Punto 4: Se enaltecen y dan testimonio de sí mismos (Parte 1)

Apéndice: A la caza de las ratas

Hace poco me enteré de un asunto nuevo. Prestad atención y reflexionad sobre qué relación guarda con las actitudes y conductas de la gente, sobre de qué trata esta historia y sobre qué clase de problema ilustra. Ciertas personas chinas que llegaron a Estados Unidos, aparte de ver que la atmósfera y el entorno social de aquí diferían sustancialmente de los que había en China, notaron otra cosa que les pareció muy interesante. Vieron que, en este país, no solo las personas vivían en libertad, sino también todo tipo de seres vivos y animales, a los que nadie hacía daño. La libertad humana es, por supuesto, fruto de los sistemas sociales, pero ¿qué es lo que procura la libertad a todo tipo de animales y seres vivos? ¿Guardará alguna relación con los sistemas sociales? (Sí). Guarda relación con el modo en que los sistemas sociales y las políticas gubernamentales protegen y gestionan todo el entorno natural. Aquí hay animales silvestres en todas partes y pueden verse en cualquier sitio. Por ejemplo, hay gansos comiendo hierba en un prado a la vera de una autopista y existen parques, praderas y bosques en los que pueden encontrarse ciervos, osos o lobos, así como pavos, faisanes y toda suerte de aves y de fauna silvestre. ¿Cuál es la primera impresión que tiene la gente cuando ve un espectáculo así? (Piensan que han contemplado la naturaleza). ¿Y qué clase de sentimientos les despierta contemplar la naturaleza? Quizá dirán: “Mira este país. No solo la gente vive en libertad, aquí incluso los animales son libres. Reencarnarse en animal en este lugar sería mejor que vivir como ser humano en China, porque aquí incluso los animales son libres y nadie los maltrata”. ¿No tienen acaso ese sentimiento? (Así es). Para quienes llevan aquí largo tiempo, estas cosas se han vuelto corrientes y no tienen nada de raro; las consideran de lo más normal. Sin embargo, en algunos individuos, una vez que se han familiarizado con esta clase de entorno, empiezan a surgir ciertos pensamientos activos: “Todos estos animales están libres y nadie los supervisa ni los vigila, así que ¿no podría cogerlos y comérmelos? Sería estupendo, pero no puedo hacerlo de forma indiscriminada por si la ley los protege. Tengo que investigarlo”. Al revisar la información, ven que las leyes estipulan expresamente que los animales silvestres se hallan invariablemente protegidos a nivel nacional y que la gente no puede cazarlos y matarlos a su antojo. Si una persona quiere cazar, deberá hacerlo en un coto de caza autorizado; además, necesitará una licencia y quizá tenga que pagar una tasa por cada animal que cace. En definitiva, existen leyes de protección de la fauna silvestre que cuentan con estipulaciones claras al respecto. Algunas personas son incapaces de entenderlas y cavilan: “Con tantos manjares silvestres que hay y el gobierno no nos permite cogerlos y comerlos cuando queramos. ¡Qué lástima! En China nadie se preocupa de esto. ‘Si no se denuncia, las autoridades no lo investigan’. Mientras nadie se entere, puedes coger un animal y comértelo. Sin embargo, en un país democrático está prohibido. Aquí existen regulaciones legales y no me dejan hacer lo que quiera en las tierras que pertenecen a otra persona. No obstante, todos estos animales son caza silvestre; ¡es una lástima que solo pueda mirarlos y no comérmelos! Se me tiene que ocurrir una solución. ¿Cómo puedo comerme una pieza de caza sin que nadie se dé cuenta y sin infringir la ley?”. Algunos individuos idean un ardid y dicen: “Si construyo una jaula y pongo dentro algo de comida apetitosa para atraer presas, cazo algunos animalillos como conejos silvestres y luego busco un lugar aislado para matarlos y comérmelos, no estaría infringiendo la ley, ¿verdad? Estos animalillos no están protegidos por el estado y la ley no estipula nada específico acerca de ellos. De este modo, podría comer carne de caza silvestre y además me aseguraría de no quebrantar la ley. Es lo mejor de ambos mundos”. Después de tener esta idea, arman una jaula y empiezan a cazar. No han pasado ni un par de días cuando una rata entra en la jaula y, a toda prisa, la matan y se la comen, ¡creyendo que es auténtica carne de caza! ¿Qué conclusión sacan después? “Los animales silvestres están muy ricos. A partir de ahora idearé más métodos para cazar distintos tipos de presas. Mientras no infrinja la ley, no me preocupa comérmelas”. Aquí termina la historia.

