Punto 9: Cumplen con su deber solo para distinguirse a sí mismos y satisfacer sus propios intereses y ambiciones; nunca consideran los intereses de la casa de Dios, e incluso los venden y los intercambian por gloria personal (VIII) Parte 1

II. Los intereses de los anticristos

D. Sus expectativas y su destino

Primero vamos a repasar lo que hemos compartido en la reunión anterior. (Dios habló sobre el segundo punto respecto a cómo consideran los anticristos sus expectativas y su destino, cómo consideran los anticristos el deber. Los anticristos muestran tres clases de actitudes hacia su deber. En primer lugar, Dios ha estado proveyendo y guiando a la especie humana, así que hacer el propio deber como ser creado ante Dios es perfectamente adecuado, natural y justificado, y lo más recto y hermoso entre la especie humana, pero los anticristos lo consideran como una especie de transacción y quieren intercambiar la ejecución de su deber por buenas expectativas y un buen destino. En segundo lugar, Dios expresa muchas verdades cuando está obrando; los anticristos no solo no consideran la palabra de Dios como la verdad, como algo que la especie humana, a fin de salvarse, debería poseer, buscar, aceptar y en lo que debería entrar, sino que, al contrario, consideran la búsqueda de expectativas, destino, reputación y estatus como la verdad y como cosas que deberían defender y obtener. En tercer lugar, Dios obra para gestionar y salvar a la especie humana, pero desde la óptica de los anticristos esto es solo una transacción y un juego; creen que las personas solo pueden obtener las bendiciones del reino del cielo mediante trabajo arduo y transacciones. A juzgar por la actitud de los anticristos hacia la verdad de que Dios requiere que las personas desempeñen su deber, su carácter es perverso). ¿Hay algo que añadir? (Los anticristos consideran su deber como la única manera de buscar bendiciones. Una vez que se trunca su deseo de obtener bendiciones, puede que abandonen de inmediato su deber o incluso dejen a Dios. Esta es la actitud de los anticristos cuando se trunca su deseo de obtener bendiciones). (Los anticristos no se arrepienten de veras. Cuando se los despide o expulsa porque han causado trastornos y perturbaciones o cometido acciones malvadas, y la casa de Dios les da otra oportunidad de hacer su deber, no se muestran agradecidos. En cambio, se quejan y emiten juicios, dicen: “Me pides que vuelva cuando me necesitas, pero cuando no, simplemente me das la patada”. Esto demuestra que los anticristos nunca se arrepentirán). En resumen, las esencias que manifiestan los anticristos al considerar su deber y la palabra de Dios son básicamente las mismas; se limitan a manifestar las mismas actitudes y esencias al considerar estas diversas cosas. La vez anterior compartimos, en lo fundamental, todas las esencias que los anticristos manifiestan al considerar su deber. Punto uno, no creen y se niegan a reconocer que la palabra de Dios es la verdad; punto dos, aunque compartas con ellos la palabra de Dios y puedan entender la verdad, no la aceptan; punto tres, se niegan a someterse a la soberanía y los arreglos de Dios; punto cuatro, nunca se arrepienten de veras. ¿Acaso no son estas las esencias de sus manifestaciones? (Sí). ¿Habéis resumido estos cuatro puntos? (No). La mayoría de lo que habéis hablado se refería a algunas de las manifestaciones que compartimos la vez anterior, pero todavía no habéis desentrañado qué esencias subyacen en ellas. Las esencias que manifiestan los anticristos ante la verdad y ante Dios son siempre de rechazo a reconocer, aceptar, someterse o arrepentirse. Ya que es así como consideran los anticristos la palabra de Dios y su deber, ¿cómo consideran recibir la poda? ¿Qué otras manifestaciones existen que permitan a las personas percibir que poseen las esencias antes mencionadas y confirmar que son anticristos, enemigos de Dios y de la verdad? Este es el tercer punto, el que vamos a compartir hoy: cómo consideran los anticristos recibir la poda. Este punto es el tercer apartado de cómo consideran los anticristos sus expectativas y su destino. Verás, hablar sobre cada verdad requiere una charla muy específica y una búsqueda y reflexión muy concretas. Si solo hablara en términos generales, serías incapaz de entender las realidades de cada verdad de una manera más específica. Muy bien, vamos a dejar de repasar el contenido sobre el que hablamos la última vez. En esta ocasión, compartiremos formalmente el tercer punto.

