Punto 5: Desorientan, atraen, amenazan y controlan a la gente (Parte 3)

Por muchos sermones que oigan los anticristos, no pueden comprender la verdad. Lo que comprenden y pueden articular es pura doctrina. Toman esas palabras que pueden comprender y retener y las procesan en sus pensamientos para convertirlas en doctrinas espirituales conformes a las nociones y figuraciones humanas, y luego las propagan impúdicamente explicándoselas a otros. Cuando los que carecen de comprensión espiritual y no comprenden la verdad las escuchan, sienten que tienen mucho sentido y están dispuestos a aceptarlas. Como resultado, acaban desorientados y comienzan a adorar a los anticristos. Ahí es cuando comienzan los problemas. En realidad, los anticristos no entienden la verdad en absoluto. Si escuchas con cuidado y disciernes sus palabras supuestamente correctas, te darás cuenta de que son teorías vacías conformes a las nociones y figuraciones humanas. Claro que las personas que no entienden la verdad piensan que esas palabras son correctas y se las creen fácilmente. ¿Habéis experimentado situaciones similares? ¿Podríais citar ejemplos? Si podéis citar ejemplos y veis con claridad cómo aquellos con habilidad para decir palabras y doctrinas desorientan a otros, eso demuestra que vosotros las comprendéis y sabéis aplicarlas. Si no podéis poner ejemplos, eso indica que no las habéis entendido aún y no las podéis aplicar. Y, cuando os encontréis con esos que son hábiles para decir palabras y doctrinas, sin dudas no podréis discernirlos. (Yo he pasado un estado así. Cuando los hermanos y hermanas son podados, reprendidos y disciplinados y no comprenden la intención de Dios, vienen a buscar conmigo. Yo, de hecho, tampoco entiendo la intención de Dios o la esencia de esas cuestiones. Pero les digo algunas palabras vacías, como por ejemplo: “La poda, la reprensión y la disciplina son parte del amor y la salvación de Dios. Es la forma que Él tiene de actuar ante nuestras actitudes corruptas”. Incluso mientras lo digo, puedo sentir que no les he explicado plenamente la esencia de su problema, como la razón de que estén afrontando esa situación, a qué tipo de carácter corrupto pertenecen sus acciones y revelaciones o cuál puede ser la naturaleza de las mismas, y cuál es la intención de Dios. Esas y otras cosas más no las he podido compartir con ellos. Solo he dicho algunas doctrinas correctas y eslóganes que suenan bien, pero que, en realidad, no ayudan a nadie). Eso se debe a que tú mismo no tienes un entendimiento claro de la verdad, por eso no puedes resolver los problemas reales de tus hermanos y hermanas. Entonces, ¿hay alguna diferencia entre esto y que los anticristos desorienten a la gente? Los anticristos no ayudan a la gente por buena voluntad; su motivación y objetivo es desorientarla y controlarla. Cuando los anticristos hacen ese tipo de cosas y cuando gritan eslóganes, observad su comportamiento y el tipo de carácter que revelan: esa es la clave para discernirlos. Algunas personas tienen una estatura pequeña y no tienen un entendimiento claro de la verdad. La intensidad de su obra puede no alcanzar los resultados necesarios, pero no tienen la motivación ni el objetivo de desorientar o controlar a la gente. También quieren guiar a la gente ante Dios, solo que su capacidad no está a la altura de su deseo. Aunque no logren resultados claros, la gente puede ver que tienen las intenciones correctas y que quieren guiar a las personas ante Dios. En cambio, ¿cuál es el objetivo de los anticristos? (Ganarse la aprobación de las personas y que los escuchen y los sigan). Entonces, ¿cuál es la diferencia entre lo que ellos dicen y lo que dice la persona cuyas capacidades no están a la altura de su deseo? Esa persona habla desde el corazón, pero no logra calar la esencia y la raíz del problema; no puede compartirla de manera clara y, en última instancia, no puede resolver el problema ni proveer a los demás. ¿Y cuáles son las palabras de un anticristo? ¿Vienen del corazón? (No). Es evidente que no: todo lo que dice son mentiras. ¿Por qué tiene que decir mentiras? Porque quiere jugártela y desorientarte. Lo que significan es: “Yo he hecho el trabajo que me corresponde como líder, he compartido lo que debía y todo lo que he dicho es correcto. Si no lo aceptas y el problema sigue sin resolverse, es tu culpa, no la mía”. No tiene un deseo genuino de resolver tus problemas, sino que lo hace por inercia, ya que no tiene