Punto 9: Cumplen con su deber solo para distinguirse a sí mismos y satisfacer sus propios intereses y ambiciones; nunca consideran los intereses de la casa de Dios, e incluso los venden y los intercambian por gloria personal (III) Parte 3
Los anticristos, en su afán por cumplir su objetivo de disfrutar siempre de estatus y de tener la última palabra, desorientan a menudo a la gente, se la ganan y la controlan afirmando que son populares en la casa de Dios, que Él los ha colocado en puestos importantes y que Él los estima y confía en ellos. ¿Qué es lo que más temen los anticristos? Les asusta mucho perder su estatus y tener mala reputación. Temen que los hermanos y hermanas vayan a pensar que no persiguen la verdad, que son de muy poco calibre y que no tienen entendimiento espiritual ni hacen trabajo real ni son capaces de hacerlo. Estas son las cosas que más les aterra oír a los anticristos. Cuando oyen tales enunciados y declaraciones, entran en pánico e incluso se molestan, a veces llegan a tener rabietas y dicen: “Tengo poco calibre, así que adelante, usa a quien puedas; ¡de todas maneras, yo no puedo hacer este trabajo! ¿Acaso dios no es justo? He creído en él todos estos años, he renunciado a mi familia y a mi carrera por él, y me he esforzado mucho por todos vosotros, mis hermanos y hermanas. ¿Por qué no podéis decir ni una buena palabra sobre mí?”. Ya no podrían escatimarle ninguna atención a su reputación y estatus, ni intentan encubrirse o fingir; su fealdad queda por completo a la vista. Después de descargar su ira, se secan las lágrimas y piensan: “Oh, no, me he deshonrado. Tendré que hacer un regreso triunfal”. Luego siguen fingiendo, siguen aprendiendo buenas consignas y doctrinas, y escuchan, leen, predican y desorientan a la gente. Sienten que deben recuperar su reputación y su estatus, y esperan que un día, cuando llegue el momento de las elecciones, los hermanos y hermanas sigan pensando en ellos, recuerden las cosas buenas que han hecho, los precios que han pagado y las cosas que han dicho. Esto es absolutamente vergonzoso, ¿no? Su antigua naturaleza no ha cambiado en absoluto, ¿verdad? ¿Por qué los anticristos nunca cambian? Esto viene determinado por su esencia-naturaleza, no pueden cambiar; simplemente son así. Cuando sus ambiciones y deseos se han esfumado por completo, tienen rabietas, y, a continuación, se comportan mucho mejor. Hace poco pregunté cómo le estaba yendo a cierta persona, y algunos hermanos y hermanas me dijeron que se había portado muy bien. ¿Qué quería decir eso? Significaba que últimamente se había comportado y actuado mucho mejor que antes; ya no causaba problemas, no atacaba a la gente ni rivalizaba por el estatus, y había aprendido a hablar a los demás con mayor amabilidad, modestia y tranquilidad. Además, utilizaba las palabras correctas para ayudar a los demás y, en su vida cotidiana, se preocupaba por los demás y los cuidaba. Era como si se hubiera transformado en una persona completamente nueva. Pero ¿era así en realidad? No. Entonces, ¿qué prácticas eran esas? (Buenos comportamientos externos).
Después de haber quedado en evidencia y que salgan a la luz todas sus malas acciones, algunos anticristos, cuando ven a los hermanos y hermanas dicen: “Tengo la sensación de que últimamente dios me ha esclarecido e iluminado, me hallo en un estado realmente bueno. Siento un odio profundo hacia mis acciones anteriores y nunca voy a poder olvidar que he causado que mis hermanos y hermanas sufrieran pérdidas ni podré pasar página. Estoy muy triste”. Mientras confiesan esto, se echan a llorar e incluso toman la iniciativa de pedirles a los hermanos y hermanas que los poden y les dicen: “No os preocupéis por mi debilidad. Si me veis haciendo algo mal, podadme, lo puedo aceptar; puedo aceptarlo de parte de dios, no os guardaré rencor”. Han pasado de rechazar con obstinación, resistirse y rebelarse en contra de que los hermanos y hermanas los poden, de justificarse y discutir en su defensa y estar llenos de resentimiento, a buscar activamente la poda. Es un cambio de actitud bastante rápido, ¿verdad? ¿Significa esto que sienten remordimientos? Según esta actitud, parece que han experimentado un cambio, así que los deberías podar. Esto puede permitirles darse cuenta de los errores que han cometido en el pasado y ayudarlos a conocerse a sí mismos. En ese momento, deberías ayudarlos a mostrar algo de sinceridad y decir: “He notado que últimamente te has comportado bastante bien. Voy a hablar contigo de corazón. Si algo de lo que digo es incorrecto y no puedes aceptarlo, no le prestes atención; si consideras correcto lo que digo, acéptalo de parte de Dios. Mi intención es ayudarte, no patearte mientras estás en el suelo ni atacarte. Abramos nuestro corazón el uno ante el otro y compartamos. Cuando serviste como líder, te ibas pavoneando por