Punto 9: Cumplen con su deber solo para distinguirse a sí mismos y satisfacer sus propios intereses y ambiciones; nunca consideran los intereses de la casa de Dios, e incluso los venden y los intercambian por gloria personal (VII) Parte 3
Una de las intenciones y actitudes principales de los anticristos hacia su deber es usarlo como una oportunidad para hacer una transacción con Dios y obtener los beneficios que desean. Creen además que “Cuando la gente abandona a sus familias y renuncia a sus expectativas mundanas para hacer su deber en la casa de dios, ni que decir tiene que han de ganar algo, obtener algo a cambio, es lo justo y razonable. Si cumples tu deber y no recibes nada a cambio, aunque recibas algunas verdades, no merece la pena. El cambio de carácter tampoco es un beneficio tangible, ¡aunque hayas recibido la salvación, nadie será capaz de verlo!”. Estos incrédulos hacen oídos sordos a cualquier requerimiento que Dios le haga a la especie humana. No lo reconocen ni lo creen y adoptan una actitud de negación. A juzgar por las actitudes e intenciones con las que los anticristos consideran su deber, está claro que no son personas que persigan la verdad, sino que son incrédulos y oportunistas; pertenecen a Satanás. ¿Habéis oído que Satanás pueda llevar a cabo un deber con lealtad? (No). Si Satanás puede hacer su “deber” delante de Dios, este deber ha de estar entre comillas porque Satanás lo hace de manera pasiva y bajo coacción. Dios maneja a Satanás y lo explota. Por consiguiente, debido a su esencia de anticristo y a que no ama la verdad y siente aversión por ella e, incluso en mayor medida, a su naturaleza perversa, los anticristos no pueden hacer su deber como seres creados de manera incondicional o sin compensación ni pueden perseguir la verdad ni obtenerla al tiempo que llevan a cabo sus deberes o los hacen de acuerdo con los requerimientos de las palabras de Dios. En lo que se refiere a su naturaleza, a la actitud con la que consideran su deber y a las diversas manifestaciones mientras lo desempeñan, el tratamiento de los anticristos hacia su deber es negligente. Mientras hacen su deber, pueden cometer maldad y desempeñar el papel de trastornar y perturbar la obra de la casa de Dios en cualquier momento, bajo cualquier circunstancia. ¿Cuál es la manifestación principal y más destacada en el transcurso de hacer sus deberes? Actuar de manera obstinada y arbitraria, ser su propia ley y hacer cosas sin consultárselo a nadie. Actúan como les da la gana, sin tener en cuenta las consecuencias. Solo consideran cómo pueden progresar y controlar a más gente mediante el desempeño de su deber. Lo único que quieren es mostrarle a Dios que han padecido adversidades y pagado el precio al hacer sus deberes, que tienen capital y derecho a pedirle a Dios recompensas y una corona, a fin de materializar sus ambiciones y deseos y alcanzar su objetivo de recibir bendiciones.
Mientras hacen su deber, los anticristos calculan constantemente sus propias expectativas y su porvenir: cuántos años han estado haciendo sus deberes, cuántas adversidades han aguantado, a cuánto han renunciado por Dios, cuán alto es el precio que han pagado, cuánta energía han gastado, a cuántos años de juventud han renunciado y si ahora tienen derecho a recibir recompensas y una corona; si han acumulado el suficiente capital estos años cumpliendo sus deberes, si son personas que, a ojos de Dios, gozan de Su favor y pueden recibir recompensas y una corona. Mientras llevan a cabo sus deberes sopesan, calculan y planean constantemente de esta manera, mientras que al mismo tiempo observan las palabras y expresiones de los demás y las evaluaciones de los hermanos y hermanas y las declaraciones sobre ellos. Por supuesto, lo que más les preocupa es que lo Alto sepa que existen y que están haciendo sus deberes. Les preocupa incluso más cómo los ve y los evalúa lo Alto, cómo habla de ellos, si lo Alto entiende o no sus “buenas intenciones” al sufrir adversidades y pagar el precio, si lo Alto sabe a ciencia cierta el sufrimiento y las tribulaciones que han padecido en sus años de seguir a Dios, y cómo juzga Dios en el cielo todo lo que hacen. Al mismo tiempo que están ocupados con los deberes que les corresponden, en su mente no paran de hacer cálculos y buscan adquirir información de múltiples fuentes y sopesan si pueden evitar los desastres, ganarse la aprobación de Dios y recibir esa corona y esas bendiciones desconocidas. Estas son las cosas que calculan a menudo en el fondo de su corazón, las cosas más fundamentales y esenciales que calculan a cada momento de cada día. Sin embargo, nunca intentan ponderar ni reflexionar sobre si ellos mismos son personas que practican la verdad; cuánta verdad entienden; cuánta de esa verdad que entienden pueden practicar realmente; si su carácter ha sufrido un cambio real; si hay el menor ápice de sinceridad o cualquier adulteración, transacción o petición contenidas en las cosas que hacen por Dios; cuánta corrupción han revelado en el cumplimiento de sus deberes; si cada deber y tarea que hacen a diario se lleva a cabo de acuerdo con los principios-verdad; y si el cumplimiento de su deber está a la altura del estándar y satisface las intenciones de Dios. Nunca reflexionan ni tratan de meditar sobre estas cosas. Solo