Punto 9: Cumplen con su deber solo para distinguirse a sí mismos y satisfacer sus propios intereses y ambiciones; nunca consideran los intereses de la casa de Dios, e incluso los venden y los intercambian por gloria personal (VII) Parte 2

¿Cuál es la manifestación más evidente de un anticristo? En primer lugar, no acepta la verdad, algo que todos pueden ver. No solo no acepta las sugerencias de los demás, sino que, lo que aún es más importante, tampoco admite que lo poden. No cabe la menor duda de que los anticristos no aceptan la verdad; si pudieran hacerlo, no serían anticristos. Entonces, ¿por qué siguen cumpliendo sus deberes? ¿Cuál es exactamente su intención al hacerlo? Su intención es “recibir el céntuplo en esta vida y la vida eterna en el mundo venidero”. En sus deberes, siguen al pie de la letra este dicho. ¿No es esto una transacción? Por supuesto que lo es. A juzgar por la naturaleza de esta transacción, ¿no tienen acaso un carácter perverso? (Sí). Entonces, ¿en qué sentido son perversos? ¿Alguien puede decírmelo? (Aunque los anticristos oyen tantas verdades expresadas por Dios, nunca las persiguen. Se aferran con fuerza a su estatus y no lo sueltan, solo cumplen su deber para su beneficio personal y para ejercer poder sobre los demás). Esa respuesta es en cierto punto acertada, más o menos lo habéis entendido, pero no es lo suficientemente específica. Si saben perfectamente que está mal hacer transacciones con Dios, pero aun así persisten hasta el final y se niegan a arrepentirse, entonces se trata de un problema grave. Hoy en día, la mayoría de la gente lleva a cabo su deber con la intención de recibir bendiciones. Todos quieren utilizar el desempeño de sus deberes para ser recompensados y recibir una corona, y no comprenden el significado de cumplir el propio deber. Es necesario hablar sobre este problema con claridad. Así pues, hablemos primero de cómo surgió el deber de las personas. Dios trabaja para gestionar y salvar a la humanidad. Por supuesto que Dios tiene requisitos para las personas y estos requisitos son el deber de estas. Es evidente que el deber de las personas surge de la obra de Dios y de Sus requisitos para los seres humanos. No importa el deber que desempeñe uno, cumplirlo es lo más correcto, lo más bello y recto que podría hacer entre la especie humana. Como seres creados, las personas deben ejecutar su deber y, solo entonces, pueden recibir la aprobación del Creador. Los seres creados viven bajo el dominio del Creador y aceptan todo lo que Dios les proporciona, todo lo que viene de Él, así que deben cumplir con sus responsabilidades y obligaciones. Es perfectamente natural y está totalmente justificado y ha sido ordenado por Dios. Esto evidencia que, para la gente, cumplir el deber de un ser creado es más recto, hermoso y noble que ninguna otra cosa que se haga mientras se viva en la tierra; no hay nada en la humanidad más importante ni digno y nada aporta mayor sentido y valor a la vida de una persona creada que cumplir el deber de un ser creado. En la tierra, solo el grupo de personas que cumplen verdadera y sinceramente el deber de un ser creado es el que se somete al Creador. Este grupo no sigue las tendencias mundanas; se someten al liderazgo y la guía de Dios, solo escuchan las palabras del Creador, aceptan las verdades expresadas por Él y viven según Sus palabras. Este es el testimonio más auténtico y rotundo y es el mejor testimonio de creencia en Dios. Para un ser creado, poder cumplir su deber como tal, poder satisfacer al Creador, es lo más hermoso entre la humanidad y algo que se debe difundir como una historia que todos elogien. Cualquier cosa que el Creador encomiende a los seres creados debe ser aceptada incondicionalmente por ellos; para la especie humana es una cuestión tanto de felicidad como de privilegio