más opción que decir esas cosas correctas para mantener su estatus. Las dice contra su voluntad y, aunque las esté diciendo, no lo hace por voluntad propia; no es lo que realmente piensa en su corazón. De ahí que ciertos anticristos normalmente puedan aprender a decir algunas palabras correctas y ayudar a otros a superar su negatividad, pero, cuando ellos mismos se enfrentan a ser podados o son reemplazados, se vuelven extremadamente negativos; no son capaces de autoconocerse de principio a fin y tienen que depender de que los hermanos y hermanas los ayuden. ¿Ha ocurrido esto? (Sí). Este tipo de cosas pasan muy a menudo. Las palabras y doctrinas que un anticristo predica constantemente a los demás no pueden siquiera ayudarlo a él mismo. Entonces, ¿esas palabras vienen de las profundidades de su ser? ¿Son el resultado de sus experiencias reales? (No). Entonces, lo que dice son meras palabras y doctrinas, no un reflejo de su verdadera estatura. El trabajo que hace para ayudar a otros consiste nada más que en usar falsas impresiones, acciones y buen comportamiento por inercia para hacer que la gente lo reconozca, lo acepte y lo apruebe como líder. Una vez que la gente lo considera su líder, ¿no cede ante él? Si lo hace, ¿no obtiene estatus el anticristo? ¿No está entonces asegurado su estatus? Ese es, precisamente, su objetivo. Algunos líderes y obreros carecen de entendimiento de la verdad y, cuando hacen su trabajo, su capacidad no está a la altura de su deseo. Esa es, a lo sumo, una señal de su pequeña estatura y de que no son líderes calificados. Pero, cuando un anticristo trabaja, no tiene en cuenta si puede o no ayudar o dar apoyo a sus hermanos y hermanas. Solo piensa en su propio estatus y en sus intereses. Eso es lo que los diferencia: su carácter es distinto. Por eso, aunque el anticristo diga muchas palabras agradables, estas no reflejan su realidad. Las dice contra su voluntad; solo está usando ciertas doctrinas y eslóganes que por fuera son correctos o palabras que se ajustan a los sentimientos humanos para aconsejar a las personas y actuar por inercia. ¿Por qué tiene que actuar por inercia? Porque, si ve que alguien está débil o negativo y no lo ayuda, otros dirán que no está haciendo un trabajo real y que no está cumpliendo sus responsabilidades de líder. Esas acusaciones lo preocupan, así que no tiene más opción que actuar. Por lo tanto, su objetivo no es solo hacer su deber; teme que, si no se presenta de inmediato a ayudar y proveer a los hermanos y hermanas cuando están afrontando dificultades, cumpliendo así con su responsabilidad, los hermanos y hermanas ya no lo apoyarán. En la próxima elección podrían no elegirlo y ya no sería un líder genuino, sino que solo tendría un título vacío. ¿Es tener solo un título vacío lo que desea en su corazón? (No). ¿Qué quiere, entonces? Quiere poder real y estatus, quiere que los hermanos y hermanas lo adoren para sus adentros, lo apoyen y lo sigan. Por eso se esfuerza para ser escogido como líder en cada elección, ese es su objetivo.

Algunos supuestos líderes y obreros muestran particular entusiasmo al aproximarse las elecciones exhibiéndose por todas partes y comportándose de manera anormal. La gente así puede ser de la índole de los anticristos. Si realmente pueden actuar así, ¡es despreciable! Alguien que verdaderamente posee conciencia y razón se sentirá culpable naturalmente en su interior cuando actúa con motivaciones y propósitos. Restringido por su conciencia y su razón, se dará cuenta de que no actuaba con tanto entusiasmo antes y de que la gente sin duda podrá notar ese entusiasmo repentino. Hasta sentirá asco hacia sí mismo y preferirá no presentarse a la elección antes que comportarse de esa manera. Dado que lleva muchos años creyendo en Dios y ha desarrollado un poco de estatura y algo de sentido de la vergüenza, al final, es capaz de frenarse. En cambio, los anticristos no se frenan: hacen lo que quieren y actúan como les place. Tienen ambiciones y una serie de motivaciones, propósitos y conspiraciones. Lo saben muy bien en su interior, pero insisten en hacer las cosas de esta manera, pensando siempre en su reputación y su estatus. Sienten que hacer cosas por la iglesia y por sus hermanos y hermanas es una pérdida excesiva y no vale la pena. Por eso se anteponen ellos mismos en todo lo que hacen y siempre están pendientes de ser el número uno. Cuando llegan las elecciones, hacen lo posible por hacer presión en todas