Punto 5: Desorientan, atraen, amenazan y controlan a la gente (Parte 1)
Apéndice: La historia de Dabao y Xiaobao
Antes de comenzar formalmente nuestra charla de hoy, permitidme empezar por contaros una historia. ¿A todos os gusta escuchar historias? (Sí). Ahora bien, ¿hay algún principio para escuchar historias? En las historias que se cuentan, debes ser capaz de comprender algún aspecto de la verdad, entender alguna faceta de las intenciones de Dios, reconocer cierto elemento de la esencia-naturaleza humana o descubrir, en la historia, la realidad-verdad que las personas deberían practicar y en la que deberían entrar. Eso es lo que significa contar historias; no es una charla ociosa ni, ciertamente, cotilleo. Hay quienes solo captan los acontecimientos cuando escuchan historias. ¿Qué clase de personas son? (Personas de escasa aptitud). Escasa aptitud significa que son irreflexivas; sobre todo, les falta entendimiento espiritual. Independientemente de la historia que escuchen, solo pueden recordar los acontecimientos o captar algunos preceptos a partir de la historia. Sin embargo, en lo que se refiere a las distintas verdades que las personas deberían entender a partir de ella, no las comprenden, entienden ni captan. ¿Acaso este comportamiento no indica la comprensión espiritual más mínima? (Sí). ¿Hay personas entre vosotros que hayáis mostrado este tipo de comportamiento tras escuchar una historia? Después de escucharla, no entendieron demasiado, sintieron que la historia no tenía sentido y que no importaba que se contara o no. ¿Tienen esas personas capacidad de comprensión? Cuando escucháis una historia, ¿sois capaces de obtener algún beneficio de los acontecimientos narrados? Independientemente de que podáis entender la verdad en ella o no, debéis comprender el principio que acabo de mencionar sobre cómo escucharlas. Ahora, comencemos con la historia.
Se trata de un niño pequeño llamado Xiaobao. Hace poco, llegó a su casa un hombre que iba con frecuencia a predicar el evangelio con sus padres. Un día, los padres de Xiaobao salieron a hacer unos recados y dejaron al hombre y a Xiaobao solos en casa. Lo que sucedió a continuación es una historia interesante. Como Xiaobao no conocía muy bien al hombre, este decidió acercarse al niño mientras jugaba para hacerse su amigo. Le dijo a Xiaobao que lo conocía y que incluso sabía su nombre. Xiaobao se sintió feliz y pensó que el hombre no podía ser una mala persona. Entonces, el hombre le preguntó: “Xiaobao, ¿tus padres han hablado de mí alguna vez?”. Xiaobao pensó por un momento y dijo: “No lo sé”. El hombre replicó: “Eres un niño honesto. Los niños buenos dicen lo que saben”. Le repitió la pregunta: “¿Tus padres han hablado de mí alguna vez?”. Xiaobao volvió a responder que no lo sabía. El hombre continuó: “Sé bueno, si me dices la verdad, te daré unos dulces”. El niño pensó por un momento, pero volvió a decir que no lo sabía. El hombre reflexionó: “¿Cómo puedo hacer que me diga la verdad?”. Pensó un instante y, luego, le dijo a Xiaobao: “Tus padres creen en Dios y yo también. Soy el mejor amigo de ellos. Los tres creemos en Dios, y tú también. ¿Sabes la clase de niños que le gustan a Dios?”. Xiaobao lo pensó y respondió: “No lo sé”. El hombre dijo: “A Dios le gustan los niños honestos, los que no dicen mentiras. Cuando saben algo, lo cuentan y, cuando no lo saben, también lo admiten. Eso es lo que se podría llamar un niño honesto. A Dios le gustan los niños así”. Xiaobao lo pensó y dijo: “Vale”. Entonces, dejó de decir que no lo sabía. El hombre continuó: “Si me dices la verdad, serás un niño honesto, un niño al que Dios ama”. Xiaobao lo pensó y contestó: “De acuerdo”. El hombre preguntó: “¿Qué significa ‘de acuerdo’?”. Xiaobao dijo: “Significa que mis padres han hablado de ti antes”. Luego, el hombre siguió preguntándole sobre lo que habían dicho e insistía en que Xiaobao fuera un niño honesto y no dijera mentiras. Xiaobao respondió: “Mis papás dijeron que no eres una buena persona, que no eres muy honesto y que deben tener cuidado cuando hablan contigo”. El hombre volvió a preguntar: “¿Qué más dijeron tus padres?”