Punto 10: Desprecian la verdad, desacatan con descaro los principios e ignoran las disposiciones de la casa de Dios (III) Parte 3

4. Su conducta cuando los ascienden o destituyen

En la iglesia, algunas personas tienen algo de calibre y capacidad de realizar trabajo. Cuando las ascienden, su entusiasmo es grande; llevan a cabo sus deberes de manera activa, asumen responsabilidades, están dispuestas a pagar el precio y también tienen lealtad. Sin embargo, cuando las destituyen de su cargo porque no son capaces de llevar a cabo el trabajo y pierden su estatus, su actitud hacia Dios cambia. Cuando tenían estatus, hablaban a Dios de esta manera: “Los hermanos y hermanas de nuestra familia son así; el edificio de nuestra familia necesita reformas; hay que ordenar el patio de nuestra familia…”. Todo se trata de “nuestra familia”. Cuando las ascendieron, se volvieron parte de la casa de Dios; eran aparentemente del mismo sentir que Dios, como una familia, capaces de ocuparse de la obra de la casa de Dios junto a Él y teniendo en cuenta Su corazón, y de interactuar con Él como iguales. Cuando las ascendieron y las colocaron en un cargo importante, se sintieron honradas y, al mismo tiempo, sintieron su responsabilidad. Al hablarme a Mí o a los hermanos y hermanas, a menudo decían “nuestra familia”. En cuanto escuchas esto, puedes pensar que esta persona no es mala, que tiene un buen corazón, que es bondadosa, que considera la casa de Dios como su propio hogar, que por todo se preocupa mucho y de todo se hace responsable, que sopesa todo de antemano, y por eso parece ser alguien que persigue la verdad y que está entusiasmado por pagar el precio. Pero ¿habla de la misma manera después de que la destituyen? Una vez que la destituyen, ya no tiene el mismo ánimo; esa actitud desaparece. Ya no dice “nuestra familia” y, cuando le piden que haga algo, ya no muestra tanto entusiasmo. ¿Qué piensa? “Antes, cuando me ascendiste, yo tenía estatus y estaba contigo incondicionalmente. Ahora que no tengo estatus, ya no somos una familia, así que hazlo tú mismo. No me consultes cómo hacerlo y no me cuentes. No tiene nada que ver conmigo. Yo solo entregaré mensajes por ti, eso es todo; haré un poco de lo que sea que me pidas, pero ya no somos del mismo sentir”. Entonces, te trata como a un extraño. Si le pides que haga algo, se desempeña como si estuviera haciendo un trabajo para otra persona y lo hace por inercia de manera superficial. Antes podría haber realizado cinco tareas, pero ahora solo hace una o dos, de manera mecánica, atolondrada, haciendo un poco de trabajo superficial, y eso es todo. ¿Por qué lo hace? Dice: “Antes, yo estaba contigo de manera incondicional, te ayudaba con esto y aquello, trataba tus asuntos como si fuesen los míos, como nuestra tarea en común, trabajando en tu nombre. ¡Pero luego simplemente me destituiste, sin tener en cuenta en absoluto mis sentimientos! No tienes en cuenta mis sentimientos, ¿cómo puedo trabajar para ti? Si me asciendes de nuevo y me das estatus, estará bien. Pero, si no me lo das, olvídalo. Si quieres acudir a mí de nuevo para hacer cosas, ya no funcionará tan bien como antes. Si me usas, debes darme fama y estatus. Si no hay estatus y en cambio solo me das una orden y esperas que haga algún trabajo, ¿dónde está el reconocimiento? ¡Debería haber alguna explicación!”. Ahora, cuando hablas, ya no surte efecto. Cuando le pides que haga algo, ya no tiene la misma dedicación que antes, ya no se entrega a ello con todo su corazón y su mente; su actitud ha cambiado. Si le vuelves a pedir que haga algo o si la casa de Dios le pide que haga algo, lo considera una tarea extra, el asunto de un extraño, como si el hecho de hacerlo ya fuera una gran muestra de respeto. Siente que no hacerlo parece inadmisible, especialmente porque cree en Dios. Pero si va y lo hace, es a regañadientes y de modo mecánico sin más. ¿Por qué hace eso? Piensa: “Confiaba en ti al cien por cien antes y trataba tus asuntos como si fuesen los míos, pero entonces me apartaste como si nada y eso hirió mi corazón y mi autoestima; me ignoraste. Bueno, si eres cruel, no me culpes por ser injusto. Si me vuelves a usar, no hay manera de que sea como antes, porque nuestra relación ya se ha roto. Yo no me dejo mangonear tan fácilmente como para venir cuando me llaman e irme cuando me echan. ¿Quién soy? Si no fuese por creer en dios, ¿permitiría que otros me manipularan de esta manera?”