Punto 10: Desprecian la verdad, desacatan con descaro los principios e ignoran las disposiciones de la casa de Dios (VI) Parte 3
3. Sus indagaciones sobre las palabras de Dios que profetizan desastres
Hace un momento, hablamos sobre dos puntos relacionados con los anticristos que indagan si las palabras de Dios se hacen realidad: un punto involucraba las palabras de Dios de promesas y bendiciones, y el otro era las palabras de Dios de maldiciones y castigo al hombre. A continuación, veamos el tercer punto: las palabras de Dios que profetizan desastres. Al igual que en los dos puntos anteriores, la actitud de los anticristos hacia este tipo de palabras es la misma: tienen curiosidad, quieren escrutarlas, entenderlas y también ver el día en que estas palabras se cumplan, para presenciar la aparición de los hechos. Al tratar con este tipo de palabras, los anticristos también conspiran en lo profundo de su corazón, al reflexionar sobre contramedidas y generar diversas dudas. Observan y ponen a prueba este tipo de palabras para ver si se cumplen con el fin de desarrollar las contramedidas correspondientes. Cuando los anticristos leen estas palabras que profetizan desastres, su corazón se llena de expectación por el día en que estos se cumplan, y se colma de diversas imaginaciones. Esperan que se cumplan las palabras de Dios y también que la llegada de los desastres amplíe sus horizontes y satisfaga sus deseos y anhelos. ¿Esto por qué es así? Porque todos los desastres profetizados por Dios están relacionados con la consumación de Su gran obra, el día de Su glorificación, el arrebatamiento de los santos y la entrada de la humanidad en un destino maravilloso, entre otras cosas. Por lo tanto, los anticristos tienen aún más expectativas y están llenos de curiosidad por esta parte de las palabras de Dios que profetizan desastres. En comparación con los dos primeros puntos, los anticristos están aún más interesados en este tipo de palabras. En su corazón, los anticristos creen que si alguien puede provocar un desastre, como un terremoto, una plaga, una infestación de insectos, una inundación, un deslizamiento de tierra u otros desastres naturales, entonces esa entidad es un ser muy poderoso, que posee una gran habilidad y es digno de su seguimiento, adoración y confianza. Por lo tanto, de manera similar, los anticristos también consideran si se cumplen tales palabras como las profecías de Dios sobre desastres, como un criterio para medir si Dios es realmente Dios. Sostienen al pie de la letra este tipo de pensamiento lógico, idea y punto de vista en su corazón, y creen que este punto de vista es correcto, válido y una jugada prudente. Así, desde el día en que comenzaron a seguir a Dios y desde el momento en que vieron Sus palabras que profetizaban desastres, los anticristos han estado preocupados por esto en su corazón. Se preocupan por lo que se dice en las palabras de Dios: cuando lleguen los últimos días, cuando se complete Su gran obra, cómo escarmentará Él a la humanidad y qué tipos de desastres traerá para castigar y destruir a la humanidad, qué método usará Dios para hacer que la humanidad caiga en esos desastres, y cómo solo aquellos que siguen a Dios y obtienen Su aprobación podrán evitar y escapar de ellos, y no tendrán que sufrir esos tormentos. Los anticristos consideran como muy importantes las palabras de Dios que profetizan desastres; las analizan en su corazón, las memorizan y las recitan en su mente. Recuerdan cada palabra relacionada con los desastres, y también imaginan cuándo y cómo se cumplirá un desastre determinado. Reflexionan sobre lo que harán si se cumple, qué tipo de desastre predice una cierta profecía y cómo deberían reaccionar si esta se hace realidad. Desde que vieron estas profecías, los anticristos parecen haber encontrado algo por lo que esforzarse, una dirección y un objetivo, en su creencia en Dios. Mientras esperan que lleguen los desastres, también se preparan de todas las formas posibles. Para que Dios los proteja cuando sobrevengan los grandes desastres, difunden el evangelio y abandonan sus trabajos y familias. Al mismo tiempo, para sobrevivir cuando los desastres lleguen, a menudo oran humildemente a Dios, con la esperanza de que Sus palabras se cumplan próximamente, que todo lo que Él pretende lograr se realice con prontitud, que Él gane gloria y descanse pronto, y que en breve puedan disfrutar de las bendiciones del reino de los cielos. Desde todos estos puntos de vista de los anticristos, desde las palabras y oraciones que a menudo pronuncian, parecería que estuvieran ansiosos por la realización de la gran obra de Dios y Su descanso temprano. Sin embargo, sin que la gente lo sepa, detrás de estas esperanzas se esconden las intenciones