Punto 14: Tratan la casa de Dios como su propio dominio personal (Parte 4)

III. Los anticristos sondean y se apoderan del corazón de la gente

Además de monopolizar el poder y manipular las circunstancias, ¿qué otras acciones pueden confirmar que los anticristos tratan la casa de Dios como su propio dominio? Con respecto a la monopolización del poder, hablamos principalmente de aspectos que concernían al personal, mientras que la manipulación de las circunstancias consiste sobre todo en controlar el desarrollo de los acontecimientos. La monopolización del poder por parte de los anticristos es una acción externa; y la manipulación de las circunstancias también resulta visible a nivel externo; son aspectos fáciles de controlar. Sin embargo, existe algo excepcionalmente difícil de controlar para cualquier persona. ¿De qué se trata? (Controlar el corazón de la gente y de sus pensamientos). Decidme, ¿eso es correcto? (Sí, lo es). La Biblia dice: “Más engañoso que todo, es el corazón” (Jeremías 17:9); o sea, el corazón humano es el elemento más difícil de controlar. ¿Intentarían los anticristos apoderarse de lo más difícil? ¿Es posible que digan lo siguiente? “No controlaré el corazón humano, porque es el elemento más engañoso y difícil de controlar. Que piensen lo que quieran; me basta con ostentar el poder y tener el control sobre la gente. Me limitaré a controlar sus acciones y su comportamiento, y que sea Dios quien se ocupe de sus pensamientos; yo soy incapaz, así que no me molestaré con eso”. ¿Un anticristo cedería de esta forma? (No, de ninguna manera). A juzgar por la esencia de los anticristos, su ambición es controlar íntegramente a las personas. Controlar el corazón humano es lo que les resulta más complicado, pero también lo que más ansían. Atrapan a la gente bajo su poder, ejercen un control absoluto sobre todas las cosas: la dirección en que se desarrollan los acontecimientos, la cantidad de personas involucradas, los asuntos que se ponen en juego, todo el curso de los acontecimientos, y los desenlaces que se producirán; todo transcurre conforme a lo que han puesto en marcha y conforme al deseo de su corazón. Sin embargo, queda una cosa, concretamente: ¿qué piensa la gente en su fuero interno? ¿Qué opina de ellos? ¿Tiene una buena imagen de ellos o no? ¿Le caen bien o no? En su fuero interno, ¿cree la gente que son anticristos? ¿Disciernen o se ofenden por sus prácticas? Cuando, en apariencia, la gente les muestra respeto y los halaga, ¿qué está pensando realmente en su fuero interno? ¿Lo que su corazón alberga concuerda realmente con lo que aparentan? ¿Los obedecen de forma sincera? Se trata de una cuestión que preocupa enormemente a los anticristos. Cuanto más preocupados se sienten, más respuestas buscan. Esta es la tercera manifestación de los anticristos que tratan la casa de Dios como su propio dominio: sondean y se apoderan del corazón de la gente.

¿Resulta fácil sondear y apoderarse del corazón de la gente? Estas dos cosas representan dos grados distintos de acción o comportamiento a la hora de hacer las cosas. Cuando un anticristo ostenta el poder y lleva las riendas de todo el curso de un acontecimiento y de su desenlace, cuando se hace con el control de estas cosas, entonces es complicado estimar lo que piensa realmente en su fuero interno la gente a la que tiene bajo su mando o que pertenece a su esfera de influencia, lo traten como a Dios o como a una persona perfecta; alberguen odio, opiniones o nociones hacia él o no; lo disciernan o no. ¿Qué hace entonces? Observa a quienes están bajo ellos, otorga beneficios o dedica unas palabras bonitas a cualquiera que carezca de discernimiento y sea fácil de explotar. Estas personas son como pelotas de goma: cada vez que las golpeas, alcanzan mayor altura y acumulan más energía. El anticristo emplea a tales individuos de peones. ¿Para qué los utiliza? Los manda a sondear el corazón de la gente por él. Podría decirle a un peón: “Últimamente, la hermana Li y su hija están ofrendando menos a nuestra iglesia. Antes ofrendaban bastante, pero ahora no vienen mucho por aquí. ¿A qué se dedican últimamente? ¿Han tenido algún contacto con gente de fuera? ¿Ha sucedido algo en su casa? Ve a echar un vistazo y bríndales apoyo”. Esa persona visita la casa de la hermana Li, echa un vistazo y piensa: “Aquí no hay rostros desconocidos. Las dos hermanas parecen llevar una vida bastante tranquila. No da la impresión de que les haya surgido ninguna dificultad. ¿Por qué no asisten a nuestras reuniones? Seguiré indagando”. Esta persona pregunta: “¿Habéis visto alguna nueva luz en casa recientemente? Llevo algún tiempo sintiéndome débil; compartid conmigo un rato”. Al ver que la persona ha ido a buscar la verdad y a pedir ayuda, las hermanas comparten con ella y le dicen: “Hace poco, hemos adquirido una nueva iluminación: que los creyentes en Dios no deben siempre seguir a otras personas ni contar con ellas; al afrontar desafíos, debemos acudir a Dios en oración; esta es la sabiduría más elevada. La gente no es de fiar, solo se puede contar con Dios; Él otorga a la gente la verdad, la vida y la senda que debe recorrer, no los seres humanos. Yo antes siempre dependía de los demás, pero después, al compartir con una hermana…”. La otra persona responde: “¿Al compartir con una hermana? ¿Dónde está? ¿Es alguien de fuera?”