Punto 1: Tratan de ganarse el corazón de la gente (Parte 2)

Definiciones de los líderes y obreros y cómo surgieron

A continuación, vamos a hablar sobre la segunda categoría: aquellos que cumplen los deberes de los líderes y obreros. Aunque sean pocas, tales personas desempeñan un papel importante en lo que se refiere a la naturaleza de su trabajo. Los deberes de los líderes y obreros implican también muchas verdades, más incluso que difundir el evangelio. ¿Por qué digo esto? Esos deberes abarcan un espectro muy amplio. Un aspecto de esos deberes es la obra de difundir el evangelio en el exterior, y el otro es el de regar y proveer internamente al pueblo escogido de Dios, gestionar bien la vida en la iglesia, así como lidiar con los asuntos de esta y resolver todo tipo de problemas. Es decir, los líderes y obreros deben entender más verdades, se les hacen exigencias más estrictas referentes a ciertos principios de práctica y su relación con Dios ha de ser más cercana. Ser líder u obrero implica práctica y entrada en diversos aspectos de la verdad, en las sendas que toma la gente, así como en otros muchos aspectos. Comparado con cumplir el deber de difundir el evangelio, ser líder u obrero guarda una relación más estrecha con la entrada en la vida y además requiere lograr un cambio de carácter. Eso significa que las diversas verdades relacionadas con cómo hacer bien el trabajo de los líderes son más grandes en número y alcance. Sin embargo, por muchas que sean, se siguen agrupando en varios temas principales, así que vamos a repasarlas una a una, punto por punto, y poco a poco las acabaréis entendiendo. Empecemos por hablar sobre la definición de los líderes y obreros. ¿Por qué es necesario definirlos? Una definición es equivalente a posicionar algo, es decir, le dice a la gente la naturaleza y el alcance de las responsabilidades de esos deberes, así como el nombre de estos; en otras palabras, cómo llamarlos. Al definir esos deberes con precisión, la gente puede obtener claridad mental sobre la posición que esa categoría de personas tiene en la mente de Dios, lo que Él exige de ellos, los requisitos que pone para el cumplimiento de esos deberes, la senda que deben tomar y los principios que deben practicar. Sean jóvenes o viejos, bien de posición alta y noble o bien de una inferior y vulgar, sin importar sus orígenes, en cualquier caso, Dios ha impuesto estándares para esas personas. En otras palabras, hay verdades que la gente que cumple tales deberes ha de entender. Hay principios-verdad que deben captar y practicar, y hay una senda determinada que deben seguir. Por tanto, ¿cómo se define a aquellos escogidos entre los seguidores de Dios para liderar y obrar? ¿Cuál es la definición exacta? ¿Cuál cree la gente que es la definición? ¿Y cuál es la posición exacta que tales personas ostentan en el corazón de los demás? ¿Acaso no guarda esto relación con la definición de la identidad y el estatus de tales personas? ¿Qué posición ocupa ese grupo de personas en el corazón de los demás? ¿Son apóstoles? No. ¿Son discípulos? Tampoco son discípulos. ¿Hay alguien que los llame pastores? (Sí). ¿Es “pastores” un nombre apropiado? (No). ¿Por qué no? (Hace referencia al puesto equivocado). ¿Es capaz la gente de desempeñar el papel de pastor? (No). Ya que no son apóstoles ni discípulos y tampoco resulta apropiado llamarlos “pastores”, ¿cuál es exactamente el nombre más apropiado para la gente que cumple esos deberes? ¿Cuál es el término más apto? (Vigilantes). ¿Es apropiado “vigilantes”? No veo diferencia alguna entre este nombre y el de “pastores”. Es un término altisonante, pero el trabajo que hacen esas personas es más bien escaso. Ninguno de esos nombres es apropiado. Así pues, a partir de la naturaleza de los deberes que desempeñan esas personas, ¿cuáles son el nombre y la definición más aptos? ¿Cuáles son los principios para definir a tales personas? La definición debe coincidir con la naturaleza de su trabajo, así como con su identidad y estatus, y debe ser meramente correcta y no demasiado magnificente. Si definiéramos a esas personas como “apóstoles”, ¿sería eso demasiado rimbombante? (Sí). ¿O qué tal “vigilantes”? (Eso es incluso más rimbombante). ¿Eres capaz de vigilar a la gente? Si no, no eres un vigilante. ¿Y qué hay de “pastores”? ¿A qué hace referencia “pastores”? (A quienes cuidan un rebaño). Se refiere a la gente que cuida un rebaño de ovejas y lo vigila. En realidad, el nombre es apto para este grupo, si solo nos basamos en la naturaleza de su trabajo. Sin embargo, si se tiene en cuenta aquello que la gente puede asumir hoy en día, lo que es capaz de conseguir y sus actitudes corruptas, ¿resulta adecuado el nombre de “pastores”? (No). Es un poco rimbombante. No forma parte de sus capacidades ni tampoco coincide con la naturaleza ni el alcance del trabajo que hace la gente en la actualidad. Como es obvio, ese nombre no es apto para ellos. ¿Cuál es entonces la manera más adecuada de definir a esta categoría de personas? (Como líderes y obreros). Esa definición es relativamente adecuada.

