Punto 9: Cumplen con su deber solo para distinguirse a sí mismos y satisfacer sus propios intereses y ambiciones; nunca consideran los intereses de la casa de Dios, e incluso los venden y los intercambian por gloria personal (VIII) Parte 3

Debido a su naturaleza malévola, los anticristos no ceden ante nadie que persiga la verdad. Menosprecian a cualquier líder u obrero que pueda hacer algo de trabajo real, e incluso etiquetan a todos los líderes y obreros como falsos, como si solo ellos mismos estuvieran en lo correcto y todos los demás equivocados. Da igual cómo se les comparta la verdad, no aceptarán en absoluto que se los pode y seguirán manteniendo sus propios puntos de vista. Si alguien que los poda no llega a lograr convencerlos del todo, no lo aceptarán. Creen que recibir la poda es inútil y no tiene nada que ver con la verdad. Este es su punto de vista. Siempre mantienen sus propios puntos de vista, así que les resulta muy complicado aceptar la verdad y, al mismo tiempo, juzgan y condenan a aquellos que los podan. ¿Qué carácter revelan los anticristos respecto a cómo consideran recibir la poda? ¿Eres capaz de percibir cuál es la esencia-naturaleza de los anticristos? Una de las principales características de la naturaleza de los anticristos es la crueldad. ¿Qué significa “crueldad”? Significa que tienen una actitud particularmente perversa con respecto a la verdad: no solo no se someten a ella, y se niegan a aceptarla, sino que incluso condenan a los que los podan. Ese es el carácter cruel de los anticristos. Los anticristos piensan que quien acepta ser podado es propenso a ser intimidado, y que las personas que siempre están podando a los demás son las que desean siempre fastidiar e intimidar a la gente. Por tanto, un anticristo se resistirá a aquel que lo pode, y le hará pasar un mal rato a esa persona. Y quienquiera que saque a relucir las deficiencias o la corrupción de un anticristo, o que comparta con él la verdad y las intenciones de Dios, o que le haga conocerse a sí mismo, para él será una persona que le está haciendo la vida imposible y la encuentra desagradable. Odian a esa persona desde el fondo de su corazón, y se vengarán de ella y le pondrán las cosas difíciles. Vamos a hablar de otra manifestación de cómo los anticristos consideran recibir la poda. Odian a quienquiera que los pode y los deje en evidencia. Esta es una manifestación muy obvia de los anticristos. ¿Qué clase de persona posee un carácter tan cruel? Las que son malvadas. Es un hecho que los anticristos son personas malvadas. Por tanto, solo las personas malvadas y los anticristos poseen un carácter tan cruel. Cuando una persona cruel se enfrenta a cualquier clase de exhortación, acusación, enseñanza o ayuda bienintencionada, su actitud no es mostrarse agradecido ni aceptarlo con humildad, sino enrabietarse de la vergüenza y sentir una extrema hostilidad, odio e incluso tomar represalias. Hay algunos que podan y dejan en evidencia a los anticristos al decir: “En los últimos tiempos te has desmadrado, no has actuado conforme a los principios y no has dejado de alardear mientras cumplías tu deber. Has estado trabajando en aras del estatus y echando a perder por completo tu deber. ¿Has obrado bien ante Dios? ¿Por qué no has buscado la verdad al cumplir tu deber? ¿Por qué no has actuado conforme a los principios? ¿Por qué no la aceptaste cuando los hermanos y hermanas compartieron la verdad contigo? ¿Por qué los has ignorado? ¿Por qué has seguido haciendo lo que te ha dado la gana?”. Estos varios porqués, estas palabras que dejan en evidencia su revelación de corrupción, llegan a sacarlos de quicio: “¿Por qué? No hay un ‘porqué’, ¡hago lo que quiero! ¿Qué te da derecho a podarme? ¿Quién eres tú para hacer eso? Soy obstinado; ¿qué puedes hacer tú al respecto? Ahora que he llegado a esta edad, nadie se atreve a hablarme así. Solo yo puedo hablarles a los demás de ese modo, a mí nadie puede hablarme así. ¿Quién se atreve a sermonearme? ¡Aún no ha nacido el que sea capaz de sermonearme! ¿De verdad te crees que puedes hacerlo?”