ahí y te negabas a admitir tus errores; aunque en apariencia admitieras algunos, en el fondo no aceptabas la culpa, y después, cuando te encontrabas con el mismo tipo de problema, seguías actuando de la misma manera que antes. Hablemos por ejemplo de ese último incidente. Debido a que fuiste irresponsable, algo fue mal y los recursos de la casa de Dios sufrieron una gran pérdida. Tu irresponsabilidad también llevó a que arrestaran y encarcelaran a muchos hermanos y hermanas, y a que pagaran un precio por ese motivo. ¿No crees que deberías asumir la responsabilidad por ello? Fuiste la persona directamente responsable de ese incidente, así que deberías presentarte ante Dios, confesar tus pecados y arrepentirte. De hecho, si admites tu error, lo peor que puede pasar es que Dios lo considere una transgresión, y no va a afectar en el futuro a tu búsqueda de la verdad. Los hermanos y hermanas también podrán tratarte de manera adecuada y percibirte como un miembro de la casa de Dios, no van a condenarte al ostracismo ni a atacarte. Es cierto que todo lo relacionado con una persona está en manos de Dios, pero si nunca persigues la verdad, seguro que Dios te detestará y te abandonará y, llegados a ese punto, serás blanco de la destrucción. Si aceptas y te sometes a la obra de Dios y tu arrepentimiento es auténtico, Él no recordará tus transgresiones pasadas y seguirás siendo una persona que persigue la verdad ante Dios. No le pedimos Su indulgencia ni Su perdón, pero hemos de hacer al menos lo que les corresponde a los humanos; esta es la responsabilidad y el deber de cualquier ser creado, y es la senda que todos deberíamos caminar”. Estas palabras son ciertas, ¿verdad? ¿Hay algo de burla o engaño en ellas? ¿Contienen algo de sarcasmo o mofa? (No). Son palabras sentidas, dichas con calma y que concuerdan con el principio de ayudar y edificar a las personas. Son palabras correctas; en ellas hay una senda de práctica, así como una verdad que buscar. Sin embargo, ¿pueden aceptar los anticristos estas palabras? ¿Pueden comprenderlas y practicarlas como la verdad? (No). ¿Cómo responderán a estas palabras? “Incluso ahora, no paráis de aprovecharos de mi error, os negáis a dejarlo pasar, ¿eh? Ni siquiera dios recuerda las transgresiones pasadas de las personas, ¿por qué siempre os estáis fijando en las mías? Aseguráis querer tener una conversación sincera conmigo y que me estáis ayudando. ¿Qué clase de ayuda es esta? Es obviamente un intento de aferrarse al pasado y de echarme la culpa. Lo único que intentáis es hacer que me responsabilice, ¿no? ¿Soy yo el único responsable de ese incidente? Todo está en manos de dios, lo que significa que él es el único responsable. Cuando sucedió ese incidente, ¿por qué no me ofreció dios ninguna pista? ¿No está esto instrumentado por dios? Así que, ¿cómo podéis culparme?”. Dicen lo que piensan, ¿no? ¿Dónde está el problema? Desde fuera, parece que han cambiado y se han vuelto más humildes; parece que se comportan mucho mejor que antes, como si ya no buscaran estatus ni reputación y pudieran sentarse tranquilamente, hablar con alguien y tener una charla sincera. Por tanto, ¿cómo son capaces de decir algo así? ¿Qué problema se observa en esto? (Su manera de actuar no es más que una ilusión que crearon para poder regresar). ¿Qué más? (En realidad no se conocen en absoluto y estas no son muestras de arrepentimiento real. Son solo una especie de práctica hipócrita. Cuando otros hablan con ellos sobre sus problemas, siguen siendo incapaces de aceptar la verdad. Está claro que su esencia-naturaleza es hostil a la verdad). Hay dos puntos muy claros respecto a esto. Para empezar, cuando los anticristos pierden su estatus, uno de sus estados es: “Mientras hay vida hay esperanza”, siempre están listos para regresar. El segundo punto es que, en cuanto a la senda errónea en la que se hallaban y las transgresiones que cometieron, los anticristos nunca jamás van a reflexionar sobre sí mismos de una manera auténtica. No admitirán sus errores ni aceptarán la verdad y menos aún llegarán a entender su esencia a partir de los hechos de sus maldades ni a sacar conclusiones sobre cómo practicar de acuerdo con la verdad. Cuando se les despide y pierden su estatus, no piensan: “¿Qué es exactamente lo que he hecho mal? ¿Cómo me debería arrepentir? Si esto vuelve a pasar, ¿cómo debería actuar para que pueda ajustarme a la intención de Dios?”