3. Cómo consideran los anticristos recibir la poda

Recibir la poda es algo que puede experimentar todo aquel que cree en Dios. En particular, mientras hace un deber, a medida que aumenta su experiencia de recibir la poda, la mayoría de la gente se vuelve cada vez más consciente del significado de ser podado. Les parece que recibir la poda implica muchos beneficios, y cada vez son más capaces de considerar la poda como algo correcto. Por supuesto, mientras puedan cumplir un deber, no importa cuál sea, todas las personas tendrán la oportunidad de que las poden. La gente normal puede considerar correcto recibir la poda. Por una parte, pueden aceptar la poda con un corazón de sumisión a Dios, y por otra, pueden reflexionar y ser conscientes de qué problemas tienen. Se trata de una actitud y una perspectiva comunes en cuanto a cómo las personas que persiguen la verdad consideran la poda. Por tanto, ¿también consideran los anticristos de la misma manera recibir la poda? En absoluto. Las actitudes de los anticristos y de las personas que persiguen la verdad son, sin duda, diferentes en cuanto a cómo consideran recibir la poda. En primer lugar, en lo referente al asunto de ser podados, los anticristos son incapaces de aceptarlo. Y existen razones para que esto sea así, siendo la principal que cuando se les poda, sienten que pierden su imagen, que pierden reputación, estatus y dignidad, que se les ha quitado la capacidad de ir con la cabeza alta frente a todo el mundo. Estas cosas tienen un efecto en su corazón, así que les cuesta aceptar ser podados, y sienten que quienquiera que los pode les tiene manía y es su enemigo. Esa es la mentalidad de los anticristos cuando se les poda. Puedes estar seguro de ello. De hecho, es en la poda donde más se revela si alguien puede aceptar la verdad y realmente puede someterse. Que los anticristos se resistan tanto a la poda basta para demostrar que sienten aversión por la verdad y no la aceptan en lo más mínimo. Ese es entonces el quid de la cuestión, y no su orgullo; el hecho de que no acepten la verdad es la esencia del problema. Cuando se les poda, los anticristos exigen que sea con un buen tono y actitud. Si el tono del que lo hace es serio y su actitud severa, el anticristo se resiste y se muestra desafiante, y la vergüenza lo hará ponerse furioso. Les trae sin cuidado que lo que se deje en evidencia de ellos sea correcto o si es un hecho, y tampoco reflexionan sobre en qué han errado o en si deberían aceptar la verdad. Solo piensan en el golpe que haya podido sufrir su vanidad y orgullo. Los anticristos son enteramente incapaces de reconocer que la poda es útil para las personas, que se trata de algo amoroso, salvador, beneficioso para la gente. No pueden ver siquiera eso. ¿Acaso no es un poco carente de discernimiento e irracional por su parte? Entonces, al enfrentarse a la poda, ¿qué carácter revela un anticristo? Sin duda alguna, un carácter de aversión por la verdad, además de arrogancia e intransigencia. Esto revela que la esencia-naturaleza de los anticristos consiste en sentir aversión por la verdad y odiarla. Por consiguiente, lo que más asusta a los anticristos es recibir la poda. En cuanto se los poda, su feo estado se pone totalmente al descubierto. Cuando se poda a los anticristos, ¿qué manifestaciones exhiben y qué podrían decir o hacer que les permita a otros observar con claridad que los anticristos son anticristos, que son diferentes a una persona corrupta promedio y que su esencia-naturaleza es distinta a la de aquellos que persiguen la verdad? Daré unos pocos ejemplos y podéis pensar sobre ellos y ampliarlos. Cuando se poda a los anticristos, primero calculan y piensan: “¿Qué clase de persona me poda? ¿Adónde quiere llegar? ¿Cómo sabe esto? ¿Por qué me poda? ¿Siente desdén hacia mí? ¿He dicho algo para ofenderlo? ¿Se está vengando de mí porque tengo algo bueno y no se lo he dado, así que aprovecha esta oportunidad para chantajearme?”