Punto 10: Desprecian la verdad, desacatan con descaro los principios e ignoran las disposiciones de la casa de Dios (IV) Parte 4

Algunas personas proclaman constantemente su fe en Dios, pero, cuando les sobrevienen acontecimientos, buscan la opinión de todos los hermanos y hermanas; sin buscar nunca la opinión de Cristo. No indagan sobre lo que dice Cristo, cuál es Su conclusión, por qué quiere hacer eso o de qué manera debe someterse la gente. Han buscado la opinión de cada hermano y hermana y son capaces de respetar todas sus opiniones y pensamientos, pero no aceptan ni una sola frase dicha por Cristo y no muestran ninguna intención de someterse. ¿Cuál es la naturaleza de este asunto? ¿No son anticristos? (Sí). ¿Qué ocurre en esta situación? ¿Por qué no lo implementan? ¿Por qué les cuesta tanto? Existe un motivo. Ellos piensan: “Cristo tiene la verdad y la esencia de dios, pero todo lo suyo es palabrería oficial, simplemente doctrinas y eslóganes. En los asuntos reales, no puedes ver las intenciones de nadie. Tus palabras solo se pronuncian para que las oigamos, se imprimen en los libros y no guardan relación alguna con tus capacidades reales. Por lo tanto, si determinas que alguien es una persona malvada o un anticristo, puede que no sea acertado. ¿Por qué yo no me he dado cuenta de que es malvado o un anticristo? ¿Por qué no comprendo ese asunto?”. ¿No es así como piensan? Piensan: “Solo has visto a esa persona dos veces, la has oído decir unas cuantas palabras y hacer una sola cosa, y ya la defines como malvada. Los hermanos y hermanas no lo piensan; ¿por qué tú sí? ¿Por qué deben tener tanto peso tus palabras? No he visto ninguna acción malvada por parte de esa persona, ni sé qué cosas malas ha hecho, así que no puedo decir ‘Amén’ a lo que tú dices. Tengo nociones y reservas sobre lo que estás haciendo. Pero, aunque tengo nociones, no puedo expresarlas abiertamente, así que debo recurrir a métodos indirectos: dejaré que los hermanos y hermanas resuelvan el asunto mediante votación. Si los hermanos y hermanas no están de acuerdo, entonces no hay nada que hacer; ¿de verdad puedes podarlos a todos ellos también? Además, solo has interactuado con esa persona unas pocas veces y ya la calificas de malvada. ¿Por qué no le das una pequeña oportunidad? Mira qué tolerantes y cariñosos son los hermanos y hermanas. Yo no puedo ser el malo; también debo ser cariñoso y dar oportunidades a la gente y no ser como tú, que tan rápido te formas una opinión sobre las personas. Echar a alguien no es sencillo. ¿Y si la persona se debilita después? Cuando se afrontan problemas, cristo debe proteger a los hermanos y hermanas. Debería tolerar cualquier necedad, rebeldía o ignorancia de los hermanos y hermanas y no ser tan tajante y carente de amor. ¿No se supone que dios es completamente misericordioso? ¿Adónde ha ido a parar esa misericordia? Calificar de malvado a quien no te gusta y querer echarlo… ¡Eso no cumple en absoluto con las normas!”. Esas son nociones, ¿no? (Sí). Cuando Cristo hace algo o toma una decisión, si no están de acuerdo con ella, resulta difícil que la implementen. Dan largas al asunto, utilizan diversas excusas y métodos para oponerse; simplemente se niegan a implementarla o a obedecer. Su intención es la siguiente: “Si yo no la implemento, ¡tu tarea no se cumplirá!”. Te diré algo: ¡si tú no la implementas, encontraré a alguien que pueda ser líder, y te podrás ir por donde has venido! ¿No debería tratarse así el asunto? (Sí). Los despaché así, directa y eficazmente, sin necesidad de consultar con nadie.

