Charla sobre el himno “Por amor” (Parte 2)

Mirad el segundo verso del himno “Por amor”. “Por amor, Dios regresó en la carne en los últimos días y vino a la nación del gran dragón rojo”. ¿Cuán grande habrá de ser el amor de Dios? ¿Es correcto pensar que has llevado a Dios a soportar humillación por amor, a encarnarse y venir a la nación del gran dragón rojo, donde se enfrentó a una humillación absoluta, para amar y salvar a las personas? ¿Hace Dios todo eso únicamente por amor? Solo piensas en lo bueno: Dios lo hace debido a Su plan de gestión. Esta afirmación contiene una esencia del carácter de Dios: “Él es tan bueno como Su palabra, y esta se cumplirá; y lo que Él cumple dura para siempre”. Esta es la revelación de la autoridad de Dios; ¿cómo habría de ser por amor? Decidme, ¿merecen tales personas corruptas que Dios sufra la gran humillación de venir a la nación del gran dragón rojo? (No). No lo merecen, son peores que hormigas y gusanos, son indignos. ¿Pretendes que Dios se haga carne y que siga sufriendo la humillación y la persecución de Satanás mientras sigue ofreciendo Su amor a este género humano corrupto? ¿Es eso lo que quieres decir? Tal idea es ridícula. De hecho, este es el plan de gestión de Dios. Ya regrese Dios en la carne y acuda a la nación del gran dragón rojo o bien lleve a cabo cualquier otro tipo de obra, es un paso en Su obra; ahora que tal paso ha llegado a este punto, Dios debe obrar de esta forma. ¿Por qué lleva a cabo Dios esa obra, entonces? Lo hace debido a Su plan de gestión y, en este, el depositario de Su salvación es el género humano corrupto. Desde cualquier punto de vista, el género humano corrupto —con independencia de su raza o país de origen— no es más que un objeto de trabajo, un contraste, en el plan de gestión de Dios. ¿Es digno un contraste de todo el amor de Dios? No lo es. Es un error afirmar eso y no se debe describir así. Debido a que Dios tiene un plan de gestión y al hecho de que cumplirá Su obra de gestión, tú como ser humano estás cualificado para soportar este hecho, lo cual es una gran bendición. Y, sin embargo, dices con desvergüenza: “Dios hace todo esto debido a Su amor por nosotros”. Esto es un error lamentable, está desencaminado y un puro sinsentido.

Mirad el siguiente verso: “Por amor, Dios soporta el rechazo y la calumnia, y sufre gran persecución y tribulaciones”. ¿Es eso correcto? Dios soporta el rechazo y la calumnia, y sufre gran persecución y tribulaciones. Con independencia de lo que soporte, Su pensamiento, Su deseo y el objetivo de Su corazón es completar Su plan de gestión. Dios tiene un objetivo mayor, pero no hace todo esto por una devoción al género humano, ni por una ofrenda de amor o de entregar todo Su ser a este género humano corrupto, hostil a Él y que lo considera un enemigo; ese no es el motivo. Hay quien dice: “Dado que Dios no lleva a cabo toda esta obra por amor al género humano y, dado que soporta el rechazo, la calumnia y las tribulaciones por Su plan de gestión, Dios no merece el amor del hombre”. ¿Es eso correcto? (No). ¿Dónde está el error? Decidme lo que pensáis. (Dios lleva a cabo toda esta obra por Su plan de gestión, pero gracias a este proceso las personas disfrutan de muchos beneficios, alcanzan a entender ciertas verdades y logran ciertos cambios). ¿Es eso todo? Decidme, ¿es positivo o negativo que Dios sufra el rechazo y la calumnia y que soporte una gran persecución y tribulaciones por causa de Su plan de gestión? (Es algo positivo). Dios soporta el rechazo y la calumnia y sufre una gran humillación por causa de Su plan de gestión; esto es algo positivo. ¿Sabéis por qué es algo positivo? ¿Cuál es el contenido del plan de gestión de Dios? (Derrotar a Satanás y sacar a las personas de su cautiverio). ¿Cómo se derrotará a Satanás? ¿Cuál es el contenido concreto? ¿Cuál es el proyecto específico de la obra? Salvar al género humano. Eso