calculan si pueden obtener bendiciones en el futuro y cuál será su destino. Solo calculan sus propios intereses y sus propias ganancias y pérdidas, pero nunca invierten energía o esfuerzo en la verdad, en el cambio de carácter o en cómo satisfacer las intenciones de Dios. Los anticristos nunca practican reflexionar sobre su propio carácter corrupto o las sendas incorrectas que han tomado ni tampoco practican el conocimiento y la disección de estos. Tampoco consideran nunca cómo cambiar su perspectiva equivocada. Nunca van a odiar que vulneraron la verdad e hicieron muchas cosas malvadas para resistirse a Dios, nunca se odiarán a sí mismos porque viven según su carácter corrupto y nunca sentirán remordimientos por las sendas incorrectas que han tomado o las cosas que han hecho para trastornar y perturbar. Mientras hacen su deber, aparte de ocultar a toda costa sus propias deficiencias, debilidades, negatividad, pasividad y carácter corrupto, hacen todo lo posible para lucirse, para así progresar, y piensan en cualquier manera posible de permitir a Dios y a Su pueblo escogido percibir sus talentos, dones y capacidades. Se sirven de esto para consolarse y para convencerse de que tienen el capital y la seguridad de obtener una corona y recompensas, y que no necesitan caminar por la senda de perseguir la verdad. Por lo tanto, la razón de los anticristos es endeble. Se comparta como se comparta la verdad y por muy clara que sea la manera en la que se haga, siguen sin entender las intenciones de Dios o, simplemente, para qué sirve creer en Él y cuál es la senda correcta que debería tomar la gente. Debido a su perverso carácter, a su naturaleza perversa y a su esencia-naturaleza, estas personas en el fondo no saben distinguir cuál es la verdad y cuáles son las cosas positivas ni simplemente lo que es correcto de lo que no lo es. Se aferran con fuerza a sus ambiciones y deseos, los consideran la verdad y los únicos objetivos en la vida y la empresa más recta. Desconocen la verdad de que si el carácter de una persona no cambia, será para siempre enemiga de Dios, y no saben que las bendiciones que Dios les da a una persona y que la forma en la que Él la trata no depende de su calibre, dones, talentos o capital, sino de cuánta verdad practique y obtenga, y de si se trata de una persona que teme a Dios y se aparta del mal. Estas son verdades que los anticristos nunca entenderán. Los anticristos nunca las comprenderán y es en esto en lo que son más necios. ¿Cuál es la actitud de los anticristos hacia su deber desde el principio hasta el final? Creen que desempeñar su deber es una transacción, que quien más se esfuerce en su deber, haga la mayor contribución a la casa de Dios y aguante más años en ella tendrá más posibilidades al final de ser bendecido y de obtener una corona. Esta es la lógica de los anticristos. ¿Es correcta esta lógica? (No). ¿Es fácil de revertir esta perspectiva? No. La determina la esencia-naturaleza de los anticristos. En su interior, los anticristos sienten aversión por la verdad, no la buscan en absoluto y toman la senda equivocada, por lo que su perspectiva de hacer transacciones con Dios no es fácil de revertir. En el fondo, los anticristos no creen que Dios sea la verdad, son incrédulos, están aquí para especular y obtener bendiciones. Para los incrédulos, creer en Dios es insostenible, resulta absurdo, y lo que quieren es negociar con Dios y obtener bendiciones aguantando sufrimientos y pagando el precio por Dios, lo cual es incluso más ridículo.
Los anticristos solo creen en Dios para obtener bendiciones y una corona. No emprendieron esta senda porque alguien los obligara, y menos aún porque las palabras de Dios los confundieran de alguna manera. Dios le hizo promesas a la humanidad, pero al mismo tiempo que se las hizo, le concedió una gran cantidad de verdades y le planteó muchos requerimientos que la gente normal debería ser capaz de ver. ¿Qué piensan las personas con el raciocinio de la humanidad normal? “No es fácil obtener estas bendiciones, así que debo actuar de acuerdo con los requerimientos de Dios y caminar por la senda correcta; no debo recorrer la senda de Pablo. Si la gente sigue la senda de Pablo, está acabada. Solo cuando crean, acepten y se sometan a las palabras de Dios, todas las promesas, bendiciones, expectativas y porvenir de los que ha hablado Dios serán accesibles para ellos. Si no creen, no aceptan y no se someten a estas palabras de Dios, entonces todas estas promesas y bendiciones de las que Él ha hablado no tendrán nada que ver con ellos”. La gente con el raciocinio de la humanidad normal pensará así. Sin embargo, ¿por qué los anticristos no piensan así? Los anticristos son satanases, son diablos y no tienen el raciocinio de la humanidad normal; esta es la primera razón. En segundo lugar, los anticristos sienten aversión por la verdad, no creen en ninguna de las palabras que salen de la boca de Dios y sienten aversión por las cosas positivas. ¿Puede una persona que no reconoce la verdad y siente aversión por las cosas positivas practicar de acuerdo con la verdad y conforme a las cosas positivas? (No). Es igual que hacer que un lobo coma hierba como si fuera una oveja; simplemente no puede hacerlo. Cuando no haya carne y esté a punto de morirse de hambre, puede que