partes, desorientando y atrayendo a las personas para que los elijan, e incluso agregando un par de votos a favor de ellos mismos en secreto durante la votación. ¿No es repugnante que actúen así los anticristos? Si no tuviesen ambiciones, ¿llegarían tan lejos? ¿No es esto claramente la ambición en acción? Cuando alguien menciona que otra persona es ambiciosa, no hay nada positivo; todo lo que esa persona hace es sin duda repugnante e inefable. Todo lo que hacen los anticristos es fingido y engañoso; siempre usan falsas apariencias para desorientar a la gente. Aquellos que no conocen la verdad del asunto los ven y piensan: “El líder ha hecho un esfuerzo muy grande en estos últimos días, sacrificando el sueño y la comida, trabajando día y noche y llevando siempre la delantera. Ha sufrido bastante y está tan cansado que ha perdido mucho peso; incluso tiene más canas”. Algunos hermanos y hermanas ven eso y sienten lástima por el anticristo y, al final, en la elección, votan por él. ¿No ha logrado su objetivo el anticristo? (Sí). Eso es lo que significa conspirar y usar tácticas; eso es lo que significa ser perverso. Por lo tanto, los anticristos desorientan a la gente no solo con palabras, sino muchas veces también con acciones y comportamientos que le dicen a la gente, sin hablar, cuán entusiastas, cuán sumisos y cuán considerados de los hermanos y hermanas son. Utilizan esas expresiones aparentemente buenas y correctas y esas falsas apariencias exteriores para una y otra vez decirles a las personas, enfatizar y hacerles notar que son líderes capacitados, buenos líderes que ellas deben aceptar. Es tal como en las elecciones en los países democráticos, donde los candidatos van por ahí dando discursos, haciendo presión y haciendo campaña por todas partes. Hasta hacen trampa durante la votación. Pero no se avergüenzan; siguen la creencia de que “Los buenos siempre pierden”. Utilizan los medios que sean necesarios para ganar la elección; ese es el pensamiento y la perspectiva de los no creyentes. ¿Y estos anticristos hacen lo mismo? ¡Claro que sí! Cuando se trata de poder y estatus, en el fondo de su corazón estos individuos se mueven con pasión y fervor en todo y se devanan los sesos para conseguirlos. No están en absoluto conformes con lo que les ha tocado. Entonces, si aquellos que tienen un alto nivel de entusiasmo por el poder y el estatus —o sea, los que no pueden controlar su ambición— terminan siendo elegidos líderes, no solo están siguiendo la senda de los anticristos, podrían también convertirse en uno. ¿Vosotros tenéis ambiciones? ¿Podéis controlarlas dentro de los límites de la humanidad y la razón? Si podéis controlarlas, podréis evitar el peligro de seguir la senda de los anticristos y no os convertiréis en uno de ellos ni seréis descartados. Si sentís que vuestras ambiciones son demasiado grandes, que a menudo recurrís a cualquier medio para obtener estatus e incluso estáis dispuestos a renunciar a comer, a beber y a soportar cualquier sufrimiento, e incluso estáis listos para emplear cualquier método despreciable; si habéis llegado al punto en que no tenéis vergüenza y os resulta difícil mantener vuestras ambiciones bajo control, entonces estáis en problemas: sin duda, sois anticristos. Si solo presentáis las manifestaciones de un anticristo, aún hay esperanzas de salvación. Pero ¿estáis fuera de peligro? Aún no. Si haces demostración de estas manifestaciones de un anticristo, quiere decir que aún te opones a Dios y estás listo para resistirte a Él y rechazarlo en cualquier momento. O quizás, como algo de lo que Dios ha hecho no se ajusta a tus nociones, podrías estudiarlo, malinterpretarlo, juzgarlo e incluso difundir nociones sobre Él. Entonces podrías rechazarlo y tomar tu propio camino y que al final Él te descarte. Las cosas que revelas en cualquier momento y en cualquier lugar pueden representar tu carácter. Por lo tanto, las cosas que revelas en todo momento y en todo lugar son la revelación de tu carácter. ¿Por qué siempre estamos hablando de los cambios en el carácter? Porque una persona cuyo carácter no cambia es un enemigo de Dios. Los anticristos son salvajemente impenitentes y dedican su vida a oponerse a Dios y a resistirse a Él hasta el final. Incluso si, en su interior, reconocen la existencia de Dios y que Él creó la humanidad y que puede salvarla, por su naturaleza no pueden cambiar la senda por la que caminan ni la esencia de resistirse a Dios y ser hostiles a Él.

