Punto 5: Desorientan, atraen, amenazan y controlan a la gente (Parte 5)

III. Disección de cómo los anticristos amenazan a la gente

Hemos terminado de hablar sobre las dos manifestaciones de los anticristos de desorientar y atraer a las personas. Ahora, hablemos sobre cómo amenazan a la gente. Cada uno de estos métodos de los anticristos es más grave que el anterior. Comparado con desorientar y atraer, ¿el método de amenazar es más sofisticado o menos? (Menos). Si desorientar y atraer no dan resultado, recurren a las amenazas. ¿Cómo amenazan a las personas? ¿Por qué recurren a un método como ese? (Porque no se cumplieron sus objetivos). No se cumplieron sus objetivos. Las amenazas encierran otro significado; ¿qué frase se podría usar para expresarlo? (Revelar su verdadera cara). Eso no es del todo preciso. Probad con otra frase. (Enojarse a causa de la vergüenza). Os estáis acercando. ¿Hay alguna frase más adecuada? (Sentirse exasperado y furioso). Exacto, sentirse exasperado y furioso. Es como la expresión coloquial “perder los estribos”, el significado es: “Lo he intentado con palabras tanto amables como duras. En general, nunca te he tratado de manera injusta. ¿Por qué no me escuchas? Ya que no lo haces, tendrás tu merecido. Usaré esta táctica contigo: ¡las amenazas!”. Cambian de estrategia. Satanás tiene varias tácticas, todas ellas despreciables. Las amenazas a menudo están combinadas con tentación. Si solo usan amenazas, a algunas personas no las asusta y no los escuchan. Entonces no les queda otra opción y a veces pueden recurrir a tentarlos. Si una cosa no funciona, prueban otra; usan tácticas tanto suaves como duras. Entonces, ¿por qué los anticristos amenazan a la gente? ¿En qué circunstancias recurren a las amenazas? Si dos personas conviven de manera pacífica, cada una por su propia senda, sin conflictos de intereses entre ellas, ¿recurrirán a amenazas? (No). Entonces, ¿en qué situaciones empezará a surgir este comportamiento y esa práctica de amenazar? Por supuesto, cuando sus intereses o su reputación estén en juego, cuando no se estén cumpliendo sus objetivos. Sacarán la artillería pesada, pensando: “¿Así que no vas a escucharme? Entonces, ¡te mostraré las consecuencias!”. ¿Cuáles son esas consecuencias? Cualquier cosa a la que le temas. ¿Podéis recordar algún ejemplo de amenazas que hayáis presenciado? (Algunos anticristos, cuando ven que los hermanos y hermanas no se someten a ellos, comienzan a juzgarlos y a condenarlos, diciendo: “La falta de sometimiento a los líderes es falta de sometimiento a dios”, y usan eso para amenazarlos). (Se me ocurre otro ejemplo en el que, si alguien no escucha al líder, este usa su autoridad para reemplazarlo). En cualquier caso, quieren que las personas entiendan que no escucharlos traerá consecuencias. ¿Cuál es su fundamento para hacer que la gente los escuche? Suelen decir: “Someterse al líder es someterse a dios, porque dios es quien decreta el liderazgo. Debes someterte. No hacerlo o no escuchar a los líderes es ser arrogante, sentencioso y resistirse a dios, y la consecuencia de resistirse a dios es que te descarten. En casos leves, tal vez te aíslen para que reflexiones; en casos graves, ¡podrían expulsarte de la iglesia!”. Usan esas falacias creíbles para forzar a la gente a que se someta a ellos. Aparte de esto, ¿cómo amenazan a la gente ciertos otros anticristos? Incitando a otros a unirse en contra de aquellos que no se someten y a rechazarlos. Además, reemplazan a esos que no les obedecen o los reasignan a otros deberes. Algunos individuos, de hecho, temen no tener ningún deber que cumplir. Creen que llevar a cabo sus deberes les da una posibilidad de salvación, y que no hacerlo puede quitarles esa posibilidad. En su interior, los anticristos piensan: “Conozco tu punto débil. Si no me escuchas, te quitaré el derecho a llevar a cabo tu deber. ¡No te dejaré cumplirlo!”. ¿Acaso no les dejan realizar su deber porque esas personas no están capacitadas para hacerlo o porque hacerlo perjudica los intereses de la casa de Dios? (No). ¿Por qué lo hacen, entonces? Es para excluir a los disidentes; usan ese método para amenazar a las personas y hacer que escuchen. Cuando se trata de amenazar, no hay duda de que los anticristos no siguen los principios-verdad al tratar con personas o encargarse de asuntos. En cambio, utilizan la intimidación, la fuerza y la coerción para hacer que las personas se sometan obedientemente y los escuchen, y no les generen ningún problema ni arruinen sus asuntos.

