Charla sobre el himno “Por amor” (Parte 1)
(Charla con el grupo del himno)
Entre los himnos acerca de la vida eclesiástica que os oigo cantar, sigue habiendo demasiado pocos que aborden la experiencia práctica. En la mayoría de los himnos las experiencias son muy superficiales; cantarlos no beneficia mucho a la gente. Algunos himnos consisten tan solo en una teoría hueca, sin el menor contenido práctico. Pensemos, por ejemplo, en “Por amor”, “Dios nos ama tan profundamente” y “Eterno amor”, que están vacíos, son teóricos y consisten en palabras vacuas; no son nada prácticos. ¿Qué pensáis de las letras de estos tres himnos? No son más que sinsentidos, son palabras fruto de las nociones y figuraciones de las personas; no hablan de la menor experiencia práctica. Si uno ni tan siquiera es capaz de escribir himnos acerca de la experiencia, pero a pesar de ello desea escribir himnos de alabanza a Dios, ¿no está apuntando más alto de a donde puede llegar? ¿Puede una persona común dar testimonio de lo que Dios tiene y es, de Su esencia? ¿Cuántos son capaces de algo así? Si no sabes nada acerca de Dios y pones por escrito todas estas nociones y figuraciones, ¿estará en consonancia con la esencia de Dios? ¿Estará en consonancia con los hechos de la obra de Dios? ¿Escupir estas nociones y figuraciones es acaso alabar a Dios? Si careces de conocimiento alguno de Dios, los himnos de alabanza que escribas acerca de Él no serán prácticos. En lugar de eso, deberías escribir acerca de tu verdadera experiencia, de tu conocimiento real y de tu comprensión personal, tratando de forma modesta cosas realistas y concretas, dejando de lado las grandilocuencias y las exageraciones. Escribes acerca de estas cosas, de cuestiones como el plan de gestión de Dios, Su carácter justo, Su amor, Su honorabilidad, Su grandeza, Su supremacía, y Su naturaleza única; ¿de verdad las has asimilado? ¿Las entiendes? Si no las entiendes, pero insistes en escribir acerca de ellas, no haces más que escribir a ciegas, alardeando y jactándote. Desconciertas a las personas cuando se unen al coro y te siguen en tu jactancia al cantar palabras tan huecas, y no benefician en nada a nadie una vez que han terminado de cantar. ¿Qué consecuencias tiene esto? ¿No es jugar con las personas y malgastar su tiempo? ¿No es engañar y tomarle el pelo a Dios? ¿No te da vergüenza?
Piensa en la letra del himno “Por amor”. “Por amor, Dios creó al género humano y siempre se ha preocupado y ha velado por él”. ¿Hay alguna cosa correcta en esa frase? ¿Hay algo que se corresponda con la verdad? Debido al amor, Dios creó a Adán y Eva, ¿no es así? (No lo es). ¿Por qué los creó entonces? (Fue debido al plan de gestión de Dios). El deseo de Dios es completar un plan de gestión a través del género humano que Él creó: un plan de gestión de seis mil años. Al margen del curso que siga ese plan de gestión de seis mil años, Dios obtendrá en última instancia un grupo de personas que puedan someterse a Él y dar testimonio de Él, que puedan convertirse en auténticos seres creados y verdaderos señores de todas las cosas. ¿Guarda relación alguna con el amor el hecho de que Dios primero tuviese un plan de gestión y luego procediese a crear el mundo y el género humano? Este fue uno de los pensamientos de Dios, fue parte de Su plan. Es lo mismo que pasa con personas que tienen intenciones y planes; por ejemplo, uno puede tener el plan de llegar a ser gerente en diez años y ganar cien mil yuanes, o el plan de obtener determinadas certificaciones académicas o un cierto tipo de vida familiar en el plazo de diez años; ¿guarda esto relación alguna con el amor? No lo hace; en la vida diaria las personas simplemente tienen un plan basado en fases, un plan por pasos, una hoja de ruta, un objetivo, un ideal. En lo que a Dios respecta, al mismo tiempo que reina de forma soberana sobre el universo y todas las cosas, tiene un plan en la tierra, y ese plan comenzó con la creación de todas las cosas y todos los seres vivos por obra Suya. A continuación, Dios creó a dos humanos. ¿No es eso lo que aconteció realmente? ¿Qué relación guarda el amor con que Dios acometa semejante plan? Ni la más mínima. En vuestra opinión, pues, ¿cabe decir que la afirmación “Por amor, Dios creó al género humano y siempre se ha preocupado y ha velado por él” es correcta? ¿Cómo pudo Dios amar al género humano antes de