. En lugar de reflexionar y llegar a conocer sus propias transgresiones, sus fechorías pasadas y las actitudes corruptas que han revelado, quieren encontrar pistas en el asunto de recibir la poda. Les parece que hay algo sospechoso al respecto. Así es como consideran recibir la poda. ¿Hay en esto algo de sincera aceptación? ¿Hay algo de conocimiento o reflexión reales? (No). Cuando la mayoría de las personas son podadas, se puede deber a que han revelado actitudes corruptas. También puede ser que hayan hecho algo malo por desconocimiento y hayan vendido los intereses de la casa de Dios. O quizá sea porque fueron negligentes en su deber y esto causó pérdidas a la obra de la casa de Dios. Lo más detestable es que la gente hace descaradamente lo que quiere sin restricciones, viola los principios y perturba y trastorna la obra de la casa de Dios. Estas son las razones principales por las que la gente es podada. Independientemente de las circunstancias que causan que alguien sea podado, ¿qué actitud es fundamental tener al respecto? En primer lugar, debes aceptarlo. No importa quién te pode, por qué razón, no importa si es duro o cuál es el tono y la formulación, debes aceptarlo. Luego, debes reconocer qué has hecho mal, qué carácter corrupto has revelado, y si has actuado de acuerdo con los principios-verdad. Antes que nada, esta es la actitud que debes tener. ¿Y poseen los anticristos tal actitud? No; de principio a fin, la actitud que irradian es de resistencia y repulsión. Con una actitud así, ¿pueden acallarse ante Dios y aceptar con modestia la poda? No. Entonces, ¿qué harán? En primer lugar, discutirán enérgicamente y ofrecerán justificaciones, defendiendo y argumentando contra los errores que han cometido y el carácter corrupto que han revelado, con la esperanza de ganarse la comprensión y el perdón de la gente, para no tener que asumir ninguna responsabilidad ni aceptar las palabras que los podan. ¿Cuál es la actitud que demuestran cuando se enfrentan a recibir la poda? “No he pecado. No he hecho nada malo. Si cometí un error, existió una razón para ello; si cometí un error, no lo hice a propósito, no debería tener que asumir la responsabilidad por ello. ¿Quién no comete errores?”. Se aferran a estas afirmaciones y frases, pero no buscan la verdad ni reconocen los errores que cometieron ni las actitudes corruptas que revelaron, y por supuesto no admiten cuáles fueron su intención y su objetivo al hacer el mal. Por muy evidentes que sean los errores que han cometido o lo grande que sea la pérdida que hayan causado, hacen la vista gorda ante estas cosas. No se sienten ni siquiera tristes o culpables, y su conciencia no se siente reprochada en absoluto. En cambio, se justifican con todas sus fuerzas y libran una guerra verbal, pensando: “Todo el mundo tiene un punto de vista justificable. Cada uno tiene sus razones; todo se reduce a quién es el que habla mejor. Si puedo hacer valer mi justificación y mi explicación ante la mayoría, entonces gano, y las verdades de las que hablas no son verdades, y tus hechos no son válidos. ¿Quieres condenarme? ¡Ni hablar!”. Cuando se poda a un anticristo, en lo más profundo de su corazón y de su alma, se muestra absoluta y decididamente reacio e indignado y lo rechaza. Su actitud es: “No importa lo que tengas que decir, por mucha razón que tengas, no lo voy a aceptar, no lo voy a admitir. Yo no tengo la culpa”. No importa que los hechos saquen a la luz su carácter corrupto, no lo reconocen ni lo aceptan, sino que siguen con su desafío y resistencia. Digan lo que digan los demás, no lo aceptan ni lo reconocen, sino que piensan: “Veamos quién puede hablar más que el otro; veamos quién es mejor orador”. Este es el tipo de actitud con la que los anticristos consideran recibir la poda.