La esencia del comportamiento de los anticristos es usar constantemente varios medios y métodos para satisfacer sus ambiciones y deseos, desorientar y atrapar a las personas, y para conseguir un estatus elevado a fin de que estas los sigan y los adoren. Es posible que, en lo profundo de su corazón, no estén compitiendo deliberadamente con Dios por la humanidad, pero algo es seguro: aunque no compitan con Dios por los humanos, sí quieren tener estatus y poder entre ellos. Incluso si llega el día en que se den cuenta de que compiten con Dios por estatus y se refrenen un poco, siguen usando distintos métodos para buscar estatus y reputación; tienen claro en su corazón que se ganarán un estatus legítimo ganándose la aprobación y la admiración de algunas personas. En resumen, aunque todo lo que los anticristos hacen parece un desempeño de sus deberes, su consecuencia es desorientar a la gente, hacer que los adoren y sigan, en cuyo caso, desempeñar su deber de esta manera es exaltarse y dar testimonio de sí mismos. Su ambición por controlar a las personas y por ganar estatus y poder en la iglesia nunca cambiará. Son unos completos anticristos. Sin importar qué diga o haga Dios y qué les pida a las personas, los anticristos no hacen lo que deben hacer, ni cumplen sus deberes de un modo que se corresponda con Sus palabras y Sus requisitos, ni renuncian a su búsqueda de poder y estatus como consecuencia de comprender algo de la verdad. En todo momento, sus ambiciones y deseos permanecen, todavía ocupan su corazón y controlan todo su ser, dirigiendo sus conductas y pensamientos y determinando la senda que recorren. Son unos auténticos anticristos. ¿Qué se ve, sobre todo, en los anticristos? Algunas personas dicen: “Los anticristos compiten con Dios por ganar a las personas, no reconocen a Dios”. No es que no reconozcan a Dios; en sus corazones reconocen genuinamente Su existencia y creen en ella. Están dispuestos a seguirlo y quieren perseguir la verdad, pero no logran controlarse y, por eso, pueden hacer el mal. Si bien pueden decir muchas cosas que suenan bien, hay algo que nunca cambiará: su ambición y deseo de poder y estatus nunca cambiarán. Ellos nunca abandonarán su búsqueda de poder y estatus por un fracaso o un revés, o porque Dios los haya dejado de lado o abandonado. Tal es la naturaleza de los anticristos. Así que ¿qué te parece? ¿Ha habido alguna vez un anticristo que haya cambiado sus formas de hacer las cosas y comenzado a perseguir la verdad porque sufrió adversidades, o que haya llegado a entender un poco de la verdad y adquirido un mínimo conocimiento de Dios? ¿Existe una persona así? Jamás la hemos visto. La ambición y la búsqueda de estatus y poder de los anticristos nunca cambiarán y, una vez que se hagan con el poder, jamás lo soltarán; eso determina precisamente su esencia-naturaleza. No hay la menor imprecisión cuando Dios define a esas personas como anticristos; es su misma esencia-naturaleza la que así lo determina. Algunas personas, quizás, creen que los anticristos tratan de competir con Dios por la humanidad. Sin embargo, los anticristos no necesariamente necesitan competir con Él; su conocimiento, entendimiento y necesidad de estatus y poder no son como los de las personas normales. La gente normal puede ser presumida a veces, puede tratar de ganar el reconocimiento de otros, de causarles una buena impresión y de competir por una buena clasificación. Esa es la ambición de la gente normal. Si son reemplazados como líderes y pierden su estatus, será difícil para ellos, pero, con un cambio en su entorno, un crecimiento en su estatura, algún logro de entrada a la verdad o la obtención de una comprensión más profunda de la verdad, su ambición se enfriará poco a poco. Se produce un cambio en la senda que toman y en la dirección en la que avanzan y su búsqueda de estatus y poder se desvanece. Sus deseos también disminuyen gradualmente. Los anticristos, en cambio, son diferentes. Ellos nunca podrían renunciar a su búsqueda de estatus y poder. En cualquier momento, en cualquier ambiente, independientemente de la gente que tengan alrededor y la edad que tengan, su ambición y su deseo jamás cambiarán. ¿Qué indica que su ambición nunca vaya a cambiar? Pongamos que se trata, por ejemplo, del líder de una iglesia. En su corazón, siempre estará pensando en cómo puede controlar a todos en la iglesia. Si lo transfieren a otra donde no es líder, ¿se conformará gustosamente con ser un seguidor normal? Por supuesto que no. Seguirá pensando en cómo ganar estatus y cómo controlar a todos. Vaya a donde vaya, deseará gobernar como un rey. Aunque lo pusieran en un lugar inhóspito, en un rebaño de ovejas, aún querría guiar al rebaño. Si lo pusieran con perros y gatos querría ser el rey de los perros y los gatos y gobernar a los animales. La ambición los consume, ¿no es cierto? ¿No es demoníaco el carácter de tales personas? ¿No es el carácter de Satanás? Justamente así es Satanás. En el cielo, Satanás quería estar en igualdad con Dios y, tras ser expulsado a la tierra, siempre intentó controlar al hombre para hacer que lo adorara y lo tratara como si fuera Dios. Los anticristos siempre quieren controlar a las personas porque tienen una naturaleza satánica y viven de acuerdo con su carácter satánico, que ya ha sobrepasado los límites de la razón de la gente normal. ¿No es eso un poco anormal? ¿Qué significa esa anormalidad? Que su comportamiento no se debería encontrar en la humanidad normal. Entonces, ¿qué es ese comportamiento? ¿Qué lo gobierna? Lo gobierna su naturaleza. Tienen la esencia de un espíritu maligno, no son como el género humano corrupto normal. Esa es la diferencia. El hecho de que nada detenga a los anticristos en su búsqueda de poder y estatus no solo deja en evidencia su esencia-naturaleza, sino que también le muestra a la gente que su semblante espantoso es el rostro exacto de Satanás y los demonios. No solo compiten con la gente por estatus, también se atreven a competir por este con Dios. Solo estarán satisfechos cuando cojan a los escogidos de Dios para ellos mismos y estén bajo su control absoluto. No importa en qué iglesia o grupo de personas estén los anticristos; querrán ganar estatus, tener el poder y hacer que la gente los escuche. Independientemente de si la gente quiere o está de acuerdo, los anticristos quieren tener la última palabra y hacer que los obedezcan y acepten. ¿No es esa la naturaleza de un anticristo? ¿Acaso la gente está dispuesta a oírlos? ¿Los eligen y los recomiendan? No. Pero aun así los anticristos quieren tener la última palabra. No importa si las personas están de acuerdo o no, los anticristos quieren hablar y actuar en nombre de ellas, quieren hacerse notar. Incluso tratan de imponerles sus ideas a otras personas y, si estas no aceptan, se devanan los sesos tratando de lograr que lo hagan. ¿Qué problema es ese? Es desvergüenza y descaro. Las personas así son auténticos anticristos; sean líderes o no, son anticristos de todas formas. Tienen la esencia-naturaleza de un anticristo.