haberlo creado? ¿No sería semejante amor algo vacío? Defines la creación del género humano por parte de Dios como un acto de Su amor; ¿no es eso calumniar a Dios? ¿No es eso una blasfemia? ¿No es un exceso de subjetividad? ¿Cómo cabe describir esta subjetividad? ¿Es algo irracional? (Sí, lo es). Dios ha revelado el misterio del plan de gestión de seis mil años y el misterio de Su obra en tres fases. Crees que has entendido algo, que tienes alguna comprensión somera de Dios, pero eso no es más que una comprensión literal. Y, sin embargo, te atreves a definir las cosas de esa forma, afirmando que es por amor cuando Dios hace algo, lleva a cabo una determinada obra o tiene un plan. ¿No es eso totalmente necio e irrazonable? ¿Hay algo de cierto, pues, en la frase “Por amor, Dios creó al género humano”? (No. No es conforme a la verdad). Por ahora, dejemos de lado la cuestión de si es conforme a la verdad. En lugar de ello, consideremos si es conforme a situaciones reales. ¿Creéis que se trata de una afirmación práctica? (No lo es). ¿Acaso no son más que ilusiones? La creación del género humano por parte de Dios nada tiene que ver con el amor, de modo que la afirmación “Por amor, Dios creó al género humano” es infundada; no es más que una imaginación humana, un sinsentido. Estás circunscribiendo a Dios ciegamente, lo cual es blasfemar contra Él y faltarle al respeto, y lo estás midiendo desde una perspectiva humana, desde figuraciones y nociones humanas, lo cual es un error mayúsculo, una cosa irrazonable y una desfachatez. Por eso, la frase “Por amor, Dios creó al género humano” no es más que paja.
Más adelante, la letra dice: “Dios creó al género humano y siempre se ha preocupado y ha velado por él”. La persona que escribió este himno da a entender que también esto responde al amor. De modo que, si es erróneo afirmar que Dios creó al género humano debido al amor, ¿es correcto decir que es por amor por lo que Dios se ha preocupado siempre por el género humano y ha velado por él? (No lo es). ¿Por qué no es correcto? ¿Qué clase de conducta es que “siempre se ha preocupado y ha velado por él”? ¿Cuál es la esencia de esta conducta? ¿Es de responsabilidad? (Sí, lo es). ¿Puede amar Dios a un ser humano recién creado que no entiende nada, que no puede hablar, que carece de discernimiento y al que la serpiente puede tentar? ¿Y qué diremos acerca de cómo se da el amor, cómo se revela, cómo se manifiesta y cómo se expresa? ¿Disponemos de detalles específicos acerca de esto? No los tenemos. Es responsabilidad; el verdadero sentimiento que está presente aquí es la responsabilidad de Dios. En tanto que Dios ha creado al género humano, debe velar por él, preocuparse por él, protegerlo y guiarlo. Esa es la responsabilidad de Dios; no es por amor por lo que Dios hace esto. Si lo describes como algo motivado por el amor de Dios, estás malentendiendo a Dios gravemente; entenderlo de esta forma es inexacto. ¿Qué sabían esos dos seres humanos recién creados? Aparte del hecho de que Dios les dio aliento, no entendían nada, no sabían nada; particularmente carecían de conocimiento alguno de Dios, no sabían quién era Dios o qué representaba, y desconocían cómo escuchar las palabras de Dios y someterse a Él: ni siquiera sabían que distanciarse de Dios y ocultarse de Él fuese un problema. ¿Cómo puede Dios amar a un género humano que lo rechaza y se resiste a Él de esta forma? ¿Puede amarlos? En esencia, Dios se preocupa y vela por el género humano, y lo que Dios hace solo puede representar una de Sus responsabilidades. Debido a que Dios tiene un plan y un deseo en Su corazón, debe velar por el género humano que ha creado y protegerlo. Si tú, de forma inflexible e irreflexiva afirmas que la protección y el cuidado de Dios hacia el género humano responden al amor, ¿qué cantidad de contenido debe implicar ese amor realmente? ¿De verdad son las personas dignas de que Dios las ame de esta forma? Como mínimo, las personas deben albergar amor genuino a Dios en sus corazones y confiar verdaderamente en Él, y solo entonces podrá Dios amarlos. Si las personas no aman a Dios, sino que se resisten a Él, lo traicionan y hasta lo crucifican, ¿serán dignas del amor de Dios? ¿En qué basa Dios Su amor a las personas? Con independencia de las circunstancias, las personas siempre dicen que Dios las ama; esto son imaginaciones e ilusiones suyas.
