¿Conoces el amor de Dios por la humanidad?
En los últimos días, ¿dónde se manifiesta el amor de Dios por la humanidad en Su aparición y obra? Podéis verlo al experimentar cada etapa de esta obra. En cada etapa de Su obra, Él habla con ciertos métodos, da ciertas profecías y expresa ciertas verdades y actitudes Suyas, y las personas responden a todo ello. ¿Qué respuestas tienen las personas? Ninguna de ellas es obediente a Dios, y ninguna de ellas se involucra activamente en perseguir la verdad ni en aceptar voluntariamente Su obra. Todas son negativas y se resisten, son hostiles, rechazan y no aceptan. Sin embargo, Dios siempre ha continuado haciendo Su obra, y Su amor por la gente no cambia. Sin importar las actitudes de las personas, si niegan, aceptan a regañadientes o cambian un poco, el amor de Dios no cambia, las etapas de Su obra nunca se ven perturbadas. Esto es una manifestación del amor de Dios por las personas. Además, cada vez que Dios completa una etapa de obra, sin importar cómo se comporten las personas, Su amor por ellas no cambia; Él continúa haciendo Su obra y continúa salvando a las personas. En cada etapa de la obra en el futuro, las palabras de Dios que juzgan y revelan a la gente serán más profundas y más penetrantes, y más específicas a su estado actual. Dirá cosas que permitirán a la gente entenderlo y conocerlo mejor, comprender y captar mejor Su voluntad, y la gente podrá ver que Dios aún ama a la humanidad. Aunque las personas siempre han respondido de forma negativa o con resistencia, aunque hayan reaccionado así en cada etapa de la obra, Dios siempre ha continuado hablando y obrando, y Su amor por la gente no ha cambiado incluso hoy. Por lo tanto, toda la obra de Dios por la humanidad es amor, y eso es seguro. Algunos dicen: “Si es todo amor, ¿por qué Dios juzga y castiga a las personas como si las odiara? ¿Cómo puede permitir que las personas atraviesen la prueba de la muerte?”. Así es, ¡todo lo que Dios tiene por la humanidad es amor! El castigo y el juicio de Dios de la desobediencia de la gente son para que las personas comprendan la verdad, para hacer que se arrepientan y se reformen, y para permitirles conocer Su carácter para que lo teman y obedezcan. Aunque algunas personas aún albergan algo de resistencia, Dios no ha relajado Sus esfuerzos por salvar a la gente en lo más mínimo ni se ha rendido con ella. Esto es lo que constituye el gran amor de Dios.
Durante la prueba de los hacedores de servicio, muchas personas se volvieron tan negativas y angustiadas que clamaron al cielo y la tierra, e incluso protestaron, pensando: “¿Cómo puedo haberme convertido en hacedor de servicio si creí en Dios por tantos años y sufrí tanto? ¡Esto no es lo que quería!”. Las personas estaban insatisfechas y no comprendían, pero Dios las entendía a ellas, y ¿no era esto amor? El amor de Dios incluye una comprensión de las personas, una perspicacia aguda sobre su esencia, y una comprensión total de ellas. Él ama sin confusión, pretensión ni falsedad. Su amor es genuino y sincero. Donde tú tienes deficiencias y carencias de conocimiento o entendimiento, Él tiene misericordia por ti, te ama y siempre te conmueve. Por renuentes o insatisfechas que se sintieran las personas como hacedoras de servicio, Dios nunca renunció a ellas debido a su corrupción y desobediencia. Siempre habló, proveyó a las personas, las apoyó y, gracias a unos pocos meses de refinamiento, reveló su corrupción y las hizo conscientes de su horrible estado. ¿Tuvo Dios amor por las personas durante estos tres meses? Si no lo hubiera tenido, nunca te habría prestado atención. Algunas personas fueron descartadas en la prueba de los hacedores de servicio, y esas personas eran verdaderas incrédulas. Se volvieron negativas en cuanto supieron que eran hacedoras de servicio, y no pudieron tolerarlo después de unos pocos meses. No estuviste dispuesto a ser un hacedor de servicio ni a sufrir al seguir a Dios, pero cuando te dijeron que podías recibir bendiciones, te pusiste feliz, incluso eufórico. Si Dios no tuviera amor, sino solo odio, y viera tanta corrupción revelada en las personas, entonces estas deberían ser descartadas. Tres meses de refinamiento no es mucho