Punto 11: No aceptan que se los pode ni tienen una actitud de arrepentimiento cuando cometen el mal, sino que difunden nociones y juzgan públicamente a Dios (Parte 4)
Cuando un anticristo asume alguna parte del trabajo, es superficial y hace la vista gorda ante la gente malvada y aquellos que perturban la obra de la casa de Dios, o incluso puede encubrirlos, consentirlos y protegerlos. Después de que lo destituyan, ¿un anticristo cambia cuando realiza un deber distinto? (No). ¿Por qué pasa eso? (Por un problema con su esencia-naturaleza). Después de cometer un error tan grave, sigue sin arrepentirse y albergando nociones y quejas en su corazón, así que ¿existe alguna posibilidad de que sea sincero en los deberes que realice? Comete fechorías imprudentemente en su deber incluso antes de tener nociones o quejas, así que, cuando alberga estas cosas, ¿es posible que sea sincero en su deber? (No). Y, sin sinceridad, ¿será superficial? ¿Cometerá fechorías imprudentemente? (Lo hará). Algunos de vosotros quizá no estéis convencidos, así que echad un buen vistazo por vosotros mismos y llegará el día en que lo estaréis. Un anticristo nunca puede cambiar y, no importa dónde lo ubiquen, siempre será inútil. Después de podar a alguien que persigue la verdad por revelar un carácter corrupto, este sufre algunos cambios. Su estado mejora cada vez más, tiene una actitud cada vez más proactiva y una perspectiva cada vez más positiva, los objetivos y la dirección de su búsqueda se vuelven cada vez más correctos, desarrollan cada vez más un corazón temeroso de Dios y su humanidad parece cada vez más digna de respeto. Por el contrario, cuanto más podan a un anticristo, más crece su resentimiento interior, más a la defensiva se vuelve, más agraviado se siente en su corazón y más grandes se vuelven sus nociones, su odio y sus quejas hacia Dios. Cuando no lo han podado, su carne es capaz de pagar un pequeño precio, pero, cuando lo podan mucho, ni siquiera tiene el menor atisbo de sinceridad. ¡De verdad es un caso perdido! Observad esto por vosotros mismos: alguien así siempre predica sermones para apoyar a los demás, pero él mismo no practica en absoluto ni tiene ninguna entrada: esta es una característica. Otra característica de un anticristo es que, sin importar qué trabajo esté haciendo, una vez que tiene estatus, puede tomar cierta iniciativa y mostrar cierto entusiasmo, pero siempre es negligente y comete fechorías imprudentes en su trabajo. Cuando pierde el estatus, se acabaron los miramientos, da la situación por perdida e incluso actúa de manera osada e imprudente, como un salvaje sin ley, con un corazón completamente carente de temor de Dios. Entre toda la especie humana, este tipo de persona es el clásico anticristo. Es capaz de diseccionar el estado de otras personas de una manera muy clara, lógica y fácil de entender, y le deja a uno con la sensación de que también tiene este tipo de comprensión de sí mismo. Pero, cuando cometa algún error o revele un carácter corrupto y tú pruebes a exponerlo y diseccionarlo, observa cuál es su actitud. No estará dispuesto a aceptar esto en absoluto, y pensará en todas las formas posibles para refutarlo y defenderse, sin admitirlo. Nadie podrá meterse con él, y cualquier persona que le toque una fibra sensible o exponga un problema suyo se encontrará en problemas, ya que la considerará un enemigo.