A continuación, tenemos esto: “Por amor, Dios promulgó leyes y mandamientos para guiar la vida del hombre en la tierra. Por amor, Dios se hizo carne y entregó Su vida para redimir al género humano”. Esto resume todo exhaustivamente. Desde la creación del mundo hasta la Era de la Ley, y luego a la Era de la Gracia, cuando Dios se hizo carne para llevar a cabo la obra de redención, esas dos frases comprenden dos fases de la obra de Dios. Por desgracia, fue un error definir este himno por las dos primeras palabras, “por amor”, utilizando esas palabras como el elemento definitorio a la hora de describirlo. Después de que Dios crease al género humano, ya fuese promulgando leyes para guiarlo o redimirlo, todo ello se debió a Su plan de gestión, Sus deseos y lo que Él pretende lograr; no fue meramente por amor. Hay quienes dicen: “¿Me estás diciendo que no hay un elemento de amor en estas acciones de Dios?”. ¿Es eso correcto? (No lo es). Dios tiene la esencia del amor, pero, si afirmas que la esencia de Dios al llevar a cabo Su obra en tres fases se debe al amor, estarás gravemente equivocado; es una calumnia y una blasfemia. ¿Cuál es, entonces, el principal motivo por el que Dios lleva a cabo Su obra en tres fases? Es debido al plan de gestión de Dios, los deseos de Dios y porque es lo que Dios se ha propuesto cumplir; radica en estas cosas, no simplemente en el amor. Por supuesto, durante el periodo de Su obra en tres fases, la esencia y el carácter que Dios revela contienen amor. ¿Cuáles son las manifestaciones concretas del “amor”? Son la tolerancia y la paciencia, ¿no es así? ¿Y la misericordia? ¿Y otorgar gracia y bendición a las personas? ¿No es iluminar y guiar? ¿No es el juicio y el castigo? Son todas estas cosas. Podar, juzgar y castigar, exponer y diseccionar, probar y refinar y todas esas otras cosas son amor: este amor es increíblemente exhaustivo. No obstante, si las personas circunscriben la obra en tres fases de Dios a la motivación del amor, recalcando únicamente el amor, será algo demasiado parcial; será circunscribir a Dios. Cuando las personas oigan estas frases, pensarán: “Dios es amor y nada más que eso”. Desarrollarán malentendidos acerca de Dios, ¿no es así? (Sí, lo es). Por tanto, este himno no solo no lleva realmente a las personas a la presencia de Dios, sino que, al contrario, hace que las personas lo malentiendan. ¿Qué clase de estado se producirá en las personas si están siempre cantando “Por amor, por amor”? ¿Qué clase de sentimientos engendrará? ¿Serán estos sentimientos, en definitiva, una interpretación errónea o acertada del carácter de Dios? Si uno es incapaz de entender plenamente esta cuestión y, a pesar de ello, puede hablar y cantar de esta forma, se trata de una ilusión, lo cual es más irracional si cabe. Cuando las personas caen en un estado de ilusiones, irracionalidad y humillación propia es perturbador. ¿Pueden tales personas alabar a Dios genuinamente en sus corazones? Es imposible. Este himno no alaba verdaderamente a Dios; tan solo puede extraviar a las personas.
