Punto 14: Tratan la casa de Dios como su propio dominio personal (Parte 1)

En la última reunión, hablamos sobre el hecho de que, además de controlar el corazón de las personas, los anticristos también controlan las finanzas de la iglesia. ¿Cuáles fueron los puntos principales sobre los que hablamos? (Hablamos sobre dos puntos principales: el primero era priorizar su posesión y uso de los bienes de la iglesia, mientras que el segundo era derrochar, malversar, prestar, utilizar fraudulentamente y robar ofrendas). Estos son los dos aspectos principales sobre los que hablamos. Hoy hablaremos sobre el decimocuarto elemento de las distintas manifestaciones de los anticristos: tratan la casa de Dios como su propio dominio personal. Veamos en este punto cuáles son las manifestaciones de los anticristos que prueban que tienen la esencia de uno. Tratan la casa de Dios como su propio dominio personal: a primera vista, los términos “casa de Dios” y “dominio personal” no dan ningún indicio del mal que pueden hacer los anticristos. Decir que “los anticristos tratan la casa de Dios como su propia casa” no da ningún indicio aparente de lo que la palabra “casa” quiere decir, de si es algo positivo o negativo y de si se está usando como un cumplido o de manera peyorativa. Sin embargo, si cambiamos la palabra “casa” por “dominio personal”, ¿indica esto que hay ciertos problemas? En primer lugar, ¿qué nos dicen las palabras “dominio personal”? (Que los anticristos quieren tener la última palabra). ¿Qué más? (Que tratan la casa de Dios como su propia esfera de influencia, cultivan a sus amigotes y personas de su propia casa para luego tomar el control de la iglesia). Eso también es una manifestación de los anticristos. ¿Algo más? ¿Creéis que el significado superficial de esta frase da algún indicio de que esta es la esfera de influencia de los anticristos, el lugar donde ejercen poder y están al mando, donde controlan, monopolizan, mantienen a raya todo y tienen la última palabra? (Sí). Podemos entender esta frase de esa manera, ya que, cuando antes conversamos sobre las distintas manifestaciones de los anticristos, hablamos mucho sobre diseccionar y desenmascarar la esencia de estos. La principal de estas manifestaciones son los intentos de los anticristos de controlar a las personas y ejercer poder, si bien está claro que también hay otras manifestaciones distintas.

Ahora que hemos compartido el significado general de que los anticristos ejerzan su “dominio personal”, vamos a compartir lo que quiere decir exactamente la “casa de Dios”. ¿Tenéis alguna idea de lo que es la casa de Dios? ¿Podéis dar una definición precisa? ¿Un grupo de hermanos y hermanas reunidos es la casa de Dios? ¿Una reunión o encuentro de personas que siguen a Cristo y a Dios se considera la casa de Dios? ¿Una reunión que también incluye a líderes de la iglesia, diáconos y varios jefes de equipo se considera la casa de Dios? (No). ¿Y qué es la casa de Dios? (La casa de Dios es solamente la iglesia donde Cristo reina). (Solo una reunión de personas que adoptan las palabras de Dios como sus principios de práctica puede considerarse la casa de Dios). ¿Son precisas estas dos definiciones? No sois capaces de explicarlo. Incluso después de todos los sermones que habéis escuchado, no sois capaces de dar una definición sencilla. Está claro que no estáis acostumbrados a tomaros en serio este vocabulario y estos términos espirituales ni a prestarles la debida consideración. ¡Qué negligentes sois! Pensadlo bien: ¿qué es la casa de Dios exactamente? La definición teórica es que la casa de Dios es un lugar donde reina la verdad, una agrupación de personas cuyos principios de práctica son las palabras de Dios. En ese caso, que los anticristos traten la casa de Dios como su dominio personal representa un problema, ya que están tratando la agrupación de hermanos y hermanas que siguen a Dios como su propia esfera de influencia, el objeto sobre el que ejercen poder y el lugar donde lo hacen. Este es el significado literal que se puede discernir de que los anticristos traten la casa de Dios como su dominio personal. No importa el punto de vista desde el que