Algunas personas nunca entienden la verdad y siempre tienen dudas sobre las palabras de Dios. Dicen: “¿Es lo mismo que la verdad tenga el poder a que cristo tenga el poder? Las palabras de cristo no son necesariamente siempre correctas, pues tiene un aspecto humano”. No pueden aceptar que Cristo tenga el poder. Si fuera el Espíritu de Dios el que tiene el poder, no tendrían nociones. ¿Cuál es el problema en este caso? Esas personas no tienen la menor duda sobre el Dios en los cielos, pero siempre dudan del Dios encarnado. Cristo ha expresado mucha verdad y aun así no lo reconocen como el Dios encarnado. Entonces, ¿pueden admitir que Cristo es la verdad, el camino y la vida? Es difícil saberlo. Aunque tales personas sigan a Cristo, ¿pueden dar testimonio para Él? ¿Son compatibles con Cristo? No hay una respuesta definitiva a esas preguntas. También es incierto si esas personas pueden seguir hasta el final de la senda. Algunas personas reconocen sin reservas en su corazón que, en la casa de Dios, la verdad tiene el poder. Pero ¿cómo entienden que la verdad tenga el poder? Piensan que cualquier trabajo que se haga, siempre que esté relacionado con la casa de Dios, debe debatirse y decidirse entre todos. Siempre que se llegue a un consenso, sea cual sea el resultado, debe implementarse. Creen que eso es lo que significa que la verdad tenga el poder. ¿Es correcto ese punto de vista? Se trata de un grave error de concepto; es el enunciado más absurdo y disparatado. ¿De dónde viene la verdad? Cristo la expresa. Solo Cristo es la verdad, mientras que la humanidad corrupta no posee ninguna en absoluto, así que ¿cómo puede la gente llegar a la verdad a través de la deliberación? Si la gente pudiera producir la verdad a través de la deliberación, eso implicaría que la humanidad corrupta posee la verdad. ¿No es de lo más absurdo? Por lo tanto, que la verdad tenga el poder quiere decir que Cristo tiene el poder; significa que las palabras de Dios tienen el poder, no que todo el mundo tenga el poder o pueda opinar. Reunirse para hablar sobre la verdad y de las palabras de Dios es correcto; así es la vida de iglesia. Pero ¿qué se consigue con ese tipo de práctica? Que todos comprendan la verdad y conozcan las palabras de Dios, que todos sean capaces de someterse a Sus palabras y obrar en conformidad con ellas. La gente se reúne para hablar sobre la verdad precisamente porque no la entiende. Si la entendieran, podrían someterse directamente a Cristo y a las palabras de Dios; esa sería una sumisión genuina. Si un día el pueblo escogido de Dios entiende la verdad, todos pueden someterse directamente a Cristo, enaltecerlo y dar testimonio de él, significará que el pueblo escogido de Dios ha sido completado. Más aún, dará testimonio de que la casa de Dios está gobernada por la verdad, por Cristo. Solo tales hechos y testimonios probarían que Dios ha gobernado como rey en la tierra, y que el reino de Cristo ha aparecido. Pero ¿cómo entienden algunos anticristos y falsos líderes que la verdad tenga el poder? Según su implementación, significa que los hermanos y hermanas tienen el poder. Cualquiera que sea el trabajo que realicen, si pueden comprenderlo en profundidad, lo hacen de manera conforme a su propia voluntad; si no pueden, charlan con unas pocas personas y dejan que el grupo decida. ¿Puede esto probar que se practica la verdad? ¿La decisión del grupo coincide necesariamente con las intenciones de Dios? ¿Puede esa práctica provocar que la verdad tenga el poder? ¿Puede dar testimonio de que Cristo tiene el poder en la casa de Dios? Tratan el hecho de que se permita a los hermanos y hermanas expresar sus opiniones, debatir sus puntos de vista y, finalmente, llegar a un consenso y tomar decisiones como si la verdad tuviera el poder, lo que implicaría que los hermanos y hermanas son los portavoces de la verdad, sinónimos de la verdad misma. ¿Es correcto entenderlo así? Es evidente que no, pero algunos anticristos y falsos líderes sí actúan como si así fuera y lo implementan de esa