siniestras de los anticristos. Esperan que, por medio de tales oraciones y apariencias falsas, puedan evitar desastres y hacer de Dios su refugio. Mientras se preparan para todo esto, también esperan que los desastres lleguen rápidamente y que las palabras de Dios que profetizan desastres se cumplan pronto. Dentro de los límites de lo que pueden soportar, continúan pagando un precio, entregándose, sufriendo y soportando como antes, devanándose los sesos para ofrecer una buena actuación a fin de que todos la vean. Quieren que todos reconozcan el gran precio que han pagado para difundir el evangelio, cuánta discriminación y persecución han soportado, y cuánto les ha costado esperar este día. Esperan que Dios, al ver el sufrimiento que han soportado y el precio que han pagado, los libre de cualquier desastre cuando llegue. Al mismo tiempo, por haber pagado ese precio, esperan ser lo suficientemente afortunados como para convertirse en uno de los que tendrán un buen destino y serán bendecidos después del desastre. En lo más profundo, los anticristos calculan todo esto de manera silenciosa e imperceptible. Finalmente, un día, debido a un incidente menor, experimentan un revés, y sus acciones y comportamientos parecen recibir una condena. Esto significa que sus esperanzas y fantasías están a punto de ser destrozadas y que sus deseos están a punto de no cumplirse. En ese momento, ¿cuál es el primer pensamiento que surge en lo más profundo del corazón de los anticristos? “He dado tanto, he sufrido tanto, he aguantado durante tantos días, he creído durante tantos años, y aún no he visto cumplirse ninguna de las palabras de dios que profetizan desastres. ¿Dios realmente traerá desastres? ¿Nos concederá dios alguna vez lo que hemos esperado y aquello por lo que hemos orado? ¿Dónde está dios, exactamente? ¿Nos salvará realmente o no? ¿Existen siquiera los desastres de los que dios habló? Si no existen, deberíamos irnos de aquí. No se puede creer en este dios, ¡no hay dios!”. Este es el límite de los anticristos. Un pequeño revés, tal vez una palabra de condena y exposición involuntaria de otra persona, toca su punto débil, y luego estallan de ira, incapaces de contenerse o de seguir fingiendo. Lo primero que hacen es explotar furiosamente, señalan las palabras de Dios y dicen: “Si tus palabras no se cumplen, si los desastres de los que hablaste no ocurren, ya no creeré en ti. Originalmente, fue solo por estas palabras que profetizaban desastres que prediqué el evangelio, pagué el precio y cumplí con mi deber. ¡Sin estas palabras, no habría creído en ti en absoluto! Fue por estas palabras, por los desastres inminentes, que creí que tú eras dios. Pero ahora, después de haber sufrido tanto, los desastres de los que hablaste no han llegado. Hay tantos entre los no creyentes que hacen el mal, y sin embargo, ninguno de ellos ha sido castigado, ni uno solo ha caído en el desastre. Siguen viviendo en el pecado, disfrutando de sus vidas, mientras que yo he pasado tantos años haciendo concesiones, esperando el día en que se cumplieran tus palabras que profetizaban desastres. Pero ¿qué has hecho, dios? Nunca, por consideración a nuestra ansiosa expectativa, has mostrado señales o prodigios; nunca trajiste desastres para hacernos ver, para fortalecer nuestra fe y reforzar nuestra lealtad. ¿Por qué no haces esas cosas? ¿Acaso no eres dios? ¿Es tan difícil traer desastres para castigar a este mundo y a esta humanidad malvados? Solo queremos solidificar nuestra fe mediante el cumplimiento de estas cuestiones, pero simplemente no actúas. Si no actúas, entonces ya no podemos creer en ti; no podremos obtener nada, y no tiene sentido creer en dios. Ya no hay necesidad de creer, de cumplir con nuestros deberes, ni de difundir el evangelio”. Al enfrentarse a un pequeño contratiempo, a un poco de adversidad o de insatisfacción en la vida, los verdaderos colores y pensamientos más profundos de los anticristos pueden salir a la luz en cualquier momento y lugar, lo cual es bastante aterrador. Cuándo vendrán los desastres, si se cumplirán las palabras de Dios que profetizan desastres, cómo y cuándo se harán realidad, todo esto lo determina Dios. Cuando Dios le habla a la gente de estas cosas, es para darles importancia, para tratarlos como seres humanos, no para usar estas palabras como un medio para que la gente actúe contra Dios y lo juzgue. Los anticristos creen erróneamente que, como Dios ha pronunciado estas palabras, Él debería permitir que las personas las vean cumplirse en sus vidas; de lo contrario, Sus palabras serían nulas. El dios cuyas palabras pueden volverse insustanciales no debería ser considerado dios, no es digno de serlo, y no es digno de ser su dios; esta es la lógica de los anticristos.