Hay gente que pregunta: “¿Es una historia real o inventada?”. Por ahora, no os preocupéis de si es cierta o imaginaria o de si ocurrió de verdad o no. Tan solo pensad, a tenor de esta historia, en qué les pasa a las personas que hacen estas cosas. ¿Están cometiendo un error grave? ¿Se considera una violación de la ley? ¿Se considera inmoral? (Sí). ¿Va contra la moralidad, contra la humanidad o contra otra cosa? Decidme primero: ¿esta manera de comportarse es digna de elogio o de denuncia? ¿De qué lado os ponéis? (Denuncia). Da igual si va contra la moralidad, contra la ley o contra la humanidad; en cualquier caso, esta manera de comportarse está mal y no se corresponde con la de una persona que posee humanidad. Entonces, ¿de qué se trata? ¿Este tipo de carácter o conducta supone un problema grave? Según vuestro criterio, ¿cómo juzgaríais esta cuestión? En la vida cotidiana y entre todos los grupos de personas, ¿se trata de una conducta común? (Sí). No es una acción enormemente malvada o artera, pero sí impropia, y no es una actuación que las personas con humanidad normal deberían realizar. ¿Qué clase de manifestación es exactamente? Adelante, calificadla. ¿Qué clase de conducta es? ¿Debería fomentarse? (No). Ni es digna de fomentarse ni la gente la elogia, por lo que debería denunciarse y despreciarse. Este tipo de comportamiento es común, se produce a menudo en todos los grupos de personas y se observa con frecuencia en la vida cotidiana. Hay individuos que acostumbran a hacer cosas por el estilo. Así pues, ¿no merece la pena señalarlo y debatirlo para facilitar, de ese modo, que toda la gente tenga una definición precisa de esta cuestión y, si es posible, se desvincule de este tipo de comportamientos? ¿No estaría bien? (Sí). Pues vamos a definirla: ¿qué clase de conducta es esta? ¿Es arrogante? ¿Es intransigente? ¿Es falsa? (No). ¿Es perversa? (Un poco). Es algo así. Entre las palabras que habéis aprendido y entendido, ¿hay alguna que defina esta clase de conducta? (Vulgar). Vulgar; tiene un poco de esa cualidad. Esta palabra engloba esta clase de conducta y esencia, pero no termina de concretarla por completo. No puede considerarse que sea una conducta maliciosa, porque, si matar ratas fuera un acto malicioso, entonces exterminarlas sería algo negativo. Pero su exterminio es positivo; las ratas causan perjuicios a la gente, por lo que está justificado. Sin embargo, ¿hay alguna diferencia entre exterminarlas y comérselas? (La hay). Entonces, ¿cómo puede calificarse esta manera de comportarse? ¿Qué palabras se os ocurren que guarden relación con esta clase de conducta? (Sórdida). (Rastrera). Rastrera, vulgar y sórdida. En la vida cotidiana, ¿qué palabra se usa para definir una conducta inapropiada y rastrera? (Canalla). La palabra “canalla” describe con precisión y de forma incisiva a la gente que se comporta así. ¿Por qué? Si se dice que son vulgares, egoístas o sórdidos, se trata de la clase de manifestación que revelan los canallas. La palabra “canalla” abarca muchos significados: gente vulgar, depravada, sórdida, egoísta, inmoral, que no sabe comportarse, que no actúa de forma abierta y honesta, sino con enredos, y que no comete más que actos impropios. Estas son las distintas conductas y manifestaciones de los canallas. Por ejemplo, si una persona normal quiere hacer algo; mientras sea correcto, lo aborda de una manera abierta y, si viola la ley, desiste de ello. Los canallas no son iguales; consiguen sus objetivos por las buenas o por las malas y disponen de estrategias para contrarrestar las restricciones de la ley. Burlan las leyes y buscan el modo de alcanzar sus objetivos, se ajusten o no a la ética, la moralidad o la humanidad, y sean cuales sean las consecuencias. No les importa ninguna de estas cosas y solo buscan salirse con la suya por cualquier medio posible. En esto consiste ser un canalla. ¿Tiene esta gente alguna integridad o dignidad? (No). ¿Son personas nobles o rastreras? (Rastreras). ¿En qué aspecto? (Su comportamiento carece de unos mínimos morales). Correcto, esta clase de personas carecen de unos mínimos y de principios; no consideran las consecuencias y hacen lo que les place. No se preocupan por las leyes, ni por la moralidad, ni de que su conciencia sea capaz o no de aceptar sus acciones, ni de si alguien los denuncia, los juzga o los condena. Todo esto les es indiferente y, mientras obtengan beneficios y se diviertan, no les importa. Su forma de actuar es depravada y su manera de pensar es despreciable, las dos cosas son vergonzosas. Esto es lo que significa ser un canalla. ¿Puede sustituirse esta palabra por las manifestaciones de las diversas actitudes de las que hemos hablado antes? No encajarían bien. Se trata de una palabra un tanto especial, pero ¿eso implica que los