Punto 13: Controlan la economía de la iglesia mientras controlan el corazón de la gente (Parte 1)

I. Los anticristos controlan el corazón de la gente

Hablemos hoy sobre el punto 13 de las distintas manifestaciones de los anticristos: controlan la economía de la iglesia mientras controlan el corazón de la gente. A juzgar por las numerosas manifestaciones diferentes de los anticristos, cada uno de estos puntos alude a su carácter y esencia, que siente aversión por la verdad, es cruel y perversa. El punto 13 no es ninguna excepción. “Controlan la economía de la iglesia mientras controlan el corazón de la gente”: a partir de esta manifestación, podéis ver que los anticristos no solamente son ambiciosos sino también codiciosos; albergan gran cantidad de necesidades dentro de su corazón. ¿Son legítimas esas necesidades? (No, no lo son). ¿Controlar el corazón de la gente es algo positivo? Obviamente, por la palabra “control” puede verse que no es nada positivo. ¿En qué sentido no es positivo? ¿Por qué es malo ejercer control? ¿Deseáis controlar el corazón de la gente? (No). Aunque no queráis hacerlo, habrá momentos en que no podréis evitar actuar de esa forma. Esto se llama un “carácter”, una “esencia”. Que los anticristos controlen el corazón de la gente no es una necesidad legítima, ni es algo justo y razonable; se trata de algo negativo. ¿Qué significa “controlar el corazón de la gente”? Controlar el corazón de la gente no es algo abstracto; por el contrario, es algo bastante concreto y específico, con unos métodos, una conducta y un lenguaje determinados, así como pensamientos, perspectivas, intenciones y motivos específicos. Siendo así, ¿cuáles son las manifestaciones concretas de que los anticristos controlan el corazón de la gente, y cómo se define específicamente ese control? (Dar apariencia de sufrir y pagar un precio para lograr granjearse la aprobación y el aprecio de los demás, y conseguir el objetivo de desorientarlos). Los anticristos emplean distintos tipos de conducta y manifestaciones para ganarse el favor de la gente, granjeándose así un lugar en su corazón y consiguiendo que la gente los aprecie. Cuando los anticristos se granjean el aprecio de los demás, el resultado de ello, por naturaleza, es que desorientan a la gente. Pero, en su corazón, el deseo subjetivo de los anticristos no es realmente utilizar esos medios para desorientar a los demás; lo que quieren es que los aprecien, esa es su meta. ¿Hay algo más? (Los anticristos emplean pequeños favores para desorientar a la gente y atraparla, hacen ostentación de sus propias capacidades y dones para conseguir que otros los aprecien, los admiren y obedezcan sus órdenes, y alcanzan así su meta de ganarse a la gente y lograr el control sobre ella). Ese es un aspecto. (Los anticristos fingen ser espirituales. Cuando los podan, no logran entenderlo, pero simulan haberlo comprendido y ser capaces de obedecerlo, de manera que los demás piensen que están persiguiendo ávidamente la verdad y tienen bastante entendimiento espiritual. Se disfrazan de personas que persiguen y entienden la verdad, para conseguir como resultado que otras personas los aprecien y respeten). Ese es otro aspecto. Los anticristos siempre desean que los demás vean lo espirituales que son, y que son capaces de perseguir la verdad y someterse a ella. En realidad, no poseen ni un ápice de entendimiento, pero aun así muestran una fachada de personas espirituales para que otros los aprecien y respeten. Emplean esos medios para controlar el corazón de la gente. ¿Aún hay más? (Los anticristos hablan sobre palabras y doctrinas para hacer ostentación e imponerse, de manera que otros piensen que entienden la verdad y tienen estatura, y los aprecien, adoren y escuchen. Esos son los medios por los que acaban controlando a la gente). Esa es una manifestación concreta, pero afirmar que “hablan sobre palabras y doctrinas” no es totalmente acertado. Los anticristos no son conscientes de estar hablando acerca de palabras y doctrinas; creen que las cosas de las que hablan son la realidad, que son teorías y sermones elevados, y usan esas cosas para desorientar a la gente. Si los anticristos supieran que esas son palabras y doctrinas, dejarían de hablar sobre ellas. ¿Hay algo más? (Los anticristos se oponen descaradamente a los principios, emplean el poder del que disponen y teorías espirituales engañosas para ganarse fraudulentamente la confianza de todos, y alcanzan así su objetivo de lograr el control sobre la gente). (Los anticristos cortan la conexión con lo Alto que tiene el pueblo escogido de Dios. No llevan a cabo arreglos de la obra, ostentan