. El odio surge del fondo de su corazón y buscan la oportunidad de vengarse. En su mente calculan: “¿Tiene poder en la iglesia esta persona que me poda? Si tomo represalias contra ella, ¿levantará alguien la voz en su defensa? Si la hago sufrir, ¿se ocupará la iglesia de mí? Tengo la solución. No voy a tomar represalias contra ella en persona; haré algo con total secretismo. Le haré algo a su familia para causarle sufrimiento y vergüenza, de ese modo me libraré de este resentimiento. He de obtener mi venganza. Ahora no puedo obviar este asunto. No empecé a creer en dios para que me avasallaran, no he venido aquí para que la gente me intimide como le venga en gana, ¡vine a obtener bendiciones y para entrar en el reino del cielo! El orgullo es tan necesario para la gente como respirar. Hay que tener agallas para luchar por la dignidad. ¿Cómo te atreves a dejarme en evidencia? ¡Esto es intimidación! Ahora que no me consideras una figura importante, voy a hacértelo pasar mal y vas a sufrir las consecuencias. ¡Vamos a pelear y a ver quién es más feroz!”. Los anticristos se enrabietan por unas pocas palabras sencillas que los desenmascaran, las cuales generan un gran odio en ellos, lo que provoca que pongan mucho empeño en vengarse. Este carácter cruel queda por completo al descubierto. Por supuesto, cuando toman represalias contra alguien motivadas por el odio, no es que tengan un viejo rencor contra esa persona o que la odien, sino que esa persona ha puesto al descubierto sus errores. Esto demuestra que el simple hecho de desenmascarar a un anticristo, independientemente de quién lo haga y de su relación con el anticristo, puede desencadenar su odio e instigar su venganza. Da igual quién sea, si entiende la verdad, o si es un líder o un obrero o un miembro ordinario del pueblo escogido de Dios, siempre y cuando alguien desenmascare y pode al anticristo, considerará a esa persona como un enemigo. Incluso dirá abiertamente: “Le daré duro a quien me pode. Si alguien me poda, saca a la luz mis secretos ocultos, hace que me expulsen de la casa de dios y me priva de mi parte de las bendiciones, no lo dejaré en paz jamás. Así soy yo en el mundo secular: nadie se atreve a causarme problemas. ¡Todavía no ha nacido quien se atreva a molestarme!”. Este es el tipo de palabras implacables que sueltan los anticristos cuando se enfrentan a la poda. Cuando sueltan estas palabras implacables, no es para intimidar a los demás, ni tampoco se trata de desfogarse con intención de protegerse. Son realmente capaces de hacer el mal, y recurrirán a cualquier medio a su alcance para cumplirlas. Tal es el carácter cruel de los anticristos. Cuando algunos líderes y obreros se encuentran con anticristos semejantes, no tienen el coraje de dejarlos en evidencia ni de actuar en su contra, y los anticristos acaban por volverse incluso peores. Sus fechorías se vuelven, si cabe, más descaradas, no cesan de intentar desorientar y perturbar a las personas y acaban desorientando y controlando a la mayoría de ellas. Esto es lo que conduce al desastre. Cuando algunos anticristos averiguan que sus acciones malvadas han quedado al descubierto o que los hermanos y hermanas los han denunciado a los superiores, se vengan y los delatan al gran dragón rojo; se los sirven en bandeja al régimen de Satanás. Esto es un carácter cruel, ¿no? Y dado que los anticristos son tan crueles, ¿creen de veras en Dios? En absoluto. Son los esbirros de Satanás y han venido a perturbar a la iglesia; son demonios que se han infiltrado en la casa de Dios y no hacen más que trastornar y socavar la obra de Dios y oponerse a Él. Así pues, los anticristos son los enemigos de Dios y de Sus escogidos. Considerar a los demonios anticristos del mismo modo que a los hermanos y hermanas sería un grave error; habría que estar ciego para hacer tal cosa. Si se riega, alimenta y apoya a un anticristo como si fuera un hermano o hermana, o si se le asciende y se le asigna un papel importante como si se tratara de alguien que persigue la verdad, el líder está cometiendo gran maldad. Está desempeñando un papel en la maldad del anticristo y ha de ser eliminado. Tales falsos líderes son cómplices de los anticristos y está justificado decir que ellos mismos son anticristos a los que hay que echar y expulsar.