manera. Piensan que, al hacerlo, están ejerciendo la democracia, que están tomando una decisión democrática y que debe hacerse así al margen de si se ajusta o no a la verdad. ¿Cuál es la esencia de actuar así? ¿Los asuntos decididos de forma democrática se ajustan de manera automática a la verdad? ¿Representan automáticamente a Dios? Si la democracia fuera la verdad, no habría necesidad de que Dios expresara la verdad; en ese caso, ¿no bastaría con dejar que gobernara la democracia? No importa cómo la especie humana corrupta practique la democracia, no puede producir la verdad al practicarla. La verdad viene de Dios, de las expresiones de Cristo. Por mucho que un método humano se ajuste a las ideas o gustos humanos, no puede representar la verdad. Esto es un hecho. En esencia, el enfoque de los falsos líderes y anticristos es que, mientras aparentan que la verdad tiene el poder, dejan completamente de lado a Cristo; lo sustituyen por la democracia y reemplazan Su gobierno por el método de la enseñanza comunal y el gobierno democrático. ¿Es fácil discernir la naturaleza de ese enfoque y sus consecuencias? Las personas perspicaces deberían ser capaces de detectarlas. Los falsos líderes y anticristos no son los que se someten a Cristo, sino los que lo niegan y desafían. No importa lo que Cristo enseñe en la iglesia, incluso si la gente escucha y entiende, lo trata como si le entrase por un oído y le saliese por el otro, y no está dispuesta a implementarlo. En cambio, prestan atención a lo que dicen los falsos líderes y los anticristos; al final, son esas palabras las que cuentan para ellos. Que la gente pueda actuar conforme a las palabras de Cristo depende de las decisiones de esos falsos líderes y anticristos, y la mayoría de la gente tiende a seguirlos a ellos. Los anticristos implementan una férrea vigilancia sobre el trabajo de la iglesia y solo permiten que tomen decisiones ellos mismos y no dejan que Dios tenga voz ni poder. Piensan: “Cristo solo está aquí para supervisar la obra. Puedes decir lo que quieras y organizar el trabajo, pero la forma de implementarlo depende de nosotros. No interfieras en nuestra labor”. ¿No es lo que hacen los anticristos? Siempre dicen: “Todos los hermanos y hermanas han hablado” o: “Todos los hermanos y hermanas han llegado a un consenso”; ¿los que dicen esas cosas realmente comprenden la verdad? ¿Quiénes son esos hermanos y hermanas? ¿No son solo un grupo de personas profundamente corrompidas por Satanás? ¿Cuánta verdad comprenden? ¿Cuánta realidad-verdad poseen? ¿Pueden representar a Cristo? ¿Son la personificación de la verdad? ¿Pueden ser los portavoces de la verdad? ¿Tienen alguna relación con la verdad? (No). Puesto que no hay relación, ¿por qué los que dicen tales cosas siempre consideran a los hermanos y hermanas como supremos? ¿Por qué no enaltecen y dan testimonio de Dios? ¿Por qué no hablan y actúan de manera conforme a la verdad? Los que hablan así, ¿no son personas absurdas? Después de leer las palabras de Dios y escuchar sermones durante tantos años, no entienden verdad alguna y no pueden ver cómo son los verdaderos hermanos y hermanas. ¿No están ciegos? Ahora bien, todos han sido clasificados según su tipo; muchos han puesto en evidencia su verdadera naturaleza. Todos son de la calaña de Satanás: son puras bestias. ¿No lo veis claro? ¡No poseéis verdad alguna! Algunas personas no están dispuestas a escucharme diseccionar a los anticristos. Dicen: “Ay, no hables siempre de algo tan trivial como los anticristos; es bochornoso. ¿Por qué siempre diseccionas a los anticristos?”