Punto 6: Se comportan de forma retorcida, son arbitrarios y dictatoriales, nunca comparten con los demás y los obligan a obedecerlos (Parte 6)

Hay algunos anticristos que se esconden muy bien a sí mismos, cuando ven algo se limitan a sonreír sin decir nada, guardan silencio en muchos asuntos, fingen ser profundos y no expresan ninguna postura. La primera vez que te pones en contacto con ellos no resulta fácil desentrañarlos; podrías incluso pensar que tienen sustancia y son destacables. ¿Cómo disciernes a tales anticristos? Debes prestar especial atención y observar lo que realmente les gusta, en lo que se centran, qué les interesa y con quién se relacionan. Al fijarte en estos aspectos, obtienes un entendimiento de ellos. Además, es necesario que todos seáis conscientes de una cosa: sea cual sea la categoría de un líder u obrero, si lo idolatráis por comprender un poco de la verdad y tener algunos dones, si creéis que está en posesión de la realidad-verdad y puede ayudaros, y si lo admiráis y dependéis de él en todo y, por medio de esto, tratáis de alcanzar la salvación, entonces todo esto es necedad e ignorancia por vuestra parte. Al final, todo quedará en nada, pues vuestro punto de partida es intrínsecamente incorrecto. Por muchas verdades que comprenda alguien, no pueden reemplazar a Cristo, y por mucho talento que tenga alguien, esto no significa que esté en posesión de la verdad; por eso cualquiera que idolatre, admire y siga a otras personas acabará descartado y condenado. Los creyentes en Dios solo pueden admirar y seguir a Dios. Los líderes y obreros, sea cual sea su rango, siguen siendo gente normal. Si los consideras tus superiores inmediatos, si sientes que son superiores a ti, que son más competentes que tú y deben guiarte, que sobresalen del resto en todos los sentidos, te equivocas, es un delirío. ¿Y qué consecuencias te acarreará este delirio? Esto te llevará inconscientemente a evaluar a tus líderes en función de unos requisitos que no se ajustan a la realidad, y a ser incapaz de tratar correctamente los problemas y las deficiencias que tienen; a su vez, sin que lo sepas, también te verás intensamente atraído por su estilo, sus dones y talentos, de modo que, para cuando quieras darte cuenta, los estarás idolatrando y serán tu dios. Esa senda, desde cuando empiezan a convertirse en tu ejemplo, el objeto de tu idolatría, hasta que te conviertes en uno de sus seguidores, te alejará inconscientemente de Dios. Y aunque te alejes poco a poco de Dios, continuarás creyendo que lo sigues, que estás en Su casa, en Su presencia, cuando en realidad te habrán alejado de allí los secuaces de Satanás, los anticristos. Ni siquiera te darás cuenta. Ese es un estado de cosas muy peligroso. La resolución de este problema requiere, en parte, la habilidad de discernir la esencia-naturaleza de los anticristos, y de descubrir el horrendo rostro de su odio por la verdad y de su resistencia a Dios; también requiere conocer las técnicas comúnmente utilizadas por los anticristos para desorientar y atrapar a la gente, así como su forma de hacer las cosas. La otra parte es que debéis aspirar a conocer el carácter y la esencia de Dios. Has de tener claro que solo Cristo es la verdad, el camino y la vida, que idolatrar a cualquier persona os acarreará catástrofes y desgracias. Debéis confiar en que solamente Cristo puede salvar a la gente y debéis seguirlo y someteros a Él con fe absoluta. Esta es la única senda correcta de la vida humana. Tal vez algunos digan: “Bueno, yo sí tengo mis motivos para idolatrar líderes: para mis adentros, idolatro de forma natural a cualquiera con talento. Idolatro a cualquier líder que está en consonancia con mis nociones”. ¿Por qué te empeñas en idolatrar al hombre pese a creer en Dios? A fin de cuentas, ¿quién te salvará? ¿Quién te ama y protege realmente? ¿De verdad no lo ves? Si crees en Dios y lo sigues, debes prestar atención a Su palabra, y si alguien habla y actúa correctamente y está de acuerdo con los principios-verdad, ¿no es simplemente una cuestión de someterte a la verdad? ¿Por qué eres tan vil? ¿Por qué te empeñas en buscar a alguien a quien idolatrar para seguirlo? ¿Por qué te gusta ser esclavo de Satanás? ¿Por qué no ser, en cambio, siervo de la verdad? En esto se ve si una persona tiene razón y dignidad. Debes empezar por ti mismo: equiparte con verdades de todo tipo, ser capaz de identificar las diversas maneras en que los diferentes asuntos y personas se manifiestan, conocer