tiempo en absoluto. ¿Por qué digo que no es mucho tiempo en absoluto? Porque es el único período que las personas pueden tolerar. Si fuera siquiera un poco más, estas no podrían tolerarlo. Aunque siempre cantaran himnos, asistieran a reuniones y compartieran, sin duda no serían capaces de permanecer firmes solo por disfrutar de estas cosas. Por eso Dios convirtió a las personas en Su pueblo desde temprano, y esto también incluye Su amor. Dios usa Su corazón y Su amor para influir en las personas y retenerlas, y esto también es una manifestación de amor. También podemos ver el amor de Dios en este manejo del tiempo. No se retrasa ni siquiera un día, habla inmediatamente cuando es el momento de que hable. Si se retrasara durante unos pocos meses, algunas personas se retirarían gradualmente. Así trabaja Él de acuerdo con el estado real de las personas, sin ningún retraso ni aplazamiento. Dios le presta atención especial a todos, y, mientras salva a las personas, es responsable por ellas hasta el final. Pero algunas personas carecían de decisión o determinación y se retiraron por sí solas. Antes de que se fueran, el Espíritu Santo conmovió especialmente a algunas personas y las urgió a quedarse, solo renunció cuando no fue posible mantenerlas. Dios amaba mucho a las personas, pero estas no eran dignas de Su amor. El amor de Dios hacia ciertas personas que se habían retirado y a las que ya no podía amar se volvió odio, y Él ya no tuvo nada que ver con esa gente. En cuanto a las etapas y tiempos de la obra de Dios, cuánto dura cada etapa, cuántas palabras se expresan en cada etapa, qué tono y método se usan en cada etapa y qué verdades se usan para hacer que la gente comprenda, todas esas cosas incluyen las buenas intenciones de Dios y sus minuciosos esfuerzos, y todas son Sus precisos arreglos y planes. Dios siempre ha estado expresando la verdad, usando Su sabiduría para guiar y dirigir a la humanidad, para proveer y servir a las personas, para alimentarlas de a poco, y para llevarlas de la mano hasta este día. Cualquiera que haya tenido esta experiencia tiene algo de conocimiento de eso ya, y puede dar testimonio vivencial. Este proceso paso a paso aún está fresco en su memoria, y el amor que contiene no puede expresarse con palabras. El amor de Dios por las personas es tan profundo que estas nunca podrán comprenderlo por completo o expresarlo con palabras con claridad. Por el manejo del tiempo de la obra de Dios podemos ver cuán profundo es Su amor por las personas. Es meticuloso en cada pequeño detalle, no permite que el refinamiento demore más, por temor a que las personas se alejen y lo abandonen porque tarda demasiado. Su amor sostiene con firmeza a las personas y nunca se relaja en lo más mínimo. Además, Dios tenía un control preciso sobre las etapas de la obra de castigo y juicio. Si hubiera agregado un método más, las personas habrían sentido que Él las engañaba y jugaba con ellas, y, probablemente, estas se alejaran cuando su estatura no fuera suficiente. Por eso, tras tres meses de refinamiento, Dios habló otra vez para convertir a los hacedores de servicio en Su pueblo, y todas las personas se pusieron felices. Estaban tan emocionadas que les caían las lágrimas al ver cuán sabio y bueno era Dios. Tras varios meses de refinamiento, las personas de verdad creían que eran hacedores de servicio. Pensaban: “No tenemos un buen destino. Dios ya no nos quiere. No tenemos ningún tipo de esperanza”. En ese ambiente, en ese momento, si Yo hubiera dicho que no dejaría morir a las personas, nadie me habría creído. Pensaban que si Dios ya lo había dicho, debía ser un hecho. Sin embargo, tras tres meses, expresé otro capítulo de palabras y terminé sus pruebas como hacedores de servicio. Aunque Satanás ha corrompido la naturaleza humana, las personas a veces son sumamente inocentes, como los niños. ¿Por qué se dice que las personas siempre son como bebés ante Dios? Por cómo lo ve la gente, parece que todos son corruptos y decadentes, pero por cómo lo ve Dios, siempre han sido bebés, y son sumamente ingenuos e inocentes. Por lo tanto, Dios no trata a las personas como si fueran Sus enemigas, sino como los objetos de Su salvación y de Su amor.