. Xiaobao replicó: “No lo recuerdo”. “¡Sé bueno!”, dijo el hombre. Y Xiaobao contestó: “Dijeron que no deberían contarte todo”. Entonces, el hombre continuó interrogándolo y el niño le contó muchas cosas. El hombre se sintió cada vez más incómodo y le dijo a Xiaobao: “Eres un niño muy bueno, un niño que Dios ama, porque eres una persona honesta y me cuentas todo lo que sabes”. Para entonces, Xiaobao ya no era tan cauteloso con él como lo había sido al principio, y ya no respondía “No lo sé” a todo lo que le preguntaba. Quería contarle todo al hombre, todo lo que este no supiera; solo tenía que preguntarle a Xiaobao. El hombre también le reveló a Xiaobao: “Mi apodo es Dabao, así que ya ves, tú te llamas Xiaobao y yo, Dabao. ¿No deberíamos ser mejores amigos?”. El niño respondió: “Sí”. Siguieron conversando, hablando sobre muchas cosas y, cuanto más hablaban, más felices se sentían. Xiaobao también recibió unos dulces para comer y dejó de ser cauteloso con el hombre. Entonces, este le pidió lo siguiente al niño: “En el futuro, si tus padres vuelven a decir algo sobre mí, ¿puedes contármelo?”. Xiaobao contestó: “Por supuesto, porque somos buenos amigos”. El niño ya no era cauteloso con ese hombre, quien obtuvo la información que quería de él. A partir de ese día, se hicieron muy buenos amigos. Cada vez que los padres de Xiaobao decían algo sobre el hombre, el niño se lo contaba de inmediato. El hombre también le prometió a Xiaobao: “De ninguna manera les diré a tus padres sobre el asunto entre nosotros; es nuestro secreto. En el futuro, si alguna vez quieres algo delicioso para comer o algo divertido con que jugar, te lo compraré sin dudarlo. Y si hay algo que no quieres que tus papás sepan, lo mantendré en secreto”. Así pues, Xiaobao se sintió aún más tranquilo y confió en el hombre de todo corazón. Se mantuvo en contacto sincero con él y se convirtieron en “muy buenos amigos”.
Así concluye la historia. No involucra a muchos personajes; los principales son Dabao y Xiaobao. El tema específico gira en torno a cómo el hombre, de nombre Dabao, intenta desorientar, persuadir y cautivar al niño llamado Xiaobao, hasta que consigue que le cuente cierta información que quiere saber. Sobre eso tratan la historia y el diálogo. ¿Qué podemos observar a partir de esta simple trama y diálogo? ¿De quién son las características sobre las que trata, principalmente, la historia? ¿Son del niño o del adulto? (Del adulto). Así pues, ¿qué ilustra la historia? ¿Cuál es su tema principal? Tiene que ver con la forma en que este adulto utiliza diversos medios para lograr su objetivo. ¿Habéis entendido los medios que utilizó? (Cautivar y desorientar). Utilizó incentivos para cautivar al niño y las palabras adecuadas para desorientarlo e, incluso, tentarlo. ¿Qué utilizó para tentarlo? Beneficios, tentó al niño por medio de beneficios. Cautivar, tentar y desorientar: esto constituye tanto la tentación como la desorientación; utilizar las palabras adecuadas para tentar y también mostrar una naturaleza algo amenazante. Puede que las palabras suenen correctas, pero ¿para qué las usó? (Para lograr sus propios objetivos). Las usó para conseguir sus propios fines ocultos. Los medios que utilizó están claros, básicamente. ¿Es ese el comportamiento que posee la humanidad normal? (No). Entonces, ¿a qué aspecto del carácter corrupto de Satanás pertenece este comportamiento? (A la perversidad). ¿Por qué decimos perversidad en lugar de falsedad? La perversidad alcanza un nivel más profundo que la falsedad; es más insidiosa, más furtiva, desorienta más y es más difícil de descifrar. La perversidad involucra atraer, cautivar, instigar, sobornar, tentar y ganarse el favor de una persona. Estos actos y comportamientos van mucho más allá de la falsedad; son perversos, sin duda. El hombre no dijo: “¡Si no me lo dices, te golpearé, te patearé o te mataré!”. No adoptó tales métodos ni parecía malicioso por fuera. Sin embargo, eso es aún más temible que la malicia: es perversidad. ¿Por qué lo digo? Por lo general, la mayoría de las personas puede detectar la falsedad, pero su método es más artero. A primera vista, utiliza un lenguaje educado que concuerda con el afecto humano; pero, en realidad, en el fondo, hay cosas que están más ocultas. Sus actos y métodos son más disimulados, más insidiosos que la falsedad que la gente suele encontrar. Sus tácticas son más sofisticadas, más tramposas y desorientan más. Eso es la perversidad.