el poder absoluto dentro de su jurisdicción e intentan establecer sus propios reinos y controlar a la gente). Esto también es una manifestación concreta. Por decirlo de una forma más acertada, engañan a lo Alto, esconden cosas a quienes están por debajo, tratan de ganarse el favor de la gente, no permiten que otros vean la situación real y se ganan su confianza de manera fraudulenta para lograr así su meta de controlar el corazón de la gente. Su objetivo al engañar a lo Alto y esconder cosas a quienes están por debajo es evitar que lo Alto y los hermanos y hermanas vean la verdad sobre ellos, de tal forma que todos ellos les otorguen su confianza, y en último término los hermanos y hermanas acaben por adorarlos solo a ellos; entonces será cuando habrán alcanzado su meta de controlar el corazón de la gente. ¿Aún hay más? (Los anticristos idean un montón de preceptos que parecen correctos para que la gente los cumpla, y después los usan para sustituir la verdad, de manera que las personas terminen por creer que respetar esos preceptos es lo mismo que poner en práctica la verdad. Por esos medios, los anticristos logran el control sobre el corazón de la gente y hacen que las personas los sigan). Esto debería describirse como que los anticristos idean un montón de normas y preceptos para suplantar los principios-verdad, haciéndose pasar por personas espirituales que entienden la verdad, de manera que la gente los escuche y, de esa forma, puedan alcanzar su objetivo de controlar el corazón de la gente. Si las normas que idean fueran beneficiosas para la vida de iglesia y para que las personas cumplan su deber, y si no fueran contrarias a los principios-verdad y no resultaran perjudiciales para los intereses de la casa de Dios, entonces no habría nada de malo en todo esto. Al tratar con los distintos tipos de personas en la iglesia, aparte de hablar sobre la verdad, es necesario establecer algunas normas administrativas para mantener a raya a la gente. Si esas normas no son contrarias a los principios-verdad, sino que benefician a las personas, en ese caso son cosas positivas y no se trata de controlar el corazón de la gente. Si esas normas se hacen pasar por los principios-verdad, entonces hay un problema. Ahora bien, ¿son capaces los anticristos de formular normas que beneficien a las personas y sean conformes a los principios-verdad? (No, no lo son). Tratad de resumir cómo se debería expresar esto. (Los anticristos formulan algunas normas que no son conformes a los principios-verdad y fingen espiritualidad y comprensión de la verdad para hacer que las personas los obedezcan y alcanzar su meta de controlar el corazón de la gente). Eso es comparativamente acertado. ¿Aún hay más? (A los anticristos les encanta soltar ideas grandilocuentes para mostrar lo listos y perspicaces que son, y conseguir que la gente los aprecie. Por ejemplo, una vez que todo el mundo ya ha debatido sobre un asunto y decidido qué hacer al respecto, los anticristos expresarán una serie de teorías para rebatir las sugerencias de todos los demás y hacer que los escuchen, cuando en realidad su opinión no es mucho más inteligente. Después, a medida que pasa el tiempo, sea cual sea el asunto, nadie se atreverá a compartir la verdad o buscar los principios-verdad, y todos pensarán que deben dejar que los anticristos emitan el veredicto final, hasta que finalmente estos alcancen su objetivo de controlar a la gente). Los anticristos sueltan ideas grandilocuentes a cada momento, rebaten las sugerencias de los demás, alardean, hacen que los demás piensen que son muy listos y alcanzan así su meta de desorientar y controlar a otras personas. Hemos hablado mucho sobre las manifestaciones de los anticristos al controlar y desorientar a la gente en el pasado. Cuando lo hacen, eso implica una gran variedad de tácticas, manifestaciones y métodos. En ocasiones emplean actos, algunas veces se sirven de palabras, y otras usan algún tipo de perspectiva para desorientar a la gente. En resumen, hay objetivos que subyacen a todas esas cosas que hacen los anticristos; ninguno de esos actos es puro y abierto, ninguno de ellos es conforme a la verdad. Todo lo que hacen tiene por objeto desorientar a la gente y conseguir que los aprecie y adore. Digan lo que digan y hagan lo que hagan externamente los anticristos, no es más que mera fachada: todo es buena conducta y cosas que la gente considera buenas; pero, en realidad, si alguien investiga la esencia de esas cosas, los motivos y metas que subyacen a las estrategias de los anticristos son inefables sin excepción, contrarios a la verdad y aborrecidos por Dios.