canallas son un tipo especial de persona? No. ¿Albergáis en vuestro interior algo canallesco? (Sí). ¿Cuáles son sus manifestaciones específicas? (A veces, la gente, después de lavarse la cara, deja todo salpicado de agua y no lo limpia. Y, cuando la gente termina de comer, no recoge los granos de arroz ni la sopa de verduras de la mesa. Cuando su ropa está sucia, la deja tirada de cualquier forma sin doblarla. Creo que estas también son manifestaciones propias de un canalla). La verdad es que esos son pequeños detalles de la vida cotidiana y ser antihigiénico no equivale realmente a ser un canalla, sino que tiene más que ver con cómo vive uno dentro de la humanidad. Si uno no hace cosas beneficiosas para los demás cuando está en un grupo, si uno no ha sido educado debidamente o no tiene modales, si se crea enemigos y cae mal a los demás, si no sabe atenerse a las normas o a los sistemas de los sitios a los que va, y no tiene conciencia de ello, ¿no es que su humanidad carece de algo? (Así es). ¿De qué carece? Carece de razón. ¿La gente así no carece de dignidad? (Sí). No tienen dignidad, ni integridad y recibieron una educación deficiente. Esto tiene que ver con los mínimos de la conducta humana y con vivir una humanidad normal. Si uno ni siquiera puede cumplir estos estándares, ¿cómo va a poder practicar la verdad? ¿Cómo va a poder glorificar a Dios? ¿Cómo va a poder actuar de acuerdo con los principios-verdad? Se halla muy lejos de conseguir cualquiera de estas cosas. Esta clase de personas no tienen conciencia ni razón; ¿es fácil dirigirlas? ¿Les resulta fácil cambiar? No, no resulta nada fácil. Entonces, ¿cómo pueden lograrlo? Dependerá de todos los que las supervisen, las refrenen y las inciten. En casos graves, todo el mundo debe dar la cara y criticarlas. ¿Cuál es el objetivo de esta crítica? Se trata de socorrerlas, ayudarlas a comportarse bien e impedir que hagan cosas vergonzosas y de mal gusto. Así pues, ¿a qué nos referimos exactamente con ser un canalla? ¿Cuáles son sus principales síntomas y manifestaciones? Veamos si lo he resumido acertadamente o no. ¿A qué se asemejan los canallas? Se asemejan a animales indomados, mal criados y salvajes, sus principales manifestaciones son ser arrogantes, brutos, sin moderación, temerarios y no aceptar la verdad en lo más mínimo, así como hacer lo que les plazca, no escuchar a nadie ni permitir que nadie los dirija, atreverse a oponerse a cualquiera y no tener consideración por nadie. Decidme, ¿son graves las distintas manifestaciones de ser un canalla? (Sí). Como poco, este carácter arrogante, imprudente y carente de razón resulta gravísimo. Aunque parezca que las acciones de una persona así no juzgan ni se oponen a Dios, es muy probable que esa persona haga el mal y se resista a Él por su carácter arrogante. Todas sus acciones constituyen revelaciones de sus actitudes corruptas. Cuando una persona se vuelve un canalla en cierta medida, se convierte en un bandido y un diablo, y los bandidos y los diablos jamás aceptarán la verdad: lo único que se puede hacer es destruirlos.

¿Tiene algo de valor contar esta historia? (Sí). Aunque no toque apenas el tema del carácter o la esencia-naturaleza del hombre, concierne a la conducta, que no difiere tanto ni está tan desvinculada de la esencia humana. ¿Cómo debería llamarse esta historia? Vamos a ponerle un título que tenga cierta cualidad alegórica, pero que no sea demasiado directo. (A la caza de las ratas). “A la caza de las ratas” es un buen título. Alguien atrapó una rata de una manera “perfectamente legítima” y dijo: “¿Qué hago? Ha entrado aquí corriendo y me da pena. Además, está herida. Si vuelve afuera, morirá y otros animales se la comerán de todos modos, así que ¿por qué no me la como yo? ¿No sería perfectamente legítimo?”. A fin de comerse la rata, se inventó un montón de excusas y un montón de justificaciones, y luego se la comió con la conciencia limpia. Esto es propio de canallas. No es como si en Estados Unidos la gente no pudiera comer carne, por lo que no merece la pena tomarse todas esas molestias y poner tanto empeño en perpetrar una cosa así. Es el tipo de cosas que hacen los canallas. ¿La gente normal, la gente con humanidad e integridad, hace cosas de este estilo? (No). ¿Por qué no? Es una cuestión de integridad. Quienes por naturaleza son ladrones incorregibles siempre están robando y hurtando y perpetrando actos vergonzosos. ¿Les falta algo en casa? No necesariamente. Como son canallas, tienen que robar, recurren al hurto para satisfacer sus propias preferencias y su insaciable carácter avaricioso. Estas acciones les reconfortan el corazón. Si no hicieran cosas de este estilo, se sentirían alterados. En esto consiste ser un canalla. Bien, doy fin ahora a la historia y paso al tema principal.

