Punto 10: Desprecian la verdad, desacatan con descaro los principios e ignoran las disposiciones de la casa de Dios (VI) Parte 1

III. Desprecio por las palabras de Dios

Hoy continuaremos hablando sobre el punto diez de las diversas manifestaciones de los anticristos: “Desprecian la verdad, desacatan con descaro los principios e ignoran las disposiciones de la casa de Dios”. Nos centraremos en la tercera parte, el desprecio por las palabras de Dios. En la última reunión compartimos dos aspectos de esta parte. ¿Cuáles eran? (El primero era que los anticristos falsean e interpretan arbitrariamente las palabras de Dios. El otro era que los anticristos niegan las palabras de Dios cuando no se conforman a sus nociones). Ambos aspectos están relacionados con que los anticristos desprecian las palabras de Dios. Este desprecio se hace evidente de muchas maneras; está conectado con su esencia, con su actitud hacia Dios y con su forma de tratar todos los aspectos relacionados con Él. Las palabras de Dios abarcan una gran variedad de contenido, por lo que el desprecio de los anticristos hacia ellas no es una mera actitud que tienen hacia Sus palabras. Las razones por las que las desprecian no tienen una sola cara, sino varias. En la última reunión compartimos dos manifestaciones específicas de cómo los anticristos desprecian las palabras de Dios. Hoy compartiremos otra.

C. Los anticristos indagan si las palabras de Dios se hacen realidad

Los anticristos desprecian las palabras de Dios. ¿Creen de verdad en lo que Dios dice, en todo el contenido que Él expresa? (No). Hay pruebas reales de esto. Ellos no creen de verdad, así que ¿cuál es su actitud con respecto a si todas las palabras que Dios dice se corresponden con la realidad, si pueden hacerse realidad o si son fácticas? ¿Creen de verdad o dudan y observan con indecisión en su interior? Dudan firmemente y observan con indecisión en su interior. Hoy hablaremos sobre esta manifestación de los anticristos: los anticristos indagan si las palabras de Dios se hacen realidad. ¿Qué significa “indagar”? ¿Por qué usar esta palabra? (Dios, indagar significa observar a hurtadillas, espiar). Esta explicación es básicamente correcta. Ahora todos entienden el significado de “indagar”; es mirar y observar con indecisión a hurtadillas, mirar de manera encubierta sin ser detectado por los demás, actuar desde las sombras en vez de hacerlo abiertamente o permitiendo que los demás lo vean; es una maniobra mezquina. Está claro que la persona que realiza esta maniobra no lo hace de manera pública sino en secreto. Entonces, partiendo de estas manifestaciones y explicaciones, ¿qué tipo de comportamiento es que los anticristos indaguen sobre las palabras de Dios? (Despreciar la verdad). ¿Qué hace evidente que es despreciar la verdad? ¿Por qué los anticristos no pueden limitarse a leer las palabras de Dios de manera abierta, justificable y pública? ¿Por qué indagan? ¿Indagar es realmente un tipo de acción? A partir de la explicación queda claro que indagar no es algo que se hace abiertamente; no es algo que se puede discernir a partir de las apariencias, expresiones o acciones externas, sino que todos estos pensamientos están ocultos, se mantienen dentro de su corazón, son imperceptibles para los demás y es difícil discernir lo que piensan a partir de sus expresiones y acciones. A esto se llama indagar. Es una actitud hacia las palabras de Dios que no puede aparecer en público abiertamente; es obvio que es incorrecta. Es la actitud de tratar las palabras de Dios desde la perspectiva de un tercero, desde un punto de vista hostil, desde un punto de vista de observación indecisa, escrutinio, duda y oposición. A partir de estos comportamientos, ¿se puede decir que el hecho de que los anticristos indaguen si las palabras de Dios se hacen realidad es una manifestación de naturaleza grave de que desprecian las palabras de Dios? (Sí). Que los anticristos indaguen si las palabras de Dios se hacen realidad refleja su carácter y su verdadera actitud hacia ellas, que se revela en sus corazones, en sus pensamientos y en las opiniones que tienen en secreto.