se vea obligado a comer un poco de hierba, pero cuando disponga de carne para comer, esa será sin duda su primera opción; esto lo determina la naturaleza del lobo. Los anticristos tienen esta naturaleza. Sus intereses pueden impulsarlos a exhibir algunos buenos comportamientos, pagar un cierto precio y mostrar algunas buenas manifestaciones, pero nunca pueden renunciar a la búsqueda y el anhelo de estos beneficios. Por ejemplo, lo que persiguen mientras hacen su deber son sus intereses personales y en lo que piensan es en cómo pueden convertir el cumplimiento de su deber en capital para obtener bendiciones para sí mismos. Una vez que esta esperanza se trunca y se derrumba esta línea de defensa, pueden renunciar a su deber en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia. Cuando llegue ese momento y les digas lo bueno y lo perfectamente natural y justificado que es hacer el propio deber, ¿seguirán escuchando? (No). Cuando decidan rendirse y marcharse, la gente intentará persuadirlos: “Deberías quedarte. Hacer tu deber es algo muy bueno y volver al mundo es muy duro. No vas a ganar nada, estarás intimidado y exhausto, no obtendrás la verdad ni tendrás ninguna oportunidad de salvarte”. Puede que la gente piense que está bien darles consejos, pero no solo no van a quedarse, sino que además llorarán de vergüenza. ¿Por qué llorarán? (Se sienten agraviados). Eso es cierto. ¿Y cómo se les ha ofendido? (Se sienten agraviados porque piensan que han sufrido muchos padecimientos y pagado un alto precio pero no han obtenido lo que querían). Piensan que no han obtenido nada y están llenos de quejas. Dios hace una gran obra y esta nunca los ha conmovido ni han derramado nunca una lágrima por ella, pero empiezan a llorar cuando otros tratan de persuadirlos. Si se sentían ultrajados, ¿por qué no lo dijeron? ¿No se arreglarían las cosas si lo dijeran abiertamente? ¿Por qué lloran? ¿Por qué no hablan claro? Porque sus pensamientos son tan inconfesables que incluso a ellos mismos les da vergüenza hablar de ellos. En un principio, hicieron un juramento a Dios que hizo temblar cielo y tierra, ¿y ahora qué ocurre? “Me arrepiento de lo que hice; ¿cómo he podido ser tan idiota? Si hubiera sabido que llegaríamos a esto, ¡no habría actuado así! Por aquel entonces no entendía nada. Decían que creer en dios era bueno, así que creí en él. Incluso abandoné a mi familia y mi trabajo para cumplir mi deber en la casa de dios. Sufrí mucho, me persiguieron y me detuvieron, pero estos últimos años no he obtenido nada en absoluto por cumplir mi deber”. Se sienten agraviados y apenados y se arrepienten de todo lo que han hecho. Piensan que no ha merecido la pena y que les han tomado el pelo y los han embaucado. ¿Cómo diríais que se ha de proceder con este tipo de personas? (Habría que hacer que se marcharan enseguida). ¿Seguirías intentando persuadirlas? (No). Si sigues intentando persuadirlas, se revolcarán por el suelo y tendrán una rabieta. No debes en ningún caso intentar persuadir a tales personas.
La casa de Dios es la buena tierra de Canaán, una tierra pura. La gente acude a la casa de Dios y recibe el juicio y la poda de las palabras que provienen de Él, así como Su provisión, asistencia, guía y bendiciones. Dios obra y pastorea en persona, y aunque la gente ha de pagar un pequeño precio y padecer algo de sufrimiento, merece la pena. Todo lo que hacen para liberarse de este mundo malvado, para cambiar sus actitudes y salvarse merece la pena. Sin embargo, a los anticristos, si no es para obtener bendiciones o recompensas; si no existen la corona y las recompensas, no les sale a cuenta hacer todas estas cosas; todas son acciones estúpidas y manifestaciones de que les están embaucando. Por muy grande que sea la determinación o muy elevado que sea el juramento que hicieran antes, todo puede darse por perdido sin más y no cuenta. Si sufren y pagan un precio al realizar su deber de este modo y al final no ganan nada, les iría mejor si escaparan de este “lugar turbulento” lo antes posible. Los anticristos consideran esforzarse por Dios, sufrir adversidades y pagar un precio mientras hacen su deber como cosas que no tienen más remedio que hacer, y como monedas de cambio para obtener capital e intercambiar por una corona y por recompensas. Este punto de partida es erróneo en sí mismo; así que, ¿cuál es el resultado final? Para algunos, el cumplimiento de su deber se diluye y no pueden ser mano de obra hasta el final. Al mismo tiempo, debido a su esencia-naturaleza, estas personas vulneran constantemente los principios-verdad en el cumplimiento de su deber, actúan de forma imprudente y arbitraria y solo hacen cosas que trastornan y perturban. ¿En qué se convierten los deberes que hacen? Desde el punto de vista de Dios, no son buenas acciones, sino que son malvadas y además son muchas. Tales resultados tienen una causa subyacente. ¿Puede una persona que simplemente no cree en la verdad ni en las palabras de Dios actuar conforme a Sus palabras? Desde luego que no. Solo va a buscar cualquier oportunidad para alardear, hacerse con el poder, dirigir a los demás, controlar su comportamiento y sus pensamientos, e incluso dominar todo lo que atañe a las personas en beneficio de sus propios propósitos. Por tanto, se expulsa a algunos de los que