Algunas personas le dan gran importancia a descubrir quiénes son los líderes de la iglesia, quiénes están involucrados en difundir el evangelio, dónde viven todos ellos, con quiénes tienen una relación estrecha, etcétera. Como espías de Satanás, están siempre husmeando y averiguando esas cosas. ¿Por qué siempre están interesados en esas cuestiones? Mucha gente no puede entender los motivos, solo siente que esos individuos son un poco raros. A la mayoría de las personas no les interesan esas cosas, están suficientemente ocupadas con sus propios deberes y no tienen tiempo de entrometerse. Se concentran en llevar a cabo sus propios deberes y se concentran en practicar la verdad y, sin darse cuenta, su carácter cambia: esa es la gracia de Dios. Sin embargo, hay un tipo de persona que es particularmente entusiasta cuando se trata de husmear y averiguar toda clase de cuestiones relacionadas con la iglesia. Cuando se encuentra con un líder, pregunta: “¿Cómo habéis lidiado con tal o cual persona malvada en la iglesia?”. El líder responde: “¿Acaso es de tu incumbencia cómo hemos lidiado con ello? ¿Qué haces husmeando en eso? ¿Acaso lo conoces?”. La persona dice: “Solo me importa, ¿sabes? Es un asunto de la casa de dios. Como miembros de la casa de dios, debemos ser fervorosos y prestar mucha atención a los asuntos de su casa. ¿Cómo podríamos ser indiferentes a ellos?”. El líder le dice: “No deberías husmear en este asunto. Concéntrate en escuchar los sermones y en asistir a las reuniones. Comer y beber de las palabras de Dios es lo que te incumbe. Eso es suficiente para que creas en Dios de manera adecuada”. La persona insiste: “Eso no sirve, debo preocuparme”. Como nadie se lo cuenta, piensa en a dónde ir a husmear. Cuando los líderes superiores organizan una reunión de compañeros de trabajo en su casa, siente que entrar y sumarse parecería un poco injustificado, entonces finge entrar para llevar agua e indaga sobre si aquella persona malvada fue expulsada o le permitieron quedarse. Cuando nadie le responde, deja la puerta entreabierta al salir y se queda allí escuchando a escondidas. ¿No está psicótica esta persona? Sí, está psicótica; en términos coloquiales la llamaríamos una “metomentodo”. Una persona así definitivamente tiene ambiciones. Quiere convertirse en líder, pero no puede, por eso se entromete en los asuntos de otras personas para darse consuelo y, al mismo tiempo, se asegura de que la gente vea que sabe mucho y que su entendimiento es extraordinario. Así, podría ser escogida como líder en el futuro. Para convertirse en líder, quiere participar en todo, indagar sobre todo y saberlo todo. Cree que, si está involucrada en esos asuntos día tras día, aunque no se convierta en líder, igualmente podrá estar a cargo de las cosas y hacer que las personas la respeten. No tiene el más mínimo interés en la verdad, solo le interesa entrometerse en los asuntos ajenos; se especializa en husmear en las cosas que quiere saber. Donde sea que haya un problema, allí estará, rondando como una mosca molesta. ¿No son repugnantes las personas así? Están atolondradas hasta ese punto; sin embargo, están bastante llenas de vida, solo que no piensan en hacer ningún trabajo de verdad. Cumplen el deber de recibir gente en su casa, pero no están dispuestas a limpiar el suelo de la cocina, aunque esté sucio. Se creen que están lidiando con asuntos importantes, y limpiar el suelo es algo que hacen las personas ordinarias. Alguien con su calibre no puede hacer ese tipo de tareas banales. No hacen absolutamente ningún trabajo de verdad; no pueden encargarse del trabajo que forma parte de su propio deber, no pueden cumplir ningún deber adecuadamente ni hacen las cosas de una manera sincera o sensata. En vez de eso, están ávidas de husmear en la obra de la iglesia, así como en asuntos significativos que involucran a sus líderes, a los obreros y a los hermanos y hermanas. Quieren opinar acerca de todo y, si la gente no está dispuesta a escucharlas, dicen: “Si no haces caso a mis palabras, ¡saldrás perdiendo!”. ¿No es poco razonable? (Así es). Por eso algunos anticristos están ocultos; no necesariamente deben tener estatus. Incluso sin él, no pueden estarse quietos. Si lo obtuvieran, ¿cuánto peor sería? ¿Cuánto más alto podrían subir? Aunque se cayeran y murieran, no les importaría. Decidme, si esas personas fueran elegidas como líderes, ¿podría tener una vida feliz el pueblo escogido de Dios? Algunos anticristos están ocultos; ¿qué quiere decir eso? Quiere decir que los anticristos no se convierten en tales cuando ganan estatus, sino que lo son desde un principio. Es solo que, como la estatura de las personas era pequeña y no podían discernirlos, o quizás algunas iglesias no podían encontrar a aquellos que persiguen la verdad, entonces escogieron como líderes a esas personas entusiastas que podían hacer planes y recados. Por ahora, no hablemos de si elegirlos líderes estuvo bien o mal; concentrémonos en lo que se debería hacer una vez que se descubre que son anticristos. Deberían ser desenmascarados y rechazados. Si alguien ha sido identificado como un anticristo y relegado de su puesto, ¿debería volver a ser elegido líder en el futuro? (No). ¿Por qué? (Porque su naturaleza no cambiará). Quienquiera que sea identificado como un anticristo no debería volver a ser elegido líder porque su esencia-naturaleza no puede cambiar. Los anticristos solo trabajan para Satanás, no son más que esclavos de él. Jamás harán ni dirán nada en aras de la verdad. La esencia de un anticristo es ser hostil hacia Dios y sentir aversión por la verdad, rechazarla y menospreciarla. Su naturaleza no cambiará. Si esa clase de personas no han sido líderes antes, no deberían ser elegidos y, si lo han sido y fueron relegados, ¿cambiarán si vuelven a convertirse en líderes en el futuro? (No, no lo harán). Siguen siendo anticristos. Su esencia-naturaleza así lo determina.