A juzgar por su estrategia de controlar el corazón de la gente, la humanidad de los anticristos es egoísta y despreciable, y su carácter siente aversión por la verdad, es perverso y cruel. Los anticristos emplean todo tipo de trucos despreciables y turbios para alcanzar sus objetivos, sin ningún sentido de la vergüenza; esa es una característica de su naturaleza perversa. Además, sin tener en cuenta para nada si las personas están dispuestas o no, sin informarlas ni obtener su consentimiento, siempre desean controlar a la gente, manipularla y dominarla. Quieren que todo lo que la gente piensa y desea en su corazón esté sujeto a sus manipulaciones, que las personas tengan un lugar para ellos en su corazón, los adoren y los respeten en todas las cosas. Quieren acotar a las personas e influir en ellas con sus palabras y puntos de vista, y manipularlas y controlarlas en función de sus propios deseos. ¿Qué tipo de carácter es ese? ¿Acaso no es cruel? Es como si un tigre te atrapara el cuello entre sus dientes; por mucho que trates de respirar y te debatas para moverte, no puedes hacer tu voluntad, sino que estás bajo el control férreo y mortal de sus feroces fauces. No importa lo mucho que luches por liberarte, no puedes conseguirlo, y aunque supliques al tigre que abra la boca eso es imposible, no hay margen para la conversación. Ese es precisamente el carácter que tienen los anticristos. Imagina que entablas una conversación con uno de ellos y le dices: “Por favor, ¿no podrías dejar de intentar urdir estratagemas para controlar a la gente? ¿Por qué no te comportas y eres un seguidor? ¿No podrías portarte bien, cumplir bien tus deberes y mantener tu posición?”. ¿Podrían ellos estar de acuerdo con eso? ¿Podrías tú, empleando una buena conducta o lo que entiendes de la verdad, disuadirlos de seguir actuando como lo hacen? ¿Hay alguien que pueda cambiar su punto de vista? A juzgar por el carácter cruel de los anticristos, nadie sería capaz de modificar sus pensamientos y perspectivas, ni tampoco de alterar su deseo de controlar el corazón de la gente. Nadie puede cambiarlos, y no es posible negociar con ellos: esto se llama “crueldad”. La ambición y el deseo que tienen los anticristos de controlar a la gente es una manifestación de su esencia. Si emplearas una buena conducta para reformarlos, ¿funcionaría? Si usaras tu experiencia práctica de aceptar la poda, el juicio y el castigo para ayudarlos y respaldarlos, ¿podrían transformarse? ¿Dejarían de hacer lo que hacen? (No). ¿Os habéis encontrado antes con ese tipo de personas? (Sí. Independientemente de dónde realicen sus deberes y, aunque fracasen y tropiecen algunas veces o incluso se sometan a la disciplina de la enfermedad, el deseo de perseguir un estatus que siente ese tipo de personas no se puede cambiar. Vayan donde vayan, desean obtener estatus y poder). Si un cambio de lugar o de grupo no los transforma, ¿qué tal esperar hasta que sean más viejos? ¿Eso los cambiaría un poco? ¿Cederían ligeramente en su búsqueda de poder y autoridad, se debilitaría esta un poco? (No. Esto no tiene nada que ver con la edad; este carácter suyo no se puede modificar). Un carácter cruel gobierna y controla a los anticristos, y por eso no pueden cambiar. Parece ser que ese carácter cruel es algo que no pocas personas han podido experimentar y ver por sí mismas. Que los anticristos controlan el corazón de la gente es una realidad, respaldada por pruebas objetivas; es un asunto bastante serio. Las personas como esas son incapaces de olvidar o dejar de lado el tema de controlar el corazón de la gente. Esa es la esencia-naturaleza de los anticristos. Desde un punto de vista subjetivo, son incapaces de dejarla de lado; desde una perspectiva objetiva, nadie es capaz de transformarlos; son anticristos, de los pies a la cabeza. Decidme, ¿acaso hay anticristos que, tras haber sido expulsados y dejar de estar en compañía de los hermanos y hermanas, pierdan el deseo de controlar el corazón de otros? ¿Cambiarían los anticristos en función de modificaciones en su entorno o su ubicación geográfica? (No). No