cuál es la naturaleza del comportamiento de varias personas y qué carácter brota de ellas, aprender a distinguir las esencias de los diversos tipos de personas, tener claro de qué tipos son las que te rodean, de qué tipo eres tú y de qué tipo es tu líder. Una vez que percibas todo esto con claridad, serás capaz de tratar a esas personas de la manera correcta, según los principios-verdad: si son hermanos y hermanas, los tratarás con amor; si no lo son, sino que son personas malvadas, anticristos o incrédulos, mantendrás las distancias y renunciarás a ellos. Y si son personas que poseen la realidad-verdad, aunque puede que las admires, no las idolatrarás. Nadie puede ocupar el lugar de Cristo: solo Cristo es el Dios práctico. Solo Cristo puede salvar a las personas, y solo al seguir a Cristo puedes obtener la verdad y la vida. Si puedes ver estas cosas con claridad, entonces posees estatura, y no es probable que los anticristos te desorienten ni has de temer que tal cosa suceda.

A algunas personas les preocupa ver que se pone en evidencia y se descarta a ciertos anticristos, dicen: “Aunque en apariencia los anticristos no parezcan personas malvadas, ¿por qué resulta que son tan malvados una vez que se discierne lo que hacen? Parece que, en efecto, los anticristos son bastante retorcidos. Sin embargo, soy de calibre escaso y si me vuelvo a encontrar a tales anticristos, me temo que no seré capaz de discernirlos. ¿Cómo he de guardarme de ellos?”. Aunque seas de calibre escaso, no es necesario que te vivas preocupando por que te desorienten ni pensar siempre en cómo protegerte de ellos. Solo hace falta que te centres en comprender la verdad, en leer más de las palabras de Dios y, cuando tengas tiempo, en meditar en serio sobre las acciones malvadas cometidas por los anticristos, al tiempo que te preguntas: “¿Dónde reside su maldad? ¿Qué los impulsó a cometerla? ¿Puede la gente corriente cometer tal maldad? ¿Cómo los disciernen aquellos que comprenden la verdad? ¿Cómo los discierno yo?”. Una vez que percibas con claridad la esencia de las personas mediante las palabras de Dios, lo entenderás todo. A medida que pienses sin parar sobre estas cosas, aprenderás a discernir de manera inconsciente y, de forma natural, serás capaz de discernir a los anticristos cuando te vuelvas a enfrentar a que intenten desorientar a las personas. Esto requiere pasar por muchas experiencias, no es algo que puedas aprender solo por escuchar más sermones. Es como obtener experiencia en la sociedad después de que se hayan aprovechado demasiado de ti o hayas sufrido demasiadas pérdidas: “de los errores se aprende”. Es la misma idea. En tu fe en Dios, lo principal es entender la verdad. Mientras más verdad comprendas, más cosas desentrañarás. Si no entiendes ninguna verdad, incluso tener conocimiento es inútil. No puedes desentrañar nada solo con conocimiento; tus puntos de vista son los mismos que los de la gente secular y, sean cuales sean tus comentarios, serán tonterías y falacias. No te preocupes si ahora mismo no puedes desentrañar a algunas personas. Una vez que entiendas la verdad, ganarás discernimiento de manera natural. Por ahora, concéntrate solo en llevar a cabo tu propio deber bien, en comer y beber más palabras de Dios y en reflexionar más sobre la verdad. Cuando llegue el día en que entiendas la verdad, serás capaz de discernir a las personas. Te bastará con observar el comportamiento de alguien para saber en tu corazón qué le sucede; te bastará con escuchar a alguien denunciar algún problema para ser capaz de desentrañar la esencia del asunto, y bastará con que oigas los pensamientos y puntos de vista de una persona para conocer su estatura. Serás capaz de comprenderlo todo acerca de cualquier asunto o persona sin mucho esfuerzo; este es el resultado de comprender la verdad. Sin embargo, si no la persigues, sino que en cambio confías en tu imaginación para evaluar a las personas, idolatrarlas, depender de ellas y adularlas a ciegas, y si no sigues la senda de perseguir la verdad, ¿al final cuál será el resultado? Cualquiera podría desorientarte; no serás capaz de desentrañar a nadie, ni siquiera al anticristo más obvio. Te tomarán por tonto y aun así los seguirás admirando por su capacidad, girando a diario a su alrededor. Por tanto, no cabe duda de que eres un atolondrado y se puede decir que el dios en el que crees es un dios vago, no el Dios práctico, y que desde luego no eres una persona que persiga la verdad.