. Cuando a los anticristos los destituyen y pierden su estatus, su actitud puede sufrir un cambio así de significativo. Cuando tenían estatus, aunque se referían a la casa de Dios como “nuestra familia” y hablaban a menudo de ella, no consideraban realmente los asuntos de esta como los suyos propios. Después de que los destituyan y pierdan el estatus, si la casa de Dios les pide que cumplan su deber, no están dispuestos a hacerlo sin negociar, e incluso entonces exigen una explicación o algún tipo de reconocimiento. Algunos hasta dicen: “La última vez me destituiste, deshaciéndote de mí como si nada. Si quieres que haga algo ahora, tendrá que hablarme personalmente el hombre usado por el espíritu santo o venir a pedírmelo el propio dios encarnado, de lo contrario, ¡olvídalo!”. ¡Qué insolentes son! Decidme, ¿la casa de Dios debería usar a esas personas? (No). Creen que son personas importantes, pero en realidad la casa de Dios no valora a las personas como ellas. No importa lo talentoso, capaz o hábil para el liderazgo que seas, la casa de Dios no te usará. Algunos podrían preguntar: “¿Es porque Tú no cedes ante personas malvadas?”. No; este es el decreto administrativo de la casa de Dios y su principio para usar a las personas. Si permitieran a los anticristos tener poder en la casa de Dios, ¿sería bueno o malo para los hermanos y hermanas, para la iglesia? (Malo). ¿Puede hacer algo tan malo la casa de Dios? Por supuesto que no. Antes de que se revelara que era un anticristo, la casa de Dios lo ascendió a regañadientes para que rindiera servicio. Una vez que se ha revelado que es un anticristo, ¿podría la casa de Dios ascenderlo de todas formas? Imposible. Está incurriendo en fantasías y haciéndose ilusiones. Algunos anticristos piensan así: “Bah. La casa de dios no puede funcionar sin mí. Nadie más que yo en la casa de dios puede encargarse de este trabajo. ¿Quién podría reemplazarme?”. Los anticristos quieren alegar esto. Demostrémosles si la obra de Dios puede continuar sin contratiempos y completarse sin la presencia de estos anticristos en la casa de Dios.

El progreso y el desarrollo fluido actual de los diversos tipos de trabajo en la casa de Dios, ¿se relaciona de alguna manera con echar y expulsar a todos los tipos de anticristos y personas malvadas de la iglesia? ¡Totalmente! Los anticristos no se dan cuenta de esto; ignoran que es precisamente porque a ellos los han echado, expulsado y restringido que la obra de la casa de Dios puede avanzar de manera fluida. ¡Y encima se dan aires y se quejan! ¿De qué te estás quejando? Crees que tienes talento, inteligencia, calibre y la capacidad de trabajar, pero ¿qué puedes hacer en la casa de Dios? Estas personas solo hacen el papel de lacayos de Satanás, de perturbar y sabotear la obra de Dios. Sin su presencia, la vida de iglesia del pueblo escogido de Dios, la vida de cumplir sus deberes y su vida diaria serían más tranquilas, fluidas y pacíficas, algo de lo que los anticristos no se dan cuenta. Estos anticristos sobrestiman sus capacidades y no se dan cuenta de lo que realmente son. Piensan que la casa de Dios no puede funcionar sin ellos, que la obra no se puede llevar a cabo y que las diversas tareas técnicas no pueden continuar sin ellos. No comprenden que son la justicia y la verdad las que tienen el poder en la casa de Dios. ¿Por qué no lo saben? ¿Por qué no pueden entender los anticristos un asunto tan sencillo? Esto solo demuestra que los anticristos tienen una esencia que siente aversión por la verdad y es hostil hacia ella. Es precisamente porque sienten aversión por la verdad y son hostiles hacia ella que no saben lo que esta es, no saben lo que son las cosas positivas. Por el contrario, piensan que sus comportamientos perversos y malévolos que se oponen a Dios son buenos y correctos, sin errores. Creen que solo ellos comprenden la verdad y son leales a Dios, y que solo ellos son dignos de tener poder en la casa de Dios. ¡Están equivocados! Es la verdad la que tiene el poder en la casa de Dios. Todos los anticristos deben ser condenados, rechazados y descartados; no hay manera de que tengan un lugar en la casa de Dios y solo pueden ser eternamente rechazados.