Un anticristo no usa las amenazas solo porque la gente no lo obedece, no lo toma en serio o lo ignora: ese es solo un aspecto de la cuestión. Hay otra razón y es que, cuando otros descubren los problemas del anticristo y quieren ponerlos al descubierto o reportarlos a lo Alto, él teme que lo Alto o que más gente se enteren y entonces hace todo lo que está en su poder para cubrir esos problemas y reprimirlos, sin permitir jamás que los desenmascaren. ¿Qué pasaría si más gente lo descubriera? Rechazarían y maldecirían al anticristo; ya nadie lo adoraría y perdería su posición y su autoridad. Por eso, el objetivo del anticristo al usar el método de amenazar a las personas es también proteger su propia posición y su autoridad. Cree que, si no lo hace, los hermanos y hermanas comenzarán a discernirlo y no lo elegirán en las próximas elecciones, reduciéndolo a un creyente ordinario. ¿Qué significa para él ser un creyente ordinario? No tener autoridad, que nadie lo siga ni se convierta en su adepto y que se lo despoje de su posición y de su autoridad, dejando insatisfechos sus ambiciones y deseos. Como no quiere ser un creyente o seguidor ordinario, recurre al método de amenazar a la gente para intimidarla y forzarla a escucharlo y obedecerlo, lo que le permite seguir aferrándose a su autoridad y a su posición y seguir controlando a la gente y recibiendo cierto apoyo de ella. Todo lo que hace el anticristo gira alrededor de su posición. Cuando algo afecta a su posición, usará ciertos medios o métodos para salvaguardarla y protegerla enérgicamente. Incluso cuando lo Alto les pregunta a algunos de ellos sobre determinados asuntos, estos son capaces de mentirle descaradamente en el rostro. Si lo Alto le pregunta, por ejemplo, cuántas personas ganó la iglesia a través de la difusión del evangelio este mes, incluso aunque el anticristo sepa que no ganó ninguna, podría mentir y decir que fueron cinco. Cuando los hermanos y hermanas que saben la verdad lo confrontan, diciéndole: “Esas cinco personas solo estaban investigando. ¿Por qué dijiste que hemos ganado cinco personas? Deberías decir la verdad a lo Alto”, ¿qué responde el anticristo? “¿Por qué no podemos haber ganado cinco? Dije cinco personas, así que son cinco. Tu opinión no cuenta. Si decimos que no hemos ganado ni una sola persona, ¿cómo se lo explicaría a lo alto? Si quieres reportarlo, hazlo, pero si dices la verdad puede que lo alto te pode. Podría relegar a todos los que estáis involucrados en la difusión del evangelio e incluso desmantelar el equipo del evangelio. Entonces no podrías llevar a cabo tus deberes, y no sería culpa mía”. Al oír eso, la persona se queda atónita y no se atreve a reportarlo. ¿No se trata de una amenaza? (Sí). Es una amenaza descarada, dicha abiertamente. Algunas personas, al oírla, piensan: “Ser una persona honesta tiene consecuencias. Si soy honesto, no podré cumplir mi deber, así que no voy a reportarlo. Debemos informar que fueron cinco personas”. Otras se sentirán incómodas en su interior y dirán: “Si no nos ganamos a nadie, así fue. Deberíamos someternos a la manera en que lo Alto decida manejarnos”. ¿Cuál es la perspectiva del anticristo al escuchar eso? “¿Sumisión? Depende del contexto. ¿Acaso lo alto conoce las dificultades que afrontamos ahora cuando difundimos el evangelio? ¿Le importa eso?”. Cuando lo Alto indagó sobre la situación de la difusión del evangelio, no eran ajenos a los desafíos que involucra. Sabía cuántas personas pueden ganarse, como mínimo, cada mes, y jamás dijo que si el equipo del evangelio no se ganaba a nadie en un mes sería desmantelado. Entonces, ¿de dónde sacó el anticristo esa afirmación? (La inventó). Se la inventó él mismo para cubrir sus mentiras, para controlar a esa gente, para evitar que lo Alto o los hermanos y hermanas calen sus mentiras y para asegurar su posición para no ser reemplazado. Por eso se atrevió a inventar tales palabras endiabladas. Los individuos con discernimiento pueden desenmascararlo, pero los que no lo tienen son desorientados y piensan: “Ciertamente, este no es un deber fácil de conseguir. No podemos ser honestos con lo Alto. Si dices que fueron cinco personas, fueron cinco. Aunque no hayamos ganado cinco personas este mes, intentaremos hacerlo el mes que viene. Después