lo expliques o mires; que los anticristos traten la casa de Dios como su dominio personal demuestra su esencia-naturaleza de intentar desorientar y controlar a las personas, así como de mantener el poder absoluto. La casa de Dios es el lugar donde Él trabaja y habla, donde Él salva a las personas, donde el pueblo escogido de Dios experimenta Su obra, es purificado y alcanza la salvación, donde la voluntad y las intenciones de Dios pueden llevarse a cabo sin obstáculos y donde Su plan de gestión puede implementarse y cumplirse. En definitiva, la casa de Dios es el lugar donde Él ostenta el poder y donde reinan Sus palabras y la verdad; no es el lugar donde cualquier persona ejerza el poder, lleve a cabo su propia operación ni cumpla sus propios deseos o grandes planes. Sin embargo, lo que hacen los anticristos va exactamente en contra de lo que Dios quiere: no prestan atención ni hacen caso a lo que Dios quiere hacer, no les importa si las palabras de Dios se cumplen entre las personas ni si estas pueden entender, practicar y experimentar las palabras de Dios y los principios-verdad; solo les interesa si tienen estatus, poder y la última palabra, y si sus intenciones, ideas y deseos pueden hacerse realidad entre las personas. Es decir, las cosas principales que intentan gestionar y lo que más les importa por dentro son precisamente cuántas personas dentro de su esfera de influencia escuchan sus palabras y los obedecen y qué imagen, reputación y autoridad tienen ellos. Dios habla y obra entre los hombres, salva a las personas, las guía y las abastece, las guía para que se presenten ante Él, entiendan Sus intenciones, entren en la realidad-verdad paso a paso y alcancen la sumisión a Dios gradualmente. Todo lo que hacen los anticristos va precisamente en contra de esto. Dios guía a las personas para que se presenten ante Él, pero los anticristos compiten con Dios por ellas y tratan de llevarlas ante ellos mismos. Dios guía a las personas para que entren en la realidad-verdad, entiendan las intenciones de Dios y se sometan a Su dominio paso a paso; los anticristos tratan de controlar a la gente gradualmente, captar sus movimientos y ponerla firmemente bajo su propio poder. En definitiva, todo lo que hacen los anticristos es para convertir a los seguidores de Dios en sus propios seguidores. Tras poner bajo su poder a esas personas atolondradas que no persiguen la verdad, van un paso más allá y hacen todo lo posible para poner bajo su poder a quienes son capaces de seguir a Dios y cumplir su deber con lealtad, obligando a todos en la iglesia a que los escuchen y vivan, actúen, se comporten y lo hagan todo acorde a los deseos de los anticristos, con el fin de que terminen obedeciendo todo lo que ellos digan, sus deseos y sus exigencias. Dicho de otra manera, aquello que Dios desee hacer o cualquier efecto que desee conseguir, los anticristos desean lograr el mismo resultado. El resultado que desean conseguir no es que las personas se presenten ante Dios y lo adoren, sino que se presenten ante ellos y los adoren a ellos. En resumidas cuentas, una vez que los anticristos tienen poder, intentan controlar a todas las personas y las cosas en su esfera de influencia, intentan controlar todas las esferas que pueden e intentan hacer que la iglesia, la casa de Dios y quienes siguen a Dios se conviertan en la esfera en la que ejercen su poder y pueden reinar. Dicho de otra manera, Dios conduce a las personas ante Él, mientras que los anticristos desorientan a las personas y también quieren conducirlas ante ellos mismos. El objetivo de los anticristos cuando hacen todo esto es convertir a los seguidores de Dios en sus seguidores y convertir la casa de Dios y la iglesia en su propia casa. Dado que los anticristos tienen estas motivaciones y esencia, ¿cuáles de sus manifestaciones y comportamientos específicos indican que son anticristos, enemigos de Dios, demonios y satanases que son hostiles a Dios y la verdad? A continuación, diseccionaremos de forma concreta qué tipo de manifestaciones y estrategias específicas tienen los anticristos que demuestran que tratan la casa de Dios como su propio dominio personal.