Cuando un anticristo tiene estatus, es capaz de soportar un poco de sufrimiento y pagar un pequeño precio para protegerlo. También puede fingir ser amable y sentir compasión por todos los que viven bajo el sol y querer salvarlos a todos; es hipócrita. Sin embargo, en el momento en que pierden su estatus, toda su benevolencia desaparece y aun así quieren aferrarse y disfrutar del apoyo, la estima y la atención especial que disfrutaban en el pasado. ¡Simplemente son desvergonzados al límite! Independientemente del grupo en el que esté, un anticristo no brinda la menor asistencia o edificación a nadie, y aun así quiere disfrutar del apoyo y la estima de los demás. No importa quién más reconozca tener un carácter corrupto, un anticristo nunca dirá en voz alta que también lo tiene, ni hablará sobre qué tipo de carácter corrupto ha revelado en el pasado. Nunca se disecciona a sí mismo, y cuando se ve acorralado, solo dice cosas como: “Sí, soy un demonio, soy un satanás”, y eso es todo. Solo dice algunas de estas palabras altisonantes y vacías. Si le preguntas: “¿Qué manifestaciones y revelaciones específicas de ser un demonio y un satanás posees? ¿Qué tipo de motivos e intenciones tienes cuando actúas?”, no dirán nada en absoluto. ¿No es acaso un satanás? Desde que llegó al poder, el gran dragón rojo ha perpetrado innumerables males, y durante todo su mandato ha estado constantemente admitiendo y corrigiendo sus errores a la vez que intensifica el abuso de su pueblo de manera constante. Cuando lo ves admitiendo sus errores, puedes pensar que se arrepentirá y pasará la página, que tiene una actitud de confesión y que probablemente no volverá a cometerlos. Pero, a juzgar por las cosas que suceden después y por cómo se desarrollan, el gran dragón rojo admite sus errores meramente para proteger su imagen y su estatus, allanando el terreno para seguir manteniendo el poder y haciendo cosas más terribles que representan el abuso de su pueblo. Los anticristos son iguales: poseen la misma esencia-naturaleza que los demonios, Satanás y el gran dragón rojo. Se les da bien disfrazarse y son mentirosos habituales; no conocen la vergüenza, sienten aversión por las cosas positivas y por la verdad, y no la aceptan en absoluto. Además, no hacen nada más que decir cosas agradables y solo hacen todo tipo de cosas malas. Entre los hermanos y hermanas, los anticristos a menudo dicen cosas correctas y hacen cosas que parecen apropiadas a simple vista, pero, cuando les piden que practiquen estrictamente de acuerdo con las palabras de Dios y los principios-verdad para implementar la organización del trabajo de la casa de Dios, no hacen nada de eso, y en su lugar desaparecen sin dejar rastro. Si los dejan sin supervisión, vigilancia o estimulación, cometerán fechorías imprudentemente y establecerán su propio reino independiente. Para alcanzar su objetivo de mantener el poder, soportarán cualquier sufrimiento y pagarán cualquier precio. De ello se desprende que los anticristos tienen otro tipo de esencia-naturaleza: son egoístas y despreciables. Aparte de pagar un pequeño precio cuando hacen algo por sí mismos, si les piden que hagan o digan algo por los hermanos y hermanas, por la casa de Dios, sin recibir nada a cambio, ¿serán tan amables? ¿Asumirán esa carga? (No). Así que, en lo que respecta a las cosas que lo Alto les ha pedido que implementen, no lo han hecho con ninguna de ellas. ¿Por qué ocurre eso? Porque para hacer eso tendrían que fatigarse, sufrir y pagar un precio, y probablemente no obtendrían mucho beneficio de ello. Así que, simplemente, no lo hacen. Si la mayoría de las personas se beneficiara o ganara algo con ello, ¿estaría un anticristo dispuesto a pagar un precio por ello? No lo estaría. Si fuera algo por lo que la mayoría de las personas lo estimara, conmemorara, adorara y alabara, y si fuera recordado por esta buena acción que hizo durante generaciones, ¿cómo actuaría? Actuaría de inmediato, y lo haría más encantado que nadie. Esto es desvergonzado, ¿no es así? Satanás, el diablo, es verdaderamente desvergonzado. Ha cometido innumerables males, y aun así quiere que todos le estén profundamente agradecidos, que la gente lo siga de cerca y lo adule. Maltrata constantemente a las personas, y aun así quiere que estas lo alaben. Los anticristos son iguales. No importa cuántos sermones haya escuchado un anticristo o cuántas doctrinas entienda; si le pides que haga algún trabajo o un deber sin ser superficial, no podrá hacerlo. Si le pides que no establezca su propio reino independiente o que no cometa fechorías imprudentemente, no podrá hacerlo. Si le pides que se abstenga de disfrutar de los beneficios del estatus, de codiciar la comodidad y de deleitarse en el estatus y los privilegios especiales, no podrá hacerlo. Si le pides que no atormente a otros o que no mienta, no podrá hacerlo. Si le pides que no derroche las ofrendas y que proteja los intereses de la casa de