¿Cuál es el motivo de que surgiera la categoría de personas que son líderes y obreros? ¿Cómo surgieron? A mayor escala, son necesarias para la obra de Dios; a menor escala, las necesitan la obra de la iglesia y el pueblo escogido de Dios. Con independencia de su identidad o estatus, y sin que importe el papel que desempeñen, son iguales a los miembros corrientes del pueblo escogido de Dios; su identidad y estatus ante Dios son los mismos. Aunque el término “líderes y obreros” exista en la iglesia y estos individuos sean “líderes” y “obreros” que cumplen deberes distintos a los de sus hermanos y hermanas, su nombre de “seres creados” ante Dios sigue siendo el mismo; esa identidad no cambiará. La diferencia entre los líderes y obreros y los miembros corrientes del pueblo escogido de Dios es solo una característica especial en los deberes que realizan. Esta característica especial se muestra principalmente en la función de liderazgo. Por ejemplo, no importa cuántas personas tenga una iglesia, el líder es su cabeza. Entonces, ¿qué papel desempeñan los líderes entre los miembros? Guían a todo el pueblo escogido de Dios en la iglesia. Entonces, ¿qué efecto tienen en toda la iglesia? Si este líder toma la senda equivocada, todos en la iglesia lo seguirán por ella, lo que tendrá un enorme impacto en la totalidad del pueblo escogido de Dios en la iglesia. Toma a Pablo como ejemplo. Él dirigió muchas de las iglesias que fundó y al pueblo escogido de Dios. Cuando Pablo se desvió, las iglesias y el pueblo escogido de Dios que él guiaba también se desviaron. Así pues, cuando los líderes toman su propia senda divergente, no son ellos los únicos afectados, sino que también afecta a las iglesias y el pueblo escogido de Dios que ellos lideran. Si un líder es una persona correcta, si camina por la senda correcta y persigue y practica la verdad, las personas a las que guía comerán y beberán las palabras de Dios y perseguirán la verdad con normalidad. Al mismo tiempo, la experiencia vital y el progreso del líder serán visibles para los demás y tendrán efecto en ellos. Entonces, ¿cuál es la senda correcta por la que un líder debería caminar? Es ser capaz de llevar a otros a comprender la verdad y entrar en ella, es llevar a otros ante Dios. ¿Qué es una senda incorrecta? Es buscar el estatus, la fama y la ganancia, alardear y dar testimonio de uno mismo con frecuencia, y nunca dar testimonio de Dios. ¿Qué efecto tiene esto en el pueblo escogido de Dios? (Los lleva ante sí mismo). Se alejarán de Dios y quedarán bajo el control de ese líder. Si guías a la gente para que acuda a ti, entonces la estás guiando para que acuda a una persona corrupta y la estás guiando para que acuda a Satanás, no a Dios. Solo cuando guías a las personas hacia la verdad las estás guiando para que se acerquen a Dios. Los líderes y obreros, ya caminen por la senda correcta o por la equivocada, tienen una influencia directa sobre el pueblo escogido de Dios. Cuando todavía no entiende la verdad, la mayoría del pueblo escogido de Dios sigue ciegamente. Puede que el líder sea alguien bueno, y ellos lo siguen; puede que el líder sea malo, y también lo van a seguir, no saben diferenciar. Siguen tal y como se les lidera, sea quien sea el líder. Y por eso es crucial que las iglesias elijan a buenas personas para que sean sus líderes. La senda por la que camina cada persona que cree en Dios está directamente relacionada con la senda que caminan sus líderes, y puede ser influenciada a diversos niveles por esos líderes y obreros. Comencemos por hablar sobre las diversas verdades involucradas en los deberes de los líderes y obreros desde estos dos puntos de vista: la senda correcta, por un lado, y la incorrecta, por otro. ¿Cuál de las dos deberíamos compartir primero? (La senda incorrecta). ¿Por qué elegís esta? ¿Es mejor hablar primero sobre la senda correcta o sobre la incorrecta? (Sobre la incorrecta). En realidad, ambas opciones son válidas, pero se producirá un efecto diferente según cuál discutamos primero. Si empezamos hablando de la senda incorrecta, la gente puede descubrir más sobre la senda correcta dentro del contexto de la senda incorrecta y además averiguar muchos aspectos o conocimientos pasivos y negativos, lo que podrán utilizar para exhortarse a sí mismos. Pueden sacar algo positivo de ello y, si luego pasamos a hablar sobre la senda correcta, podrán comprender qué es positivo a un nivel más profundo y con mayor rapidez. Básicamente, este enfoque es viable y beneficia a las personas. Así pues, empecemos por la senda incorrecta.

