Punto 12: Quieren retirarse cuando no tienen estatus ni esperanza de recibir bendiciones (Parte 1)
La charla de hoy relativa a las diversas manifestaciones de los anticristos trata del punto 12: Quieren retirarse cuando no tienen estatus ni esperanza de recibir bendiciones. Este punto también versa sobre las actitudes de los anticristos y es una de sus manifestaciones concretas. Desde una perspectiva superficial, un anticristo querrá retirarse si carece de estatus y no tiene esperanza de recibir bendiciones. Una vez que ha perdido estas dos cosas, querrá retirarse. Parece muy fácil entender el significado superficial; no parece muy complejo ni abstracto, pero ¿cuáles son las manifestaciones concretas? En otras palabras, ¿qué tipos de situaciones llevan a un anticristo a querer retirarse debido a que su estatus o su esperanza de recibir bendiciones se han visto afectados? ¿Merece este tema una charla en profundidad? Si os pidieran que compartierais esta cuestión, ¿qué tendríais que decir sobre sus detalles y manifestaciones particulares? Algunos dirían: “Hemos hablado sobre esto muchas veces. Los anticristos aman el estatus y el poder, disfrutan teniendo gran prestigio y, por lo que respecta a tener fe, su objetivo es ser bendecidos, coronados y recompensados. Si estas esperanzas se ven frustradas y se pierden, a los anticristos les dejará de interesar creer en Dios y ya no querrán tener fe”. ¿Sería vuestra charla sobre este asunto tan simple como estas pocas palabras? (Sí). Si tal fuera el caso, si se pudiera resumir esta enseñanza con estos pocos enunciados, este aspecto de las manifestaciones de los anticristos no se merecería una sección propia en nuestra serie de charlas sobre las manifestaciones de los anticristos ni haría alusión a ninguna esencia-naturaleza en particular. No obstante, dado que este punto está relacionado con la esencia y el carácter de los anticristos, así como con sus búsquedas personales y sus perspectivas sobre la existencia, debe ser que se trata de un tema polifacético. Así pues, ¿qué cuestiones intervienen exactamente? Es decir, ¿qué asuntos con los que se encuentran los anticristos están relacionados con su estatus y su esperanza de recibir bendiciones? ¿Cuáles son sus perspectivas, pensamientos y actitudes con respecto a estos temas? Sobra decir que al compartir estos asuntos habrá ciertas coincidencias con nuestras enseñanzas anteriores sobre las perspectivas de los anticristos relativas a diversas cuestiones, pero el centro de atención de la charla de hoy es distinto y aborda el tema desde un ángulo diferente. Hoy hablaremos en concreto sobre las manifestaciones que se presentan cuando los anticristos pierden su estatus y sus esperanzas de recibir bendiciones y que pueden demostrar que ellos tienen una perspectiva incorrecta sobre la búsqueda y que su fe en Dios no es verdadera; dichas manifestaciones también pueden confirmar que estas personas tienen realmente la esencia de un anticristo.