y, para todo aquel que cumpla el deber de un ser creado, nada es más hermoso ni digno de conmemoración; es algo positivo. En cuanto a cómo trata el Creador a aquellos que cumplen el deber de un ser creado y lo que Él les promete, esto es asunto del Creador; no es asunto de la humanidad creada. Dicho de forma un poco más clara y simple, es cosa de Dios y la gente no tiene derecho a interferir. Tú recibirás lo que Dios te dé y, si no te da nada, no tienes que protestar. Cuando un ser creado acepta la comisión de Dios y coopera con el Creador para cumplir el deber y hacer lo que puede, esto no es una transacción ni un trueque; las personas no deben intentar intercambiar expresiones de actitudes o acciones y comportamientos con la intención de ganar promesas o bendiciones de Dios. Cuando el Creador os encomienda esta obra, es correcto y apropiado que, como seres creados, aceptéis este deber y comisión. ¿Hay algo transaccional en esto? (No). Por Su parte, el Creador está dispuesto a encomendar a cada uno de vosotros los deberes que la gente debe desempeñar; y, por parte de los seres humanos creados, la gente debe aceptar de buen grado ese deber y tratarlo como su obligación vital, como el valor que debe vivir en esta vida. Aquí no hay ninguna transacción, no se trata de un intercambio equivalente y, mucho menos, implica alguna recompensa u otros enunciados que la gente se figura. No se trata en absoluto de un trato; tampoco de intercambiar por otra cosa el precio que pagan o el duro trabajo que aportan las personas al cumplir su deber. Dios nunca ha dicho eso ni la gente debe entenderlo así. El Creador les da a los seres humanos una comisión, y un ser creado, habiendo recibido del Creador la comisión que Dios le da, se compromete a llevar a cabo su deber. En este asunto, en este proceso, no hay nada transaccional; es algo muy sencillo y adecuado. Ocurre lo mismo que con los padres, que, habiendo traído al mundo a su hijo, lo crían sin condiciones ni quejas. En cuanto a si el niño será un buen hijo cuando crezca, no es un requisito que tengan los padres desde el día en que nació. No hay un solo progenitor que, después de que nazca su hijo, diga: “Solo lo crío para que me sirva y me honre en el futuro. Si no lo hace, lo estrangularé hasta la muerte ahora mismo”. No hay un solo padre así. Entonces, a juzgar por la forma en que los padres educan a sus hijos, es una obligación, una responsabilidad, ¿no es así? (Sí). Los padres seguirán criándolos, sin importar si son buenos hijos o no, y sean cuales sean las dificultades, lo harán hasta que se conviertan en adultos y desearán lo mejor para ellos. No hay nada condicional o transaccional en esta responsabilidad y esta obligación que los padres tienen hacia sus hijos. Quienes tienen experiencia en la materia podrán entenderlo. La mayoría de los padres no tienen ningún criterio para saber si tienen un buen hijo. Si lo es, estarán un poco más contentos de lo que estarían si no fuera el caso, y serán un poco más felices en su vejez. Si no lo es, simplemente dejarán que así sea. La mayoría de los padres que tienen una mentalidad relativamente abierta pensarán de esta manera. En definitiva, ya se trate de padres que crían a sus hijos o de hijos que mantienen a sus padres, se trata de una cuestión de responsabilidad, de obligación, y entra dentro del rol que se espera de una persona. Por supuesto, se trata de asuntos insignificantes comparados con el desempeño del deber de un ser creado, pero, de entre los asuntos del mundo humano, es de los más bellos y rectos. Sobra decir que esto se aplica aún más al desempeño de su deber por parte de un ser creado. Como tal, cuando se presenta ante el Creador, debe realizar su deber. Es algo muy correcto y debe cumplir con esa responsabilidad. Sobre la base de que los seres creados cumplen sus