Técnicas que usan los anticristos para controlar a la gente

Una vez que alguien es elegido líder u obrero y ha empezado a llevar a cabo sus deberes, ¿debería adoptar cierto comportamiento? Hay quien pregunta: “¿Qué comportamiento? ¿Debería dominar las nubes o controlar el viento y la lluvia?”. Ninguna de las dos cosas es correcta. Aunque no debería dominar las nubes ni controlar el viento ni la lluvia, y desde luego tampoco gritar desde los tejados, al tratarse de un ser humano corrupto con el carácter corrupto y la esencia de Satanás, cualquier persona siente en esos momentos una fuerza estruendosa muy dentro de ella. Todas tienen ambiciones elevadas y sienten el impulso de triunfar en su carrera, de alardear de sus habilidades, de causar sensación e ir a por todas. No vamos a debatir de momento si esa clase de impulso es correcto o incorrecto. Cuando alguien es elegido líder u obrero, alberga sentimientos muy complejos en lo más profundo. ¿A qué me refiero con complejos? Algunos creen que no es fácil en absoluto que te elijan líder, y aunque no están seguros de si pueden hacer un buen trabajo ni saben cuál será su senda futura, su naturaleza innata es tal que les alegra mucho esa oportunidad y les hace muy felices aceptar esa honorable responsabilidad y esa pesada carga. Asimismo, en lo más profundo, se sienten un poco satisfechos de sí mismos, además de afortunados. ¿Por qué se sienten afortunados? Piensan: “Me eligieron entre docenas de personas. Eso es que soy bastante brillante y competente. Debo de ser mejor que la gente corriente y tener una mejor comprensión y entendimiento espiritual que la mayoría. Llevo muchos años creyendo en dios y me he entregado y esforzado mucho. Los hechos demuestran que estoy cualificado para asumir el liderazgo en la iglesia, para guiar a la gente a entrar en las palabras de dios y entender la verdad. Hay mucha gente que es más inteligente, mejor educada y más elocuente que yo, ¿por qué me eligieron entonces a mí en vez de a ellos? Eso muestra que soy competente y tengo buena humanidad. Es la gracia de dios”. Ese es su monólogo interior. Al final añade lo de la “gracia de dios”, si bien la realidad de sus verdaderos pensamientos y entendimiento se halla en la primera parte de su discurso. Piensan: “Aunque no competí ni luché por esto, me eligieron igualmente. ¿Y qué debo hacer ahora? No puedo decepcionar a todo el mundo. ¡He de ir a por todas!”. ¿Y cómo van a por todas? Su primer día en el trabajo, llaman a los supervisores de cada grupo para hacer una reunión y reflejan cierto porte y energía. ¿Qué clase de energía? Actúan con agilidad y decisión y cumplen lo que dicen, ansiosos por empezar de la mejor manera. Primero intentan enseñarle a todo el mundo lo competentes que son, y luego tratan de que la gente discierna a su predecesor y renuncie a este. Proponen: “Hoy, en primer lugar vamos a dedicar un poco de tiempo a diseccionar a mi predecesor. Por ejemplo, las maneras que tenía de limitar a la gente y en qué aspectos de la obra mostraba deficiencias o era negligente, entre otras cosas; podemos hablar sobre todo ello. Cuando hayamos terminado de compartir y tengáis un discernimiento claro del líder anterior, podáis renunciar a él, ya no os limite y dejéis de anhelarlo, podrá considerarse que poseéis entendimiento y que sois leales y sumisos a dios. En la reunión de hoy empezaremos por criticar al falso líder y anticristo anteriores. Vamos a desenmascararlo”. Todo el mundo responde a esto diciendo que ya han hablado sobre ello y han discernido que el predecesor era un falso líder y un anticristo, así que no les queda nada por desenmascarar. Sin