. ¿Estaría bien no hacerlo? Se los debe diseccionar así para enseñar a la gente a discernir. De lo contrario, una vez que aparezcan los anticristos, desatarán muchas herejías y falacias, desorientarán a muchas personas e incluso controlarán la iglesia y establecerán su propio reino independiente. ¿Veis claro lo graves que son las consecuencias de este asunto? Acabamos de hablar sobre lo que es que la verdad tenga el poder. Mediante la charla, la gente ha visto los métodos absurdos y los puntos de vista disparatados de los anticristos. Los anticristos siempre quieren detentar el poder ellos mismos y no que lo haga Cristo, por lo que convierten el gobierno de la verdad en una forma democrática y defienden que el hecho de que todos se reúnan para tratar asuntos es que la verdad tiene el poder. ¿No hay engaños de Satanás en eso? ¿Es la verdad algo a lo que todos pueden llegar mediante la deliberación? La verdad la expresa Dios y procede de Dios. ¿Por qué no podéis directamente practicar las palabras de Dios, someteros a Dios y obedecer las disposiciones de Dios? ¿Por qué los mandatos de Cristo deben determinarse mediante la deliberación de todos? ¿No es una conspiración de Satanás? Los anticristos suelen desatar una serie de teorías para desorientar a la gente y, sea cual sea la tarea que implementen, tienen la última palabra, lo que vulnera por completo los principios-verdad. Mirándolo desde el punto de vista de las manifestaciones de los anticristos, ¿cuál es exactamente su carácter? ¿Son personas que aman lo positivo y la verdad? ¿Tienen una verdadera sumisión hacia Dios? (No). Su esencia es sentir aversión y odio por la verdad. Es más, son tan arrogantes que pierden toda racionalidad, incluso carecen de la conciencia y la razón básicas que deberían tener las personas. Esas personas no son dignas de ser llamadas humanas. Solo se puede decir que son de la calaña de Satanás; son diablos. Cualquiera que no acepte la verdad en lo más mínimo es un diablo; eso está fuera de toda duda.

También hay algunas personas que adoptan hacia las palabras de Cristo una actitud que no es ni humilde ni arrogante. No expresan aceptación completa ni se oponen. Cuando Cristo habla, comparte la verdad, discierne a un individuo o asigna una tarea de trabajo, por fuera ellas parecen estar escuchando y tomando notas, se muestran serias y colaboradoras. Toman apuntes meticulosos acerca de todo, subrayando varias cosas, aparentemente muy interesadas en la verdad y dando mucho valor a lo que Cristo dice, como si amaran especialmente la verdad y tuvieran una fe inquebrantable en Él. Pero ¿se pueden ver la actitud de la gente hacia la verdad, su carácter y su esencia a partir de fenómenos tan superficiales? No. Por fuera, parece que tales personas están tomando apuntes y escuchando, pero en su corazón, ¿qué están pensando realmente? Cuando miran lo que han anotado, piensan: “¿Qué es todo esto? Ni una sola línea que sea útil, nada que se vea elevado o conforme a la verdad ni nada que me parezca lógico. ¡Bien podría romperlo!”. ¿No es este un tipo de actitud? He visto a muchas personas asentir con la cabeza y hacer diversas expresiones faciales mientras escuchaban sermones, tomando notas al mismo tiempo también, pero después no se lo toman en serio en absoluto. No recuerdan lo que deben implementar ni lo guardan en su corazón ni actúan en consecuencia. En cuanto a implementar lo que deberían, es aún menos probable que ocurra. Lo que deberían implementar está relacionado con el trabajo de la casa de Dios y su deber, y aquello en lo que deberían entrar atañe a su entrada personal. No implementan lo que deberían y menos aún se toman en serio su entrada personal. Afirman: “Han dicho que cada frase dicha y expresada por cristo es la verdad, es en lo que la gente debe entrar, que todo eso es la verdad, el camino y la vida; pero yo no veo ninguna verdad o camino en lo que anoto cada vez, ni siento que sea vida. Entonces, ¿cómo podría cumplirse el enunciado de que cristo tiene la esencia de dios? ¿Cómo podría materializarse? ¿Cómo podría coincidir con lo que veo? No concuerda fácilmente”. Algunas personas dicen: “Si esta es su actitud después de escuchar, entonces, ¿por qué tomaron notas, siquiera? Parecían tener una actitud correcta, seria y responsable; ¿qué sucede?”