Cuando se poda a los anticristos, su actitud no es de aceptación y obediencia. En cambio, se resisten y sienten aversión por ello, lo que genera odio. Odian en lo más profundo de su corazón a todo el que los pode, a cualquiera que revele sus secretos ocultos y deje en evidencia sus circunstancias reales. ¿Hasta qué punto te odian? Rechinan los dientes con odio, desean que desaparezcas de su vista y les parece que ambos no podéis coexistir. Si los anticristos son así con las personas, ¿pueden entonces aceptar las palabras de Dios que los dejan en evidencia y los condenan? No. A cualquiera que los desenmascare, lo odiarán por el simple hecho de haberlos desenmascarado y por ser contrario a ellos, y tomarán represalias. Desean tener lejos de su vista a la persona que los podó. No pueden soportar que le vaya bien. Si esa persona muriera o se encontrara con el desastre, se alegrarían; mientras siga viva y haciendo su deber en la casa de Dios, y todo se desarrolle como siempre, sienten sufrimiento, intranquilidad y molestias en su corazón. Cuando no tienen manera de tomar represalias contra alguien, lo maldicen en secreto o incluso oran a Dios para conducir al castigo y la retribución a esa persona y para que Dios repare sus agravios. Una vez que los anticristos han generado semejante odio, esto lleva a una serie de acciones. Entre estas se incluyen las represalias y maldiciones, y por supuesto algunas otras acciones, como incriminar, calumniar y condenar a los demás, que surgen del odio. Si alguien los poda, socavarán a esa persona a sus espaldas. Cuando esta diga que algo es correcto, ellos dirán que es incorrecto. Distorsionarán todas las cosas positivas que hace y las volverán negativas, difundirán tales mentiras y causarán perturbaciones a sus espaldas. Incitarán y atraerán a otros que sean ignorantes y no puedan desentrañar las cosas o discernirlas por su cuenta, a fin de que se pongan de su lado y los apoyen. Está claro que la persona que los poda no ha hecho nada malo, pero siguen queriendo endosarle algunas fechorías para que todo el mundo crea erróneamente que hace esa clase de cosas y haga un frente común para rechazarla. Los anticristos perturban la vida de iglesia de esta manera y perturban a las personas en el cumplimiento de su deber. ¿Cuál es su objetivo? Hacérselo pasar mal a la persona que los poda y provocar que todo el mundo la abandone. Hay además algunos anticristos que dicen: “Me has podado y me lo has hecho pasar mal, así que yo voy a hacértelo pasar mal a ti. Vas a probar lo que es la poda y el abandono. Te voy a tratar a ti de la misma manera que me trates tú a mí. Si no me lo pones fácil, ¡no te creas que lo vas a pasar bien tú tampoco!”. Cuando los anticristos hacen el mal, algunos líderes y obreros los llaman para charlar, les dicen que se deben arrepentir y les leen palabras de Dios para ayudarlos y apoyarlos. No solo no las aceptan, sino que además lanzan rumores de que el líder no hace trabajo real alguno y nunca usa la palabra de Dios para resolver los problemas. De hecho, el líder ha hecho ese trabajo, pero se dan la vuelta y distorsionan los hechos, además de calumniar a la persona que los ayuda. ¿No es esto cruel? Con los ojos abiertos de par en par, estas personas malvadas y anticristos aseguran que las cosas positivas son negativas, que sus fechorías, errores, acciones perversas y actos malévolos son cosas positivas que se conforman a la verdad. Por grande que sea el error que cometan mientras hacen su deber, por mucho daño que causen a la obra de la iglesia, no lo reconocen ni se lo toman para nada en serio. Cuando hablan sobre ello, lo hacen de pasada y le restan importancia. En cambio, la persona que los poda por esta cuestión se convierte en un pecador a sus ojos y en objeto de sus críticas. ¿No es esto llamar a lo blanco negro? Algunos anticristos llegan a hacer falsas contraacusaciones cuando reciben la poda de un líder o de un obrero, y dicen: “Sean cuales sean los errores que cometemos los hermanos y hermanas, todos vienen causados por la ignorancia y porque los líderes y obreros no han hecho bien su trabajo. Si los líderes y obreros supieran cómo realizar su trabajo, nos hicieran recordatorios puntuales y gestionaran bien las cosas, ¿acaso no se reducirían las pérdidas para la casa de dios? Por consiguiente, sean cuales sean los errores que cometamos, los líderes y obreros tienen toda la culpa y deben asumir gran parte de la responsabilidad”. ¿No es esto hacer falsas reconvenciones? Tales falsas reconvenciones son igual que llamar a lo blanco negro y son una forma de tomar represalias.