¿Sobre qué palabras de Dios indagan los anticristos? A su modo de verlo, ¿cuáles de ellas merecen su escrutinio y análisis detallado y sigiloso? Es decir, ¿cuáles son los contenidos específicos de los que Dios habla que les interesan particularmente a los anticristos mientras que, al mismo tiempo, a menudo dudan de ellos y los observan con indecisión en su interior? ¿Qué palabras de Dios consideran ellos, en su corazón, que vale la pena gastar tiempo y energía indagando? (Algunas de las profecías, misterios y palabras de Dios que se relacionan con las posibilidades, el porvenir y el destino de los humanos). Profecías, destinos, misterios; esas son las cosas que preocupan a la mayoría de las personas y, sobre todo, de las que los anticristos jamás pueden desprenderse en el fondo de sus corazones. Específicamente, ¿cuáles son las palabras de Dios que les preocupan en cierta medida y sobre las que indagan a menudo en su interior? Dado que tiene que ver con si estas palabras se harán realidad, si se cumplirán, si llegarán a verse cumplidas realmente como hechos, lo que les preocupa a los anticristos son, definitivamente, las promesas que Dios le hizo a la especie humana, ¿verdad? (Sí). También las palabras con las que Dios maldice y castiga a la gente, castigando a las personas malvadas y a todos los que van en contra de Sus palabras. Luego están las profecías de desastres; ¿no es esta también un área que les preocupa a los anticristos? (Sí). ¿Qué más? (Las palabras sobre cuándo dejará Dios la tierra). Cuándo dejará Dios la tierra, cuándo será glorificado, cuándo se llevará a cabo Su gran obra, cuándo pondrá fin a esta especie humana, ¿no es así? (Sí). ¿Cuántos puntos son en total? (Cuatro). El primero son las palabras de Dios de promesas y bendiciones al hombre. El segundo son las palabras de Dios de maldiciones y castigo al hombre. El tercero son las palabras de Dios que profetizan desastres. El cuarto son las palabras de Dios acerca de cuándo dejará la tierra y se llevará a cabo Su gran obra. Y hay otro punto, más importante, una categoría de las palabras de Dios sobre la que los anticristos tienen muchas ganas de indagar, y son las palabras de Dios acerca de Su carácter, identidad y esencia. ¿Por qué agregar esta última? Los anticristos no creen que las palabras de Dios se harán realidad y a menudo indagan sobre ellas; ¿qué es principalmente lo que despierta sus dudas y los lleva a indagar? Su principal incredulidad es en Dios. Los anticristos son, básicamente, incrédulos, son diablos; dudan de la existencia de Dios, no creen que haya un Dios en este mundo, no creen en Su existencia ni en todo lo que Él hace. Por lo tanto, dudan completamente del carácter, la identidad y la esencia de Dios. ¿Qué harán, en vista de sus dudas? Si son capaces de dudar de la identidad y la esencia de Dios, cuando se trate de palabras que involucran Su carácter, Su identidad y Su esencia, ¿se limitarán a leerlas sin percepción ni reacción? ¿Pueden creer y aceptar con firmeza estas palabras? (No). Por ejemplo, si alguien siempre ha sospechado que fue adoptado, ¿puede creer que sus padres son sus padres biológicos? ¿Puede creer que son genuinos el amor y la protección que ellos le brindan y todos los sacrificios que han hecho para abrirles posibilidades? (No). Si duda y desconfía de todo esto, ¿no hará algunas cosas en secreto? Por ejemplo, a veces podría escuchar a escondidas las conversaciones de sus padres para ver si están hablando de sus orígenes. También prestará mucha atención y los interrogará constantemente sobre dónde nació, quién lo trajo al mundo y cuánto pesó al nacer; siempre preguntará sobre estas cosas. Si sus padres lo golpean o lo disciplinan, eso no hará más que acrecentar sus sospechas. Hagan lo que hagan ellos, siempre estará en guardia y dudando. Por muy bien que lo traten, no puede desprenderse de la desconfianza que hay en su interior. ¿No se dan en secreto toda esta desconfianza, todas estas actividades, pensamientos y actitudes internos? Una vez que duda de si son sus padres biológicos, está destinado a hacer algunas cosas a escondidas. Por lo tanto, puesto que los anticristos son incrédulos en esencia, sin duda no reconocen, aceptan ni creen en el carácter, la identidad ni la esencia de Dios. Dada esta actitud de incredulidad, de no reconocimiento y de no aceptación, ¿creen y aceptan realmente en su corazón las palabras relativas al carácter, la identidad y la esencia de Dios? Desde luego que no. Siempre que se trate del carácter, la identidad y la esencia de Dios, su corazón albergará dudas, oposición y observación indecisa. No entremos en detalles sobre este aspecto por ahora.