de todo, si las ganamos el mes que viene, ya no será una mentira”. El anticristo entra en engaños, y con él quienes carecen de discernimiento; son un grupo de embusteros. ¿Cuál es el objetivo de un anticristo al amenazar a las personas? Hacer que lo obedezcan y escuchen. Miente y comete maldades, controla la iglesia, desorienta a las personas, lleva a cabo su obra sin cumplir con los principios ni la organización del trabajo y, por muy imprudente que sea, no permite que los hermanos y hermanas lo dejen en evidencia o lo reporten a lo Alto. En cuanto descubre que alguien está planeando reportarlo a lo Alto, recurre a las amenazas. ¿Cómo amenaza a esa persona? Dice: “Estamos trabajando abajo y la obra es difícil, incluso corremos el riesgo de ser arrestados por el gran dragón rojo. Lo alto siempre exige que nuestra práctica cumpla con la organización del trabajo. Soportamos grandes sufrimientos y corremos muchos riesgos al difundir el evangelio. Cuando los resultados son pobres, tú quieres aun así reportarlos a lo alto; te podará después de que lo hagas. Yo no temo que me reemplace como líder después de podarte, me preocupa que tú ya no tengas un deber que realizar. ¡Si te quedas sin un deber que cumplir, no me eches la culpa!”. ¡Suena tan razonable! También dice: “¿Quién quiere realmente reportarlo? Si queréis hacerlo, no os detendré; igualmente todos saben estas cosas. Si no lo reportáis a lo alto, no nos culpará. Pero, si lo hacéis, nos podarán. Decidid por vuestra cuenta. Si queréis reportarlo a lo alto, adelante. Ahora, quienes queráis reportarlo, alzad la mano”. Al oír su tono, todos comienzan a reflexionar: “¿Tengo permitido realmente reportar esto o no?”. Después de pensarlo, algunas personas alzan la mano. El anticristo lo ve y piensa: “¿Aún quieres reportarlo? ¿No estás buscándote un problema? Vale, no me olvidaré de ti”. Luego comienza a buscar oportunidades para castigar a esa persona. Encuentra una excusa y dice: “No has logrado ningún resultado cumpliendo tus deberes últimamente. A cualquier persona que no logre resultados al hacerlo durante tres meses se le revocará el derecho a llevar a cabo sus deberes. Si su desempeño no mejora, se la aislará. Si aun así no se arrepiente, ¡se la echará o expulsará!”. ¿Acaso ese tonto, ese cobarde, se atreve a reportarlo igual? Al escuchar eso, pensará: “No lo estoy reportando por mi propio beneficio. ¿Cuál es el sentido de hacerlo? Si lo hago y luego el líder me subyuga y toma represalias y mis hermanos y hermanas me rechazan, estaré aislado dentro de la iglesia. Es más importante que escuche al líder; ni siquiera sé dónde está dios, ¿puede a él importarle si vivo o muero?”. Así que no lo reporta. ¿No lo ha atemorizado el anticristo? (Sí). La persona piensa: “Pecar contra dios no es nada del otro mundo. Dios es amoroso, misericordioso, tolerante y paciente; no se enoja, maldice o castiga con facilidad a las personas. Sin embargo, si ofendo al líder tendré que sufrir. Reportar los problemas no me servirá de nada, todos me rechazarán. No puedo hacer una tontería como esa”. ¿No es eso ser un pusilánime? (Sí). ¿Cómo hay que lidiar con un pusilánime así? ¿Vale la pena sentir lástima por él? A semejante pusilánime deberían entregárselo a Satanás, al anticristo, para dejar que él lo castigue, pues se lo merece. Carecen de la fe, la determinación y la fuerza para practicar la verdad y someterse a Dios, pero, cuando se trata de someterse al anticristo, ganan una fuerza particular y están dispuestos a hacer lo que sea que se les pida llenas de entusiasmo. Cuando el anticristo los amenaza y los asusta, ya no se atreven a reportar los problemas. ¿No son cobardes? ¿Cuál es el término coloquial para eso? Ser un pelele y ceder frente al anticristo. ¡Hay un buen número de personas en la iglesia que se han convertido en peleles a causa de las amenazas de los anticristos! Esos individuos no saben cómo abordar la frase “Dios es soberano sobre todas las cosas”. Cuando el anticristo los amenaza, rechaza o aísla, sienten que no tienen apoyo, no creen en la soberanía de Dios sobre todas las cosas o en Su justicia y no creen que la vida de las personas está en Sus manos. Un par de palabras intimidantes o amenazantes del anticristo y se espantan, ceden y ya no se atreven a reportarlo.

