Punto 8: Quieren que los demás se sometan solo a ellos, no a la verdad ni a Dios (II) Parte 3
C. La actitud y la conducta de la gente en su trato con el sexo opuesto
El tercer punto es la actitud y la conducta de la gente en su trato con el sexo opuesto en la vida diaria. Este es un asunto que afrontarán todos los que viven con otras personas, independientemente de su edad. ¿Qué aspecto de la humanidad involucra? La dignidad de uno, su sentido de la vergüenza y su estilo de conducta. Algunas personas ven el contacto con el sexo opuesto con indiferencia. Creen que no tiene importancia mientras no pase nada y que tampoco la tiene entregarse a los pensamientos lujuriosos o exteriorizar una pasión inicua. ¿Debe pensar así alguien que tenga una humanidad normal? ¿Es esto señal de tener una humanidad normal? Una vez que seas lo bastante mayor como para casarte y tener contacto con el sexo opuesto y quieras tener una relación, hazlo con normalidad y nadie se meterá en ello. Sin embargo, algunos no quieren una relación: coquetean un par de días con alguien que despierta su interés, y en cuanto conocen a alguien que los atrae y se ajusta a sus preferencias, empiezan a exhibirse. ¿Y cómo se exhiben? Levantan una ceja, guiñan un ojo o cambian el tono de voz al hablar, o bien se mueven de cierta manera o se ponen a hacer comentarios graciosos para hacerse notar; esto es exhibirse. Cuando alguien que normalmente no es así revela estos comportamientos, puedes estar seguro de que hay cerca miembros del sexo opuesto que se ajustan a sus preferencias. ¿Quiénes son estas personas? Tal vez digas que se comportan indebidamente o que no mantienen unos límites claros entre hombres y mujeres, pero no han exhibido ninguna conducta deplorable. Algunos podrían alegar que simplemente están siendo frívolos. Dicho de otro modo, se comportan de manera indigna; las personas frívolas carecen de la idea de dignidad. Algunas personas revelan estas características en la vida cotidiana, pero no se ven afectados ni el cumplimiento de su deber ni la ejecución de su trabajo; entonces, ¿es esto realmente un problema? Hay quienes dicen: “Mientras no les impida perseguir la verdad, ¿hay necesidad de hablar de ello?”. ¿A qué se refiere esto? A la vergüenza y dignidad de la humanidad de cada uno. La humanidad de una persona no puede carecer de vergüenza y dignidad, sin las cuales no puede ser una humanidad normal. Algunas personas son fiables, serias y responsables y trabajan duro en todo lo que hacen. No tienen problemas graves, pero, sencillamente, no se toman en serio este aspecto de su vida. Cuando coqueteas con alguien del sexo opuesto, ¿es algo constructivo o destructivo? ¿Y si se enamora de ti la persona con la que coqueteas? Quizá digas: “No es lo que yo quería”; bueno, si sigues coqueteando con alguien cuando eso no es lo que quieres, ¿no estás jugando con esa persona? ¡Le haces daño! Esto carece un poco de sentido moral. Quienes hacen esto tienen una calidad humana mediocre. Además, si no tienes la intención de continuar con esa relación ni vas en serio, y pese a ello levantas las cejas, guiñas un ojo al sexo opuesto y te exhibes con gracia y humor, haciendo de todo por mostrar que tienes estilo y que eres una persona atractiva… Si te exhibes así, ¿qué estás haciendo realmente? (Seducir). Hay una intención de seducir en ello. Ahora bien, esta clase de conducta seductora, ¿es noble o espantosa? (Espantosa). En este punto ya no hay dignidad. ¿Qué tipo de personas en este mundo seducen a otras? Las