I. Cómo abordan los anticristos la poda
En primer lugar, deberíamos echar un vistazo a los comportamientos que manifiestan los anticristos cuando los podan, cómo manejan estas situaciones, cuáles son sus actitudes, pensamientos y perspectivas sobre la poda y, en concreto, qué dicen y qué hacen; merece la pena que diseccionemos y analicemos estos asuntos. Hemos hablado bastante sobre temas relacionados con la poda; es una cuestión común con la que todos estáis familiarizados. Solo después de que las hayan podado varias veces, la mayoría de las personas experimentan cierta transformación: pueden buscar la verdad y tratar los asuntos según el principio al cumplir su deber, y solo entonces su fe comienza de una forma renovada y cambia a mejor. Se puede decir que cada poda rigurosa queda grabada en el corazón de cada persona; deja un recuerdo imborrable. Por supuesto, cada poda también deja un recuerdo imborrable en los anticristos, pero ¿cuáles son las diferencias? La actitud de un anticristo hacia esta cuestión y las diversas manifestaciones relativas a dicha cuestión, así como sus pensamientos, perspectivas, ideas y demás que surgen de esta situación, difieren del enfoque de una persona corriente. Cuando se poda a un anticristo, lo primero que este hace es resistirse y rechazarlo en lo más profundo de su corazón. Lucha contra ello. ¿Y por qué es así? Porque los anticristos, por su propia esencia-naturaleza, sienten aversión por la verdad y la detestan, y no aceptan la verdad en absoluto. Naturalmente, la esencia y el carácter de un anticristo le impiden reconocer sus propios errores o su propio carácter corrupto. En función de estos dos hechos, la actitud de un anticristo hacia la poda es la de rechazarla y desafiarla, total y absolutamente. La detestan y se resisten a ella desde el fondo de su corazón, y no muestran el menor atisbo de aceptación o sumisión, y mucho menos de auténtica reflexión o arrepentimiento. Cuando se poda a un anticristo, da igual quién lo haga, a qué se refiera, el grado de culpa que tenga en el asunto, lo flagrante que sea su error, el mal que cometa, o las consecuencias que su maldad cree para la obra de la iglesia; el anticristo no tiene en cuenta nada de esto. Para los anticristos, el que los poda los está señalando o busca faltas para mortificarlos. El anticristo puede incluso creer que está siendo intimidado y humillado, que no está siendo tratado como un ser humano, y que está siendo menospreciado y ridiculizado. Después de que un anticristo es podado, nunca reflexiona sobre qué fue lo que realmente ha hecho mal, qué carácter corrupto ha revelado y si ha buscado los principios que tendría que haber seguido, si actuó de acuerdo con los principios-verdad o si cumplió con sus responsabilidades relativas al asunto por el que lo podan. No examinan ni reflexionan sobre nada de esto, tampoco piensan sobre estas cuestiones ni las sopesan. En cambio, se enfrentan a la poda según su propia voluntad y con un ánimo impetuoso. Cada vez que un anticristo es podado, se llenará de ira, desobediencia y resentimiento y no escuchará el consejo de nadie. Se niega a aceptar que lo poden y es incapaz de regresar ante Dios para conocerse y reflexionar sobre sí mismo, para abordar las acciones que violan los principios, como ser superficial o descontrolarse en su deber, ni tampoco utiliza esta oportunidad para resolver su propio carácter corrupto. En cambio, halla excusas para defenderse, para reivindicarse, e incluso dirá cosas para provocar la discordia e incitar a los demás. En resumen, cuando se poda a los anticristos, sus manifestaciones concretas son la desobediencia, la insatisfacción, la resistencia y el desafío, y algunas quejas surgen en su corazón: “He pagado un precio muy alto y he trabajado mucho. Aunque no seguí los principios ni busqué la verdad en algunas cosas, ¡no hice todo esto para mí mismo! Aunque haya perjudicado un poco la obra de la iglesia, ¡no lo hice a propósito! ¿Quién no comete errores? No puedes aprovecharte de mis equivocaciones y podarme continuamente sin tener consideración de mis debilidades ni preocuparte por mi estado de ánimo o mi autoestima. ¡La casa de Dios no ama a la gente, y eso es muy injusto! Además, me podas por haber cometido un error de poca importancia; ¿acaso no significa eso que me miras con ojos desfavorables y me quieres descartar?”