. No tienen esta actitud de dar un giro de ciento ochenta grados. Aunque se les pode y se les despida, seguirán sin retractarse ni perseguir la verdad, sin buscar una senda de práctica ni cambiar el rumbo de su búsqueda. Por muy grandes que sean las pérdidas que causen a la casa de Dios y muy grave que sea la caída que sufran, nunca confesarán sus pecados. Sus fracasos no harán que persigan ni busquen la verdad; en vez de eso, calcularán qué pueden hacer para salvarlo todo y recuperar el estatus que han perdido. Estos son los dos puntos. El primero es una especie de estado que adquieren después de perder su estatus, que consiste en estar siempre listos para regresar. El segundo punto es su rechazo a admitir o entender la senda errónea en la que se encontraban. No entender que estaban en una senda errónea es una parte de este segundo punto; además de eso, en realidad no se arrepentirán de ninguna manera ni aceptarán la verdad, y desde luego no repararán, con corazón arrepentido, el daño que le hicieron a la casa de Dios. No pensarán en absoluto en cómo transformarse, en cómo pasar de ser personas que no persiguen la verdad a ser alguien que la persigue y practica. Estos dos puntos evidencian que los anticristos sienten aversión por la verdad y son perversos por naturaleza; se les da especialmente bien camuflarse y adaptarse a su entorno, como camaleones. Tienen una esencia voluble y, en el fondo de su corazón, su búsqueda de estatus y sus ambiciones y deseos nunca se relajan, ni tampoco cambiarán nunca. Nadie puede cambiar a estas personas. Al fijarnos en estas manifestaciones, ¿cuál es la esencia-naturaleza de esta clase de persona? ¿Es un anticristo un hermano o una hermana? ¿Es un anticristo una persona real? (No). Si veis a estas personas como a hermanos y hermanas, ¿acaso eso no significa que sois tremendamente estúpidos? Estas manifestaciones son revelaciones de la esencia de un anticristo. Cuando los anticristos no tienen estatus, esta es la clase de estado en el que se hallan; así son los cálculos en su corazón, lo que revelan y cómo obran de cara al exterior y la clase de actitud que tienen en lo profundo de su corazón hacia la verdad y hacia sus transgresiones. Su punto de vista no va a cambiar. Da igual cuánto compartas la verdad o lo mucho que hables sobre sendas de práctica correctas y positivas, en el fondo nunca lo aceptarán. En su lugar, se resistirán a ello. Creerán incluso: “Bueno, ya no tengo estatus, así que lo que digo no cuenta. Nadie me apoya ya; solo queréis ridiculizarme y darme una lección. ¿Estás cualificado para darme una lección? ¿Quién te crees que eres? Cuando me convertí en líder, ¡todavía no habías aprendido a caminar! ¿Acaso no aprendiste de mí las pocas cosas de las que hablas? Y tratas de darme una lección. ¡Está claro que no conoces tu lugar en el universo!”. Piensan que la gente necesita una cierta antigüedad para podarlos, hablar con ellos, charlar o entablar una conversación sincera con ellos. ¿Qué son estas personas? Solo los anticristos son capaces de decir tales cosas; la gente normal y los que tienen algo de sentido de la vergüenza y un poco de racionalidad nunca las dirían. Si alguien os predica un sermón, tiene con calma una conversación sincera con vosotros y os señala problemas que tenéis y os hace sugerencias, ¿seríais capaces de aceptarlo? ¿O tendríais la misma mentalidad que un anticristo? Por ejemplo, digamos que has sido creyente durante diez años, pero nunca has servido como líder. Otra persona solo lleva creyendo dos años, pero tiene un estatus más alto que tú, lo cual te molesta. Digamos que crees en Dios durante veinte años antes de convertirte al final en líder de distrito. Otro se convierte en líder regional tras creer durante solo cinco años y empieza a guiarte, cosa que te resulta difícil de aceptar. Si te poda, te sientes incómodo y aunque tenga razón al podarte, sigues sin querer aceptarlo. ¿Habéis poseído alguna vez esta clase de actitud o de manifestaciones? (Sí). Este es el carácter de un anticristo. ¿Crees que solo los anticristos tienen un carácter de anticristo? Cualquiera con el carácter de un anticristo es un peligro, puede emprender la senda de un anticristo y este carácter puede destruirlo. Así son las cosas. Cuando compartimos y diseccionamos la esencia de un anticristo, esto también incluye a la gente que tiene el carácter de un anticristo. ¿Diríais que las personas incluidas en esto son minoría o son mayoría? ¿O esto incluye a todo el mundo? (Incluye a todo el mundo). Eso es, porque el carácter de un anticristo es el de Satanás y todos los humanos corruptos poseen el carácter de Satanás. Ahora hemos hablado un poco sobre el tema de cómo consideran los anticristos recibir la poda. Para entrar en mayor detalle, se pueden aportar algunos ejemplos concretos. Os lo dejaré a vosotros, para que lo habléis durante vuestras reuniones. Mientras compartáis, no habléis siempre sobre otras personas. Por supuesto, hablar sobre las manifestaciones de los demás es inevitable, pero sobre todo deberíais hablar de las vuestras. Si podéis encontrar en vosotros mismos algunas manifestaciones y revelaciones vinculadas al carácter de un anticristo, eso será útil y beneficioso para vuestro autoconocimiento, y os ayudará a libraros de ese carácter.