deberes, el Creador ha realizado una obra aún mayor entre los seres humanos y ha llevado a cabo una etapa de obra más a fondo en las personas. ¿Y qué obra es esa? Él les proporciona la verdad a los humanos permitiendo que la reciban de Él mientras cumplen su deber, para así deshacerse de su carácter corrupto y ser purificados. Así, satisfacen las intenciones de Dios y se embarcan en la senda correcta de la vida, y, en última instancia, son capaces de temer a Dios y evitar el mal, alcanzar la salvación completa y dejar de estar sujetos a las aflicciones de Satanás. Este es el objetivo que Dios desearía que la humanidad logre al final mediante el cumplimiento de sus deberes. Por tanto, durante el proceso de llevar a cabo tu deber, Dios no se limita a hacerte ver claramente una cosa y a que comprendas un poco de la verdad, ni tampoco se limita a dejarte disfrutar de la gracia y las bendiciones que recibes al cumplir tu deber como ser creado. Asimismo, te permite ser purificado y salvado y, en última instancia, que llegues a vivir en la luz del rostro del Creador. Esta “luz del rostro” del Creador implica una gran cantidad de significado y contenido ampliados en la que no vamos a entrar hoy. Por supuesto, Dios seguramente concederá promesas y bendiciones a tales personas, y realizará diferentes afirmaciones sobre ellos; eso es otro asunto. En términos del aquí y ahora, ¿qué recibe de Dios cualquiera que se presente ante Él y cumpla su deber como ser creado? La verdad y la vida, que es lo más valioso y hermoso de la humanidad. Ni un solo ser creado entre la humanidad puede recibir fácilmente tales bendiciones de manos del Creador. Algo tan bello y grande es tergiversado por la calaña de los anticristos para convertirlo en una transacción en la que solicitan coronas y recompensas de manos de Dios. Dicha transacción convierte algo tan hermoso y recto en algo muy feo y perverso. ¿Acaso no es eso lo que hacen los anticristos? A juzgar por esto, ¿no son perversos los anticristos? ¡Son muy perversos! Esta es una manifestación de su perversidad.

En los últimos días, Dios se encarna para obrar y expresa muchas verdades, revela a la humanidad todos los misterios de Su plan de gestión y proporciona todas las verdades que la gente debe comprender y en las que debe entrar para salvarse. Estas verdades y estas palabras de Dios son tesoros para todos los que aman las cosas positivas. Las verdades son las necesidades de la especie humana corrupta y también son tesoros invaluables para ella. Cada una de las palabras de Dios, Sus requisitos y Sus intenciones son cosas que la gente debe comprender y captar, cosas que deben acatar para alcanzar la salvación, y son verdades que los seres humanos deben obtener. Sin embargo, los anticristos consideran tales palabras teorías y consignas, incluso hacen oídos sordos a ellas y, peor aún, las desprecian y las niegan. Los anticristos consideran las cosas más valiosas de la humanidad mentiras de charlatanes. Creen en su fuero interno que no existe ningún Salvador ni mucho menos la verdad o cosas positivas en el mundo. Piensan que todo lo hermoso o cualquier beneficio debe ser logrado a través de la mano humana y tomado por la fuerza mediante la lucha humana. Los anticristos piensan que las personas sin ambiciones y sueños jamás tendrán éxito, pero su corazón rezuma aversión y odio hacia la verdad expresada por Dios. Consideran que las verdades que Él expresa son teorías y consignas, pero estiman que el poder, los intereses, la ambición y el deseo son causas rectas que hay que gestionar y que deben perseguirse. También utilizan el servicio que realizan con sus dones como un medio para negociar con Dios con el objetivo de entrar al reino de los cielos, obtener coronas y gozar de mayores bendiciones. ¿No es eso perverso? ¿Cómo interpretan las