. Hay una sola razón. Si alguien que no ama la verdad y siente una aversión extrema por ella puede parecer especialmente serio y atento cuando Cristo habla, su única intención no es otra que actuar por inercia sin entusiasmo, no hay una aceptación genuina. Cada vez que leen las palabras de Dios o entran en contacto con Cristo y conversan con Él, lo que perciben no es la supuesta elevación, insondabilidad o maravilla de Dios, sino Su practicidad, normalidad e insignificancia. Por lo tanto, desde su propio punto de vista y postura, es imposible para ellos asociar las palabras de esta persona corriente con la verdad, el camino o la vida. Miren como miren a esta persona, solo ven a un humano; no pueden considerarlo Dios o Cristo. Por lo tanto, no pueden tratar estas palabras extremadamente comunes como la verdad para observar, practicar y usar como una guía para su vida, un objetivo para su existencia, etcétera; lo encuentran angustiante. Dicen: “¿Cómo es que no puedo ver ninguna verdad en estas palabras corrientes? ¿Cómo es que todos vosotros podéis verla? ¿No son solo palabras corrientes? Es lenguaje humano, texto humano, gramática humana, incluso utilizan algunas frases y vocabulario humanos y diseccionan algunos proverbios humanos y aspectos de la cultura. ¿Cómo pueden estas palabras contener la verdad? ¿Por qué no puedo verla? Puesto que todos vosotros decís que es la verdad, entonces me limitaré a seguirles la corriente y a repetir como un loro lo que dicen los demás; tomaré apuntes porque eso es lo que hacen los demás, pero mientras todos vosotros lo consideráis la verdad, desde luego yo no. ‘Verdad’ es una palabra muy sagrada ¡debe de ser algo en extremo elevado! Cuando se trata de la verdad, implica a dios y, si implica a dios no puede ser algo tan corriente, tan insignificante, tan común. Así que, por más que escruto y analizo, no puedo encontrar ningún indicio de dios en él. Si no hay ningún indicio de dios en él, ¿cómo puede salvarnos? Es imposible. Si sus palabras no pueden salvarnos ni beneficiarnos, ¿por qué deberíamos seguirlo? ¿Por qué deberíamos implementar sus palabras? ¿Por qué deberíamos vivir según sus palabras?”. Han mostrado su verdadera cara de anticristos, ¿no es así? De principio a fin, su actitud hacia la carne en la que se encarna Dios es de escrutinio. No hay ni aceptación ni sumisión en la forma en que tratan las palabras de Dios, mucho menos las practican, se comprometen con ellas o las experimentan. Por el contrario, las tratan con una actitud de resistencia, oposición y rechazo. Toman algunos apuntes a regañadientes cuando Cristo conversa con la gente, pero en el fondo no aceptan ni un poco. Después de interactuar con Cristo, algunas personas dicen: “Hablar y compartir con Dios cara a cara es en verdad agradable”. El anticristo dice: “Yo también lo intentaré. Hablaré cara a cara con cristo y veré cómo son realmente sus expresiones faciales, sus acciones y su discurso cuando habla con la gente. Veré qué se puede ganar o descubrir de ello, si es beneficioso para la gente sentar una base y afirmar su creencia en él como el dios verdadero”. Con semejante actitud hacia Cristo y Sus palabras, ¿pueden llevar a cabo alguna práctica o implementación reales? No, no pueden. No son más que espectadores que han venido a ver la agitación, no están aquí para buscar la verdad en absoluto. ¿No creéis que la actitud con la que estas personas tratan a Cristo y conversan con Él se parece un poco a la de un grupo de señoras del barrio conversando juntas en un porche, donde no es necesario ser serio al hablar con cualquiera, y donde cada uno dice simplemente lo que le apetece? Estas personas tratan a Cristo de la misma manera: “Tú expresa tu punto de vista, yo me quedo con el mío. Acordemos no estar de acuerdo; no esperes persuadirme, y desde luego yo no aceptaré lo que digas”. ¿No es ese tipo de actitud? ¿Qué actitud es esta? (Despectiva e irreverente). Estas personas son extrañas. Si no reconoces a Cristo como la carne en la que se encarna Dios, entonces, ¿por qué crees en Él y lo sigues? Si no crees, ¿por qué no te marchas y terminas con esto? ¿Quién te obliga a creer? Nadie te obliga a creer en Dios; es tu propia elección.