cambiarían si se producen alteraciones en el tiempo y el espacio; eso está determinado por su esencia-naturaleza. Al controlar el corazón de la gente, lo que en realidad intentan los anticristos es ejercer poder sobre ella: el poder de estar al mando, tomar las decisiones, controlar a las personas y manipular el corazón de la gente; ese poder es lo que desean obtener. Para controlar el corazón de la gente, los anticristos emplearán todo tipo de estratagemas y medios para lograr que las personas los aprecien, para engañar y desorientar a la gente y presentarle falsas apariencias, e incluso harán uso de determinadas estratagemas y medios para tapar sus actitudes corruptas y su carácter e impedir que las personas puedan discernir o calar su esencia, que siente aversión por la verdad y es propia de los anticristos. Externamente, se hacen pasar por personas espirituales y perfectas, que no tienen defectos ni imperfecciones, ni tampoco rastro de un carácter corrupto, y de esa forma alcanzan sus objetivos de conseguir que los demás los aprecien, respeten, admiren, adoren e incluso que dependan de ellos. Que logren esas metas es, en esencia, una consecuencia del hecho de que controlen el corazón de la gente. En nuestra enseñanza sobre todas las actitudes y manifestaciones de los anticristos, su control del corazón de la gente y su esfuerzo por obtener poder y beneficio han acaparado la absoluta mayoría de la conversación. Dado que ya hemos hablado mucho sobre este tema, dejémoslo aquí por hoy.

II. Los anticristos controlan la economía de la iglesia

El tema principal sobre el que hablaremos hoy es que, aparte de intentar controlar el corazón de la gente y de su ambición y deseo de poder, los anticristos tienen otra manifestación letal. Esto es, exhiben asimismo un gran deseo por la economía de la iglesia, un deseo que también puede denominarse codicia. Además de su amor por el estatus, los anticristos también sienten un amor especial por la economía. El interés y el placer que profesan por ese ámbito son enormes y absolutos; lo definimos como que los anticristos controlan la economía de la iglesia. Que los anticristos intenten controlar la economía de la iglesia y que traten de controlar el corazón de la gente es lo mismo; ambos son empeños igualmente ilegítimos e irrazonables. Claramente esto es algo deshonroso. Que los anticristos tengan la ambición y el deseo de controlar el corazón de la gente ya es bastante repulsivo, ya es algo terriblemente deshonroso, pero que además quieran controlar también la economía de la iglesia es aún más despreciable por su parte. Ahora bien, cuando los anticristos buscan controlar la economía de la iglesia, ¿cuáles son las manifestaciones concretas de ello? ¿Sería más fácil de discernir que cuando buscan controlar el corazón de la gente? Cuando los anticristos tratan de controlar el corazón de la gente, algunas de las estrategias y actitudes que ponen en juego pueden ser discernidas por las personas. Pero si son muy sigilosos y retorcidos, y si están respaldados por declaraciones, tácticas o trucos satánicos que los anticristos no revelan en apariencia, sino que los limitan a sus pensamientos privados, entonces esas cosas no serán fáciles de discernir. No obstante, el intento de controlar la economía de la iglesia debería tener algunas manifestaciones y estrategias concretas. ¿Os parecen fáciles de percibir esas estrategias? Si habéis visto y escuchado esas cosas con vuestros propios ojos y oídos, ¿podéis discernir que son actos de los anticristos? (Si son comportamientos obvios, entonces sí. Por ejemplo, los anticristos indagarán quién está a cargo de custodiar las ofrendas, y cosas así). Eso sería fácil de discernir porque la economía es un asunto delicado, y la mayoría de la gente no indagaría al respecto, a menos que se trate de personas codiciosas con intenciones dirigidas hacia la economía, en cuyo caso se interesarían e indagarían ese tipo de información. Así pues, hablemos sobre qué manifestaciones concretas hay de que los anticristos intenten controlar la economía de la iglesia.

