1 Un día, vuestra experiencia será tal que entenderéis que la encarnación de Dios, con Su cuerpo carnal de humanidad normal, es lo que la humanidad entera necesita. Cuanto más normales son la encarnación de Dios, Su humanidad y todo lo que Él tiene y revela, mayor es su salvación para nosotros; cuanto más normales son, más las necesitamos. Si la encarnación de Dios fuera sobrenatural, entonces ninguno de nosotros –aunque fuéramos escogidos por Dios– podría ser salvo. Es precisamente debido a la humildad y escondimiento de Dios, a la normalidad y practicidad de este Dios aparentemente común y corriente, que las personas tienen una oportunidad de alcanzar la salvación. En las personas existe desobediencia y la esencia de un carácter satánico corrupto, que dan pie a todo tipo de nociones, malentendidos y antagonismos sobre Dios, de manera que, como resultado de estas nociones, las personas frecuentemente niegan a este Cristo y niegan Su humanidad normal. Esto es un error enorme.

2 Si deseas ser salvado, recibir la salvación de Dios y aceptar Su juicio y castigo, primero debes hacer a un lado todas tus distintas nociones y definiciones erróneas de Cristo; debes hacer a un lado tus distintas ideas y opiniones acerca de Cristo y debes encontrar una manera de aceptar todo lo que venga de Él. Solo entonces las palabras que Él pronuncia y las verdades que Él expresa encuentran cierta entrada en tu corazón y se vuelven tu vida. Si deseas seguir a Cristo, debes aceptar todo lo que está asociado con Él; no debes estar en Su contra ni malinterpretarlo mediante tus propias nociones ni aferrarte a ellas y malinterpretarlo y dudar de Él constantemente o, incluso, resistirte y oponerte a Él. Con semejante actitud, solo puedes hacerte daño; no representa el más mínimo beneficio para ti.

Adaptado de La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Solo si se corrigen las propias nociones es posible emprender el buen camino de la fe en Dios (1)