I. Los anticristos monopolizan el poder

La primera manifestación de la manera en que los anticristos tratan la casa de Dios como su propio dominio personal es una que hemos compartido a menudo y es una manifestación esencial exclusiva de los anticristos: los anticristos aman el estatus más que cualquier otra cosa. ¿Por qué aman el estatus más que nada? ¿Qué representa el estatus? (El poder). Exactamente; esto es clave. Solo el estatus les permite tener poder y solo el poder les permite hacer las cosas con facilidad; solo el poder les permite cumplir y hacer realidad sus diversos deseos, ambiciones y objetivos. Los anticristos son muy astutos y perspicaces en tales asuntos; para hacer de la casa de Dios su dominio personal, primero, deben monopolizar el poder. Esta es una manifestación destacada. Entre los anticristos con los que os hayáis cruzado, de los que hayáis oído hablar o los que hayáis visto con vuestros propios ojos, ¿cuál de ellos no intentó monopolizar el poder? No importa los medios que empleen, tanto si son astutos y escurridizos como si son tranquilos y afables por fuera, si usan medios más crueles y especialmente innobles o emplean la violencia, los anticristos solo tienen un objetivo: tener estatus y, luego, ejercer poder. Por lo tanto, lo primero que quiero compartir es que, antes de nada, los anticristos intentan monopolizar el poder. El deseo de poder de los anticristos excede el de las personas normales; supera al de la gente corriente que tiene un carácter corrupto. Esta gente solo quiere que los demás piensen bien y tengan una buena opinión de ella; le encanta sentirse superior cuando habla, pero no le molesta tanto no tener poder ni que la gente la adore; puede arreglárselas en cualquier caso; tiene debilidad por el poder y lo anhela hasta cierto punto, pero no al mismo nivel de los anticristos. ¿Y cuál es ese nivel? Sin poder, están en un estado de ansiedad constante, no encuentran la paz, les cae mal la comida y duermen mal, los días solo les producen aburrimiento y desasosiego, y sienten por dentro como si hubiera algo que no consiguen alcanzar y también como si se hubieran perdido algo. A los seres humanos corruptos normales les agrada tener poder, pero no les afecta demasiado si no lo tienen; pueden sentirse un poco decepcionados, pero también están contentos de ser una persona común. Si los anticristos se ven obligados a ser corrientes, no pueden sobrevivir ni seguir adelante, es como si hubieran perdido el rumbo y el sentido de la vida, no saben cómo seguir avanzando por el camino de la vida que tienen por delante. Solo el estatus les permite sentir que su vida está llena de luz; solo el estatus y el poder la llenan de gloria, paz y felicidad. ¿No difiere esto de las personas normales? Una vez que obtienen estatus, los anticristos se entusiasman de forma inusitada. Cuando los demás ven esto, piensan: “¿Por qué son diferentes a antes? ¿Por qué están tan radiantes y sonrientes? ¿Por qué están tan felices?”. Tras preguntar, resulta que se debe a que tienen estatus, tienen poder, tienen la última palabra, pueden mandonear a la gente, pueden ejercer poder, tienen prestigio y tienen adeptos. Cuando obtienen estatus y poder, algo cambia en la mentalidad de los anticristos.