intenciones de Dios? Dicen: “Dios determina quién es el jefe mirando quién se esfuerza y sufre más por él y quién paga el precio más alto. Él determina quién puede entrar al reino y quién recibe coronas evaluando quién es capaz de ir de aquí para allá, de hablar con elocuencia, y quién tiene espíritu de ladrón y puede tomar cosas por la fuerza. Como dijo Pablo: ‘He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe. En el futuro me está reservada la corona de justicia’ (2 Timoteo 4:7-8)”. Siguen estas palabras de Pablo y creen que son ciertas, pero ignoran todos los requisitos y las afirmaciones de Dios para la humanidad, pues piensan: “Esas cosas no son importantes. Lo único que importa es que, una vez que haya peleado la batalla y haya terminado la carrera, recibiré una corona. Es la verdad. ¿No es eso lo que quiere decir dios? Dios ha pronunciado miles y miles de palabras y ha impartido incontables sermones. Lo que en última instancia él quiere decirle a la gente es que, si quieres coronas y recompensas, de ti depende pelear, esforzarte, agarrarlas y llevártelas”. ¿Acaso no es esa la lógica de los anticristos? En el fondo de su corazón, así es como los anticristos ven siempre la obra de Dios, y así es como interpretan Su palabra y Su plan de gestión. Tienen un carácter perverso, ¿verdad? Tergiversan las intenciones de Dios, la verdad y todas las cosas positivas. Consideran el plan de gestión de Dios para salvar a la humanidad como una transacción obvia, y consideran el deber que el Creador demanda que la humanidad cumpla como una clara expropiación, agresión, engaño y transacción. ¿No es así el carácter perverso de los anticristos? Ellos creen que para obtener bendiciones y entrar en el reino de los cielos deben realizar una transacción, y que eso es justo, razonable y sumamente legítimo. ¿No es esa una lógica perversa? ¿No es una lógica satánica? Los anticristos siempre tienen esos puntos de vista y esas actitudes en el fondo del corazón, lo que demuestra que su carácter es demasiado perverso.

A partir de los pocos puntos de contenido que acabamos de compartir, ¿habéis sido capaces de percibir el perverso carácter de los anticristos? (Sí). El primer punto era cómo consideran los anticristos su deber, ¿no? ¿Cómo lo consideran pues? (Los anticristos consideran su deber como una transacción que intercambian por su propio destino y sus propios intereses. No importa cuánto haya trabajado Dios en las personas, cuántas palabras haya dicho y cuántas verdades les haya expresado, rechazan todo esto y siguen desempeñando su deber con la intención de hacer una transacción con Dios). Los anticristos consideran su deber como una transacción. Desempeñan su deber con la intención de hacer una transacción y obtener bendiciones. Les parece que creer en Dios debería servir para obtener bendiciones y que es adecuado que las obtengan si llevan a cabo su deber. Distorsionan lo positivo que es cumplir el deber y denigran el valor y el significado de cumplir el propio deber como un ser creado y, además, denigran la legitimidad de hacerlo; convierten el deber que los seres creados deberían cumplir de manera natural en una transacción. Esta es la perversidad de los anticristos, este es el primer punto. El segundo es que los anticristos no creen en la existencia de cosas positivas ni de la verdad, y no creen ni reconocen que las palabras de Dios sean la verdad. ¿No es esto perverso? (Sí). ¿Qué tiene de perverso? Las palabras de Dios son la realidad de todas las cosas positivas; sin embargo, los anticristos no son capaces de verlo ni lo reconocen. Consideran las palabras de Dios como consignas, como una especie de teoría, y distorsionan el hecho de que las palabras de Dios son la verdad. ¿Cuál es aquí el mayor y principal problema? Dios quiere usar estas palabras para salvar a la especie humana, y el hombre debe aceptar las palabras de Dios antes de que se le pueda purificar y logre la salvación; esto es un hecho y es la verdad. Los anticristos no reconocen ni aceptan esta promesa de Dios a la humanidad. Dicen: “¿Salvarse? ¿Purificarse? ¿De qué sirve eso? ¡De nada! Si se me purifica, ¿se me puede salvar de veras y puedo entrar en el reino del cielo? ¡No lo creo!”