. Las hermanas dicen: “No es exactamente alguien de fuera; es una hermana de nuestra iglesia que regresó después de haber estado unos años fuera cumpliendo su deber”. La otra persona responde: “Aun así, ¿eso no sigue siendo estar en contacto con gente de fuera? Te has precipitado al relacionarte con extraños; ¡tienes que informar de ello a la iglesia!”. Habiendo recabado esta información, esa persona descubre dos datos cruciales: en primer lugar, las dos hermanas no quieren estar cerca del líder, y han mostrado un cierto discernimiento hacia él; en segundo lugar, han tenido contacto con una persona de fuera, que les ha contado algo; los detalles no están claros, las hermanas no dirán nada al respecto, lo ocultan intencionadamente, lo que significa que su lealtad hacia el líder está flaqueando y han empezado a guardarse de él. Cuando esta persona regrese y presente su informe al anticristo, ¿se alegrará este al oírlo? ¿Qué va a pensar? ¿“Estupendo, por fin mis subordinados muestran algo de discernimiento hacia mí”? (No, no pensará eso). ¿Qué pensará? “Mala cosa. Antes, las dos hermanas obedecían, eran auténticas creyentes en la iglesia y ofrendaban mucho. Desde que esta persona desconocida empezó a relacionarse con ellas, se han vuelto un tanto desobedientes. ¿Continuarán haciendo ofrendas en el futuro? Esto supone un problema y un riesgo”. El anticristo se siente inquieto. ¿Por qué está inquieto? (La gente lo discierne y ya no lo escucha). Exacto, el corazón de la gente ya no se halla sometido a su manipulación y control, está experimentando un cambio, por eso se siente inquieto. En el pasado, estas dos mujeres eran cándidas y sencillas, eran bastante obedientes y mostraban poco discernimiento hacia él, aceptaban cualquier cosa que él dijera sin dudar. Ahora que han cambiado de parecer, que han desarrollado discernimiento y mantienen las distancias, que posiblemente lo rechazan y quizá tengan incluso la intención de denunciarlo, eso augura problemas. ¿No es esta una manifestación específica de cómo los anticristos sondean y se apoderan del corazón de la gente?

Cuando el anticristo advierte algo inusual, se apresura a mandar a sus compinches o secuaces a que investiguen la situación y capten sus motivos subyacentes. Si no se ha producido ningún cambio, si la gente continúa siendo la misma y no ha cambiado de parecer, se sentirá tranquilo, sin inquietudes ni tensiones. Sin embargo, si descubre algo inusual, algo desconocido para él, algo que escapa a su manipulación, algo que él no imaginó, eso es problemático. Está preocupado y nervioso y, en su prisa, pasará a la acción. ¿Con qué objetivo? Quiere que la gente sea del mismo sentir que él, que no cambie de parecer. La gente debe comunicarle sus pensamientos e informarle a cada momento, expresarle lealtad, determinación y sinceridad. El anticristo debe apoderarse continuamente de los pensamientos e ideas volubles en el corazón de la gente, así como de la dirección y principios de sus pensamientos. En cuanto detecte que alguien no está conforme, debe ocuparse de cambiarlo. Si no puede cambiarlo y que sea su amigo, pasará a ser su enemigo. ¿Qué consecuencias acarrea ser enemigo del anticristo? Que uno será objeto de castigo y represión. Este es uno de los enfoques, pero también hay otro. El anticristo se siente siempre inquieto por quienes lo rodean, nunca es capaz de calibrarlos plenamente, teme que la gente pueda discernirlo y denunciarlo, y se dice para sí: “¿Me viste robar las ofrendas y hacer las cosas a mi antojo? Si lo viste, ¿sabrías discernirlo? ¿Podríais denunciarme?”. Hay incluso anticristos que en privado son sexualmente promiscuos y piensan: “¿Quién está enterado? ¿Qué piensan aquellos que lo saben? ¿Debería fingir de algún modo, crear una falsa imagen y luego ponerlos a prueba, sonsacarles sus pensamientos más íntimos y ver lo que piensan de verdad?”