Cuando abordamos el tema de que los anticristos controlan la economía de la iglesia, la mayoría de la gente asociará esto en su mente con ejemplos que hayan visto en el pasado de fraude o malversación de los bienes de la iglesia, ¿no es cierto? O tal vez haya algunos que, por ser jóvenes o llevar poco tiempo creyendo en Dios, no estén muy preocupados por esas cosas y no piensen en ellas para nada. Hablemos pues en detalle sobre esto, para que podáis llegar a entender algunas de las cuestiones, normas y también tabúes relativos a la economía de la iglesia. Hay algunos que dicen: “Nunca he tenido interés ni he indagado acerca de los asuntos de la economía de la iglesia. No albergo ese tipo de codicia. No tiene nada que ver conmigo, y es un tema bastante delicado en la iglesia, así que me da igual saber o no saber nada al respecto”. ¿Es correcto ese punto de vista? (No). ¿Por qué? A pesar de lo que podáis pensar, el tema sobre el que hablamos hoy tiene que ver con el carácter de los anticristos, y, desde la perspectiva de analizar y diseccionar ese carácter, valdrá la pena que todos y cada uno de vosotros entendáis esto y lo hagáis claramente. Emplearemos este asunto para diseccionar el carácter de los anticristos, por lo que primero hablemos sobre cómo los anticristos tratan los bienes de la iglesia, qué son exactamente esos bienes y a quién pertenecen en su mente, y cómo los anticristos consideran esa propiedad y la asignan en sus pensamientos privados. En primer lugar, ¿cómo definen los anticristos el dinero y los diversos bienes ofrendados por los hermanos y hermanas de la iglesia? A juzgar por su carácter, los anticristos son avariciosos, y su codicia es inmensa, por lo que no serán indiferentes a esa propiedad. En lugar de ello, estarán muy interesados y prestarán especial atención a examinar y descubrir cuántos bienes tiene la iglesia, quién está a cargo de custodiarlos, dónde se guardan y cuántas personas lo saben. En lo relativo a la información fundamental acerca de la economía de la iglesia, los anticristos mostrarán primero un sumo interés por ella, le prestarán la máxima atención, indagarán y harán preguntas, haciendo todo lo que esté en su mano para obtener esa información. Si no fueran avariciosos y no albergaran intenciones, ¿acaso se interesarían por esas cosas? (Por supuesto que no). Los anticristos son distintos de las personas con humanidad normal, en el sentido de que hay un motivo oculto en su interés. No se preocupan por custodiar esa propiedad, sino que desean llegar a poseerla, o poder usarla como deseen. Por lo tanto, la primera manifestación de que los anticristos controlan la economía de la iglesia es que priorizan su posesión y uso de los bienes de la iglesia.