Observemos el estribillo que viene a continuación. El estribillo es más nauseabundo si cabe, la forma en que lleva esta “alabanza” a su clímax. ¿Es preciso el verso “¡Oh, Dios! Todo lo que se revela en Tu obra y en Tus palabras es amor”? (No). ¿En qué sentido es impreciso? (Determina las palabras y la obra de Dios). ¿En qué las determina? (En estar únicamente motivadas por amor). Todas las declaraciones y las palabras de Dios revelan Su carácter, que es la justicia y la santidad. El amor no es más que un aspecto de la emoción, un tipo de sentimiento; no es la verdadera esencia de Dios. ¿Es correcto describir el amor como la esencia de Dios? ¿Cómo sería eso tomarse a Dios? Sería tomárselo como un filántropo del que es fácil aprovecharse y un pusilánime. En última instancia, ¿cuál es la esencia de Dios? (La justicia, la santidad, la misericordia, la bondad, la ira; un compendio más exhaustivo). La justicia, la santidad, la misericordia y la bondad, así como la majestad y la ira; Dios es todas esas cosas, y eso es lo que representa Su esencia. Si alguien describe un determinado aspecto de la esencia de Dios de forma parcial, estará reflejando la comprensión parcial de las personas en la Era de la Gracia, debido a que su experiencia de la obra de Dios es limitada y parcial, así como su conocimiento. Por tanto, su comprensión de la esencia de Dios se describe en base a la obra de Dios en la Era de la Gracia, lo que los lleva a una descripción parcial. Describir la esencia de Dios basándose en un fragmento de Su obra es algo demasiado parcial, no se corresponde con los hechos y se desvía en exceso de la esencia de Dios.
Consideremos el segundo verso: “¡Oh, Dios! Tu amor no es tan solo bondad y misericordia, sino, más si cabe, castigo y juicio”. Esto sigue siendo teoría; la afirmación es correcta, pero se trata de doctrina, por lo que de nada sirve ponerlo ahí. ¿Hay alguien que no sea consciente del sentido que transmite esta frase? Dios ha llevado a cabo una gran obra, y la mayoría de las personas lo han experimentado y lo saben, por lo que esto no es más que un sinsentido y cháchara vacía, y poco aporta para edificar a las personas. Más adelante: “¡Oh, Dios! Tu juicio y Tu castigo son el amor más verdadero y la mayor salvación”. ¿Qué significa “la mayor salvación”? Significa que el juicio y el castigo no son una salvación común, sino la mayor salvación. Si Dios no llevase a cabo la obra del juicio y el castigo, ¿no sería Su redención del género humano la mayor salvación? ¿No sería la promulgación de Sus leyes la mayor salvación? Has dividido en grados la obra en tres fases de Dios, como si la promulgación de leyes fuese el primer grado de la salvación, la crucifixión fuese el segundo grado de esta, y el juicio y el castigo constituyesen la mayor salvación. ¿No es esto un sinsentido? ¿Es apropiado decir una cosa como esta? ¿Es algo preciso? Si dices estas palabras vacías a una persona religiosa, no verá en ellas problema alguno. No entenderá; no habrá oído ninguna de estas cosas que le dices, las desconocerá; pensará que todo ello suena novedoso, original y bastante bueno. Pero, si dices esas mismas palabras a alguien que entiende la verdad, comprenderá que no son más que palabras vacías y doctrinas resumidas, desprovistas de la comprensión esencial o experimental de nadie. Más abajo, dice: “Daremos testimonio de Tu amor santo y justo”. Aquí el amor de Dios se describe como un amor santo y justo. El autor del himno no afirma que la esencia de Dios sea santa y justa, sino más bien que el amor de Dios es santo y justo, aduciendo que Dios debería amar al hombre. Lo que quiere decir es lo siguiente: Dios no debería expresar el juicio y el castigo, y no debería expresar la ira y la majestad; lo único correcto es la expresión de Su amor, y ese amor es santo y justo. Inmediatamente después, dice: “Mereces nuestra adoración eterna”. ¿Por qué alaba a Dios el autor del himno? Alaba a Dios únicamente porque Él ama al hombre. ¿Constituyen estas palabras un gran problema? (Sí). ¿Por qué decimos que esto supone un gran problema? (Porque es ver las cuestiones conforme a las nociones y figuraciones humanas; carece de una comprensión de Dios e intenta delimitarlo). Esto es delimitar a Dios. Al no entender la verdad y carecer de un