En la vida cotidiana, ¿sois capaces de distinguir y discernir la revelación de un carácter y comportamiento perversos en los demás? Si bien las personas falsas pueden ser bastante sutiles, la mayoría de la gente puede darse cuenta de cómo son realmente tras relacionarse con ellas durante un tiempo. Sin embargo, ver el interior de aquellas personas que tienen un carácter perverso no es tan fácil. No hay forma de conocer bien a las personas si no se puede ver la esencia o las consecuencias. Las personas perversas son aún más insidiosas que las falsas, por lo que una frase o dos no bastan para conocerlas realmente. Cuando se trata de personas que tienen un carácter perverso, puede que, durante un tiempo o un breve período, no puedas dilucidar o entender las razones por las que hacen algo o hablan o se comportan de cierta manera. Un día, una vez que hayan sido reveladas íntegramente y expuestas por completo, todos descubrirán, finalmente, que lo suyo era más que mera falsedad: era perversidad. Por lo tanto, discernir el carácter perverso de una persona requiere un cierto tiempo y, a veces, se deben ver las consecuencias antes de poder discernirlo, lo que no es algo que se pueda hacer con rapidez. Por ejemplo, el gran dragón rojo ha desorientado a las personas durante décadas, pero solo ahora un pequeño número de personas ha conseguido alcanzar cierto discernimiento. El gran dragón rojo suele decir las cosas que mejor suenan y más concuerdan con las nociones humanas, erigiéndose como servidor de las personas para desorientarlas y enarbolando la bandera de la rectitud para expulsar a los disidentes, así como masacrando a un sinnúmero de buenas personas. Sin embargo, solo unos pocos son capaces de discernir esto, ya que lo que dice y hace aparenta ser correcto para las personas, quienes creen en su totalidad que todo lo que hace es justo, apropiado, legal, razonable y que se ajusta al humanismo. En consecuencia, lleva décadas desorientando a las personas. Cuando, finalmente, el gran dragón rojo sea revelado y se produzca su caída, las personas verán que su verdadero rostro era el del diablo, y que su esencia-naturaleza era perversa. El gran dragón rojo lleva tantos años desorientando a las personas, quienes portan su veneno dentro, que estas se han convertido en sus descendientes. ¿Hay alguien entre vosotros que sea capaz de hacer la clase de cosas que el gran dragón rojo ha hecho? Hay personas que hablan como el gran dragón rojo y usan palabras melosas, pero no obran realmente. Todas sus palabras son plácidas, pero no obran realmente. Además, son especialmente insidiosas y perversas. Esa clase de personas no son capaces de olvidar una ofensa. Tarde o temprano, encuentran la oportunidad adecuada para llevar a cabo su propósito de venganza, sin conceder a quienes las han ofendido ninguna forma de actuar contra ellas. Puede que incluso lo hagan sin dar la cara y a escondidas. ¿Acaso no es eso perverso? Las personas perversas tienen principios, métodos, intenciones, motivos y propósitos especialmente ocultos y subrepticios. Las personas perversas usan artimañas para dañar a los demás; a veces, utilizan a otros para que maten en su nombre; a veces, atormentan a los demás mediante la tentación para que cometan pecados; y a veces, usan las leyes o recurren a toda clase de medios despreciables para atormentar a los demás. Todas esas son demostraciones de perversidad, y ninguno de esos métodos son rectos ni honestos. ¿Hay alguien entre vosotros que tenga esos comportamientos o revelaciones? ¿Sois capaces de discernirlos? ¿Os dais cuenta de que constituyen un carácter perverso? La falsedad se suele ver por fuera: alguien anda con rodeos o utiliza un lenguaje florido, pero nadie puede ver lo que piensa. Eso es la falsedad. ¿Cuál es la característica principal de la perversidad? Es que sus palabras suenan especialmente agradables y todo aparenta ser correcto a primera vista. No parece que haya ningún problema y las cosas aparentan estar bastante bien desde todo punto de vista. Cuando hacen algo, no los ves usar ningún medio en particular ni muestran señales externas de tener puntos débiles o defectos; sin embargo, logran su objetivo. Hacen las cosas con un secretismo extremo. Así es como los anticristos desorientan a la gente. Esa clase de personas y asuntos son los más difíciles de discernir. Hay quienes suelen decir lo correcto, dan buenas excusas, emplean ciertas doctrinas y dichos o realizan actos que concuerdan con los afectos humanos para dar gato por liebre. Fingen una cosa mientras hacen otra