. ¿Los anticristos actuarían así? Las personas perversas como los anticristos hacen este tipo de cosas como por un instinto natural; tienen un talento innato para ello; se les da de maravilla. El anticristo reúne a la gente y dice: “Hoy os he convocado aquí sin otro propósito que examinar las deficiencias de mi obra en la iglesia en los últimos tiempos y exponer mi conocimiento sobre las actitudes corruptas que he revelado. Podéis hablar sin tapujos, no os contengáis, que no os condenaré. Vamos a compartir abiertamente, de corazón y cara a cara. Si he hecho algo, cambiaré; si no, lo tomaré como una advertencia para no hacerlo. En la casa de dios todo es transparente, todo está al descubierto, no se oculta nada. Nuestros actos están a la vista de dios, y no hay necesidad de que nadie se ponga en guardia contra los demás. Hermanos y hermanas, relajaos. Empezaré por examinarme a mí mismo. Últimamente, por pereza y por desear los consuelos de la carne, no he desempeñado bien mi labor. La obra evangélica no ha ido bien últimamente y no he prestado mucha atención a la vida de iglesia. He estado ocupado con la obra evangélica y no he podido sacar tiempo para otros asuntos. Asumo la responsabilidad, naturalmente. Confiando en mis figuraciones, supuse que la vida de iglesia se autorregularía gracias a los hermanos y hermanas, por lo que no tendría que preocuparme demasiado. Todos sois adultos y las palabras de dios son muy claras, de modo que me entregué en cuerpo y alma a la obra evangélica. Sin embargo, tampoco me fue bien en ello. Necesito admitir mis errores ante los hermanos y hermanas, buscar vuestro perdón y rogar el perdón de dios. Permitidme ahora postrarme ante vosotros”. Todo el mundo lo ve y piensa para sí: “Ha cambiado; ya no parece tan taimado como antes. ¿Por qué es hoy tan sincero? Hay algo que no cuadra. Pero no debería sacar conclusiones precipitadas; a ver qué dice ahora”. El anticristo continúa hablando, reconoce ser un diablo, un satanás, admite que no ha llevado a cabo ninguna obra real, expresa su voluntad de ponerse a disposición de lo Alto y aceptar cualquier crítica o reprimenda por parte de los hermanos y hermanas. Va más allá y dice: “Aunque me destituyan y no me permitan ser el líder, estoy dispuesto a ser uno de los más humildes. Recomiendo a la hermana Li y a su hija, que forman parte de nuestra iglesia, para que se hagan cargo de mi trabajo”. Ya ha elegido a una sucesora. ¿No es su actitud bastante sincera? ¿Cabe acaso la sospecha? Mientras lo dice, incluso se echa a llorar. Entonces, se acerca a su mujer y dice: “Durante este tiempo, tú tampoco has realizado ninguna obra real, solo has causado trastornos y perturbaciones e incluso has llegado a podar a hermanos y hermanas a ciegas. También habría que destituirte”. El anticristo se señala con el dedo a sí mismo y luego a su familia, de modo que hace creer a la gente que es sincero. Al oírlo todos, alguien dice: “En realidad, os hemos discernido hace tiempo. No nos consultáis ningún asunto; comentáis las cosas juntos en privado y las decisiones las tomáis entre unos pocos. Esto no se ajusta a los principios de la obra en la casa de Dios. Además, habéis decidido entre vosotros quién será el líder sin nuestro conocimiento; ni siquiera tenemos derecho a saberlo. La persona a la que habéis elegido no solo no lleva a cabo ninguna obra real, sino que además causa perturbaciones, pero no la destituís”. Los hermanos y hermanas expresan sus opiniones uno tras otro. Al oírlas, el anticristo, piensa: “¡Mala cosa! Sin embargo, me alegro de que viertan sus verdaderos pensamientos de golpe. Esto beneficiará mi trabajo en el futuro. Si no se pronunciaran y en lugar de ello me apuñalaran por la espalda y enviaran directamente una carta de denuncia a lo alto sin mi conocimiento, estaría acabado, ¿no? Por suerte, he empleado esta táctica, soy listo y de reflejos rápidos, y he captado a tiempo sus opiniones”. Luego prosigue, proclamando con voz suntuosa: “Gracias, hermanos y hermanas, por vuestra confianza y por criticar hoy mis errores con sinceridad. No dudaré en corregirlos en el futuro. En caso contrario, que el castigo y las maldiciones caigan sobre mi cabeza”. A fin de sondear y apoderarse del corazón de la gente, el anticristo no se limita a escuchar a escondidas y espiar a hurtadillas desde detrás de las puertas. Para las situaciones graves, se guarda un as en la manga. ¿Qué clase de as? Ejerce la democracia y la libertad, concede a la gente suficiente libertad de expresión, les da plena libertad para que expresen sus opiniones y pensamientos más íntimos, alienta a la gente a exteriorizar sus sentimientos más íntimos, aunque sean quejas. Y luego se aprovecha de la vulnerabilidad de quienes tienen ideas distintas a las suyas u opiniones acerca de él y los aniquila a todos de un plumazo. ¿Qué te parece la estrategia del anticristo? ¡Es de una perversidad increíble! ¿No recuerda un poco a la del gran dragón rojo? Son básicamente de la misma especie, comparten la misma esencia-naturaleza. ¿No es así como opera el gran dragón rojo? Ver cómo trabaja el anticristo es como ver el feo rostro del gran dragón rojo.