conocimiento genuino de Dios, y aun así intentar sintetizarlo, tu síntesis no se ajusta a las palabras de Dios y está lejos de la verdad, e incluso llega a extraviar hasta cierto punto a las personas. Esto equivale a juzgar a Dios. ¿Qué crees que pueden ganar las personas por cantar el primer verso de este himno? (Ganarán nociones de Dios). ¿Qué nociones? (Creerán que Dios es amor y que Dios únicamente tiene amor y ninguna otra cosa). ¿Qué tiene de malo que las personas piensen así? ¿Qué tiene de malo que las personas vivan en el abrazo del amor de Dios, rodeadas y acompañadas por este? ¿Qué tiene de malo que las personas disfruten de la plenitud del amor y el cariño de Dios? (Entender a Dios de esta manera es demasiado parcial, dado que hay mucho más que solo amor en el carácter de Dios). ¿Es solo parcial? En términos estrictos, que el hombre solo conozca el amor de Dios es demasiado vacío; es un tipo de sentimiento hueco, parcial, teórico y emocional. Pensad lo siguiente: si las personas piensan que basta con creer y saber que Dios es amor, ¿les resultará fácil conseguir una sumisión verdadera cuando experimenten el juicio y el castigo de Dios? (No). Sin embargo, cuentan con el amor de Dios como fundamento, ¿por qué no habría de resultarles fácil someterse? ¿Influirá dar testimonio del amor de Dios de esta forma a que las personas acepten el juicio y el castigo? (No). Dime, por tanto, ¿qué tipo de situación y de dificultades prácticas implica eso en realidad? (Las personas siempre creen que Dios es amor, de modo que quieren disfrutar la gracia de Dios a diario. Cuando el juicio y el castigo de Dios les ocasionan un sufrimiento carnal, las personas creen que Dios no las ama, de modo que les cuesta aceptar el juicio y el castigo de Dios y someterse a ellos). Sigue, ¿hay alguna cosa más? (Las personas creen que Dios es amor, de modo que, cuando se rebelan contra Él y Lo traicionan, pensarán que Dios sigue amándolas y que les mostrará misericordia y perdón. A consecuencia de ello, no se arrepentirán). Si las personas viven perpetuamente en un estado en el que asumen fantasiosamente que Dios las ama y las prefiere especialmente, ¿podrán aceptar el hecho de que tienen un carácter corrupto? ¿Pueden aceptar los diversos estados y corrupciones del hombre que ponen al descubierto las palabras de Dios? (No). Les cuesta pasar de ese estado a uno de sumisión, para aceptar el juicio y el castigo de Dios; no pueden más que seguir atrapadas en la Era de la Gracia, con la creencia de que Dios siempre será su ofrenda por el pecado, y que esta ofrenda por el pecado por ellos es una forma de amor, un amor inagotable e interminable. Si entienden el amor de Dios de esa forma, ¿cuál será la consecuencia? Será como con las personas en la religión: no se preocupan por cómo pecan; se limitan a recitar sus oraciones por las noches y confesar sus pecados, y ahí se acaba todo. Piensan que Dios seguirá perdonándolos, concediéndoles misericordia y bondad, y otorgándoles gracia. Esto dificulta que admitan tener un carácter corrupto, aceptar el juicio y el castigo de Dios, y someterse a la obra de Dios y llegar a ese punto en el que pueden recibir Su salvación. ¿Qué repercusiones sufrirán las personas que se mantienen en esa situación? ¿Resistirán y rechazarán a Dios cuando vuelva para llevar a cabo una nueva obra? (Sí). ¿Podrán dar la bienvenida al regreso de Dios? ¿Por qué el mundo religioso es incapaz de aceptar la obra de Dios en los últimos días? ¿No se debe todo eso a una comprensión falaz de Dios? ¡Esa es una repercusión de lo más terrible! Si las personas no conocen a Dios, será muy difícil que se sometan a él. ¿Qué muestra este hecho? Muestra que las personas tienen actitudes corruptas, y que tienen una tendencia innata a resistir a Dios y rebelarse contra Él, a ser incompatibles con Dios. Las personas son capaces de ir contra la voluntad de Dios y contra la verdad a la menor ocasión. La naturaleza de las personas y su tendencia innata es sentir rechazo por la verdad; su tendencia innata es resistir a Dios y rebelarse contra Él. ¿Puede Dios amar a una persona semejante? (No puede). Con independencia de que Dios los ame, con independencia de que merezcan el amor de Dios, Él no puede amar a una persona semejante. ¿No es esto un hecho?