para lograr sus intenciones ocultas. Eso es la perversidad, pero la mayoría de las personas cree que estos comportamientos son falsos. La gente tiene una comprensión y disección relativamente limitadas de la perversidad. Lo cierto es que la perversidad es más difícil de discernir que la falsedad, debido a que es más furtiva y sus métodos y acciones son más sofisticados. Si alguien tiene un carácter falso, lo habitual es que los demás puedan detectar su falsedad a los dos o tres días de relacionarse con esa persona o que puedan percibir el carácter falso a partir de sus actos y palabras. Sin embargo, si esa persona es perversa, no se puede discernir tal perversidad en unos pocos días, ya que sin que suceda un acontecimiento importante o que se den circunstancias especiales en un breve período, no es fácil discernir nada con tan solo escucharla hablar. Siempre dice y hace lo correcto y presenta una doctrina correcta tras otra. Después de unos días de relacionarte con ella, puede que pienses que esa persona es bastante buena, que es capaz de renunciar a cosas y de esforzarse, que tiene comprensión espiritual, un corazón amante de Dios y que actúa tanto con conciencia como con razón. Pero después de que se ocupan de algunos asuntos, ves que sus palabras y actos se mezclan con demasiadas cosas y demasiadas intenciones diabólicas. Te das cuenta de que esa persona no es honesta, sino falsa: es un ser perverso. Con frecuencia, esas personas dicen las palabras correctas y frases agradables que se ajustan a la verdad y poseen afecto humano para relacionarse con la gente. En un sentido, consolidan su reputación mientras que, en otro, desorientan a los demás y consiguen prestigio y estatus entre la gente. Tales individuos son increíblemente desorientadores y, una vez que obtienen poder y estatus, pueden desorientar y dañar a mucha gente. Las personas con un carácter perverso son sumamente peligrosas. ¿Hay personas así a vuestro alrededor? ¿Sois vosotros mismos así? (Sí). Entonces, ¿cuán serio es esto? Hablar y actuar sin principios-verdad, depender totalmente de tu naturaleza perversa para actuar, querer siempre desorientar a los demás y vivir detrás de una máscara para que no puedan calarte ni reconocerte y tengan gran estima y admiración por tu humanidad y estatus: eso es la perversidad. ¿Tenéis esos comportamientos perversos solo a veces o sois así la mayor parte del tiempo? ¿Simplemente sois así y os resulta difícil liberaros de eso? Si solo empleáis tales métodos a veces, aún es posible cambiar. Sin embargo, si simplemente sois así y actuáis con discreción y falsedad de forma constante, dependiendo siempre de argucias, sois los más taimados de los demonios. Os diré la verdad: las personas así no cambiarán nunca.
En la historia, Dabao emplea estos métodos para desorientar a Xiaobao y conseguir que el niño le cuente la verdad. Decidme: ¿quién le ha enseñado a comportarse de esa manera? Nadie se lo ha enseñado. Entonces, ¿de dónde provienen esas artimañas? (De su naturaleza). Provienen de su naturaleza, de su esencia corrupta. Él sencillamente es así. ¡Es tan despreciable que ni siquiera perdona a un niño! Si quisiera saber la verdad, podría preguntarles a los padres del niño directamente o conocerse a sí mismo activamente y abrirles su corazón. Puede que, así, ellos le cuenten la verdad. No hay necesidad de usar tales métodos para cometer estos actos vergonzosos y burdos a espaldas de los demás. Eso es lo que hacen las personas que tienen un carácter perverso. Decidme: ¿no es desagradable? (Es desagradable). Ni siquiera perdona a un niño. Conspira contra el niño, ya que le parece fácil de intimidar, engañar y timar. Ahora bien, ¿cómo tratará a un adulto que es honesto y amable? ¿Lo dejará en paz? De ninguna manera. ¿Qué hará si ve a alguien que se le asemeja y a quien le encanta emplear ardides mediante sus palabras y actos? (Sabe que esa persona es tan perversa como él, por lo que estará a la defensiva con ella y no le revelará nada con facilidad). ¿Qué más podría hacer, además de estar a la defensiva? (Competirá contra ella). Competirá contra ella tanto abiertamente como en secreto. Así se comportan las personas que tienen un carácter perverso. A las personas así les encanta competir con las demás abiertamente y en secreto, y aprovechan toda oportunidad. Tienen una máxima famosa, por lo que, si te cruzas con gente así y la oyes decir esta máxima, puedes dar por seguro que tiene un carácter perverso. ¿Qué es lo que dicen? Por ejemplo, cuando les propones que colaboren con otra persona para hacer su deber, ellos dicen: “¡Oh, no puedo competir con ellos!”