. Cuando se poda a los anticristos, lo primero que les pasa por la mente no es reflexionar sobre lo que han hecho mal o sobre el carácter corrupto que han revelado, sino discutir y explicarse y justificarse a sí mismos, y al mismo tiempo hacer conjeturas. ¿Qué conjeturas? “He pagado un precio muy alto al cumplir mi deber en la casa de dios y lo único que he conseguido es que me poden. Parece que no hay muchas esperanzas de que reciba bendiciones. ¿Podría ser que dios no quiere recompensar a las personas, de modo que él utiliza este método para revelarlas y descartarlas? ¿Por qué debería esforzarme si no hay ninguna esperanza de recibir bendiciones? ¿Por qué debería soportar las adversidades? ¡Dado que no hay esperanzas de recibir bendiciones, también podría no creer en absoluto! ¿Acaso no es recibir bendiciones el propósito de creer en dios? Si no hay esperanzas de conseguir eso, ¿por qué debería esforzarme? ¿Tal vez debería dejar de creer y acabar con esto? Si no creo, ¿puedes seguir podándome? Si no creo, no puedes podarme”. Los anticristos no pueden aceptar en absoluto que los poden de parte de Dios. No pueden aceptarlo ni obedecerlo a través de un punto de vista y una actitud adecuados. No pueden reflexionar sobre sí mismos a lo largo de este proceso ni entender sus actitudes corruptas para que estas se puedan purificar. Por el contrario, con mentalidad mezquina y estrecha, especulan sobre el propósito de que los poden y lo estudian. Se fijan con atención en el desarrollo de la situación, escuchan el tono de la gente al hablar, observan cómo los miran y les hablan las personas que los rodean, así como su actitud, y utilizan estas cosas para confirmar si tienen alguna esperanza de ser bendecidos o si realmente los han revelado y descartado. Una sola poda genera una gran confusión y mucha especulación en el corazón de los anticristos. Cada vez que los podan, su primera reacción es la repulsión y, en el corazón, sienten aversión por ello, lo rechazan y lo combaten, antes de examinar el lenguaje y el semblante de las personas y, a continuación, dedicarse a hacer conjeturas. Emplean la mente, el pensamiento y su insignificante astucia para observar cómo se desarrolla la situación, cómo los mira la gente a su alrededor y cuál es la actitud de los líderes de rango superior hacia ellos. A partir de estas cosas, juzgan cuánta esperanza de ser bendecidos les queda todavía, si tienen una pizca de esperanza de ser bendecidos o si realmente los han revelado y descartado. Cuando los hacen recular a una esquina, los anticristos comienzan una vez más a investigar las palabras de Dios, intentando encontrar en ellas una base certera, un rayo de esperanza y una cuerda salvavidas. Una vez podados, si alguien los consuela, los apoya y los ayuda con un corazón cariñoso, estas cosas harán que se sientan como si todavía los consideraran miembros de la casa de Dios, creerán que todavía hay esperanzas para ellos de ser bendecidos y que dichas esperanzas siguen siendo firmes y se quitarán de la cabeza cualquier idea de retirarse. Sin embargo, en el momento en el que la situación se invierte y ven que sus esperanzas de ser bendecidos han mermado y desaparecido, su primera reacción es: “Si no puedo recibir bendiciones, no creeré más en dios. Quien ame creer en dios puede creer en él, pero en cualquier caso no aceptaré que me podes, y todo lo que dices cuando me podas es erróneo. ¡No quiero oírlo ni estoy dispuesto a escucharlo ni aceptaré que me podes ni siquiera cuando dices que es lo más beneficioso para una persona!”