio, la consideración y el amor. Dios quiere lo mejor para la gente, ese es el origen y la intención primera detrás de todos Sus actos. Por su parte, Satanás alardea, impone cosas a las personas, hace que lo adoren y se dejen desorientar por él, y las lleva a volverse degeneradas, de modo que se convierten poco a poco en demonios vivientes y se precipitan hacia la destrucción. Sin embargo, cuando crees en Dios, si entiendes y obtienes la verdad, entonces podrás escapar de la influencia de Satanás y alcanzar la salvación; no tendrás que enfrentarte a la destrucción. Satanás no soporta que a la gente le vaya bien y le da igual que viva o muera; solo se preocupa de sí mismo, de su propio beneficio y placer, y carece de amor, misericordia, tolerancia y perdón. Satanás no posee tales cualidades; solo Dios posee estas cosas positivas. Él ha realizado una gran cantidad de trabajo en los seres humanos, pero ¿ha hablado alguna vez de ello? ¿Lo ha explicado en alguna ocasión? ¿Lo ha declarado alguna vez? No, no lo ha hecho. No importa hasta qué punto malinterprete la gente a Dios, Él no da explicaciones. Desde Su perspectiva, no importa si tienes sesenta u ochenta años, tu entendimiento de Dios es muy limitado y, en vista de lo poco que sabes, todavía eres un niño. Dios no te lo echa en cara; sigues siendo un niño inmaduro. No importa que algunos hayan vivido muchos años y su cuerpo muestre señales del paso del tiempo; su entendimiento de Dios sigue siendo muy infantil y superficial. Él no te lo reprocha: si no lo entiendes, no lo entiendes. Ese es tu calibre y tu capacidad y no se pueden cambiar. Dios no te forzará a nada. Dios exige que las personas den testimonio de Él, pero ¿ha dado Él testimonio de sí mismo? (No). En cambio, Satanás teme que la gente no se entere de cualquier cosa que haga por mínima que sea. Los anticristos no son diferentes: alardean delante de todos de cada pequeña cosa que hacen. Al oírlos, parece que estén dando testimonio de Dios, pero si escuchas con atención descubrirás que no es así, sino que se exhiben y se refuerzan. La intención y la esencia detrás de lo que dicen, además del estatus, son las de competir con Dios por Su pueblo escogido. Dios es humilde y está oculto, mientras que Satanás se pavonea. ¿Existe alguna diferencia? Lucirse en contraposición a ser humilde y estar oculto, ¿cuáles son las cosas positivas? (Ser humilde y estar oculto). ¿Podría describirse a Satanás como humilde? (No). ¿Por qué? A juzgar por su esencia-naturaleza perversa, es una basura sin valor. Lo que no sería normal es que Satanás no hiciera alarde de sí mismo. ¿Cómo iba calificarse a Satanás como “humilde”? La “humildad” es cosa de Dios. La identidad, la esencia y el carácter de Dios son elevados y honorables, pero Él nunca hace alarde. Dios es humilde y está oculto, para que nadie vea lo que ha hecho, pero mientras obra en la oscuridad, la humanidad no cesa de ser provista, alimentada y guiada, y todo ello es dispuesto por Dios. El hecho de que Él nunca declare ni mencione estas cosas, ¿acaso no es estar oculto y tener humildad? Dios es humilde precisamente porque es capaz de hacer tales cosas pero no las menciona ni las declara, no discute con la gente sobre ellas. ¿Qué derecho tienes tú a hablar de humildad cuando eres incapaz de hacer tales cosas? No has hecho nada de eso y, sin embargo, insistes en atribuirte el mérito. Eso es ser un desvergonzado. Al guiar a la humanidad, Dios lleva a cabo una obra muy grande y preside todo el universo. Su autoridad y Su poder son enormes, pero Él nunca ha dicho: “Mi poder es extraordinario”. Él permanece oculto entre todas las cosas, presidiendo todo, alimentando y proveyendo a la humanidad, permitiendo que esta continúe generación tras generación. Pensemos en el aire y el sol, por ejemplo, o en todas las cosas materiales necesarias para la existencia humana en la tierra: todas ellas fluyen sin cesar. Que Dios provee al hombre es indiscutible. Si Satanás hiciera algo bueno, ¿lo mantendría en silencio y permanecería como un héroe anónimo? Jamás. Es como algunos anticristos en la iglesia que anteriormente llevaron a cabo un trabajo peligroso, que renunciaron a cosas y soportaron sufrimiento, puede que incluso acabaran en la cárcel; otros también contribuyeron alguna vez en algún aspecto de la obra de la casa de Dios. Nunca olvidan estas cosas, creen que merecen crédito por ellas durante toda su vida, creen que estas son un capital que les durará siempre, lo cual demuestra lo pequeñas que son las personas. La gente es realmente pequeña, y Satanás, un desvergonzado.