. Siempre piensan primero en “competir”. Lo primero que se les ocurre no es colaborar con los demás para hacer bien las cosas, sino competir con ellos. Esta es su máxima famosa. ¿Cuál es la única regla que siguen, independientemente del grupo social en el que se encuentren, tanto si se trata de no creyentes, hermanos y hermanas o miembros de la familia? Es competir. Además, cuando no sean capaces de superar a los demás abiertamente, lo harán en secreto. Este tipo de carácter es perverso. Hay quienes aparentan charlar de forma despreocupada con los demás, pero, por dentro, compiten en secreto y usan diversos medios y técnicas para atacar y menospreciar de forma indirecta a la otra persona. La gente que no es capaz de discernir esto no podrá identificar sus tácticas. Cuando finalmente lo consigan, el afán por competir de esas personas ya les habrá dado resultados. Eso es la perversidad. Cuando las personas perversas se relacionan con los demás, siempre tratan de competir abiertamente y en secreto mediante distintas artimañas, ardides o ciertos métodos para derrotar a otros, conseguir que se rindan y, en última instancia, hacer que todos se dobleguen ante ellas. Desde los albores de la humanidad hasta hoy, toda la historia del hombre ha estado llena de “competencia”. Tanto si se trata de competencia a gran escala entre naciones como a menor escala entre familias o incluso a nivel individual entre las personas, no existe ningún grupo que no esté completamente envuelto en conflictos. Si no se compite abiertamente, es porque se compite en secreto. Si la confrontación no es verbal, es física. En la historia de China, el período en el que se desataron guerras con mayor frecuencia entre distintas etnias fue el período de las Primaveras y Otoños, así como el período de los Estados combatientes. La mayoría de los libros más famosos sobre estrategia militar se escribieron durante estos dos períodos, como las tácticas que se exponen en el libro “El arte de la guerra” de Sun Tzu, y corresponden todas ellas a esa época. También está el libro de “Las treinta y seis estratagemas”, que detalla varias de las tácticas que se utilizan en los conflictos armados. Algunas de estas tácticas y estrategias militares aún se encuentran en uso en la actualidad. Decidme: ¿cuáles son algunas de estas estrategias? (La estrategia de “causarse daño a sí mismo para engañar al enemigo”). (La estrategia del “despiste”). (La estrategia del “agente doble”, del “fuerte vacío” y de la “seducción”). Todas estas estrategias famosas, tanto si se trata de la “seducción” como del “fuerte vacío” o del “despiste”, son estrategias. ¿Qué significa la palabra “estrategia”? (Una “táctica” o “artimaña”). Involucra una cierta táctica insidiosa, traicionera, oculta o secreta. Estas “tácticas” no tienen nada que ver con la planificación, sino con la intriga. ¿Qué se oculta detrás de estas tácticas? ¿Se ajustan a la humanidad y la verdad sus actos y comportamientos, así como las tácticas y prácticas que emplean en la guerra? (No). ¿Acaso Dios obra así? (No). De ninguna manera. Entonces, ¿a quién representan estas prácticas? Representan a Satanás y a esa humanidad perversa. ¿De dónde provienen estas estrategias de la humanidad perversa? (De Satanás). Provienen de Satanás. Hay quienes tienen dificultades para entenderlo, por lo que debería contarles que provienen de los reyes diablos para ayudarlos a entender. ¿Quiénes son los reyes diablos? Son los demonios y Satanás, que crearon estas estrategias y se han reencarnado en el mundo para sembrar la discordia y el caos entre la humanidad. ¿Habéis visto en las crónicas de la obra de Dios que Él haya empleado alguna vez la estrategia del fuerte vacío o del despiste? ¿Acaso el plan de gestión de Dios incluye estas estrategias? Dios nunca ha usado tales estrategias para gestionar Su obra. Solo toda la humanidad perversa las utiliza. Dondequiera que exista la humanidad corrupta, existe el conflicto. Esto es así tanto a gran escala, en una nación o dinastía, como a menor escala, en una tribu o familia, o incluso a nivel de las relaciones entre las personas. ¿Por qué luchan? ¿Por qué compiten? ¿Cuál es su objetivo? Todo se trata de ganar poder, estatus y beneficios para ganar estas cosas. Las naciones luchan entre sí para controlar a más personas. Las tribus luchan entre sí para obtener más territorio, gente o soberanía. Las personas luchan para alcanzar la supremacía y obtener beneficios. Dondequiera que exista la humanidad, existe el conflicto, ya