Desde el momento en que Dios comenzó a llevar a cabo la obra del juicio y poner al descubierto la esencia de la corrupción del género humano hasta hoy, Él ha estado expresando la verdad; Él ha hablado muchas palabras para salvar al género humano y ha pronunciado muchas y duras palabras de juicio. ¿Podéis percibir la verdadera actitud de Dios hacia el género humano? En última instancia, ¿ama Dios al género humano o lo odia? Hay quienes dicen: “El hecho de que Dios diera vestimentas hechas de pieles a Adán y Eva me ha enseñado que Él ama a las personas y que tiene una actitud de amor hacia el género humano; no hay odio alguno”. ¿Es correcta esta manera de entender las cosas? (No lo es). ¿Qué tiene de erróneo? Considera las diversas responsabilidades, deberes y obligaciones de Dios hacia el género humano como si fueran fruto del amor de Dios al hombre, y porque el hombre es amado, merecedor de amor y digno del amor de Dios. ¿No es esta una manera falaz de entender las cosas? (Lo es). Todo lo que Dios hace es por responsabilidad y obligación, y es también por Su esencia. Es, antes de nada, por Su plan, y, después de eso, por Su obligación. Por supuesto, mientras Dios cumple esta obligación, nos revela Su carácter, así como Su esencia. ¿Cuáles son, entonces, Su carácter y Su esencia? Son la justicia, la santidad, la majestad y la inofendibilidad. Si se tiene en cuenta ese carácter y esa esencia, ¿cuáles deberían ser la actitud y los pensamientos más adecuados de Dios ante un género humano que ha sido tan profundamente corrompido por Satanás? ¿Deberían ser amar al género humano tanto que no pueda separarse de él? (Más bien debería ser una responsabilidad). Su responsabilidad es Su obra. No ama al género humano tanto como para no soportar separarse de él, queriéndolo hasta el extremo; no rezuma amor por él, ni tampoco lo aprecia como la niña de Sus ojos; la verdadera actitud de Dios ante semejante género humano es la de una profunda repugnancia. Entonces, ¿por qué afirmo que este himno es profundamente repugnante? Porque expresa el deseo fantasioso de las personas. Dios tiene amor, de modo que las personas creen que Él ha hecho todo esto porque el ser humano es amado y digno de amor. ¡Estás equivocado y eres un sentimental autocomplaciente! Dios hace todo esto porque es Su plan y Su responsabilidad, y el carácter y la esencia que Dios revela al hacer todo esto son la justicia y la santidad. Por supuesto, independientemente de lo que Dios revele, hay amor en la esencia de Dios, y lo que Dios hace al género humano es meramente porque hay amor en Su esencia. Sin embargo, Dios no ama a las personas en Su voluntad subjetiva; no ama a un género humano corrupto, sino que lo odia. ¿Por qué lleva a cabo Dios la obra del juicio en los últimos días? ¿Por qué tiene Dios esta actitud al poner al descubierto al género humano corrupto? Esto viene determinado por la esencia y el carácter de Dios y, además, puede ilustrar una cuestión práctica: el género humano vive bajo el poder de Satanás y todos son seguidores y adoradores de Satanás; no se someten a Dios ni lo adoran verdaderamente, son Sus enemigos. ¿Puede amar Dios a Sus enemigos? (No). Dios revela amor, y Dios tiene la esencia del amor, pero no hace todo esto por amor. Si crees que Dios hace todo esto por amor, te aseguro que esa es una idea completamente equivocada e insolente. Si eso es lo que piensas, estás calumniando a Dios. ¡No te sientas demasiado orgulloso, no te sientas sentimental en exceso! Hay quienes dicen: “Dios no hizo todo esto por amor, de modo que, en ese sentido, ¿significa que no hay amor en la esencia de Dios?”. ¿Es eso correcto? (No). ¿Dónde está el error? (Dios alberga bondad y misericordia en Su carácter). Dios tiene amor, pero no ama de forma indiscriminada. Dios es justo y santo, Le es imposible amar a un género humano tan profundamente corrompido por Satanás. De hecho, Dios detesta y odia a este género humano. Hay quienes preguntan: “Dado que Dios detesta y odia al género humano, ¿por qué sigue haciendo toda esta obra en ellos?”