Dime, si los anticristos tuvieran el mismo estatus que Dios, ¿qué tendrían que comer y vestir? Tendrían que comer los mejores manjares y vestir las mejores marcas, ¿verdad? Por tanto, por lo que se refiere a sus demandas de cosas materiales, dime, ¿acaso no tienen ciertos requisitos? Cuando van a alguna parte, deben tomar un avión. Al llegar al lugar, ¿pueden alojarlos en sus hogares hermanos y hermanas corrientes? Aunque pudieran, esos anticristos no estarían con ellos; deben pernoctar en un hotel de lujo. ¿Acaso no son muy particulares los anticristos en cuanto a sus requisitos? En cuanto al honor, el gozo y la vanidad que el estatus les reportaría ¿Pueden renunciar a ellos? Mientras cuenten con las condiciones y las oportunidades adecuadas, aprovechan estas cosas a manos llenas y las disfrutan. ¿Cuáles son sus principios? Mientras tengan estatus, pueden conseguir dinero y vestir ropa y accesorios de marca. No quieren llevar cosas corrientes, deben vestir marcas famosas. Sus corbatas, trajes, camisetas, gemelos, collares de oro y cinturones: todo de marca. Esta no es una buena señal, ¿y acaso no sufren los hermanos y las hermanas a causa de esto? Estos anticristos utilizan el dinero que ofrecen los hermanos y las hermanas para comprarse artículos de marca. ¿Acaso lo que hacen no es una acción muy malvada? ¿Acaso no está causada por su perversidad? Estos son los distintos tipos de cosas que hacen. Había alguien que vestía con modestia cuando ocupó por primera vez un cargo de líder y solo tenía de tres a cinco conjuntos de ropa que no eran de marca ni de lujo. Al cabo de varios años en el cargo de líder, lo sustituyeron porque no hizo ningún trabajo real. Cuando se marchó, se llevó un coche lleno de objetos: ropas de marca, bolsos también de marca y toda clase de artículos finos. No ganó ningún dinero como líder, de modo que ¿de dónde salieron estas cosas? De su estatus. Si él las hubiera rechazado cuando los otros se las compraban, ¿habrían seguido insistiendo los hermanos y las hermanas en comprárselas? ¿Se habría producido ese tipo de situación? Si él no hubiera querido estas cosas, los hermanos y las hermanas no se las habrían comprado. ¿Cuál es el problema? Él se adueñaba de estos artículos a la fuerza y con avidez. Por un lado, extorsionaba a los hermanos y las hermanas y, por el otro, él mismo se compraba cosas. Además, permitía que los hermanos y las hermanas le compraran estas cosas y, si alguien se negaba, lo mortificaba y se lo hacía pasar mal. Todas estas razones entraban en juego. Al final, tuvo una “cosecha abundante” y se hizo rico. ¿Envidiáis a este tipo de líder? Si tuvierais la oportunidad, ¿podríais ganar también este tipo de riqueza? Déjame que te diga que no es bueno hacerse rico así; ¡hay consecuencias! Cuando algunos se convierten en líderes, temen que les ocurran estas cosas. Creen que las tentaciones serán demasiado fuertes, que les costará evitarlas o controlarlas y que caerán en ellas con facilidad. Pero a otros no les importa y piensan: “Esto es normal. ¿Quién ocupa un cargo sin disfrutar de estas cosas? Para empezar, ¿por qué aceptar un cargo si no? ¡Ese es el quid de la cuestión!”. ¿Qué tipo de voz es esta? Es la voz de los anticristos, y estas personas están en peligro.