Las cinco manifestaciones de las que los anticristos indagan sobre las palabras de Dios sobre las que acabamos de hablar son básicamente bastante amplias y representativas. Hay un contenido y un énfasis específicos en las palabras de Dios sobre las que los anticristos indagan. ¿Les importan a los anticristos las abundantes palabras sobre la entrada en la vida, palabras en las que Dios consuela a la gente, explica algunos misterios o pone al descubierto el carácter corrupto del hombre, etcétera? (No). Para ellos, estas palabras son insignificantes. ¿Por qué? Porque los anticristos no aman la verdad, no creen que las palabras de Dios sean la verdad y no tienen intenciones de aceptar Su juicio y castigo ni Su salvación. Eso no está en sus planes, por lo que consideran que las palabras relativas a los cambios en el carácter humano y a la entrada en la vida no tienen importancia, que no vale la pena leerlas, pensar en ellas ni tomarlas en serio. No tienen interés en ellas. Piensan: “¿Qué tienen que ver esas palabras con nuestras posibilidades y nuestro porvenir? ¿Qué tienen que ver con nuestro destino? Esas palabras tratan asuntos triviales, no vale la pena leerlas ni escucharlas. Si uno está realmente molesto y no queda otra opción, podría temporalmente leer esas palabras para llenar el vacío en su corazón o para superar algunos obstáculos especialmente desafiantes y resolver algunas dificultades intrincadas; eso es todo. Pero decir que esas palabras pueden cambiar el carácter de uno… ¿Cómo podría ser tan simple?”. Básicamente, no tienen intención de cambiar su carácter ni planean aceptar las palabras de Dios como la vida, el camino o la verdad. Lo que quieren son sus posibilidades y destino, así como también poder. Por eso no se toman esas palabras en serio ni les hacen caso. Esto implica, desde la perspectiva de los anticristos, que simplemente no vale la pena escrutar estas palabras y mucho menos perder el tiempo analizando e investigando si son la verdad o si pueden cambiar a las personas. Para ellos es significativa y de suma importancia cualquier palabra relacionada con su destino y su porvenir, con su propia identidad, estatus, todos sus intereses personales, etcétera. Algunas personas dicen: “Si los anticristos consideran tan importantes estas partes de las palabras de Dios y les prestan tanta atención, ¿cómo se puede decir que están indagando sobre Sus palabras? ¿No es una acusación un poco injustificada? ¿No es un poco rebuscada y no del todo acertada?”. (No. Los anticristos no creen que sea algo seguro que las palabras de Dios se harán realidad y se cumplirán, no creen que Dios habla en serio y que lo que Él dice se hará. No leen las palabras de Dios con una mentalidad de fe y reconocimiento, sino que están observando si efectivamente es posible que estas se hagan realidad). ¿Es así? (Sí). Los anticristos valoran estas palabras porque pueden satisfacer sus deseos. Además, si estas se cumplen, sus ambiciones se verían satisfechas. Si ellos captan estas palabras y se aferran a ellas, entonces, una vez que estas se hagan realidad, significará que su apuesta ha sido acertada y seguir a Dios habrá sido la jugada correcta para ellos. Sin embargo, el hecho de que den valor a estas palabras no significa que puedan aceptarlas como la verdad desde lo profundo de su ser, como venidas de Dios, ni se puede decir que las acepten en su corazón como las palabras de Dios. Por el contrario, aunque las valoren, en su interior albergan dudas sobre ellas, solo están observando con indecisión. También se puede decir que estas palabras se pueden convertir en pruebas y en formas de negar a Dios y de negar esta etapa de Su obra en cualquier momento, a cualquier hora y en cualquier lugar. Están observando de manera constante y atenta para ver si, en cada paso de la obra de Dios y en cada período a través del que Dios guía a la gente, estas palabras se hacen realidad y se cumplen. Claramente, los anticristos están concentrados de manera perpetua en si las palabras de Dios se hacen realidad. Durante este período, su actitud de hostilidad y de resistencia hacia Dios y de escrutinio y análisis de Él no ha cambiado jamás. Son hostiles hacia Dios y lo escrutan, indagando siempre internamente sobre todas Sus acciones y palabras, a la vez que también intentan condenarlo a Él y a Su obra. ¿No es esta una constante manifestación de que los anticristos se oponen a Dios? (Sí). En estas manifestaciones de los anticristos, ¿hay algún indicio de aceptación de las palabras de Dios? ¿Algún indicio de sumisión? ¿De que lo traten como Dios? (No). A continuación, hablaremos sobre estos puntos uno por uno.