. Cuando ven sus esperanzas de ser bendecidos desvanecerse en el humo, cuando ven que el estatus que han perseguido durante largo tiempo y sus sueños de entrar en el reino de los cielos están a punto de quedarse en nada y perderse, no piensan en cambiar su manera de perseguir ni los objetivos que persiguen, sino que más bien piensan en marcharse y retirarse, ya no quieren creer en Dios y piensan que ya no tienen esperanzas de ser bendecidos por creer en Él. Para los anticristos, si se desvanecen sus fantasías y esperanzas de las recompensas, las bendiciones y las coronas que querían recibir cuando comenzaron a creer en Dios, su motivación para creer en Él desaparece, así como su motivación para esforzarse por Dios y cumplir su deber. Una vez esfumada su motivación, ya no quieren permanecer en la iglesia ni andar errando por este camino y quieren abandonar su deber y la iglesia. Esto es todo en lo que piensan los anticristos cuando los podan, y su esencia-naturaleza queda al descubierto por completo. En general, tanto en lo que dicen como en lo que hacen, los anticristos nunca aceptan la verdad. ¿En qué consiste un carácter de no aceptar la verdad? ¿Acaso no es sentir aversión por la verdad? Eso es precisamente lo que es. El simple acto de la poda es, en sí mismo, bastante fácil de aceptar. En primer lugar, no hay mala voluntad por parte de la persona que poda; y, en segundo lugar, es seguro que, a juzgar por los asuntos por los que podan a los anticristos, deben haber ido en contra de los arreglos de la casa de Dios y de los principios-verdad, y que hubo algún error o descuido en su trabajo que trastornó y perturbó la obra de la iglesia. Los podan debido a la adulteración de su voluntad humana, a su carácter corrupto y a que, al no entender los principios-verdad, actúan sin razón. Esto es algo muy normal. En todo el mundo, cualquier organización grande, cualquier grupo o empresa tiene reglas y preceptos y se debe castigar y mantener a raya a cualquiera que los infrinja. Esto es perfectamente normal y adecuado. No obstante, ante el hecho de que lo mantengan a raya de manera apropiada como resultado de haber infringido las reglas y los preceptos, un anticristo considera que los demás le ponen las cosas difíciles, lo castigan injustamente, le buscan defectos y le causan problemas. ¿Es esa una actitud de aceptar la verdad? Es muy evidente que no lo es. Sin la actitud de aceptar la verdad, ¿es posible que alguien así evite cometer errores y causar trastornos y perturbaciones en el cumplimiento de su deber? Sin duda alguna, no. ¿Es apto este tipo de persona para cumplir un deber? En el sentido estricto del término, no lo es. Es improbable que este tipo de persona sea competente en ninguna tarea.
Cumplir un deber es una oportunidad que Dios ofrece a Su pueblo escogido para que pueda formarse, pero las personas no saben valorar esto. Por el contrario, cuando las podan, tienen rabietas; lo combaten y claman en contra; son recalcitrantes e indignantes. Es como si fueran santos que nunca han cometido errores. ¿Quién entre los humanos corruptos no se equivoca? Errar es algo muy normal, la casa de Dios tan solo te está podando verbalmente, no te responsabiliza ni te condena por ello, ni mucho menos te maldice. A veces, esta poda puede ser bastante dura, las palabras pueden sonar mordaces o desagradables y es posible que tus sentimientos se vean heridos. La casa de Dios disciplinará a aquellos que hayan perjudicado sus finanzas o hayan causado daños en sus equipos mediante sanciones o solicitando una compensación; ¿se puede considerar eso una acción rigurosa? ¿O se puede considerar adecuada? No se pide facilitar una doble compensación ni se extorsiona a nadie, solo hay que devolver la misma cantidad. ¿Acaso no es eso muy apropiado? Esto es mucho más moderado que las multas que se imponen en algunos países del mundo. En algunas ciudades, te ponen una multa elevada solo por escupir o tirar un trozo de papel al suelo. ¿Podrías contravenir esto o negarte a pagar la sanción? Si te negaras, lo más probable es que te encerraran en prisión y habría sanciones legales incluso más rigurosas. Así es el sistema. Algunos no lo entienden y piensan que el hecho de que la casa de Dios pode a la gente y la mantenga a raya de esta manera es demasiado riguroso y draconiano. Si se poda a este tipo de personas con algo más de rigurosidad, y su orgullo queda herido y se produce un revuelo en su naturaleza satánica, sienten que esto es insoportable y no se aviene a sus nociones. Creen que, dado que esto es la casa de Dios, no se debería tratar a la gente de este modo y que la casa de Dios debería actuar con tolerancia y paciencia a cada instante y permitir que las personas se