no es algo difuso, ¿verdad? Derrotar a Satanás es uno de los aspectos; el contenido concreto del plan de gestión de Dios, es decir, el proyecto específico de la obra de Dios, es salvar al género humano. En términos humanos, ¿salvar al género humano es una causa justa o injusta? (Una causa justa). Es una causa justa. ¿Se equivoca Dios al soportar el rechazo y la calumnia, así como toda clase de dolor y humillación, para salvar al género humano? (No). ¿Acaso no es algo positivo? ¿Es egoísta? (No es egoísta). Entonces, ¿cómo es que no sois capaces de explicarlo con claridad? Sois incapaces de explicar cosas tan claras y obvias; en lugar de ello, las interpretáis a ciegas y fijáis normas arbitrarias; ¿no es eso el colmo de la necedad y la ignorancia? La obra del plan de gestión de Dios es un gran proyecto, y los detalles de este proyecto concreto implican la salvación del género humano. Hay quienes dicen: “Dios salva al género humano para cumplir Sus propios deseos, para completar Su plan; Dios hace todo esto por Él, no por el género humano. ¿No es eso egoísta?”. ¿Es egoísta? (No). ¿Por qué no es egoísta? El acto que Dios está llevando a cabo es positivo y significativo. Es tremendamente valioso y significativo para la supervivencia, el destino, el desenlace y el estado de existencia de todo el género humano en la era venidera. En vista de estas cuestiones, ¿es egoísta que Dios soporte todo esto y entregue todo esto para completar Su plan de gestión? (No). El propósito del plan de gestión de Dios es salvar al género humano, Sus intenciones son buenas y hermosas, y son amor genuino; no cabe decir, pues, que Dios sea egoísta por satisfacer Sus intenciones. Basta con este acto que Dios ha llevado a cabo, que Él ha planeado, para apreciar la esencia de Dios y ver que Su corazón es hermoso y bueno. Aun cuando este género humano se haya vuelto depravado, aun cuando haya seguido a Satanás y rebose el carácter corrupto de este, rebose rebelión y resistencia a Dios, rebose blasfemia y hostilidad, Dios sigue siendo capaz de salvar al género humano con paciencia y sin darse por vencido jamás. ¿De dónde brota todo esto? Brota del plan de gestión de Dios, de Su deseo. ¿Es esto egoísta? El género humano es el mayor y último beneficiario de todo el plan de gestión de Dios. Vosotros sois los portadores y herederos exclusivos de las promesas, bendiciones y buenos destinos que Dios ha otorgado al género humano. Decidme, pues, ¿es Dios egoísta? (No lo es). Dios no es egoísta. ¿Pero hace Dios todo esto únicamente por amor? (No). La significatividad, el valor y las verdades que se deben entender aquí son demasiado profundas; ¿cómo iba a ser tan solo por un poco de amor? El amor no es más que una pequeña parte de expresión emocional, un fragmento que se revela en emociones y sentimientos, no la totalidad. Sin embargo, lo que se nos revela realmente en la obra de Dios al llevar a cabo Su plan de gestión, así como en el proceso de salvación del género humano, es la totalidad del carácter de Dios. Y Su carácter no se limita al amor, esto es, no se trata tan solo de bondad afectuosa y misericordia; también incluye la rectitud y la majestad, la ira y las maldiciones, y muchos otros aspectos. Por supuesto, si hablamos de forma concreta, es durante Su obra en tres fases cuando el carácter y la esencia de Dios se van revelando y manifestando gradualmente. Sin embargo, las personas son incapaces de reconocerlos y llegan a decir: “Dios ha hecho todo esto porque nos ama”. ¿Por qué suena tan incómoda y nauseabunda esta noción de “amor” que albergan las personas? Definir una obra tan significativa de Dios, una obra que produce un impacto tan grande en el destino y el desenlace del género humano, tan solo como un pequeño sentimiento —el amor—, ¿no es difamar las intenciones de Dios, difamar los sinceros y meditados esfuerzos de Dios por salvar al género humano?