II. Disección de cómo los anticristos atraen a la gente

Acabamos de hablar sobre las manifestaciones de los anticristos al desorientar a las personas. Desorientar y atraer significan casi lo mismo, pero se diferencian en la naturaleza y en el método. Desorientar es usar falsas apariencias para despistar a las personas y hacerlas creer que son reales. Atraer es usar conscientemente ciertos métodos para hacer que la gente escuche a una persona determinada y siga su senda; su intención es bastante clara. Desorientar y atraer implican usar palabras aparentemente correctas para desorientar a las personas; decir cosas que coinciden con las nociones humanas y que ellas aceptan sin reparos, con el objetivo de desorientarlas. Sin darse cuenta, estas comienzan a creerlos y a seguirlos, posicionándose con ellos y uniéndose a su pandilla. De esta manera, los anticristos alejan a las personas de un grupo correcto de gente y las llevan hacia su bando. En pocas palabras, si las personas aceptan esas acciones de los anticristos, podrían creerlos y adorarlos y luego aceptar y obedecer a todo lo que ellos digan, comenzando inconscientemente a seguirlos. ¿No han sido embaucados y engatusados? Para conseguir su objetivo de desorientar y atraer a las personas, algunos anticristos suelen usar ciertas tácticas al interactuar y hablar con ellas, y esto trae como resultado divisiones, facciones y grupillos dentro de la iglesia. Por ejemplo, si un anticristo es del sur y se encuentra con otro sureño, podría decir: “Ambos somos sureños: crecimos bebiendo agua del mismo río y hablamos el mismo idioma. Los norteños no hablan nuestro idioma, ¡es imposible acercarse a ellos! Aunque todos creamos en el mismo dios, al ser gente del norte, sus costumbres de vida son distintas a las nuestras y nuestras personalidades son incompatibles. No tenemos nada de qué hablar. Así que tú y yo somos como familia y debemos mantenernos unidos”. Esto puede sonar razonable, como si solo estuviera exponiendo un determinado punto de vista, pero lo dice con una motivación y un propósito, y las personas deberían discernirlo. En realidad, lo que el anticristo dice no es lo que está en su corazón; es como un camaleón que ajusta sus palabras dependiendo de la persona con la que esté hablando. Al encontrarse con norteños, el anticristo podría decir: “El norte es fantástico; allí el aire es puro. Aunque nací en el sur, crecí bebiendo agua del norte. ¡Al menos eso tenemos en común!”. Tras oír eso, los norteños podrían sentir que el anticristo es una persona bastante buena y entonces comenzar a relacionarse con él. El anticristo es un gran experto en desorientar a la gente y atraerla, usando diversas tácticas para dividir la iglesia, provocando que los sureños y los norteños formen diferentes grupos, todo para su propia ganancia, para lograr su objetivo de aliarse y formar su propia fuerza partidaria. Especialmente durante las elecciones de la iglesia, si el anticristo ve que un hermano o una hermana del norte pueden llegar a ser elegidos, se embarcará en operaciones encubiertas y cambiará los votos en secreto, y finalmente todos los líderes y diáconos elegidos de la iglesia terminarán siendo del sur. Nada detiene a los anticristos a la hora de desorientar y atraer a las personas, causando divisiones y facciones y usando esos métodos para dividir y controlar la iglesia. ¿Cuál es su objetivo al hacerlo? (Establecer su propio reino independiente). ¿Cuál es la naturaleza de establecer un reino independiente? Significa ser irreconciliable con Cristo, reclamar para ellos al pueblo escogido de Dios y alzarse contra Él como Su igual. ¿No es como montar una rivalidad contra Dios? (Sí). Eso es exactamente lo que es. Entonces, ¿cuáles son las consecuencias de que los anticristos actúen así? Sus acciones trastornan y perturban gravemente la obra de la iglesia y ofenden directamente el carácter de Dios. Él les responderá con ira, y cada uno de dichos anticristos claramente tendrá que enfrentarse al castigo y la destrucción, sin ninguna duda. En la Era de la Ley, los 250 líderes que juzgaron a Moisés recibieron un castigo directo. En la Era de la Gracia, los que crucificaron al Señor Jesús también se enfrentaron a un castigo directo; fueron maldecidos y terminaron mal. Ese es el desenlace para los anticristos que se oponen a Dios y el fin inevitable de quienes se resisten a Él.