Los anticristos son expertos en emplear palabras agradables y correctas para engatusar a las personas y que les hagan confidencias. Tras sondear y sonsacarle a la gente sus verdaderas circunstancias, ¿qué resultado obtienen? ¿Se arrepentirán los anticristos porque la gente les haya dicho la verdad? ¿Tirarán la toalla, dejarán de hacer el mal, abandonarán su deseo de poder, se desprenderán de él y disolverán su dominio? Jamás. En cambio, redoblarán sus esfuerzos. Después de hacer todo lo posible por apoderarse del corazón de la gente, conservarán a quienes estén de acuerdo con ellos y se desharán de quienes no. En tales circunstancias, no cabe descartar que echen o expulsen a algunos hermanos y hermanas de la iglesia, o que se les confisquen los libros de las palabras de Dios. Estas personas se han visto agraviadas. ¿Qué deberían hacer estos hermanos y hermanas? ¿Deberían dejar de creer en Dios porque apareció un anticristo en la casa de Dios que los castigó así y les hizo imposible creer? ¿Pueden hacer eso? (No, no pueden). ¿Es apropiado transigir o agachar la cabeza ante los anticristos o las fuerzas oscuras o perversas? ¿Es esta la senda que deberíais escoger? (No, no lo es). Entonces, ¿qué senda deberíais escoger? (La que lleva a desenmascarar y denunciar a los anticristos). Cuando descubras a un anticristo, déjame decirte que, si ejerce una influencia considerable y muchos líderes y obreros lo escuchan a él y no a ti, y si bien podrían aislarte o echarte al desenmascararlo, debes meditar cuidadosamente tu estrategia. No te enfrentes a él en solitario; tienes las de perder. Empieza por ponerte en contacto con unas pocas personas que comprendan la verdad y posean discernimiento, y busca compartir con ellas. Si alcanzáis un consenso, dirígete a otros dos líderes u obreros que sean capaces de aceptar la verdad y de llegar a un acuerdo. Entre varias personas juntas, desenmascarad al anticristo y lidiad con él. De esta forma, tendréis una posibilidad de éxito. Si su influencia es muy grande, también podéis enviar una carta de denuncia a lo Alto. Esta es la mejor opción. Si algunos líderes y obreros intentan reprimiros de verdad, podéis decirles: “¡Si no aceptáis nuestro desenmascaramiento y nuestra denuncia, elevaremos el asunto a lo Alto y dejaremos que este se ocupe de vosotros!”. Esto aumentará vuestras posibilidades de éxito, pues no se atreverán a ir contra vosotros. Cuando trates con un anticristo, debes adoptar una táctica fiable: nunca luches solo. Si no cuentas con el apoyo de varios líderes y obreros, tus esfuerzos se verán abocados al fracaso a menos que puedas escribir una carta de denuncia y entregársela a lo Alto. Los anticristos son insidiosos y arteros en grado sumo. Si no cuentas con pruebas suficientes, abstente de ir contra un anticristo. Resulta inútil razonar o debatir con él, o intentar cambiarlo dándole muestras de amor; compartir la verdad tampoco funcionará; no lograrás cambiarlo. En una situación en la que no puedes cambiarlo, la mejor manera de proceder no consiste en tener una charla de corazón con él, ni razonar con él, ni esperar a que se arrepienta. En vez de eso, desenmascáralo y denúncialo sin que se entere, deja que lo Alto se encargue de él y anima a más gente a desenmascararlo, denunciarlo y rechazarlo, lo cual conducirá a que, a la larga, sea extirpado de la iglesia. ¿No se trata de una buena estrategia? Si pretende sonsacarte tus pensamientos más íntimos, sondearte y averiguar si tienes algún discernimiento hacia él, ¿qué deberías hacer si ya lo has identificado como un anticristo? (No debería hablar con él con sinceridad, sino seguirle la corriente por el momento, sin dejar que descubra mi discernimiento, y luego debería desenmascararlo y denunciarlo en privado). ¿Qué te parece este enfoque? (Bien). Tienes que calar las artimañas de