embargo, estos nuevos líderes no están de acuerdo y empiezan a señalar a la gente para invitarla a compartir. No les gusta lo que dicen algunos, así que le piden a uno de los hermanos y hermanas, cuya relación con el líder anterior era la más estrecha, que lo deje en evidencia y lo diseccione, pero tras oír su charla, estos nuevos líderes piensan: “Esta persona no tiene discernimiento de mi predecesor y tampoco ha renunciado a este. Parece que todavía ocupa un lugar en su corazón. Eso no es para nada aceptable; hoy se me debe ocurrir una manera de desenmascarar por completo a mi predecesor”. Después señalan a aquel que tenía peor relación con el líder anterior para que se levante y lo deje en evidencia. Se quedan satisfechos cuando esta persona desenmascara al líder anterior y les parece que es digna de ser cultivada por ello. ¿Y qué es lo que quieren cultivar? Quieren cultivar a un cómplice, a sus propias fuerzas. Así es como se desarrolla la primera reunión. ¿Y les es posible lograr su objetivo después de esta? No tan a fondo ni tan rápido. ¿Qué están maquinando en su corazón? “Nada es más inescrutable ni siniestro que el corazón humano. Tengo que determinar lo que piensan cada uno de ellos de mi predecesor y he de tener claro lo que piensan de mí, si conocen mi pasado y mis particularidades, y en última instancia demostrarles a todos que conmigo no se juega. Sin embargo, he de seleccionar con cuidado mis métodos y tácticas. No puedo dejar al descubierto mis intenciones; tengo que ocultarlas”. ¿Y de dónde vienen estos pensamientos, métodos de trabajo y motivaciones? De su naturaleza satánica. ¿Tenéis tales manifestaciones? El día que os eligieron líderes u obreros, quizás empezarais por advertiros a vosotros mismos de no tomar la senda equivocada, de no caminar por la senda de los falsos líderes y anticristos. Puede que os hayáis dicho a vosotros mismos que debéis desprenderos del estatus, no trabajar en aras de vuestra propia fama, ganancia o estatus ni dejaros llevar por el deseo mientras trabajáis, y en su lugar trabajar con afán para cumplir con vuestro deber y serle leales a Dios. Sin embargo, con el paso del tiempo, hay quienes no pueden evitarlo y, en cuanto hablan o actúan, su objetivo se vuelve muy claro: tratan inmediatamente de consolidar su propio estatus y de ganarse el corazón de las personas. En cuanto alguien revela el más mínimo indicio de insatisfacción o desafío se irritan, y aunque puede que no excluyan o ataquen abiertamente a esa persona, en su fuero interno sienten una gran repulsión hacia ella. ¿Cómo manifiestan ese sentimiento de repulsión? (Ignoran a esa persona). Ignorarla es una manifestación silenciosa. Así pues, ¿qué acciones específicas implica esa repulsión? Por ejemplo, en las reuniones sientan frente a ellos a la gente que les agrada y buscan una razón para sentar a los que no les gustan apartados en un lado. ¿Es esto un ataque? (Sí). Este es el comienzo de su ataque. Pasan a la acción, ¿no es cierto? (Sí). Las acciones son más serias y graves que las palabras o los pensamientos. ¿Por qué son más graves? Pensar en algo y no actuar en consecuencia es algo que proviene de la propia mente y los propios pensamientos. No obstante, en cuanto hay acción se convierte en un hecho. Cuando se convierte en una conducta, no se trata solo del carácter corrupto de Satanás, sino de una acción malvada. Tras haber sido elegida como líder, la gente trae consigo sus propios deseos, aspiraciones e ideales al trabajo que hacen y los deberes que cumplen. ¿Pero cuál es una manifestación compartida por todos los humanos que poseen el carácter corrupto de Satanás? ¿Qué