El siguiente verso dice: “Por amor, Dios vive de forma humilde y oculta con el género humano corrupto”. Aquí el autor del himno nos dice que también hace esto por amor. Dios lo hace porque es necesario para Su obra; ¿cómo podría ser por amor? ¿Tiene sentido que Dios esté dispuesto a vivir con el género humano y que lo haga de forma humilde y oculta por amor a ellos? ¿Cómo de atractivo y hermoso ha de ser el género humano para que Dios se impaciente de tal forma y esté dispuesto a vivir con ellos, y hasta a hacerse carne y vivir de forma humilde y oculta? ¿Son esos los hechos? (No lo son). ¿Cuáles son los hechos? (Que Dios se hizo carne, humilde y oculto, y vino a la tierra para expresar la verdad y salvar a las personas a consecuencia de Su plan de gestión). En teoría, se debe al plan de gestión de Dios. A ojos de las personas, parece que la vida humilde y oculta de Dios con el género humano corrupto hace muy feliz a Dios, que vive con comodidad, sintiendo gozo a diario, y que se siente satisfecho con observar hasta el menor movimiento del hombre, y contemplar sus comportamientos y revelaciones. ¿Es esto así? (No). ¿Cómo es realmente? (Dios lo hace porque Su obra lo exige). Porque Su obra lo exige; esa es la teoría. De hecho, ¿reporta gozo a Dios vivir con el género humano? ¿Felicidad? ¿Placer? (No). ¿Cómo deberá sentirse Dios entonces? Por ejemplo, todos vosotros creéis en Dios y os consideráis bastante rectos, pero, si tuvieseis que vivir con jóvenes callejeros, rufianes, hampones y matones marginales, pronunciando las mismas palabras que ellos, comiendo el mismo alimento y haciendo las mismas cosas a diario, ¿qué sentiríais? (Aversión y asco). ¿Cuál sería vuestro estado de ánimo si tuvieseis que vivir entre violadores y asesinos? (La repugnancia). De modo que sí sabéis lo que es sentirse repugnados. Decidme, pues, ¿puede ser feliz Dios viviendo con un género humano corrupto? ¿Puede sentirse alegre? (No). No hay felicidad ni gozo; ¿de dónde procede, pues, el amor? Si no hay gozo, felicidad ni placer, ¿no es una contradicción que Él ame a las personas tal como se ama a Sí mismo, que las ame demasiado como para separarse de ellas? ¿No tiene eso algo de farsa? ¿Cuál es, exactamente, la verdad? ¿Qué es lo que debería sentir Dios realmente al vivir entre un género humano corrupto, aparte de carecer de felicidad, placer y gozo? (Dolor). El dolor es un sentimiento muy tangible. ¿Alguna otra cosa? (Aversión). La aversión es otro sentimiento más. ¿Alguna otra cosa? (Un odio hacia el carácter corrupto del hombre). Odio, repulsión y rechazo. También está el más genuino de los sentimientos, que es que, al vivir entre un género humano corrupto, especialmente a la hora de llevarse bien, conversar, trabajar juntos y asociarse, se siente una humillación increíble. En tal situación, en semejante estado continuado, ¿crees que una persona normal puede seguir teniendo amor? (No). Es incapaz de tenerlo. En ausencia de amor, ¿qué es lo que hará? (Apartarse). Apartarse es un deseo, es una mentalidad; no obstante, ¿qué se debe hacer para afrontar los hechos? ¿No deberían hacerse esfuerzos para cambiar a estas personas? (Sí). En el caso de un género humano como este, es necesario poner en práctica la provisión, la educación, la reprensión, el desenmascaramiento, la poda, la disciplina ocasional, etcétera; esto es algo necesario e imprescindible. Pero ¿pueden tales acciones obtener resultados instantáneos? (No pueden). ¿Qué se debe hacer, entonces? (Es preciso podarlos, juzgarlos y castigarlos durante un largo periodo). ¿Es sencilla la obra de podar a las personas, de juzgarlas y castigarlas durante largos periodos? ¿Qué debe soportar Dios para lograrlo? (La humillación y el dolor). Dios obra con una paciencia increíble. ¿Qué reporta esta paciencia? Reporta dolor. Por lo tanto, cuando Dios vive con un género humano corrupto, no hay gozo ni felicidad en Su corazón. Sin gozo ni felicidad, ¿puede albergar amor por las personas en Su corazón? No puede forzarse a amarlas. ¿Cómo puede llevar a cabo Su obra, entonces? ¿Sobre qué fundamento? Simplemente está cumpliendo con Su responsabilidad. Este es el ministerio del Dios encarnado; esa es su naturaleza. Cumplir con la responsabilidad propia significa llevar a cabo todo lo que uno ha visto, conoce, debe decir y debe hacer en la medida de sus capacidades. Eso es lo que se llama cumplir con la responsabilidad propia. ¿Por qué es posible cumplir con esta responsabilidad? Está claro que Dios tiene esta carga por el género humano debido a Su identidad y Su esencia, porque el Dios encarnado tiene esta comisión y esta responsabilidad. Esa es la situación independientemente de la clase de personas y de seres humanos corruptos con los que Él viva. ¿Sabes cuál es esta situación? Es el estado en el que Dios carece de felicidad o de gozo, en el que debe soportar la humillación, mientras que al mismo tiempo debe soportar de forma repetida e incansable toda clase de corrupción y rebelión humanas. Mientras soporta todo esto, debe también decir y hacer lo que debe de forma