Incluso tras escuchar diversos sermones sobre discernir a los anticristos, algunas personas todavía no lo logran. Solo entienden algunos métodos de discernimiento, pero carecen de experiencia práctica. Cuando de veras se enfrentan a las acciones malvadas de los anticristos, siguen sin lograr discernirlos. Aunque no les resulta posible discernir a los anticristos después de escuchar sermones, se comparan a sí mismos con lo que han oído y en ellos impera cada vez más la sensación de que son semejantes a un anticristo. Al final, llegan a creer que ellos mismos son anticristos. Esta clase de discernimiento no tiene nada de malo. Son del todo conscientes de los detalles acerca de discernir a los anticristos, lo único que sucede es que carecen de principios de juicio. No es un problema grave; demuestra que escuchar los sermones ha resultado eficaz. Aunque no hayan discernido a los anticristos reales, se han discernido a sí mismos, lo cual también es bueno. Primero se salvan a sí mismos y evitan convertirse en anticristos, lo cual es un desenlace fructífero de escuchar estos sermones que desenmascaran a los anticristos. Ser capaz de discernirse a uno mismo como anticristo no es sencillo, requiere de una observación detallada, y creo que eso ya cuenta como tener discernimiento. Discernirse a uno mismo ahora es algo bueno; estás a tiempo de hacerlo. Si hubieras cometido maldad o causado desastres y se te identificara como a un anticristo, ya habría sido demasiado tarde. Si ahora puedes discernirlo, a lo sumo significa que exhibes rasgos similares a los de un anticristo, que recorres la senda de estos y has elegido la incorrecta. Este es el alcance de tu juicio actual. Todavía hay tiempo de cambiar de rumbo, pero es peligroso que elijas no hacerlo. El tema de discernir a los anticristos se ha compartido muchas veces y a estas alturas ya hay algunos que de veras son capaces de discernir. Pueden identificar las propias actitudes de anticristo que revelan, lo cual es una consecuencia y la prueba de que han ganado discernimiento. Si son capaces de distinguir más a fondo entre los que poseen la esencia-naturaleza de los anticristos y aquellos que solo tienen actitudes de anticristo, habrán dominado por completo el discernimiento. Es algo que se puede lograr pronto, así que no hace falta darse prisa. Si la gente puede discernir sus propias actitudes de anticristo, identificar si están recorriendo la senda de estos y comprender cuál es la esencia-naturaleza de dichos anticristos, es que ya han aprendido a discernirlos. El hecho de poder hacerlo no es cuestión de los años que hayas creído en Dios, sino de si una persona puede esforzarse por la verdad y comprenderla. Algunos llevan muchos años creyendo en Dios y han escuchado numerosos sermones sobre desenmascarar a los anticristos, pero no han modificado en absoluto sus actitudes y manifestaciones propias de un anticristo. Da igual cómo comparta Yo la verdad, ellos siguen sin ser conscientes. Puede que en este momento se identifiquen con el contenido de la charla, pero en lo que respecta a actuar o hacer sus deberes, vuelven a las viejas formas. ¿Acaso no es esto problemático y peligroso para tales personas? ¡Es muy peligroso! Con independencia de cómo comparta Yo, por más autorreproches o disgustos que experimenten en el momento de escucharme, después no cambian en absoluto. No reflexionan sobre por qué siempre ascienden y fomentan a personas que adulan y halagan, ni sobre por qué tratan a los demás sin basarse en principios, sino según sus propios caprichos. La gente que les cae bien, aunque sea malvada o mala, no les da asco y la siguen ascendiendo y utilizando. Es más, no reflexionan sobre por qué no persiguen la verdad en absoluto y se han embarcado en la senda de los anticristos. Haber cometido tanta maldad sin una verdadera reflexión o cambio es peligroso. En las últimas reuniones, la charla ha tratado sobre poner al descubierto las actitudes y la esencia de los anticristos. El carácter de estos es más oculto y perverso que las actitudes corruptas que se suelen observar. Los anticristos sienten aversión por la verdad, la odian y no