cometen muchas acciones malvadas, y en la casa de Dios permanecen los que son relativamente traicioneros y se les da bien camuflarse. ¿Por qué se dice que estas personas permanecen en la casa de Dios? No han hecho ninguna maldad obvia y algunas incluso saben cuál es su lugar, se comportan bien y son obedientes, hacen cualquier cosa que se les pide, pero en lo que se refiere a su esencia, no pueden cumplir su deber ni sus obligaciones lo mejor posible. No se entregan a Dios; en vez de eso van tirando y malgastan el tiempo, creen que si aguantan hasta el final ganarán y obtendrán algo. ¿Qué clase de personas son? Son oportunistas, aquellas que fundamentalmente no persiguen la verdad. Algunas han cometido maldades en la casa de Dios, pero de acuerdo con los decretos administrativos de la casa de Dios no han llegado al punto de que las echen o expulsen y siguen desempeñando su deber. En realidad, en el fondo saben que la razón de que la casa de Dios no las haya echado ni expulsado no es porque no esté bien informada sobre ellas o no conozca su verdadera situación, sino por varias otras razones. Algunas de estas personas a las que no se ha expulsado son, además, anticristos. ¿Por qué digo esto? Porque ahora no disponen de ninguna oportunidad, sin embargo, de acuerdo con su esencia-naturaleza, una vez que obtengan estatus y ostenten poder, harán de inmediato un montón de maldades. Además, aunque no se las haya echado de la casa de Dios, en general, los inconvenientes superan a las ventajas en lo que respecta a su cumplimiento del deber. Con frecuencia hacen cosas malas que dañan los intereses de la casa de Dios. Aunque lo saben, nunca sienten remordimientos ni piensan que hayan hecho nada malo y que no deberían haber actuado así. No se arrepienten y en su fuero interno surge otra clase de estado, ¿cuál? “Mientras la casa de dios no me expulse, alargaré mi estancia aquí e iré tirando hasta que se me acabe el tiempo. No voy a perseguir la verdad, y si me piden que haga algo, haré lo que pueda. Si soy feliz, haré un poco más, y si no, algo menos. Además, he de contenerlos y difundir algo de negatividad y de nociones y algunas críticas. Cuando llegue el momento, aunque me echen y me expulsen y no obtenga bendiciones, usaré a algunas personas como chivos expiatorios y haré que otras caigan conmigo”. ¿Acaso no son malvados? Observan qué personas no tienen discernimiento, cuáles son débiles y negativas a menudo, cuáles tienen mala humanidad, son promiscuas, parecen no creyentes, y luego las atraen y les imbuyen negatividad entre bambalinas. ¿Conocen la naturaleza de tales acciones? Demasiado bien. ¿Por qué pueden actuar así igualmente? (Su naturaleza no se puede cambiar). En apariencia, resulta evidente que su naturaleza no se puede cambiar, pero ¿qué piensan en realidad? (Quieren que sea una situación en la que no haya nada que ganar y hacer que otros perezcan junto a ellos para hacérselo pagar a Dios). Así de malévola es su mente. Saben que tienen los días contados y que tarde o temprano tendrán que echarlos. Saben lo que han hecho y la naturaleza de las cosas que han hecho, pero no solo no dan marcha atrás, ni se arrepienten ni renuncian a la maldad que poseen, sino que la duplican y atraen a más personas malvadas para cometer el mal junto a ellas. Incluso difunden negatividad y diseminan nociones, de forma que causan que más personas abandonen su deber y dañen los intereses de la casa de Dios. Esto conlleva cierta naturaleza vengativa y lo que dicen al hacer esto es: “No puedo continuar creyendo y me van a echar de la casa de dios tarde o temprano, ¡así que no os lo voy a poner fácil a ninguno de vosotros ni tampoco a la casa de dios!”. Atacan primero, antes de que la casa de Dios haya tomado una decisión respecto a ellos. ¿No son estas las acciones de las personas malvadas? Creen: “No tengo esperanzas de obtener bendiciones. No hace falta que me digáis las cosas que he hecho, lo entiendo todo con claridad. No hace falta que me expulséis, renunciaré yo”. Incluso creen que hacerlo es una demostración de autoconsciencia y es razonable, que es un movimiento sabio. Dicen: “Si no me permites obtener bendiciones y yo no gano nada, no solo no me voy a arrepentir, sino que además te voy a retrasar, voy a difundir negatividad y nociones y falacias a tus espaldas. Si yo no puedo obtener bendiciones, ¡no creas entonces que otros sí van a poder!”. ¿Acaso no son malévolas tales personas? Algunos anticristos divulgan también estas palabras: “A las personas como nosotros nos explotan en la casa de dios, ¡somos demasiado estúpidas!”