Cuando un anticristo informa sobre su trabajo a lo Alto, le miente y engaña sin pudor. Algunos que conocen la verdad no pueden soportarlo y quieren reportar la situación a lo Alto, pero el anticristo controla férreamente a las personas y las observa atentamente. Puede detectar inmediatamente a cualquiera que pudiera sentirse inclinado a reportar un problema a lo Alto. Cuando no tiene otra cosa que hacer, se concentra en observar a las personas, sus palabras y expresiones faciales, en busca de aquellos que tienen opiniones sobre él, que no son leales, que no lo obedecen, que representan una amenaza para su posición, que le muestran indiferencia, que no lo tratan con seriedad, que no le dan el asiento de honor y que no lo dejan ser el primero en comer durante las comidas. Eso se traduce en peligro para esas personas. ¿Qué les hace el anticristo a esos individuos? Algunos anticristos que son insidiosos no revelan su verdadera cara enseguida: esperan una oportunidad para ocuparse de ti. Si eso no funciona, recurren a duras amenazas para hacerte sentir que tienen tu vida apretada en sus manos. Si como creyente, puedes ser salvado, si puedes llegar al final, si puedes permanecer en la iglesia: todo eso está en sus manos y depende de una sola palabra suya. Ellos tienen la última palabra. Si no escuchas, si no eres obediente a su control, si no los tomas en serio y sigues tratando de reportar sus problemas, entonces vas a sufrir. Comenzarán a planear cómo castigarte. ¿Cómo ve el anticristo el comportamiento de los hermanos y hermanas de reportar sus problemas a lo Alto? (Como una delación). Exacto, no lo ve como un simple informe de la situación, lo ve como que lo han delatado. ¿Qué significa delatar? Significa reportar cada una de las diversas cosas que hace el anticristo que van en contra de la verdad y todas sus acciones malvadas a lo Alto, o informarle de cosas sobre él que los demás no saben. A eso lo considera delatar. Y cuando descubre que alguien lo ha delatado, esa persona debe ser castigada. Algunas personas atolondradas y pusilánimes se atemorizan por las amenazas del anticristo y por sus modos dominantes y perversos. Cuando él pregunte quién tiene contacto con lo Alto, incluso antes de que llegue a ellas, aclararán rápidamente: “Yo no fui”. El anticristo preguntará: “Entonces, ¿cómo es que lo alto sabe de este asunto?”. Ellas lo pensarán y dirán: “Yo tampoco lo sé”. Los anticristos las castigan hasta el punto de que viven con temor constante, siempre en ascuas, preocupadas por que el anticristo pueda expulsarlas de la iglesia. Están nerviosas y asustadas a tal punto que hasta vivir el día a día les resulta difícil. ¿Estarían así de asustadas si el anticristo no las hubiese amenazado de esa manera? No, no lo estarían. Por otro lado, ¿tienen una fe genuina en Dios? No. Son atolondradas y pusilánimes. Se encogen de miedo al encontrarse con el anticristo. No tienen una verdadera fe en Dios, pero se doblegan voluntariamente ante el anticristo, listas para acatar órdenes. Son, por naturaleza, subordinadas de Satanás.