prostitutas, las mujeres indecentes y los canallas; esas personas no conocen la vergüenza. ¿Qué significa no conocer la vergüenza? Que son indiferentes a la deshonra. La integridad, la vergüenza y el honor, así como la dignidad y la reputación, no les importan. Las personas así van por ahí presumiendo y coqueteando. Coquetear con una o dos personas no es suficiente para ellas, y ocho o diez no les parecen un exceso. Serían necesarias miles y miles para hacerlas felices. Algunas mujeres casadas han tenido dos hijos y nadie fuera de su casa lo sabe. ¿Por qué no dejan que la gente se entere? Les preocupa que, una vez que digan que están casadas y comprometidas, ya no tendrán éxito en sus coqueteos y perderán su atractivo y su seducción. Por eso no son francas sobre el tema. ¿Acaso esas personas no son indiferentes a la deshonra? ¿Es normal la humanidad de una persona si contiene ese tipo de cosas? No lo es. Esto implica que, si tienes una humanidad y unos comportamientos como esos, eres deficiente en términos de humanidad normal, ya que carece de vergüenza y dignidad. Algunas personas comienzan a acomodarse el pelo y la ropa en cuanto están cerca de alguien del sexo opuesto, o se aplican colorete y polvos para hacer lo posible por ponerse guapas. ¿Cuál es su objetivo al hacerlo? El objetivo es la seducción. Eso es algo que no debería estar presente en la humanidad normal. Ser capaz de seducir a la gente de esta manera y no sentir nada, sino pensar que es bastante común y corriente, que no es nada importante, es carecer de sentido de la vergüenza y no saber siquiera qué se debe hacer y qué no. Hay quienes estarían dispuestos a caminar por la calle completamente desnudos si les dieran diez mil yuanes. ¿Qué clase de personas son? Personas sin sentido de la vergüenza. Harían cualquier cosa por dinero, sin vergüenza. Para ellas, la integridad, la calidad humana, el sentido de la vergüenza y la dignidad no significan nada y son inútiles. Consideran que su capacidad de presumir y seducir a otros es un talento que poseen, y su única alegría proviene de ganarse el favor de otras personas y de tener más pretendientes. Ese es el mayor honor para una mujer así; es lo que atesora. No valora cosas como la dignidad, el sentido de la vergüenza o la calidad humana. ¿Es eso una humanidad buena? (No). ¿Habéis presentado estos comportamientos? (Sí). ¿Sois capaces de mantenerlos bajo control, entonces? ¿Podéis mantenerlos bajo control la mayor parte del tiempo o solo a ratos? ¿Tenéis la capacidad de conteneros? Las personas que pueden dominarse son aquellas cuyo corazón conoce la vergüenza. Todo el mundo tiene momentos pasajeros de impulsividad y libertinaje, pero cuando les sucede a quienes pueden contenerse, estos sienten que lo que están haciendo no está bien, que los degrada y que deben dar media vuelta de inmediato y no volver a hacerlo. Y más tarde, cuando vuelven a encontrarse con algo así, son capaces de controlarse. Si tu humanidad no contiene ni siquiera ese ápice de capacidad de autocontrol, entonces, ¿contra qué podrías rebelarte cuando se te pida que practiques la verdad? Algunas personas han sido bendecidas con una buena apariencia y el sexo opuesto va tras ellas constantemente; cuanto más van tras ellas, más se creen que pueden permitirse el lujo de exhibirse. ¿No es esto peligroso para ellas? ¿Qué deberías hacer en esta situación? (Reconocer y evitar este peligro). Es realmente un peligro que has de evitar; si no, es muy posible que descubras que una persona te ha