1. Sus indagaciones sobre las palabras de Dios de promesas y bendiciones al hombre

El primer punto son las indagaciones de los anticristos sobre las palabras de Dios de promesas y bendiciones. Desde que Dios comenzó Su obra y habló, Él le ha dicho a la especie humana, a Su pueblo escogido y a quienes escuchan Sus palabras muchas cosas sobre qué bendiciones y gracia concederá a la gente, qué bendiciones les promete a las personas, etcétera. En distintos períodos, ocasiones y contextos, Dios les ha hablado a Sus seguidores sobre bendiciones y promesas, informándolos de que, si alcanzan determinados logros, Él los bendecirá de maneras específicas y recibirán ciertas bendiciones y promesas, etcétera. Independientemente del período en el que Dios dijo estas palabras o de a quién le hizo tales promesas, son palabras que se dijeron en ciertos contextos y en un determinado entorno. Además, las promesas y bendiciones que Dios concede a las personas están relacionadas con sus manifestaciones positivas, como lo son la búsqueda de la verdad, los cambios en el carácter y la verdadera sumisión a Dios. Implícitamente, las promesas y bendiciones de Dios hacia la gente son condicionales. La gente no tiene la última palabra sobre tales condiciones y estas tampoco se determinan de acuerdo con las nociones y figuraciones humanas, sino que se definen de acuerdo con los estándares y requisitos de Dios, que implican ciertos principios y reglas. Con respecto a la forma en que se hacen realidad, se materializan y se cumplen las palabras de Dios en las distintas personas, esto no es en absoluto algo que Él haga al azar, sino que tiene un fundamento para ello. La misma acción realizada por diferentes personas puede resultar en un tratamiento diferente de parte de Dios. Por ejemplo, puede que haya dos personas que lideran una iglesia cada una. Una recibe esclarecimiento e iluminación de manera frecuente y a menudo hace frente a la disciplina, lo que da lugar a un crecimiento rápido de su estatura. Por el contrario, la otra está relativamente adormecida y es de reacción lenta, lo cual lleva a un progreso más pausado. Desde una perspectiva humana, estas dos personas que realizan el mismo trabajo y presentan comportamientos similares deberían recibir las mismas bendiciones y el mismo tratamiento de parte de Dios. Sin embargo, en términos de la entrada en la vida que experimentan y ganan en el cumplimiento de sus deberes y en su vida, o de la gracia externa que reciben, habrá evidentes diferencias. Estas “evidentes diferencias” no son, por supuesto, inevitables. Entonces, ¿cómo asigna Dios estas llamadas bendiciones y estos distintos tratamientos o el esclarecimiento, la iluminación y otros beneficios que la gente gana de Él? Dios tiene diferentes maneras de tratar con diferentes personas. Algunas personas son perezosas, vanidosas, competitivas y envidiosas, y si bien en la superficie están dispuestas a esforzarse y a soportar algunas tribulaciones, simplemente no pueden aceptar ni practicar la verdad. Por otro lado, algunas personas son laboriosas; aunque tienen las mismas actitudes corruptas, son relativamente honestas y humildes. Pueden aceptar la verdad y la poda. Aceptan y comprenden sinceramente todo lo que Dios dice y cada uno de los entornos que Él establece para ellos, al tiempo que tratan estas cosas con honestidad. Así, desde fuera, puede que dos personas estén haciendo el mismo trabajo y que la cantidad de trabajo sea similar, pero Dios les concederá distintas bendiciones y distintos esclarecimientos e iluminaciones con base en su distinto carácter y búsquedas. En la superficie, puede que la persona que recibe esclarecimiento e iluminación sufra más y que la disciplinen más a menudo, pero su ganancia también es mayor. Por el contrario, la persona adormecida y atontada afronta mucha menos disciplina, sufre mucho menos y, por consiguiente, su crecimiento en la vida es más lento y tiene menos ganancia. En esencia, ¿cuál de las personas recibe realmente las bendiciones y promesas de Dios? (La que sufre más y a la que disciplinan a menudo). Puede parecer que se disciplina a la persona que recibe las promesas y bendiciones de Dios, que a menudo afronta tribulaciones, revela corrupción y la ponen en evidencia, pero ella recibe el esclarecimiento y la iluminación de Dios a menudo. Por otra parte, la persona a la que no se disciplina vive una vida cómoda, alegre y libre. Cuando es perezosa, no afronta la disciplina; cuando es envidiosa, no afronta la disciplina; cuando es irresponsable en su trabajo, no afronta la disciplina. Incluso se entrega a los beneficios del estatus y vive con bastante satisfacción. ¿A quién prefiere la gente que tiene entendimiento espiritual, que comprende las cosas de un modo puro y que ama las cosas positivas? Prefiere a la persona que soporta que la disciplinen, que afronta tribulaciones a menudo y que puede recibir esclarecimiento e iluminación; consideran que esa persona está realmente bendecida por Dios. Quienes persiguen la verdad desean ser una persona así. Están dispuestos a vivir ante Dios constantemente, incluso si eso significa recibir disciplina y reprensión de parte de Dios a menudo. Creen que esta es la bendición de Dios y Su promesa de veras. Tener estas experiencias y ganancias confirma la existencia de las bendiciones y promesas de las que Dios habla. Pero ¿cómo ven esto los anticristos? Los anticristos no miden las promesas y bendiciones de Dios en función de cuánta verdad comprende una persona, de cuánta verdad ha ganado o cuántas ganancias positivas ha recibido, sino que miden las ganancias desde la perspectiva de los beneficios carnales y los intereses materiales. ¿A cuál de las personas creéis que envidian los anticristos? (A la que no disciplinan). Los anticristos envidian a la persona que es perezosa y desleal, que no afronta disciplina en absoluto y que goza de los beneficios del estatus. Que los anticristos envidien a tales individuos demuestra que hay un problema en su manera de ver las cosas, y eso está determinado por su esencia-naturaleza.