Cuando algunas personas escuchan Mi enseñanza sobre un asunto, rápidamente desarrollan opiniones diferentes: “Tú lo piensas así, pero yo lo pienso de esta manera. Tú tienes tus ideas sobre cada asunto y yo tengo las mías; cada uno tiene sus propias ideas”. ¿Qué clase de criatura diría esto? Cuando Dios le provee la verdad a la gente, ¿es una especie de argumento? ¿Son las palabras de Dios una teoría académica? (No). Entonces, ¿qué son? (Son la verdad). Sé más específico. (Son los principios y la dirección para la conducta humana, lo necesario para la vida de las personas). ¿Por qué decimos que Dios les provee la verdad a las personas? ¿Se ha dicho alguna vez que Él provee el conocimiento? (No). ¿Por qué decimos que las palabras de Dios son para que la gente coma y beba de ellas? Las palabras de Dios son como la comida de las personas; pueden sostener tu cuerpo físico y permitirte vivir y, además, te permiten vivir bien, te permiten vivir con la apariencia de un ser humano. ¡Son vida para una persona! Las palabras de Dios no son una forma de conocimiento, un argumento o un dicho. El conocimiento, los argumentos y la cultura tradicional humana solo pueden corromper a las personas. La gente puede vivir con ellos o sin ellos, pero, si uno desea vivir y convertirse en un ser creado cualificado a la altura de los estándares, no puede hacerlo sin la verdad. Entonces, ¿qué es exactamente la verdad? (Es el criterio para comportarse, para actuar y para adorar a Dios). Correcto, eso es más específico. ¿Lo ven así los anticristos? No aceptan este hecho. Se oponen y resisten a este hecho y lo condenan, por lo que no pueden obtener la verdad. En sus pensamientos y puntos de vista, piensan: “Tú no eres más que una persona corriente. Dices una cosa y otras personas van y practican de acuerdo con tus palabras, así que ¿por qué no puedo decir algo correcto y que la gente vaya y lo practique también? ¿Por qué lo que tú dices es siempre correcto y lo que yo digo es siempre incorrecto? ¿Por qué tus palabras se consideran la verdad mientras que las mías se consideran conocimientos y doctrinas?”. No se basa en nada; es un hecho, y eso lo determina la esencia. Cristo es la carne en la que se encarna Dios, y Su esencia es Dios. Nadie puede negar esto; aunque los anticristos se nieguen a reconocerlo o aceptarlo, no pueden negarlo. El momento en que el hombre se aleja de Cristo y lo rechaza es el momento de su destrucción. Sin Cristo ni Sus palabras, nadie puede ser salvado. ¿No es esto un hecho? (Sí). ¿Qué tipo de edificación pueden brindar a la gente esas palabras y teorías de los anticristos? Si la gente no las acepta, ¿sufrirá alguna pérdida? No, no habrá ninguna pérdida. Las palabras de los anticristos no tienen ninguna influencia positiva en nadie, sino que tienen muchos efectos negativos. Si Cristo no dijera ni una sola frase y se limitara a vivir una vida normal durante el número de años que fuera antes de marcharse, ¿qué ganaría la especie humana? Además de cargar con la cruz, ¿qué más podrían ganar los humanos? Seguirían viviendo en pecado, confesándose y arrepintiéndose, atrapados inextricablemente en el pecado, volviéndose cada vez más depravados y, finalmente, cuando la obra de Dios termine, todos serían destruidos. Así acabaría la especie humana. Pero vino Cristo, expresó todas las palabras que Dios quería decir al hombre, proveyó toda la verdad que el hombre necesita y reveló al hombre lo que Dios tiene y