. Dios tiene un plan de gestión, y Su voluntad es asumir esta responsabilidad y cumplir con ella, de modo que llevará a cabo esta obra; ese es el derecho de Dios, y el hombre no puede interferir. Dios tiene este poder, y también tiene la autoridad para completar este plan de gestión, del cual el género humano es el beneficiario último, cada uno de vosotros. Bastante es ya que el hombre se beneficie de semejantes ventajas y reciba tamañas bendiciones; no exijas a Dios: “Dado que tienes amor, tienes que amarnos”. ¿Amarte por qué motivo? ¿Porque Dios te ha elegido? Eso no puede ser, ¿verdad? ¿A causa de tu hermosura? ¿Qué hay de hermoso en ti? ¿Porque traicionas a Dios? ¿Porque te rebelas contra Dios? ¿Porque rebosas el carácter corrupto de Satanás? ¿Porque te opones a Dios? ¿Porque resistes a Dios a la menor ocasión? Viendo todo esto, ¿puede Dios amarte aun así? ¿Puede amar Dios aun así a quienes se resisten a Él? ¿Puede amar Dios aun así a los demonios y a Satanás? Si dices que Dios aun así puede amar a aquellos que se resisten a Él y a los demonios y a Satanás, ¿no es eso una blasfemia contra Dios? En vuestra opinión, ¿puede Dios amar a los demonios y a Satanás? ¿Puede amar Dios a Sus enemigos? ¿Puede amar Dios de la forma indiscriminada en que lo hace el género humano corrupto? Desde luego que no puede. El amor de Dios tiene principios. Este amor que imagina el hombre, por tanto, no existe, no es más que un deseo fantasioso excesivamente sentimental; pertenece a las nociones humanas y no se corresponde con los hechos, por lo que debo aclararlo aquí. ¿Por qué no te ama Dios? (Porque el carácter humano está completamente corrupto y es indigno del amor de Dios). “Indigno del amor de Dios” es un tópico. ¿Debe Dios amarte simplemente porque te creó? Eso no es así, ¿verdad? Dios creó todas las cosas y el universo en su totalidad; ¿debe amar necesariamente todas y cada una de las cosas? Dios puede escoger amarte y puede escoger no hacerlo; Dios está en su derecho. Esto es un hecho. Otro hecho es que, si quieres que Dios te ame, si quieres recibir el amor de Dios, debes hacer algo digno de Su amor. ¿Has hecho algo digno de Su amor? ¿Tienes una conducta, una humanidad o un carácter que complazca a Dios? (No). Quizá no sea así en los primeros años de creencia en Dios, pero en años posteriores algunas personas muestran este tipo de conductas: cumplir el deber y la obra de uno de manera cada vez menos superficial; siendo capaces de buscar los principios; aprendiendo a obedecer y someterse, y no actuando de forma arbitraria; no confiando en figuraciones y nociones al enfrentarse a algo; siendo capaces de orar a Dios y buscarlo; colaborando con los hermanos y hermanas y buscando compartir con ellos más a menudo; teniendo una mentalidad más humilde y rigurosa; teniendo algo de sinceridad y de fe genuina en Dios, aun cuando no quepa decir que sean leales a la obra que la casa de Dios y la comisión de Dios les ha encomendado; siendo capaces de centrarse en perseguir la verdad y prestar atención a los cambios en sus actitudes; siendo capaces de tomar la iniciativa de conocer su propia corrupción; conociendo la arrogancia y la falsedad propias; orando a menudo ante Dios, pidiéndole que instrumente el entorno; aceptando la disciplina de Dios, y albergando más cosas positivas en su interior. A los ojos de Dios, estas conductas son muy valiosas. Sin embargo, cuando se trata de si Dios ama a las personas o no, ¿deben insistir? (No deben). Si la conducta de las personas muestra estas metas positivas, estas mejoras, estos cambios; entonces, desde una perspectiva humana, contarán con cierta belleza y expresión de sumisión. Sin embargo, tener estas conductas no es más que la esperanza que se ve en vosotros. Esta esperanza es que, por medio de la obra y el liderazgo de Dios, las