El amor de Dios por las personas no es solo para seguir otorgándoles gracia o para expresar palabras de bendición o cosas que las personas quieren oír tal como lo imaginan. Es para expresar la verdad y purificar a las personas de su corrupción, para salvarlas de la influencia de Satanás y hacerlas cualificadas para recibir Sus bendiciones y Su promesa. Ese es el verdadero amor de Dios. Dios revela la corrupción de las personas, las juzga y condena con palabras que en verdad no tienen en cuenta sus sentimientos. Estas palabras incluso laceran sus corazones y les causan dolor. Algunas palabras de juicio parecen condenar a las personas o maldecirlas, como si Dios en verdad las odiara, pero todo esto tiene un contexto real. Está completamente de acuerdo con los hechos, y no es exagerado. Dios habla con base en la esencia corrupta de las personas, y estas deben experimentarlo por un tiempo para conocerlo. El objetivo de Dios al decir estas cosas es cambiar y salvar a las personas. Dios solo puede conseguir los mejores resultados hablando así. Deberías ver que los minuciosos esfuerzos de Dios son para salvar a las personas y todos ellos contienen Su amor. Ya sea que mires la sabiduría de la obra de Dios, las etapas y métodos de la obra, su duración en el tiempo o Sus precisos arreglos y planes, todo esto contiene Su amor. Os daré un ejemplo. Todos los padres tienen amor por sus hijos, y se esfuerzan mucho para verlos tomar la senda correcta. Cuando hallan defectos en sus hijos, se preocupan por que estos no los escuchen y no cambien si les hablan con demasiada amabilidad, pero también les preocupa herir su autoestima si les hablan con demasiada severidad y temen que sus hijos no puedan soportarlo. El hecho de que consideren esto desde el punto de vista de sus hijos está regido por el amor, y se esfuerzan mucho por esto. Es posible que todos aquellos que son hijos hayan experimentado el amor de sus padres. El amor no es solo amabilidad y consideración, también es reprensión estricta. La salvación de Dios para la humanidad está aún más regida por el amor y bajo la premisa del amor, es por eso que Él hace su mayor esfuerzo para salvar a una humanidad corrupta. No hace cosas solo por hacerlas, sino que traza planes precisos, habla y obra etapa por etapa. El momento y el lugar, el tono y la forma en que Él habla y el esfuerzo que dedica: puede decirse que cada una de estas cosas revela Su amor, y cada una muestra con abundancia que Su amor por la humanidad es infinito e inconmensurable. Muchas personas en las pruebas de los hacedores de servicio pronunciaron palabras de rebelión o se quejaron, pero Dios no tuvo esto en cuenta en contra de las personas, mucho menos castigó a ninguna de ellas por esto. Como Dios ama a las personas, es tolerante en todo. Si Dios no tuviera amor y solo tuviera odio, habría condenado a todos hace mucho tiempo. Como tiene amor, Dios no se obsesiona con las cosas. Es tolerante con las personas, puede comprender sus dificultades, y todo lo que Él hace está regido por el amor. Solo Dios comprende a la gente, y ni siquiera tú te comprendes a ti mismo. Pensadlo con cuidado, ¿acaso no es cierto? Algunas personas se quejan de esto y aquello cuando enfrentan las pruebas. Se alteran por nada, viven entre bendiciones y ni siquiera lo saben. Nadie puede saber cuánto debió sufrir Dios al venir del cielo a la tierra. Dios es muy grande, al convertirse en un ser humano tan humilde e insignificante, en una persona tan humillada, ¡cuánto debe haber sufrido! Os daré un ejemplo del mundo. Un buen emperador ama a sus súbditos como ama a sus propios hijos. Para aliviar el sufrimiento de la gente común, camina entre ellos vistiendo ropa común, como una