A. Priorizan su posesión y uso de los bienes de la iglesia

Una vez que los anticristos obtienen estatus, una idea errónea y descarada surge en su interior: convertirse en líderes no solamente les otorgará el derecho de tener conocimiento acerca de la economía de la iglesia, sino también el poder absoluto para controlarla. ¿Cuál es su objetivo al tener control sobre la economía de la iglesia? Tener poder para priorizar su posesión y uso de los bienes de la iglesia. ¿Qué quiere decir eso? Significa que, mientras estén a cargo de una iglesia, el dinero y los bienes ofrendados por los hermanos y hermanas bajo su supervisión estarán todos sometidos a su gestión, uso y propiedad. ¿Esa idea es correcta o incorrecta? Obviamente es incorrecta, pero así es como piensan los anticristos. Lo primero que hacen tras convertirse en líderes es poner empeño y urdir planes en lo relativo a la economía. Primero, averiguan quién gestiona la economía, cuántas personas se dedican a ello, cuánto dinero hay en los registros y si quienes gestionan esta contabilidad son sus personas de confianza o manos derechas capaces. Si no es así, se dan prisa por relegarlos con un pretexto cualquiera y los sustituyen por sus propios agentes. ¿Acaso se contentan con echar a las personas encargadas de gestionar la economía? No, no es tan sencillo. Sus ambiciones van mucho más allá; tienen una necesidad absoluta de comprender claramente cuáles son las cifras en lo relativo a los bienes de la iglesia. Además de exhortar a la gente a que haga ofrendas, ¿cómo gestionan los anticristos esos bienes? Toman dinero de la iglesia cuando necesitan comprar algo de ropa, y también cuando tienen que ir al médico y, si no tienen qué ponerse, escogen algunas de las mejores prendas donadas por los hermanos y hermanas. Pero la cosa no termina después de que hayan hecho su selección; tienen que probarse todas y cada una de las prendas, se guardan las mejores para ellos y solo dejan para la iglesia las de peor calidad que ellos no quieren. En pocas palabras, usarán el dinero de la iglesia para cubrir sus propios gastos y comidas, incluyendo hasta gastos de viaje de 0,2 yuanes, y algunos de ellos llegarán incluso a emplear el dinero de la iglesia para comprar artículos de lujo, suplementos de salud, cosméticos y todo tipo de objetos para su uso personal. En cuanto los anticristos acceden a posiciones de liderazgo, y antes siquiera de que hagan una pizca de trabajo, son muy proactivos a la hora de disfrutar de los bienes de la iglesia, y hacen de ello una prioridad. Una vez que los anticristos disfrutan de esos bienes, toda su perspectiva espiritual y su calidad de vida experimentan una transformación completa y se vuelven totalmente distintas de lo que eran antes. En cuanto se presente la oportunidad, irán a la peluquería, recibirán masajes, se darán caprichos, harán cosas para ocuparse de su salud y se prepararán caldos reconstituyentes; incluso actualizarán los distintos electrodomésticos que usan. En cuanto se convierten en líderes, los anticristos toman nota de quién es rico en la iglesia y quién es capaz de hacer ofrendas. A esas personas ricas les van a sangrar los bolsillos, y quienes hagan ofrendas frecuentes pasarán a ser miembros apreciados de la iglesia, los favoritos a ojos de los anticristos. Cuando los anticristos acceden a la iglesia ocurre lo mismo que cuando un zorro entra en un viñedo: se avecina la catástrofe. No solamente se comerá las buenas uvas, sino que arrasará todo el lugar.

En la mente de los anticristos, el dinero y los bienes ofrendados por los hermanos y hermanas, que colectivamente se conocen como “ofrendas”, son todos ellos bienes “públicos” de la iglesia. Eso no quiere decir que estos bienes públicos sean para uso comunitario; sino que se refiere al hecho de que son una ofrenda comunitaria que proviene de todos pero cuyos derechos de uso corresponden, a todos los efectos prácticos, a los líderes. Desde el punto de vista de los anticristos, estos están obligados a priorizar su posesión y uso de los bienes de la iglesia, porque son líderes, están a la cabeza, y todo lo que hay en la iglesia, especialmente las cosas buenas, debe pertenecerles y pasar a estar bajo su autoridad. Los anticristos creen: “Decir que el dinero y los objetos que los hermanos y hermanas ofrendan se entregan a dios es una mera expresión superficial. ¿Cuántas de esas cosas puede usar dios? ¿Puede él bajar del cielo para compartir esas ofrendas con la gente? Siendo así, ¿no deberían ser las personas quienes decidan cómo se gastan, asignan y usan?”