infatigable; debe explicar con claridad las cosas que las personas no entienden y aplicar un cierto grado de disciplina, juicio y castigo a quienes cometen ofensas de manera consciente. Todo esto que Dios hace está relacionado con Su plan de gestión y los pasos de Su obra. Por supuesto, tiene que ver más aún con el proyecto específico de la obra de Dios de salvar al género humano. En resumen, tiene que ver con las propias responsabilidades de Dios. Todo esto que Dios está haciendo es cumplir con Su responsabilidad; por supuesto, lo que revela al cumplir con Su responsabilidad es Su esencia y Su carácter. ¿Cuál es, por tanto, la esencia del Dios encarnado, esto es, la esencia de esta persona común? Especialmente en esta etapa de Su obra en los últimos días, no manifiesta señales y prodigios, como tampoco despliega milagros; lo único que puede hacer es decir a las personas las verdades que deben poseer y entender. Él pone al descubierto las actitudes corruptas que las personas son incapaces de reconocer, de tal forma que puedan conocerlas y reconocerlas, y que puedan conocer la esencia y los hechos reales de la corrupción del género humano; el objetivo de esto es que las personas se arrepientan verdaderamente y se las lleve a la senda correcta. Cuando las personas son capaces de arrepentirse genuinamente, cuando pueden entender la verdad y ponerla en práctica, entran en la realidad-verdad y alcanzan la esperanza de recibir la salvación; es entonces cuando la obra y la responsabilidad del Dios encarnado quedan cumplidas. Una vez que las personas están en el buen camino, lo que falta es recibir las pruebas y el refinamiento de Dios; la obra del Dios encarnado ha concluido; Sus responsabilidades se han cumplido y Su obra se ha completado. Cuando la obra del Dios encarnado se ha completado y se os ha llevado al buen camino, significa que Su ministerio se ha completado y ya está exento de cualquier obligación hacia vosotros. ¿Qué significa estar exento de obligaciones? Significa que ya no necesita seguir con estas personas y soportar cosas como su corrupción, sus nociones, su rebelión, su resistencia, su rechazo, etcétera.

Ya sea desde la perspectiva de todo el plan de gestión de Dios o de una obra específica llevada a cabo por el Dios encarnado, ¿se hace alguna de esas dos cosas solo por amor? Ninguna de ellas. El Espíritu de Dios observa al género humano desde el cielo de una cierta manera, y el Dios encarnado casi comparte esa misma perspectiva en la tierra. ¿Por qué digo “casi”? El Dios encarnado en la tierra puede observar la debilidad del género humano desde una perspectiva relativamente más considerada debido a Su humanidad, debido a Su coexistencia con el ser humano creado en el mismo espacio y debido a que, tal como sucede con el género humano corrupto, comparte el atributo exterior de ser humano. Por consiguiente, el Dios encarnado puede vivir con las personas de una manera algo más armoniosa que Dios en el cielo. Si lo miramos de esta forma, ¿estaríais aquí sentados todos vosotros de no haberse hecho carne Dios? No estaríais. Todo esto responde a las necesidades de la obra de Dios; es el único motivo por el que pagó tan elevado precio y vino aquí para hacerlo Él mismo. En cierto sentido, si Dios hubiera de hablar a las personas desde el cielo, a estas les costaría escuchar Sus palabras debido a la separación espacial. En otro sentido, teniendo en cuenta las extensas y voluminosas declaraciones de Dios en los últimos días, si Él tuviera que hablar desde el cielo de semejante forma, sería algo inapropiado, se mire por donde se mire. Por tanto, la única opción, la mejor y la más beneficiosa para el género humano, para el plan de gestión de Dios y para la obra de salvar al género humano es que Dios se haga carne; esta es la única opción y la única manera para llevar a cabo la obra. Solo el Dios encarnado puede llevar a cabo esta obra, es capaz de hacerlo y puede obtener estos resultados. Si piensas en las palabras que Dios ha pronunciado en los últimos días en términos de cantidad, han sido muchas; ¿cómo habría podido transmitir tantas sin el método de hacerse carne? Si Dios hablase desde el cielo en forma de trueno, ¿cuántas personas caerían muertas cada vez que juzgase y condenase a las personas malvadas? No quedarían muchos vivos. Si Dios hablase desde el interior de un torbellino o de unas llamas, ¿cuántos torbellinos y fuegos habrían de producirse antes de que terminase de entonar estas palabras? Todo el género humano quedaría trastocado por causa de esta manera de hacerlo. Y, tras estos años hablando, ¿han afectado las palabras del Dios encarnado a la vida cotidiana del género humano? En modo alguno, y el mundo no se preocupa por ellas ni le afectan lo más mínimo. Esto cumple completamente el propósito de la obra realizada por el Dios encarnado; sin el Dios encarnado, esta obra sería efectivamente inviable. Hay un secretismo en la obra del Dios encarnado mismo. Dios no quiere que todo el mundo y el género humano en su totalidad la conozcan; no quiere que los incrédulos que Dios