. Se dan cuenta de que no pueden obtener bendiciones, así que se centran sobre todo en difundir estas cosas a esas personas negativas, atolondradas y sin discernimiento. ¿Acaso no conlleva esto la naturaleza de la perturbación? Una vez que creen que no pueden mantenerse con firmeza en la casa de Dios y que no los van a bendecir, y que tarde o temprano los van a echar, la senda que eligen no es la de renunciar a la maldad que poseen y confesar y arrepentirse ante Dios, cumplir su deber con sinceridad y compensar sus errores pasados. En cambio, redoblan sus esfuerzos en difundir negatividad en la casa de Dios, perturbar el cumplimiento del deber de los demás, dañar y perturbar la obra de la casa de Dios, tratar de que más personas hagan maldades como hacen ellos; se vuelven negativos y se retiran y abandonan el cumplimiento de sus deberes, con lo que consiguen su objetivo de revancha. ¿No es esto lo que hacen las personas malvadas? ¿Tienen todavía a Dios en su corazón? (No). En este solo existe un Dios vago en el cielo, y consideran como a un humano al Dios que se puede ver en la tierra y que obra entre las personas. También hay personas que hacen lo contrario. En su corazón siempre han creído en un Dios vago, pero al final se someten en todo lo que hacen a las personas a las que idolatran como a dioses. ¿Qué significa creer en Dios como si Él fuera humano? Cuando creen en un Dios vago al que no pueden ver, les parece que este puede concederles bendiciones y tiene suficiente capacidad para llevarlos a la siguiente era y otorgarles recompensas y una corona. Antes de darse cuenta, empiezan a dudar del Dios práctico en la tierra. Lo miren como lo miren, Él ni siquiera parece Dios, así que les resulta difícil creer en Él. En su fuero interno, solo creen que el Dios en el cielo es el Dios verdadero y, como el Dios práctico que pueden ver es demasiado insignificante, demasiado normal y práctico, desde su punto de vista no tiene lo que hace falta para creer en Él, así que lo consideran humano. Una vez lo consideran humano, surgen las dificultades: “Aparte de entregarles la verdad y hacerles algunas promesas a la gente, ¿qué más puede hacer esta persona? Sea cual sea mi forma de mirarlo, no se parece a dios y no puede proporcionarle a nadie ninguna ventaja o beneficio. Es solo un humano, ¿qué puede hacer esta persona? Si la gente cree en dios, siguen teniendo un poco de esperanza, un poco de sustento espiritual. Sin embargo, si creen en un humano, ¿qué ventajas y beneficios puede darles a las personas este humano? ¿Pueden materializarse en él las esperanzas y el sustento de la gente? ¿Se quedarán en nada? Si es humano, no hay necesidad de tenerle miedo. Diré lo que tenga que decir y haré lo que tenga que hacer ante sus ojos”. Así tratan a Dios las personas malvadas. Cuando no lo han visto, imaginan que Dios es muy elevado, muy sagrado y que no se le puede ofender, pero cuando ven al Dios en la tierra, sus figuraciones y nociones se vuelven insostenibles. ¿Qué harán cuando esto suceda? Tratarán a Dios como a un humano. Desaparece el poco respeto que le tienen a Dios en su fuero interno, por no mencionar su temor y miedo hacia Él. Sin estas cosas, la gente malvada se envalentona y desaparecen de su corazón las líneas de defensa y la cautela, y luego se atreverán a hacer cualquier cosa. Aunque crean hasta el mismísimo final, no dejarán de ser personas que se resisten a Dios.
A los anticristos les es fácil creer en el Dios del cielo, pero creer en el Dios en la tierra les resulta verdaderamente difícil. Pablo era un claro ejemplo de esto. ¿Cuál fue el resultado final de su creencia en Cristo? ¿En qué se acabó convirtiendo el objetivo que perseguía al creer en Cristo? Quería convertirse en cristo y reemplazar a Cristo. Negaba al Dios en la tierra y quería obtener una corona y bendiciones del Dios en el cielo. Estos anticristos son exactamente iguales que Pablo. Consideran a Dios en la tierra humano y al Dios vago en el cielo que no se puede ver como el Dios más grande en su corazón, al que pueden engañar, con el que pueden jugar a voluntad, interpretarlo como quieran y convertirlo en objeto de nociones y resistirse a Él a voluntad. Esta es la diferencia entre cómo los incrédulos y los anticristos tratan al Dios en el cielo y al Dios en la tierra. Precisamente porque tratan al Dios en la tierra con esa actitud, al considerar sus deberes generan diversas manifestaciones. Estas manifestaciones incluyen estar cada vez menos interesados y menos dispuestos a hacer sus deberes cuando ven a Dios en la tierra. Esto causa que pierdan interés en creer en Dios y generen algunos pensamientos y manifestaciones negativos. Por tanto, al final los anticristos no son capaces de mantenerse firmes; aunque la iglesia no los eche, se irán por propia voluntad. ¿Conocéis algunos ejemplos de esto? (Sí, conocí a un anticristo. Era especialmente obstinado. No perseguía la verdad ni la practicaba, y desempeñaba este deber de manera superficial e inconsciente. Además, no trabajaba con ahínco para estudiar su profesión, y era especialmente perezoso y se daba aires de grandeza. Lo único que le preocupaba a diario era la comida y la ropa y se dedicaba a la fornicación. Cuando lo expulsaron, no tenía la menor intención de arrepentirse, sino que en su lugar sintió una especie de alivio). La gente como esta no aprecia la oportunidad de cumplir un deber, ni mucho menos respeta o valora su propio deber, sino que es negligente y malgasta su tiempo. ¿Le dijo alguien que esta no era ni mucho menos la manera de cumplir un deber? (Sí. Además, yo también compartí con él, pero no escuchaba, su actitud era bastante superficial). Que alguien más dé un ejemplo. (Hubo un director que hacía siempre su deber de manera superficial; gran parte del material que grababa era inapropiado y además causaba trastornos y perturbaciones. Después de pasarlo al Grupo B, dejó de hacer su deber. Se mantenía todo el día ocupado yendo a trabajar y a ganar dinero y se juntaba con no creyentes, hasta