. Esa es la idea descarada que los anticristos albergan con respecto a los bienes de la iglesia. ¿Y qué es aún más descarado? Dicen: “Dios en el cielo es incapaz de disfrutar del dinero y los objetos que la gente ha ofrendado en la tierra, así que ¿cómo se deben asignar y usar esas cosas? ¿No deberían ayudar los líderes de la iglesia a consumirlas, utilizarlas y disfrutarlas? Eso sería equivalente a que las usara dios en el cielo”. Y así, los anticristos, como si tal cosa, convierten las ofrendas de los hermanos y hermanas en su propia propiedad personal. Tienen perfectamente claro quién ofrenda qué y cuándo; esas cosas se les deben notificar y deben saberlas. No les preocupa ningún otro asunto. Hay una cosa de suma importancia para ellos además de tener bien afianzado su propio poder, y es controlar la economía de la iglesia. Eso es lo que hace que ser un líder les merezca la pena. En la manera en que los anticristos conciben y manejan los bienes de la iglesia, ¿hay un solo aspecto que sea conforme a la verdad o a las exigencias de Dios? (No). Desde el mismo comienzo hasta el día de hoy, ¿alguna vez ha dicho Dios qué persona debería poseer o utilizar las ofrendas realizadas a Él por los hermanos y hermanas? ¿Ha afirmado Dios alguna vez que los líderes y obreros de la iglesia, los apóstoles y profetas, deberían tener autoridad para priorizar su posesión y uso de los bienes de la iglesia? ¿Ha dicho Dios que el uso y la propiedad de los bienes de la iglesia recaen en cualquiera que se convierta en líder? (No). Entonces, ¿por qué los anticristos tienen una idea errónea como esa? Dado que las palabras de Dios no contienen ninguna estipulación expresa a esos efectos acerca de los bienes de la iglesia, ¿por qué los anticristos albergan esa opinión al respecto? (Porque no tienen un corazón temeroso de Dios). ¿Es tan sencillo como eso? Afirmar en este contexto que carecen de un corazón temeroso de Dios es emplear palabras vacías. Esas palabras no aluden al carácter de los anticristos. ¿Codician los anticristos los bienes de la iglesia cuando no están en posiciones de liderazgo? (Sí). Entonces, ¿podría decirse que pierden su corazón temeroso de Dios tras convertirse en líderes? ¿No será que tenían uno antes de ser líderes? ¿Se podría decir eso? (No). Por lo tanto, esa explicación no se sostiene. Los anticristos codician los bienes de la iglesia: ¿por qué motivo? (Tienen un carácter perverso). (Son avariciosos por naturaleza). (Buscan beneficios sobre todas las cosas por naturaleza). ¿Es la esencia-carácter de los anticristos que busquen beneficios sobre todas las cosas? (No). Esa es tan solo una manifestación de su calidad humana. Diseccionemos pues cuál es el carácter interno de los anticristos. (Es malvado y cruel). Es ante todo cruel, y también es malvado. ¿Qué significa cruel? Quiere decir que van a tomar por la fuerza cosas que no están destinadas a ellos ni les pertenecen, sin importar si otras personas están de acuerdo o lo que piensen: eso es un carácter cruel. La esencia-naturaleza innata de los anticristos, esos diablos y Satanases, es rivalizar con Dios por todas las cosas. Dentro de la iglesia, aparte de luchar contra Él por Su pueblo escogido, los anticristos también intentan arrebatarle las ofrendas que le ha hecho la gente. En la superficie, puede parecer que los anticristos son codiciosos, pero en realidad esto se debe a que tienen el carácter y la esencia de los anticristos. Que desearían apoderarse y devorar el dinero y los objetos que la gente ofrenda a Dios: eso, es esencia, es crueldad. Es lo mismo que si, por ejemplo, te compras una nueva chaqueta acolchada, elegante y de buena calidad, y alguien la ve y dice: “Esa chaqueta acolchada que tienes es mejor que la mía. La que yo llevo está raída, tiene agujeros y ha pasado de moda. ¿Cómo es que la tuya es tan bonita?”, y, cuando ha terminado de hablar, te arranca por la fuerza tu chaqueta acolchada y te da la suya estropeada. No puedes negarte a hacer ese