tienen todos en común? Tratan de hacerse con el poder y consolidar su propio estatus. ¿Con qué medios tratan de hacerse con el poder? Para empezar, observan en los grupos quién intenta ganarse su favor y arrimarse a ellos. Luego, se acercan de manera activa a esas personas y, ya sea por medio de la adulación o de pequeños favores, crean conexiones secretas y se congracian con ellas, para que esas personas, con las que han compartido preferencias, intereses, ambiciones o la misma naturaleza, se conviertan en sus seguidores acérrimos y unan sus fuerzas a las suyas. ¿Y qué objetivo buscan al hacer que esas personas unan sus fuerzas a las suyas? Consolidar su estatus y ampliar el alcance de sus fuerzas. Una vez que obtienen el poder, no se trata solo de que tengan la última palabra y ya está, sino que también quieren conseguir que más gente los siga, los apoye y hable en su nombre, para que incluso cuando digan algo incorrecto, hagan cosas malas o ataquen y coarten a la gente, siga habiendo quien haga lo que ellos dicen y les dé su aprobación. Ese es su objetivo. Entonces, si lo Alto descubre sus problemas y algún día los sustituye, seguirá habiendo gente que haga todo lo posible por hablar en su nombre, que salga en su defensa e intente proteger su reputación. ¿Y qué método utilizan en esas acciones que realizan a fin de conseguir esa clase de desenlace? Ganarse el corazón de la gente. Utilizan el método de ganarse el corazón de la gente para consolidar su estatus y ampliar el alcance de sus fuerzas. Ese es uno de los métodos con los que los anticristos se hacen con el poder.

En lo que respecta a las técnicas de las que se sirven los anticristos para consolidar su estatus, la primera es ganarse el corazón de las personas, y la segunda es atacar y excluir a los disidentes. Ganarse el corazón de las personas significa que usan el método de ganarse a la gente con aquellos que buscan obtener su favor, que se acercan a ellos, que confían en ellos y los siguen tengan razón o no. Atacar y excluir a los disidentes significa que consideran enemigos a todas aquellas personas que entienden la verdad y a las que, por consiguiente, pueden discernirlos, abstenerse de seguirlos y mantenerse alejadas de ellos. Consideran a estas personas como una piedra en el zapato y una espina en el costado, y la técnica que usan con ellas es la de atacarlas y excluirlas. Por ejemplo, digamos que un anticristo se da cuenta de que, cada vez que comparte, la gente se muestra muy entusiasta, algunos toman notas o lo graban. Solo hay una hermana joven que nunca toma notas ni dice nada. Por tanto, el anticristo piensa para sus adentros: “¿Tiene un problema conmigo? ¿O es que piensa que no hablo bien? Es más, cada vez que llego, otra gente me saluda y me hace gestos amistosos, me sirven agua y me ofrecen un asiento, pero ella no me trata nunca así. Parece que no se doblega ante mí. ¡He de pensar la forma y buscar la oportunidad de darle una lección! ¿Qué clase de oportunidad debería buscar? Voy a hacer que se encargue de algo de lo que esté claro que vaya a hacer un mal trabajo, lo que me dará una razón para sermonearla. Es la mejor oportunidad posible para lograr que se doblegue ante mí”. Acto seguido, dispone que esa hermana vaya a trabajar a un lugar peligroso. Piensa: “Haré que vaya a difundir el evangelio a un viejo pastor religioso, uno que es un poco lujurioso y no acepta la verdad. Veamos si puede convertirlo. ¿Qué se dirá a sí misma si no lo logra? Si no se doblega ante mí, ¡la mandaré lejos!”