Cuando se poda a una persona, se revela si es capaz o no de aceptar la verdad. Los anticristos lo tienen todo muy claro cuando pronuncian palabras y doctrinas, pero cuando se los poda, no paran de desafiar, discutir y resistirse, y no aceptan la verdad en absoluto. No pueden poner en práctica ninguna de las palabras y doctrinas que suelen soltar. ¿Por qué? La razón es que, en esencia, los anticristos sienten aversión por la verdad. El carácter de los anticristos es cruel y arrogante hasta el extremo. Su actitud ante la verdad y los hechos siempre es de intransigencia, resistencia y antipatía. Cuando se los poda, además de justificarse y explicarse todo lo que pueden para mantener su propia reputación, los anticristos tienen una convicción muy fuerte: “Creo en dios, no en una persona cualquiera. Dios es justo y, sin importar cómo me pode esa persona, no puede decidir mi destino. No acepto la verdad, pero ¿qué puede hacer él al respecto?”. En su corazón se muestra desafiante: “Por muy correcto o conforme a la verdad que sea lo que dice esa persona en la tierra, no es la verdad, solo las declaraciones directas del dios en el cielo son la verdad; no importa cómo juzgue, castigue y pode a la gente esa persona en la tierra, no es justa, solo el dios en el cielo es justo”. ¿Cuál es su implicación tácita? “Por muy correcto o conforme a la verdad que sea lo que dice el dios en la tierra, no es la verdad. Solo dios en el cielo es la verdad, el dios en el cielo es el más grande. Aunque el dios en la tierra también puede expresar la verdad, no se puede comparar con el dios en el cielo”. ¿No es esto lo que quieren decir? (Sí). “Creo en el dios en el cielo, no en el dios en la tierra. No importa lo correctas o conformes a la verdad que sean las palabras que digas tú, como persona corriente, pues sigues sin ser el dios en el cielo. El dios en el cielo es soberano sobre todas las cosas. El dios en el cielo determina mi destino. El dios en la tierra no puede determinar mi destino. Da igual cuánto se ajusten a la verdad las cosas que diga el dios en la tierra, yo no las voy a aceptar. Solo acepto y me someto al dios en el cielo. Me trate como me trate el dios en el cielo, a eso me someteré”. Estas palabras son todas las que revelan los anticristos cuando se los poda. Todas provienen de su corazón. Estas palabras suyas tan sentidas representan por completo su carácter y revelan su esencia-naturaleza, que siente aversión por la verdad y la odia. Cuando los anticristos revelan estas palabras, su verdadero rostro queda por completo al descubierto. Se puede decir que cualquiera que diga estas palabras es un auténtico anticristo, así como un auténtico diablo y un Satanás. Cuando se los poda, algunos anticristos muestran una actitud inquebrantable que no es ni servil ni prepotente. No aceptan la verdad ni que se los pode, así como tampoco llegan a conocerse a sí mismos. En cambio, se refugian en su propia convicción y la usan para defender su propia reputación, estatus y sentido de la presencia, con lo que dejan por completo en evidencia su esencia de incrédulos. Usan las palabras “creo en dios, no en una persona cualquiera, y dios es justo” para refutar y derrotar a todo el mundo y para negar la verdad y al Dios en la tierra. Al mismo tiempo, se sirven de estas palabras para ocultar y evadir su responsabilidad por sus propios pecados, y para ocultar sus actitudes corruptas y su esencia-naturaleza. Los anticristos usan su convicción y sus teorías para ocultar sus propias acciones malvadas, y además se sirven de ellas para consolarse y escudarse. ¿Cómo se consuelan? Piensan: “Está bien, lo que dice esta persona en la tierra no cuenta. Da igual lo correctas que sean las cosas que dice, yo no las voy a aceptar. Mientras no las acepte, lo que él diga no son hechos ni se conforman a la verdad. Por tanto, no hace falta que me responsabilice de cualquier error, fechoría o transgresión que cometa. Puedo hacer simplemente lo que me plazca, pavonearme y hacer las cosas a mi manera, igual que antes”. Así, los anticristos siguen recorriendo su senda de esta manera sin ningún reparo en absoluto y aún sin ningún sentimiento de vergüenza, aferrados a su deseo e intención de obtener bendiciones hasta el final. Este es el verdadero rostro de los anticristos.