no ha escogido la conozcan. Tan solo puede expresar estas palabras en un estado de ocultamiento, de modo que adoptar el método de hacerse carne es el que más sentido tiene; también es el método más sabio. Solo con Dios haciéndose carne puede mantenerse en secreto. Forma parte de la sabiduría y omnipotencia de Dios que su encarnación viva en el mismo espacio que el género humano, proporcionando la verdad al género humano en su propio lenguaje, de una forma y una manera que este puede aceptar. Esto es algo que solo Dios puede llevar a cabo; escapa al género humano. Todo esto tiene que ver con el gran plan de gestión de Dios. Sería excesivamente simplista, de faltar a los hechos y algo completamente injustificable que el hombre describiese el plan de gestión de Dios de forma unilateral como fruto exclusivamente del amor. En resumen, independientemente del contenido de la obra realizada, esta forma de Dios de hacerse carne ha ocasionado esta vez una conmoción considerable y ha generado un gran impacto por todo el mundo y entre todo el género humano, lo que muestra el acontecimiento tan tremendo que es este hecho. El hecho de que Dios se haga carne y la forma en que lo hace son, en sí mismos, una cuestión controvertida en todo el mundo y la comunidad religiosa en su totalidad; es un evento hacia el que el género humano se muestra hostil, que el género humano condena y rechaza y que al género humano le cuesta sobremanera concebir e imaginar. Que Dios pueda obrar de esta manera pone de manifiesto Su sabiduría, Su poder, Su omnipotencia y Su autoridad; no se hace en absoluto por algún amor nimio, por alguna cuestión trivial o por alguna razón tan ínfima como un comino. Esto significa que un acontecimiento de gran magnitud capaz de sacudir a todo el mundo religioso, a todo el mundo político, a todo el género humano y hasta a todo el universo no se produce por amor, sino por el plan de gestión de Dios y Su deseo de salvar al género humano. Esta es la mayor visión de la tercera fase de la obra de Dios; es la mayor visión que la gente debería entender, conocer y aprehender. Si te limitas a definir esta visión diciendo: “Es por causa del amor de Dios; Dios nos ama. Verás, Dios ya se hizo carne y fue crucificado por amor a nosotros una vez, y esta vez se ha hecho carne y ha venido para amarnos de nuevo”, ¿no será un grave error? Definir semejante gran visión de la obra de Dios como algo realizado por amor es demasiado superficial. Si no conoces a Dios, qué se le va a hacer; pero apresúrate y tápate la boca, no digas sinsentidos ni expreses opiniones de forma arbitraria. Ya os he dicho anteriormente que, en todo lo relativo al carácter de Dios, Su esencia y la visión de Su obra, no se debe juzgar a la ligera, extraer conclusiones de forma arbitraria o poner límites irreflexivamente. Si no entiendes, basta con reconocerlo. Si entiendes un poco, apresúrate a decir: “Solo entiendo hasta aquí; no me atrevo a poner límites arbitrarios y desconozco si es correcto”. Debes añadir este tipo de explicaciones y clarificaciones; no hables sin haberlo considerado. Si hablas sin haberlo considerado, a pequeña escala, puedes influir erróneamente en los demás, induciéndolos al malentendido y desviándolos; y, a gran escala, puede que ofendas el carácter de Dios. Describes como amor el plan de gestión de Dios y la gran obra de Dios de salvar al género humano, como algo que lleva a cabo por amor; ¿no es esto decir sinsentidos? ¿No merecen una bofetada las personas que dicen esto? (Si). ¿Por qué merecen una bofetada? Porque es hablar sin pensar, es sacar las cosas de contexto. ¿No está motivado esto por un carácter arrogante? ¿No acabas de empezar a creer en Dios hace unos pocos días? ¿Lo has visto a Él? ¿Entiendes Su carácter? No puedes explicar la verdad de la visión del plan de gestión de Dios de forma clara y exhaustiva, y a pesar de ello te atreves a definir la esencia y el carácter de Dios. ¿No es esto de una osadía extrema? Te atreves a utilizar la palabra “amor” para definir una cuestión tan grande; esto es algo que ofende el carácter de Dios. ¿Es una gran transgresión ofender el carácter de Dios? Lo es, en efecto. Hay quienes dicen: “No sé; tampoco lo entiendo”. Eso está bien. Es precisamente por no saber ni entender, por ser ignorante y necio, que no debes hablar sin haberlo considerado. ¿Puedes tú, una persona común, juzgar arbitrariamente los asuntos de Dios o alcanzar conclusiones a la ligera al respecto? Todo el género humano combinado y al unísono sería incapaz de explicar los asuntos de Dios con claridad, pero tú pretendes definir el carácter de Dios, Su obra y Su esencia por ti solo en una o dos palabras. ¿No es esto ofensivo para el carácter de Dios? (Sí). Entonces tenemos un serio problema con este himno. No solo está repleto de palabras confusas, vacías y blasfemas, sino que, lo más importante, puede desviar a las personas, desorientarlas y atraparlas en sus nociones. ¿Podemos conservar este himno teniendo en cuenta las graves consecuencias a las que conduce? En modo alguno; hay que desecharlo.