¿Cómo indagan los anticristos si las palabras de Dios de promesas y bendiciones al hombre se hacen realidad? ¿Cómo observan los anticristos cuando las palabras de Dios declaran a quién bendice Él, quién recibe Sus promesas y quién puede recibirlas de Él? Dicen: “Las personas que pagan un precio por dios reciben esclarecimiento e iluminación, obtienen su disciplina y su guía, ¿y eso se consideran recibir bendiciones? ¿Que a uno lo disciplinen es una bendición de dios? ¡Solo un tonto pensaría eso! ¿Acaso eso no es salir perdiendo? ¿No es dañar la reputación de uno? ¿Y a eso lo llaman bendición de dios? ¿Es así como se hacen realidad y se cumplen sus palabras? En ese caso, no quiero ser una persona así, no quiero perseguir el sufrimiento y pagar un precio. No acepto esta manera de obrar de dios, ¿qué clase de verdad es esta? ¿Cómo puede ser que eso se considere salvar a las personas?”. La oposición se abre paso en su interior; no aceptan que Dios bendiga y guíe a las personas de esta manera, no aceptan que Él les conceda la vida a las personas de esta manera ni que introduzca la verdad en ellas de esta forma. Por supuesto que también puede haber personas cerca de los anticristos que, desde que creen en Dios, hayan tenido negocios prósperos, ganado más dinero, comprado coches y casas y cuya vida material haya mejorado y se hayan enriquecido. Al ver esto, los anticristos piensan: “Tras creer en dios, ellos recibieron bendiciones y gozaron de su gracia. A partir de estos hechos, parece que las promesas y bendiciones de dios al hombre se han cumplido en estas personas; las palabras de dios se han hecho realidad. Al parecer, sus palabras tienen autoridad; aceptar esta etapa de la obra de dios es correcto y uno puede recibir grandes bendiciones, todo irá bien y uno puede recibir gracia de parte de dios”. Después de ser testigos de estos hechos, en su interior, los anticristos tienen temporalmente una pizca de reconocimiento y fe en las promesas y bendiciones de Dios. Claro que este reconocimiento y fe incluyen una nota entre paréntesis que dice “sujeto a verificación”. En su vida diaria, los anticristos observan continuamente y reúnen diversas pruebas para verificar que las bendiciones y promesas de Dios se hacen realidad y se cumplen en muchas personas. Mientras observan, estos anticristos están recolectando dichas pruebas, tratando de ver qué personas han recibido las bendiciones y promesas de Dios, qué han hecho esas personas, sus actitudes hacia Dios, cómo lo siguen y sus opiniones. Por supuesto que, durante este período de observación continua y recolección de pruebas, también intentan imitar el comportamiento, las acciones y las opiniones de aquellos que han recibido las bendiciones y promesas de Dios. Si ellos mismos reciben algunas bendiciones, tratamiento y disfrute materiales, en su interior admitirán: “Las bendiciones y promesas de dios no son palabras vacías; se pueden cumplir. Parece que este dios es, en efecto, dios, y que realmente tiene algo de capacidad. Puede conceder bendiciones y promesas a las personas, darles algunos beneficios y satisfacer algunas de sus necesidades en torno a ciertos intereses. Por lo visto, debo continuar creyendo en él y siguiéndolo; no debo quedarme atrás ni aflojar”. De principio a fin, los anticristos están observando con indecisión. Pero ¿acaso alguien se da cuenta cuando lo hacen? ¿Observan con indecisión en público, diciéndoles a todos: “No creo en estas bendiciones y promesas de dios”? (No). En la superficie, no puedes notarlo. Los ves entre todos los demás renunciando a su trabajo, a su matrimonio, a su familia, etcétera, y también llevando a cabo su deber junto a todos los demás, levantándose temprano y acostándose tarde, soportando tribulaciones y pagando un precio. No dicen palabras que causen perturbaciones ni palabras negativas, no emiten juicios, no hacen maldades y no causan perturbaciones. Sin embargo, aún hay una cosa: sin importar cuán disimuladamente actúen por fuera, sus puntos de vista y pensamientos internos dominan e influyen su comportamiento. En el fondo, no pueden ocultar de Dios su observación indecisa y su indagación sobre Sus palabras. Entonces, ¿qué aspectos de los anticristos pueden ocultarse de las personas, pero no de Dios? Las personas solo ven el comportamiento de los demás, solo ven lo que los demás revelan. Dios, por