Ahora llevo casi treinta años trabajando. ¿Alguna vez he chantajeado a alguien para obtener algo? Por ejemplo, si viera a alguien que lleva una joya fina, lo extorsionaría para conseguirla mediante un mensaje como: “Dame tu joya; no te sienta bien. Las joyas de oro y plata son para la gente que tiene estatus y quien no lo tiene no debería llevarlas”. ¿Ha ocurrido esto alguna vez? No. Incluso cuando algunos hermanos y hermanas tenían un poco de dinero y me compraban una chaqueta de cuero o algo, Yo siempre lo devolvía. No es que no me gustara; simplemente no encontraba ningún sentido a esas cosas. Más adelante, reflexioné sobre esta cuestión: “¿Cómo debería gestionar estas situaciones de una manera adecuada? ¿Qué debería hacer para evitar que se sienta herida la gente que me haya comprado cosas?”. Me llevé estos objetos a la iglesia, de manera que los hermanos y las hermanas pudieran distribuirlos según los principios. Si alguien estaba dispuesto a comprar artículos valiosos, la iglesia los vendería a un precio rebajado. No se trataba de ganar dinero, sino de manejar las cosas de una manera que fuera apropiada para ambas partes. No deberías recibir estos objetos de forma gratuita porque en principio no eran para ti. Había una cantidad limitada de artículos y no se podían distribuir de manera equitativa entre todo el mundo ni resultaba apropiado entregárselos a alguien en concreto. Por tanto, la única opción era que los comprara quien tuviera dinero y estuviera dispuesto a adquirirlos. Sin duda, el precio era más barato que el de mercado, de modo que era un favor de la casa de Dios. Yo tenía el derecho de hacer cosas así, porque cuando alguien me daba algo, eso pasaba a ser Mío y Yo podía hacer lo que me pareciera mejor. Ya no era problema de la persona que lo compró primero. Con esta manera de hacer las cosas, ya me había ocupado de no herir el orgullo de esa persona. No debería haber ninguna objeción, ya que este planteamiento era totalmente adecuado. Muchos hermanos y hermanas me han comprado cosas. No les encargué, ni mucho menos les pedí, que me las compraran. Lo hicieron de corazón, cosa que aprecié, pero había muchas cosas que no podía aceptar porque no las necesitaba. Esta es una cuestión práctica. ¿Es apropiado lo que he dicho? (Sí). ¿También fue adecuada Mi forma de actuar? (Sí). Por otra parte, algunos hermanos y hermanas sabían que Yo soy sensible al frío y no tomo comidas frías, de modo que me compraron unos medicamentos para el “estómago frío”. Sin embargo, no me sentí demasiado bien después de tomármelos; Mi cuerpo no resiste este tipo de experimentos, de modo que debo tener cuidado con muchos medicamentos. Debéis entenderlo. Algunos hermanos y hermanas también me compraron suplementos para la salud, como ginseng de las montañas, ginseng rojo y otros tipos de tónicos. No podía tomar nada de eso. ¿Por qué? Porque no me sentaban bien. No es que menospreciara lo que los hermanos y las hermanas me habían comprado o el lugar donde los habían comprado, solo que no podía tomarlos; era incapaz de ello. No todas las cosas buenas son aptas para todo el mundo. Existen muchas cosas buenas, pero si tomas algo bueno y te provoca una reacción adversa o alérgica, entonces eso no es bueno para ti. Así pues, ¿cómo se debería actuar al respecto? Lo mejor es dejar que lo tomen las personas a las que les sienta bien. Por tanto, dejadme que os diga que, al margen de quién se gaste dinero en comprarme cosas, recordad estas palabras: no las compréis. Si necesito algo, os lo diré directamente aunque eso no sea de buena educación. ¿Lo entendéis? Pero cuando me traéis estas cosas y os digo que no las necesito o que no son adecuadas, tampoco soy educado con vosotros. Mis