. No prestan atención a este asunto y no les interesa. ¿Qué hay implícito en esto? No creen que las palabras de Dios sean la verdad, sino que creen que solo son dichos y doctrinas. No creen ni reconocen que las palabras de Dios pueden purificar o salvar a las personas. Esto puede compararse a cuando Dios definió a Job en aquel tiempo como alguien que temía a Dios y evitaba el mal, y como un hombre perfecto. ¿Son verdad estas palabras que dijo Dios? (Sí). ¿Por qué dijo Dios tal cosa? ¿Con qué base? Dios observa el comportamiento de las personas, escruta su corazón y percibe su esencia, y en base a esto dijo que Job temía a Dios y evitaba el mal y era un hombre perfecto. Dios observó a Job durante más de un día o dos y las manifestaciones de Job de temer a Dios y evitar el mal también abarcaron más de un día o dos y desde luego no se limitaron solo a uno o dos asuntos. Por tanto, ¿qué actitud adoptó Satanás hacia este hecho? (Escepticismo y duda). Satanás no solo fue escéptico, sino que lo negó. Sus palabras, expresadas claramente, fueron: “Le diste mucho a Job, incluidas vacas, ovejas e incontables posesiones. Tiene razones para adorarte. Dices que Job es un hombre perfecto, pero tus palabras no se sostienen. Tus palabras no son la verdad, no son reales, son imprecisas y yo las niego”. ¿No es esto lo que quería decir Satanás? (Sí). Dios dijo: “Job teme a Dios y evita el mal, es un hombre perfecto”. ¿Qué dijo Satanás? (¿Adoraría a dios sin motivo?). Satanás dijo: “Incorrecto, ¡Job no es un hombre perfecto! Ha recibido beneficios y bendiciones de ti, así que te teme. Si le quitas esos beneficios y bendiciones, no te temerá; no es un hombre perfecto”. Por tanto, en cada frase que diga Dios, Satanás pondrá un signo de interrogación para rebatirla y la tachará con una cruz. Satanás niega las palabras de Dios y niega Sus definiciones y enunciados sobre cualquier cosa. ¿Podemos decir que Satanás niega la verdad? (Sí). Este es el hecho. Por tanto, ¿cuál es la actitud de los anticristos hacia las palabras de Dios que dejan en evidencia, juzgan y castigan a la especie humana y le proponen varios requerimientos específicos? ¿Las reconocen y dicen “amén”? ¿Pueden seguirlas? (No). Se podría decir que la respuesta inmediata de los anticristos a toda clase de palabras de Dios en su corazón es: “¡Incorrecto! ¿De veras es así? ¿Cómo puede ser cierto lo que dices? Eso no está bien, no me lo creo. ¿Por qué es tan desagradable lo que has dicho? ¡Dios no hablaría así! Si tuviera que hablar yo, debería decirlo de esta manera”. A juzgar por estas actitudes de los anticristos hacia Dios, ¿pueden acatar Sus palabras como la verdad? En absoluto. Esto es lo que hay de perverso en ellos, este es el segundo punto. El tercero es lo que los anticristos piensan sobre el propósito del plan de gestión de Dios, el de que Él quiere salvar a la humanidad y permitirle separarse del carácter corrupto de Satanás y de las fuerzas de la oscuridad y lograr la salvación. ¿Por qué se dice que su carácter es perverso? Creen que se trata de una transacción e incluso que es solo un juego. ¿Un juego entre quienes? Un juego entre un dios de leyenda y un grupo de ignorantes y necios que quiere entrar al reino del cielo y liberarse del mundo del sufrimiento. Esta es además una transacción en la que ambas partes participan por voluntad propia, donde una está dispuesta a dar y la otra a recibir. Es esa clase de juego. Así es como ven