otro lado, no solo mira esas cosas, sino que, lo que es más importante, observa el corazón de las personas y sus pensamientos más íntimos. Los comportamientos y revelaciones de una persona son relativamente superficiales, pero las profundidades del corazón de una persona son un terreno imperceptible dentro del cual se esconden sus pensamientos más profundos y muchos elementos de su naturaleza. Cuando los anticristos indagan sobre palabras de Dios tales como Sus promesas y bendiciones, por fuera pueden dedicar su tiempo y pagar un precio físico, pero su corazón no está totalmente consagrado a Dios. ¿Cuáles son las manifestaciones concretas de que no consagran su corazón completamente a Dios? Sin importar lo que hagan o el deber que lleven a cabo, no ponen toda su energía en ello ni lo hacen sin reservas, sino que solo tienen como objetivo asegurarse de que no haya fallas aparentes y de que la dirección general de todo el proceso sea la correcta. ¿Por qué pueden hacer esto? En el fondo de su corazón, en lo más íntimo de su ser, albergan un pensamiento: “Que las palabras de dios se hagan realidad o no determinará si él puede o no salvarme y si es, de hecho, mi dios. Si esta pregunta queda sin respuesta, vale la pena poner en duda incluso la realidad de la identidad y esencia de dios”. Con tales pensamientos en el fondo de su ser, ¿pueden aún tener un corazón sincero hacia Dios? Estos sentimientos arraigados en su interior los obstruyen, les advierten constantemente: “No le des tu corazón sincero a dios, no entregues todo; limítate a actuar por inercia en lo que sea que hagas y no seas necio; ocúltale algo a dios, asegúrate de reservarte una salida y no le confíes tu vida ni tus cosas más importantes a este dios que aún es desconocido”. Así es como piensan en su interior. ¿Lo habéis notado? (No). Estos anticristos, durante las reuniones y en sus interacciones con los demás, pueden ser amables por fuera, tener relaciones normales e incluso hablar sobre algunas de sus propias percepciones, entendimientos y experiencias, y pueden aparentar los comportamientos y manifestaciones externos, superficiales y básicos que debería tener un creyente; sin embargo, no hay crecimiento ni mejora en su temor de Dios ni sinceridad hacia Él. Independientemente de cómo paguen el precio estas personas o de cuántos años lleven a cabo su deber en la casa de Dios, una cosa es segura: su vida no crece; no tienen vida. ¿En qué áreas se manifiesta esta falta de vida? Al afrontar situaciones, no buscan los principios en absoluto; se conforman con que el trabajo que están realizando continúe, nunca toman los principios de los que habla Dios como norma para su práctica y solo en apariencia aceptan la supervisión, la vigilancia y el liderazgo de otras personas, mientras que no aceptan el escrutinio de Dios. Esto significa que, hasta que no hayan confirmado claramente para quiénes se harán realidad verdaderamente las promesas y bendiciones de Dios, para qué grupo de personas se cumplirán; hasta que no hayan confirmado que ellos mismos pueden recibir de parte de Dios las promesas y bendiciones que Él da al hombre, sus principios y métodos de acción, así como también su actitud hacia las palabras de Dios, no cambiarán. En un sentido, están siempre recordándose a sí mismos, al mismo tiempo que elaboran internamente su discusión con Dios. ¿Cuál es el foco de su pelea con Dios? Piensan: “Tus promesas y bendiciones no se han cumplido. No he visto que se cumplieran y no puedo ver cómo obras, por lo que no puedo confirmar tu identidad. Si no puedo confirmar tu identidad, ¿cómo puedo considerar que tus palabras son la verdad, las palabras de dios?”. ¿No están debatiendo este asunto con Dios internamente? Dicen: “Si no puedo verificar las bendiciones que prometes conceder a las personas y los diversos contenidos de tus promesas a la gente, entonces no puedo tener un cien por ciento de fe en ti. Siempre contendrá algunas distorsiones; no puedo creer completamente”. Esta es la actitud de los anticristos. ¿No asusta una actitud como esta? (Sí). Este tipo de actitud tiene de alguna manera una naturaleza similar al dicho que hay entre los no creyentes: “No vendas la piel del oso antes de haberlo cazado”. Ellos dicen: “Tú eres dios, deberías tener el poder de que tus promesas y bendiciones se cumplan. Si lo que dices no se puede cumplir y las personas que creen en ti no pueden gozar de grandes bendiciones, de gloria, riqueza y honor, no pueden disfrutar de la gracia y no pueden recibir tu protección, entonces ¿por qué debería seguirte la gente?”