Desde el principio hasta el final, los anticristos solo querían explotar estas palabras de Dios que profetizaban desastres. Estas palabras los inspiraron y los llevaron a pensar en usar buenas conductas humanas y todos sus sacrificios y los sufrimientos de la carne para intercambiarlos por la bendición de evitar los desastres. Su único objetivo fue siempre evitar los desastres y obtener bendiciones. Nunca consideraron verdaderamente como Dios al que expresó estas palabras. Desde el principio hasta el final, los anticristos siempre han estado en oposición a Dios, poniéndolo a prueba y midiéndolo constantemente como una forma de indagar en Sus palabras. Si las palabras de Dios se cumplen y amplían sus horizontes, y se hacen realidad de acuerdo con sus gustos, puntos de vista y necesidades, entonces consideran a Dios como tal. Pero si va en contra de sus deseos, puntos de vista y necesidades, no consideran como Dios al que pronunció estas palabras. Este es el punto de vista que tienen los anticristos. Claramente, en lo más profundo, nunca han reconocido que Dios es el Creador, ni han reconocido el hecho de que Dios es soberano sobre todas las cosas. Después de atravesar una serie de luchas, de soportar pacientemente y someterse a una batalla de pensamientos, los anticristos aprendieron una lección: “No se deben delimitar a la ligera las palabras de dios, ni se puede usar frívola y superficialmente el cumplimiento de sus palabras como un criterio para medir su identidad y esencia. No hemos sido suficientemente templados y aún necesitamos seguir soportando, ampliar nuestras mentes. Como dicen los dichos: ‘El corazón de un primer ministro es lo suficientemente grande como para que navegue un barco en él’; ‘Mientras hay vida hay esperanza’. ¿Qué importa si estas palabras no se cumplen? No pasa nada. He resistido todos estos años; tal vez si aguanto unos pocos más, se cumplan las palabras de dios, y gane algo. Solo soportaré un poco más, me arriesgaré de nuevo. No puedo enojarme; de lo contrario, todos mis esfuerzos anteriores y todo el sufrimiento que soporté habrán sido en vano. ¡Eso sería una gran pérdida! Si expongo mis pensamientos ahora y me pongo de pie para negar, cuestionar y acusar a dios, no sería una jugada inteligente. Debo seguir pagando el precio, soportando dificultades y seguir aguantando. La frase ‘El que persevere hasta el fin se salvará’ no debe ser olvidada. Este dicho es verdadero en todo momento y sigue siendo la verdad suprema. Debo sostener este dicho y grabarlo constantemente en mi corazón”. Después de un período de negatividad y silencio, los anticristos finalmente “se levantaron” de nuevo.
En el proceso de cumplir con sus deberes en la casa de Dios, los anticristos emprenden todo tipo de trabajos mientras sirven en varias funciones. Parece no haber ningún cambio por fuera, pero cuanto más creen en Dios los anticristos, y cuanto más lo siguen, más critican internamente las palabras de Dios que profetizan desastres. ¿A qué se debe esto? Cuanto más han creído en Dios, significa que han sacrificado más, han renunciado a más, y tienen menos posibilidades de regresar al mundo secular. Por lo tanto, con respecto a estas palabras que profetizan desastres, los anticristos piensan de manera creciente e inconsciente: “Espero que todo esto sea verdad. Todo esto debe hacerse realidad”. Ellos consideran que este “debe” y esta creencia firme son su verdadera fe en Dios. Esta supuesta fe verdadera los impulsa a cumplir con sus deberes, a sufrir y pagar el precio, a soportar y luego soportar un poco más, tal como dicen los no creyentes: “Para ganar, tienes que poner toda la carne en el asador”. Mientras se aferran a esta creencia, los anticristos indagan para determinar cuándo será el día en que se hagan realidad las palabras de Dios. Finalmente llega ese día: ocurren desastres y calamidades de forma continua en este mundo, y suceden en varios rincones, en diferentes países y entre diferentes grupos étnicos. Estos desastres, grandes y pequeños, se llevan muchas vidas, alteran el espacio vital de muchas personas, cambian el entorno ecológico, transforman muchas estructuras y formas de vida diferentes en la sociedad, y así sucesivamente. Sin embargo, pase lo que pase, a los ojos de los anticristos, las palabras de Dios todavía se están cumpliendo en una pequeña medida, que es lo que más satisfacción les brinda en lo más profundo de su corazón. Ellos sienten que no pasaron todos estos años soportando y esperando en vano, y que finalmente han presenciado el día y la fase en que las palabras de Dios se están cumpliendo. Pero sienten que no deben desanimarse ni darse por vencidos; necesitan continuar soportando y esperando. ¿Qué es lo que más preocupa a los anticristos en lo más profundo de su ser, sin importar cuánto soporten o esperen? “Se han hecho realidad los desastres menores: las hambrunas, las plagas y la desintegración de algunos regímenes políticos; todo esto se está cumpliendo en pequeña medida. Pero ¿cuándo se harán realidad los desastres mayores?”