Los anticristos tienen actitudes extremadamente crueles. Si intentas podarlos o dejarlos en evidencia, te odiarán y te clavarán los dientes como si fueran serpientes venenosas y, por mucho que lo intentes, no podrás desprenderte de ellos ni quitártelos de encima. ¿Sentís temor cuando os encontráis con tales anticristos? Algunas personas sienten temor y dicen: “No me atrevo a podarlos. Son tan feroces como serpientes venenosas y, si se enroscan en mí, estaré acabado”. ¿Qué clase de personas son estas? Tienen una estatura demasiado pequeña, no sirven para nada, no son los buenos soldados de Cristo y no pueden dar testimonio de Dios. Entonces, ¿qué debéis hacer cuando os encontráis con tales anticristos? Si te amenazan o intentan quitarte la vida, ¿tendrías miedo? En esas situaciones, debes aliarte rápidamente con tus hermanos y hermanas y levantaros, investigar, reunir pruebas y dejar en evidencia al anticristo hasta que se lo eche de la iglesia. Eso resuelve el problema en su totalidad. Cuando descubres a un anticristo y reconoces claramente que tiene las características de una persona malvada y que es capaz de castigar a otros y tomar represalias contra ellos, no esperes a que haga el mal y reúne pruebas antes de ocuparte de él. Esta es una actitud pasiva, y para entonces ya habrá provocado algunas pérdidas. Cuando los anticristos muestran que tienen las características de una persona malvada y revelan su carácter insidioso y malévolo, y están a punto de actuar, es mejor encargarse de ellos, afrontarlos, echarlos y expulsarlos. Esta es la estrategia más prudente. Algunas personas temen que los anticristos tomen represalias y por eso no se atreven a exponerlos. ¿No es una necedad? No eres capaz de proteger los intereses de la casa de Dios, lo que demuestra intrínsecamente que eres desleal a Dios. Te preocupa que un anticristo pueda encontrar algo que usar en tu contra para vengarse de ti: ¿cuál es el problema? ¿Puede ser que no confíes en la justicia de Dios? ¿No sabes que en Su casa reina la verdad? Incluso si un anticristo consigue encontrar algunos problemas de corrupción en ti y monta un escándalo sobre ellos, no debes preocuparte. En la casa de Dios, los problemas se resuelven en base a los principios-verdad. Que una persona incurra en transgresiones no significa que sea una persona malvada, y la casa de Dios nunca se encarga de alguien por una revelación momentánea de corrupción o por una transgresión ocasional. La casa de Dios se encarga de aquellos anticristos y personas malvadas que causan perturbaciones y hacen el mal de manera sistemática y que no aceptan ni siquiera una pizca de la verdad. La casa de Dios jamás agravia a una buena persona; trata a todos con justicia. Incluso si los falsos líderes o los anticristos acusan falsamente a una buena persona, la casa de Dios la vindicará. La iglesia jamás echa ni se encarga de una buena persona que puede desenmascarar anticristos y que tiene un sentido de la rectitud. Las personas temen todo el tiempo que los anticristos encuentren algo que usar en su contra para vengarse de ellas. Pero ¿no teméis ofender a Dios y provocar Su desdén? Si temes que un anticristo encuentre algo que usar en tu contra para vengarse de ti, ¿por qué no buscas pruebas de las acciones malvadas de ese anticristo para reportarlo y desenmascararlo? Con eso ganarás la aprobación y el apoyo del pueblo escogido de Dios y, más importante aún, Dios recordará tus buenas obras y acciones rectas. ¿Por qué no hacer eso, entonces? El pueblo escogido de Dios siempre debe tener presente la comisión de Dios. La depuración de las personas malvadas y de los anticristos es siempre la parte más decisiva de la batalla contra Satanás; si se gana esa batalla, se convertirá en el testimonio de un vencedor. La batalla contra los diablos y satanases es un testimonio vivencial que el pueblo escogido de Dios debe tener, y una realidad-verdad que los vencedores deben poseer. Dios les ha concedido