El deseo de poder de los anticristos demuestra que la suya no es una esencia ni un carácter corrupto comunes. Por lo tanto, independientemente de las personas entre las que estén, los anticristos intentarán encontrar la forma de destacar, presumir, promocionarse a sí mismos, hacer que todos vean sus méritos y virtudes y les presten atención, y asegurarse algún puesto en la iglesia. Cuando se celebran elecciones en la iglesia, los anticristos sienten que ha llegado su oportunidad: es el momento de promocionarse, hacer realidad sus sueños y satisfacer sus deseos. Hacen todo lo posible para que los elijan líderes y obtener poder, ya que creen que al conseguir poder podrán hacer las cosas más fácilmente. ¿Por qué será más fácil? Cuando los anticristos no tienen poder, puede que no puedas descubrir sus ambiciones, deseos y esencia a través de su apariencia externa, ya que los ocultan y fingen para que no puedas calarlos. Pero ¿qué es lo primero que hacen una vez que obtienen estatus y tienen poder? Intentan consolidar su estatus, expandir y afianzar el poder en sus manos. ¿Y qué métodos emplean para afianzar su poder y consolidar su estatus? Los anticristos tienen muchos medios, por lo que no se pierden esa oportunidad ni se quedan de brazos cruzados una vez que ya han tomado el poder. La llegada de esa oportunidad es un momento de gran felicidad para ellos, así como cuando empiezan a usar de lleno su astucia y a desplegar todas sus habilidades. Después de que un anticristo es elegido, lo primero que hace es escudriñar a sus familiares directos y parientes para ver quiénes están estrechamente relacionados con él, quiénes lo adulan, quiénes son cercanos y quiénes se llevan bien con él y hablan el mismo idioma. También comprueba quiénes son honestos, quiénes no se pondrán de su lado y quiénes lo denunciarán si hace algo que va en contra de las normas y principios de la casa de Dios: estas son las personas a las que va a excluir. Tras escudriñarlas con cuidado, piensa: “La mayoría de mis parientes tienen una buena relación conmigo, nos llevamos bien y hablamos el mismo idioma; ¿no crecerá mi influencia si se convierten en mis subordinados y puedo usarlos? ¿Y no consolidará eso mi estatus dentro de la iglesia? Como dice el refrán: ‘Hay que promover a los más capacitados sin evitar que sean tus parientes’. Todos los altos cargos no creyentes cuentan con sus amigos cercanos y asociados para que los ayuden: ahora que soy un alto cargo, debo hacer lo mismo; es una buena idea. Primero, debo ascender a mis familiares. Huelga decir que lo primero que haré es asignar puestos a mi esposa y mis hijos. ¿Qué hará mi esposa? Cuidar de las ofrendas en la iglesia es un papel vital e importante: el poder financiero debe estar en nuestras manos, solo entonces podré gastar dinero libremente y con facilidad. Ese dinero no puede estar en manos de un extraño, o de lo contrario el dinero sería suyo después de todo, y supervisarían y controlarían los gastos, lo que no es conveniente. ¿Está de mi lado la persona que gestiona las cuentas ahora? No parece mal por fuera, pero quién sabe lo que piensa por dentro. No, debo encontrar la manera de reemplazarla y dejar que mi esposa gestione las cuentas”. El anticristo lo habla con su esposa, que le dice: “¡Genial! Ahora que eres un líder de la iglesia, tienes la última palabra sobre sus ofrendas, ¿verdad? Tú decides quién se encarga de ellas”. El anticristo responde: “Sin embargo, de momento, no hay una buena manera de deshacernos de la persona que gestiona las cuentas ahora”. Su esposa lo piensa y dice: “¿No es sencillo? Dile que lleva demasiado tiempo haciendo el trabajo. Eso es malo; podría haber deudas incobrables, contabilidad descuidada o trapicheos. Es fácil que ocurran errores cuando alguien se ha encargado de algo durante mucho tiempo; a medida que pasa el tiempo, sienten que tienen capital y dejan de escuchar a los demás. Es más, la persona que gestiona las cuentas es bastante mayor, se confunde con facilidad y a menudo se le olvidan cosas. Si alguna vez ocurre un descuido, eso producirá pérdidas. Es un cargo demasiado importante, debe ser reemplazada”. ¿Y quién debería decidir que debe ser reemplazada? Como líder de la iglesia, cualquier mención a reemplazar a esa persona no puede venir de su boca, sino que debe dejar que los hermanos y hermanas sugieran a la esposa del anticristo por su cuenta. Una vez que su esposa se ha postulado, se le encomiendan las ofrendas de la iglesia. Pero el principio de la iglesia dicta que las ofrendas no las puede custodiar una sola persona, sino que lo hacen dos o tres personas de forma conjunta, lo que ayuda a evitar que cualquier individuo se aproveche de la situación y defraude las finanzas de la casa de Dios. Por lo tanto, el anticristo recomienda a su prima para que se una a custodiarlas, diciendo que ella cree en Dios desde hace mucho tiempo, que ha hecho muchas ofrendas, tiene buena reputación y es digna de confianza. Todos dicen: “Ambos son tus parientes. Hay que involucrar también a alguien de fuera de tu familia”. Por lo que el anticristo recomienda a una hermana anciana y atolondrada para que ayude a gestionar y controlar las finanzas. Primero, el anticristo pone las finanzas bajo el control de su familia, tras lo cual esta controla exactamente el dinero que entra y sale, y cómo se gasta: el control de todo esto está en sus manos.