persona corriente, para inspeccionar y comprender sus penurias. Dado su estatus, ser rebajado al estatus de una persona común es algo humillante en sí mismo. Debe vivir como una persona común, y quienes no saben que él es el emperador lo tratarán como una persona común. Hay muchos peligros entre la gente, nadie sabe cuántos quieren matar al emperador o tomar el poder, por lo que debe ser extremadamente cuidadoso al estar entre las personas para comprender su situación. Como él no debería estar sufriendo así por su estatus y posición, ¿cómo es capaz de hacerlo? Él solo quiere ser un buen emperador y realmente lograr hacer algo por la gente común. Dios quiere salvar a la humanidad por completo en los últimos días, y Su revelación y juicio de la humanidad así en la actualidad es el alcance al que ha llegado Su plan de gestión. Dios salva a la humanidad porque la ama. Como ama a la humanidad, y lo impulsa y motiva el amor, se hace carne y se aventura personalmente en la guarida del león para salvarla. Dios es capaz de hacer esto porque ama a la humanidad. Que Dios sufra una inmensa humillación al hacerse carne para salvar a esta humanidad corrupta demuestra completamente que Su amor es enorme. Entre las líneas de las palabras de Dios hay exhortación, consuelo, ánimo, tolerancia, paciencia, pero también hay más juicio, castigo, maldición, revelación pública y promesas maravillosas. Sea cual sea el método, está regido por el amor, y esta es la esencia de Su obra. Todos vosotros tenéis algo de conocimiento sobre Su amor hoy, pero no es muy profundo. La imaginación humana se entremezcla con este conocimiento, y lo que podéis experimentar de Su amor es limitado. Después, cuando hayan pasado algunos años más, sentiréis cuán profundo y grande es este amor, cuán indescriptible es en el lenguaje humano. Cuando las personas llegan a conocer Su amor, llegan a tener un corazón amante de Él. Si las personas no tienen un corazón amante de Dios, ¿cómo pueden retribuir Su amor? Aunque ofrecieras tu vida, no podrías retribuir Su amor. Después de otros pocos años, sabréis qué es el amor de Dios. Entonces, cuando recordéis los estados y las manifestaciones en vosotros hoy, sentiréis el mayor arrepentimiento, y caeréis ante Dios. ¿Por qué la mayoría de la gente hoy sigue a Dios tan de cerca y con tanto entusiasmo? Porque conoce el amor de Dios y ve que Su obra es para salvar a la humanidad. Pensadlo, la obra de Dios es increíblemente precisa en su cronología, pasa de una etapa a la siguiente sin demora alguna. ¿Por qué no se demora? Para salvar a la humanidad. Él quiere salvar a la mayor cantidad posible de personas, y no está dispuesto a perder a ninguna persona que pueda ser salvada, mientras que la gente no se preocupa por su destino. Entonces, las personas no saben quién en este mundo las ama más. Tú no te amas y no sabes apreciar o atesorar tu propia vida, y solo Dios es quien más ama a las personas. Solo unas pocas personas pueden experimentar el amor de Dios, pero la mayoría aún no lo hace. Creen que amarse a sí mismas es más confiable, pero deben tener una comprensión más clara del tipo de amor que tienen por sí mismas. ¿Pueden las personas salvarse a sí mismas amándose? Solo el amor de Dios puede salvarlas, ese es el único amor verdadero, y llegarás a experimentar gradualmente qué es el amor más adelante. Si Dios no se hubiera hecho carne para obrar y guiar a las personas cara a cara, si no hubiera interactuado con ellas día y noche, y si no hubiera vivido con ellas, no sería algo fácil que estas llegaran a conocer el amor de Dios. Si Dios no se hubiera hecho carne y no hubiera expresado tanta verdad, las personas nunca podrían conocerlo, y nadie sabría de Su amor.