¿Cómo usan los anticristos los distintos métodos para atraer a la gente y así dividir la iglesia? Primero, un anticristo atraerá a personas que tengan dones y que puedan hablar con elocuencia; les dará antes una buena impresión inicial y así, haciendo amigos, extenderá el alcance de su propia fuerza. No prestará atención o incluso excluirá a las personas pobres o con un calibre más bajo o que sean relativamente ingenuas. Buscará la manera de ganarse a cualquiera que posea estatus y riqueza en la sociedad, mientras que designará como ciudadanos de segunda en la iglesia a los hermanos y hermanas que se esfuerzan sinceramente pero tienen poco dinero, o quienes tienen poco estatus social o no tienen ninguna fuerza digna de mención y son blanco fácil de amedrentamiento. Así, una iglesia con unas pocas decenas de miembros se verá dividida, de manera imperceptible, en dos clases de personas. ¿Quién es responsable por esto? (Los anticristos). Los anticristos hacen ese tipo de cosas. Si un buen líder que realmente entiende la verdad descubre que una situación semejante se da dentro de la iglesia, usará la verdad para resolverla. No permitirá que se separe a la gente de la iglesia por rangos o que se la clasifique de acuerdo con su estatus social, ni dividirá la iglesia. Se asegurará de que todos los hermanos y hermanas, sin importar de dónde vienen o si tienen algún estatus social, estén unidos en las palabras de Dios y ante Él. Los anticristos, por su parte, no solo no resuelven esos problemas, sino que usan las actitudes corruptas de las personas para alcanzar sus objetivos. Buscan a quienes tienen estatus social y riqueza y los atraen. ¿Cómo lo hacen? Puede que digan: “Tu estatus social es una bendición de dios que él ha decretado. Deberías valerte de tu situación para llevar a cabo tu deber en su casa. Yo soy un líder ahora y soy reconocido en la zona por mi fe. Mi familia me acosa bastante y hay algunos riesgos asociados a mi rol de líder. Necesito personas como tú para que me ayuden a mantenerme a salvo. ¡Si puedes hacer eso por mí, recibirás grandes bendiciones en el futuro y progresarás rápidamente en la vida!”. Así es como los anticristos atraen y seducen a la gente para que los sigan. Si un anticristo se encariña con una persona o esta le parece útil, organizará las cosas para que tenga deberes sencillos o que la hagan ser el centro de atención, haciendo todo lo posible para que ascienda. No le importa si cumple o no con los principios para usar a las personas en la casa de Dios. Siempre que la persona tenga estatus social y pueda resultarle de utilidad, la atraerá. Para lograr sus objetivos, los anticristos se acercan, elogian y atraen a quienes tienen riqueza y estatus en la sociedad al tiempo que se apropian de beneficios para ellos mismos. También existe un segundo método que usan para atraer a personas con dinero, poder y estatus, y es consentirlas. Las personas de ese tipo a menudo cometen actos inmorales dentro de la iglesia, apagando el entusiasmo de los hermanos y hermanas y perturbando la vida de iglesia. Los anticristos las observan felizmente y les permiten cometer cualquier fechoría que deseen. ¿Cuál es el propósito de la indulgencia del anticristo? Sigue siendo atraerlos y, una vez que lo logran, obtener beneficios de ellos. Incluso simulan decirles: “Aunque me hayáis elegido como líder y tenga la responsabilidad de guiaros, esta iglesia no me pertenece a mí solo. No puedo tomar decisiones por mi cuenta dentro de ella. Es necesario que vosotros también ayudéis. Si algo surge, vosotros también tenéis voz y voto, eso es lo que significa cooperar”. Les dicen eso a quienes son ricos, influyentes y les representan una ventaja, haciendo todo lo posible para atraer a esos individuos, hasta que llegue el punto en el cual puedan controlarlos. Por el contrario, harán lo que sea para excluir, atacar o simplemente ignorar a aquellos que creen en Dios genuinamente pero no tienen dinero, estatus social o alguna utilidad aparente. ¿Qué quiere decir su indiferencia? “Si estos pocos nos mantenemos unidos y nos convertimos en una fortaleza de hierro, calculo que vosotros, gente común, no podréis tener ningún impacto importante. Si te comportas de manera ingenua y escuchas lo que digo, te daré permiso para seguir creyendo. Pero, si sigues poniéndote quisquilloso, expresando tus opiniones sobre mí o reportándome a los superiores, ¡entonces te castigaré y te expulsaré!”