. Por un lado, los anticristos creen que parte de las palabras de Dios se están haciendo realidad de forma lenta y gradual, mientras que por otro lado, dudan: “¿No son estos desastres simplemente calamidades naturales? Ha habido desastres de manera continua a lo largo de la historia. ¿Son las incidencias de estos desastres el cumplimiento de las palabras de dios? Si no, ¿qué es lo que son? No debería pensar así; un creyente en dios debe creer en sus palabras. Pero ¿se cumplen tan fácilmente las palabras de dios? ¿Cómo lo hizo él? ¿Por qué no lo vi hacerlo? ¿Por qué no lo sé? Si es obra de dios, sus creyentes deberían verlo, él debería darles visiones. Pero no hemos visto la mano de dios ni hemos oído su voz. Entonces, ¿estos eventos podrían ser solo coincidencias? No debería pensar así; esos pensamientos podrían debilitarme. Todavía debo creer que todo esto es el cumplimiento de las palabras de dios; lo tomaré como su soberanía, como sus palabras que se hacen realidad, no como coincidencias. De esta manera, siento más tranquilidad en mi corazón”. Sienten que pensar de esta manera es muy inteligente y que han analizado bien la situación, al ser capaces de no dudar de Dios y, al mismo tiempo, de estabilizar su propia fe y de calmar la inquietud y los deseos abrumadores dentro de su corazón. Mientras hacen concesiones y compromisos temporales, los anticristos esperan la llegada de los grandes desastres. “¿Cuándo vendrán los grandes desastres? Cuando ocurran, los santos serán arrebatados en el aire, pero ¿dónde ocurrirá eso, exactamente? ¿Cómo ocurre el arrebatamiento? ¿Volarán o serán elevados por la mano de dios? Cuando ocurran los grandes desastres, ¿la gente seguirá teniendo sus cuerpos físicos? ¿Seguirán usando su ropa actual? ¿Estarán todos los no creyentes muertos? ¿Qué clase de estado o situación será esa? Es inimaginable para los humanos. Será mejor que no piense en eso por ahora. Solo creeré que las palabras de dios seguramente se harán realidad. Pero, ¿pueden de veras hacerse realidad? ¿Cuándo llegará ese día?”. Siguen haciéndose estas preguntas internamente, planteando dudas una y otra vez. Como estos desastres están estrechamente relacionados y conectados íntimamente con sus expectativas y porvenir, los anticristos creen lo siguiente: “No debo relajar mi búsqueda y observancia del cumplimiento de los desastres en ningún momento. No puedo renunciar a este asunto. Entonces, ¿qué debo hacer? Necesito difundir ampliamente el evangelio, cumplir con mis deberes diligentemente, evitar causar trastornos y perturbaciones o cometer errores, y mantener un perfil bajo, sin actuar con pomposidad. Mientras no cometa errores y no me expulsen de la iglesia, eso debería ser suficiente. Seguramente podré llegar al refugio; esta es la promesa de dios, ¿quién podría quitarme eso?”. Cuando los desastres menores descienden gradualmente, y toda la humanidad cae en calamidades, los anticristos encuentran paz y una medida de tranquilidad en lo más hondo. Al mismo tiempo, esperan con ansias la llegada de los grandes desastres y el día del arrebatamiento de los santos. A pesar de todo, los anticristos continúan indagando en las palabras de Dios que profetizan desastres. Tal indagación, desde el punto de vista de Dios, es similar a las indagaciones de Satanás. Él lo ve como duda, negación, calumnia y un análisis de la precisión de Dios. Es cuestionar la identidad de Dios, dudar de Su autoridad y omnipotencia, y de Su fidelidad. Dios no permite que tales cosas sucedan, ni que tales personas existan, y ciertamente no las salvará. Los anticristos piensan que sus contramedidas, concebidas en secreto y calculadas en su corazón, son las más inteligentes y encubiertas. Lo que no saben es que Dios ve todos sus pensamientos y los condena. Esto es lo que Dios dice: “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Jamás os conocí; apartaos de mí, los que practicáis la iniquidad” (Mateo 7:22-23). Dios les dice en silencio a estas personas en Su corazón: Apartaos de Mí, los que practicáis la iniquidad. Indagáis sobre Mis acciones y Mis palabras. Tales personas nunca podrán salvarse. Es aterrador que los anticristos tengan como su meta a seguir y criterio para examinar la precisión de Dios el hecho de que Sus palabras que profetizan desastres se cumplan o no, y también es una acción malvada.