Algunos anticristos poseen ciertos dones, un poco de calibre y algo de capacidad, y son hábiles jugando juegos de poder. Ellos creen que, en la casa de Dios, es a ellos a quienes se debería ascender y a quienes se les debería dar cargos importantes. Sin embargo, mirándolo hoy, ese no es el caso. Estas personas han sido condenadas, limitadas y rechazadas, y a algunas incluso las han echado o expulsado de la iglesia. Ellas nunca imaginaron que figuras tan “nobles” como ellas, con sus grandes habilidades y sus muchas aptitudes, en realidad tropezarían en la casa de Dios y serían rechazadas. Simplemente no pueden entender por qué. Entonces, ¿deberíamos seguir trabajando en ellas? No es necesario. ¿Se puede razonar con los satanases? Tratar de razonar con satanases es como predicarles a los sordos; hay una sola manera de describir a los satanases: insensibles a la razón. Es como dicen algunas personas: “Dios le pide a la gente que sea honesta, pero ¿qué tiene de bueno ser honesto? ¿Qué tiene de malo decir algunas mentiras y engañar a la gente? ¿Qué tiene de malo ser torcido y falso? ¿Qué tiene de malo ser desleal? ¿Qué tiene de malo ser escurridizo, ser superficial? ¿Qué tiene de malo juzgar a dios? ¿Qué tiene de malo tener nociones sobre dios? ¿Qué tiene de malo rebelarse contra dios, cuál es el gran error en eso? ¡No es realmente una cuestión de principios!”. Algunas personas hasta dicen: “¿No es muy normal que alguien capaz establezca su propio reino independiente? En este mundo, el pez grande se come al pequeño; es un mundo donde los débiles son presas de los fuertes. Si tú tienes la capacidad, deberías ir y crear tu propio reino, ¿qué tiene eso de malo? ¡Cada uno tiene tanto poder como su capacidad le dicta, y debe dominar a cuantas personas le permita ese poder!”. Otros dicen: “¿Qué tiene de malo ser promiscuo? ¿Cuál es el problema con la promiscuidad? ¿Qué tiene de malo seguir tendencias perversas?”. Y así sucesivamente. Después de escuchar estas palabras, ¿cómo os sentís? (Asqueados). ¿Solo asqueados? Tras escuchar estas palabras, uno siente: “Todos vestimos la misma piel humana, entonces ¿por qué algunas personas no solo no detestan estas cosas negativas, sino que incluso las valoran? ¿Y por qué otras personas las detestan? ¿Por qué hay una diferencia tan grande entre las personas? ¿Cómo es posible que no amen las cosas positivas aquellos que sienten aversión por estas y por la verdad? ¿Por qué valoran tanto las cosas negativas, llegando a considerarlas tesoros? ¿Por qué no pueden reconocer la perversidad y la repugnancia de esas cosas negativas?”. Ese tipo de reflexiones surgen en el corazón de la gente. Cuando oye esas palabras de los anticristos, la gente por un lado siente asco y por otro se queda sin palabras. La naturaleza de tales personas es inalterable; no pueden cambiar, por eso Dios dice que Él no salva a diablos ni a satanases. La salvación de Dios es para la especie humana, no para bestias y demonios. Las personas como estos anticristos son exactamente a lo que Dios se refiere como diablos y bestias; no se pueden contar entre la especie humana. Eso está claro, ¿no es así?