comporten sin razón y hagan lo que les plazca. Piensan que todo lo que hace la gente es bueno y que Dios debería conmemorarlo. ¿Es esto razonable? (No). ¿Qué esencia-naturaleza tienen las personas? ¿Son realmente seres humanos? Para expresarlo con buen estilo, son satanases y diablos. Para decirlo de una manera más burda, son animales. La gente desconoce las reglas de comportamiento, es muy ruin y perezosa, amante del ocio y reacia al trabajo duro, y quiere descontrolarse mientras comete malas acciones. La parte más problemática es que muchos de los que cumplen un deber en la casa de Dios desean traer consigo las filosofías para los asuntos mundanos, los métodos y las tendencias malvadas del mundo secular. Incluso dedican sus energías a investigar, aprender e imitar estas cosas y, como resultado, crean caos y confusión en parte de la obra de la casa de Dios. Esto es insoportable para todo el mundo, e incluso algunos hermanos y hermanas que son nuevos en la fe dicen que estas personas no son devotas y que sus acciones forman parte de las tendencias mundanas y que no tienen nada que ver con las acciones de un cristiano; ni siquiera estos nuevos creyentes pueden aceptar las acciones de estos individuos, que pagan un precio bajo, tienen poco entusiasmo, impulso y buena voluntad, traen a la casa de Dios cualquier tontería que hayan aprendido, la aplican a su deber y a su trabajo y, como resultado, trastornan y perturban la obra de la iglesia y acaban podados. Algunos no entienden esto: “¿Acaso no dice Dios que Él conmemorará las buenas obras de la gente? Entonces, ¿por qué me podan por cumplir mi deber? ¿Por qué no puedo entender esto? ¿Cómo se cumplen las palabras de Dios? ¿Podría ser que todas ellas sean tan solo palabras vacías y altisonantes?”. Entonces, ¿por qué no reflexionas sobre si tus acciones son buenas obras que merecen conmemorarse? ¿Qué te ha requerido Dios? ¿Se avienen el deber que has cumplido, el trabajo que has realizado y las ideas y sugerencias que has proporcionado al decoro de los santos? ¿Están en concordancia con los estándares requeridos de la casa de Dios? ¿Has pensado en el testimonio y el nombre de Dios? ¿Has tenido en cuenta la reputación de la casa de Dios? ¿Has considerado el decoro de los santos? ¿Reconoces que eres un cristiano? No has sopesado nada de esto; así pues, ¿qué has hecho en realidad? ¿Merecen tus acciones que se conmemoren? Has arruinado la obra de la iglesia, y la casa de Dios solo te ha podado, sin revocar tu idoneidad para cumplir un deber. Esta es la forma de amor más grande y real. Y aun así, estás enojado. ¿Tienes alguna razón para estarlo? ¡No eres nada razonable!
Algunos han creído en Dios solo durante dos o tres años, y sus acciones, su manera de comunicarse y reír, los puntos de vista que revelan e incluso sus expresiones faciales y movimientos al hablar con otros son desagradables y muestran que son no creyentes e incrédulos en toda regla. Se debería mantener a raya a estas personas, podarlas e imponerles reglas para que sepan qué es la humanidad normal y qué es el decoro santo y cómo debería ser un cristiano, y para que aprendan a ser humanos y puedan tener una semejanza humana. Otros han creído en Dios durante ocho o diez años, o incluso más, pero a juzgar por sus pensamientos, perspectivas, palabras y acciones, por su manera de tratar los asuntos y por las ideas que se les ocurren cuando les pasan cosas, está claro que son no creyentes e incrédulos de pies a cabeza. Estas personas han escuchado algunos sermones y tienen cierta experiencia y conocimientos; han interactuado bastante con sus hermanos y hermanas y deberían tener su propia forma de lenguaje cotidiano; sin embargo, la mayoría de ellas son incapaces de compartir el testimonio y, cuando hablan y expresan sus ideas, su lenguaje es demasiado simplista y no pueden explicar nada con claridad. Realmente están empobrecidas y ciegas y son patéticas; sin lugar a dudas, tienen un semblante absolutamente lamentable. Cuando alguien así cumple un deber y asume alguna responsabilidad, siempre lo podan. Es inevitable. ¿Por qué lo podan? Porque sus acciones infringen demasiado los principios-verdad; ni siquiera puede alcanzar la conciencia y la