que dondequiera que esté la humanidad, está la corrupción de Satanás. Toda la humanidad ha sido corrompida por Satanás, por lo que el mundo está lleno de conflicto y matanza. No importa lo que haga, la humanidad corrupta no puede librarse de las ataduras del carácter de Satanás. Por lo tanto, cada capítulo de toda la historia de la humanidad, tanto en Oriente como en Occidente, es un relato deplorable de la perversa lucha de la humanidad. El hombre incluso considera que estas cosas son gloriosas. Hay quienes aún estudian las “Treinta y seis estratagemas” chinas en la actualidad. ¿Vosotros las estudiáis? (No). Ciertamente, sería un error si las estudiases por expreso e interiorizases sus experiencias, lecciones, medios, métodos y técnicas en tu cabeza para desarrollar esas habilidades para sobrevivir. Te acercarías más a Satanás de forma inevitable y te harías cada vez más perverso, cada vez más malvado. Sin embargo, si cambiases de perspectiva y diseccionases, discernieses y desenmascarases estas cosas según las palabras de Dios, ¿qué resultado obtendrías? Odiarías aún más a Satanás y te entenderías y te odiarías aún más a ti mismo. ¿Qué resultado sería aún mejor? Rechazar a Satanás y decidirse a seguir a Dios. Satanás emplea estas culturas que se conocen como tradicionales, así como todo tipo de conocimientos y teorías que la humanidad ha acumulado durante miles de años para enseñárselos e inculcárselos a las personas con el fin de corromperlas y controlarlas más profundamente. Si puedes dominar estos conocimientos y saber cómo usarlos, te convertirás en un Satanás vivo y Dios te descartará de forma definitiva.
Cuando hablamos sobre la comprensión de uno mismo en reuniones anteriores, la mayoría mencionaba la cuestión del carácter arrogante, que es el tipo de carácter corrupto más común y extendido de todos. ¿Qué otros tipos de carácter corrupto son relativamente comunes? (La falsedad y la intransigencia). La falsedad, la intransigencia, la aversión por la verdad y la crueldad son los rasgos que la gente más se suele encontrar. La perversidad se suele ver menos a menudo y no se la reconoce tanto. Se podría decir que el carácter perverso es el más difícil de reconocer y que es un tipo de carácter corrupto que se oculta muy profundo y es relativamente subrepticio, ¿no es así? Por ejemplo, supongamos que dos personas viven juntas, y ninguna de ellas ama o persigue la verdad ni cumple sus deberes con lealtad. Por fuera, puede parecer que estas dos personas viven juntas en armonía y sin ningún tipo de problema. Sin embargo, en el fondo, ninguna de ellas persigue la verdad y puede que tengan diversos tipos de actitudes corruptas, aunque no se vean. ¿Por qué no se ven? Se debe a que estas personas son especialmente falsas y taimadas. Como no entiendes la verdad ni tienes ningún tipo de discernimiento, no puedes identificar la esencia de sus problemas. Entiendes tan pocas verdades y tu estatura es tan escasa que no tienes forma de entender muchos asuntos complejos y tampoco tienes la capacidad de ayudar a esas personas para que resuelvan sus problemas. Como líderes, ¿qué deberíais hacer cuando os encontráis con gente así? Si las discernieses y las desenmascarases, ¿lo aceptarían de buen grado? No, no lo harían. Entonces, ¿cómo deberíais tratar con personas así? ¿Hay alguna forma de hacerlo? ¿Cuál es el principio para tratar con personas así? Si poseen habilidades profesionales o técnicas para ser mano de obra para la casa de Dios, deberíais tratarlas como hermanos y hermanas y exigirles como tales. Sin embargo, dado que las personas así no persiguen la verdad, ¿pueden cumplir sus deberes con lealtad? (No). ¿Qué comportamiento indica que no son leales? ¿Acaso las personas así no se destacan en hacer las cosas para aparentar? Cuando no tienen a nadie a su alrededor, tontean y se toman su tiempo. Tan pronto como ven que se les acerca alguien, aceleran el ritmo. Puede que incluso planteen un montón de preguntas e inquieran sobre si esto o lo otro es aceptable. Una vez que la otra persona se va, dejan de trabajar, no hacen nada, no se les ocurre ninguna pregunta e incluso se dicen por dentro: “¡Te estaba tomando el pelo; no soy tan tonto!”