Antes de tratar el tema principal, reflexionemos sobre el contenido de nuestra última charla. Los deberes que ejecuta el pueblo escogido de Dios pueden dividirse en seis grandes categorías. Hemos terminado de hablar sobre la primera, donde se encuentran las personas que cumplen el deber de difundir el evangelio. La segunda engloba a quienes cumplen los deberes de los líderes y obreros de la iglesia a distintos niveles. Los miembros de esta categoría pueden dividirse fundamentalmente en dos clases, una de las cuales la tratamos la última vez; en concreto, los anticristos. Hablamos sobre cómo obran, qué manifestaciones tienen y cuáles son los actos que los definen como tales; clasificamos las manifestaciones y actitudes de los anticristos. ¿Qué puntos específicos había? (Punto 1: Tratan de ganarse el corazón de la gente; Punto 2: Atacan y excluyen a los disidentes; Punto 3: Excluyen y atacan a quienes persiguen la verdad; Punto 4: Se enaltecen y dan testimonio de sí mismos; Punto 5: Desorientan, atraen, amenazan y controlan a la gente). La última vez, resumimos cinco puntos y tomasteis nota de todos ellos. Vamos ahora con los siguientes. Punto 6: Se comportan de forma retorcida, son arbitrarios y dictatoriales, nunca comparten con los demás y los obligan a obedecerlos; Punto 7: Son perversos, insidiosos y falsos; Punto 8: Quieren que los demás se sometan solo a ellos, no a la verdad ni a Dios; Punto 9: Cumplen con su deber solo para distinguirse a sí mismos y satisfacer sus propios intereses y ambiciones; nunca consideran los intereses de la casa de Dios, e incluso los venden y los intercambian por gloria personal; Punto 10: Desprecian la verdad, desacatan con descaro los principios e ignoran las disposiciones de la casa de Dios; Punto 11: No aceptan que se los pode ni tienen una actitud de arrepentimiento cuando cometen el mal, sino que difunden nociones y juzgan públicamente a Dios; Punto 12: Quieren retirarse cuando no tienen estatus ni esperanza de recibir bendiciones; Punto 13: Controlan la economía de la iglesia mientras controlan el corazón de la gente; Punto 14: Consideran la casa de Dios su propio campo de acción; Punto 15: No creen en la existencia de Dios y niegan la esencia de Cristo. Hay quince puntos en total, que diseccionan y ponen al descubierto las diversas manifestaciones de los anticristos. En esencia, resumen los distintos tipos de conducta, manifestaciones y actitudes que tienen estos. A primera vista, algunos de ellos no parecen ser más que maneras de comportarse, pero debajo subyace la esencia-carácter de los anticristos. En sentido literal, ¿estos quince puntos no resultan fáciles de entender? Todos están formulados en un lenguaje sencillo, y en cierto aspecto resultan fáciles de entender, aunque, asimismo, lo que cada uno de ellos resume está relacionado con la esencia, las revelaciones y las manifestaciones humanas. Cada punto representa un tipo de carácter; no se trata de un comportamiento ni de un pensamiento que sean pasajeros. ¿Qué es un carácter? ¿Cómo puede explicarse en qué consiste? Un carácter se da cuando, vaya donde vaya una persona, sus pensamientos, sus ideas, los principios de sus acciones, sus métodos de actuación y los objetivos que persigue no varían con el paso del tiempo y los cambios de ubicación geográfica. Si la manera de hacer las cosas de una persona desaparece en cuanto cambia de entorno, es que no se trata de la revelación de un carácter corrupto, sino más bien de un comportamiento pasajero. ¿A qué alude un verdadero carácter? (A que puede dominar a una persona en cualquier momento y en cualquier lugar). Así es, puede dominar las palabras y acciones de una persona independientemente del momento y el lugar, sin influencias ni restricciones condicionales; se trata de una esencia. Una esencia es aquello en lo que alguien confía para sobrevivir; no cambiará en función del momento, la ubicación ni otros factores externos. Esto es la esencia de una persona. Hay gente que dice: “Tengo más o menos las quince manifestaciones de los anticristos que has resumido, pero no persigo ningún estatus y nací sin ambiciones. Aparte, en este momento no recae sobre mis hombros ninguna responsabilidad. No soy un líder ni un obrero, y no me gusta ser el centro de atención, así que ¿la esencia-naturaleza de los anticristos no es irrelevante para mí? Si es irrelevante, ¿no es cierto que no necesito escuchar estas enseñanzas ni compararme con ellas?”. ¿Funcionan así las cosas? (No). Entonces, ¿cómo deberían enfocarse estas manifestaciones de los anticristos? ¿Cómo deberían enfocarse las verdades que se comparten sobre estas manifestaciones? Uno debe entender la verdad y conocerse a sí mismo en el marco de estas enseñanzas, y luego encontrar la senda correcta y llegar a poseer los principios en el cumplimiento de su deber y de su servicio a Dios. Solo de esta manera podrá apartarse de la senda de los anticristos y emprender el camino de ser hecho perfecto. Si podéis relacionar estas manifestaciones con vosotros mismos, esto os servirá de advertencia, recordatorio, desenmascaramiento y juicio. Si no podéis relacionarlas con vosotros, pero tenéis la sensación de que también poseéis estados similares, deberíais tratar de reflexionar y conoceros más a vosotros mismos, y buscar la verdad para resolver dichos estados. De este modo, además, lograréis despojaros poco a poco de vuestras actitudes corruptas y evitareis recorrer la senda de los anticristos.