mucha verdad a las personas; te ha guiado durante mucho tiempo y te ha proporcionado tanto con el objetivo de que des testimonio y protejas la obra de la iglesia. Resulta que, cuando las personas malvadas y los anticristos llevan a cabo acciones malvadas y perturban la obra de la iglesia, te vuelves asustadizo y retrocedes, huyendo y cubriéndote la cabeza con las manos. Eres un bueno para nada. No puedes vencer a los satanases, no has dado testimonio y Dios te detesta. En este momento crucial debes levantarte y librar una guerra contra los satanases, sacar a la luz las acciones malvadas de los anticristos, condenarlos y maldecirlos, dejarlos sin un lugar donde esconderse y depurarlos de la iglesia. Solo eso se puede considerar vencer a los satanases y sellar su destino. Eres un miembro del pueblo escogido de Dios, un seguidor de Dios. No puedes temer a los desafíos; debes actuar de acuerdo con los principios-verdad. Eso es lo que significa ser un vencedor. Si temes a los desafíos y transiges porque tienes miedo de que las personas malvadas o los anticristos tomen represalias, entonces, no eres un seguidor de Dios ni un miembro de Su pueblo escogido. Eres un bueno para nada, eres incluso inferior a la mano de obra. Algunos cobardes podrían decir: “Los anticristos son tremendos, son capaces de cualquier cosa. ¿Y si se vengan de mí?”. Esas son palabras atolondradas. Si temes que los anticristos tomen represalias, ¿dónde está tu fe en Dios? ¿Acaso Él no te ha protegido durante muchos años de tu vida? ¿Acaso los anticristos no están también en las manos de Dios? ¿Qué pueden hacerte ellos si Dios no lo permite? Además, sin importar lo malvados que sean los anticristos, ¿de qué son capaces realmente? ¿No es demasiado fácil para el pueblo escogido de Dios aliarse y desenmascararlos y encargarse de ellos? Entonces, ¿por qué temerlos? Tales personas son buenas para nada y no merecen seguir a Dios. Volved a vuestras casas, criad a vuestros hijos y vivid vuestra vida. Frente a los anticristos que perturban la obra de la iglesia y perjudican al pueblo escogido de Dios, ¿cómo debería responder Su pueblo escogido a las acciones malvadas de estos? ¿Cómo deberían mantenerse firmes en su testimonio aquellos que siguen a Dios? ¿Cómo deberían luchar contra las fuerzas de Satanás y los anticristos? Cuando los anticristos perturban, hacen el mal y se oponen a Dios, queda totalmente en evidencia si tú te sometes y eres leal a Él o si permaneces al margen y lo traicionas. Si no eres una persona que se somete a Dios y es leal a Él, entonces eres una persona que lo traiciona. No hay otra opción. Algunos individuos atolondrados y aquellos que carecen de discernimiento toman una postura neutral y se convierten en observadores neutrales. A ojos de Dios, esas personas no tienen lealtad hacia Él y lo han traicionado. Algunos individuos atolondrados, a causa de su cobardía, tienen miedo del castigo de los anticristos y, en su corazón, se preguntan de manera incesante: “¿Qué voy a hacer?”. Esa no es la pregunta que deberías hacerte. ¿Qué deberías hacer? (Cumplir nuestros propios deberes, exponer por completo las acciones malvadas de los anticristos, permitir que nuestros hermanos y hermanas aprendan a poner en práctica el discernimiento, y rechazar a los anticristos. No deberíamos preocuparnos por nuestra seguridad personal. Lo más importante que debemos tener en cuenta es cómo llevar a cabo nuestro deber cuando las personas malvadas perturban la obra de la iglesia). ¿Y si esto afecta a tu familia? (Debemos cumplir nuestro deber sin vacilar. No debemos dejarlo de lado ni dejar de estar firmes en nuestro testimonio por preocupaciones afectuosas relativas a la seguridad de nuestra familia). Correcto. Antes que nada, debes mantenerte firme en tu testimonio y luchar contra los anticristos y las personas malvadas hasta el fin, de manera tal que no tengan lugar en la casa de Dios. Si ellos están dispuestos a ser mano de obra, deja que