. A los ojos de los anticristos y en sus pensamientos y puntos de vista, seguir a Dios debe tener algunos beneficios; si no hay beneficios, ni se molestan en moverse. Si no hay fama, ganancia o estatus de los que puedan gozar, si ninguno de los trabajos que realizan o de los deberes que cumplen les ganan la admiración de los demás, no tiene sentido creer en Dios y llevar a cabo sus deberes. Los primeros beneficios que deben ganar son las promesas y bendiciones de las que hablan las palabras de Dios, y también deben gozar de fama, ganancia y estatus dentro de la iglesia. Los anticristos piensan que al creer en Dios uno debe ser superior a los demás, debe ser admirado, ser especial; como mínimo, los creyentes en Dios deben disfrutar de estas cosas. De lo contrario, cabe cuestionarse si el Dios en el que creen es el Dios verdadero. ¿No es la lógica de los anticristos considerar que las palabras “Aquellos que creen en dios deben gozar de las bendiciones y de la gracia de dios” son la verdad? Haced el intento de analizar estas palabras: ¿son la verdad? (No). Está claro que estas palabras no son la verdad, que son una falacia, que son la lógica de Satanás y que no guardan relación alguna con la verdad. ¿Acaso Dios dijo alguna vez: “Si la gente cree en Mí, de seguro será bendecida y jamás sufrirá tribulaciones”? ¿En qué parte hablan de esto las palabras de Dios? Dios jamás ha dicho palabras como esas ni hecho esto. Cuando se trata de bendiciones y tribulaciones, hay una verdad que buscar. ¿Cuál es el dicho sabio al que debería ceñirse la gente? Job dijo: “¿Aceptaremos el bien de Dios y no aceptaremos el mal?” (Job 2:10). ¿Son la verdad estas palabras? Son las palabras de un hombre; no pueden elevarse al nivel de la verdad, aunque en cierto modo se ajustan a ella. ¿En qué modo? Que las personas sean bendecidas o sufran tribulaciones está por completo en las manos de Dios, todo está bajo Su soberanía. Esta es la verdad. ¿Creen esto los anticristos? No. No lo reconocen. ¿Por qué no lo creen ni lo reconocen? (Creen en Dios para ser bendecidos; eso es lo único que quieren). (Porque son demasiado egoístas y solo persiguen los intereses de la carne). En su fe, los anticristos solo desean que los bendigan y no quieren sufrir tribulaciones. Cuando ven a alguien a quien han bendecido, alguien que se ha beneficiado, alguien a quien han concedido gracia y que ha recibido más gozos materiales, grandes ventajas, creen que ha sido cosa de Dios y, si no reciben tales bendiciones materiales, entonces no es la acción de Dios. Su lógica es: “Si realmente eres dios, entonces solo puedes bendecir a las personas; debes evitarles las tribulaciones y no permitir que afronten sufrimiento. Solo en ese caso tiene un valor y un sentido que la gente crea en ti. Si la adversidad sigue golpeando a las personas una vez que te siguen, si ellas siguen sufriendo, ¿qué sentido tiene que crean en ti?”. No admiten que todos los acontecimientos y las cosas están en las manos de Dios, que Dios es soberano sobre todas las cosas. ¿Y por qué no lo admiten? Porque los anticristos tienen miedo de sufrir tribulaciones. Solo quieren beneficiarse, aprovecharse, gozar de bendiciones; no tienen deseos de aceptar la soberanía ni la instrumentación de Dios, sino solo de recibir beneficios de Su parte. Este es el punto de vista egoísta y despreciable de los anticristos. Esta es una serie de manifestaciones que presentan los anticristos en lo que se refiere a palabras de Dios tales como Sus promesas y bendiciones. En general, estas manifestaciones involucran, ante todo, los puntos de vista de los anticristos con respecto a su búsqueda, como así también sus opiniones, evaluaciones y comprensión de esta clase de acción que Dios hace por las personas. Aunque por fuera puede que no difamen las palabras de Dios o se opongan a ellas, en el fondo afrontan este tipo de palabras y el método por el cual Él hace esta clase de acción desde un enfoque de difamación, duda, condena y selectividad. Cuando las palabras de Dios de promesas y bendiciones se hacen realidad en algunas personas, ellos elogian Su poder y exaltan Su nombre y Su amor. Sin