intercambio; él te haría sufrir, te lo haría pasar mal, te daría una paliza y podría incluso matarte. ¿Te atreverías a resistirte? No, y se llevaría tus cosas en contra de tu voluntad. ¿Cuál es entonces el carácter de esa persona? Es un carácter cruel. ¿Hay alguna diferencia entre esto y el carácter de los anticristos de asumir la posesión y el uso de los bienes de la iglesia? (No). Según la perspectiva de los anticristos sobre la propiedad, en cuanto se convierten en líderes y “altos cargos” y tienen los bienes de la iglesia a su alcance, estos les pertenecen. Sin importar quién hizo la ofrenda ni qué es lo que ofrendó, los anticristos se apoderarán de ella para sí mismos. ¿Qué quiere decir apoderarse de algo? Significa que una vez que los bienes de la iglesia —que deberían usarse de manera adecuada y asignarse de conformidad con los preceptos de la iglesia— pasan a estar bajo control de los anticristos, solo estos tienen poder exclusivo para usarlos. Incluso aunque esos bienes los necesite la obra de la iglesia o sus obreros, los anticristos no permiten que se usen. Tan solo ellos tienen permitido hacerlo. En cuanto a cómo se usan y asignan los bienes de la iglesia, los anticristos tienen la última palabra; si te dejan usarlos, podrás hacerlo y, si no, no podrás. Si los fondos de ofrendas de la iglesia no son abundantes y se gastan por completo en los gastos personales de los anticristos después de que tomen posesión de ellos, no les importa que no quede dinero para la obra de la iglesia. Tampoco tienen en consideración esa obra ni los gastos normales de la iglesia. Lo único que quieren es tomar esos fondos y gastárselos ellos, tratándolos como si fueran sus propios ingresos. ¿No es vergonzosa esa manera de hacer las cosas? (Sí, lo es). En algunas iglesias situadas en zonas relativamente pudientes, los anticristos piensan: “Este sitio está bastante bien. En lo que respecta a los gastos, puedo derrochar y hacer lo que me plazca, y no hay necesidad de ceñirse a los preceptos y principios de la iglesia. Puedo gastar dinero como quiera. Desde que me convertí en líder, por fin puedo disfrutar de la vida gastando dinero sin necesidad de hacer cuentas. Si quiero gastar dinero en algo solo tengo que decirlo, no tengo que preocuparme al respecto, y por supuesto que no tengo que discutirlo con nadie”. Cuando se trata de gastar la riqueza de la iglesia, los anticristos ejercen ellos todo el poder, actúan con imprudencia y gastan como si el dinero creciese en los árboles. Además de no hacer ninguna labor conforme a los principios de la iglesia o los arreglos de la obra, los anticristos tratan los bienes de la iglesia de la misma forma, sin ningún principio. ¿Podría ser que no entienden los principios? No, conocen perfectamente los principios que rigen la asignación y el gasto de los bienes de la iglesia, pero no pueden mantener bajo control sus propios deseos y codicia. Mientras son personas ordinarias sin ningún estatus, son humildes y viven su vida diaria de manera sencilla, pero, en cuanto se convierten en líderes, se piensan que son el no va más. Se vuelven exigentes para comer y vestirse; ya no toman comidas normales, y aprenden a buscar la calidad y las marcas famosas a la hora de vestirse. Todo tiene que ser de gama alta; solo entonces consideran que es compatible con su identidad y estatus. En cuanto los anticristos se convierten en líderes, es como si los hermanos y hermanas estuvieran todos en deuda con ellos y tuvieran que hacerles regalos. Si llega cualquier cosa buena, ellos deben tener la prioridad, y esperan de los hermanos y hermanas que se gasten su dinero en ellos. Los anticristos creen que convertirse en líder significa que deberían tener poder para priorizar su posesión y uso de los bienes de la iglesia. No solamente piensan de ese modo, también se comportan así. Y lo que es más, llevan esto muy lejos, para indignación de los demás. Visto desde esta perspectiva, ¿cómo es el carácter de los anticristos? Tras convertirse en líderes, y sin hacer una pizca de trabajo, quieren tomar posesión de las ofrendas y priorizar su uso de ellas. ¿Qué tipo de persona es capaz de hacer cosas así? Tan solo un forajido, un tirano o un matón local haría esas cosas.

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