es. ¿Acaso esto no supuso un punto de inflexión para el hombre? En otras palabras, ¿las palabras de Cristo no crearon un punto de inflexión para el hombre? (Sí). ¿Qué es este punto de inflexión? Principalmente, es el cambio de que los seres humanos pasen de enfrentar la condenación y la destrucción a tener la oportunidad y la esperanza de salvarse. ¿No es eso un punto de inflexión? La esperanza de las personas ha llegado; ven el amanecer y tienen la esperanza de salvarse y de sobrevivir. Cuando Dios destruya y castigue a la humanidad, ellas podrán evitar la destrucción y el castigo. Entonces, para una especie humana que puede sobrevivir, ¿Cristo y Sus palabras son algo bueno o malo? (Algo bueno). Son algo bueno. Que los anticristos sean tan hostiles y aborrezcan tanto a dicho Cristo, a una persona tan corriente, está determinado por su esencia.

Hay otra manifestación de los anticristos en su forma de tratar al Dios encarnado. Dicen: “En cuanto vi que cristo era una persona corriente, se formaron nociones en mi mente. La Palabra manifestada en carne es una expresión de dios; es la verdad y lo admito. Tengo una copia de La Palabra manifestada en carne, y eso es suficiente. No necesito tener contacto con cristo. Si tengo nociones, negatividad o debilidad, puedo resolverlas con solo leer la palabra de dios. Es fácil desarrollar nociones si tengo contacto con el dios encarnado, y esto muestra que estoy demasiado profundamente corrompido. Si llego a ser condenado por dios, no tendré esperanza de salvación. Por eso, es mejor si leo la palabra de dios por mi cuenta. Es el dios en el cielo quien puede salvar a la gente”. Son las palabras de Dios y Su enseñanza actuales, especialmente aquellas palabras que exponen el carácter y la esencia de los anticristos, las que más hieren sus corazones y les resultan más dolorosas. Estas son las palabras que los anticristos están menos dispuestos a leer. Por lo tanto, los anticristos desean en su interior que Dios abandone pronto la tierra, para que ellos puedan gobernarla mediante su propio poder. Creen que la carne en la que se encarna Dios, esta persona corriente, es superflua para ellos. Siempre reflexionan: “Antes de escuchar los sermones de cristo, sentía que lo entendía todo y que estaba bien en todos los aspectos, pero, después de escucharlos, es diferente. Ahora me siento como si no tuviera nada, siento que soy muy insignificante y lamentable”. Entonces, determinan que las palabras de Cristo no los exponen a ellos sino a otros, y piensan que no es necesario escuchar los sermones de Cristo, que con leer La Palabra manifestada en carne es suficiente. Internamente, la intención principal de los anticristos es negar el hecho de que Dios se ha hecho carne, negar el hecho de que Cristo expresa la verdad; piensan que de esta manera tienen la esperanza de salvarse a través de su creencia en Dios y pueden gobernar como reyes en la iglesia, satisfaciendo así su intención inicial al creer en Dios. Los anticristos tienen una naturaleza innata de resistencia a Dios; son tan incompatibles con el Dios encarnado como el fuego y el agua, en eterna discordia. Piensan que cada día que Cristo existe es un día en el que les resultará difícil brillar, y que están en peligro de ser condenados, descartados, destruidos y castigados. Mientras que Cristo no hable y no obre, y mientras que el pueblo elegido de Dios no lo admire, entonces la oportunidad de los anticristos está a su alcance. Tienen