5. Su conducta hacia la iglesia en circunstancias cambiantes

Los anticristos tratan a Cristo según su estado de ánimo: ¿cuántos aspectos de este punto acabamos de compartir? Tratan a Cristo de determinada manera cuando se les hace frente con la poda, ese es un aspecto. ¿Qué más? (Cuando conciben nociones sobre el Dios encarnado, cuando los ascienden o destituyen y cuando Cristo estaba bajo persecución). Eso da un total de cuatro aspectos. Continuemos con la enseñanza. Los anticristos sienten aversión por la verdad, así que no creen en Dios para ganar la verdad, sino para recibir bendiciones; tienen sus propios planes, intenciones y propósitos. Además, les gustan el poder y la influencia, por lo que creen en Dios con una actitud de “esperar a ver”. ¿Cómo lo hacen? Significa que, mientras creen, también observan si la cantidad de personas en la casa de Dios aumenta, cómo se está expandiendo la obra del evangelio, si hay contratiempos o no y si la influencia de la casa de Dios está creciendo de manera continua. Asimismo, observan si la cantidad de personas cumpliendo su deber en la casa de Dios va en aumento, si hay más y más gente rindiendo servicio a Dios de manera voluntaria y si hay cada vez más personas dispuestas a hacer cosas por la casa de Dios. También observan el contexto social y educativo de aquellos que se encuentran llevando a cabo deberes en la casa de Dios y cómo son realmente su identidad y su estatus en la sociedad. A partir de la observación ven que más y más personas creen en Dios, que la cantidad de personas en Su casa está aumentando y que más personas están dispuestas a renunciar a su familia, a su trabajo y a sus posibilidades para cumplir sus deberes en la casa de Dios. Cuando se dan cuenta de estas cosas, sienten que ya no pueden permanecer indiferentes y que ellos también deben dedicarse a la obra de la casa de Dios, a las filas de aquellos llevando a cabo deberes, y convertirse en miembros para poder obtener ellos también una parte de las futuras bendiciones. Aunque pueden cumplir sus deberes en la casa de Dios y tener un papel en ella, jamás renuncian a sus posibilidades y a su porvenir y siguen haciendo cálculos en su interior de manera continua. Que este grupo, estos anticristos, tengan tales ambiciones y carácter determina que su actitud hacia Cristo y Dios cambiará a medida que el estatus y la fama de la casa de Dios sigan aumentando. Por ello, en el proceso de llevar a cabo sus deberes, por un lado proyectan, calculan y gestionan enérgicamente en aras de sus propias posibilidades y de su porvenir, y por otro también están observando el desarrollo de la casa de Dios, su influencia en el extranjero y a nivel nacional, si la cantidad de gente está aumentando gradualmente, si la escala de la iglesia se expande de manera continua, si la iglesia ha hecho conexiones con algunas personas reconocidas de la sociedad, si ha ganado cierto nivel de reconocimiento en Occidente y si ha establecido unas bases sólidas. Están constantemente observando e indagando sobre estas cuestiones. Incluso algunas personas que no participan en la obra de la iglesia y no llevan a cabo sus deberes están constantemente calculando en aras de sus propias posibilidades y porvenir y mostrando gran interés en el desarrollo de la iglesia. Por eso buscan esa información tanto en el sitio web de la iglesia como indagando sobre dichos asuntos dentro de ella. Cuando descubren que la obra de la casa de Dios en el extranjero se está expandiendo sin contratiempos y volviéndose más prometedora, que la obra en Occidente se está ampliando de una mejor manera y que la situación está mejorando, sienten tranquilidad en su corazón. ¿Ese sentimiento de tranquilidad indica un cambio verdadero en ellos? (No). Si bien se sienten tranquilos, su actitud hacia el Dios encarnado, hacia Cristo, es meramente un poco más de “respeto” y admiración, sin sumisión real.