. A continuación, le dice a la hermana: “En este momento la mayoría de los hermanos y hermanas te tienen en alta estima. Llevas muchos años creyendo en Dios y entiendes muchas verdades. Hay un pastor religioso que conoce bien la Biblia, y tú eres la más apropiada para ir a difundirle el evangelio”. Cuando la hermana conoce al pastor, este la encuentra joven, guapa y de su agrado, e incluso llega a tomarse algunas libertades con ella. Cuando regresa, la hermana dice que no quiere volver, a lo que el anticristo responde: “La iglesia te ha encargado que le difundas el evangelio. Es tu deber, ¡debes ir!”. Ante esto, a la hermana no le queda más opción que obedecer, y lo que sucede es que llora después de cada visita. El líder es capaz de hacer tales cosas a fin de atacar y tomar represalias contra los demás. ¿Qué clase de persona es alguien así? Una malvada. Si el propio anticristo fuera mujer, ¿se aventuraría a esa clase de situación? (No). En absoluto. La evitaría más que nadie. Se fija en aquellos que no lo encuentran de su agrado, ve con quién resulta fácil meterse, quién no se doblega ante él ni pretende ganarse su favor, y luego busca la oportunidad de intrigar contra esas personas y vengarse de ellas. Decidme, cuando alguien tiene intenciones malas y malvadas, ¿acaso no es capaz de hacer toda clase de barbaridades? ¿Y cómo surgen esas intenciones malas y malvadas? Una de las razones principales es que su esencia-naturaleza es demasiado mala y malévola; otra es que no tiene un corazón temeroso de Dios. Cuando la gente no posee un corazón temeroso de Dios, no hay nada que no se atrevan a hacer; no solo harán daño a otras personas, sino que pueden incluso hacer cosas como juzgar y vender a Dios. Para ellos, hacer daño a alguien es pan comido. No les parece que sea para tanto, por mucho daño que les hagan a otras personas; no sienten simpatía por los demás y en su interior son muy malévolos. ¿Y cuál era el objetivo de ese anticristo cuando empujó a aquella joven hermana al pozo de fuego? No lo hizo para difundir el evangelio y ganarse a las personas, sino solo para atormentar a la joven. ¿A qué clase de persona atormenta? ¿Atormentaría a alguien que se doblegara ante él y lo obedeciera? No. Entonces, ¿por qué fue la hermana objeto de ese trato? (Porque no se doblegó ante él). El trato y el daño que recibió fueron consecuencia de que no se doblegara ante él, no buscara ganarse su favor, no hiciera lo que él decía o no lo tratara como a alguien importante y, en lugar de eso, lo despreciara. Cuando los anticristos hacen daño a la gente de esa manera, ¿cómo suelen reaccionar aquellos que son pequeños de estatura y no entienden la verdad? Pensarán en su fuero interno: “Donde hay patrón no manda marinero. Nos encontramos ahora mismo bajo el control de esta persona, así que debemos hacer lo que diga e ir donde nos mande. Sea cual sea la manera en la que se comporten los demás con ella, así es como debemos hacerlo nosotros. Hemos de integrarnos en el grupo. Debemos ganarnos su favor de la misma manera que hacen los otros, y hacerlo mejor y poniendo más atención que ellos. Solo entonces podremos evitar que la tome con nosotros. No es fácil servir a este líder. ¡No debemos jugar con él!”. ¿Y no es ese precisamente el desenlace que quiere ver el anticristo? (Sí). En esto han conseguido su objetivo. ¿No es esa la misma técnica que emplea Satanás para maltratar a las personas? (Sí). ¿Qué muestra esto? Que sus acciones representan a Satanás. Se ha convertido en portavoz y representante de Satanás y actúa en su nombre. ¿Acaso el verdadero cumplimiento de un deber consiste en cumplir un deber de esa manera? ¿Es eso servir a Dios? (No). No son dignos de llamarse líderes, son personas malvadas y satanases.