En cuanto a si se harán realidad ciertos aspectos de las palabras de Dios, cómo, cuándo y dónde se harán realidad estos aspectos, Él tiene sus propias maneras. Es solo la gracia de Dios la que da a los humanos la gran fortuna de escuchar estas palabras Suyas. El propósito de que Dios pronuncie estas palabras no es que la humanidad las use para atarlo, para examinar Su precisión o confirmar Su identidad. Dios pronuncia estas palabras solo para decirle a la humanidad que Él va a hacer tales cosas, pero nunca le ha dicho a nadie: “Lo haré de esta manera, a esta gente, en este momento y de este modo”. En los asuntos sobre los que Dios no ha hablado a la humanidad, hay una clara señal: la humanidad no necesita saber, ni está calificada para ello. Por lo tanto, si los seres humanos siempre prueban indagar en estos asuntos, siempre cavan hondo y quieren usarlos para obtener algo que puedan usar contra Dios, juzgarlo y condenarlo, cuando estos fenómenos ocurran, la humanidad imperceptiblemente se opondrá a Dios. Cuando te opones a Dios, Dios ya no te considera un ser humano. Entonces, ¿qué eres? A los ojos de Dios, eres un Satanás, un enemigo, un diablo. Esta es la parte del carácter de Dios que no tolera la ofensa del hombre. Si las personas no entienden esto y a menudo hacen un problema de las palabras profetizadas por Dios, tratando de obtener algo que puedan usar contra Él, déjame decirte que esto es cortejar a la muerte. En todo momento, los humanos deben saber quiénes son y de qué manera, con qué tipo de razón y desde qué perspectiva deben tratar a Dios y a todo lo relacionado con Él. Una vez que las personas pierden su identidad y posición como seres creados, su esencia cambia. Si te convirtieras en un animal, Dios podría ignorarte, ya que serías una cosa insignificante. Pero si te convirtieras en un diablo o un Satanás, estarías en peligro. Convertirse en un diablo o un Satanás significa convertirse en un enemigo de Dios, y entonces nunca tendrás esperanza de salvación. Por lo tanto, quiero deciros a todos los que estáis aquí: no indaguéis en las acciones, en las palabras ni en la obra de Dios, ni en nada relacionado con Él. Eres un ser humano, un ser creado, así que no analices la precisión de Dios. No consideres a Dios como un objeto de tu análisis y escrutinio, ni de tus indagaciones. Eres un ser creado, un ser humano, así que Dios es tu Dios. Todo lo que Dios dice es lo que debes aceptar. Todo lo que Dios te dice debes aceptarlo. En cuanto a lo que Dios no te dice, esos asuntos que involucran misterios y profecías, que están relacionados con Su identidad, una cosa es cierta: no necesitas saberlos. Saberlos no beneficiará tu entrada en la vida. Acepta todo lo que puedas entender. No permitas que se conviertan en obstáculos en tu búsqueda de un cambio de carácter y en la búsqueda de la salvación. Este es el camino correcto. Si una persona se opone a Dios y sigue indagando en asuntos que le conciernen a Él, y si persistentemente se niega a cambiar, y se aferra de manera obstinada, lo trata de esta manera y con tal actitud, su esperanza de salvarse se vuelve muy escasa. Los anticristos indagan en las palabras de Dios que profetizan desastres. Concluyamos nuestra charla sobre este punto aquí. Ahora, pasemos al siguiente punto.
Ahora ya han aparecido varios desastres inusuales, y según las profecías de la Biblia, habrá desastres aún mayores en el futuro. Entonces, ¿cómo obtener la protección de Dios en medio de los grandes desastres? Contáctanos, y te mostraremos el camino.