Cuando Cristo estaba obrando en China continental, los anticristos a menudo se preguntaban: “¿Es posible que arresten al Dios encarnado? ¿Puede caer en manos de las autoridades del gobierno?”. Al pensar de esa manera, desarrollaron un poco de desprecio por esa “persona insignificante”. Cuando escucharon que el Dios encarnado muchas veces no tenía un lugar al que considerar su hogar, en el cual descansar, y que se estaba escondiendo donde podía para evitar que lo capturasen, su escaso interés y muy reacio “respeto” por el Dios encarnado se hicieron añicos por completo. Sin embargo, cuando escucharon que el Dios encarnado, Cristo, estaba en los Estados Unidos, en la tierra de la libertad que la especie humana anhela, sintieron envidia hacia Él —no respeto, sino envidia—. Pero, al oír que Dios encarnado era rechazado, difamado, condenado y juzgado por la especie humana en Occidente, surgieron olas de agitación en lo profundo del corazón de los anticristos: “Tú eres dios, ¿por qué la gente no te acepta? Tú eres dios, ¿por qué la comunidad religiosa no te acepta, sino que esparce tantos rumores sobre ti? ¿Por qué no das un paso al frente y te defiendes? ¡Deberías contratar un equipo de abogados! ¡Mira esas palabras de difamación y calumnia en Internet, esos rumores que ha inventado la comunidad religiosa que te hacen parecer tan malo! Nos da vergüenza seguirte, y hasta es incómodo siquiera mencionar estas cosas. Te condenan en Oriente y en Occidente, te rechaza la comunidad religiosa, la especie humana, este mundo. Sentimos que es una deshonra seguirte”. Esa es la mentalidad de los anticristos. Al mismo tiempo que sentían deshonra en su interior, también desarrollaron desdén y empatía —una empatía de lo más renuente— por esta “persona insignificante” al verlo a Él con sus ojos y su corazón. ¿Cómo surgió esa empatía? Pensaron: “Estás haciendo una obra estupenda sin preocuparte por tu ganancia o pérdida personal; eso podría considerarse una dedicación abnegada. ¿Cuál es tu objetivo al soportar tanto sufrimiento y humillación? Por lógica, debes ser una buena persona; de lo contrario, ¿cómo podrías soportar tanta humillación y padecer tanto sufrimiento? Es bastante lamentable y no es fácil; en tu interior debes sentirte muy agraviado”. Así, sintieron una pizca de empatía por Cristo. Reflexionaron: “Yo no podría soportar un sufrimiento semejante; me defendería ante los seres humanos. Por un lado, contrataría un equipo de abogados para que borraran esos rumores falsos de Internet y, por otro, mostraría señales y prodigios a la comunidad religiosa para que viera quién es dios —quién es verdadero y quién falso—, para cerrarles la boca a los que difaman y condenan, para castigarlos y darles una lección. No se atreverían a hacerlo de nuevo, ¿no es así? ¿Por qué tú no haces eso? ¿Por qué nunca te defiendes? ¿Es porque no tienes el poder, el coraje o la valentía para hacerlo? ¿Qué sucede en realidad? ¿Podría tratarse de cobardía? Ah, hay muchas cosas ocultas en tu corazón; soportas una gran injusticia semejante y te mantienes en silencio, sigues expandiendo la obra y hablando con paciencia y sinceridad a las personas de la iglesia, proveyendo para ellas, y aun así siempre tienen nociones y son rebeldes. ¡Tu corazón debe de estar sufriendo! En vista de que puedes soportar todo esto, en efecto eres una persona bastante buena y merecedora de empatía”. Así es como surgió su empatía. Esa es la empatía de los anticristos. Desde el inicio del desenmascaramiento de los anticristos hasta ahora, ese es el único tipo de “bien” que han hecho. ¿Cuán bien hecho está ese “bien”? ¿Es genuino? (No).

Los anticristos siguen a Cristo y han aceptado Sus palabras durante muchos años, sin embargo, nunca se han sentido honrados por poder aceptarlo como su Salvador en esta vida ni se han sentido honrados jamás por sufrir como lo hizo Él y por ser condenados y rechazados por el mundo tal como Él. En cambio, consideran los padecimientos de Cristo una ventaja y una prueba con la cual despreciarlo y negarlo. No tienen la voluntad ni la actitud de compartir estos padecimientos con Cristo. Prefieren ser espectadores, observar todos los sufrimientos que Él soporta, observar cómo lo trata la especie humana y tratarlo ellos mismos con base en esas observaciones. Cuando se proclama el nombre de Dios y la obra del evangelio se expande gradualmente entre toda la especie humana, y las posibilidades de dicha obra parecen prometedoras, los anticristos se acercan poco a poco al Dios encarnado y sienten un poco de respeto y envidia hacia Él. Al mismo tiempo, hacen grandes esfuerzos para acercarse a la casa de Dios, esmerándose para convertirse en miembros de esta y para ser parte de la expansión de la obra de Dios. ¿Es solo eso? ¿Es así de simple? No; cambian su actitud hacia la casa de Dios y hacia Cristo en función del estado de expansión de diversos proyectos en la casa de Dios, y lo hacen en cualquier momento y lugar. Si escuchan que alguna raza de personas entre la especie humana, sobre todo en Occidente, dice “Estas son verdaderamente las palabras de Dios, ¡realmente tienen autoridad! Vemos la esencia de Dios en estas palabras y estamos seguros de que esta persona común es Dios y de que este camino es el camino verdadero”, los anticristos se regocijan internamente en secreto: “Qué suerte que no me fui; ¡realmente es el camino verdadero! Mira, hasta los occidentales están hablando de dónde está el dios encarnado. Debería hacer más caso a sus palabras, ¡debo darme prisa y escuchar los sermones!”