. Las personas así lo hacen todo para aparentar. Tienen una habilidad especial para mostrar una fachada y se destacan en fingir y dar una impresión errónea a los demás. Mucha gente se relaciona con ellas durante años, pero aún no es capaz de identificar su esencia falsa y taimada. Cuando otros preguntan sobre ellas, incluso les dice: “Es una persona bastante buena, trata con amabilidad a todos, nunca le hace daño a nadie y simplemente es complaciente. Incluso cuando alguien hace algo mal, no lo poda, sino que sigue exhortando y consolando a los demás”. ¿Qué medios y métodos emplean estas personas para relacionarse con los demás? Desempeñan un papel distinto en cada ocasión, se comportan de forma calma e impecable y casi todos dicen que son buena gente. ¿Hay personas así a vuestro alrededor? (Sí). Todos tienden a revelar su propio carácter corrupto, pero estos individuos saben aparentar tan bien que es imposible que alguien pueda detectarlo. ¿No es un problema? En la historia, ha habido algunos emperadores que cometieron numerosas fechorías; sin embargo, las generaciones posteriores todavía los siguen considerando gobernantes sabios. ¿Por qué la gente tiene esas opiniones sobre ellos? ¿No trabajaron con esmero para mantener su reputación? Por un lado, hicieron algunos buenos actos por el bien de sus logros políticos, mientras que, por el otro, distorsionaron la historia y mataron a quienes escribieron la verdad y los hechos sobre ellos para ocultar sus delitos. Sin embargo, por mucho que intentaron encubrirlos, no cabe duda de que existen crónicas de sus actos. No pudieron eliminar a todos los que sabían la verdad. Con el tiempo, poco a poco, las generaciones posteriores dejaron en evidencia esos asuntos. Cuando la gente se enteró, se sintió engañada. Al poner al descubierto estos hechos históricos, las personas deberían tener una nueva comprensión de la verdad sobre toda la humanidad. ¿Qué tipo de comprensión? Desde los monarcas hasta la gente común, toda la humanidad está en manos de los perversos y corrompida por Satanás, de modo que cada persona es más perversa que la anterior. No hay nadie que no sea malvado ni nadie que no sea malo. Todos han hecho muchas cosas malas; todos son bastante perversos y no hay nadie entre ellos que sea bueno. Hay quienes dicen: “En cada dinastía, hay algunos funcionarios rectos. ¿Estos funcionarios rectos pueden considerarse perversos?”. Si crees en Dios, pero estás bajo la autoridad de estos funcionarios rectos, veamos si te arrestan o no. Si das testimonio de Dios ante ellos, observa su actitud. Sabrás inmediatamente si son perversos o no. La aparición y la obra de Dios, así como la verdad que Él expresa, más que cualquier otra cosa, revelan a las personas tal como realmente son. Algunos gobernantes y funcionarios pueden haber alcanzado ciertos logros políticos y haber hecho algunas buenas obras, pero ¿cuál es la naturaleza de estas buenas obras? ¿Quién se beneficia de ellas? Son buenas obras que requiere la clase dirigente. ¿Se ajustan estas buenas obras que hacen a las que aprueba Dios? ¿Consisten estos “logros políticos” en practicar la verdad y someterse a Dios? De ninguna manera. Sus logros políticos y buenas obras no tienen ninguna relación con la verdad ni con someterse a Dios. Sus intenciones y motivos impulsan las buenas obras que realizan y los logros políticos que alcanzan; lo hacen todo para obtener la inmortalidad y recibir el elogio de los demás. Por lo tanto, no importa cuántas buenas obras realicen ni cuántos logros políticos acumulen; eso no prueba que sean buenas personas con un buen corazón ni, mucho menos, que jamás hayan cometido maldades ni tampoco que no posean una naturaleza perversa. ¿Te queda claro qué tipo de personas son a los ojos de Dios? ¿Os sirven estos asuntos para entenderos a vosotros mismos? ¿Practicáis tales actos, como jactaros de un buen acto en cuanto lo hacéis para aseguraros de que todos lo sepan y, luego, proclamar por fuera que uno no debe ser presumido ni arrogante, sino que debe comportarse con humildad? Por ejemplo, vas a una nueva iglesia a trabajar y la gente no sabe que eres un líder, por lo que intentas por todos los medios que lo sepan y te estrujas los sesos toda la noche hasta que encuentras una buena solución. ¿Cuál es la solución? Reúnes a todos y les dices: “Durante la reunión de hoy, vamos a hablar sobre si soy una persona capacitada para ser líder. Si no lo soy, podéis desenmascararme y destituirme. Si lo soy, continuaré en esta función”. Cuando todos oyen esto, saben inmediatamente que eres un líder. ¿Esto no te ha permitido lograr tu objetivo? ¿De dónde proviene ese objetivo? Proviene de tu naturaleza perversa. La ambición es un rasgo común de los seres humanos, pero, incluso con la ambición, hay quienes usan diversos lenguajes, métodos y estrategias distintos en diferentes momentos y lugares para lograr sus objetivos. Eso es la perversidad.