seducido. Es preciso que evites este peligro antes de que te seduzca; es lo que se denomina autocontrol. Los que tienen autocontrol tienen sentido de la vergüenza y dignidad. Quienes no lo tienen pueden verse atraídos por cualquiera que los seduzca y morder el anzuelo cuando alguien va tras ellos, lo que trae problemas. Por otra parte, también se exhibirán, arreglarán y acicalarán adrede y optarán por ponerse, en concreto, aquella ropa que tengan que les haga parecer más elegantes, atractivos y guapos y se la pondrán todos los días; esto es peligroso para ellos y demuestra que son personas que tratan conscientemente de seducir a otras. Si tu aspecto es demasiado atractivo y seductor con esa ropa, debes rebelarte contra tu carne y renunciar a ponerte esa clase de atuendo. Si estás decidido en este sentido, entonces puedes hacerlo. Sin embargo, si no tienes esta determinación y quieres buscar pareja, adelante y búscala: relacionaos con normalidad, sin coqueteos. Si no buscas pareja, pero aun así coqueteas con otras personas, esto solo puede calificarse de falta de sentido de la vergüenza. Has de tener claro lo que vas a elegir. ¿Podéis todos vosotros respetar estos principios? (Estamos decididos a ello). Si estáis decididos a ello, tenéis la energía, la motivación, y os será fácil respetarlos. Algunas personas son, básicamente, decentes por naturaleza y, además, al haber descubierto la fe en Dios, persiguen la verdad y tomar la senda correcta, así que no tienen aquel deseo ni responden a los intentos de coqueteo de nadie. Algunas personas son bastante propensas a esto, mientras otras no hacen ni caso; algunas parecen tener esta determinación, pero ni ellas mismas saben si realmente es así o no. Con respecto a interactuar con el sexo opuesto, esto es algo que debes abordar correctamente, revaluarlo e identificarlo como parte de la dignidad y la vergüenza de una humanidad normal. ¿Cómo se relaciona la falta de sentido de la vergüenza con la falta de humanidad? Es justo decir que si uno no tiene sentido de la vergüenza, no tiene humanidad. ¿Por qué será que todos los que carecen de humanidad no aman la verdad? ¿Y por qué decimos que uno puede perseguir la verdad si posee humanidad? Decidme, ¿las personas sin sentido de la vergüenza saben lo que es bueno y lo que no lo es? (No). Entonces, cuando hacen cosas malas que se oponen y traicionan a Dios y vulneran la verdad, ¿sienten algún tipo de reprobación hacia sí mismas? (No). ¿Pueden tomar la senda correcta si su conciencia no las reprende? ¿Pueden perseguir la verdad? Las personas descaradas, desvergonzadas, están adormecidas; no pueden distinguir con claridad las cosas positivas y negativas ni lo que Dios ama y lo que aborrece. Entonces, cuando Dios dice que las personas deben ser honestas, estas dicen: “¿Qué tiene de malo decir una mentira? ¡Decir algo falso no es degradante!”. ¿No es algo que diría alguien que no tiene vergüenza? Si una persona con sentido de la vergüenza no es honesta y los demás la descubren, ¿no se ruboriza? ¿No se siente incómoda en su interior? (Sí). ¿Y qué hay de una persona desvergonzada? “Ser una persona honesta, lo que piensan los demás, lo que valgo para ellos o la importancia que me dan, ¡a mí no me importa nada de eso!”. No le importa. ¿Puede perseguir la verdad pese a ello? Si después de decir mentiras le preguntas si siente el corazón intranquilo o si siente culpa, dirá: “¿Qué significa estar tranquilo? ¿Qué es la culpa? ¿Por qué esto tiene que ser tan fastidioso?”