. En ese momento, los anticristos sienten que la voz de Dios es muy hermosa, que purifica mucho su alma, y sienten que deben apreciarla. Sin embargo, cuando la casa de Dios afronta algunos contratiempos esporádicos en la expansión de su obra en el extranjero y entre la especie humana, o cuando su obra se ve perturbada o afectada y fuerzas externas interfieren con ella, o incluso cuando la casa de Dios afronta algunas dificultades, los anticristos se inquietan otra vez en su interior: “¿Dónde está el dios encarnado? ¿Hablará? ¿Cómo se está manejando este asunto? ¿Dios pone las cosas en su lugar? ¿Ha sido atemorizado el pueblo escogido de dios? ¿Hay alguien que se haya ido de la casa de dios? ¿Hay alguna persona reconocida o veterana del mundo exterior dando su opinión o tomando cartas en el asunto de la casa de dios o defendiéndola? He oído que no. ¿Qué se debería hacer, entonces? ¿Está acabada la iglesia de dios? ¿Debería salirme mientras puedo?”. Esta agitación, ¿es significativa? En ese momento, al escuchar los sermones de Dios de nuevo, piensan: “Ya no digas esas palabras vacías ni hables de manera tan elevada. Ya no te escucharé. El mundo podría tragarse a la casa de dios en cualquier momento, ¿de qué sirven esas palabras? ¿Acaso pueden salvar a la gente? La influencia de la casa de dios puede desaparecer en un abrir y cerrar de ojos; toda su gente se dispersará así como así”. Ya no escuchan lo que Yo les digo. ¿Les queda algo de respeto? ¿De empatía? (Nada). ¿Qué queda? Solo el deseo de mirar y burlarse. Algunas personas dicen cosas desagradables entre bambalinas, dicen palabras dañinas y se regodean en los infortunios de la casa de Dios: “Creo que vienen problemas, no creo que puedas mantenerte firme. ¿Sirven de algo esas verdades? ¿Son eficaces tus palabras? ¿Y ahora qué? Han llegado los problemas, ¿no es así?”. Su lado demoníaco aparece. Todo lo que hacen los anticristos, ¿no es lo que haría un diablo? Carecen incluso de la más básica moral humana; son completamente perversos, ¡muerden la mano que les da de comer! Comen de la casa de Dios, gozan del sustento de las palabras de Dios, de Su protección y Su gracia, pero, a la primera señal de problemas, se ponen del lado de los de afuera, traicionan los intereses de la casa de Dios y se regodean en sus infortunios. ¿Qué son, sino diablos? ¡Son diablos de la cabeza a los pies! Cuando ven que la casa de Dios cobra impulso, se dejan caer sobre sus rodillas frente al Dios encarnado, como si fuesen seguidores de Dios. Pero, cuando ven que Satanás asedia y condena la casa de Dios, ya no se postran frente a Él. En cambio, se mantienen erguidos y orgullosos, creyéndose demasiado dignos como para arrodillarse frente a nadie, esperando con ansias para burlarse de ti. También se intensifican el tono y el volumen de su voz cuando te hablan; empiezan a hablar en tono burocrático, a actuar de manera anormal, emerge su conducta demoníaca y cambian velozmente. Decidme, ¿alguna vez temerán a Dios esas personas? ¿Cuándo? (Nunca). Así es, exactamente; esa es una afirmación muy correcta. Esas personas son de la calaña de Satanás; nunca temerán a Dios porque no aceptan la verdad, le pertenecen a Satanás. Esa es la esencia-naturaleza de aquellos que le pertenecen a Satanás, la espantosa cara de los anticristos que le pertenecen a él. Siempre están dispuestos a burlarse de la casa de Dios, siempre buscan ridiculizar al Dios encarnado; preparan y reúnen constantemente material con el cual negar a Cristo y negar la esencia de Dios, y siempre están listos para ponerse del lado de los de afuera y traicionar los intereses de la casa de Dios. Cuantos más problemas afronte la casa de Dios, más felices y encantados están los anticristos. Cuando los hermanos y hermanas pueden llevar a cabo sus deberes normalmente y todo está en orden en la obra de la casa de Dios, se sienten incómodos e insatisfechos y desean que le sobrevengan dificultades cuanto antes a la casa de Dios, que su obra no avance sin contratiempos, que encuentre percances y obstáculos. En resumen, si todo va bien en la casa de Dios y los hermanos y hermanas pueden cumplir sus deberes con normalidad y actuar de acuerdo con los principios-verdad, los anticristos no encuentran alegría en su corazón. Cuando los hermanos y hermanas escuchan las palabras de Dios, practican según Sus palabras, honran la grandeza de Dios y de Cristo y pueden dar testimonio de Él y exaltarlo, ese es el momento más insoportable para los anticristos, es cuando son más juzgados y atormentados.