¿Qué otras prácticas usan los anticristos para amenazar a la gente? Algunos anticristos son hábiles a la hora de hablar de ciertas doctrinas correctas y atractivas para limitarte y constreñirte. Dicen: “¿No amas la verdad? Si lo haces, debes escucharme, porque soy el líder. Todo lo que digo está de acuerdo con la verdad. Debes obedecer a todo lo que diga: si digo que vayas al este, no debes ir al oeste. Cuando digo algo, no debes dudar ni tener opinión ni entrometerte ciegamente. Lo que yo digo es la verdad”. Si no los escuchas, puede que te odien y te condenen. ¿Qué tipo de condena? Dirán: “Tú en realidad no eres alguien que ame la verdad; si de verdad lo hicieras, ¿por qué no harías caso a mis palabras de líder, que son correctas?”. Los anticristos usan esas teorías y doctrinas aparentemente ciertas para controlarte y limitarte. Además, algunos hacen que las personas se encarguen de sus asuntos personales aduciendo: “Ahora soy un líder y no tengo tiempo para ciertas cuestiones personales. Además, al ser un líder, mis asuntos son los asuntos de la casa de dios, y también viceversa. Ya no se pueden distinguir tan claramente unos de otros. Por consiguiente, será necesario que compartáis algunas de las cargas de los asuntos de mi hogar, como cuidar a los niños, trabajar la tierra, vender vegetales o construir una casa y también cosas como el que no haya suficiente dinero. Esas cosas solían ser mi deber, pero ahora que soy un líder se han convertido en el vuestro, y debéis compartir la carga. De lo contrario, si estoy constantemente preocupándome y distrayéndome por los asuntos de mi hogar, ¿podré ser aun así un líder eficaz?”. Cuanto más hablan, más descarados se vuelven. Algunas personas los escuchan y piensan: “No supimos ser considerados con tu corazón, ¡fuimos unos verdaderos desalmados! No necesitas decir nada; de ahora en adelante nos ocuparemos de todas las tareas de tu hogar”. ¿Qué nombre agradable les dan estos anticristos a sus propios asuntos del hogar y a las cuestiones de su vida diaria? Los llaman “el deber del pueblo”. O sea que los anticristos toman gente para que trabaje para su familia, para que sirvan a los mayores y a los pequeños de su casa y manejen los asuntos de su vida personal, convirtiéndolos en asuntos de la casa de Dios. Dado que ahora son asuntos de la casa de Dios, todas las personas deben aportar su granito de arena, por lo que, si el líder quiere que hagas algo, se convierte en tu deber. ¿No suena correcto? Las personas sin discernimiento podrían pensar que lo es. Creen que, como el líder está demasiado ocupado para encargarse de sus propios asuntos en su hogar y ellas tienen un calibre bajo y no pueden llevar a cabo ningún deber, lo único que pueden hacer es ayudarlo con unas pocas tareas del hogar. Así que, cuando no están ocupadas, trabajan en la casa del líder, asistiéndolo en diversas tareas. ¿Se puede considerar como que están llevando a cabo su deber? Solo se puede tomar como asistir a la gente con entusiasmo. En el caso de una persona que realmente se entrega a Dios y sigue Su voluntad, cuando su familia afronta dificultades, la iglesia dispone que otras personas la ayuden y se ocupen de sus quehaceres domésticos. En esos casos, se puede considerar, hasta cierto punto, que estas están llevando a cabo su deber. ¿Ahora tiene sentido? El anticristo, ocupado desorientando y controlando a las personas en la iglesia, se encarga de que los hermanos y hermanas hagan sus quehaceres domésticos, afirmando que eso también es cumplir con su deber. Algunos de ellos, debido a su falta de comprensión de la verdad, son desorientados y aceptan las tareas voluntariamente, felices de hacerlo. Con el tiempo pueden incluso sentir que están en deuda con el líder y pensar: “El líder se ha sacrificado mucho por nosotros. No lo merecemos. Hemos trabajado mucho, sin embargo, ¿cómo es posible que aún no comprendamos ninguna verdad?”