. Ese es su plan. Algunas personas que no tienen discernimiento se asustan y dicen: “No debemos ofenderlo. Ha formado su propia facción y no podemos permitírnoslo. Nuestras palabras no tienen peso y si, por error, decimos algo que le molesta y el líder realmente nos expulsa, perderemos nuestra oportunidad de creer en Dios”. Esas personas están muertas de miedo. Detrás del comportamiento de los anticristos de atraer a la gente hay un carácter perverso, cruel y malévolo. ¿Cuál es su objetivo al atraer a la gente? Es también afianzar su posición. ¿Cuál es su objetivo al formar grupillos o pandillas? Extender el alcance de su fuerza, hacer que la gente los apoye, asegurando su poder y su estatus aún más. ¿Alguno de vosotros os habéis topado con tales asuntos? Cuando un anticristo controla una iglesia, cualquiera que tenga dinero, estatus o dominancia lo apoya, y toman el control juntos, formando una facción, una pandilla de cuatro, cinco o seis personas. Nadie tiene permitido poner al descubierto sus asuntos. El anticristo atrae a esas personas porque le resulta difícil controlarlas; debe tenerlas cerca, hacerlas sus asistentes para poder asegurar su posición. Además, ellas tienen un valor del que el anticristo puede aprovecharse. Su método para atraerlas es, en cierto sentido, una forma de apaciguarlas y evitar que sean una amenaza para su posición.

En relación con este aspecto de que los anticristos atraen a las personas, hemos mencionado dos manifestaciones. ¿Ese tipo de cosas suceden en vuestra iglesia? Decidme, ¿existen ese tipo de cosas? (Sí). Definitivamente. Entonces, entre todo lo relacionado con atraer a la gente, ¿qué otras manifestaciones poseen la misma naturaleza que cuando los anticristos atraen a personas? ¿Cuáles son las consecuencias de ello? ¿Por qué los anticristos quieren hacerlo? Si no lo hacen, ¿pueden lograr su objetivo de controlar a la gente? (No pueden). Deben traer ante ellos a personas que los escuchen y que estén de acuerdo con su voluntad para poder así ocupar una posición y tener objetos sobre los cuales ejercer su autoridad. Si no hay nadie cerca que los escuche, ¿no serán incapaces de satisfacer su ambición de estatus y poder? Por eso, solo cuando atraen a todos los tipos de personas posibles ganan una posición y poder. ¿Y cómo lidian con aquellos a los que no pueden atraer? (Los excluyen y los atacan). Comienzan a atacarlos y a excluirlos. ¿No ha habido anticristos que han convertido a aquellos miembros de la iglesia a los que no pudieron atraer en presuntos “oyentes”? No les dan los sermones, himnos y libros de las palabras de Dios publicados por la iglesia, o no se les informa de las reuniones durante un largo período de tiempo. En verdad existen estas cosas, y son todas acciones de los anticristos. Los nombres de quienes son atacados y excluidos por los anticristos no fueron tachados por la iglesia; ellos no se han ido por voluntad propia y no han dejado de asistir a las reuniones de manera voluntaria. Todos son creyentes sinceros, pero, dado que tienen cierto discernimiento respecto a los anticristos, a menudo son excluidos y no tienen acceso inmediato a los libros de las palabras de Dios o a los sermones, himnos y diversos arreglos de la obra que la iglesia publica, y tampoco pueden comer y beber de las palabras de Dios. Por otro lado, quienes están por debajo de los anticristos, o sea, quienes son capaces de escucharlos, han sido atraídos y se han rendido a ellos, gozan de un tratamiento favorable al tener acceso prioritario a varios libros y vídeos que la casa de Dios distribuye. Así, la iglesia queda sumida en el caos y dividida a causa del comportamiento y las acciones de los anticristos, y hay agitación en el corazón de las personas.

Ahora ya han aparecido varios desastres inusuales, y según las profecías de la Biblia, habrá desastres aún mayores en el futuro. Entonces, ¿cómo obtener la protección de Dios en medio de los grandes desastres? Contáctanos, y te mostraremos el camino.