Siguiendo con: “Por amor, Dios expresa la verdad y trae el camino de la vida eterna”. ¿No es nauseabunda la forma en que estas palabras delimitan las cosas? (Lo es). Leyendo más: “Por amor, Dios juzga y expone con Sus palabras la naturaleza satánica del género humano”. Decidme, cuando Dios emplea palabras severas para exponer el carácter corrupto del hombre, ¿es porque Dios ama al hombre o porque Dios lo aborrece y odia? (Es porque Dios aborrece y odia al hombre). Dios aborrece al hombre, así que ¿qué carácter de Dios es este? (Es rectitud y santidad). Es correcto; no es por causa del amor. ¿No es un error de juicio y un malentendido que las personas definan las cosas de esa manera? ¿Existe algún conocimiento práctico de la verdad en esta afirmación? Esta es una comprensión distorsionada y parcial, una malinterpretación, una comprensión falaz; ese verso es un retrato equivocado. Después, mirad esto: “Por amor, Dios nos pone a prueba, refina y poda para limpiar nuestra corrupción”. ¿No es el mismo problema que con el verso anterior? (Sí). El problema es el mismo. Y más abajo: “¡Oh, Dios! Todo lo que se revela en Tu obra y en Tus palabras es amor”. ¿No es esto delimitar a Dios nuevamente? ¿Qué es lo que revela Dios? Su santidad y hermosura, Su carácter recto. Dios tiene ira y majestad además de misericordia y bondad, ¿cómo se puede decir entonces que todo se debe al amor? ¡Qué nauseabunda y arbitraria es esta delimitación! ¿No es por causa de la arrogancia? Lo que está explicando y resumiendo el autor del himno nada tiene que ver con la esencia-carácter que revelan las palabras y las declaraciones de Dios. Luego dice que todo es amor, lo que no solo es irrelevante, sino que también es una distorsión y un error; es un retrato completamente equivocado. El amor es una emoción, y también puede ejercerse como un acto o una conducta, pero no es la esencia principal de Dios; Dios no ama a las personas de forma indiscriminada. ¿Es posible que Dios desborde tanto amor que no tenga donde guardarlo, hasta el punto de que ame hasta a Satanás, al género humano corrupto y a Sus enemigos? ¿Es así? El amor de Dios no carece de principios; parte de unos principios. Él ama las cosas positivas y aborrece las negativas y malvadas. Dime, ¿ama Dios a las personas que creen sinceramente en Él? ¿Ama a quienes cumplen su deber lealmente? ¿Ama a quienes se someten a Él? ¿Ama Dios a las personas que, al recibir Su juicio y Su castigo, experimentan un verdadero arrepentimiento, se someten verdaderamente a Él y Lo aman verdaderamente en sus corazones? Si las personas entienden la verdad y odian sus propias actitudes corruptas, entonces su “odio” es algo positivo. ¿Y los ama Dios? (Sí). Aquellos que son capaces de aceptar la verdad son personas positivas, y quienes son capaces de someterse a Dios son más positivas aún. Dios ama a las personas positivas; Él odia a los demonios y a Satanás. Es a las personas malvadas a quienes Él maldice y castiga, pero todas las personas a las que ama son honradas, personas que persiguen la verdad. El amor de Dios, pues, parte de unos principios; no carece de ellos. Para algunas personas Dios solo es misericordioso, lo que no significa que Él ame a esas personas. Es preciso que estas cosas se entiendan con claridad; uno no puede definir el amor de Dios a ciegas. Hablar irreflexivamente acerca del amor de Dios y definirlo a ciegas es, sin duda, juzgar a Dios y blasfemar contra Él.