la oportunidad de demostrar sus habilidades. Con un movimiento de la mano, masas de personas se pasarán a su bando, y los anticristos podrán gobernar como reyes. La esencia-naturaleza de los anticristos es sentir aversión por la verdad y odio hacia Cristo. Compiten con Él a ver quién tiene más talento o quién es más capaz; compiten con Él a ver si son Sus palabras o las de ellos las que tienen más poder y quién tiene mayores habilidades. Como están haciendo lo mismo que Cristo, pretenden hacer ver a los demás que, aunque tanto ellos como Él son humanos, las habilidades y la erudición de Cristo no son mejores que las de una persona corriente. Los anticristos compiten con Cristo en todos los sentidos, disputando quién es mejor y tratando de negar desde todos los ángulos el hecho de que Cristo es Dios, de que Él es la encarnación del Espíritu de Dios y la encarnación de la verdad. También piensan en diversas formas y medios, en todos los ámbitos, de evitar que Cristo tenga poder entre los miembros del pueblo escogido de Dios, para evitar que las palabras de Cristo se difundan o implementen entre ellos, e incluso para evitar que las cosas que Él hace, las cosas que exige de las personas y Sus esperanzas para ellas se concreten entre los escogidos de Dios. Es como si, cuando Cristo está presente, ellos fueran despreciados, condenados y rechazados por la iglesia; un grupo de personas ubicadas en un rincón oscuro. Podemos ver en las diversas manifestaciones de los anticristos que, por su esencia y carácter, son irreconciliables con Cristo: ¡no pueden estar bajo el mismo cielo que Él! Los anticristos han sido antagónicos a Dios desde que nacieron; intentan específicamente resistirse a Él y quieren derrotar y vencer a Cristo. Quieren que todo el trabajo que Cristo hace sea en vano y para nada, para que al final Él no gane a mucha gente y para que, sin importar dónde obre, no obtenga resultados. Solo entonces los anticristos serán felices. Si Cristo expresa verdades y la gente está sedienta de ellas, buscándolas, aceptándolas con gusto y estando dispuesta a gastarse por Cristo, a abandonarlo todo y difundir el evangelio de Cristo, entonces los anticristos se desaniman y sienten que no hay esperanza para el mañana, que nunca tendrán la oportunidad de brillar, como si los hubiesen arrojado al infierno. Si se observan estas manifestaciones de los anticristos, ¿esta esencia suya de luchar contra Dios y ser hostiles a Él es algo que les inculca otra persona? En absoluto; nacen con ella. Por lo tanto, los anticristos son un tipo de persona que, desde su nacimiento, es la reencarnación del diablo, el diablo que vino a la tierra. Ellos nunca podrán aceptar la verdad y nunca aceptarán a Cristo, lo enaltecerán ni darán testimonio de Él. Aunque, en apariencia, no los verás juzgar o condenar públicamente a Cristo y, aunque pueden esforzarse un poco obedientemente y pagar un precio, en cuanto tengan una oportunidad, cuando el momento sea propicio, se dejará ver cuán irreconciliables son los anticristos con Dios. El hecho de que ellos luchan contra Dios y establecen un reino independiente se hará público. Todas estas cosas han sucedido antes en lugares donde hay anticristos y han sido especialmente frecuentes en estos años en que Dios está llevando a cabo Su obra de juicio de los últimos días; muchas personas las han experimentado y observado.

27 de junio de 2020

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