el plan de gestión de Dios, ¿acaso no es esta la revelación del carácter perverso de los anticristos? Como los anticristos están llenos de ambiciones y desean un destino y bendiciones, distorsionan la empresa más hermosa de la especie humana y la obra de gestión de Dios para salvar a la humanidad hasta convertirla en un juego, en una transacción; este es el carácter perverso de los anticristos. Además, los anticristos cuentan con otra manifestación que suena bastante cómica y ridícula. ¿Por qué ridícula? Los anticristos no creen en toda la obra que ha hecho Dios ni que todo lo que ha dicho Dios sea la verdad y pueda salvar a la especie humana, pero su voluntad de aguantar el sufrimiento es inagotable, al igual que la de pagar el precio y hacer y facilitar esta transacción. ¿No es gracioso? Por supuesto, esta no es la perversidad de los anticristos, sino su estupidez. Por una parte, no creen que Dios exista, no reconocen que las palabras de Dios sean la verdad e incluso distorsionan el plan de gestión de Dios, pero por otra, siguen queriendo obtener beneficios personales de las palabras de Dios y de Su plan de gestión. En otras palabras, por una parte, no creen en la existencia de todos estos hechos, y menos aún en su autenticidad, mientras que, por otra, siguen queriendo aprovecharse de los beneficios y conseguir todas las ventajas, quieren ser oportunistas y obtener las cosas que no pueden adquirir en el mundo, sin dejar de pensar que son extremadamente listos. ¿Acaso no es gracioso? Se engañan a sí mismos y son extremadamente estúpidos.

Acabamos de diseccionar el perverso carácter de los anticristos por medio de tres manifestaciones y hemos concluido con una más: los anticristos son tan estúpidos que uno no sabe si reír o llorar. ¿Cuáles son las tres manifestaciones? (En primer lugar, los anticristos consideran hacer su deber como una transacción; en segundo lugar, los anticristos no reconocen la palabra de Dios, no creen que la palabra de Dios sea positiva ni reconocen que pueda salvar a las personas, en cambio, consideran la palabra de Dios como teorías y consignas. Tercero, los anticristos consideran el propósito del plan de gestión de Dios, su obra para salvar a las personas, como una transacción obvia y un juego). ¿Y una manifestación más? (La ridiculez y extrema estupidez de los anticristos). ¿Acaso no son bastante específicas? (Sí). ¿Diríais que la clase de persona que posee este carácter tiene un estado mental y un raciocinio un tanto anormales? (Sí). ¿De qué manera son anormales? (Los anticristos quieren negociar con Dios y recibir expectativas y un destino de Dios, pero siguen sin creer en el plan de gestión de Dios o que Él pueda salvar a la humanidad. Su pensamiento es contradictorio, lo que quieren es lo mismo que niegan. Fundamentalmente, esto no tiene sentido, así que su capacidad de raciocinio es anormal y algo no funciona en su estado mental). Esto demuestra que tienen carencias en su humanidad normal. No saben que se contradicen con estas maneras de pensar y de calcular. ¿Cómo sucede esto? (Siempre siguen la senda incorrecta porque nunca aceptan la verdad ni la practican). ¿Saben que la senda por la que caminan es la equivocada? No cabe duda de que no. Si supieran que actuar así los llevará a sufrir pérdidas, seguramente no lo harían. Piensan que hacerlo les da ventaja: “Mira lo listo que soy. Ninguno de vosotros puede desentrañar las cosas, sois todos unos necios. ¿Cómo podéis ser tan ingenuos? ¿Dónde está dios? No puedo verlo ni tocarlo, ¡y no existen garantías de que las promesas de dios se puedan hacer realidad! Mira lo astuto que soy: cuando doy un paso al frente, pienso en los diez siguientes, pero vosotros ni siquiera hacéis cálculos para dar el primero”. Se creen muy listos. Por tanto, después de desempeñar su deber durante dos o