Si miramos algo más adelante, ¿es correcto decir: “¡Oh, Dios! Tu amor no solo es bondad y misericordia, sino, más si cabe, castigo y juicio”? (Es correcto en teoría, pero no en la práctica). En teoría, no hay problema, pero conectarlo con el amor de Dios es algo muy forzado. Estas palabras no deben considerarse incorrectas, pero tampoco correctas; son un sinsentido apenas digno de ser mencionado. Después viene esto: “¡Oh, Dios! Tu juicio y Tu castigo son el amor más verdadero y la mayor salvación”. ¿Qué opinión os merece eso? (Ese verso es incorrecto; establece el juicio y el castigo de Dios como la mayor salvación, cuando en realidad la salvación de Dios no se limita a ellos). ¿No son la crucifixión de la encarnación de Dios y Su expiación por todos los pecados del género humano, cargando con ellos, Su amor más verdadero? ¿No son la mayor salvación? (Lo son). Entonces, comparado con el juicio y el castigo, ¿qué es lo “mayor”? De hecho, si la analizamos con rigor, veremos que se trata de una afirmación inexacta, inapropiada y con unos límites muy rígidos; no debería plantearse así. No se debería afirmar que todo lo que Dios hace es amor, pero sí cabe decir que todo lo que Dios hace tiene un efecto positivo sobre las personas, y que todo es salvación y misericordia para la gente, puesto que todo ello se hace por el bien del género humano. Si decís que el juicio y el castigo de Dios son lo “superlativo” y lo eleváis al nivel supremo, no es correcto. Algo “superlativo” debería ser exclusivo, sin comparación alguna; el juicio y el castigo de Dios no pueden calificarse de “superlativos” si pueden compararse con otra obra de Dios. Alguien escribió un himno cuya letra rezaba así: “Amo más el carácter recto de Dios que Su bondad y Su misericordia”. ¿Son estas palabras correctas o incorrectas? (Son incorrectas). ¿Qué tienen de erróneo? (Dividen la rectitud, la santidad, la bondad y la misericordia de Dios en una jerarquía). De hecho, esta afirmación es correcta, y la experiencia genuina de quienes han vivido el juicio y el castigo de Dios. ¿Cuál es el trasfondo de esta experiencia genuina? Aquí hay una historia, por ejemplo: cuando alguien disfruta la bondad y la misericordia de Dios, solo puede obtener gracia; jamás puede reconocer su propio carácter corrupto ni puede despojarse de él. Lo único que puede hacer es experimentar el castigo y el juicio de Dios, y soportar el dolor de muchas pruebas y refinamientos; solo entonces podrá librarse de estas actitudes corruptas. Así, basándose en esta premisa y este contexto, esta es la comprensión que alcanzan las personas; se trata de algo preciso y coherente con los hechos, y no una lógica teórica. Este himno es constructivo, pero ninguno de vosotros puede verlo; os falta discernimiento. ¿Qué confirma esta falta de discernimiento? ¿Cuál es el motivo de esta carencia? La explicación es que no se comprende la verdad. El himno “Por amor” está lleno de sinsentidos; no es práctico, me desagrada y me niego a cantar una sola de sus palabras. ¡Qué cortos habréis de ser de estatura para cantarlo con semejante entusiasmo contagioso! Sois incapaces de captar nada y ni siquiera comprendéis las verdades en las que deben entrar las personas, pero queréis comentar la esencia de Dios y Su plan de gestión. ¿No es eso falto de razón? Las personas sin razón que se atreven a hablar sin que les corresponda no se están ocupando de lo que les atañe; carecen del menor pragmatismo.