Seguiremos dialogando a menudo sobre este tema de la naturaleza perversa. De esta manera, entenderéis con mayor profundidad este aspecto de la verdad y de las actitudes corruptas. Por un lado, podréis entenderos a vosotros mismos, mientras que, por el otro, podréis discernir a diferentes tipos de personas. También obtendréis una entrada más profunda en la verdad. Si solo hablara sobre un concepto general o un aspecto de la definición, vuestra comprensión sería bastante superficial. Sin embargo, al compartir ciertos hechos y aportar ejemplos para nuestra charla, vuestra comprensión puede hacerse más profunda. Por ejemplo, supongamos que dos niños están conversando. Uno de ellos pregunta: “¿Has hecho la tarea hoy?”. El otro responde: “No, no la he hecho”. Entonces, el primero dice: “Yo tampoco”. ¿Dicen ambos la verdad? (Sí). Te equivocas; uno de ellos miente. ¿Qué piensa por dentro? “Tonto, ¿realmente crees que no la he hecho? ¡No soy tan estúpido! Si no hago la tarea, me castigarán. ¿Cómo no la iba a hacer? Te hice creer a propósito que no la he hecho para que tú tampoco la hagas. Luego, te castigarán y yo me reiré mucho de ti”. ¿Es malo este niño? (Sí). ¿Hay alguien entre vosotros que haya hecho algo así? Os doy otro ejemplo: el lunes, durante la clase, una alumna dice que, el domingo, fue de compras, mientras que otra afirma que visitó a unos amigos. En realidad, ambas se quedaron en casa estudiando. En entornos muy competitivos, sobre todo en China, se dicen estas cosas para hacer que tu competidor baje la guardia y puedas superarlo. A esto se le llama estrategia. Este tipo de cosas son habituales en la vida cotidiana. A veces, padres e hijos tienen conversaciones similares en las que revelan actitudes parecidas, lo que también puede suceder entre amigos. Las revelaciones de este carácter se pueden ver en todas partes, si eres capaz de mantener el ojo atento. ¿Por qué estar atento? No es para obtener información, charlar de forma ociosa, cotillear ni inventar historias. Al contrario, se trata de mejorar tu discernimiento, lo que te permite compararte a ti mismo con lo que los demás hacen, revelan y exhiben para que puedas ver si tienes comportamientos similares. Cuando veas que alguien exhibe este tipo de comportamiento, comprenderás que tiene ese carácter. Sin embargo, cuando tú también exhibas estos comportamientos, ¿serás capaz de reconocer que también tienes ese carácter? Si no eres capaz de reconocerlo, tendrás una falsa comprensión de su carácter: no lo habrás comprendido realmente; dicho de otro modo, no tendrás entendimiento espiritual ni lo habrás comprendido bien. Estos temas no se pueden tratar en su totalidad en solo unos días. Hablar un poco sobre esto os ayudará a ganar vuestra comprensión de la verdad y profundizar en ella. Si realmente amas la verdad, tu nivel de entrada será más profundo. La profundidad de tus vivencias y tu entrada es inseparable de tu comprensión. Cuanto más profundas sean tus vivencias y más a fondo puedas entrar, más honda será tu comprensión. De manera similar, la profundidad de tu comprensión también puede demostrar qué tan profundas son tus vivencias y tu entrada. Estos dos aspectos están vinculados. Esta es la senda para entrar en la verdad; solo entrando en la verdad puedes poseer la realidad. Aquí, daremos por finalizado este tema y pasaremos al tema principal de la charla de hoy.
El fin de todas las cosas se está acercando, ¿quieres saber cómo el Señor recompensará el bien, castigará el mal y determinará el fin de cada uno? Bienvenido a contactarnos para descubrir la respuesta.