Ⅰ

Cuando llega el calor de la primavera

y las flores comienzan a florecer,

cuando todo debajo de los cielos está cubierto de verde,

cuando todas las cosas están en su lugar,

entonces todas las personas y cosas entrarán

lentamente en el castigo de Dios.

Y en ese momento, toda la obra de Dios

en la tierra llegará a su fin.

Dios ya no obrará ni vivirá en la tierra,

porque Su gran obra habrá sido cumplida.

¿Acaso las personas son incapaces

de dejar a un lado su carne por este corto tiempo?

Ⅱ

¿Qué puede separar el amor entre el hombre y Dios?

¿Quién puede deshacer ese mismo amor?

¿Son los padres, maridos,

hermanas, esposas o el refinamiento doloroso?

¿Pueden los sentimientos de conciencia

borrar la imagen de Dios dentro del hombre?

¿Acaso son las acciones de las personas

entre sí su propio hacer?

¿Pueden ser remediadas por el hombre?

¿Acaso las personas son incapaces

de dejar a un lado su carne por este corto tiempo?

Ⅲ

¿Quién puede protegerse?

¿Pueden las personas mantenerse por sí mismas?

¿Quiénes son los fuertes en la vida?

¿Quién puede dejar a Dios y vivir solo?

¿Por qué Dios pide que todas las personas

lleven a cabo la obra de autorreflexión?

Y además, ¿por qué pregunta Dios

quién ha dispuesto sus dificultades

por su propia mano?

¿Acaso las personas son incapaces

de dejar a un lado su carne por este corto tiempo?

¿Acaso las personas son incapaces

de dejar a un lado su carne por este corto tiempo?

Adaptado de La Palabra, Vol. 1. La aparición y obra de Dios. Interpretaciones de los misterios de “las palabras de Dios al universo entero”, Capítulos 24 y 25