razón de la gente normal y habla y actúa como los no creyentes: es como si hubieran contratado a un no creyente para que fuera a hacer la obra de la casa de Dios. Por tanto, ¿qué calidad tiene el trabajo que realizan estas personas al cumplir sus deberes? ¿Cuál es su valor? ¿Son sumisas en alguna parte de su ser? ¿Acaso no tienen demasiados problemas y solo causan trastornos y perturbaciones? (Sí). Así pues, ¿no deberían podarlas? (Sí). Algunos escriben guiones sobre la vida de un cristiano, sobre cómo el protagonista sufre persecuciones, tribulaciones y diversas situaciones y sobre cómo aprecia y experimenta las palabras de Dios. No obstante, a lo largo de toda la historia, el protagonista apenas ora y a veces, al enfrentarse a alguna situación, ni siquiera sabe qué decir en oración. En el pasado, algunos solían escribir lo mismo para todo tipo de oración; cuando el protagonista se enfrentaba a algo, oraba: “¡Oh, Dios mío, ahora mismo estoy muy mal! ¡Estoy destrozado, totalmente destrozado! Guíame y esclaréceme”. Solo escribían palabras banales como estas, pero ante un evento, una situación o un estado de ánimo diferentes, el protagonista no sabía cómo orar ni tenía nada que decir. Esto me lleva a preguntarme: si estas personas retratan a unos protagonistas que no oran cuando se encuentran con problemas, ¿tienen el hábito de orar? Si no oran al enfrentarse a situaciones, ¿en qué confían en sus vidas diarias y en el cumplimiento de su deber? ¿En qué piensan? ¿Tienen a Dios en el corazón? (No tienen a Dios en el corazón. Confían en su propio pensamiento y en sus dones para hacer las cosas). El resultado es que las podan. ¿Cómo pensáis que evaluaré este asunto? Se debe podar a este tipo de gente. Estas personas, que no hacen ningún progreso y tienen inteligencia, pero carecen de corazón, han sido creyentes durante años; sin embargo, no tienen ni idea de qué decir en las oraciones cuando se encuentran con un problema; no tienen nada que decir a Dios ni saben cómo confiar en Él ni mantienen una conversación íntima con Él. Dios es el único más cercano a ti, el único que más merece tu confianza y dependencia; aun así, no tienes nada que decirle. Por tanto, ¿para quién reservas tus pensamientos más íntimos? No importa quién sea, si no tienes nada que decir a Dios, ¿qué tipo de persona eres? ¿Acaso no eres alguien totalmente desprovisto de humanidad? Si el guion no recoge la humanidad del protagonista, su vida como creyente y cómo experimenta y aprecia las palabras de Dios, etcétera, si solo es la cáscara vacía de un guion, ¿qué quieres mostrar a la gente al realizar esta película? ¿Qué sentido tiene ese guion que escribes? ¿Das testimonio de Dios o del poco nivel de conocimientos y educación que tienes? La mejor prueba concreta de dar testimonio a Dios es cómo ora y busca una persona y cómo se transforman sus ideas, actitudes, perspectivas y pensamientos sobre Dios cuando les ocurre algo o se enfrentan a adversidades. Por desgracia, algunos no entienden esto de ninguna manera. Siguen sin saber cómo orar después de varios años de fe; no es de extrañar que todavía no hayan hecho ningún progreso. Sus aptitudes profesionales no han mejorado y no han progresado en su entrada en la vida. ¿Acaso no se debería podar a esta gente? Así pues, para podar a las personas hay un antecedente. Si os negáis a aceptar la poda, o si no os podan, la consecuencia de esto y vuestro resultado serán peligrosos. Tenéis suerte ahora de contar con alguien que os pode y os discipline. Esta cosa maravillosa y beneficiosa es algo que los anticristos no pueden aceptar. Piensan que cuando los podan, eso significa que están acabados, que ya no tienen esperanza y que pueden ver cuál será su resultado. Piensan que la poda demuestra que ya no los valoran, que ya no son favoritos de lo Alto y que probablemente los descartarán. A partir de ahí, pierden la motivación en su fe y comienzan a hacer planes para salir al mundo y ganar mucho dinero, para seguir las tendencias mundanas y para hacer realidad el dicho “¡A vivir, que son dos días!”, y sus argucias empiezan a salir a la luz. Esto los pone en peligro y su próximo paso los llevará a traspasar el umbral, a marchar de la casa de Dios.