que al final lo echaron. De hecho, aunque la iglesia no lo hubiera echado, se hubiera marchado por voluntad propia. No perseguía la verdad y al final era incapaz de mantenerse firme). La esencia-carácter de estos anticristos es la misma, sienten aversión por la verdad y las cosas positivas, les gusta la injusticia y tienen unas ambiciones y deseos extremadamente fuertes. Tratan su deber como un juego y de manera superficial, y su comportamiento es particularmente inadecuado y desenfrenado. Su naturaleza es perversa y cruel. Solo acuden a la casa de Dios y realizan un deber para obtener bendiciones, ¡y si no fuera por eso, no creerían en Dios! No existe ninguna diferencia fundamental entre esas personas y los no creyentes, son absolutos incrédulos y no creyentes; esta es su esencia. Si no les permites ser como los no creyentes y los obligas a hacer su deber entre los creyentes en Dios, esta vida les parecerá muy dolorosa y cada día será para ellos una tortura. Les parece que no es interesante hacer su deber junto a los hermanos y hermanas en la casa de Dios si se comportan bien, si se mantienen en el lugar que les corresponde, y que esta vida no es tan libre y sin restricciones como juntarse en el mundo con los no creyentes; consideran que esta forma de vida es interesante. Por tanto, acuden a la casa de Dios y hacen su deber porque no les queda otro remedio, impulsados por la intención de obtener bendiciones, y lo hacen en aras de satisfacer sus ambiciones y deseos personales. A juzgar por su esencia-naturaleza, en lo fundamental no aman la verdad ni las cosas positivas, y menos aún creen en las cosas que Dios puede lograr. Son del todo incrédulos y oportunistas. No han venido a desempeñar sus deberes sino a cometer maldades, causar perturbaciones y hacer transacciones. Por tanto, a juzgar por la suma total de estas manifestaciones de los anticristos, cuando estas personas se hallan en la casa de Dios, ¿son útiles o dañinas para su obra? (Dañinas). ¿Has visto alguna vez a una persona con la esencia de un anticristo que sea dotada y capaz en cierto modo, que pueda mantenerse en el lugar que le corresponde mientras hace su deber en la casa de Dios sin causar problemas ni trastornos? Supongamos que le dices a un anticristo: “Una persona como tú, que ha hecho tantas maldades en el pasado, no es seguro que vaya a tener alguna clase de expectativa o porvenir en el futuro. Dado que estás algo dotado, ¡limítate a trabajar con afán y a rendir servicio en la casa de Dios!”. ¿Estarán dispuestos a rendir servicio sin importarles si van a ser bendecidos o sufrir infortunios? En absoluto. La gente que puede lograr esto es aquella con una humanidad relativamente buena, pero, ¿poseen los anticristos tal humanidad? (No). Su carácter es cruel. Piensan: “Si no me das beneficios o algunas promesas o compromisos, ¿cómo puedo trabajar con afán para ti? Ni se te ocurra, ¡de ninguna manera!”. Este es un carácter cruel. Es la manifestación completa de cómo consideran los anticristos su deber, a Dios y Sus requerimientos. ¿Creéis que hay anticristos que dicen: “Dios me ha elevado y me ha dado este don, así que me voy a ofrecer a Él”? (No). ¿Qué dirían? “¿Quieres explotarme? Solo favoreces mis dones y talentos. Si quieres aprovecharte de mí, has de aportarme algunos beneficios. Si quieres explotarme, ¡eso no va a ocurrir en ningún caso!”. No creen que este sea el Dios que los lleva hacia arriba ni creen que esta sea una oportunidad que Dios les ha concedido y deberían apreciar, sino que los están explotando. Esto es lo que creen los anticristos. Hay quienes son ignorantes durante un tiempo, causan trastornos y perturbaciones y hacen algunas cosas malas y luego se los aísla para que reflexionen por su cuenta. Aquellos que persiguen la verdad reflexionan un tiempo y dicen: “He de confesar y arrepentirme ante Dios, y no puedo actuar así de nuevo en el futuro. He de aprender a someterme, a cooperar con los demás y a buscar la verdad y actuar de acuerdo con la palabra de Dios, no debo volver a cometer maldades”. Después la iglesia dispone que hagan su deber y ellos se lo agradecen a Dios llorando a mares, agradecen desde el fondo de su corazón esta oportunidad que Él les ha dado. Se sienten honrados de contar con la oportunidad de volver a hacer su deber. Sienten que deben apreciarlo y no dejar que se les escape de nuevo, y desempeñan su deber mejor que antes. Cuentan con algo de conocimiento sobre sí mismos y han experimentado algunos cambios. Mientras que puede que todavía hagan algunas cosas ignorantes y aún podrían volverse negativos y débiles, así como en ocasiones rendirse en su trabajo, a juzgar por su mentalidad y actitud generales, ya se han transformado. Odian sus acciones previas y cuentan con algo de conocimiento sobre este asunto. Pueden aceptar la verdad y son un tanto sumisos. Lo que es más importante, cuando la casa de Dios les permite regresar y desempeñar su deber, no lo rechazan, ni ponen excusas ni se resisten, y desde luego no dicen cosas desagradables. En cambio, se sienten honrados y les parece que Dios no los ha abandonado y piensan que, ya que todavía tienen ocasión de desempeñar su deber en la casa de Dios, deberían apreciarla. Su actitud ya ha sufrido un gran cambio. Estas personas son las que se pueden salvar.