Los anticristos indagan sobre varias noticias en la casa de Dios. Si durante mucho tiempo no pueden obtener información sobre cómo está avanzando la obra del evangelio en la casa de Dios, cómo se están desarrollando las diversas tareas profesionales en ella, si están avanzando sin contratiempos, si la cantidad de gente en el extranjero está aumentando, si la escala de la iglesia se está expandiendo, si se han fundado iglesias en varios países, o si no se enteran de que entrarán en la casa de Dios más aspirantes o gente de renombre en la sociedad, entonces sienten que creer en el Dios encarnado es aburrido y poco interesante. Dejan de prestarle atención al Dios encarnado y hasta consideran unirse a otras denominaciones más dinámicas o influyentes. Sin embargo, si de vez en cuando escuchan buenas noticias sobre la casa de Dios, tal como vídeos de testimonios de hermanos y hermanas que generan interés y atraen significativamente la atención en algunas organizaciones de derechos humanos, su corazón se llena de felicidad, esperanza y alegría. Si, por ejemplo, la casa de Dios recibe atención o cobertura de un grupo famoso, están aún más encantados y emocionados: “Al parecer, esta persona común no es simple en absoluto; ¡parece que logrará algo grande!”. Si el nombre de la iglesia tiene la suerte de ser mencionado por una figura famosa o incluso por un líder, los anticristos se agitan más todavía: “En esta vida, he tomado la decisión más grande y acertada, que es seguir a dios todopoderoso. He decidido, de hoy en adelante, jamás dejarlo, tratarlo como a dios y venerarlo en mi corazón, porque este dios tiene el respeto del líder Fulano. Si él lo respeta, yo también debería hacerlo. Este dios ha sido mencionado y reconocido por líderes, así que ¿cómo podría lamentar creer en él y seguirlo? ¿No debería seguirlo con más determinación aún? Desde ahora, estoy decidido a no albergar jamás la idea de dejar la iglesia de dios todopoderoso. Debo desempeñarme bien, soportar más sufrimiento, pagar un precio más alto, debatir más con mis hermanos y hermanas al hacer las cosas y seguir lo que sea que la iglesia diga. ¡Quizás en el futuro, a medida que la iglesia se expanda y gane más renombre, podría obtener un título de alto rango y destacar!”. Pensando en eso, se sienten encantados en su corazón: “¡Tomé una decisión muy buena, muy acertada! ¡Qué listo soy! Y pensar que antes consideré marcharme; ¡qué necio e ignorante era en ese momento! Era joven e impulsivo, propenso a emitir juicios erróneos y a tomar malas decisiones. Ahora que soy mayor, me he vuelto más estable y sé cómo esconderme, y por fin veo esperanza. Por suerte no me marché, no creí en esos rumores y no me dejé desorientar ni influir por ellos. ¡Eso fue bastante peligroso! Debo tener más cuidado en el futuro. ¡Parece que esta persona es extraordinaria y debo tratarlo bien!”. Al sentir la emoción y el impulso, compran algunos artículos de salud y cosas bonitas para ofrendar y escriben en ellos: “Para mi amado Dios, estos artículos”. Debajo, firman: “Especialmente presentado y respetuosamente entregado por Fulano en tal fecha”. Ese era un regalo especial y valioso, pero hay una historia, una intención oculta detrás de él. Al oír esto podríais decir: “¿Así que así es como entiendes las ofrendas que la gente hace a Dios?”. No es que las entienda de esa manera y tampoco es que toda la gente actúe de ese modo ni que todas las ofrendas tengan tales motivos. Sin embargo, no se puede negar que la acción de hacer ofrendas, en el caso de algunas personas, está influenciada y motivada por tales intenciones y tiene tal trasfondo. ¿Es este un punto de vista objetivo? (Sí).