tres años, algunos piensan: “Llevo unos cuantos años haciendo mi deber y todavía no he obtenido nada, no he sido testigo de ningún milagro ni he visto ningún fenómeno inusual. Antes comía tres veces al día y ahora también. Si me salto una comida, tengo hambre. Si pierdo una o dos horas de sueño por la noche, sigo estando somnoliento durante el día. ¡No he desarrollado poderes especiales! Todo el mundo dice que dios es omnipotente y puedes recibir grandes bendiciones si haces tu deber. Yo he desempeñado mi deber durante varios años y nada es diferente. ¿Acaso no sigue siendo así? A menudo siento debilidad, negatividad y me quejo. Todo el mundo dice que la verdad y la palabra de dios pueden cambiar a las personas, pero yo no he cambiado en absoluto. En mi corazón, a menudo echo de menos a mis padres, a mis hijos e incluso rememoro mis días pasados en el mundo. Así pues, ¿qué hace dios en las personas? ¿Qué he obtenido? Todo el mundo dice que cuando la gente cree en dios y obtiene la verdad ganan algo, pero si fuera así, ¿acaso no serían diferentes al resto? Ahora me estoy haciendo mayor y mi salud no es lo que era. Las arrugas de mi rostro se han multiplicado. ¿No dicen que los que creen en dios se vuelven más jóvenes a medida que viven más? ¿Por qué me he hecho mayor en lugar de más joven? En cualquier caso, las palabras de dios no son precisas, he de hacer planes propios. Me doy cuenta de que creer en dios no es más que pasarse los días ocupado leyendo la palabra de dios, asistiendo a reuniones, cantando himnos y cumpliendo mi deber. Parece aburrido y no me siento diferente”. Tan pronto como piensen así, van a meterse en problemas, ¿verdad? A continuación, siguen pensando: “Ahora sufro mucho al hacer mi deber, las promesas y bendiciones de dios parecen muy lejanas. Además, algunas personas que creen en dios mueren en catástrofes, así que, ¿existe la protección de dios hacia el hombre? Digamos que no, ¿son entonces verdaderos o falsos los artículos de testimonio que han escrito algunos diciendo que dios ha realizado milagros para salvarles la vida en momentos de gran peligro?”. Le dan vueltas en la cabeza y no tienen certeza en su fuero interno, y cuando continúan haciendo su deber sienten desgana y falta de entusiasmo y ya no son proactivos. No paran de retraerse y empiezan a hacer las cosas a medias y de manera superficial. ¿Qué cálculos hacen en su mente? “Si no recibo bendiciones, si siempre es así, tengo que hacer otros planes. Debo replantearme si voy a continuar haciendo mi deber o no y cómo lo haré en el futuro. No debo volver a ser tan idiota. De lo contrario, en el futuro no tendré expectativas ni destino ni corona y tampoco habré disfrutado de la felicidad mundana. ¿No será todo este esfuerzo inútil y en vano? Si sigo sin obtener nada, como ahora, entonces es que antes estaba mejor, trabajando y persiguiendo la vida en el mundo mientras creía en dios nominalmente. Si dios nunca dice cuándo va a acabar la obra, cuándo va a recompensar a la gente, cuándo se va a terminar el deber y cuándo va a aparecer abiertamente ante la humanidad, si dios nunca le da a la gente explicaciones precisas, ¿qué sentido tiene malgastar aquí mi tiempo? Estaré mejor si vuelvo al mundo a ganar dinero y disfrutar de la felicidad mundana. Al menos no habré malgastado mi vida. En cuanto al mundo venidero, ¿quién sabe? Es todo desconocido, de momento viviré bien en esta vida”. ¿No se ha producido un cambio en su mente? Cuando calculan de esta manera y toman la senda equivocada, ¿pueden todavía hacer bien los deberes que les corresponden? (No). Hay quien dice: “A los anticristos les gusta el estatus, ¿verdad? Si les concedes una posición, ¿acaso no se quedarán en la casa de Dios?”