Cuando se poda a los anticristos, se los pone en evidencia. Este es el momento en el que es más probable que su esencia-naturaleza se ponga al descubierto. Para empezar, ¿puede este confesar sus acciones malvadas? En segundo lugar, ¿puede reflexionar y conocerse a sí mismo? Y en tercer lugar, ¿puede aceptar de parte de Dios que lo pode? A partir de estas tres medidas, se puede apreciar la esencia-naturaleza de un anticristo. Si una persona puede someterse cuando le sobreviene la poda, puede reflexionar sobre sí misma y así llegar a conocer sus propias revelaciones de corrupción y su esencia corrupta, entonces es alguien que puede aceptar la verdad. No es un anticristo. Estas tres medidas son precisamente lo que le falta a un anticristo. Un anticristo hace otra cosa en su lugar, algo que nadie esperaba; es decir, cuando se le poda, contraataca con una acusación infundada. En lugar de confesar su actuación indebida y reconocer su carácter corrupto, condena a la persona que lo poda. ¿Cómo lo hace? Dice: “No toda la poda es necesariamente correcta. La poda consiste en la condena y el juicio del hombre; no se hace en nombre de dios. Solo dios es justo. Quien quiera condenar a los demás ha de ser condenado”. ¿No es esto un contraataque infundado? ¿Qué clase de persona es la que hace tales acusaciones infundadas? Solo lo haría alguien que molesta sin sentido, que es inmune a la razón, solo alguien de la calaña de los diablos y de Satanás. Alguien con conciencia y razón jamás haría algo así. Así pues, aquellos que contratacan con acusaciones infundadas cuando se los poda deben ser personas malvadas. Son todos diablos. Cuando los anticristos hacen acusaciones infundadas, ¿qué suelen decir? “¡Creo en dios y dios es justo! ¡Me someto a dios, no a una persona cualquiera! No toda la poda es necesariamente correcta. Si dios me poda, lo aceptaré, ¡pero no voy a aceptar que me pode una persona!”. Lo primero que dirán los anticristos será “¡Dios es justo!”. En su tono se detecta que viene cargado con una mentalidad malévola. Lo segundo que dicen es “¡Me someto a dios, no a una persona cualquiera!”. ¿Habéis oído estas dos afirmaciones? (Sí). ¿Las habéis dicho alguna vez? (No). La mayoría de las personas no se atreve a decir estos dos enunciados. Solo cuando les sucede algo que creen positivo y que deberían aceptar, dicen: “Dios es realmente justo, era lo correcto que se me podara y disciplinara”. Lo aceptan de una manera positiva y no usan estas palabras en absoluto para defender sus intereses ni para justificarse ni explicarse. Aceptan y reconocen de veras estas palabras y este hecho desde el fondo de su corazón. La actitud de los anticristos es diferente. En el contexto de recibir la poda podrían usar este tono de voz o este tipo de intención para decir: “¡Creo en dios, y dios es justo! ¡Me someto a dios, no a una persona cualquiera!”. ¿Qué significa esto? ¿Se trata de personas que acepten la verdad? Desde luego que no. Niegan que la poda provenga de Dios y que Él la apruebe. Su incapacidad para aceptarla de parte de Dios demuestra por completo que no reconocen Su soberanía sobre todas las cosas y no creen que las palabras de Dios sean la verdad. ¿Cómo van a reconocer que Dios es justo entonces? Está claro que usan estas palabras que a priori parecen correctas para condenar a los demás, a aquellos que no les son favorables, que los podan y que dejan en evidencia sus actitudes corruptas. ¿Acaso no son estas acciones propias de personas malvadas? Son personas malvadas. Puede que usen palabras correctas para resistirse a Dios y oponerse a la verdad en momentos cruciales, así como para proteger sus propios intereses, su propio prestigio y su propia imagen y reputación. ¿Acaso no es una desvergüenza? “El hombre impío muestra audacia en su rostro” (Proverbios 21:29); esta frase se corrobora en las personas malvadas y en los anticristos. Los anticristos son personas de este tipo.