. No tiene esa conciencia. ¿Puede alguien con una razón tan poco desarrollada seguir a Dios? ¿Puede perseguir la verdad? No la persigue. Para esa persona no hay límites entre las cosas positivas y las negativas, entre la verdad y lo que la vulnera; todo es lo mismo. Es incapaz de distinguir unas cosas de otras. Al fin y al cabo, piensa, estará bien mientras todos hagan un esfuerzo, lleven a cabo su deber y paguen un precio. No siente reprobación hacia sí misma cuando ha hecho algo que se opone a Dios, cuando ha hecho algo que vulnera los principios-verdad, cuando ha hecho algo que ha perjudicado los intereses de otra persona ni cuando ha hecho algo que perturba la obra de la iglesia. No siente la más mínima reprobación hacia sí misma. En esto, ¿no le falta sentido de la vergüenza? Las personas sin sentido de la vergüenza no tienen discernimiento de este tipo de cosas. Para ellas, se trata de hacer lo que quieren. Todo vale, no hay necesidad de usar la verdad para emitir juicios. Así que no hay manera de que las personas sin sentido de la vergüenza entiendan o practiquen la verdad. Esta es la relación entre no tener sentido de la vergüenza y no tener humanidad. ¿Por qué, entonces, no fuisteis capaces de decirlo? Todos estáis pensando: “Lo que estás predicando no tiene mucho que ver con la verdad, de hecho, dista bastante de ella. Por lo general, podemos ver estas cosas claramente, así que ¿es necesario que nos hables de ellas de todas formas?”. Si consideráis que no tiene nada que ver con la verdad, entonces, ¿en qué medida habéis entrado en la realidad-verdad? ¿Estáis viviendo la humanidad normal? ¿Realmente os habéis convertido en gente que posee la verdad y humanidad? Tenéis una estatura demasiado pequeña y no podéis siquiera comprender estas cosas, así que ¿qué realidad-verdad podríais tener?
Uno de los diez decretos administrativos de la casa de Dios dice: el hombre tiene un carácter corrupto y, además, posee sentimientos. Por tanto, queda absolutamente prohibido que dos miembros del sexo opuesto trabajen juntos, solos, en el servicio a Dios. Cualquiera que sea descubierto haciendo eso será expulsado, sin excepción. ¿Qué piensa la gente de este decreto administrativo? Decidme, si un hombre tuviera relaciones inapropiadas con más de treinta mujeres, ¿cómo se sentirían las personas que se enterasen de ello? (No lo creerían). Te sorprendería escucharlo, estarías impactado: “Dios mío, ¡son muchísimas! Es repugnante, ¿no crees?”. ¿Y qué sentimiento habría experimentado ese hombre al decírtelo? (Habría actuado como si no le importase). Para él, no sería nada de otro mundo. Pregúntale qué comerá hoy: “Arroz”. Pregúntale con cuántas mujeres ha estado: “Treinta o más”. Diría las dos cosas exactamente con el mismo tono de voz y con la misma mentalidad. ¿Hay salvación para una persona con una humanidad así? No la hay, ni siquiera si cree en Dios. ¿Cómo es posible que no sepa que debe avergonzarse al soltar algo así? ¡Es un asunto denigrante! ¿Cómo podría simplemente soltarlo, entonces? Decidme, ¿le queda aún algún sentido de la vergüenza? No. La percepción de la conciencia dentro de su humanidad ya se ha adormecido y no le queda más perspicacia. No es una simple cuestión de ser depravado; las personas sin vergüenza ni dignidad ya no son personas. Desde fuera aún lo parecen, pero eso se desbarata en cuanto tienen que encargarse de algo. Al no conocer la vergüenza, son capaces de cualquier cosa, y eso significa que ya no son personas. Terminemos aquí nuestra conversación sobre estos temas.