los diablos y satanases para evitar activar sus trampas o caer en sus fosos. Cuando trates con satanases y diablos, debes usar tu sabiduría y abstenerte de hablar con ellos con sinceridad, pues esto solo puedes hacerlo con Dios y con los verdaderos hermanos y hermanas. Nunca debes sincerarte con satanases, ni con diablos, ni con anticristos. Solo Dios es digno de comprender lo que reside en tu corazón, de escrutarlo y de ejercer la soberanía sobre él. Nadie, y en especial los diablos y satanases, está capacitado para controlar o escrutar tu corazón. Por lo tanto, si los diablos y satanases intentan sonsacarte la verdad, tienes derecho a decir “no”, a negarte a responder y a callarte información; ese es tu derecho. Si dices: “Diablo, quieres sonsacarme mis palabras, pero no te hablaré con sinceridad, no te las diré. Te denunciaré, ¿qué vas a hacerme? Si te atreves a atormentarme, te denunciaré; si me atormentas, ¡Dios te maldecirá y te castigará!”. ¿Esto funciona? (No). La Biblia dice: “Sed astutos como las serpientes e inocentes como las palomas” (Mateo 10:16). En tales situaciones, debes ser tan astuto como las serpientes; deberías ser astuto. Nuestro corazón puede escrutarlo y poseerlo Dios, solo debemos entregárselo a Él. Solo Dios es digno de nuestro corazón, ¡los satanases y diablos no son merecedores de él! Por lo tanto, ¿los anticristos tienen derecho a saber lo que reside en nuestro corazón o lo que pensamos? No tienen ese derecho. ¿Qué propósito persiguen cuando tratan de sonsacarte la verdad y sondearte? Pretenden apoderarse de ti; debes reconocerlo claramente. Así pues, no les hables con sinceridad. Tienes que ingeniártelas para unir a más hermanos y hermanas, de modo que juntos podáis desenmascararlos y rechazarlos, derrocarlos e impedir que triunfen jamás. Desarraigarlos de la iglesia y negarles cualquier opción de volver a perturbar la casa de Dios y ejercer el poder allí.

Que los anticristos sondean y se apoderan del corazón de la gente es una cruda realidad. A juzgar por su esencia, resulta evidente que se involucran en tales actividades con toda naturalidad y con bastante frecuencia. En varias iglesias, a menudo los anticristos mandan a sus confidentes a infiltrarse entre los hermanos y hermanas, sondear información y recabar datos confidenciales. A veces, la información que recaban atañe a trivialidades domésticas o conversaciones informales, que carecen de importancia alguna. Sin embargo, los anticristos siempre les dan mucha atención a estas cuestiones, incluso las ponen al nivel de los pensamientos y los puntos de vista con el fin de poder captar rápidamente si la gente cambia de ideas o de opiniones. De este modo, podrán hacerse con el control de las circunstancias y de la situación de cada persona sin esfuerzo y así responder con prontitud a cada una de ellas. Los anticristos son particularmente específicos en las acciones que conciernen al poder y al estatus. ¿Específicos hasta qué punto? Quieren conocer al dedillo la opinión de cada persona sobre su forma de gestionar las cosas, así como sus puntos de vista sobre las cosas materiales, el dinero, el estatus, la fe en Dios, el cumplimiento de los deberes y el hecho de dejar un trabajo. Una vez que lo conocen al dedillo, los anticristos se valen de la verdad no para cubrir las necesidades de la gente, corregir sus puntos de vista equivocados o resolver problemas, sino para servir a su propio estatus, poder y dominio. Este es el propósito de sondear y apoderarse del corazón de la gente. Para los anticristos, cualquier cosa que hagan parece significativa y valiosa, pero todos estos aspectos que consideran significativos y valiosos son precisamente los que Dios condena. Claramente traicionan a Dios y están en enemistad con Él.

7 de noviembre de 2020

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