Disección de cómo los anticristos se enaltecen y dan testimonio de sí mismos

La enseñanza de hoy versa sobre el cuarto punto referente a las diversas manifestaciones de los anticristos: cómo se enaltecen y dan testimonio de sí mismos. La humanidad corrupta es capaz de enaltecerse y dar testimonio sobre sí misma, de pavonearse, de intentar que la tengan en gran estima y la idolatren. Así reacciona instintivamente la gente cuando la gobierna su naturaleza satánica, lo cual es común a toda la humanidad corrupta. Normalmente, ¿cómo se enaltece y da testimonio sobre sí misma la gente? ¿Cómo logra el objetivo de hacer que la tengan en gran estima y la idolatren? Da testimonio de cuánto trabajo ha realizado, de cuánto ha sufrido, de cuánto se ha esforzado y el precio que ha pagado. Se enaltece hablando sobre su capital, lo cual le da un lugar superior, más firme y más seguro en la mente de las personas, de modo que son más las que la aprecian, la tienen en alta estima, la admiran y hasta la adoran, la respetan y la siguen. Para lograr este objetivo, la gente hace muchas cosas que en apariencia dan testimonio de Dios, pero en esencia se enaltece y da testimonio sobre sí misma. ¿Es razonable actuar así? Se sale del ámbito de la racionalidad y no tiene vergüenza, es decir, da testimonio descaradamente de lo que ha hecho por Dios y de cuánto ha sufrido por Él. Incluso presume de sus dones, talentos, experiencias, habilidades especiales, de sus métodos inteligentes para las cosas mundanas, de los medios por los que juega con las personas, etcétera. Se enaltece y da testimonio sobre sí misma alardeando y menospreciando a otras personas. Además, se camufla y disimula para ocultar sus debilidades, defectos y deficiencias a los demás y que estos solo lleguen a ver su brillantez. Ni siquiera se atreve a contárselo a otras personas cuando se siente negativa; le falta valor para abrirse y hablar con ellas, y cuando hace algo mal, se esfuerza al máximo por ocultarlo y encubrirlo. Nunca habla del daño que ha ocasionado al trabajo de la iglesia en el cumplimiento del deber. Ahora bien, cuando ha hecho una contribución mínima o conseguido un pequeño éxito, se apresura a exhibirlo. No ve la hora de que el mundo entero sepa lo capaz que es, el alto calibre que tiene, lo excepcional que es y hasta qué punto es mucho mejor que las personas normales. ¿No es esta una manera de enaltecerse y dar testimonio sobre sí misma? ¿Es enaltecerse y dar testimonio sobre uno mismo algo que haría alguien con conciencia y razón? No. Así pues, cuando la gente hace esto, ¿qué carácter revela normalmente? La arrogancia. Es uno de los que principalmente revela, seguido de la falsedad, lo que implica hacer todo lo posible para que otras personas la tengan en gran estima. Sus palabras son completamente herméticas y es evidente que entrañan unas motivaciones y tramas, hacen alarde de sí, pero quieren ocultarlo. A resultas de lo que dicen, hacen creer a los demás que son mejores que nadie, que no hay nadie igual, que el resto es inferior a ellas. ¿Y no consiguen este resultado por medios solapados? ¿Qué carácter se halla detrás de esos medios? ¿Y hay algún elemento de perversidad? (Sí). Este es un carácter perverso. Puede apreciarse que estos medios que emplean estas personas están dirigidos por un carácter falso; entonces, ¿por qué digo que es perverso? ¿Qué tiene que ver esto con la perversidad? ¿Qué opináis? ¿Pueden ser sinceras estas personas acerca de sus objetivos al enaltecerse y dar testimonio sobre sí mismas? No pueden. Sin embargo, siempre hay un deseo en el fondo de su corazón y lo que dicen y hacen va en beneficio de ese deseo, y mantienen muy en secreto los objetivos y motivaciones de lo que dicen y hacen. Por ejemplo, utilizarán la distracción o alguna táctica turbia para lograr estos objetivos. ¿No es dicho secretismo retorcido por naturaleza? ¿Y dicho retorcimiento no se puede calificar de perverso? (Sí). Se puede calificarse de perversa y está más arraigada que la falsedad. Utilizan una determinada manera o método para conseguir sus objetivos. Este carácter constituye una falsedad. Sin embargo, la ambición y el deseo que albergan en el fondo de su corazón de querer siempre que la gente los siga, los admire y los adore, a menudo los lleva a enaltecerse y dar testimonio de sí mismos, y a hacer esto sin escrúpulos y con total descaro. ¿Qué carácter es este? Alcanza el nivel de la perversidad. La perversidad no se reduce a una intolerancia cualquiera o al hecho de ser una persona falsa y mentirosa. Que alguien, partiendo de una corrupción ordinaria, llegue a alcanzar el nivel de la perversidad, ¿no significa que se ha corrompido en lo más hondo? (Sí). Describamos entonces el nivel de perversidad, ¿cómo podríamos expresarlo convenientemente? ¿Por qué una persona pasa de una corrupción ordinaria a alcanzar la perversidad? ¿Tenéis clara la cuestión? ¿Cuál es la diferencia entre la falsedad y la perversidad? En cuanto a cómo se manifiestan, ambas guardan una estrecha relación, aunque la perversidad es más grave; se trata de la falsedad llevada al extremo. Si alguien tiene un carácter perverso, la falsedad de esta persona no es corriente, pues una falsedad corriente quizá solo implique que es una mentirosa empedernida o no muy honesta en sus acciones, mientras que la perversidad es más grave y profunda que la falsedad. La falsedad de alguien que posee un carácter perverso supera a la de una persona media, es más grave, y sus métodos y medios para hacer las cosas, así como las maquinaciones que impulsan sus acciones, son más taimados y furtivos, y la mayoría de la gente no consigue desentrañarlos como lo que son. Esto es la perversidad.