Hemos hablado antes sobre las diversas manifestaciones del carácter de un anticristo, ¿sois capaces ahora de confrontaros con ellas? ¿Habéis podido lograr algún entendimiento? ¿Podéis resolver algunos problemas reales? Al margen de qué aspecto de tus actitudes corruptas cambies, todo se logra sobre la base de entender la verdad, compararse con ella y luego llegar a entenderte a ti mismo. Por tanto, ser capaz de discernir y diseccionar las diversas manifestaciones de un carácter corrupto es una senda que debes tomar para conocerte a ti mismo y lograr un cambio de carácter. ¿Habéis llegado a entender ya este punto? Algunos de vosotros puede que no, y pensaréis: “Siempre hablas sobre estos temas y cosas triviales. Nunca hablas sobre verdades profundas ni revelas misterios profundos. ¡Esto es muy aburrido y tedioso! ¿Qué tienen que ver estas cosas de las que hablas con entrar en el reino del cielo, obtener grandes bendiciones y ser perfeccionado en el futuro?”. Nunca entienden nada, les entra sueño cuando escuchan estas cosas. La gente que no tiene entendimiento espiritual no lo capta; no entiende los diversos estados humanos relativos a cada verdad ni la relación entre las distintas verdades. No comprenden estas cosas. Mientras más detallada sea la explicación que les des, más confusos se sienten y menos asimilan, así que siempre les entra sueño. Cuando empieza una reunión, cantan y bailan y no les entra sueño por muy aburridas o repetitivas que sean las reglas y las ceremonias. Sin embargo, en cuanto compartimos la verdad y los diferentes estados de las personas, empiezan a dar cabezadas. ¿Qué pasa con esta gente a la que siempre le entra sueño? ¿Acaso no se han puesto en evidencia? Se trata de una manifestación de no amar la verdad, ¿no? En lo que respecta a los detalles relativos a diversas verdades sobre la entrada en la vida, la gente que de veras persigue la verdad y posee un cierto calibre los entiende mejor cuanto más oye hablar de ellos, mientras que aquellos que no aman la verdad y no tienen entendimiento espiritual solo se confunden más cuanto más los oyen. Mientras más escuchan, más tediosos les parecen, y por mucho que escuchen, siguen sintiendo lo mismo; no pueden oír una senda en ellos. Consideran que los asuntos relacionados con la entrada en la vida no son en realidad tan complicados, por lo que no hay necesidad de compartir tanto sobre ellos. Así son las personas que no tienen entendimiento espiritual. El cambio de carácter implica muchas verdades. Si en la senda de buscar para cambiar sus actitudes, la gente no dedica tiempo y esfuerzo a cada verdad, no logra entendimiento, comprensión y conocimiento de cada una de ellas ni encuentra una senda de práctica, lo más probable es que no sea capaz de entrar en ninguna verdad. ¿Qué camino se debe emprender para llegar a conocer a Dios? El de entender y entrar en todas las diversas verdades; este es el único camino. Asimismo, cada verdad no es una especie de teoría ni un tipo de conocimiento o filosofía; tiene que ver con la vida de las personas y el estatus de su existencia, los estados en los que se hallan y las cosas que piensan a diario, y los diversos pensamientos, ideas, intenciones y actitudes que generan bajo el dominio de sus esencias corruptas. Por tanto, estos son los temas de los que estamos hablando. Cuando hayas descubierto estos temas, los hayas relacionado contigo, hayas encontrado los principios de práctica y llegado a conocer los diversos estados y puntos de vista que generan tus diferentes actitudes, habrás entendido en realidad las verdades relacionadas con ellos y solo entonces serás capaz de practicar de manera precisa según los principios-verdad. Si solo entiendes las palabras de manera literal y, cuando ves cómo expone Dios el egoísmo y la vileza de los anticristos, piensas: “Los anticristos son egoístas y despreciables, pero yo soy bastante generoso; tengo mucho amor que dar, soy tolerante, nací en una familia de eruditos, he