219 Despierta, que eres capaz
1 La obra actual del Espíritu Santo es realmente difícil de imaginar para las personas y entra toda ella en la realidad; verdaderamente no te servirá de nada ser irreflexivo. Si tu corazón y tu mente no están en el lugar correcto, entonces, no tendrás salida. De principio a fin debes permanecer vigilante en todo momento y debes asegurarte de protegerte contra la negligencia. ¡Bienaventurados los que están continuamente vigilantes y a la espera, y que están tranquilos ante Mí! ¡Bienaventurados los que me miran de continuo con sus corazones, que se preocupan por escuchar Mi voz con atención, que prestan atención a Mis acciones y ponen en práctica Mis palabras! En verdad el tiempo no puede admitir más retraso; se desatarán todo tipo de plagas que abrirán sus bocas feroces para devoraros a todos como un torrente. ¡El momento ha llegado! No queda ya lugar para la reflexión. La única salida que os traerá bajo Mi protección es volver ante Mí.
2 ¡Los que son inteligentes deben despertarse rápidamente a la verdad! Renuncia a todas las cosas de las que no estás dispuesto a deshacerte. ¡Estas cosas son realmente dañinas para tu vida y no son beneficiosas! Espero que puedas confiar en Mí en tus acciones, de lo contrario el único camino por delante será el de la muerte, ¿y dónde irás, entonces, a buscar el camino de la vida? ¡Retira tu corazón que ama ocuparse con cosas externas! ¡Retira tu corazón que desobedece a otras personas! La obra actual del Espíritu Santo no es como tú imaginas. Si eres incapaz de renunciar a tus nociones, entonces, sufrirás una gran pérdida. Si la obra fuera según los conceptos del hombre, ¿podrían tu vieja naturaleza y tus conceptos salir a la luz? ¿Podrías conocerte a ti mismo? Quizás sigas pensando que estás libre de conceptos, pero esta vez todas tus diversas y feas facetas saldrán claramente a la luz.
Adaptado de La Palabra, Vol. 1. La aparición y obra de Dios. Declaraciones de Cristo en el principio, Capítulo 14