Otra cosa que dicen los anticristos es: “¡Creo en dios, no en una persona cualquiera!”. ¿Suena mal esta frase a priori? (No). Por supuesto, es correcto creer en Dios, uno no puede creer en una persona cualquiera. Estas palabras son muy aceptables y correctas, no tienen nada de malo. Por desgracia, el significado de esta frase cambia cuando sale de la boca de un anticristo. ¿Qué muestra este cambio de significado? Que los anticristos usan palabras correctas para librarse de los problemas y explicarse. ¿Qué intención subyace a estas palabras? ¿Cuál es su razón para decirlas? ¿Qué aspectos de su esencia prueban? (Que no aceptan la verdad, la odian). Así es. Por tanto, no aceptan la verdad, pero ¿dirán abiertamente: “No la acepto; aunque lo que dices sea cierto, no la acepto”? Si dijeran esto, la gente sería capaz de discernirlos y todo el mundo los rechazaría, serían incapaces de mantener su posición, así que no pueden decirlo. En su corazón entienden estas cosas con claridad. Aquí es donde reside la falsedad y la perversidad de los anticristos. Piensan: “Si te contradigo abiertamente, si clamo contra ti y me opongo a ti, dirás que no acepto la verdad. Así que no voy a permitir que veas que no acepto la verdad. Me serviré de otros métodos para solucionar este asunto y protegerme”. Por consiguiente, dicen: “Creo en dios, no en una persona cualquiera”. Ya crean en Dios o en una persona cualquiera, al margen de eso, lo que estamos diseccionando aquí es si los anticristos aceptan la verdad. ¿Acaso al decir esto no mezclan conceptos? Los mezclan, y tratan de engañar a la gente. Para impedir que alguien vea que no aceptan la verdad, dicen que reconocen a Dios y la verdad, que creen en Él y que Dios es la verdad, y que ya que es la verdad, Dios no puede convertirse en una persona, y si lo hace es porque Él no tiene la verdad y esa persona no es Dios. A juzgar por esto, ¿acaso no se los ha revelado ya como anticristos? Simplemente, no reconocen que Dios se pueda convertir en Cristo y en una persona corriente. Creen que solo el Dios en el cielo, solo ese Dios invisible e intangible al que el ser humano puede imaginarse y usar de manera arbitraria, es Dios. ¿Hay similitudes entre este punto de vista y el de Pablo? (Sí). ¿Cuál era la actitud de Pablo hacia Cristo en la tierra? ¿Lo reconoció? ¿Lo aceptó? (No). Pablo dijo: “Cristo es el hijo del dios viviente y nosotros también somos hijos del dios viviente. Esto significa que todos somos los hermanos y hermanas de cristo y, en cuanto a antigüedad, somos todos iguales. El dios en el que creemos está en el cielo. No hay dios en la tierra. Así que no lo malinterpretes, esta persona en la tierra es cristo, es un hijo de dios. No es lo mismo que dios. No puede representar a dios en el cielo, el ser humano no lo puede considerar como la verdad ni hace falta que lo siga”. ¿Qué podemos diseccionar a partir de las palabras que dicen los anticristos: “creo en dios, no en una persona cualquiera”? Como Pablo, solo reconocen al Dios vago en el cielo y no reconocen que Cristo sea Dios. En otras palabras, no reconocen el hecho de que Dios se haya convertido en carne y en una persona corriente; en este punto, los anticristos son exactamente lo mismo que Pablo. Su significado es: “Si crees en dios, entonces cree en dios, no en una persona cualquiera. Es inútil creer en una persona cualquiera, no puedes obtener bendiciones al hacerlo. Creer en dios significa creer en el dios en el cielo, el dios invisible. El dios en el cielo es muy grande y todopoderoso, ¿qué puede hacer el dios en la tierra? Solo puede expresar algunas verdades y decir algunas palabras correctas”. Si diseccionamos y juzgamos su esencia en función de estas palabras, se resisten a Cristo, no lo reconocen y niegan que Dios se haya hecho carne. Son anticristos en toda regla.