. Si estás ocupado todo el día trabajando para el líder y descuidas asistir a las reuniones o escuchar sermones, ¿podrás captar la verdad? Es totalmente imposible. ¡Eso es congraciarse con alguien hasta el último aliento! Es correr detrás del anticristo y descarriarse por una senda torcida. El anticristo a menudo emplea afirmaciones aparentemente correctas, las procesa y mete en un discurso correcto, haciendo que las personas crean erróneamente que esas palabras son efectivamente la verdad, que deberían seguirlas y ponerlas en práctica y que deberían aceptarlas. De esa manera, las personas no necesitan discernir si lo que el líder está haciendo está bien o mal o si lo que están siguiendo es correcto o no. ¿No es así? Eso se llama desorientar y también es amenazar a la gente. El anticristo usa esas teorías y afirmaciones en apariencia correctas para controlar a estas personas. ¿Hasta qué punto las controla? Ellas se esfuerzan por él de manera voluntaria, trabajan hasta la extenuación para él y le manejan todos los asuntos personales. Prefieren saltarse las reuniones, descuidar sus propios deberes, dejar de lado sus propias tareas y sacrificar el tiempo que dedicaban a la devoción espiritual, reuniéndose y comiendo y bebiendo de las palabras de Dios, solo para rendir servicio y trabajar hasta la extenuación para el anticristo a tiempo completo. ¿Por qué son capaces de trabajar así, hasta la extenuación? Hay un motivo para eso. ¿Cuál es? Que el anticristo les dice, deliberadamente: “Si ni siquiera puedes encargarte de estos asuntos de manera adecuada, ¿qué deber puedes llevar a cabo? Si no puedes cumplir tu deber, ¿sigues siendo un miembro de la casa de dios? Pues bien, entonces no te guiaré. Si no te guío, no formarás parte de la casa de dios. Dado que he sido elegido líder, soy la puerta de entrada a esta iglesia. Quien quiera entrar debe tener mi aprobación; nadie entra sin mi consentimiento. Incluso si la iglesia va a deshacerse de alguien, debe tener mi aprobación antes de que se vaya. Por lo tanto, el trabajo que os asigno y las tareas que os entrego constituyen vuestro deber. Si no cumplís vuestro deber adecuadamente, no tendréis posibilidad de salvación. ¡No formaréis parte de la casa de dios!”. ¿No se trata de una amenaza? (Sí). ¿Qué método está usando para amenazar a la gente? (Palabras correctas). Está usando palabras correctas, que parecen ajustarse a la verdad, para amenazar a la gente. Eso es mezclar churras con merinas. El anticristo usa el cumplimiento del deber como excusa para alcanzar sus objetivos personales. Pero ¿hacer cosas para él es realmente cumplir con un deber? Lo tergiversan para que parezca que lo es y que la gente debe llevarlo a cabo; y luego usan el principio y las normas de cumplir con el deber para exigir a los hermanos y hermanas que trabajen hasta la extenuación para ellos. Incluso amenazan con que, si no lo hacen, no tendrán posibilidad de salvación y serán echados de la iglesia y repudiados de la casa de Dios. Cuando estos individuos tontos y sin discernimiento escuchan la gravedad de las consecuencias, se apresuran a ocuparse de todos los quehaceres del hogar del líder y de su vida diaria, y sienten alivio cuando terminan de hacerlo. Complacidos con ellos mismos, hasta piensan: “Ahora he cumplido bien con mi deber. No he sido para nada perezoso y he sido considerado con la voluntad del líder; he hecho cada cosa que me ha indicado y hasta me he ocupado de todos los quehaceres de su casa. ¡Eso es lo que significa tener consideración hacia Dios! El líder está satisfecho y Dios también. ¡Ahora tengo esperanza de salvación!”. ¿Acaso a eso se lo llama esperanza? ¿No se han vuelto esclavos del anticristo? ¿No los ha descarriado? ¿Cuál es el papel del anticristo aquí? ¿Está actuando como un secuestrador? Tiene un carácter perverso, y la perversidad es, por supuesto, mucho más grave que la falsedad. Por lo tanto, sabe perfectamente qué decir y qué teorías usar para limitar a las personas, para lograr sus objetivos ocultos, para ganarse el corazón de las personas y para controlar su comportamiento y sus pensamientos. Es plenamente consciente de todo eso. Así es que los objetivos que busca alcanzar el anticristo por medio de todo lo que dice y hace están pensados en detalle y largamente premeditados. Definitivamente, no es cuestión de hacer o decir algo sin ser consciente y luego llegar a un resultado inesperado; no es así en absoluto. Así que aquellos que, de manera voluntaria, rinden servicio y trabajan hasta la extenuación por un anticristo, además de ser desorientados por sus palabras, también son amenazados y forzados por una especie de retórica que él posee. Quizás hacen esas cosas por él de manera voluntaria, pero ¿no hay un problema con esa “voluntariedad”? ¿No debería cuestionarse? (Sí). Esta no es, de ninguna manera, el cumplimiento genuino de un deber, sino más bien una consecuencia de haber sido desorientados por cierta teoría, argumento o retórica correctos y que suenan bien y desorientan a la gente. Como les preocupa no ser capaces de llevar a cabo su deber, ser expulsados y no ser salvados, aceptan voluntariamente las tareas que les indican los anticristos, incluso creyendo que están llevando a cabo su deber para Dios. ¡Qué atolondrados se han vuelto!