Cuando un anticristo tiene estatus y poder en la casa de Dios, cuando puede aprovechar las situaciones y sacar partido de ellas a cada instante, cuando la gente lo admira y lo adula y cuando piensa que parece que tenga a su alcance bendiciones, recompensas y un destino hermoso, por fuera parece rebosar de fe en Dios, en Sus palabras y Sus promesas a la humanidad y en la obra y las expectativas de la casa de Dios. No obstante, apenas lo podan, cuando se ve amenazado su deseo de recibir bendiciones, comienza a sospechar de Dios y a malinterpretarlo. En un abrir y cerrar de ojos, su fe aparentemente profusa desaparece y no se encuentra por ninguna parte. Apenas puede reunir la energía para siquiera andar o hablar y pierde el interés en cumplir su deber y todo el entusiasmo, el amor y la fe. Ha perdido la poca buena voluntad que le quedaba y no hace caso de nadie que le hable. Se convierte en una persona distinta por completo en un instante. Se revela, ¿no es así? Cuando una persona así se aferra a sus esperanzas de ser bendecida, parece tener una energía inagotable y ser leal a Dios. Puede levantarse temprano y trabajar hasta tarde por la noche y es capaz de sufrir y pagar un precio. Pero cuando ha perdido la esperanza de ser bendecida, es como un globo deshinchado. Quiere cambiar sus planes, encontrar otra senda y renunciar a su fe en Dios. Se siente desanimada y decepcionada con Él y se muestra quejumbrosa. ¿Es esta la expresión de alguien que persigue y ama la verdad, de alguien con humanidad e integridad? (No). Este individuo está en peligro. Cuando os encontréis con este tipo de persona, si es capaz de rendir servicio, sed amables al podarla y encontrad palabras agradables para alabarla. Aduladla e hinchadla como un globo y tendrá energía. Puedes decirle cosas como: “Estás muy bendecido, te brillan los ojos y veo que tienes una energía inagotable; seguro que serás un pilar en la casa de Dios. Sin ti, el reino de Dios nunca podría ser y la obra de la casa de Dios sufriría una pérdida. Pero tienes un pequeño defecto. Puedes superarlo con un poco de esfuerzo y, una vez corregido, todo estará bien; entonces, seguro que será tuya la mayor corona de todas”. Cuando alguien así hace algo mal, puedes podarlo a la cara. ¿Cómo deberías hacer eso? Tan solo dile: “Eres muy inteligente. ¿Cómo pudiste cometer un error tan básico? ¡Eso no debería haber ocurrido! Eres la persona de nuestro equipo con mejor calibre y más formación y prestigio. No deberías haberte equivocado de esta manera; ¡qué bochornoso! Asegúrate de no volver a cometer un error como este o será muy hiriente para Dios, sin duda alguna. Si vuelves a hacerlo, perjudicarás tu reputación. No te diré esto enfrente de nadie; te lo hago saber en secreto para que los hermanos y las hermanas no se hagan ninguna idea sobre ti. Solo intento asegurarme de que no dejen de respetarte, teniendo en cuenta tus sentimientos, ¿bien? Ya ves, ¿acaso no es amorosa la casa de Dios?”. Entonces, te contestará: “Sí”. “Y ahora, ¿qué viene?”. Y responderás: “¡Sigue trabajando bien!”. ¿Qué piensas sobre esta manera de tratarlo? Ese tipo de persona solo quiere recibir bendiciones siendo mano de obra, nunca busca los principios-verdad en sus palabras o acciones ni acepta la verdad en absoluto. Nunca piensa en si debería decir lo que dice o hacer lo que hace ni tiene en cuenta las consecuencias de sus actos ni ora, medita, busca ni comparte. Solo hace las cosas según sus propias ideas y hace lo que quiere. Cuando alguien dice o hace algo que hiere su orgullo o perjudica sus intereses, pone al descubierto sus defectos o problemas o le hace alguna sugerencia razonable, se enfurece lleno de ira y rencor y quiere vengarse; en casos más graves, quiere abandonar su fe y denunciar la iglesia al gran dragón rojo. Tenemos una manera de tratar a este tipo de persona: evitamos podarla y, en su lugar, la consentimos.