Dios y el hombre no son de la misma clase y viven en dos reinos diferentes. Los seres humanos son incapaces de comprender el lenguaje de Dios, y mucho menos pueden conocer Sus pensamientos. Solo Dios comprende a los seres humanos, y estos son incapaces de comprenderlo a Él. Solo al hacerse carne y convertirse en la misma clase que los seres humanos (con la misma apariencia) y soportar humillación y dolor tremendos para salvar a las personas puede Dios hacer que estas comprendan y lleguen a conocer Su obra. ¿Por qué Dios nunca renuncia a salvar a las personas? ¿No es, acaso, porque tiene amor por ellas? Ve que Satanás corrompe a la humanidad y no tolera abandonarla o renunciar a ella. Por eso tiene un plan de gestión. Si Dios destruyera a la humanidad en el momento en que se enojara, como la gente imagina, no necesitaría tolerar tal sufrimiento para salvarla como lo hace en la actualidad. Es precisamente el sufrimiento de Dios tras hacerse carne lo que revela Su amor. Solo así la humanidad ha descubierto, poco a poco, Su amor, y este se ha hecho conocido por toda la gente. Si este tipo de obra no existiera hoy, las personas solo sabrían que hay un Dios en el cielo y que Él tiene amor por la humanidad. Solo sería doctrina, y las personas nunca podrían experimentar el verdadero amor de Dios. La gente solo puede comprender verdaderamente a Dios gracias a la obra que Él realiza en la carne. Esta comprensión no es vaga ni vacía, ni es simple doctrina de palabras, sino que es sólida y real, porque el amor que Dios da a los seres humanos es beneficioso. Esta obra solo puede hacerla Él en la carne, y no puede hacerla el Espíritu. ¿Cuán inmenso fue el amor que Jesús dio a la gente? Fue crucificado para salvar a la humanidad, con lo que sirvió de ofrenda por el pecado por ella. Vino a hacer la obra de redención para la humanidad al punto de ser crucificado. Este amor es inmenso. La obra de Dios significa mucho. Muchas personas tienen ciertas nociones sobre el hecho de que Dios se haga carne, y ese es su error. ¿Por qué siempre tienes estas nociones? Si Dios no se hiciera carne, la fe de las personas en Dios sería solo palabras, huecas e irreales, y al final ¡serían destruidas a pesar de su fe! El amor de Dios por la humanidad se manifiesta mayormente en la obra que Él hace en la carne, al salvar a la gente personalmente, al hablar cara a cara con la gente y al vivir con ella cara a cara. No hay ni la más mínima distancia ni nada se finge, es real. Que Su salvación de la humanidad fuera tal que Él pudiera hacerse carne y pasar dolorosos años con los seres humanos en el mundo se debe enteramente a Su amor y misericordia por la humanidad. El amor de Dios por la humanidad es incondicional y no tiene exigencias. ¿Qué puede recibir Él de la humanidad a cambio? Las personas son frías hacia Dios. ¿Quién puede tratar a Dios como tal? Las personas ni siquiera le dan a Dios un mínimo de consuelo, y Él no ha recibido amor sincero de la humanidad hasta hoy. Dios sigue dando desinteresadamente y sigue proveyendo desinteresadamente, pero las personas aún no están satisfechas y le piden persistentemente gracia y bendiciones. ¡Qué difícil y problemática es la gente! Sin embargo, tarde o temprano, llegará el día en que la obra de Dios dé resultados y la mayor parte de los elegidos de Dios agradecerán sinceramente de corazón. Aquellos que han experimentado esto por mucho tiempo pueden sentirlo. Puede que las personas estén adormecidas, pero siguen siendo personas y no objetos inanimados. Aquellos que no han experimentado la obra de Dios tal vez no puedan comprender estas cosas. Solo reconocen que estas verdades que Dios ha expresado son correctas, pero no tienen una comprensión muy profunda porque no tienen ninguna experiencia.