Meditad sobre estos tres aspectos de la humanidad normal sobre los que hemos conversado hoy. ¿Son importantes? Estas cosas de la humanidad normal, ¿están desconectadas de la búsqueda de la verdad? (No). Entonces, ¿qué tienen que ver con ella? Si la humanidad de un creyente en Dios no posee una meticulosidad, un sentido de la responsabilidad o una capacidad de atención en su actuar, si no posee tal humanidad, ¿qué puede ganar en su fe en Dios y en su búsqueda de la verdad ese creyente? Hemos hablado sobre muchas verdades a lo largo de los años, verdades de cada área. Si las personas no se esfuerzan ni tratan estas verdades con una mentalidad escrupulosa y hacen todo a la carrera y nada de manera concienzuda, ¿pueden alcanzar un entendimiento de la verdad como este? Algunas personas dicen: “Si no puedo alcanzar un entendimiento de la verdad, ¿no puedo al menos aprender estas doctrinas y terminología de memoria?”. ¿Podrás, de esa manera, ganar la verdad al final? Si no posees este tipo de humanidad normal y tu humanidad carece de estas cosas, es decir, no tienes una actitud escrupulosa, meticulosa, seria y responsable hacia las cosas, entonces, la verdad se convierte en doctrinas y eslóganes para ti; se convierte en preceptos. No puedes ganar la verdad porque no eres capaz de entenderla. Más allá de eso, si no puedes gestionar bien el entorno, la rutina y el estilo de tu vida personal, ¿podrás entrar en los diversos principios y enunciados que la verdad implica? No podrás. Además, mientras viva, la gente debe amar las cosas positivas y debe mantener una actitud de odio y repugnancia desde lo profundo de su corazón hacia las cosas negativas y perversas. Esta es la única manera de entrar en algunas verdades. Esto quiere decir que, en tu búsqueda de la verdad, debes tener la actitud correcta y el estado mental apropiado; debes ser una persona honrada y seria. Solo las personas así pueden ganar la verdad. Si una persona no tiene sentido de la vergüenza y permanece adormecida e inconsciente en su corazón cuando ha hecho muchas cosas perversas, muchas cosas que se rebelan contra Dios y vulneran la verdad con la convicción de que no son nada de otro mundo; ¿le sirve de algo la verdad? No le sirve en absoluto. La verdad no tiene efecto alguno sobre ella y no puede frenarla, reprenderla, guiarla o señalarle la dirección y la senda, lo que significa que esa persona está en peligro. ¿Cómo podría una persona que no tiene siquiera sentido de la vergüenza comprender la verdad? Para que una persona pueda comprender la verdad, primero debe ser sensible a las cosas positivas y negativas en su corazón. La mera mención de una cosa negativa o perversa o su encuentro con ella le genera repulsión, y si ella misma hace una cosa así, se siente avergonzada e inquieta. Siente amor por la verdad y puede aceptarla en su corazón; puede usarla para dominarse y cambiar sus estados incorrectos. ¿No son esas las cosas que debería poseer la humanidad normal? (Sí). Si las posee, ¿no se vuelve fácil para una persona perseguir la verdad? Y si alguien no posee ninguna de ellas, entonces hablar de perseguir la verdad es pura palabrería, ¿cómo podría hacerlo sin cosas positivas en su corazón? Hasta que tu humanidad no esté dotada de estas cosas, la verdad no echará raíces, no florecerá ni dará fruto en tu interior; hasta entonces, no tendrá efecto. Cuando hayas entendido la verdad, serás capaz de cambiar tu pensamiento y controlar tu comportamiento, y tus pensamientos corruptos disminuirán cada vez más. Esto es cambio verdadero.