En cuanto los anticristos se convierten en líderes, lo primero que hacen es intentar ganarse el corazón de las personas, para hacer que los crean, confíen en ellos y los apoyen. Cuando tienen asegurado su estatus, empiezan a volverse anormales. Para proteger su estatus y poder, empiezan a atacar y excluir a los disidentes. Intentarán de todo contra ellos, en particular contra los que persiguen la verdad; se servirán de métodos firmes, precisos e implacables y no darán tregua a la hora de reprimirlos, atacarlos y atormentarlos. Solo se sienten tranquilos cuando han derribado y desacreditado a cualquiera que amenace su estatus. Todos los anticristos son así. ¿Cuál es su objetivo al utilizar esa infinidad de tácticas para ganarse a la gente y reprimirla? Su objetivo es obtener poder, consolidar su estatus y desorientar y controlar a la gente. ¿Qué representan sus intenciones y motivos? Desean establecer su propio reino independiente, quieren oponerse a Dios. Tal esencia es aún más grave que un carácter corrupto. Las ambiciones y las intrigas traicioneras de Satanás han quedado completamente al descubierto. Este problema no es la mera revelación de un carácter corrupto. Por ejemplo, cuando las personas son un poco arrogantes y sentenciosas, o a veces algo falsas y mentirosas, no se trata más que de la revelación de un carácter corrupto. En cambio, todo lo que hacen los anticristos es para ganarse el corazón de las personas, atacar y excluir a los disidentes, consolidar su estatus, hacerse con el poder y controlar a la gente. ¿Cuál es la naturaleza de estas acciones? ¿Practican la verdad? ¿Están guiando al pueblo escogido de Dios a entrar en las palabras de Dios y presentarse ante Él? (No). Entonces, ¿qué están haciendo? Están compitiendo con Dios por Su pueblo escogido, pugnando por el corazón de la gente y tratando de establecer su propio reino independiente. ¿Quién debería ocupar un lugar en el corazón de la gente? Dios. Sin embargo, todo lo que hacen los anticristos es precisamente lo contrario a esto. No permiten que ni Dios ni la verdad ocupen un lugar en el corazón de la gente; en cambio, quieren que lo ocupen el hombre, ellos mismos como líderes y Satanás. En cuanto descubren que no ocupan un lugar en el corazón de alguien, que esa persona no los trata como a un líder, se sienten extremadamente descontentos, y es probable que traten de reprimirla y atormentarla. Todo lo que hacen y dicen los anticristos gira en torno a su estatus y reputación, con la intención de hacer que la gente los tenga en alta consideración, que los envidie y adore, incluso que los tema. Quieren hacer que el pueblo escogido de Dios los trate como a Dios, y piensan: “Da igual la iglesia en la que me halle, la gente debe escucharme, han de seguir mis indicaciones. Con independencia de quién denuncie cualquier problema a lo Alto, es algo que debe pasar por mí, solo les está permitido informarme a mí, nunca directamente a lo Alto. Si alguien me dice ‘no’, lo castigaré para que todo el que me vea sienta miedo, inquietud y escalofríos en el corazón. Es más, si doy una orden o afirmo algo, nadie debe atreverse a discrepar; diga lo que diga, han de acatarlo. Deben escucharme con toda atención, obedecerme en todo, y he de ser yo el que lleve la voz cantante”. Ese es el tono exacto en el que hablan los anticristos, esa es su voz, así es como tratan de imponerse a las iglesias. Si el pueblo escogido de Dios hace lo que dicen los anticristos y los obedece, ¿no se convierten tales iglesias en los reinos de los anticristos? Afirman: “Tengo que revisar los arreglos de la obra emitidos por lo Alto, he de responsabilizarme de vosotros, debo ser yo quien analice lo correcto y lo incorrecto, quien decida el resultado. No tenéis suficiente estatura ni estáis lo bastante cualificados. Yo soy el líder de la iglesia y todo depende de mí”. ¿Acaso las personas que dicen estas cosas no son extremadamente pomposas? ¡En verdad son tan arrogantes que carecen de toda razón! ¿Acaso no tratan de establecer su propio reino independiente? ¿Qué clase de gente es capaz de intentar crear su propio reino? ¿No son unos auténticos anticristos? ¿No es todo lo que dicen y hacen los anticristos en aras de proteger su propio estatus? ¿No intentan desorientar y controlar a la gente? ¿Por qué se les llama anticristos? ¿Qué significa “anti”? Significa oposición y odio. Significa hostilidad hacia Cristo, hacia la verdad y hacia Dios. ¿Qué significa “hostilidad”? Significa colocarse en el lado opuesto, tratarte como a un enemigo, como si uno estuviera lleno de un odio grande y profundo; quiere decir encontrarse en diametral oposición a ti. Esa es la mentalidad con la que