¿En qué se diferencia un anticristo que se enaltece y da testimonio de sí mismo de una persona media que actúa igual? A menudo, la persona media alardea y presume a fin de conseguir que la gente la tenga en alta estima; además, poseerá manifestaciones de estas actitudes y estados, conque ¿en qué es distinto un anticristo que se enaltece y da testimonio de sí mismo respecto a una persona corriente que hace lo mismo? ¿Dónde estriba la diferencia? Una cosa os debe quedar clara: no todas las manifestaciones de ensalzamiento o alarde personal esporádicos se engloban dentro de la categoría de los anticristos. ¿Esto no es un error conceptual? (Sí). Entonces, ¿cómo puede distinguirse claramente esta cuestión? ¿Dónde radica la diferencia? Si logras exponerlo claramente, podrás entender a la perfección cuál es la esencia de un anticristo. Haced el intento. (La forma de actuar de un anticristo es más subrepticia; se sirven de medios que aparentan ser muy correctos para desorientar a la gente. Parecen estar hablando de un tema procedente, pero, antes de que te enteres, empiezan a enaltecerse y dar testimonio de sí mismos sin que nadie se percate de ello. Sus medios son relativamente subrepticios). Medios relativamente subrepticios; es decir, se los distingue por su manera de enaltecerse y dar testimonio de sí mismos. ¿Alguna cosa más? Decidme, ¿cuál es la diferencia de naturaleza entre enaltecerse y dar testimonio de uno mismo de forma consciente y hacerlo de forma inconsciente? (Las intenciones son distintas). ¿No es ahí donde estriba la diferencia? (Sí). Cuando un individuo medio con actitudes corruptas se enaltece a sí mismo y se pavonea, lo hace por presumir, sin más. Una vez que ya se ha lucido, se acabó la historia, le da igual si las personas lo tienen en alta o baja estima. Su intención no está demasiado definida, se trata tan solo de un carácter que los gobierna, una revelación de un carácter. Nada más. ¿Resulta fácil corregir esta clase de carácter? Si la persona en cuestión persigue la verdad, será capaz de cambiar poco a poco cuando experimente la poda, el juicio y el castigo. Ganará paulatinamente un sentido de vergüenza y racionalidad, y exhibirá cada vez menos comportamientos de esta índole. Condenará esta clase de comportamiento y se restringirá y controlará a sí misma. Esto es enaltecerse y dar testimonio de uno mismo de manera inconsciente. Enaltecerse y dar testimonio de uno mismo tanto de forma consciente como inconsciente encierran actitudes idénticas, pero difieren en su naturaleza. ¿En qué consiste esta diferencia? Cuando uno se enaltece y da testimonio de sí mismo de manera consciente, lo hace con una intención. Las personas que actúan así no hablan a la ligera; cada vez que se enaltecen y dan testimonio de sí mismas están albergando ciertas intenciones y objetivos ocultos, actúan con deseos y ambiciones satánicos. A primera vista, parece la misma clase de manifestación. En ambos casos, una persona se enaltece y da testimonio de sí misma, pero ¿cómo define Dios el enaltecerse y dar testimonio de uno mismo de manera inconsciente? Como una revelación de un carácter corrupto. ¿Y cómo define Dios el enaltecerse y dar testimonio de uno mismo de manera consciente? Como el acto de alguien que quiere desorientar a la gente, decidido a que los demás lo tengan en alta estima, que lo idolatren, que lo admiren y que lo sigan. Sus acciones desorientan por naturaleza. De modo que, en cuanto tenga intención de desorientar y dominar a la gente para que esta lo siga y lo idolatre, a la hora de hablar y actuar empleará ciertos métodos y medios capaces de desorientar y confundir fácilmente a quienes no comprenden la verdad y carecen de un fundamento profundo. Dichas personas no solo carecen de discernimiento; al contrario, piensan que es cierto lo que ese individuo les cuenta, y quizá lo admiren y lo tengan en alta estima, y con el tiempo, lo idolatrarán y hasta lo seguirán. Hay un fenómeno de lo más común en la vida cotidiana que se produce cuando alguien oye un sermón y en ese momento parece que lo entiende bastante bien, pero, más tarde, cuando algo acontece, no sabe cómo resolver la situación. Busca y se presenta ante Dios, pero eso no rinde frutos y, al final, debe acudir a su líder a preguntar por ese asunto y pedirle una