Dios ha obrado durante muchos años en la carne y ha dicho innumerables cosas. Dios empezó por darles a las personas la prueba de los hacedores de servicio, luego les dio profecías y comenzó la obra de juicio y castigo, y después usó la prueba de la muerte para refinarlas. Luego guio a las personas al camino correcto de la fe en Él. Dios habla y provee a las personas con toda la verdad, y lucha contra todo tipo de nociones humanas. Después da a las personas un poco de esperanza para permitirles ver que hay esperanza adelante, que es que Dios y el hombre entren en un hermoso destino juntos. Aunque toda esta obra se realiza de acuerdo con el plan de Dios, todo se hace de acuerdo con las necesidades de la humanidad. No se realiza a la ligera; Dios usa Su sabiduría para realizar toda esta obra. Como Dios tiene amor, puede usar sabiduría para tratar así con seriedad a estas personas corruptas. Él no juega con las personas como si fueran juguetes de ningún modo. Por el tono y las palabras de Dios, a veces Él juzga y castiga a las personas o las pone a prueba, a veces una expresión particular hace que estas sufran pruebas y tormentos, y a veces Él les da una elección de palabras particular que las libera y las tranquiliza. De verdad dedica mucho pensamiento y consideración a las personas. Aunque estas son la creación de Dios y todas han experimentado la corrupción de Satanás, y aunque las personas son inservibles, nada más que basura, y así es su naturaleza, Él no las trata de acuerdo con su esencia y no las trata de acuerdo con la retribución que deberían recibir. Su discurso puede ser severo, pero Él siempre trata a la gente con paciencia, tolerancia y compasión. ¡Las personas deberían meditar esto con lentitud y con cuidado! Si Dios no tratara a las personas con tolerancia, compasión y gracia, ¿podría decir todas estas cosas para salvarlas? ¿Por qué no las condenaría, simplemente? Las personas aún no conocen ni un poco el amor de Dios. ¡Son tontas e ignorantes! No hay amor en la esencia de la gente. No saben qué es el amor, y no saben por qué Dios hace esto. Cuando las personas no han experimentado el amor de Dios, solo sienten que esta obra Suya está bastante bien, que es beneficiosa para ellas y que puede cambiarlas, pero nadie piensa que “la obra de Dios es muy buena, ¡Su obra significa mucho! El amor de Dios por las personas es muy profundo. ¡En verdad no las ha tratado como si fueran inmundas!”. Las personas no han tratado a Dios como tal, pero Dios ha tratado a las personas como tales. ¿Acaso no es así? Dios dice que eres una bestia, pero no te ha tratado como una bestia en absoluto. Si Dios te tratara como una bestia, ¿podría proveerte de la verdad? ¿Sufriría tanto para salvarte? Algunas personas se sienten sumamente agraviadas, y dicen: “Dios dice que soy inservible. Estoy demasiado avergonzado como para seguir viviendo”. En realidad, las personas no entienden la voluntad de Dios. Se puede decir que tal vez no experimentes la sabiduría y el minucioso esfuerzo de la obra de Dios muy profundamente toda tu vida. Pero no importa lo profundo o superficial de tu experiencia; siempre y cuando finalmente la comprendas y ganes un poco de conocimiento, eso será suficiente. Dios aún les pide a las personas que comprendan la verdad, que se concentren en cambiar su carácter y, que, de a poco, profundicen su comprensión de la verdad sobre la lealtad, la obediencia y el amor por Dios en sus corazones. Si las personas se esfuerzan o sufren solo un poco, tal vez sientan que han contribuido mucho y que ahora tienen altas cualificaciones ante Dios, y si contribuyen un poco más, presumirán de sus cualificaciones, y sin mencionar eso, se sentirán inseguras y resentidas en su interior. ¿Acaso tienen amor las personas? ¿Cuál es el amor que tienen? ¿Dios ha ganado el amor verdadero de la humanidad? ¿No es digno del amor de la humanidad?
Invierno, 1999
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