¿Cuántas de estas manifestaciones de humanidad normal sobre las que hemos hablado hoy poseéis? ¿Cuántas os faltan? ¿Qué poseéis? (Sentido de la vergüenza). Sentido de la vergüenza. Esa es una buena. Sentido de la vergüenza es lo mínimo que debéis poseer. ¿Qué más? ¿Todos tenéis una mentalidad y una actitud escrupulosa y meticulosa hacia las personas, los acontecimientos y las cosas? Veo que sois descuidados en todo lo que hacéis, siempre aletargados y holgazaneando, y cuando veo esas cosas que hacéis, crece la ansiedad en Mi corazón. ¿Podéis detectar esos problemas en vosotros mismos? ¿Os preocupáis cuando los detectáis? (Sí). ¿Cómo? Hablad sobre ello. (Ahora que acabo de oír la enseñanza de Dios, considero que no tengo mucha humanidad y que he tenido una mentalidad frívola hacia mi deber y hacia los acontecimientos de mi vida. Estoy muy alejada de los estándares que Dios exige. Eso me da un poco de miedo). Falta mucho en tu humanidad, ¿es eso? Consideras que crees en Dios hace años y has oído muchas verdades, sin embargo, ni siquiera posees las cosas más fundamentales de la humanidad. ¿Cómo podrías no estar nerviosa? Algunas personas tienen un poco de habilidad técnica, pero todo lo que hacen es de mala calidad. Todo es deficiente, no cumple con los estándares, y no investigan cuáles son los métodos avanzados y convencionales. ¿No es esta una actitud retrógrada por su parte? Por ejemplo, una vez se le pidió a alguien que colocase una puerta y dijo: “De donde yo vengo, la mayoría de las puertas son de una sola hoja”. El pequeño lugar del que procede esta persona no representa la norma. Debería estudiar los estilos de las puertas de las tiendas y los edificios residenciales de las grandes ciudades y luego hacer su trabajo basándose en la realidad de la situación. Sin embargo, aquí, abrió la boca y dijo: “En mi tierra no fabricamos puertas de doble hoja, y aquí no hay muchas personas. Si las hubiera, tampoco sería un problema tan grave: pueden simplemente meterse a presión”. Otra persona dijo: “Si las personas entran a presión durante mucho tiempo, el marco se romperá. Conversémoslo. Esta vez, de manera excepcional, haz una puerta de dos hojas, ¿de acuerdo?”. Entonces él dijo: “¡No! Yo hago puertas de una hoja; no puedo hacer puertas de doble hoja. ¿Eres tú quien sabe hacerlas o yo? Soy yo, así que, ¿por qué no me haces caso en esto? ¡Debes escucharme a mí!”. Se le dijo que trabajara de acuerdo con la situación, pero no quiso hacer caso e insistió en hacer una puerta pequeña. ¿No es una molestia? Al pedirle que colocara un panel de vidrio entre el interior y el exterior para permitir que entrara la luz y evitar que el espacio pareciera pequeño, dijo: “¿Por qué pondríamos vidrio? Eso implicaría un riesgo de seguridad, ¿no crees? No colocaré vidrio; con estas dos puertas estará bien. Este es el único tipo de puertas que utilizamos en el lugar del que vengo”. Siempre está sacando a relucir cuestiones como “de donde vengo”, “en mi tierra”, “he estudiado cosas técnicas” para reprimir a otros. ¿Esas cosas son la verdad? (No). Para que adopten una actitud como esa hacia los asuntos externos, ¿qué les debe de faltar en su humanidad? Racionalidad. ¿Y qué tipo de cosa, específicamente, debe de faltarles en su racionalidad? Conocimiento. Siempre considera que todo lo del lugar del que viene es correcto, que es lo mejor, que es la verdad. ¿No es escasa esa racionalidad? ¿Cómo debería ser la racionalidad normal? Con racionalidad normal, él habría dicho: “Llevo muchos años en este negocio, pero no he visto mucho. Así es como todos hacemos las puertas en el lugar de donde soy, así que veamos cómo de grandes son las puertas en este lugar. Aceptaremos lo que hace la gente aquí; este es un lugar diferente y, en esta tarea, debería mantenerme flexible”. ¿No es eso racionalidad? (Sí). Entonces, ¿esa persona tiene este tipo de racionalidad? No. No posee razón. ¿Y cómo se manejó el tema al final? Hubo que volver a hacer el trabajo. ¿No es una pérdida tener que rehacer un trabajo? (Sí). Lo es. Este tipo de situaciones, ¿se dan en muchas ocasiones? Sí. Esa persona es obstinada de la cabeza a los pies. ¿Cómo de obstinada? No escuchó a nadie, ni siquiera a Mí, y también me contradijo. Yo dije: “Es necesario que la cambies. Si no lo haces, este no es el trabajo para ti”. Y tuvo las agallas de decir: “¡Haré una puerta de este tamaño aunque Tú no me necesites!”