¿Ha logrado su objetivo el anticristo tras monopolizar el poder financiero y controlar las propiedades? Aún no. Lo que más importa es controlar a quienes supervisan las diversas obras de la iglesia, conseguir que se pongan de su lado y estar al mando. El anticristo siente que eso es lo más importante; tiene que ver con que las personas de cada equipo subalterno hagan lo que él dice y permite que su poder penetre hasta los niveles más bajos. ¿Y cómo lo hace? Introduce reformas radicales. Primero, él comparte y dice que cada equipo original hacía mal tal o cual cosa en su trabajo. Por ejemplo, si han surgido ciertos problemas con el equipo de edición de vídeo, el anticristo dice: “Esos problemas los ocasionó el supervisor. Los enormes descuidos en su trabajo y problemas que han causado demuestran que el supervisor no está a la altura de este trabajo y debe ser reemplazado; de lo contrario, no se podrá hacer correctamente. Por lo tanto, ¿quién lo va a reemplazar? ¿Tenéis a alguien en mente? ¿Hay algún candidato? ¿Quién es el mejor en lo suyo del equipo?”. Todos lo piensan y alguien dice: “Hay un hermano que es muy bueno, pero no sé si es apto”. El anticristo responde: “Si no lo sabes, no puede ser elegido. Os recomendaré a alguien: mi hijo, tiene 25 años, es graduado en informática y se ha especializado en efectos especiales y producción de vídeo. Es un nuevo creyente en dios y no persigue mucho la verdad, pero su habilidad profesional es mejor que la de todos vosotros. ¿Alguno de vosotros sois profesionales?”. Y todos responden: “No somos lo que se diría profesionales, pero hemos estado cumpliendo nuestro deber durante mucho tiempo y entendemos los principios que tiene este trabajo en la casa de Dios. ¿Él los entiende?”. “No importa si no los entiende, él puede aprender”. Esto les parece correcto a todos, que aceptan lo que dice y concuerdan en ascender a la persona que quiera, y así el anticristo controla otro cargo importante. Luego, al anticristo se le ocurre que el trabajo del evangelio es importante para la casa de Dios, pero que su supervisor no es una persona que esté de su lado. Debe ser reemplazada. ¿Cómo se la reemplaza? De la misma manera: encontrándole errores. El anticristo dice: “¿Qué ha sucedido con la potencial persona que recibió el evangelio la última vez?”. Alguien le responde: “Tras creer por un mes, oyó algún tipo de propaganda negativa en la que depositó su fe, así que dejó de creer”. El anticristo pregunta: “¿Cómo pudo dejar de creer así de pronto? ¿Es porque no habéis compartido la verdad de las visiones con claridad? ¿O es porque habéis sido perezosos o temerosos del entorno adverso y teníais miedo de poneros en peligro, por lo que no habéis compartido las cosas con claridad? ¿O es porque no habéis cuidado de él con premura? ¿O es porque no lo habéis ayudado a resolver sus dificultades?”. Hace un montón de preguntas, una tras otra, y, no importa la respuesta o explicación que den los demás, no hay ninguna diferencia; el anticristo insiste en que el supervisor del equipo del evangelio tiene demasiados problemas, sus errores son demasiado graves y es una persona irresponsable que no está cualificada para ese trabajo, por lo que la despide a la fuerza. Después de haberla despedido, el anticristo dice: “La hermana fulana de tal ha compartido el evangelio antes y también tiene experiencia: creo que sería buena”. Al oír esto, la gente dice: “¡Ella es tu hermana mayor! Por muy bien que hable, su humanidad no es buena. Tiene muy mala reputación, por lo que no la podemos elegir”, y los hermanos y hermanas no están de acuerdo. El anticristo dice: “Si no la aceptáis, disolveré el equipo de evangelio. No predicaréis más el evangelio, ya que no sois capaces de hacer este deber de forma adecuada. ¡O eso o elegís a un líder de equipo adecuado y a mi hermana como su asistente!”. Los hermanos y hermanas seleccionan a alguien y el anticristo acepta de mala gana, con la condición de que su hermana mayor tenga permitido ser la asistente del líder del equipo. Y así, tras alcanzar ese consenso, el equipo de evangelio puede seguir en pie por los pelos.