Las amenazas del anticristo permiten que la gente vea su verdadera cara. ¿Vosotros incurrís en ese tipo de amenazas? ¿Hay alguna diferencia entre amenazar y advertir o aconsejar? (Sí). ¿Podéis discernirla o no? ¿Dónde radica la diferencia? Encontradla y comprenderéis y seréis capaces de discernir. (Las intenciones son distintas). Las intenciones y motivaciones desde luego difieren. Entonces, ¿dónde se encuentra la diferencia exactamente? ¿Qué es una amenaza? Una amenaza utiliza palabras que pueden sonar buenas y correctas, que la gente no se siente demasiado ofendida al oírlas, pero cuyo propósito es una ganancia personal. Por otro lado, ¿cuál es el propósito de los consejos y las advertencias? Es ayudar a las personas, evitar que cometan errores, se desvíen de la senda o tomen un rodeo y sean desorientadas, y ayudarlas a reducir o evitar las pérdidas. El objetivo no es el beneficio personal, sino tan solo ayudar a los demás. ¿No es esa la diferencia? (Sí). Con respecto a eso, debéis aprender a discernir. Solo porque se haya hablado de la manifestación de los anticristos amenazando a la gente no quiere decir que, cuando estéis hablando con otros, no os debáis atrever a hacerles una advertencia si es necesario. Si es necesario, debéis hacerla. Las advertencias y los consejos no son lo mismo que las amenazas. Las advertencias tienen como objetivo genuino ayudar a la gente para que pueda cumplir con su deber adecuadamente, asegurándose de que no se ponga en riesgo la obra de la casa de Dios. El objetivo es legítimo. Las amenazas, por otro lado, tienen objetivos ocultos e ilegítimos que involucran ambiciones personales y deseos egoístas. Por ejemplo, cuando el anticristo hace que otras personas lleven a cabo los quehaceres de su casa, ¿cuál es su deseo egoísta? Simplemente quiere gozar de los beneficios del estatus, poniendo a otros a hacer el trabajo sucio y cansado mientras él no hace nada. Entonces, alguien debe incluso servirle tres comidas al día. Él cree que, ahora que tiene una posición, ya puede empezar a disfrutar. Sin embargo, como no es justificable pedirles directamente a las personas que hagan el trabajo por él, inventa una serie de excusas: “Ahora que soy un líder, estoy muy ocupado con mis deberes. Si tenéis una carga y tenéis humanidad, deberíais aprender a cooperar. ¿Qué podéis hacer? Lo único que podéis hacer es esforzaros, ¿no es cierto? No hay nadie que trabaje en la huerta de mi jardín ¡y vosotros no estáis ayudando! Si ayudáis, demostraréis que tenéis un corazón bueno, y en realidad estaréis haciendo vuestro deber al ayudarme con ese trabajo. Soy vuestro líder, ¿no son mis asuntos también vuestros? ¿No son vuestros asuntos cosas que deberíais estar haciendo, y a su vez no es eso vuestro deber?”. Cuando carga una responsabilidad así de grande sobre tus hombros y tú consideras que lo que dice tiene sentido, vas y haces su trabajo. ¿No has caído en una estafa? Un anticristo tiene sus propios objetivos y, antes de poder alcanzarlos, necesita encontrar excusas y teorías apropiadas para establecer un pretexto. Luego, quienes acepten esas teorías van y trabajan para él, que logra su propósito y entonces puede gozar de los beneficios del estatus. ¿No está viviendo, esa persona, de la iglesia? (Sí). Así es, de hecho. Es perezosa y no está dispuesta a trabajar; desea gozar de comodidades físicas y de los beneficios del estatus. Es un manipulador y, cuando no logra encontrar palabras adecuadas, extrae frases razonables y