Dios, no podrá hacerlo. Si le pides que no dé testimonio de sí mismo, nunca podrá hacerlo; si le pides que pague algún precio por el pueblo escogido de Dios sin recibir nada a cambio o que haga un poco de trabajo en la sombra, no podrá hacerlo. ¿Qué son capaces de hacer los anticristos? Son capaces de cometer fechorías imprudentemente, establecer su propio reino independiente, dar testimonio de sí mismos, derrochar las ofrendas, vivir a costa de la iglesia, atormentar a los demás, gritar consignas, soltar doctrinas, propagar herejías y falacias para desorientar a la gente, y así sucesivamente; hacen estas cosas sin esfuerzo. ¿Hay alguien así a vuestro alrededor? En el momento en que consiguen un poco de poder y lo ejercen, quieren tomar el control del presupuesto de la casa de Dios; no importa lo que vayan a comprar, quieren conseguir cosas de alta calidad, caras y de marca, y no lo comentan con nadie más ni escuchan lo que otros tienen que decir. Una vez que les dan un poco de poder, se deleitan en él. Cuando se lo dan, quieren formar camarillas y hacer las cosas a su manera, y se niegan a escuchar a lo Alto o a nadie más. Cuando les dan un poco de poder, se sienten como si se hubieran convertido en dios; quieren dar testimonio de sí mismos para que otros los apoyen y quieren formar una facción, su propia pandilla. Cuando les conceden cierto poder, quieren que los hermanos y hermanas estén firmemente controlados bajo su dominio. Si el trabajo de la casa de Dios requiere que transfieran a alguien lejos de ellos, será bastante complicado. Tendrán que aprobarlo, alguien necesitará hablarlo con ellos y no aceptarán ninguna actitud que no les guste de esa persona. Quieren que todo el mundo sepa que tienen poder e influencia, y todos deben ser respetuosos y deferentes con ellos. Este es un hecho generalmente reconocido. Un anticristo nunca admitirá que tiene un carácter corrupto. Observad esto por vosotros mismos: ved si aquellos que no admiten que tienen un carácter corrupto pueden arrepentirse después de hacer algo mal y revelar dicho carácter; observad en qué dirección se desarrollan y qué tipo de senda toman al final, cómo se comportan mientras realizan su deber e interactúan con otros, cómo actúan con respecto al estatus y cuáles son sus formas y métodos para hacer las cosas. ¿Seréis capaces de discernir esto? Si podéis llegar a conclusiones sobre estas cosas, entonces tenéis algo de discernimiento.
C. Se niegan a admitir que las palabras de Dios son la verdad y el criterio con el que medirlo todo
Hay una tercera razón por la cual los anticristos se niegan a aceptar que los poden y carecen de una actitud de arrepentimiento cuando cometen algún error, y es que se niegan a admitir que las palabras de Dios son la verdad y el criterio con el que medirlo todo. Ya di una charla bastante detallada sobre las dos razones anteriores; esta es un poco diferente de las dos primeras en cuanto a su significado literal, pero, en esencia, están relacionadas con esta por medio de la idea de que los anticristos se niegan a admitir que las palabras de Dios son la verdad, así que podemos mantener nuestra charla breve y concisa. Cuando podan a un anticristo y hablas con él sobre la verdad, los principios-verdad y los principios para hacer las cosas, ¿es capaz de aceptar esto después de escucharlo? (No). Independientemente de cuándo escuche la verdad un anticristo, siempre tendrá la misma actitud hacia ella: condena y resistencia. ¿Qué son los principios-verdad? Son el estándar para medir cómo hacer algo. Lo que una persona haga tendrá principios siempre que sea totalmente conforme a la verdad de las palabras de Dios. Esto es hacer las cosas de acuerdo con los principios. Si tu enseñanza se ajusta a los principios-verdad, un anticristo no la aceptará en absoluto. Cuanto más positiva, práctica, justa, correcta y basada en hechos sea tu enseñanza, más inaceptable será para un anticristo. Responderá con argumentos tergiversados y se negará a aceptar la verdad o los hechos. Si le hablas de cómo actuar para cumplir con sus responsabilidades en el asunto, te contará lo mucho que ha sufrido y pagado un precio. Si le hablas de cómo actuar de acuerdo con los principios-verdad, te contará cuántas sendas ha recorrido, cuánto ha sufrido y cuántas conversaciones ha tenido. Si le hablas de cómo ser una persona honesta, cómo actuar y cumplir un deber con un corazón honesto y sincero, no estará interesado y te ignorará. Cuando actúa, solo se centra en tácticas, maquinaciones y trucos. En definitiva, un anticristo tiene su propio conjunto de principios únicos para sus acciones y, no importa cuán equivocados, bajos, ridículos y absurdos sean estos a ojos de los demás o a ojos de Dios, nunca se cansará de aferrarse a estos métodos y principios. No aceptará las palabras de Dios como los principios-verdad, ni renunciará a sus propios principios, por lo que, no importa que lo podes, lo desenmascares o lo