pueden aceptarla en absoluto, así como tampoco el juicio y el castigo de Dios. ¿Cuál es entonces el desenlace, el fin de los anticristos? Sin duda serán eliminados. ¿Cómo caracteriza Dios a los anticristos? Como aquellos que odian la verdad y se oponen a Dios: ¡son Sus enemigos! Oponerse a la verdad, odiar a Dios y todas las cosas positivas no es producto de una debilidad ni de la necedad momentáneas de la gente corriente, ni tampoco la revelación de pensamientos y puntos de vista incorrectos que surgen de la comprensión distorsionada de un momento; este no es el problema. El problema es que son anticristos, los enemigos de Dios, que odian todo lo positivo y toda la verdad; son personajes que odian y se oponen a Dios. ¿Cómo considera Él a tales personajes? ¡No los salva! Estas personas desprecian y odian la verdad, poseen la esencia-naturaleza de los anticristos. ¿Comprendéis esto? Lo que se deja aquí en evidencia es la perversidad, la mezquindad y el odio a la verdad. Es la más grave de las actitudes satánicas entre las actitudes corruptas, representa las características más típicas y sustanciales de Satanás, no las actitudes corruptas reveladas por la humanidad corrupta ordinaria. Los anticristos son una fuerza hostil a Dios. Pueden perturbar y controlar la iglesia, y tienen la capacidad de desmantelar y trastornar la obra de gestión de Dios. Esto no es algo que puedan hacer las personas corrientes con actitudes corruptas; solo los anticristos son capaces de tales acciones. No subestiméis este asunto.

Todas las personas malvadas tienen actitudes perversas. Alguna de esa perversidad se expresa mediante actitudes despiadadas, como acosar con frecuencia a gente ingenua, tratarla de manera satírica o sarcástica, hacerla siempre objeto de burla y aprovecharse de ella. Los malvados se rebajan en señal de deferencia cuando ven a otro como ellos, pero cuando ven a una persona débil, la pisotean y la mandonean aprovechándose de su estatus superior. Son personas extremadamente mezquinas y perversas. Cualquiera que acose o reprima a los cristianos es un diablo disfrazado de persona; es una bestia sin alma y la reencarnación de un diablo. Si entre la horda de malvados hay quienes no acosan a los ingenuos ni maltratan a los cristianos, los que solo desatan su ira sobre aquellos que dañan sus propios intereses, entonces a estas personas se las considera buenas entre los no creyentes. Sin embargo, ¿en qué difiere la perversidad de los anticristos? La perversidad de los anticristos se manifiesta sobre todo en su especial tendencia a la competición. Se atreven a competir con el cielo, con la tierra y con otras personas. No solo no permiten que otros los acosen, sino que asimismo ellos intimidan y castigan a los demás. Se plantean a diario cómo castigar a las personas. Si están celosos de alguien o lo odian, no dejarán de aferrarse a ese sentimiento. Los anticristos muestran su perversidad de estas maneras. ¿Dónde más se manifiesta? En su manera retorcida de hacer las cosas, algo que a la gente con un poco de cerebro, de conocimiento y de experiencia social le cuesta detectar. Hacen las cosas de una manera excepcionalmente retorcida y esto lleva a la perversidad; no es un engaño corriente. Pueden participar en juegos de sombras y en trucos, y hacerlo a un nivel superior al de la mayoría de la gente. A casi nadie le es posible competir ni lidiar con ellos. Esto es un anticristo. ¿Por qué digo que la gente corriente no puede lidiar con ellos? Porque su perversidad es tan extrema que poseen un enorme poder para desorientar a las personas. Se les ocurren todo tipo de maneras de obligar a la gente a idolatrarlos y seguirlos. Asimismo, pueden explotar a toda clase de personas para perturbar y dañar la obra de la iglesia. En tales circunstancias, la casa de Dios comparte en repetidas ocasiones todas las clases de manifestaciones, de carácter y de esencia de los anticristos, de modo que la gente los pueda discernir. Esto es necesario. Hay quienes no entienden y dicen: “¿Por qué hay que hablar siempre acerca de discernir a los anticristos?”