¿Cuál es la diferencia entre los anticristos y las personas que se pueden salvar? Cuando los anticristos hacen su deber, quieren tener la última palabra, lucharán por el poder y beneficios y harán simplemente lo que les dé la gana. Si no obtienen poder ni beneficios, no quieren hacer su deber. Después de trastornar y perturbar la obra de la iglesia y de que los reemplacen, los aíslen o los echen de la casa de Dios, ¿son capaces de arrepentirse de veras? ¿Qué dicen? “¿Quieres que me arrepienta para poder explotarme? Me atraes hacia ti cuando soy útil y me das la patada cuando no me necesitas”. ¿Qué lógica retorcida es esta? ¿Qué significa dar la patada? Si no hubieran cometido maldades, ¿habría lidiado con ellos la casa de Dios? ¿Los habría tratado arbitrariamente si cumplieran su deber de acuerdo con los principios? Estas personas generaron pérdidas en la obra de la iglesia porque causaron trastornos y perturbaciones y cometieron maldades. La casa de Dios se ocupó de ellas y no solo rechazan aceptar este hecho y reflexionar e intentar conocerse a sí mismas, sino que, además, están llenas de resentimiento. Son conscientes de que ya no son populares ni están en el poder, y que se las intimida y maltrata. Cuando se les da la ocasión de volver a hacer su deber, no solo no se muestran agradecidas de corazón ni aprecian esta oportunidad, sino que incluso hacen una contraacusación falsa, dicen que la casa de Dios las está explotando. No aceptan de Dios la actitud con la que Su casa las ha tratado. En cambio, creen que lo que sucedió fue que la gente las intimidó, las echó y las maltrató. Su corazón está lleno de quejas y no quieren volver a hacer su deber. Su justificación para no querer volver a hacerlo es que no quieren que los exploten, pues creen que todo el mundo que hace su deber está siendo explotado por la casa de Dios. ¡Esto es una tontería y es una falacia! ¿Hay alguna palabra de esto que se corresponda con la verdad, la humanidad o la racionalidad? (No). Por tanto, los anticristos no aceptan la verdad, su corazón está lleno de impulsividad, de crueldad, de quejas, de transacciones y, es más, su corazón está lleno de deseos personales. Estas cosas llenan su corazón. No pueden aceptar de Dios que Su casa se encargue de ellos de ninguna manera o en ningún entorno que Dios instrumente para ellos. Solo pueden afrontar estas cosas con impulsividad, ojo por ojo, diente por diente. Lo abordan todo usando los métodos de Satanás y su lógica. Así que al final siguen sin obtener la verdad y solo se los puede descartar. Las personas diferentes tienen reacciones diferentes a que las reemplacen y les ajusten sus deberes, o incluso los aíslen o los echen. La gente que de veras ama la verdad aborrece sus propias acciones. Los anticristos que no aman la verdad no solo no aceptan estas cosas de Dios en su fuero interno, sino que además están llenos de odio. ¿Cuáles son las consecuencias de esto? Da lugar a quejas, difamación, juicio y condena en ellos. Lleva a que rechacen y blasfemen contra Dios. Este es el origen de sus resultados, los decide su esencia-naturaleza. Los anticristos son incapaces de entender la verdad, de aceptar nada de Dios y someterse a todo lo que Dios ha dispuesto, así que su desenlace está fijado. Los echan de la casa de Dios en esta vida; no hace falta mencionar lo que les ocurrirá en el mundo venidero. ¿Podéis desentrañar estos asuntos? Si descubrís a tales personas a vuestro alrededor, ¿podéis comparar Mis palabras con ellos? ¿Cuáles son las manifestaciones más destacadas de los anticristos? No creer en la verdad, no aceptarla, no someterse a las instrumentaciones y los arreglos de Dios, no ser capaces de aceptar nada de Él y no admitir sus errores ni arrepentirse, sean cuales sean las fechorías que cometan. Esto determina que estas personas pertenecen a Satanás y son objetivos de destrucción.