Cuando se poda a los anticristos, cuando se encuentran con reveses y alguien los deja en evidencia, usan la frase “Dios es justo” para defenderse, para negar que la otra persona los haya desenmascarado y podado. En todo caso, cuando se los poda, su actitud primordial es el desafío, la resistencia y la no aceptación, hacer todo lo posible para explicarse y defenderse. Algunos incluso dicen: “El tiempo va a revelarlo todo. Dios es justo. ¡Que dios me revele esto un día!”. Al ser personas corruptas, no les importan ni les prestan atención a las pérdidas en las que incurren en la obra de la casa de Dios mientras cumplen su deber, por muy importantes que sean. Si este hecho se deja en evidencia, siguen sin reconocer que causaron estas pérdidas y no están dispuestos a asumir la responsabilidad. Al final, siguen queriendo dejar que Dios se lo revele, como si Él estuviera ahí para servirlos y deba defenderlos cuando cometen errores, como si se tratara de esa clase de Dios. No aceptan la verdad, no pueden aceptar que se los pode ni son capaces de conocerse a sí mismos, pero eso no es todo; incluso le piden a Dios que les dé explicaciones y justificaciones. ¿No es vergonzoso? ¡Es muy vergonzoso! Los anticristos son todos desvergonzados y perversos hasta el extremo. Este es un aspecto. ¿Qué dos afirmaciones hacen a menudo los anticristos cuando se los poda? (“Creo en dios, no en una persona cualquiera”, “¡Dios es justo!”). Son dos dichos que usan habitualmente. No pueden pronunciar ningún otro tipo de falso razonamiento, no se atreven a hacerlo. Usan dos afirmaciones correctas para desorientar a las personas, para argumentar a su favor de manera irracional, para intentar convertir algo equivocado en correcto, para convertir en recto algo perverso, tornar sus errores y las pérdidas que han causado en algo justificado. Quieren usar estos dos enunciados para borrar estas cosas de un plumazo, eliminarlas por completo y fingir que no existen, y continúan creyendo como siempre lo han hecho. ¿Hay arrepentimiento en esta manifestación de los anticristos? (No). No solo no se arrepienten, además manifiestan otro aspecto de los anticristos: sienten aversión por la verdad, ostentan arrogancia, perversidad y crueldad. Su arrogancia se manifiesta en el hecho de que desprecian a cualquiera que los pode, piensan: “Solo eres una persona. ¡No te tengo miedo!”. ¿No es esto arrogante? (Sí). ¿De qué manera se manifiesta su perversidad? (Contratacan con acusaciones infundadas). Hacer acusaciones infundadas es un aspecto, mientras que otro es usar palabras correctas para explicarse, justificarse y defenderse. ¿Qué otro carácter subyace en esto? Contratacar con acusaciones infundadas también es cruel. Los anticristos no reconocen que la palabra de Dios sea la verdad. Si alguien desenmascara esta esencia suya, siguen sin aceptar el hecho de que no reconocen la verdad. No reflexionan ni intentan conocerse a sí mismos, en cambio, hacen acusaciones infundadas y se sirven de palabras correctas y que suenan bien para condenar a los demás. Los métodos y dichos que usan para condenar a los demás son tanto insidiosos como perversos. Saben qué palabras usar para condenar a los demás y silenciarlos, de modo que otros no sepan qué decir a continuación ni puedan hacerles nada. Esto es perversidad. Este método y práctica suyo es un carácter absolutamente cruel. Estas son algunas de las actitudes de los anticristos que podemos diseccionar a partir de la cuestión de que los anticristos reciban la poda. ¿Acaso no coinciden los cuatro puntos de los que hemos hablado previamente con estas actitudes y revelaciones de los anticristos? (Sí). ¿Cuáles son esos cuatro puntos? (El punto uno es no creer y negarse a reconocer que la palabra de Dios es la verdad; el punto dos es que, aunque compartas con ellos la palabra de Dios y puedan entender la verdad, no la aceptan; el punto tres es negarse a someterse a la soberanía y los arreglos de Dios; el punto cuatro es nunca arrepentirse de veras). No creer, no aceptar, no someterse y no arrepentirse, estos cuatro “noes” representan la esencia de los anticristos. Nunca aceptarán la verdad ni agacharán la cabeza ante los hechos. Es una falta de arrepentimiento obstinada y es algo que brota de la naturaleza de los anticristos. Esta es la primera manifestación de cómo los anticristos consideran recibir la poda. Aunque los anticristos comparten la misma esencia-carácter, desde luego, los famosos dichos y los grandes lemas que salen de su boca no son exactamente lo mismo. Puede que los anticristos digan a veces esto o a veces aquello, pero da igual qué clase de discurso salga de su boca, sus características y su esencia serán las mismas; la esencia de estas palabras es la de no aceptar la verdad. Si no aceptan la verdad, ¿qué son entonces estas palabras suyas? ¿Son palabras que se conforman a la verdad? ¿Acaso son palabras humanas o son palabras conformes a la ética? ¿Se trata de palabras conforme a la conciencia y la razón? (Son palabras endiabladas). Correcto. Llamarlas palabras vacías o atolondradas no las define con total exactitud, pero decir que son endiabladas explica el problema.

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