. Porque la capacidad que tienen para desorientar a las personas es muy grande. Pueden desorientar a muchas, como una plaga letal que, por medio del contagio, puede dañar y matar a muchos en un solo brote. Es altamente contagiosa y tiene mucho alcance, y su infecciosidad y su tasa de mortalidad son bastante altas. ¿Acaso no son graves estas consecuencias? Si no comparto así con vosotros, ¿podéis libraros de ser desorientados y constreñidos por los anticristos? ¿De verdad podéis volveros hacia Dios y someteros a Él? Esto es muy difícil. Cuando la gente ordinaria revela un carácter arrogante, a lo sumo, provoca que otros detecten lo fea que es su arrogancia. A veces alardean, otras presumen y se lucen, y a veces les encanta ostentar su estatus y dar lecciones a los demás. Sin embargo, ¿es este el caso de los anticristos? En la superficie, puede que no parezca que ostenten su estatus ni que le tengan aprecio a este, puede que nunca parezca que les interesa, pero en su interior albergan un fuerte deseo de él. Es como el caso de algunos emperadores o señores bandidos de los no creyentes. Cuando luchan por su tierra, sufren penurias junto a sus compañeros, parecen humildes y sin ambiciones. No obstante, ¿has visto los deseos ocultos en el fondo de su corazón? ¿Por qué pueden soportar tales dificultades? Son sus deseos los que los impulsan. Albergan una gran ambición en su interior, están dispuestos a soportar cualquier sufrimiento o calumnia, difamación, ofensa e insulto para poder ascender un día al trono. ¿No es esto retorcido? ¿Pueden permitir que alguien conozca su ambición? (No). La esconden y la mantienen oculta. Lo que está a la vista es una persona que puede soportar lo que otras no, capaz de aguantar insoportables penurias, que aparenta ser tenaz, sin ambiciones, con los pies en el suelo y es buena con los que la rodean. Sin embargo, el día que asciende al trono y obtiene poder real, a fin de consolidar su autoridad e impedir la usurpación, mata a todos los que sufrieron y lucharon a su lado. La gente solo repara en lo hondamente astuto que es al revelarse la verdad. Cuando echas la vista atrás y ves que todo lo que hizo venía motivado por la ambición, descubres que su carácter es la perversidad. ¿Qué táctica empleaba? Era retorcido. Este es el carácter con el que funcionan los anticristos. Los anticristos y los reyes diablos que ostentan el poder oficial son de la misma calaña; no van a sufrir de ninguna manera ni a aguantar en la iglesia sin razón, a no ser que consigan poder y estatus. En otras palabras, estas personas no se contentan en absoluto con ser seguidores ordinarios, con transigir en la casa de Dios como creyentes comunes ni con hacer cualquier deber en silencio y de forma anónima; no cabe duda de que no estarían dispuestos a hacer esto. Si se sustituye a alguien con estatus porque recorrió la senda de un anticristo y piensa: “Ahora que no tengo estatus, me limitaré a actuar sin más como una persona corriente, a cumplir con cualquier deber que pueda; soy capaz de seguir creyendo en Dios igual de bien sin estatus”, ¿se trata de un anticristo? No, esta persona recorrió una vez la senda de un anticristo, tomó en una ocasión la senda equivocada movida por una necedad momentánea, pero no es un anticristo. ¿Qué haría un verdadero anticristo? Si pierde su estatus, deja de creer. No solo eso, sino que además urdirá varias maneras de desorientar a otros, lo que provocará que lo idolatren y lo sigan, a fin de colmar su ambición y sus ansias de poder. Esta es la diferencia entre aquellos que caminan por la senda de los anticristos y los que de veras lo son. Analizamos y diseccionamos estas esencias-carácter y las manifestaciones de los anticristos porque la naturaleza de este problema es muy grave. La mayoría de las personas no pueden discernir a los anticristos, por no mencionar a los hermanos y hermanas corrientes, incluso algunos líderes y obreros que creen entender alguna verdad no han dominado por completo el discernimiento de los anticristos. Es difícil saber cuánto han dominado, lo que indica que su estatura es demasiado pequeña. Solo aquellos que pueden discernir de manera precisa a los anticristos poseen auténtica estatura.