No importa el lugar o el trabajo que sea, los anticristos tienen que infiltrar a sus amigotes, gente que está de su lado. Cuando los anticristos se convierten en líderes y ganan estatus, su primera orden del día no es inspeccionar cómo les va a los miembros de cada equipo en su entrada en la vida, ni averiguar cómo va su trabajo, ni la forma de resolver las diversas dificultades que han encontrado trabajando, ni si tienen problemas o retos pendientes; en su lugar, miran la situación del personal y quién es el jefe de cada equipo, quiénes están en su contra en esos equipos y quiénes representarán una amenaza para su estatus en el futuro. Están bastante bien informados sobre esos asuntos, pero nunca preguntan por la situación de la obra de la iglesia. Nunca preguntan sobre el estado de los hermanos y hermanas, su entrada en la vida, ni cómo va la vida en la iglesia, y quieren interesarse aún menos. Pero saben muy bien quiénes son las personas a cargo de cada equipo: si son sus amigotes, si se llevan bien con ellos y si representan una amenaza para su poder o estatus. Conocen todos estos detalles y los han calculado muy claramente. En cuanto a las personas del grupo que sean relativamente honestas y hablen con sinceridad, creen que hay que guardarse de ellas y no se les debe dar ningún estatus; pero aun así favorecen a quienes son adeptos a adular, saben hacer la pelota, dicen palabras bonitas para complacer a los demás y saben seguir indicaciones a la hora de hacer las cosas. El anticristo se muestra predispuesto a favor de esas personas y planea ascenderlas y darles cargos importantes. Incluso piensa llevárselas consigo dondequiera que vaya y asegurarse de que escuchen más sermones y pueda cultivarlas para ser sus amigotes. En cuanto a aquellos en la iglesia que persiguen la verdad, que tienen sentido de la rectitud y se atreven a hablar honestamente, que exaltan siempre a Dios y dan testimonio de Él, que no se doblegan ante fuerzas perversas, el estatus o la autoridad; los anticristos se guardan de ellos, los odian, los discriminan y les cierran el corazón. Sin embargo, a quienes los adulan, sobre todo sus familiares o parientes lejanos, aquellos cuyas vidas giran a su alrededor, los consideran como su gente y los tratan como familia. Todas las personas bajo el poder del anticristo que pueden orbitar a su alrededor, seguir sus indicaciones, recibir directrices al hacer cosas y desempeñarlas según sus deseos carecen de conciencia o razón, de humanidad y del más mínimo corazón temeroso de Dios. Son un hato de incrédulos. Por muchas maldades que hagan, el anticristo las nutre, protege y considera como su propia familia, poniéndolas bajo su poder. Así es como se forma el dominio del anticristo.