. ¿Qué carácter es ese? ¿Es eso humanidad normal? (No). No es humanidad normal, entonces, ¿qué humanidad es? A Mi modo de ver, es como una bestia. Es como cuando un buey tiene sed: no importa cuántos bienes o personas lleve en la carreta, en cuanto vea un charco o un río, tirará de la carreta directamente hacia allí. No hay cantidad de personas que pueda sacarlo de ahí. Estamos hablando de un animal. ¿Las personas también tienen ese tipo de carácter? Cuando es así, no es humanidad normal, y es peligroso. Encontrarán una excusa para rechazarte, para dejar de escuchar. Son muy obstinadas y necias. Con asuntos como este en la vida diaria, si no tienes una actitud de aceptación modesta, de receptividad hacia las opiniones de los demás, si no tienes una actitud de estudio, ¿cómo podrás aceptar la verdad? ¿Cómo podrás ser capaz de practicarla? Todos dicen que sería más adecuado hacer una puerta de doble hoja. Ni siquiera puedes hacer eso, y eso no se acerca en nada a practicar la verdad; ni siquiera escuchas una sugerencia sensata. ¿Serías capaz de escuchar algo que involucre la verdad? No escucharías, como siempre. Algo así no cala en una persona que posee este tipo de carácter, y eso significa un gran problema para ella. Si la humanidad de una persona no posee siquiera este tipo de razón, ¿qué verdad puede practicar? ¿Para quién hace todas esas cosas con las que está ocupada día a día? Las hace en total consonancia con sus propias preferencias, con sus propios deseos egoístas. Todos los días, tiene este tipo de visión hacia las personas, los acontecimientos y las cosas que la rodean en la vida diaria: “Haré lo que quiera, haré lo que considere y haré lo que crea”. ¿Cómo se llama esto? Todo el día, todo lo que piensa es completamente malvado. Y si su corazón es tan malvado, ¿qué hay de sus acciones? ¿Existe una persona cuyos pensamientos sean malvados pero sus acciones, a pesar de todo, se ajusten a la verdad? Esto no es correcto, sería una contradicción. Sus pensamientos son pura maldad y su punto de partida es completamente malvado, así que las cosas que hará, como mínimo, no serán conmemoradas. Y de las cosas que no son conmemoradas, algunas son trastornos y perturbaciones, algunas son destructivas, mientras que otras no son tan malas. Si estas cosas se tomasen en serio, se las debería condenar. Así es como funciona.
Algunas personas poseen una especie de perspectiva errónea que a otros les parece bastante repugnante. Estas personas tienen algunos dones o fortalezas, o quizás un oficio, algo de pericia o una habilidad especial en algún área, y después de empezar a creer en Dios, se creen personas distinguidas. ¿Es correcta esa actitud? ¿Qué pensáis de esta perspectiva? ¿Es algo que pertenece al pensamiento de la humanidad normal? No. ¿Qué tipo de idea es, entonces? ¿No carece de razón? (Sí). Ellos piensan: “Soy más elevado que la gente corriente porque conozco este oficio, y soy mejor que la persona promedio de la casa de dios. Soy un hombre dotado de destreza y capacidad, y soy buen orador y talentoso. Causo sensación en la casa de dios. Soy el ombligo del mundo. Nadie me puede dar órdenes, nadie me puede dirigir y nadie me puede mandar hacer nada. Tengo esta habilidad, así que haré lo que quiera. No necesito pensar en los principios: todo lo que hago es correcto y está de acuerdo con la verdad”. ¿Qué pensáis de esta perspectiva? ¿No hay personas así? Esas personas no son la