embargo, cuando lo que Dios hace no está de acuerdo con sus nociones y figuraciones de dichas promesas y bendiciones, los anticristos de inmediato niegan la existencia de Dios en su corazón, así como también la corrección de todo lo que Él hace, y más aún niegan Su soberanía y el hecho de que Él instrumenta y dispone el destino humano. Todas estas manifestaciones de los anticristos pueden no revelarse exteriormente, y puede que ellos no difundan sus opiniones por medio del lenguaje explícito, pero eso no cambia la perspectiva desde la que observan con indecisión e indagan sobre estas palabras de Dios en su interior. Independientemente de la forma en la que los demás hablen sobre cuestiones de entrada en la vida o de cómo pueden ser salvadas las personas, la mentalidad y la actitud de los anticristos de indagar sobre si las palabras de Dios relativas a Sus promesas y bendiciones se hacen realidad y cómo se cumplen no se modificará. Los anticristos pueden aplaudir y dar vivas alborozados elogiando el poder de Dios cuando Sus promesas y bendiciones se cumplen. Pero cuando esas promesas y bendiciones no se cumplen o no se hacen realidad conforme a sus nociones, rápidamente maldicen y maltratan a Dios en secreto en su interior y difaman Su nombre. Por eso, en la vida diaria, incluso cuando todo está en paz y no hay problemas, los estados de algunas personas fluctúan descontroladamente. Cuando están felices, pueden estar en el séptimo cielo, pero, cuando se sienten mal, se hunden en una desesperación infernal. Sus estados de ánimo son cambiantes e impredecibles y hacen que los demás queden desconcertados con respecto a lo que está sucediendo. Cuando están felices dicen: “Dios realmente es dios. Él es genial, su autoridad realmente existe, ¡dios ama mucho a la gente!”. Pero cuando están insatisfechos se les dificulta hasta pronunciar la palabra “dios”. La misma persona que elogia el nombre de Dios es también la que difama, niega, blasfema, maltrata y maldice a Dios en su corazón. Se levanta temprano y se acuesta tarde para cumplir sus deberes, pagando un precio que la mayoría de los demás no puede pagar, pero es también quien desahoga sus frustraciones a través de sus deberes, traiciona los intereses de la casa de Dios, perturba de forma deliberada la obra y se encarga de sus deberes y de su trabajo con una negligencia deliberada. Por fuera, todo esto forma parte de la misma persona, pero, teniendo en cuenta sus comportamientos y actitudes, el gran contraste entre sus manifestaciones hace que parezca que se trata de dos personas distintas. Esto plantea un problema. A partir de estas manifestaciones de los anticristos se evidencia que, básicamente, ellos no aceptan que las palabras de Dios son la verdad ni que son Sus palabras. Además, a juzgar por la esencia de los anticristos, jamás las considerarán como la verdad ni como los principios-verdad que deben sostener a lo largo de su vida. Este es el primer punto de que los anticristos indagan si las palabras de Dios se hacen realidad: sus indagaciones sobre las palabras de Dios de promesas y bendiciones. Para los anticristos, las promesas y bendiciones de Dios están ligadas de manera inseparable al tratamiento material y al espiritual, al entorno en el que se vive y a otras cosas por el estilo que ellos disfrutan en esta vida, es por eso que prestan especial atención a este aspecto. Usan el cumplimiento de las palabras de Dios de promesas y bendiciones como un criterio para medir el alcance de Su poder y la autenticidad de Su identidad. Cavilan y piensan sobre esto en secreto; eso es lo que significa indagar. Los anticristos no muestran interés en las diversas verdades sobre la entrada en la vida de las que Dios habla. Sin embargo, en cuanto se mencionan las palabras de Dios de promesas y bendiciones, la codicia les ilumina los ojos y su deseo se hace presente. En la superficie, dicen: “Debemos esforzarnos por dios de manera incondicional; debemos cumplir nuestros deberes de acuerdo con los requisitos de dios”, pero ¿en qué están concentrados sus ojos realmente? Están fijos en las palabras de Dios sobre Sus promesas y bendiciones. Una vez que se aferran a estas palabras, no se desprenden de ellas. Así es como se comportan los anticristos hacia las palabras de Dios de promesas y bendiciones al hombre.

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