Más adelante: “Daremos testimonio de Tu amor santo y justo, y mereces nuestra adoración eterna”. Por supuesto, es necesario que Dios merezca adoración eterna, ¿pero cabe considerarse adorar a Dios si la gente Lo conoce de esta forma? Supongamos que Dios no ama a alguien; lo aborrece y lo odia profundamente. Si, a pesar de eso, tal persona puede amar y adorar a Dios, entonces debe tener cierta estatura y conocimiento verdadero de Él. En el verso: “Daremos testimonio de Tu amor santo y justo, y mereces nuestra adoración eterna”, ¿qué adjetivos califican el “amor de Dios”? “Santo” y “justo”. Pensemos en la grandeza del amor que atribuye el autor a Dios, empleando la esencia de Dios para definir Su amor, afirmando que el amor de Dios es justo y santo; ¿no es esto algo obvio? Las personas no están dispuestas a disfrutar de un amor genérico, ni tampoco les satisface un amor misericordioso o afectuoso hacia los demás; tan solo adoran a Dios cuando disfrutan de Su amor santo y justo, y por eso afirman que Dios merece adoración eterna. ¿Es esto correcto? Ya sea desde la perspectiva factual o del razonamiento lógico, esta afirmación es del todo errónea, un completo sinsentido; es una verborrea mentalmente dispersa destinada a desorientar a las personas. ¿Crees que esto es el mundo secular? En el mundo hay toda clase de espíritus malvados e impuros, toda clase de personajes y de canallas pendencieros, y aquellos con algo de habilidad, elocuencia o impudicia se atreven a subirse a un estrado improvisado y actuar; pero en la casa de Dios es la verdad la que posee la autoridad. Es preciso expulsar del escenario a todos esos impíos; hay que depurarlos de la Iglesia. Es necesario diseccionar todas sus herejías y falacias, de tal forma que el mundo entero pueda discernirlos y definirlos. Viéndolo ahora, ¿qué es el amor de Dios? Si afirmas que es rectitud y santidad, ¿estarás en lo cierto? (No; el amor de Dios no se limita a estas cosas). ¿Qué es, entonces, el amor de Dios? (También hay juicio y castigo, y majestad e ira; todo ello es el amor de Dios). El amor de Dios es el amor de Dios, y la esencia de Dios es la esencia de Dios. El amor de Dios reside en Su corazón y Su mente, en Sus sentimientos, Su esencia y Sus actos. ¿Puedes explicar eso con claridad? Sin embargo, hablas del amor de Dios en términos de rectitud y santidad, te atreves a definirlo de esa forma; ¡qué osadía la tuya! ¿Acepta Dios que emplees tales definiciones para adorarlo? (No lo hace). ¿Por qué no? (Porque es una blasfemia contra Él). ¡Dios siente repugnancia y tú no estás diciendo más que puras insensateces! Tu adoración ciega es inútil y no complace a Dios. Dios no siente una gran necesidad de adoración por parte del género humano. No la desea; no es como si precisara de la alabanza del hombre para vivir tranquilo o tener confianza. ¿Tiene esta necesidad? (No, no la tiene). La obra de Dios es salvar al género humano, darle un buen destino, y lleva a cabo cierta obra para la supervivencia del género humano en la era venidera; no lo hace para recibir la adoración de la gente. Simplemente, uno de los resultados de la obra de Dios es que el género humano le ofrezca adoración, pero, si las personas no comprenden a Dios y lo adoran ciegamente, Él no lo permitirá ni aceptará. Si las personas son tan autocomplacientes como para sentir que la adoración del género humano a Dios es de tanta importancia para Él, ¿no se trata de una malinterpretación? Debido a que el género humano ofrece esta pequeña adoración a Dios y este pequeño testimonio, creen que Él se siente muy conmovido, pero nada hay más lejos de la realidad. ¿No es esto lo que Dios merece? Es algo de lo más normal.

Un poco más adelante: “Por amor, Dios pone las personas, acontecimientos y cosas a nuestro servicio, de tal forma que obtengamos la verdad y la vida”. ¿Es este verso correcto? (No lo es). ¿Qué tiene de equivocado? ¿Son las palabras “por amor”? Todo responde a las dos primeras palabras, que son tan engañosas y desorientadoras que confunden a las personas y les imposibilita distinguir lo erróneo de lo correcto. De ahora en adelante, no se debe utilizar erróneamente las palabras “por amor”. Las palabras que vienen después de esas dos —“Dios pone las personas, acontecimientos y cosas a nuestro servicio, de tal forma que obtengamos la verdad y la vida”— son ciertas. La obra de Dios incluye ese contenido, pero sería erróneo describirlo como amor de Dios. Es el poder de Dios, la autoridad de Dios y la sabiduría de Dios; no es debido al amor. Para ser exactos, no es únicamente debido al amor de Dios. Dios tiene este poder para movilizar a las personas, acontecimientos y cosas a fin de ponerlos al servicio del género humano al que desea salvar. Él moviliza todas las cosas y los acontecimientos para servir al género humano al que quiere salvar y para servir a Su obra de gestión, y el beneficiario último de esto es el género humano: las personas obtienen la verdad y la vida. Si te limitas a decir que es debido al amor, ¿significa eso que la sabiduría, la autoridad y el poder de Dios ya no existen? Afirmar que solo es debido al amor es incorrecto, por lo que la orientación y el enfoque de tales afirmaciones también son erróneas. ¿Qué significa decir que son completamente erróneas? No se corresponden con la verdad; se plantean de forma distorsionada; no son la realidad de la verdad; y no son la vertiente práctica de la verdad que experimentan las personas.

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