minoría, y vienen a la casa de Dios a pavonearse. Si usaran sus fortalezas o habilidades para cumplir un deber en la casa de Dios, estaría bien, pero si lo que quieren es pavonearse, entonces es un problema de otra naturaleza. ¿Por qué se dice que “se pavonean”? Ven a los creyentes en Dios como estúpidos, los consideran insignificantes. ¿No habrá algo que funciona mal en su pensamiento? ¿No hay un problema en su racionalidad? ¿Es así como son las cosas en realidad? ¿Es cierto que la gente que cree en Dios no vale nada? (No). Entonces, ¿por qué esas personas la ven así? ¿Por qué tendrían un pensamiento como ese? ¿Qué da origen a un pensamiento así? ¿Lo aprenden de los no creyentes? Piensan que los que creen en Dios son insignificantes, que son todos amos y amas de casa, que son todos campesinos y que pertenecen al estrato más bajo de la sociedad. Su perspectiva es la del gran dragón rojo. Piensan que quien cree en Dios es incompetente, gente que no pudo abrirse paso en la sociedad y que solo llegó a creer en Dios porque no había otra senda para ella ahí fuera; ningún otro lugar a donde ir. Piensan que, porque tienen alguna habilidad, saben un poco sobre alguna profesión o tienen cierto conocimiento técnico, eso las convierte en personas de talento en la casa de Dios. ¿Es correcto ese pensamiento? (No). ¿En qué es incorrecto? Creen que no hay personas capaces en la casa de Dios y, con la pizca de conocimiento profesional que tienen, les gustaría ejercer poder y tener la última palabra sobre las cosas. ¿Hay personas así por ahí? ¿Hay personas como esas a vuestro lado o entre aquellos con quienes tenéis relación o a quienes conocéis? Hay muchas personas que tienen habilidades en cierta área, y cuando les pides que se desempeñen como líderes de grupo o supervisores, sienten como si hubieran ganado un puesto oficial. Consideran que tienen la última palabra en la casa de Dios, que nadie más cuida los intereses de Su casa como ellas ni los protege más que ellas y que nadie es tan leal como ellas. Quieren gestionarlo todo y participar en todo, pero no gestionan nada bien y tampoco buscan los principios-verdad. Ni siquiera escuchan lo que Yo les digo. ¿Hay personas así por ahí? (Sí). Hay personas así. Bajo la bandera de las ciertas habilidades que poseen, pretenden gestionar a todos y ocupar un cargo importante. Por ejemplo, cuando algunos hermanos y hermanas hacen algo que no les gusta, dirán: “Debemos encargarnos de estas personas, ¡son inaceptables!”. Cuando los creyentes en Dios tienen un problema, se debe compartir la verdad con ellos. Esto no es un campamento militar donde se debe practicar el control militar. En los asuntos de la iglesia, los problemas solo se pueden resolver hablando sobre las palabras de Dios y ayudando a la gente a comprender la verdad. Aquellos que no aceptan la verdad y actúan de manera arbitraria y caprichosa pueden que sean podados; solo aquellos que están empecinados en no aceptar la verdad podrían ser disciplinados. Hay algunas personas que han servido como supervisores o líderes y obreros que claramente no poseen la realidad-verdad, pero, aun así, siempre pretenden ejercer poder y tener la última palabra en la casa de Dios. ¿Tienen conciencia y razón esas personas? Apenas saben algunos trucos de una profesión y no comprenden en lo más mínimo la verdad. Se creen útiles y capaces al pensar que son mejores que la persona promedio de la casa de Dios, y pretenden hacer lo que quieran en la iglesia desde una posición de poder; tener la única y la última palabra. No buscan los principios-verdad, sino que actúan conforme a sus deseos, según sus preferencias. ¿Cuál es el problema aquí? ¿No es ese el carácter de un anticristo? ¿Poseen las personas así la razón de una humanidad normal? No tienen ni un ápice de ella. Aquí daremos por terminada nuestra conversación sobre la humanidad normal.
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