personas tendrán una mentalidad positiva, activa y cooperativa, y al mismo tiempo estas conductas y revelaciones darán testimonio de Dios ante Satanás. Desde este punto de vista, esto es, cuando lo examino desde una perspectiva humana, las personas tienen cierta belleza. Sin embargo, desde la perspectiva del Espíritu de Dios, ¿os ama Dios en última instancia o no lo hace? ¿Tenéis aspectos hermosos en cierta medida o no? En lo que a Mí respecta, aún os queda mucho. Porque, si nos basamos en el calibre y los talentos de las personas y las circunstancias en las que viven, deberían ser capaces de hacerlo mejor. De hecho, lo que habéis experimentado, obtenido y reconocido, así como los cambios que habéis logrado, se pueden obtener en el plazo de cinco años si los perseguís con todas vuestras fuerzas, pero os ha llevado diez años alcanzar estos resultados. ¿No es eso demasiado tiempo? Vuestras mentes están un poco entumecidas, vuestras respuestas son lentas y vuestras acciones, torpes; en muchos puntos, solo tras haber sido podados, disciplinados y supervisados por lo Alto con presteza, habéis llegado a conseguir algo. Estos logros se obtienen con gran esfuerzo, las personas han pagado un determinado precio y, a juzgar por los resultados de lo cosechado, hay algunos aspectos de las conductas y las expresiones de las personas que pueden ofrecer algo de consuelo cuando las ves. No obstante, siguen estando lejos de los patrones de hermosura de los que Dios ha hablado. ¿Os sentís todos vosotros más hermosos de lo que erais antes? (No). No, aún no. Basta con que te autoexamines un poco para descubrir el tipo de cosas que revelas acerca de ti: “Oh, aún hay demasiada impureza en mi interior, en cuanto pondero algo me vienen artimañas engañosas a la mente y afronto las cosas de manera superficial. Una vez que estas cosas me han confundido, vuelven a surgir problemas y, tras meditar acerca de ellos, tales artimañas engañosas resurgen, y eludo la responsabilidad y vuelvo a ser complaciente”. Como verás, tan solo examinándote mínimamente a lo largo del día, has revelado bastante corrupción; ¿qué hay de hermoso en ti, entonces? Sigues pidiendo que Dios te ame, pero te tienes en baja estima; te consideras completamente indigno y crees que no hay nada en ti que merezca alabanza o el amor de los demás. Si ni siquiera los demás pueden hacer el esfuerzo de amarte, ¿cómo cabe esperar que Dios lo haga? ¿Sería eso posible? (No). Ahora que hemos dejado estos hechos lo suficientemente claros, ¿no deberíamos desechar este himno? Deberíamos hacerlo. Está lleno de palabras procedentes de nociones y figuraciones, así como de la religión; así que ¿hace algún bien a los demás que cantéis este himno? ¿Disfrutáis cantándolo y escuchándolo? Cantar este himno no solo no permite entender la verdad, sino que desencamina a las personas; no solo no las libera de sus nociones, sino que las intensifica y las refuerza. ¿No es esto dañino para la gente? Si cantáis este himno, no solo os resultará más difícil comprender la verdad, sino que os será todavía más fácil vivir en vuestras nociones y figuraciones de Dios; tal himno no hace ningún bien a nadie. Por lo tanto, Mi corazón se llena de furia cuando os oigo a todos cantar este himno; habéis pasado años oyendo sermones en vano, habéis leído muchas palabras de Dios en vano; ni siquiera ahora tenéis un verdadero conocimiento del carácter de Dios; siento muchas ganas de daros un par de bofetadas. ¿Quién escribe letras llenas de tales nociones y figuraciones? Y aun así seguís cantando con gran pasión. ¿Acaso no tenéis discernimiento alguno? Me decepcionáis amargamente. Habéis creído hasta ahora sin obtener realidad-verdad alguna; ni siquiera podéis distinguir palabras de nociones, figuraciones o absurdeces y, sin embargo, las cantáis igualmente. ¡Vuestra fe está completamente confundida! ¡Qué más puedo decir!
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