los anticristos enfocan a Dios. ¿Qué actitud tiene hacia la verdad la gente así, la que odia a Dios? ¿Son capaces de amar la verdad? ¿Pueden aceptarla? Desde luego que no. Por tanto, la gente que se opone a Dios es la que odia la verdad. Lo primero que exhiben es aversión por la verdad y odio hacia ella. En cuanto oyen la verdad o las palabras de Dios, sienten odio en su corazón, y cuando cualquiera les lee las palabras de Dios, en su cara aparece una expresión de rabia y furia, igual que la de un demonio al leérselas cuando la gente difunde el evangelio. En su corazón, aquellos que sienten aversión por la verdad y la odian sienten la máxima aversión por las palabras de Dios y la verdad. Se trata de una actitud de resistencia, y hasta llegan al punto de odiar a cualquiera que les lea las palabras de Dios o que comparta la verdad con ellos, llegando incluso a tratarlo como a un enemigo. Sienten una aversión extrema por diversas verdades y por las cosas positivas. Verdades como someterse a Dios, llevar a cabo los deberes de uno con lealtad, ser una persona honesta, buscar la verdad en todas las cosas y demás. ¿Acaso poseen un poco de anhelo o de amor subjetivos? Ni el más mínimo. Así pues, ya que tienen esa clase de esencia-naturaleza, se hallan en oposición directa a Dios y a la verdad. No cabe duda de que, en el fondo, tales personas no aman la verdad ni nada positivo; en su fuero interno, sienten incluso aversión por la verdad y la odian. Por ejemplo, la gente en puestos de liderazgo ha de ser capaz de aceptar las diferentes opiniones de sus hermanos y hermanas, han de ser capaces de abrirse y mostrarse ante los hermanos y hermanas, así como de aceptar el reproche de estos, y no deben reivindicar su estatus. ¿Qué diría un anticristo de todas estas maneras correctas de practicar? Diría: “Si escuchara las opiniones de los hermanos y hermanas, ¿seguiría siendo líder? ¿Seguiría teniendo estatus y prestigio? Si no tengo prestigio, ¿qué trabajo puedo hacer?”. Ese es precisamente el tipo de carácter que posee un anticristo; no aceptan la más mínima verdad y, mientras más correcto sea un camino de práctica, más se resisten a él. No aceptan que actuar de acuerdo con el principio sea practicar la verdad. ¿Qué creen que es practicar la verdad? Creen que deben servirse de maquinaciones, argucias y del ejercicio de la violencia sobre todo el mundo, en lugar de confiar en las palabras de Dios, la verdad y el amor. Todos sus medios y su senda son perversos. Todo esto es representativo por completo de la esencia-naturaleza de los anticristos. Todos los motivos, opiniones, puntos de vista e intenciones que suelen revelar son actitudes de aversión por la verdad y odio hacia ella, lo cual es la esencia-naturaleza de los anticristos. ¿Qué significa entonces ponerse en contra de la verdad y de Dios? Odiar la verdad y las cosas positivas. Por ejemplo, cuando alguien dice: “Como ser creado, uno debe cumplir el deber de un ser creado. Da igual lo que pueda decir Dios, la gente debe someterse, ya que somos seres creados”. ¿Qué piensa un anticristo al respecto? “¿Someterse? No es incierto que yo sea un ser creado, pero en lo que respecta a la sumisión, eso depende de la situación. Ante todo, ha de haber algún beneficio para mí en ello, no debo colocarme en desventaja y lo primero son mis intereses. Si hay recompensas o grandes bendiciones que ganar, entonces soy capaz de someterme, pero sin recompensas y sin destino, ¿por qué voy a hacerlo? No puedo someterme”. Se trata de una actitud de no aceptación de la verdad. Su sumisión a Dios es condicional, y si no se satisfacen sus condiciones, no solo no se somete, también es susceptible de oponerse y resistirse a Dios. Por ejemplo, Dios pide que la gente sea honesta, pero estos anticristos creen que solo los idiotas tratan de ser honestos y que los inteligentes no intentan serlo. ¿Cuál es la esencia de esa actitud? El odio a la verdad. Esa es la esencia de los anticristos; su esencia determina la senda por la que caminan, y la senda por la que caminan determina todo lo que hacen. Cuando los anticristos tienen la esencia-naturaleza del odio a la verdad y a Dios, ¿qué clase de cosas son propensos a hacer? Es probable que intenten ganarse el corazón de las personas, atacar y excluir a los disidentes y atormentar a la gente. El objetivo que intentan lograr al hacer estas cosas es ostentar poder, controlar al pueblo escogido de Dios y fundar su propio reino independiente. No cabe duda de esto. Un anticristo es cualquiera que, una vez que tiene estatus, es incapaz de una sumisión absoluta a Dios, de seguirlo y de perseguir la verdad.

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