solución. Cada vez que le sucede algo, quiere pedirle a su líder que lo resuelva. Se asemeja al modo en que fumar opio se convierte en una adicción y un patrón para ciertas personas, las cuales, con el tiempo, se verán incapaces de seguir adelante si no lo consumen. Por tanto, los anticristos que se enaltecen y dan testimonio de sí mismos se convierten imperceptiblemente en una especie de droga para aquellos que son pequeños de estatura, carentes de discernimiento, insensatos e ignorantes. Cuando algo acontezca, irán a preguntarle al anticristo y, si este no dicta una orden, no se atreverán a hacer nada, aun cuando el asunto se haya debatido y se haya alcanzado un consenso al respecto. Tienen miedo de oponerse a la voluntad del anticristo y ser reprimidos, de modo que, en cualquier circunstancia, solo se atreven a actuar después de que el anticristo ha hablado. Aun cuando han entendido claramente los principios-verdad, no se atreven a tomar una decisión ni a afrontar la situación; en su lugar, esperan el veredicto y la decisión final del “amo” al que admiran. Si su amo no dice nada, quien tenga que lidiar con el asunto se sentirá inseguro en cuanto a cómo proceder. ¿Acaso estas personas no han sido envenenadas? (Así es). Esto se llama estar envenenado. ¿Cuánto trabajo tiene que realizar el anticristo, y cuánto veneno necesita inyectar de forma furtiva, para que estas personas estén tan profundamente envenenadas? Si el anticristo se diseccionara con frecuencia y llegara a conocerse a sí mismo, si expusiera a menudo sus debilidades, faltas y transgresiones, de modo que la gente las viera, ¿todo el mundo los seguiría idolatrando igual? Desde luego que no. Según parece, el anticristo hace un esfuerzo considerable por enaltecerse y dar testimonio de sí mismo, motivo por el cual ha cosechado tanto “éxito”. Este es el resultado que busca. Sin él, nadie sabría cumplir con los deberes de forma adecuada y todo el mundo estaría completamente perdido. Resulta evidente que, mientras controla a estas personas, el anticristo les inyecta a hurtadillas una buena cantidad de veneno ¡y dedica mucho esfuerzo! Si se limitara a pronunciar unas pocas palabras, ¿seguirían constriñendo a estas personas de ese modo? Sin duda que no. Cuando el anticristo logra su objetivo de hacer que la gente lo idolatre, lo admire y le preste atención en cualquier asunto, ¿no ha hecho y dicho muchas cosas que lo enaltecen y dan testimonio de sí mismo? ¿Qué resultado obtiene con esto? Que la gente carezca de una senda y sea incapaz de vivir sin él; es como si, sin él, el cielo se desplomara y la tierra dejara de girar, como si creer en Dios no tuviera ningún valor ni significado y escuchar sermones no sirviera de nada. Además, consigue que la gente sienta que hay esperanza en su vida cuando el anticristo está cerca, pero que la perderían toda si él muriera. ¿Semejantes personas no son acaso cautivas de Satanás? (Sí). ¿Y las personas así no se lo merecen acaso? (Sí). ¿Esto por qué lo decimos? Dios es el Único en el que has de creer, conque ¿por qué idolatras a anticristos y los sigues, y dejas que te constriñan y controlen a cada paso? Aparte, independientemente del deber que uno ejecute, la casa de Dios ha provisto a las personas de reglas y principios claros. Si surge una dificultad que uno no sabe resolver por sí mismo, debería recurrir a alguien que entienda la verdad y acudir a lo Alto en asuntos más serios. Pero tú no solo no buscas la verdad; al contrario, idolatras y admiras a personas, y crees lo que te cuentan estos anticristos. Te has convertido, por lo tanto, en lacayo de Satanás y ¿quién tiene la culpa sino tú mismo? ¿No te mereces esto? El enaltecimiento y testimonio de uno mismo es una manifestación y un comportamiento que comparten los anticristos, una de las manifestaciones más comunes. ¿Cuál es la característica principal que define cómo se enaltecen y dan testimonio de sí mismos los anticristos? ¿En qué aspecto se diferencia de cuando lo hace una persona media? En que los anticristos ocultan sus intenciones tras este acto, que no es en absoluto inconsciente. Más bien, albergan intenciones, deseos y ambiciones, por lo que contemplar las consecuencias de un testimonio así resulta demasiado espantoso; logran desorientar y controlar a las personas.