recibido una educación superior y me han influido figuras famosas y obras maestras, no soy una persona egoísta”. ¿Es decir estas cosas aceptar la verdad? ¿Es conocerse a uno mismo? Resulta bastante obvio que no entiendes esta verdad concreta ni los diversos estados que abarca en particular. Cuando entiendes los diversos estados de los que Dios habla y saca a la luz, englobados en una determinada verdad, y eres capaz de compararte con ellos y encontrar los principios de práctica precisos, te habrás embarcado en la senda de practicar la verdad y habrás entrado en la realidad-verdad. Si no lo has hecho, es que solo has entendido una doctrina, no la verdad. Es como el tema del que acabamos de hablar, sobre cómo consideran los anticristos recibir la poda. Los diversos estados, todas las manifestaciones y revelaciones que hemos compartido tienen que ver con la esencia-naturaleza y el carácter de un anticristo. ¿Cuántos de estos entiendes? ¿Con cuántos te has comparado? ¿Estos enunciados, detalles y estados contenidos que has captado en este tema tienen relación con otras personas o contigo? ¿Tienes tú mismo alguna conexión con ellos? ¿De verdad los has relacionado contigo o solo los has reconocido y te has mostrado de acuerdo con ellos de manera reticente? Esto depende de tu comprensión y de tu actitud hacia la verdad. Vincular estos estados contigo mismo es solo un requisito previo para que seas capaz de practicar la verdad, no significa que ya hayas empezado a practicarla. Sin embargo, si no puedes relacionarte con estos estados, no tendrás nada en absoluto que ver con la práctica de la verdad. Si ese es el caso, cuando escuches sermones, ¿qué vas a oír? Solo fingirás, parecerá que crees en Dios, pero en realidad no estarás practicando de acuerdo con Sus palabras ni podrás entrar en la realidad de estas. Solo serás un profano, un objeto de servicio, un contraste. En lo que se refiere a cómo deberíais compararos con estos estados y cómo deberíais diseccionar los diversos estados que están relacionados con las cosas que he dicho, esto depende de vuestro propio conocimiento. Lo único que puedo hacer es deciros estas palabras y proporcionároslas; en cuanto al resto, vosotros mismos necesitaréis hacer un esfuerzo. Podáis aceptar o no estas palabras, depende de vuestra actitud. Hay quienes tienen un corazón intransigente, siempre fingen y tratan de proteger su estatus y reputación. Está claro que tienen problemas, pero no son capaces de detectarlos ni los admiten, e incluso dejan en evidencia y diseccionan a los demás. En consecuencia, esa otra gente acaba beneficiándose de esto, mientras que ellos mismos no ganan nada. Esos tipos son tontos, ¿verdad? Es un comportamiento estúpido. El sentido de escuchar sermones no es aprender a discernir a otras personas ni tampoco escuchar en nombre de los demás; es para que tú mismo puedas oír lo que se dice y obtenerlo. Escuchas las palabras de Dios, la verdad y los sermones, y a partir de ahí llegas a entender la verdad, a obtener la vida y a transformar tu carácter. ¿Tiene esto algo que ver con otras personas? Estas palabras tienen que ver contigo. Si adoptas una actitud de este tipo, estas palabras podrían cambiarte, convertirse en tu realidad y permitirte lograr un cambio de carácter.
En este primer tema, hemos hablado sobre las diversas manifestaciones de cómo consideran los anticristos recibir la poda. Por una parte, compartir sobre este tema os ayuda a todos a entender la clase de actitud que tienen los anticristos y las revelaciones de su esencia-naturaleza en lo que se refiere a este asunto. Por otra parte, os aporta una guía positiva y algunas advertencias. Podéis hablar sobre el resto de problemas y resolverlos, son asunto vuestro.
Ahora ya han aparecido varios desastres inusuales, y según las profecías de la Biblia, habrá desastres aún mayores en el futuro. Entonces, ¿cómo obtener la protección de Dios en medio de los grandes desastres? Contáctanos, y te mostraremos el camino.