Todos deberíais compararos con las diversas revelaciones, manifestaciones y prácticas de los anticristos que Yo he expuesto; en el desempeño de vuestros deberes, sin duda exhibiréis algunas de estas manifestaciones, revelaciones y prácticas, ¿pero en qué sois diferentes de los anticristos? ¿Podéis aceptar de Dios las cosas que os suceden? (Sí). La capacidad de aceptar de Dios las cosas que os suceden es algo muy poco frecuente. ¿Podéis dar la vuelta si tomáis la senda equivocada, hacéis algo malo, hacéis cosas ignorantes o cometéis transgresiones? ¿Podéis arrepentiros? (Sí). Poder arrepentiros y volver atrás es la capacidad más rara y preciosa. Sin embargo, los anticristos carecen exactamente de esto. Solo lo tienen las personas a las que va a salvar Dios. ¿Qué cosas es más importante poseer? Lo primero es creer que Dios es la verdad; esto es lo más fundamental. ¿Podéis hacerlo? (Sí). Los anticristos no poseen algo tan fundamental. Lo segundo es aceptar que la palabra de Dios es la verdad; esto también puede considerarse como lo más fundamental. Lo tercero es someterse a la instrumentación y arreglos de Dios. Esto es inalcanzable para los anticristos, pero también es donde se os empieza a poner difícil. Lo cuarto es aceptarlo todo de Dios sin disputar, justificarse, aducir razones ni quejarse. Esto les resulta del todo imposible a los anticristos. Lo quinto es arrepentirse después de rebelarse o cometer transgresiones. Esto simplemente os resultará complicado. Es cuando, después de cometer transgresiones, la gente poco a poco obtiene algo de conocimiento de sus propias actitudes corruptas por medio de un periodo de reflexión y búsqueda, de tristeza, negatividad y debilidad. Por supuesto, esto requiere tiempo. Podrían ser uno o dos años o podría ser más. Uno solo puede arrepentirse de veras después de entender por completo sus actitudes corruptas y ceder de corazón. Aunque no sea fácil, al final las manifestaciones de arrepentimiento se pueden ver en aquellos que persiguen la verdad, en aquellos que pueden lograr la salvación de Dios. Sin embargo, los anticristos no poseen esto. Pensadlo, ¿qué anticristo no saca a relucir los pasados tres o cinco años, o incluso diez o veinte, después de hacer algo malo? Da igual el tiempo que haya pasado, después de volver a encontrarte con ellos, de lo único que hablan todavía es de sus argumentos. Siguen sin reconocer ni aceptar sus propias acciones malvadas y ni siquiera muestran el menor remordimiento. Esta es la distinción entre los anticristos y las personas corruptas corrientes. ¿Por qué los anticristos no muestran remordimientos? ¿Cuál es la causa subyacente? No creen que Dios sea la verdad, lo cual conduce a su incapacidad para aceptar la verdad. Esto es irremediable y lo determina la esencia de los anticristos. Cuando me oís diseccionar las diversas manifestaciones de los anticristos, pensáis: “Estoy acabado. Además, tengo el carácter de un anticristo, ¿acaso no soy también yo un anticristo?”. ¿No es esto falta de discernimiento? Es cierto que tienes el carácter de un anticristo, pero te distingues de ellos en cuanto a que todavía posees cosas positivas. Eres capaz de aceptar la verdad, confesar, arrepentirte y cambiar, y tales cosas positivas pueden permitirte desechar las actitudes de los anticristos y lograr purificar tus actitudes corruptas, así como alcanzar la salvación. ¿Acaso no significa esto que conservas la esperanza? ¡Todavía hay esperanza para ti!
A todos os parece muy difícil escribir artículos de testimonios vivenciales y no podéis crearlos. Algunos solo escriben un único artículo de testimonio después de muchos años de experiencia. Los hay que solo escriben tras creer durante diez o veinte años y resumen en su conjunto lo más granado de las experiencias de todos esos años. Algunos llevan treinta años creyendo en Dios y todavía no tienen auténtico conocimiento vivencial. El fondo de la cuestión es que no entienden la verdad. Entonces, ¿qué debo hacer cuando me enfrento a esta situación actual de que no entendéis la verdad? Debo hablaros más, con paciencia y en serio, he de hablar y charlar más, y vosotros debéis tener un poco de paciencia y escuchar más Mi charla. Escuchad con atención, ganad discernimiento y esforzaos por comprender la esencia de cada aspecto de la verdad. Como acabo de decir, si comprendes cuáles son las manifestaciones de aquellos que poseen el carácter de los anticristos, cuáles son las manifestaciones de aquellas personas con la esencia de los anticristos, y qué diferencia hay entre los dos, tendrás una senda por la que caminar y, al mismo tiempo, también tendrás discernimiento. Serás capaz de discernir tus propias actitudes corruptas y la esencia de los anticristos. Si te encuentras con un anticristo, serás capaz de discernirlo y ponerlo al descubierto con rapidez, de detener y limitar con premura sus acciones y prácticas apresuradas y arbitrarias, y de evitar o reducir las pérdidas causadas a la obra de la iglesia por sus acciones malvadas. En caso contrario, si tenéis poca capacidad de comprensión y carecéis de discernimiento, o si no sois meticulosos en lo que se refiere a la verdad y siempre os limitáis a entender doctrinas y no podéis desentrañar la esencia de una persona, esto no solo os llevará a ser incapaces de discernir a los anticristos que os rodean, sino también a seguirlos como si fueran líderes válidos. Pensadlo con atención, consideradlo con detenimiento, ¿las cosas que hacen los anticristos le traen más beneficio a la casa de Dios o acaso le causan más daño? Después de una atenta consideración, te das cuenta de que, aunque los anticristos parece que hacen algunas cosas buenas mientras trabajan en la casa de Dios, en realidad hacen más daño que bien. Lo que se gana no compensa lo que se pierde. De hecho, sus buenas acciones conllevan peligros ocultos aún mayores, causan más daño que bien a la obra de la iglesia. El papel que desempeñan estas personas en la casa de Dios es el de los lacayos de Satanás.
25 de abril de 2020
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