lo hagan de acuerdo con las reglas, y que hagan lo que sean capaces de hacer. Si no están dispuestos a ser mano de obra, entonces todo el mundo debe unirse y expulsarlos para que no puedan perturbar, trastornar o arruinar la obra de la iglesia en la casa de Dios. Esto es lo primero que debes hacer y el testimonio en el que debes afirmarte. Además, debes comprender que tu familia y tu vida están en manos de Dios, y Satanás no se atreve a actuar precipitadamente. Dios ha dicho: “Sin el permiso de Dios, le resulta difícil incluso tocar una gota de agua o un grano de arena sobre la tierra; ni siquiera es libre para mover a las hormigas sobre la tierra, y mucho menos a la humanidad creada por Dios”. ¿Hasta qué punto eres capaz de creer en estas palabras? Luchar contra los anticristos y las personas malvadas revela el tamaño de tu fe. Si tu creencia en Dios es genuina, entonces tienes una fe verdadera. Si solo crees un poco, y esa creencia es vaga y vacía, entonces no tienes una fe verdadera. Si no crees que Dios puede tener soberanía sobre todo esto y que Satanás está bajo Su dominio; si sigues temiendo a los anticristos y a las personas malvadas y puedes tolerar que cometan maldades en la iglesia y que perturben y arruinen la obra de esta; si puedes ceder ante Satanás o suplicarle piedad para protegerte a ti mismo y no te atreves a alzarte y enfrentarte a ellos y te has convertido en un desertor, en alguien complaciente y en un espectador, entonces no tienes una creencia genuina en Dios. ¡Tu creencia en Dios se vuelve un interrogante, lo que la convierte en algo tremendamente patético! Cuando ves que los anticristos y las personas malvadas están provocando perturbaciones y trastornos en la casa de Dios, pero te mantienes indiferente; cuando traicionas los intereses de la casa de Dios y de Su pueblo escogido para proteger tu propia vida, a tu familia y todos tus intereses personales, te conviertes en un traidor, en un judas. Esto es simple y claro. A menudo hablamos sobre los anticristos y las personas malvadas y los diseccionamos, y comentamos cómo discernirlos y reconocerlos, todo con la finalidad de hablar claramente sobre la verdad y de dotar a la gente de discernimiento hacia ellos para que puedan desenmascararlos. De esta manera, el pueblo escogido de Dios ya no estará desorientado ni perturbado por los anticristos y podrá librarse de la influencia y las ataduras de Satanás. Algunas personas, de todos modos, albergan todavía en su corazón filosofías para los asuntos mundanos. No intentan discernir a las personas malvadas y a los anticristos, sino que cumplen el rol de complacientes. No luchan contra los anticristos, no les ponen límites claros y toman una postura debilitada, neutral, para proteger sus propios intereses. Permiten que esos diablos —estas personas malvadas y anticristos— permanezcan en la casa de Dios, invitando al peligro al promover a diablos. Permiten que estos diablos perturben de manera descontrolada la obra de la iglesia y el cumplimiento del deber de los hermanos y hermanas. ¿Qué papel cumplen estas personas? Se convierten en un escudo de los anticristos y en sus cómplices. Aunque tal vez no hagas las mismas cosas que ellos ni cometas las mismas acciones malvadas, participas en ellas: estás condenado. Toleras y das refugio a los anticristos, permitiendo que siembren el caos a tu alrededor sin que tomes ninguna acción ni hagas nada. ¿Acaso no estás participando en la maldad de los anticristos? Esa es la razón por la que algunos falsos líderes y personas complacientes se convierten en cómplices de los anticristos. Cualquiera que presencie cómo los anticristos perturban la obra de la iglesia, pero no los exponga ni les trace límites claros, se convierte en su lacayo y en su cómplice. No es sumiso ni leal a Dios. En los momentos cruciales de la batalla entre Dios y Satanás, se pone del lado de Satanás, protege a los anticristos y traiciona a Dios. Dios detesta a tales personas.