Permitid que os ponga un ejemplo. Podéis reflexionar acerca de si esta clase de manifestación y carácter se relaciona con el enaltecimiento y testimonio de uno mismo. Una vez, había un líder que llevaba dos o tres años realizando la obra de la iglesia en un cierto lugar. Había ido de una iglesia a otra hasta que finalmente echó raíces allí. ¿Qué significa que echó raíces? Quiere decir que la mayoría de las personas lo conocían y lo tenían en alta estima, y que era relativamente conocido en aquel lugar. En cuanto lo veían, lo recibían bien, le ofrecían asiento y le servían buena comida. Todos se mostraban de acuerdo con él y nadie se le oponía; todo el mundo estaba bastante familiarizado con este líder y, en el fondo, aprobaban su manera de hacer las cosas y aceptaban su liderazgo. No está claro cuánto trabajo desempeñó allí el líder, ni cuánto habló ni de qué; estos detalles se desconocen, pero, en definitiva, la mayoría de la gente aprobaba su liderazgo. Transcurrido un cierto tiempo, el líder dijo: “Los hermanos y hermanas de este lugar son obedientes y sumisos, las cosas de la iglesia van bien en todos los sentidos. Por desgracia, hay un aspecto que no es del todo satisfactorio, y es que el entorno aquí es terrible. Si fuera el adecuado, elegiríamos un bonito día soleado para celebrar en un parque una gran reunión de miles de personas y daríamos a conocer la verdad usando un micrófono y un equipo de buenos altavoces para propiciar que más personas crean en dios. ¿Acaso nuestra obra no daría así más frutos?”. Al oír esto, todo el mundo respondió “amén” y dio su aprobación. Decidme, ¿hay algún problema con la frase “daríamos a conocer la verdad”? (Sí). ¿Qué problema? (El líder se comportaba como si fuera Dios). Todos vosotros reconocéis que esto conlleva un problema, pero las personas atolondradas que había allí no lo reconocieron. ¡Incluso respondieron a su frase con un “amén”! ¿Este líder da a conocer la verdad? ¿Quién es él? Es un líder corriente; después de unos años de trabajo, empezó a creerse superior a los demás y olvidó quién era; quiso incluso expresar la verdad, una labor que le vendría grande. ¿Qué demuestra esto? Demuestra que no sabía quién era él ni conocía el deber que cumplía. Dado que posee un carácter de esta índole, ¿habrá alguna parte de su discurso o de su obra habituales que se ajuste a la verdad? Su discurso y obra habituales están sin duda plagados de palabras confusas y endiabladas, y de ningún modo podrá lograr el resultado de proveer y regar a la iglesia. No sabe qué es la verdad, ni mucho menos qué significa expresarla. Después de trabajar en algún sitio solo un par de años, se creyó que contaba con un poco de prestigio y capital, y luego se olvidó de quién era, se sentía bastante bien consigo mismo y quiso expresar la verdad. ¿No es repugnante tener un concepto tan erróneo? ¿De dónde surge esta equivocación? ¿Sufría algún trastorno mental o fue un impulso momentáneo? Había realizado unas pocas obras, en la iglesia local nadie se le oponía y las cosas parecían irle sobre ruedas, de modo que creyó que todo era producto de su trabajo y de pronto sintió que podría atribuirse el mérito. Pensó: “Si puedo llevar a cabo una obra tan importante, ¿no soy dios? Y si soy dios, ahora mismo me están reprimiendo terriblemente; si el entorno en el exterior fuera mejor, ¡podría expresar la verdad!”. Esta idea se le ocurrió de repente. ¿No le pasa algo malo en la cabeza? (Sí). Le pasa algo malo en la cabeza. ¿No carece de razón? ¿Pueden las acciones y palabras de Satanás y los anticristos poseer la razón de la humanidad normal? En absoluto. Este líder realizó unas pocas obras y obtuvo algunos resultados, pero luego, de repente, se olvidó de que era humano. ¿El hecho de que pueda espetar palabras tan poco razonables no guarda relación con sus actitudes? (Sí). ¿Cómo se relaciona? De acuerdo con sus actitudes, ¿está dispuesto a ser un seguidor? ¿Le consta que tan solo es un seguidor de Dios normal y corriente? Claro que no. Cree que su estatus y su identidad son respetables en extremo y superiores a todos los demás. ¿No estáis familiarizados con este tipo de comportamiento y su naturaleza? ¿Por qué Satanás fue desterrado de los cielos? (Quería estar a la par que Dios). Porque quería estar a la par que Dios. Puesto que Satanás no conocía cuál era su lugar en el universo, tampoco sabía quién era ni conocía su medida, y cuando Dios le permitió caminar en el mismo espacio que Él, empezó a creerse Dios. Quería hacer las cosas que Él hacía, quería representarlo, reemplazarlo y negar Su existencia, de modo que, como consecuencia, fue desterrado de los cielos. Los anticristos hacen cosas similares, la naturaleza de sus actos es idéntica y provienen de la misma fuente que Satanás. Para un anticristo, tal manifestación no es una revelación esporádica ni el resultado de un capricho: se trata ciertamente de la dominación de su naturaleza satánica y una revelación natural de su carácter satánico. ¿Cuál es la naturaleza de la manifestación del líder del que acabo de hablar? (La de un anticristo). ¿Por qué estamos discutiendo esta manifestación dentro del punto de enaltecerse y dar testimonio de uno mismo? ¿Cómo se relaciona la naturaleza de esta manifestación con el enaltecimiento y testimonio de uno mismo? ¿Cuál era la naturaleza de las palabras “dar a conocer la verdad” que él pronunció? ¿Por qué afirmo que dichas palabras guardan relación con el enaltecimiento y testimonio de uno mismo? (El líder creía que podría proporcionar la verdad a la gente). A eso se refería. Cuando él decía esas cosas, las personas que lo oían pensaban: “Te desenvuelves de una manera admirable y hablas con semejante tono de voz, ¿no es la clase de tono que debería emplear Dios? ¿No es la clase de comportamiento admirable y de aspiraciones que debería tener Dios?”. ¿No había logrado este líder el objetivo de enaltecerse y dar testimonio de sí mismo? Había conseguido que la gente, inconscientemente, desarrollara sentimientos de respeto, veneración y admiración hacia él. ¿No fue ese el caso? (Sí). Esta es la horrible apariencia de un anticristo; se trata de un anticristo que, de forma encubierta, se enaltece y da testimonio de sí mismo.

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