. ¿Necesitan estatus los anticristos en este momento? Tal vez el estatus no sea ahora lo más importante para ellos. ¿Qué es lo que necesitan? Que Dios les dé una explicación precisa. Si no pueden obtener bendiciones, se marcharán. Por una parte, si no se les puede colocar en una posición importante durante su cumplimiento del deber, entonces sienten que sus expectativas son inciertas, que son sombrías y carecen de esperanza. Por otra parte, si en el proceso de llevar a cabo su deber las cosas no van como ellos esperan, si no son testigos personalmente de que Dios desciende con Su glorificación el día que se complete Su gran obra, o si Dios no les dice en un lenguaje claro qué año, mes, día, hora y minuto se aparecerá abiertamente a la humanidad, cuándo va a llegar a su fin la obra de Dios y vendrán los grandes desastres, si Él no les dice estas cosas con un lenguaje claro, su corazón se quedará intranquilo. No son capaces de hacer su deber mientras se mantienen en el lugar que les corresponde, y no pueden contentarse con esta situación. Lo que quieren es un resultado, que Dios realice una declaración con un lenguaje preciso y les permita conocer con exactitud si pueden recibir todo lo que quieren. Si esperan mucho y en vano a que realice esta declaración, harán otros cálculos en su mente. ¿Qué cálculos? Calcularán quién puede aportarles felicidad, quién puede darles las cosas que quieren, y si no pueden conseguir las cosas en el mundo venidero, entonces deben obtener todo lo que quieren en esta vida. Si este mundo y esta especie humana pueden darles bendiciones, comodidades y placeres de la carne y una reputación y estatus en esta vida, renunciarán a Dios en cualquier momento, bajo cualquier circunstancia, y vivirán la buena vida. Estos son los cálculos de los anticristos. En la casa de Dios pueden abandonar su deber y dejar el trabajo que tienen entre manos en cualquier momento, bajo cualquier circunstancia, para buscar la felicidad y las expectativas mundanas. Algunas personas pueden incluso vender a los hermanos y hermanas, delatar los intereses de la casa de Dios y traicionar a Dios para obtener beneficios y expectativas mundanos. Por tanto, por muy excepcionales que parezcan los anticristos en el cumplimiento de sus deberes, por muy competitivos que sean, todos pueden desentenderse de su deber, traicionar a Dios y dejar la casa de Dios en cualquier momento y circunstancia. Serían capaces de vender la casa de Dios en cualquier momento y situación, convirtiéndose en judas. Si los anticristos hacen sus deberes, será inevitable que usen esto como moneda de cambio. No cabe duda de que intentarán satisfacer su propio deseo de obtener bendiciones en un corto espacio de tiempo; al menos intentarán satisfacer primero su anhelo de los beneficios del estatus y obtener la adoración de los demás, y luego tratarán de entrar en el reino de los cielos y recibir su recompensa. Su límite de tiempo para hacer su deber puede ser de tres años o, quizá, cinco, incluso diez o veinte. Este es el tiempo que le conceden a Dios y es el tiempo más largo que se dan a sí mismos para cumplir su deber. Cuando este plazo se agote, su aguante también habrá alcanzado su tope. Aunque puedan hacer concesiones por su propio deseo de bendiciones, por un destino espléndido, una corona y recompensas, y soportar adversidades y pagar el precio en la casa de Dios, el paso del tiempo nunca hará que olviden o abandonen sus expectativas y su destino, ni sus ambiciones y deseos personales. No se trata en absoluto de cosas que vayan a cambiar o difuminarse con el paso del tiempo. A juzgar por su esencia de anticristos, son unos incrédulos y unos oportunistas absolutos a los que no les gustan las cosas positivas y solo aman las negativas, un grupo de degenerados que quieren abrirse camino en la casa de Dios con engaños y farsas, son unos sinvergüenzas.

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