palabras no son falsas ni hipócritas. Todo lo que digo es real; todo es verdadero. No leáis entre líneas cuando hablo. Cuando digo que no necesito algo, quiere decir que no lo necesito. Cuando digo que no puedo tomar algo, quiere decir que no puedo tomármelo. Hagáis lo que hagáis, no perdáis el tiempo pensando en comprar cosas o en gastar el dinero en vano. No penséis que a Dios hay que darle todas las cosas buenas; ¿sabes siquiera si las necesito o no? Si es que no, ¿acaso no las has comprado para nada? Si de verdad quieres comprarme algo, déjame que te diga que no me compres nada. Si me dices que me lo compraste para compartirlo con todo el mundo, entonces no hay problema, puedo ponerlo en circulación. Esta es Mi actitud por lo que se refiere a cómo trato estos asuntos y las posesiones materiales que reportan el estatus y la posición. ¿Tratan los anticristos estos asuntos de la misma manera? (No). En primer lugar, no rechazan nada, desde luego; cuanto más, mejor. No importa quién les envíe regalos o en qué consistan estos, ellos los aceptan. En segundo lugar, chantajean a la gente para obtener ciertas cosas, sin duda alguna; y, por último, se quedan algunas cosas para ellos mismos. Esto es lo que buscan y lo que quieren; es lo que les reporta el estatus que persiguen.
Por lo que respecta a la esencia perversa de los anticristos, y sobre la base de nuestra última charla y la de hoy, ¿podéis idear a modo de resumen una frase que revele esta esencia perversa? La principal característica de la perversidad de los anticristos es esta: condenan todo lo positivo, lo recto, lo que está en consonancia con la verdad y lo que la humanidad considera bello. Odian estas cosas y sienten aversión hacia ellas. En cambio, los anticristos se deleitan precisamente con todo lo negativo y lo que la gente con conciencia, razón y sentido de la rectitud condena y menosprecia. Estas son las cosas que persiguen y valoran. Esto también se puede resumir con otra frase: los anticristos odian todo lo positivo que proviene de Dios y lo que Él ama y, en su lugar, aman precisamente las cosas que Dios detesta y condena. Esta es la perversidad de los anticristos. ¿Cuál es la característica principal de esta perversidad? Que tienen una debilidad especial por todo lo que es feo y negativo, a la vez que detestan todo lo que es hermoso y positivo y está en consonancia con la verdad, y muestran hostilidad hacia ello. Eso es la perversidad. Lo entendéis, ¿verdad? La charla de hoy ha tratado sobre el tema “lo que aman los anticristos”. También pusimos algunos ejemplos, algunos de los cuales eran más típicos que otros, pero todos ellos pueden servir como prueba para explicar la esencia-naturaleza perversa de los anticristos. A continuación, lo que tenéis que hacer después de esto es considerar el asunto y hablar sobre qué cosas perversas o positivas veis y entendéis, qué cosas negativas aman los anticristos, qué cosas positivas odian y qué es lo que podéis entender, así como qué veis y experimentáis. Los anticristos y los humanos corruptos comunes comparten ciertos problemas en sus actitudes y esencias y, si bien la gravedad de estos puntos en común puede diferir, las esencias de sus actitudes son las mismas. Las sendas que recorren y los objetivos que persiguen también pueden variar, pero revelan muchas de las mismas esencias-carácter corruptas. Por tanto, poner al descubierto los diversos aspectos de la esencia de los anticristos es útil para cada persona corrupta. Si el pueblo escogido de Dios puede discernir la esencia de los anticristos, podrá garantizar que estos no lo desorientarán y que tampoco los adorará ni los seguirá.
7 de agosto de 2019
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