Hemos hablado sobre cómo al podar a los anticristos, siempre lo perciben como algo conectado a sus esperanzas de obtener bendiciones. Su actitud y su punto de vista son incorrectos, además de peligrosos. Cuando alguien señala los defectos o problemas de un anticristo, a ellos les parece que han perdido su esperanza de obtener bendiciones, y, cuando se los poda, o se los disciplina o se los regaña, sienten exactamente lo mismo. En cuanto algo no funciona a su manera o no se ajusta a sus nociones, en cuanto son expuestos y podados, sienten que su autoestima ha sufrido un golpe, dedican enseguida sus pensamientos a si les queda esperanza de obtener bendiciones. ¿No son un poco demasiado sensibles? ¿No desean demasiado obtener bendiciones? Dime, ¿acaso no son lamentables tales personas? (Lo son). ¡Por supuesto que son lamentables! ¿Y de qué manera son lamentables? Que alguien obtenga bendiciones o no ¿está relacionado con que se lo pode? (No). No tiene nada que ver. Entonces, ¿por qué les parece a los anticristos que han perdido la esperanza de obtener bendiciones cuando se los poda? ¿No tiene esto que ver con su búsqueda? ¿Qué buscan? (Obtener bendiciones). Nunca abandonan su deseo y su intención de obtener bendiciones. Han pretendido obtener bendiciones desde que empezaron a creer en Dios, y aunque han escuchado bastantes sermones, nunca han aceptado la verdad. Nunca han renunciado a su deseo e intención de obtener bendiciones. No han rectificado ni cambiado sus puntos de vista sobre la fe en Dios, y no han purificado su pretensión de cumplir con su deber. Lo hacen todo aferrándose a su esperanza y a su intención de obtener bendiciones, y al final, cuando sus esperanzas de obtener bendiciones están a punto de ser frustradas, montan en cólera, y se quejan amargamente, dejando finalmente al descubierto su fea actitud de dudar de Dios y su negación de la verdad. ¿Acaso no cortejan la muerte? Tal es la consecuencia inevitable de que los anticristos no acepten la verdad en lo más mínimo, ni acepten que los poden. En su experiencia de la obra de Dios, todo el pueblo escogido de Dios puede saber que Su juicio, castigo y poda son Su amor y Sus bendiciones; sin embargo, los anticristos creen que esto es solo algo que la gente dice, y no creen que sea la verdad. Por tanto, los anticristos no ven las podas como lecciones de las que aprender, ni buscan la verdad ni reflexionan sobre sí mismos. Por el contrario, creen que la poda nace de la voluntad humana, que es una mortificación intencionada, cargada de intenciones humanas, y ciertamente no de Dios. Optan por resistirse y hacer caso omiso de esto, e incluso estudian por qué alguien los trataría así. No se someten en absoluto. Vinculan todo lo que ocurre en el cumplimiento de su deber a la obtención de bendiciones y recompensas, y consideran que la obtención de bendiciones es la búsqueda más importante en su vida, así como el objetivo último y más elevado de su fe en Dios. Se aferran de por vida a su intención de obtener bendiciones, por mucho que en la casa de Dios se hable sobre la verdad, y no la abandonan, pues creen que la fe en Dios que no sirve para obtener bendiciones es una idiotez y una locura, que es una gran pérdida. Piensan que cualquiera que renuncie a su intención de ganar bendiciones ha sido engañado, que solo un necio renunciaría a la esperanza de obtenerlas, y que aceptar la poda es una muestra de idiotez e incompetencia, algo que no haría una persona inteligente. Este es el pensamiento y la lógica de un anticristo. Por lo tanto, cuando se poda a un anticristo, en el fondo se muestra muy resistente, y es hábil en sofismas y farsas; no acepta la verdad en lo más mínimo ni se somete. Por el contrario, rebosa desobediencia y desafío. Esto puede conducir a oponerse a Dios, a juzgarlo y combatirlo, y al final, a ser revelado y descartado.
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