Cuando los anticristos calculan todo en su mente, lo primero que consideran son sus propios intereses. Son egoístas y despreciables y hacen sus propios cálculos para todo. Con respecto al avance de las diversas tareas en la casa de Dios, la mayoría de quienes persiguen la verdad, así como la mayoría de los creyentes comunes, no desean saber ni indagan sobre estos temas, porque saber sobre esos asuntos generales no es relevante en la búsqueda de la verdad. Estar al tanto de ellos no sirve de nada, no quiere decir que poseas la vida o la verdad, así como ignorarlos no implica que tengas una estatura pequeña. Estos asuntos no están relacionados con la verdad y no ayudan en absoluto a comprenderla ni a adquirir temor de Dios. Ese es un nivel que puede alcanzar la gente que posee razón. Sin embargo, los anticristos se aferran a estos asuntos tenazmente y los consideran la verdad suprema. Indagan y recopilan información sobre estos temas. Después de recopilar información sobre estos asuntos, no se limitan a guardársela para ellos, sino que la divulgan por todas partes, creyendo que cada hermano y hermana tiene curiosidad por estas cosas, aunque, en realidad, a muchos de ellos no les interesan. Yo mismo rara vez indago en estos asuntos. Si resulta que me encuentro con alguien que está involucrado, puede que converse sobre ello, pero no busco activamente a personas para preguntarles. Hay una sola situación en la que indago, y es relativa a cómo se debe hacer cierta obra, al progreso de vuestro trabajo y a si hay problemas o descuidos. Solo en ese caso pregunto, pero, aparte de eso, no indago en absoluto por curiosidad o preocupación. Mis preguntas se relacionan solo con la obra, no con la fuente de la información o con la curiosidad. Los anticristos, quienes no aman la verdad, tienen muchas ganas de hurgar en estos asuntos, y tienen un objetivo específico al hacerlo. Ellos usan situaciones y entornos externos, incluidas las circunstancias de la iglesia en diversos períodos y dentro de distintas denominaciones, razas y etnias, para juzgar si la obra de Dios es correcta o incorrecta e incluso para juzgar si Cristo es Dios. ¿Qué clase de criaturas son? ¿Creen en Dios? Está claro que son incrédulos. No importa cuánta verdad compartas, no pueden escucharla ni comprenderla. Sin embargo, indagan con gran detalle en la valoración externa de la iglesia y su estatus y circunstancias en diversos países, de manera virtualmente indistinguible a los incrédulos. Estas son las manifestaciones de los incrédulos con intenciones ocultas. ¿Hay algunas personas así a vuestro alrededor? Puede que no os hayáis dado cuenta. Cada vez que nos reunimos y ponemos al descubierto las diversas esencias de los anticristos, una parte de esas personas es condenada. Una vez desenmascaradas, su verdadera naturaleza retrocede y no se atreven a mostrarse. En especial después de esta enseñanza, algunas personas ya no se atreverán a indagar. Pero, aunque pueden no atreverse ya a preguntar directamente, siguen recolectando rumores tras bambalinas. Dejan de preguntarles a los hermanos y hermanas, pero, en secreto, indagan en Internet. Además, se desviven por averiguar lo que los no creyentes, las denominaciones y los países occidentales piensan y dicen sobre nuestra iglesia, como si estuviesen enloquecidas. ¿No es eso un poco demente? Están obsesionadas, no pueden evitarlo. La gente que no ama la verdad y que siente aversión por ella no atiende a razones.

Ahora ya han aparecido varios desastres inusuales, y según las profecías de la Biblia, habrá desastres aún mayores en el futuro. Entonces, ¿cómo obtener la protección de Dios en medio de los grandes desastres? Contáctanos, y te mostraremos el camino.

Conéctate con nosotros en Messenger