¿Y quiénes conforman el dominio personal del anticristo? Primero, a la cabeza se encuentra el anticristo, el líder, el rey que posee autoridad absoluta y cuya palabra está más allá de toda duda en ese dominio. Los miembros del dominio del anticristo son sus parientes por consanguineidad, su familia inmediata, sus amigotes, colegas, fanáticos acérrimos, otras personas que gustosamente los siguen y acatan órdenes de ellos, otros más que se asocian alegremente con ellos y participan en sus fechorías, y aquellos que, independientemente de cómo estén regulados las disposiciones y decretos administrativos de la casa de Dios, e independientemente de lo que digan las palabras de Dios y los principios-verdad, trabajan gustosamente hasta el agotamiento, se arriesgan y se esfuerzan por ellos. Juntos, son los seguidores incondicionales del anticristo. ¿Y qué hacen todos estos miembros del dominio del anticristo? ¿Cumplen su deber y hacen cada trabajo acorde a los preceptos y principios de la casa de Dios? ¿Hacen lo que Dios requiere y tratan Sus palabras y la verdad como el principio más alto de todos? (No). Cuando hay personas así en la iglesia, ¿pueden la verdad y las palabras de Dios expresarse sin obstrucciones? No solo no puede hacerse, sino que, debido a la perturbación, la desorientación y el sabotaje de la pandilla del anticristo, no pueden rendir sus frutos en la iglesia ni se pueden poner en práctica las palabras de Dios, la verdad que Él expresa y lo que requiere de las personas. Cuando existe el dominio del anticristo, el pueblo escogido de Dios no puede tener una vida normal en la iglesia, no puede cumplir su deber con normalidad ni, mucho menos, hacer las cosas de acuerdo con los principios-verdad; el anticristo controla todos los trabajos en la iglesia. En los lugares donde no ocurre tanto, la perturbación del anticristo causa el caos, la gente está ansiosa, el trabajo no avanza y la gente no sabe cómo hacer bien su trabajo ni cómo cumplir su deber adecuadamente; todo se ve sumido en el caos. En los casos más graves, todo el trabajo se detiene por completo, lo que no parece importarle o preocuparle a nadie. Aunque algunas personas pueden darse cuenta de que hay un problema, no son capaces de discernir que el anticristo es la causa de ese problema; ellas también están perturbadas y desorientadas por el anticristo y no saben quién tiene razón y quién no; incluso si hay quienes pueden detectar ciertos problemas y quieren manifestar su opinión o hacerse cargo del trabajo, no son capaces de emprenderlo. El anticristo reprime a quien intente desenmascararlo o tenga sentido de la rectitud y trate de asumir el trabajo por sí mismo. ¿Y hasta qué punto los reprimen? El anticristo te dejará librarte si no te atreves a hacer ni un ruido, si ruegas por tu vida, si no te atreves a delatarlo o a denunciarlo ante personas de mayor cargo, si no cuestionas su trabajo, si no compartes la verdad o si no pronuncias la palabra “Dios”. Si mantienes los principios y lo desenmascaras, hará todo lo posible por castigarte, empleará todos los medios para condenarte y reprimirte, e incluso instigará a que te rechacen y te repriman a los miembros de su dominio, junto con los otros observadores pasivos, los cobardes y las personas sin agallas y temerosas de las fuerzas del anticristo. Por último, algunas personas de poca fe y estatura se arrodillarán ante el anticristo. Eso hace feliz al anticristo; ha logrado su objetivo. Una vez que tiene poder, no solo da todos los trabajos importantes en la iglesia a sus familiares y a quienes tienen una buena relación con él para monopolizar ese poder y consolidar su estatus, sino que a la vez recluta a otras personas con las que no tiene ninguna relación para que le presten servicio y trabajen hasta el agotamiento por él, con el objetivo de mantener su estatus en el futuro para tener siempre el poder en sus manos. Piensa que, cuanta más gente haya en su dominio, más grandes serán sus fuerzas y, por lo tanto, más grande será su poder. Y, cuanto más grande sea su poder, más temor tendrán quienes podrían resistirse a él, decirle que no y atreverse a desenmascararlo. Asimismo, hay cada vez menos personas así. Cuanto más lo teme la gente, más capital tiene para competir con la casa de Dios y con Dios; ya no tiene miedo de Él ni de que la casa de Dios se encargue de él. A juzgar por el deseo de poder del anticristo, lo que hace con tal poder y sus diversas conductas, el anticristo es en esencia un enemigo de Dios; es un satanás y un diablo.

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