Cuando los anticristos se enfrentan a recibir la poda, a menudo muestran gran resistencia, y luego se emplean a fondo para defenderse y utilizan el sofismo y la elocuencia para desorientar a la gente. Esto es bastante común. La manifestación de la negativa de los anticristos a aceptar la verdad revela completamente su naturaleza satánica de odio hacia la verdad y de sentir aversión por ella. Pertenecen, meramente, al linaje de Satanás. Hagan lo que hagan los anticristos, quedan en evidencia su carácter y su esencia. Especialmente en la casa de Dios, todo lo que hacen va en contra de la verdad, Dios lo condena y es una acción malvada que se resiste a Dios, y todas estas cosas que hacen confirman plenamente que los anticristos son satanases y demonios. Por tanto, desde luego no se alegran, y ciertamente no están dispuestos, a la hora de aceptar la poda; pero, aparte de su resistencia y oposición, también odian la poda, a aquellos que los podan y a quienes dejan en evidencia su esencia-naturaleza, así como sus malas acciones. Los anticristos piensan que quien los deja en evidencia, sencillamente, les está complicando la vida, por lo que compiten y luchan con cualquiera que los deje en evidencia. Debido a esta clase de naturaleza de los anticristos, nunca son amables con quien los poda, ni lo toleran o soportan, y ni mucho menos sienten gratitud ni elogian a quien lo haga. En cambio, si alguien los poda y les hace perder dignidad y prestigio, albergarán odio hacia esta persona en su fuero interno y querrán hallar la ocasión de vengarse. ¡Cuánto odio sienten hacia los demás! Esto es lo que piensan y lo dirán abiertamente delante de ellos: “Hoy me has podado. Bien, ahora nuestra animadversión está grabada en piedra. Tú sigue tu camino, y yo, el mío, ¡pero te juro que me vengaré! Si me confiesas tu culpa, inclinas la cabeza ante mí o te arrodillas y me suplicas, te perdonaré; si no, ¡jamás olvidaré esto!”. Sin importar lo que digan o hagan los anticristos, nunca entienden la poda amable de alguien, ni su ayuda sincera, como el advenimiento del amor y la salvación de Dios. Por el contrario, lo consideran una señal de humillación y el momento en el que estuvieron más avergonzados. Esto demuestra que los anticristos no aceptan la verdad en absoluto, que su carácter es el de sentir aversión por la verdad y odiarla. ¿Alguna vez os encontrasteis con personas malvadas o anticristos que tomaron represalias contra los demás porque los habían podado? (Sí). ¿Cómo tomaron represalias? ¿Fue terrible su método para hacerlo? (Sí que lo fue. Una vez conocí a un anticristo que hizo algunas acciones malvadas en la iglesia y luego, después de que el líder de la iglesia dejara en evidencia su comportamiento, empezó a difundir rumores en ella, aseguró que este líder no hacía ningún trabajo real y que decía palabras y doctrinas para hacer que la gente acudiera ante él. Después de aquello, cuando nos dispusimos a dejar en evidencia a este anticristo, al principio pudo camuflarse, pero cuando continuamos dejándolo en evidencia, nos amenazó, dijo: “Detrás de mi casa hay una estación de policía, vienen a menudo a mi casa”. Lo que quería decir era que, si lo volvíamos a dejar en evidencia, nos delataría a la policía. Se reveló su crueldad). (Una vez me encontré con un anticristo. Una hermana había escrito una carta para denunciarlo, y cuando él la vio, resulta que acababa de tener lugar una situación peligrosa en el lugar donde vivía esta hermana, así que reunió a todos los principales colaboradores de la iglesia y dijo: “¿Por qué ha surgido de repente una situación peligrosa donde vivía esta hermana después de que escribiera una carta de denuncia contra mí? No hay duda de que dios no obra en vano, ¡tal vez vaya a revelar a alguien!”. Luego dijo algunas cosas provocadoras que incitaron a todo el mundo a apuntar con el dedo a la hermana, a que se creyera que había un problema con ella. Al final despidieron y echaron a esta hermana, y se dejó de lado su carta y nadie se ocupó de ella. Después de eso, comparamos de principio a fin lo que el anticristo había relatado y descubrimos que nos había dicho a cada uno una cosa distinta. Nos dimos cuenta de que había sido terriblemente siniestro y falso. Al final, mediante charlas pudimos discernirlo y el asunto se trató de manera justa). Ahora se ha confirmado que todos los anticristos son personas malvadas y que, mientras ostenten el poder, son todos anticristos.

Ahora ya han aparecido varios desastres inusuales, y según las profecías de la Biblia, habrá desastres aún mayores en el futuro. Entonces, ¿cómo obtener la protección de Dios en medio de los grandes desastres? Contáctanos, y te mostraremos el camino.