¿Cuál es el mayor problema al que todos os enfrentáis ahora? La mayoría de la gente es incapaz de discernir, así que los falsos líderes y anticristos los desorientan con facilidad, lo cual es muy peligroso si no se resuelve. Por tanto, exijo que aprendáis a distinguir a varios tipos de personas. Discernid qué carácter está representado en los diversos comportamientos y enunciados de la gente y, en función de estos, discernid la esencia de la persona. Además, hace falta que podáis distinguir entre lo que es la realidad-verdad y lo que son solo palabras y doctrinas. Si no sois capaces de discernir esto, no podréis entrar en la realidad-verdad. ¿Cómo vas a contar con la senda de entrar en la realidad sin discernimiento? Algunos líderes y obreros solo escupen palabras y doctrinas, creen que comprenderlas significa que poseen realidad. Por tanto, mientras las escupen, se sienten satisfechos y justificados, se vuelven cada vez más entusiastas. Sin embargo, flaquean cuando les sobrevienen las tentaciones y, sin saber siquiera de qué manera han flaqueado, aún dicen: “¿Por qué no me ha protegido Dios?”. ¿No es un vergonzoso fracaso? Así pues, algunos líderes y obreros siempre hablan sobre palabras y doctrinas, ¿podéis discernir esto? (No). A veces oigo decir a los hermanos y hermanas que algunos líderes no son aptos para serlo porque solo hablan acerca de palabras y doctrinas, así que piden su sustitución. Sin embargo, una vez que se les pide elegir un nuevo líder, la mayoría carecen de discernimiento y los líderes y obreros elegidos también son aquellos que solo hablan acerca de palabras y doctrinas sin poseer apenas realidad. Este es un problema muy serio, muy complicado. Cuando escucháis Mis palabras al compartir estos asuntos, ¿sois capaces de hallar alguna diferencia respecto a lo que dicen los líderes corrientes? Si es así, sabes cuál es la realidad-verdad. Si no eres capaz de hacerlo y te parece que todo es lo mismo, piensas: “Hemos aprendido también a hablar con las palabras de Dios y lo que decimos es lo mismo que dice Él”, eso es problemático. Demuestras no comprender en absoluto la verdad, solo sabes imitar y citar unas cuantas palabras de Dios, sin entender realmente la verdad. La mayoría de los anticristos poseen ciertos dones y elocuencia, lo que los dota de capital para desorientar a las personas. Unido a su carácter perverso y a sus formas manipuladoras en el discurso y la acción, no cabe duda de que son capaces de desorientar a las personas. Si solo sois capaces de escupir palabras y doctrina, y no sabéis discernir cuál es la realidad-verdad, es inevitable que los anticristos os desorienten. ¡Esto escapa a vuestro control! Es imposible que los anticristos no desorienten a aquellos que no comprenden la verdad, sea cual sea el deseo de estos últimos. Librarse de la influencia de Satanás no es un asunto sencillo, ¿verdad que no?

11 de junio de 2019

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