destituyas; sus criterios, perspectivas y puntos de vista para medir las cosas nunca cambiarán. Algunos de estos criterios pertenecen a la ciencia humana, otros al conocimiento, otros a la cultura tradicional, y otros a las tendencias malignas de este mundo, pero, por muy erróneos que sean, un anticristo no puede desprenderse de ellos. Aceptará cualquier tendencia maligna y todos aquellos dichos o perspectivas que sean populares en la sociedad, pero las palabras de Dios o la verdad nunca serán su criterio para medir los acontecimientos, las cosas y todo lo demás. Mientras sigue a Dios y vive a costa de Su casa, niega y condena la verdad. Mientras niega y condena la verdad, está venerando y admirando todo tipo de herejías y falacias del mundo. Lo único que no puede aceptar son las palabras de Dios, la verdad. A juzgar por esta esencia de los anticristos, aunque asistan a reuniones, lean las palabras de Dios y cumplan con un deber en el curso de su fe, una cosa es segura: su carácter nunca cambiará, ni tampoco sus perspectivas, que son del mundo y de las tendencias malignas. Si le pides a un anticristo que hable sobre la entrada en la vida o el cambio de carácter, te preguntarás por qué sus palabras suenan tan extrañas, repugnantes e incómodas. Sonarán como las palabras de un extraño, y es simplemente una persona atolondrada que carece de comprensión espiritual, pero que pretende ser espiritual y poseer vida. ¡Es verdaderamente repugnante hasta el límite! ¿Puede poseer vida alguien que nunca ha admitido que las palabras de Dios son la verdad o aceptado las palabras de Dios como su vida? Es una broma, ¿verdad? Mirad a vuestro alrededor y comprobad si hay alguien que siga diciendo: “Tal persona famosa dijo esto; tal libro dijo esto; tal serie de televisión dijo esto; tal obra maestra dijo esto”, o: “Nuestra cultura tradicional es esta; en mi lugar de origen decimos esto; en nuestra familia tenemos esta regla”, y así sucesivamente. Observad quién siempre tiene un montón de estas cosas que decir, quién no se conmueve por las palabras de Dios después de escucharlas y solo pronuncia palabras atolondradas, absurdas y palabras que carecen de comprensión espiritual cuando logran hablar sobre su comprensión de las palabras de Dios, y quién, aunque no tenga comprensión ni entendimiento de las palabras de Dios, intenta juntarlas forzosamente para que encajen y finge ser espiritual. ¡Esto es absolutamente nauseabundo! Estas personas han creído en Dios, han escuchado sermones y han asistido a reuniones durante muchos años y, sin embargo, increíblemente, todavía no saben que tienen un carácter corrupto ni han descubierto que tienen perspectivas equivocadas, o que sus perspectivas falaces son completamente contrarias y contradictorias a las palabras de Dios. ¿Cuál es la razón de esto? Es la tercera razón por la que los anticristos se niegan a aceptar que los poden y carecen de una actitud de arrepentimiento cuando cometen algún error: se niegan a admitir que las palabras de Dios son la verdad y el criterio con el que medirlo todo. Esta es la raíz del asunto.
¿Por qué los anticristos se niegan a aceptar que los poden? ¿Por qué, cuando se enfrentan a algo, no se arrepienten, y en lugar de eso difunden diversas nociones, e incluso juzgan a Dios? Las razones son muy claras: primero, los anticristos nunca admiten que pueden actuar mal; segundo, nunca admiten que tienen un carácter corrupto; tercero, se niegan a admitir que las palabras de Dios son la verdad y el criterio con el que medirlo todo. Para todos aquellos que no aceptan que los poden, aquellos que claramente revelan un carácter corrupto cuando cometen errores, los que a menudo hacen daño al pueblo escogido de Dios, que retrasan la entrada en la vida de un sinfín de miembros del pueblo escogido de Dios, y causan pérdidas a la obra de la casa de Dios, si estas personas no muestran remordimiento ni tienen una actitud de arrepentimiento cuando las podan, una cosa está clara, y es que poseen las tres manifestaciones de los anticristos. ¿Correcto? (Correcto). En total, hay tres razones por las que los anticristos se niegan a aceptar que los poden. Léelas de nuevo. (Primero, los anticristos nunca admiten que pueden actuar mal; segundo, nunca admiten que tienen un carácter corrupto; tercero, se niegan a admitir que las palabras de Dios son la verdad y el criterio con el que medirlo todo). Hay tres en total. Hemos hablado muy detalladamente sobre las dos primeras razones. La última es ligeramente diferente de las dos primeras en términos de su significado literal, pero, en cuanto a la esencia, las dos primeras están relacionadas con la idea de que los anticristos se niegan a admitir que las palabras de Dios son la verdad, así que no hablaremos sobre esa razón en más detalle. Está bien, por hoy terminaremos nuestra charla aquí. ¡Adiós! (¡Adiós, Dios!)
19 de septiembre de 2020
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