más fácilmente aceptadas de las palabras de Dios y de las doctrinas que entiende. Usa esas palabras para desorientar y limitar a quienes no captan la verdad y son ingenuos. Al hacerlo, logra sus objetivos ocultos, haciendo que la gente acepte su manipulación por propia voluntad. Algunas personas incluso creen que, si no hacen caso a las palabras del líder o no cumplen bien las tareas que les ha asignado, entonces no han cumplido su deber adecuadamente. Se sienten en deuda con Dios y hasta derraman lágrimas. ¿No es este un nivel profundo de atolondramiento? Es repugnante lo atolondrados que están.

Los anticristos a menudo hablan usando amenazas para lograr sus objetivos, pero a veces esas amenazas vienen en forma de palabras correctas y dichas con amabilidad, como si fuesen una serpiente que se enrosca lentamente a tu alrededor. Una vez que estás atrapado, están listos para pedirte tu vida. Otras veces, sus amenazas no son amables, sino duras y crueles, como si fueran un lobo que ve a una oveja y revela su rostro feroz. Su intención es decirle a la gente: “Si no me escuchas, tendrás tu merecido y, cuando surjan las consecuencias, ¡tú mismo tendrás que cargar con la responsabilidad!”. ¿Cuál es la típica baza que usan los anticristos en sus amenazas? Apuntan al destino de las personas, a su deber y hasta a su posición, y a continuar en la iglesia o irse de ella. Los anticristos usan esas tácticas y por supuesto también otras para amenazar a los individuos. Sin embargo, sus estrategias generalmente caen en una de estas dos categorías: a veces te persuadirán con palabras agradables y otras te atacarán por la fuerza y con crueldad. ¿Cuál es el propósito de las amenazas del anticristo? En primer lugar, quiere que las personas lo escuchen. Quiere cosechar beneficios de los demás, gozar de los beneficios del estatus y entregarse a las diversas ventajas y placeres que le trae. En segundo lugar, no quiere que nadie ponga en evidencia la situación real o cuestione su posición. No tolerará que nadie haga nada que ponga en riesgo su posición. Por ejemplo, si cierta persona quiere reportarlo a los superiores o si alguien lo discierne y quiere unir a los hermanos y hermanas para rechazarlo y destituirlo del cargo, el anticristo recurrirá a tácticas de amenaza. Uno de los aspectos del objetivo de amenazar es para gozar de los muchos beneficios que trae su posición, y el otro es asegurar esa posición. Esos son, precisamente, los dos objetivos que tienen los anticristos al amenazar a las personas: ambos giran alrededor de la posición. ¿De dónde vienen todos esos beneficios? También vienen de su posición. Algunos anticristos dicen: “¡Si no obedeces en este asunto, sufrirás las consecuencias!”. Si alguien los discierne y no quiere escucharlos, ¿buscan un modo de ocuparse de ello? No se resignarán sin más a lo que pueda venir. En tanto haya un hilo de esperanza de que puedan conservar su posición, pelearán por ella con uñas y dientes. Su afán por la posición sobrepasa el de la mayoría de la gente. Son como lobos al ver a una oveja: la boca les comienza a salivar incluso antes de empezar a comer; tan intenso es el deseo que hay un brillo feroz en sus ojos al pensar en comérsela. ¿No es esa su naturaleza? (Sí). El deseo de los anticristos por la posición es comparable al del lobo por una oveja: una necesidad dentro de su naturaleza malévola. Por eso, las amenazas hacia los demás les son indispensables.

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